XIX
Si alguien le hubiese dicho que, al ir a un evento, el cual se rehusaba totalmente en asistir, encontraría el amor; se habría burlado, riendo hasta quedarse sin aliento, al punto de dolerle el estómago, pero ahora no era así. Jungkook tenía la fortuna de despertar junto a su precioso omega envuelto en una burbuja de paz, si su abuelo lo viera en ese momento quizá haría un escándalo, posiblemente terminaría despertando a Taehyung con sus gritos tontos sobre los alfas casándose con otro alfa para traer al mundo líderes verdaderos y mantener la línea de pureza.
Jungkook no podría pedir una vida diferente, estaba más que feliz con observar la tranquilidad con la que dormía Taehyung, joder, él creía que su rutina matutina estaba bien antes, pero que tonto, definitivamente no sabía lo precioso que sería apreciar el rostro del omega en cada amanecer. Hacía ciertos gestos graciosos, como abultar los labios, a veces arrugaba su ceño y en ocasiones, cuando el alfa se acercaba mucho a su rostro, ya fuera para besarlo o deshacer las arrugas de su frente, lo escuchaba murmurar, llamándolo.
¿Por cuánto tiempo hizo aquello antes de conocerse?, o era volver a encontrarse. Eso ya no importaba, no cuando lo tenía frente a él. Ahora su llamado siempre sería escuchado, su lobo no pasaría más noches en su búsqueda.
— ¿Cómo es posible que seas tan hermoso, mi sol? – Taehyung se removió entre sueños, apenas quejándose por las constantes caricias que dejaba el alfa en su rostro – ¿eres real?
Cuando su padre aún vivía, le contó la leyenda de las almas destinadas, esas que pasan buscándose el uno al otro de vida en vida, pero las historias se terminaron el día que se quedó solo en este mundo, junto a su abuelo. El viejo alfa se encargó de criarlo de una "mejor manera" decía que el padre de Jungkook fue la vergüenza de la familia al casarse con una omega y cada que mencionaba el cuento de los destinados, su abuelo se encargaba de recordarle que eso solamente eran leyendas, cuentos para dormir.
"Los destinados solo traen dolor, Jungkook-ah. Tu padre es la prueba de ello"
Su abuelo era la única familia que le quedaba, no tenía tíos porque su padre, al igual que él, era hijo único. El temperamento del alfa mayor era un tanto frío y reacio a dar muestras de afecto, por lo que su niñez se llenó de miradas frías, sin embargo, las enseñanzas de sus padres fueron más fuertes que cualquier educación. De hecho, su lobo no tenía especial aprecio por el anciano, era extraño su comportamiento, como si existiera algo más entre ellos. Para Jungkook eso solo simbolizó no perder su propia esencia al dejarse guiar por su animal interno y no aceptar las imposiciones alfistas.
Una calidez invadió su pecho al sentir un cosquilleo leve, haciéndolo regresar a la tierra, donde era admirador de Taehyung.
— Baek Siu – murmuró mientras acariciaba el cabello castaño de Taehyung, el cual cubría su rostro por lo largo que estaba – ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ti? ¿Qué clase de hechizo lunar me has hecho?
El alfa suspiró enamorado de la imagen angelical que tenía enfrente, Taehyung seguía en el medio del nido, un tanto encogido bajo las sábanas, no podía pedir mejor amanecer. Observó alrededor de la habitación encontrándola vacía, parecía una versión muy extraña de su apartamento, el cual ahora tenía una habitación llena con las cosas del omega. La tarde anterior ni siquiera reconoció la casa a la cual regresó después del trabajo, lo único que era familiar era el nido en la habitación.
Ese día se llevaría a Taehyung a casa, tendrían el evento del baile y luego de eso pasarían a compartir un espacio juntos, como pareja, ¿era demasiado rápido?, no lo sabía, en serio se preguntó tantas veces si estaba haciendo lo correcto, incluso acudió a Namjoon por un consejo.
"Todas las parejas son diferentes Jungkook, quizá ustedes tienen mucha más historia de lo que piensan o recuerdan"
El mayor se refería a las vidas pasadas de sus lobos, pero Jungkook presentía que eso tenía otro trasfondo. Con los sucesos tan cercanos, todo parecía muy confuso, porque su lobo no quería soltar los recuerdos que tanto se esforzaba por obtener. Se sentía de cierta manera curioso.
Escuchó a Taehyung removiéndose un poco por el frío y también por su ausencia, llamándolo entre sueños; últimamente buscaba más contacto con él y todo era por efectos del celo inminente del omega, si así era en una etapa de calor, no se imaginaba cómo sería embarazado cuando las hormonas estuviesen alborotadas. El pensamiento le provocó un sentimiento agridulce junto con un escalofrío, ninguno de los dos tenía una experiencia bonita con la gestación, no quería arriesgar a su precioso omega a pasar por algo que su cuerpo no resistía ¿Qué pasaría si...?, no, se negó a pensar en las posibilidades negativas, se rehusaba a perder a Taehyung.
— ¿Por qué estás tan estresado a esta hora? – la voz un tanto ronca del omega lo sobresaltó, aún tenía los ojos cerrados, pero parecía mucho más consciente de lo que su imagen daba a entender – hueles preocupado, ¿estás nervioso por esta noche?
— No amor, eso es solo trabajo – Jungkook no pudo evitar sonreír al escuchar la manera tan tierna en la que el omega se preocupaba por él.
— Entonces, por qué mi lobo me despertó preocupado por ti – el omega comenzó a abrir lentamente los ojos, acostumbrándose a la luz y sonriendo al tener a su alfa frente a él, mirándolo como si fuera el mayor de los tesoros, lo hacía sentir cohibido, preferiría estar abrazado a su cuerpo disfrutando de la protección que le brindaba, pero Jungkook tenía la mala costumbre de despertar temprano para hacer ejercicio para luego quedarse cuidando su sueño – ven conmigo, disfrutemos las últimas horas que tendremos nuestro nido.
Jungkook no necesito que se lo mencionara más de una vez, bastó con un simple gesto del omega haciendo un poco de espacio para que él se metiera bajo las sábanas para obtener un poco de calor. La habitación se sentía un tanto más fría de lo normal y eso le recordaba a la propia, por la única razón que ahora todo estaba vacío. Todo lo que había en la casa fue puesto en cajas y llevado a una bodega especial, a petición de Taehyung, pues no le agradó en lo más mínimo que aquella supuesta nieta de los Choi inspeccionara el lugar con su rostro lleno de asco.
Así que lo único que estaba aún, porque la mudanza del resto de cosas terminó demasiado tarde, era la cama del omega con su nido. Uno que fue construido con el fin de dar consuelo a Taehyung y terminó siendo su refugio favorito durante las horas que no estaba el alfa. Sobre todo, porque en ese mismo lugar se había entregado en cuerpo y alma en más de una vez, una segunda se volvió una cuarta hasta dejarlos realmente exhaustos, la sensación de nunca tener suficiente lo embriagaba y Jungkook se encargaba de cumplir cada uno de sus caprichos.
— ¿Cuánto tiempo tenemos? – murmuró en voz baja Jungkook, abrazando el cuerpo de Taehyung, quien gustoso buscó el espacio entre su cuello.
— Hobi hyung vendrá a las nueve para recoger las llaves y esperar a esa chica – mencionó con un deje de disgusto, Jungkook no podía evitar sonreír, no cuando su omega abultaba de esa forma los labios, se veía demasiado hermoso cuando quería demostrar su desagrado.
— Entonces tendremos que salir de aquí – murmuró mientras dejaba un beso en su frente – porque ya son las ocho y tenemos que estar... al menos vestidos – sonrió divertido al ver que Taehyung estaba solo en bóxer, como resultado que al pequeño omega le fascinó la idea de dormir abrazados sin ropa alguna, cosa que era muy conveniente para Jungkook.
— ¡Estuviste una hora viéndome dormir! – acusó separándose del cuerpo contrario, lo suficiente para observarlo con su ceño fruncido.
— No – trató de poner su mejor cara seria, pero la sonrisa en sus labios crecía hasta llegarle a los ojos – estuve amándote durante una hora – lo acercó más a su cuerpo, haciendo sonrojar a Taehyung – observándote, mimándote y besándote – dejó un beso en su frente.
— Hiciste todo eso mientras yo dormía – el alfa asintió sonriendo, un tanto divertido por ver la reacción de Taehyung – eres un egoísta Jungkookie, podías hacer eso y más si me hubiese despertado.
Una carcajada bastante sonora llenó el eco de la habitación, Jungkook no podía creer lo que estaba escuchando, ¿acaso era una insinuación a algo más?, su pequeño omega parecía adicto a su cuerpo, las marcas en su piel eran un claro ejemplo de ello. Vio divertido cómo Taehyung tomaba una de las sábanas que los cubrían del frío del exterior para cubrir su cuerpo y ponerse de pie saliendo de la cama, parecía que el fin del nido ya había sido cumplido porque ahora ya no se preocupaba si algo se caía o bien se movía de su sitio.
— ¿Me dejaras aquí solo? – cuestionó con un poco de burla al verlo dirigirse a la puerta de la habitación.
— Tomaré un baño, no creo poder hacerlo estando en la cama – se burló, mientras trataba de esconder una sonrisa traviesa – ya que alguien decidió dejarme dormir más tiempo, tendré que recordar cómo utilizar la esponja de baño.
— Voy contigo – dijo mientras daba un salto fuera de la cama con dirección a la puerta donde el omega trataba de reprimir una sonrisa.
Pudo leer sus intenciones antes que sucediera, pero tampoco logró evitar sonreír como tonto al verlo salir corriendo con dirección al baño, las risas llenaban el vació de las paredes, los pasos descalzos resonaban en el piso, el eco de todo aquello se unían a la armonía de la felicidad que creaban ambos. Jungkook llegó hasta el omega en unos cuantos pasos. La sábana que cubría el cuerpo de Taehyung comenzó a enredarse entre sus pasos y los reflejos rápidos del alfa fueron suficientes para evitar que cayera al suelo, tomándolo de la cintura, el omega se encogió entre los fuertes brazos de Jungkook sin parar de reír.
Una vez asegurado entre su agarre, lo cargó en brazos como si de un costal de papa se tratase, para Taehyung era obvio que su plan de evitar que el alfa lo acompañara a darse una ducha fue frustrado de manera exitosa.
— ¿Querías escapar de mí? – cuestionó de manera divertida Jungkook mientras entraban al cuarto de baño, lo sentó en la taza del inodoro, encarándolo para por fin ver sus mejillas sonrojadas al asentir, sin parar de reír – ¿Por qué no querías que te acompañara a darte una ducha mi sol?
— Siempre tardamos demasiado cuando lo hacemos – dijo en voz baja, cubriendo su rostro con la sábana que aún cubría su cuerpo – y siempre terminamos, haciendo... Bueno, terminamos en otra situación que no implica bañarnos. Además, Hobi hyung no tardará en aparecer.
— Me ofende que digas eso, ¿dirás que es mi culpa el retrasarnos? – mencionó llevando una mano a su pecho en muestra de una indignación falsa, la cual no duró, pues una sonrisa invadió su rostro al ver cómo asentía frenéticamente en respuesta –, está bien lo acepto, pero solo por esta vez te dejaré bañarte sin mí – el semblante del omega decayó un poco al escuchar esas palabras –, no hagas esas caras mi sol sabes que soy débil ante ti; haré el desayuno y luego te ayudaré a guardar las cosas del nido antes que Hoseok-ssi lo vea ¿te parece?
Taehyung no podía estar más de acuerdo con eso, él quería encargarse de deshacerlo junto a su alfa, quien sería el único que podría ayudarlo o verlo. Así que luego de responder de manera afirmativa, fue dejado a solas, en la privacidad del baño. Esperó algunos segundos hasta que escuchó el ruido proveniente de la planta baja para por fin ponerse de pie, se miró frente al espejo teniendo una imagen muy diferente a la de hace un mes.
Sus mejillas estaban mucho más rellenas, sus ojeras habían disminuido, ya no se sentía débil por la falta de alimento, incluso podría decir que se gustaba, le agradaba la vista de sí mismo. Jugueteó un poco con su cabello al notarlo más largo de lo que acostumbraba y sonrió con picardía al recordar lo que haría esa tarde. Jungkook debía estar antes en el lugar del evento para asegurarse que todo estuviese en orden, él llegaría después, así que tenía planificado algo muy especial para esa noche.
Su lobo se reflejó en sus ojos, era una clara advertencia ¿debía decirle a Jungkook?, el animal en su interior estuvo de acuerdo con decirle al alfa, pero logró detenerlo a tiempo, sería una sorpresa especial.
Mientras tanto, Jungkook se encargaba de llevar todo lo que tenía preparado a la habitación; ya no tenían muchas cosas en la casa por lo que sus opciones se quedaban limitadas cuando se trataba de pensar en hacer algo elaborado, en la cocina la comida escaseó debido a sus bocadillos nocturnos para reponer energías y él insistió en no comprar más, ya que la mudanza era inminente; por eso mismo agradecía que existieran lugares que preparaban desayunos especiales justo como el que tenía en sus manos. Pidió un pastel de crema con fresas, algunos arreglos de globos para adornar el espacio, junto con el detalle especial de un regalo.
Una vez se aseguró que todo estaba en su lugar, salió de la habitación a hurtadillas, no quería ser descubierto preparando la sorpresa de su lindo omega. Se arrepentía demasiado de no poder hacer algo más especial, pero tenían el tiempo contado, pues al llegar a su apartamento él debía irse. Tontas responsabilidades, aprovecharía cada minuto con su omega antes de separarse por algunas horas de él.
Jungkook escuchó el grifo de la ducha siendo cerrado, su plan era esconderse en la habitación de Eunyeong y luego sorprenderlo, pero el aroma intensificado de la esencia de Taehyung lo detuvo en el medio del pasillo, dejándolo extasiado, sintiendo su cuerpo un tanto débil y al mismo tiempo incómodo con la ropa ¿por qué estaba tan sensible?
— ¿Jungkook? – el eco de la voz del omega lo atrajo a la realidad, porque si hablábamos de su estabilidad estaba por los suelos en ese momento – pensé que estarías en la cocina.
Diosa, la imagen del omega con una bata de baño que apenas cubría sus torneadas piernas eran su mayor delirio, quería tomarlo en brazos, tumbarlo en la cama, besar cada centímetro de esa piel canela tan tersa y suave. Mordió su labio sin ser consciente de su propia actitud o de las reacciones que estaba teniendo su cuerpo, como el bulto que apretaba cada vez más su ropa interior por el despertar de su erección.
— ¿Pasa algo? – cuestionó al notar su silencio, sintiéndose un tanto nervioso al ver que el alfa tenía sus ojos puestos en su cuerpo. Jungkook se acercó con pasos elegantes hasta donde se encontraba y lo tomó posesivamente de la cintura, plantándole un beso demandante, casi robándole el aliento durante el tiempo que duró – ¿Jungkook?
— Pasa que mi hermoso omega me enloquece – murmuró mientras dirigía sus labios hacia la piel descubierta de su clavícula, dejando besos húmedos en la curvatura de su cuello – ¿por qué hueles tan bien?
— ¿A qué te refieres? – trató de no tartamudear, pero le era imposible, sus brazos rodearon el cuello de Jungkook, colocándose de puntas, exponiendo más de su piel, dándole espacio suficiente al alfa de pasearse con libertad. Sabía a lo que se refería, su lobo estaba tan impaciente que su aroma se intensificó con solo ver al alfa.
— Tu esencia huele más fuerte.
— Ah, es porque utilicé unas sales especiales que hacen... hacen que se intensifique mi aroma – dijo entrecortado debido al ataque en su cuello. Pronto una de sus inseguridades llegó a sabotear su mente, cuando el agarre en su cuerpo fue más demandante – ¿te molesta?
— Me encanta, por favor úsalas más seguido.
Como siempre, Jungkook botaba todas sus inseguridades, no solo con palabras, también con acciones. Los labios del alfa abandonaron la curvatura de su cuello hasta llegar a su barbilla y de ahí a sus belfos, gimiendo complacido, subiendo su temperatura, pero, así como la efervescencia iba creciendo, se detuvo al momento que Jungkook dejó de maltratar con mordidas sus labios.
— Tendré que contenerme por esta vez – Taehyung se quejó bajito, intentando ser besado de nuevo, obteniendo solo un beso esquimal, mientras que el alfa negaba lentamente – no dejaré que Hoseok-ssi nos interrumpa.
El rubor en las mejillas del omega se hizo ver con rapidez, sabía la connotación de esas palabras, él tampoco iba a estar satisfecho con el poco tiempo que contaban. Jungkook le regaló una sonrisa traviesa y lo tomó de las manos para así dejar besos en cada uno de sus nudillos. La hipnotizante mirada del alfa lo hizo seguirlo ciegamente hasta quedar frente a su habitación, lentamente el cuerpo de Jungkook lo abrazó por la espalda y antes que pudiese preguntar lo que sucedía se llevó una enorme sorpresa.
Lo primero que llamó su atención al ingresar fueron los dos arreglos de globos con detalles de celebración de cumpleaños, eso lo hizo recordar el día en el que se encontraba, era 30 de diciembre, su cumpleaños; un ramo de tulipanes rojos descansaba en el medio de su nido casi deshecho, se acercó lentamente hasta el pequeño detalle el cual tenía una nota escrita a mano.
"El rojo simboliza el amor y pasión para todos.
Pero el rubí solo te pertenece a ti"
J. JK.
El papel temblaba entre sus dedos, su vista casi se volvió borrosa debido a las lágrimas, pero se contuvo porque quería poder encarar a Jungkook sin que las enormes gotas saladas rodaran por sus mejillas. Hubiese resultado su plan de morder su labio para evitarlo si la imagen que tuvo frente a él se tratara de una diferente. El alfa sostenía un pastel de cumpleaños con una vela en forma de corazón junto a un signo de interrogación, avanzando lentamente hacia donde se encontraba.
— Nunca mencionaste cuántos años cumplías – dijo en voz baja el alfa, regalándole una enorme sonrisa – ¿tienes idea de lo difícil que fue encontrar algo que se adecuara?
La sonrisa del omega no tenía precio, porque para Jungkook con un simple gesto que provenía de él le era suficiente.
— Sé que durante mucho tiempo estuviste fuera y quizá no te educaron con toda la cultura, pero las costumbres de aquí son que, para tu cumpleaños de mayoría de edad, te dan flores, un pastel y un beso – el omega siguió mordiendo su labio de manera nerviosa ante lo mencionado –. Ahora, pide un deseo, mi sol.
Taehyung cerró los ojos, lamiendo sus labios por última vez antes de soplar la luz de las velas, sin pedir algo en específico, al contrario, prefirió agradecer por lo que la madre luna le estaba regalando. Antes de siquiera abrir los ojos, el calor de unos labios contra los propios lo sorprendieron.
— Feliz cumpleaños mi sol – susurró Jungkook sonriendo ampliamente al ver el desconcierto en el rostro contrario.
— Es el mejor de todos, aunque no han sido muchos.
— ¿Me dirás cuántos cumples?
— Lo haré, si tú también me dices – el alfa sonrió hasta que se le formaron esas pequeñas arrugas cerca de sus ojos, esas que el omega adoraba ver cada que lo hacía.
— Mi cumpleaños es el 1 de septiembre. Un tanto reciente la verdad, aún no me acostumbro a la idea de tener 26.
— Oh, hyung – dijo burlón, confundiendo a Jungkook al verlo hacer una reverencia – estoy cumpliendo 24.
Jungkook entrecerró sus ojos al ver que su omega se burlaba de él, mencionando que ahora debía tenerle más respeto, las risas de Taehyung aumentaron cuando fue perseguido por toda la casa, hasta ser atrapado en la cocina donde el alfa pudo librarse del pastel, tomándolo como si se tratase de un bulto de carga sobre su hombro, haciendo oídos sordos a sus quejas para ser bajado.
La emoción y lágrimas volvieron a Taehyung en el momento que abrió su regalo, encontrando una cámara nueva para su colección junto con varios lentes, los cuales sin duda utilizaría esa misma noche. Definitivamente, se trataba del inicio de sus mejores cumpleaños, no por todos los detalles, sino más bien por la persona con la que ahora los podría compartir.
El ambiente en la terraza donde se llevaría a cabo el baile era perfecto, todo cumplía con las expectativas del alfa y las sugerencias decorativas de Seokjin, el hotel Flor de Loto había sido el seleccionado para tan importante evento gracias a que tenía un espacio al aire libre en el último piso, poseía una vista hermosa del resto de la ciudad creando la perfecta atmósfera de exclusividad.
La idea principal era recrear a mayor escala el set de fotografía de Taehyung, el cual obviamente fue propuesto por Jungkook, encargándose que llevaran a una visión más amplia las decoraciones. Por supuesto que la entrada al salir del elevador tendría el arco con follaje artificial y luces, creando un camino hasta llegar donde se encontraba el evento principal. Todas las mesas tenían un centro de mesa con una cascada de luces, y claro no podían faltar las flores, causando un ambiente mucho más orgánico.
A la vista de los organizadores todo se veía hermoso, incluso Seokjin estaba feliz, se le notaba de un buen humor, cosa que Namjoon agradecía, quien aún no se acostumbraba a la idea que tendrían un cachorro. Su omega tenía casi diez semanas de gestación y sus cambios eran imperceptibles, al menos los físicos. Era muy conveniente que así fuera, pues el omega no quería dejar de trabajar todo lo que le fuera posible, incluso el médico había estado de acuerdo que sus jornadas laborales siguieran con normalidad, todo con medida, el problema era que ese hombre no conocía el significado de "horarios controlados" y mucho menos "límites".
— Se ve hermoso – dijo emocionado Seokjin, maravillado con la visión de todo. Regresó la vista hacia su alfa, quien sonreía satisfecho de verle tan feliz – te dije que sería una buena idea que nos quedáramos en una de las habitaciones desde una noche antes para supervisar todo.
— Lo sé cariño, tú siempre tienes razón.
Y aunque no la tuviese, era mejor encontrarles un lado positivo a sus decisiones, pues en el momento que el omega quisquilloso decidió pasar la noche en el hotel Namjoon sabía que nada lo haría cambiar de opinión. No podía negarse a él, mucho menos ahora que estaba en cinta, existía una conexión entre ambos y el cachorro que ahora lo hacía entender mejor a Jungkook cuando mencionó que tener un pequeño ser en el medio de ambos descontrolaría muchas cosas.
El menor se había encargado de todo durante la última semana con tal que Seokjin no hiciera muchos esfuerzos. Sin embargo, el omega siempre terminaría involucrado de una u otra manera. Fueron muchas las ocasiones donde Jungkook ingresaba a su oficina con alguna problemática falsa junto a Seokjin para así intentar despistarlo del trabajo.
"Encárgate de Seokjin hyung, yo haré el trabajo"
Ese niño parecía mucho más maduro cuando se trataba de temas específicos, sobre todo cuando se trataba de algo que le recordaba una experiencia dolorosa. Aunque debía admitir que ahora que tenía un omega del cual preocuparse, parecía mucho más animado, siempre huía de cualquier contacto con los empleados omegas y los últimos dos días lo habían encontrado durmiendo en su escritorio. La razón: "noches muy agitadas".
— ¿Ese no es Jungkook? – cuestionó Seokjin con su ceño fruncido, el alfa suspiró maldiciendo que el buen humor de su omega se viera interrumpido.
Namjoon dirigió su mirada hacia el lugar que estaba indicando Seokjin encontrando al menor con un semblante un tanto ¿molesto?, normalmente se le veía de un humor bastante animado, pero el semblante actual haría temblar a cualquiera, lo hacía de hecho, pues algunos de los empleados del hotel salían huyendo quitándose de su camino ¿Quién eres ese y qué había hecho con Jeon Jungkook?
En unos cuantos pasos llegó hasta ellos, saludó de manera rápida a ambos y luego se distrajo mirando su teléfono, con su ceño fruncido, empujando su mejilla interna una y otra vez.
— Jeon, parece que te encontraste con tu peor enemigo, ¿todo bien? – Namjoon podía notar su poco control en cuanto a sus feromonas, sin embargo, el menor estaba haciendo un esfuerzo mayor por mantenerse lo más tranquilo que le era posible; era claro y se sabía que lo hacía por Seokjin.
— Lo siento Namjoon, es una situación... personal.
— Okay, sabes que puedes contar con nosotros si tienes un problema – ambos alfas se vieron por algunos segundos intercambiando leves asentimientos, Jungkook se sentía tonto por ser tan obvio con su sentir, pero no lo podía controlar. Sin embargo, Namjoon no quería presionarlo.
Todo habría quedado en un silencio incómodo donde el menor se hubiese enfrascado en su problemática, pero eso no lo soportaría Seokjin. No cuando era obvio que algo ocurría con el menor, quien durante semanas irradiaba felicidad y ahora parecía que le daría un golpe a cualquiera que le colmara un poco la paciencia.
— Alfas – murmuró cansado, viendo con severidad a ambos, llamando su atención – Jungkook habla, ¿Qué es lo que te tiene así?, soy tu hyung en estos momentos no tu jefe.
El menor tenía dos opciones resignarse a decir lo que sucedía por las buenas o enfrentarse a un llamado de atención por parte de su hyung hasta que dijera todo lo que le estaba molestando. Sí, ninguna de las opciones le daba una oportunidad para escapar de eso. Seokjin lo conocía muy bien, pues tenían conociéndose desde muchos años atrás, quizá su primer encuentro se remontaba una temporada después de haberse presentado como un alfa maduro. Era el único omega al cual aceptaba su abuelo para que se relacionara.
En algún punto tanto el padre de Seokjin como el abuelo de Jungkook pensaron en unirlos, sin importar la diferencias de edades, pero como era de esperarse, el omega se rehusó a una situación así, casándose con el alfa que se ganó su corazón. Además, Jungkook era más como un hermano pequeño, uno que parecía siempre estar metido en problemas, ¿su estado se debía a algún disgusto con su omega?, esperó pacientemente viendo cómo el menor tenía un conflicto interno, suspirando, cansado de no escuchar una respuesta. El omega no tenía la misma paciencia que su esposo.
— Jeon, no te guardes lo que sientes ¿Qué sucedió?
— Es algo estúpido para contar, no tiene importancia – dijo Jungkook, tratando de invalidar sus propios sentimientos, intentó enfocarse en algún otro tema, pero el semblante serio de Seokjin lo estremeció y el hecho que Namjoon le diera espacio para que la distancia entre el omega y él fuera menos, no era la mejor de las situaciones.
— Habla.
— ¿Cómo se llama el sentimiento que sientes cuando ves que la persona que quieres se va con otra persona? – soltó Jungkook desviando la mirada hacia otra parte. Sus palabras habían salido atropelladas al punto de hacer que los mayores les tomará un poco más de tiempo procesar la información.
— ¿Traición? – cuestionó Namjoon escuchando un bufido por parte del menor.
— ¿Celos? – mencionó Seokjin logrando tener la atención de Jungkook – ¿de quién estás celoso?
Para el alfa era demasiado vergonzoso admitir aquello, pero sí, el sentimiento era más que real, se sentía muerto de celos. Si Taehyung se enteraba de esa situación lo vería mal y ese era su peor miedo en estos momentos. Seokjin alzó una ceja esperando su respuesta, dejándolo sin más opción que admitir la realidad, asintiendo, aceptando la vergonzosa verdad.
— Estoy celoso de Bogum-ssi – soltó sin más, dejando confundida a la pareja que se dieron miradas cómplices un tanto por la sorpresa y otro porque querían saber la razón de eso.
— ¿El nuevo fotógrafo? – interrogó Namjoon de manera burlona, tratando de ocultar su sonrisa.
— Sí.
— El alfa por el que encontraste a Vante-ssi es decir, a Kim Taehyung – mencionó Seokjin divertido por la situación.
— No olvides el detalle que gracias a eso ahora es Su Omega – agregó Namjoon para ser la gota final que colmara la paciencia de Jungkook.
— ¡Sí!, de ese mismo estoy hablando – Jungkook se alteró por estar admitiendo algo como eso.
La razón de sus celos era que, por la tarde, luego de llegar a su apartamento, él debía tomar una ducha rápida para vestirse y estar listo para antes del evento de invierno, cuando entró a su habitación con el fin de cambiarse, encontró a Taehyung con una sonrisa un tanto sospechosa, sus ojos brillaban diferente y pudo olfatear que estaba emocionado. Cuando preguntó la razón, el omega le dio un beso antes de mencionar que tendría una sorpresa para esa noche.
Por supuesto que la mente de Jungkook imaginó todos los escenarios posibles, trató de convencerlo para que le diera una mínima pista, pero no obtuvo ni una sola palabra. Terminó rindiéndose solo por el hecho que se le haría tarde, jamás imaginó que su lindo omega le diría que no llegaría a la hora acordada con él, sino que tardaría más, retrasándose un poco, y el encargado de pasar el resto de la tarde hasta que empezara el evento sería Park Bogum, el alfa con el que cada vez que se encontraban se daban sonrisas falsas de cortesías, el supuesto amigo que no buscaba nada con el omega, dicho en las propias palabras de Park, cuando Jungkook sabía que era todo lo contrario o al menos eso pensaba.
Taehyung lo convenció de que todo estaría bien porque él tenía un plan para no retrasarlo y así Jungkook podría salir justo a tiempo para cumplir con su papel como jefe, incluso le dijo que debía concentrarse, aunque él estuviera en el mismo lugar porque no se vería bien que estuviera con un empleado ¡¿Por qué tenía que tener la razón?! Además de mencionar que él trataría de no resaltar mucho para no tener miradas fisgonas, a todo esto ¿Cómo era que Taehyung sabía algo como eso?, pero sobre todo ¡¿Por qué le pidió que saliera antes?! Cuando él insistió en quedarse más tiempo a su lado.
Se sentía celoso porque Park Bogum sería el privilegiado de pasar por él, ¿no era suficiente con trabajar juntos toda la noche?, ahora también lo tendría antes del evento. Su lobo no paraba de insistir en llamarlo, estaba más posesivo que de costumbre, pero todo lo atribuía a la situación.
— A ver si entiendo – interrumpió Seokjin el relato del menor – estás celoso de Park Bogum porque tu omega te dijo que se iría con él y no contigo ¿es eso?
— No olvides la parte donde el chico Park pasaría por Vante-ssi mucho antes del evento porque tenía planes para la tarde – intervino Namjoon tratando de disimular su diversión al ver a Jungkook actuando como un adolescente, pero debía admitir que se veía reflejado en él porque si los roles se invirtieran también estaría envuelto en una nebulosa de celos.
— Sí, esa es la razón.
Seokjin frotó sus sienes tratando de relajarse por su propia cuenta, pero agradeció que su esposo le tranquilizara a través del lazo que compartían junto con la agradable esencia que lo rodeó. Toda esa situación le parecía ridícula.
— Jeon, lo diré solo una vez y espero que esa cabeza tuya comprenda, porque no soy tan paciente como Yoongi – advirtió el omega, Jungkook casi pudo ver cómo saltaba una vena de su frente, lo cual indicaba que estaba controlándose, el menor no movió ni un solo músculo dando toda su atención a lo que diría su hyung – dime, ¿Dónde irá Park Bogum a recoger a Vante-ssi?
— A mi apartamento... Oh – dijo sin más, cayendo en cuenta lo que mencionaba Seokjin, su lobo parecía haberse dado a la fuga en esa situación tan vergonzosa, cuando él mismo fue quien lo motivó a tener esas emociones.
— Así es, oh – mencionó con obviedad –, con eso es suficiente para hacerle comprender a Park que Taehyung es tu omega. Además, estoy seguro de que su principal tema de conversación será su reciente mudanza a tu apartamento, es decir, tu territorio, alfa gruñón.
Si antes se sentía avergonzado ahora no había una palabra exacta con la cual calificarse, tonto le quedaba corto. Se disculpó con la pareja antes de alejarse del lugar y tomar un poco de distancia, necesitaba asimilar su comportamiento porque no quería que Taehyung lo viera mal, como un alfa posesivo, un celoso sin control.
Observó su teléfono por última vez teniendo a la vista aquella imagen de su omega en la pantalla de bloqueo, deslizó su dedo sobre el vidrió encontrando de nuevo la misma aplicación abierta; había estado entrando y saliendo del chat de Taehyung porque quería saber de él, pero cada que escribía algo se arrepentía en el último segundo borrando todo para terminar bloqueando el aparato.
Quería hablar con él, pero ¿Qué le diría ahora?, una disculpa no tenía cabida, el omega no entendería sus palabras, Jungkook agradecía de verdad no poseer un lazo con Taehyung para no transmitirle todos esos malos sentimientos, su omega no lo merecía.
Una lástima que su lobo no estuviera de acuerdo con su humano. El que existiera una conexión mayor de la cual era consciente, pero que aún no comprendía hacía que ambas partes racionales ignoraran lo que sus lobos ya sabían, ambos animales se les facilitaba pedir la atención del otro con rapidez, dejando desconcertado a Jungkook porque más pronto que tarde su pantalla se iluminó revelando el nombre de Taehyung, su mente no procesó el momento en el que sus dedos se deslizaron a través de la pantalla o cuando su mano llevó el aparato hasta su oído, para por último sentir cómo la mejor melodía debilitaba cada uno de sus sentidos.
— Jungkook – se escuchaba preocupado, eso alertó al alfa saliendo de su ensoñación – ¿estás bien?, mi lobo está un poco inquieto desde hace un rato y no pude evitar llamar.
El alfa sabía que el culpable de aquello era su lobo, quien en vez de ocultarse como unos minutos atrás salió pidiendo por atención del omega, el animal se encontraba más que orgulloso de haber sido escuchado en su llamado, tal parecía que su escape fue para que no se diera cuenta de sus verdaderas intenciones.
— Estoy bien, bonito – suspiró un tanto avergonzado –, solo estaba preocupado por ti, ¿tardarás mucho para estar aquí? – pudo escuchar una risa divertida proveniente del omega, cosa que le derritió el corazón, solo quería estar a su lado, pero eso no se iba a poder en toda la noche y ni siquiera había comenzado el evento.
— Jungkook, dime la verdad ¿Qué sucede? – cómo podía no responder cuando utilizaba ese tono de voz tan firme, incluso sintió que se le erizaron todos los vellos del cuello –. Eres muy malo mintiendo, no lo hagas por favor.
— Te extraño, me habría gustado que vinieras conmigo y no...
— Alfa – cómo era posible que lo hiciera estremecer estando a tanta distancia, Jungkook amaba que con el paso de los días su voz era más fuerte, menos temerosa –. Ya lo hablamos, quería hacer algo con lo cual sorprenderte. Pronto estaré en el lugar – esa simple mención lo hizo emocionarse, cuál sería esa famosa sorpresa que tenía tan misterioso a su omega –, solo promete que no te molestaras.
— ¿Por qué me enojaría contigo mi luna?, sabes que no importa lo que hagas, aceptaré tus razones.
— Ese es el alfa que conozco, mi alfa – el alfa debía admitir que era una bonita forma de recordarle quién era –. Te quiero Jungkookie.
El alfa no podía evitar derretirse ante la manera de tranquilizarlo, una simple frase eliminó todo su malestar, esa simple llamada representaba algo. Confianza. Taehyung quería darle una sorpresa para esa noche, razón por la que necesitaba que no estuvieran juntos. También tenía que aceptar que cada uno debía tener su propio espacio, así como el omega aceptaba verlo irse cada mañana a trabajar, él tenía que hacer lo mismo.
Normalmente, para esas fechas estaría disfrutando de una buena taza de chocolate, acurrucado en el sofá de su apartamento, pero por esta vez, se encontraba trabajando en uno de los eventos de la compañía de la cual era la imagen principal. Jimin estaba demasiado cansado de sonreír, hablar con los socios y también tener personas alrededor halagando su apariencia, algunos ofreciendo trabajar en nuevas campañas comerciales y otros para buscar entablar una relación con él buscando otra clase de beneficios.
Había logrado escapar por algunos minutos de los interrogatorios constantes luego de mencionar que debía retocar su maquillaje, excusa suficiente para que le dieran un espacio para estar a solas en la barra de tragos; entre sus dedos sostenía una copa de champaña, era la décima que bebía en la noche, comenzaba a sentirse mareado y esa era su advertencia para mantener su distancia del resto de personas al menos de los socios que se enfrascaban en incomodarlo.
— Es muy agradable tener al modelo principal en un evento – la voz de la persona que estaba detrás de él lo hizo estremecer por algunos segundos, se giró lentamente para por fin encontrarse con la mirada de uno de los socios, el señor Han, uno de los ejecutivos de los resorts –, en otras ocasiones no había sucedido, es halagador tener una cara bonita representando a la compañía.
Jimin estuvo a punto de contestar aquel mal comentario, sintiéndose indeciso dónde encajar primero su puño si en la cara o bien provocarle dolor en otras zonas. Aún estaba tomando aquella difícil decisión, viéndose acorralado entre la cercanía poco agradable, invadiéndose de ira, hasta que pudo percibir un olor a menta, tan conocido por el omega, que casi se estremeció al sentir su presencia a su lado. La electricidad en su cuerpo lo invadió cuando sintió un toque leve en su brazo, atrayéndolo más cerca del cuerpo contrario.
— También es un gusto tener a todos nuestros socios en este evento, señor Han – la voz de Yoongi invadió el espacio, la mueca que tenía por sonrisa el contrario era un claro ejemplo del disgusto que tenía al ser interrumpido.
— No sabía que usted también estaría aquí Yoongi-ssi.
— Mi presencia aquí también era necesaria, como bien dijo tenemos aquí a la cara principal de todas las campañas publicitarias, si surge algún nuevo proyecto que quiera discutir con gusto estoy para conversar.
Ambos alfas se observaban en un duelo de miradas, Yoongi no iba a dejar que aquel alfa se sobrepasara con Jimin, sobre todo porque lo había visto apartarse unos minutos atrás para estar tranquilo, él tuvo que abstenerse de ir hasta donde se hallaba con tal de darle su espacio personal, pero cuando notó que el señor Han lo tenía como presa de la noche su lobo lo hizo levantarse de la silla en la que se encontraba para impedir cualquier situación incómoda, definitivamente con aquel hombre no tendría un momento de paz.
— También si desean que me retire, lo puedo hacer, ya que veo que mi presencia está de más en esta conversación – intervino Jimin, mientras terminaba de empinarse lo último que quedaba en la copa, Yoongi sabía que esa manera de hablar solo se debía a la cantidad de alcohol en su sistema.
— Déjeme decirle joven Park que jamás será indispensable, además es por eso que está aquí, para solamente ser una cara bonita digna de admirar, la cual venderá cualquier cosa que utilice. Bueno, aunque lo único especial de su caso es que trabaja para nosotros si no solamente sería como cualquier bonito omega.
El omega sintió la sangre hirviendo en su cuerpo, estaba cansado de los mismos comentarios, viniendo de otro alfa más que se creía superior a él, solo por ser un modelo, haciendo de menos su trabajo por el simple hecho de ser omega. Yoongi intentó intervenir antes de que fuera muy tarde, pero el rubio fue mucho más rápido que él.
— ¿Solo una cara bonita? – cuestionó Jimin demasiado indignado, dando un paso al frente, rompiendo la distancia entre el alfa y él –. Escuche bien señor Han, yo no soy solo una cara bonita que está aquí para soportar comentarios estúpidos de alfas como usted.
— Disculpe joven Park no se ofenda por mencionar la verdad, incluso su manera de vestir grita que está a la venta.
Jimin estaba vestido totalmente de negro, tenía puesto unos pantalones de falso cuero que le tallaban de manera provocativa, sus muslos y trasero resaltaban con el brillo de la tela, pero eso no era todo, tenía puesto un crop top el cual mostraba algo de piel, solo lo suficiente para ser sugerente, pues el resto quedaba un poco oculto a la vista por el saco que cargaba puesto, sus botas eran de tacón y la verdad estaba muy convencido que podría utilizarlo como arma para causar mucho dolor.
Se aproximó hacia el señor Han con claras intenciones de golpearlo en la cara, pero fue sostenido de la cintura por unos brazos fuertes, mientras el olor a menta lo envolvía para tratar de tranquilizarlo, logrando el efecto contrario, tenía demasiado alcohol en su sistema como para concentrarse en las feromonas con las que estaba siendo rodeado. Sus pies fueron levantados del suelo, eso solo lo hizo removerse con brusquedad para ser bajado y así lograr por fin que su puño encajara en la cara contraria.
— Escúcheme bien, señor Han, no me vestí de esta manera para ser llamado cualquiera. Estoy vendiendo una imagen con la ropa para la próxima temporada y ningún estúpido socio me dirá que por esa razón solo soy una cara bonita en venta – con sus brazos estirados, intentaba alcanzar a la persona frente a él, quien veía de manera perturbada la situación, el alfa poco a poco se fue alejando del lugar, mientras veía que Min Yoongi se llevaba en brazos a la fiera enardecida –. Bájame Yoongi hyung, le enseñaré a ese viejo alfa lo que realmente puede hacer esta cara bonita.
— Ya basta Jimin. Necesitas relajarte – alzó la voz el alfa mientras era observado por algunos de los invitados. Debía alejarlo del lugar lo antes posible para evitar más escándalo – sé que es un idiota con traje, pero son los idiotas con traje que necesitamos mantener felices
— Te digo que me bajes hyung, aún no he terminado con él.
Yoongi intentó llevarse al omega para evitar hacer un alboroto entre los invitados, sin embargo, sus gritos y rabietas no daban fin, entre más lo sostenía Jimin más se removía entre sus brazos, sin ver otra opción lo tomó como si fuera un bulto de carga. Jimin de un momento al otro solo podía observar el suelo, la espalda del alfa y algo más que llamó su atención, ¿desde cuándo Yoongi tenía un trasero como ese?, sus labios fueron lamidos de manera inconsciente. El alcohol hacía estragos con su sentido común, pero en esos momentos no importaba, tanto así que dejó de hacer su rabieta para que lo bajara.
El alfa no perdió tiempo en preguntar lo que sucedía, le pareció extraño su mutismo, pero era muy oportuno para salir del lugar sin ser tomados en cuenta. Afortunadamente, la fiesta estaba en las últimas etapas, todos estaban más interesados por tomar sus premios o sus nuevas membresías, así que no notarían a la imagen principal de la compañía ser llevado como bulto de carga.
Las únicas personas que notaron aquello eran Seokjin, Namjoon y Jungkook, quienes lo miraron entre confundidos y divertidos. Sin muchos ánimos se acercó hasta llegar a la mesa donde se encontraban conversando, el omega en su hombro comenzaba a pesar más de lo que esperaba, así que ni bien tuvo a la vista una silla con un movimiento ágil, dejó sentado al omega, estaba con el rostro totalmente rojo por efecto del alcohol y la sangre que había subido a su cabeza durante todo el trayecto.
Yoongi suspiró cansado, dejándose caer en otra silla, quitando algunos mechones de cabello que estaban pegados a su frente, el esfuerzo lo hizo sudar ¿Cómo era posible que ese pequeño omega pesara así? ¿Tendría algo que ver con ese espectacular trasero?, el alfa se regañó por tercera vez, pues tener expuesto y a su disposición tan magníficos atributos lo estaban haciendo no pensar con la cabeza correcta.
— ¿Jimin estás bien? – cuestionó Seokjin al notarlo un tanto mareado, lo vio asentir un par de veces, pero era claro que no estaba del todo bien.
— ¿Qué sucedió? – ahora Namjoon se unía al interrogatorio, Yoongi solo quería pensar en otra cosa que no fuera el omega, ¿por qué de pronto su lobo volvía a impacientarse al tener tanta cercanía con el omega?
— Bebió de más y casi tiene una pelea con uno de los asociados – se limitó a comentar el alfa, mientras daba miradas furtivas hacia el omega que ahora estaba de brazos cruzados, abultando más los labios ¿Por qué se veía tan sexi haciendo eso?, estaba haciendo una rabieta y él lo veía tan jodidamente caliente.
— Bueno, supongo que te unirás a la fiesta de niñeros – murmuró divertido Namjoon, quien se quejó por el golpe en el brazo que recibió, cortesía de su esposo. Yoongi por fin se hizo consciente del semblante de Jungkook, su ceño fruncido fue suficiente para que Namjoon comprendiera su pregunta silenciosa –, en serio no quieres saber. Es mejor así a menos que quieras tener una migraña.
Jungkook estaba con un vaso de whisky en las rocas frente a él, totalmente intacto. No era normal que el menor tomara ese tipo de bebida y parecía que no empezaría esa noche, eso simplemente había sido un intento fallido de Namjoon para que distrajera su mente, mala idea no funcionó en lo absoluto.
El alfa apretaba la mandíbula y seguido empujaba su mejilla interna con la lengua, tenía su mirada fija en un punto a lo lejos y Yoongi podía apostar saber la razón de ello, bastó con buscar en la dirección en la que Jungkook lanzaba dagas venenosas con sus ojos para encontrar a la pobre víctima. Park Bogum, realmente el chico no estaba haciendo nada malo, al menos a la vista de cualquier persona.
— Parece que lo quieres asesinar desde aquí – murmuró divertido Yoongi llamando la atención del menor, una que solo duró segundos, pues de inmediato regresó la vista a su objetivo de la noche – ¿Por qué estás así?, yo lo veo haciendo su trabajo.
— Yoongi no... – Namjoon trató de interrumpir, pero fue muy tarde.
— Ha estado toda la noche rodeando a Taehyung, no lo deja solo. Se supone que deben estar tomando fotografías de los stands de las marcas, y filmando el evento – Yoongi sintió un estremecimiento al percibir ciertas feromonas de enojo –, pero está muy ocupado tocándolo cada cinco minutos y hace eso – señaló con su mano hacia el lugar donde se encontraban ambos fotógrafos, la mirada curiosa de todo se posó en lo que parecía una escena muy normal.
El alfa estaba dándole lo que parecía ser un pañuelo, el cual el omega se negaba a tomar constantemente por el simple hecho que tenía el aroma impregnado de Park.
— Si tanto quieres al omega, porque no vas por él, el evento ya está terminando.
— Yoongi-ah no le des ideas – se quejó Seokjin, para luego bufar estresado al ver como el menor de una forma muy obediente se levantaba de la mesa con dirección hacia Taehyung – perfecto, ahora tendrás que ir por él.
— ¡Ahora qué hice!, solo fue una sugerencia.
Un suspiro fue el inicio para que la pareja comentara la historia detrás de toda aquella situación. Resultaba que cuando inició la fiesta todo iba muy bien, Jungkook estaba bajo control porque debía cumplir con su papel de anfitrión junto a ellos, pero una vez bajó del podio rompiendo la fachada del alfa ejecutivo, comenzó a buscar a Taehyung, encontrándose con la imagen más angelical que hayan visto sus ojos, en palabras del propio alfa, pues la sorpresa de su omega resultó ser un cambio en su cabello obteniendo un color rubio platinado junto a unos rizos que lo hacían ver más adorable.
Ni bien lo tuvo en la mira, intentó ir hacia él, sus movimientos lo guiaron como imán hasta donde se hallaba, comenzando una especie de juego entre huir y esconderse, pues Taehyung intentó evitarlo en más de una ocasión. Eso solo tuvo el efecto de tener a Jungkook persiguiéndolo por todo el lugar, cuál adolescente en celo, liberando su esencia, gruñendo cada vez que veía a alguien demasiado cerca.
Casi logra convencerlo para llevárselo a casa, pero le fue imposible al tener a Seokjin respirándole en la nuca para evitar que arruinara el trabajo de semanas y luego estaba Namjoon para distraerlo llevándolo con los socios, todo a petición de su esposo. El plan de distracción iba bien hasta que Jungkook juró haber olfateado la esencia de Taehyung intensificándose, para luego de eso ver cómo Bogum se acercaba demasiado a él susurrándole al oído, mientras el omega le sonreía haciendo ademanes para alejarlo, robándole así la poca estabilidad a Jungkook.
Namjoon terminó casi, obligándolo a permanecer al margen de la situación hasta que la fiesta terminara, esa había sido la condición. Razón por la cual lo tenían sentado en esa mesa porque era la que le permitía tener una vista de todo el lugar, sobre todo, era como un placebo para su instinto posesivo y protector.
"Te quedarás aquí hasta que el evento termine o esté por terminar"
Esto dejaba mucho más clara la situación para Yoongi quien formó una mueca en su rostro, comprendiendo que liberó aquella bestia salvaje de su prisión al decir que el evento estaba por terminar.
— Ahora tendrás que hacerte cargo de él Yoongi-ah – alegó Seokjin poniéndose de pie, llamando la atención de su alfa – estoy muy cansado para seguir aquí.
Yoongi se quería quejar, pero no tuvo necesidad de inventar una excusa, ya que Jimin fue muy oportuno al intentar levantarse de la silla, para terminar cayendo al suelo. El alfa se levantó con agilidad de su lugar para auxiliar al pobre omega y así poner en marcha su excusa y vía de escape.
— Me encantaría hacerlo hyung, pero verás, debo hacerme cargo de Jimin – Yoongi se puso de pie y percibió una mezcla extraña de olores en aquel pequeño rubio que se rehusaba a tomar su mano – vamos Jimin-ah, no tengo paciencia para ti y menos si sueltas tus molestas feromonas dulces.
— ¿Mis molestas feromonas dulces? ¡Mis molestas feromonas dulces!
La pareja de esposos hizo silencio ante lo que estaban presenciando, Namjoon estuvo tentado a mencionar algo al respecto, pero fue frenado por la mano de su esposo, quien lo regresó a su silla, negando con la cabeza. Ambos conocían el pequeño secreto del omega, gracias a un error que tuvo Jimin en el pasado, ahora no tendría escapatoria para enfrentar la verdad, antes se hubiesen metido, pero ya era tiempo para que esos dos arreglaran su situación.
— Va a empezar un escándalo – susurró Namjoon acomodándose de nuevo en su lugar – lo tendremos que soportar quejándose por la vergüenza de ser el centro de atención de una manera que no le agrada.
— Está demasiado pasado de copas como para notarlo en este momento – volvió a murmurar Seokjin con una sonrisa divertida –. Deja que Yoongi se encargue por esta vez.
Jimin con movimientos torpes se puso de pie evitando cualquier contacto con Yoongi; el alfa al notar que se tambaleaba tratando de buscar su propio equilibrio se acercó a ayudarle, pero lo único que recibió fue un manotazo y el pequeño dedo índice del omega picando en su pecho.
— Escúchame bien Yoongi hyung – el omega se balanceaba con cada palabra picando una y otra vez el fornido pecho del alfa, sintiendo los pectorales ajenos ¿Por qué debía ser ese alfa?, su lobo estaba tan encaprichado con Yoongi que eso lo ponía de mal humor –. Sabes qué, estoy harto de que todos los alfas me vean y lo primero que piensen es que soy un bonito juguete con un delicioso olor. Todos a excepción de ti – lo empujó un poco más, Yoongi simplemente estaba perdido en aquel argumento –, pues te diré una cosa. Esta noche no me puse esta ropa carísima para ser llamado fácil o cualquiera, por el resto de socios, tampoco me puse ese espantoso olor para que tú – otro empujón – alfa de cuarta, digas que mi olor es dulce, empalagoso, que te da náusea y otros insultos más. Lo hice porque es necesario ¿comprendes?
— Jimin...
— Haz silencio, aún no he terminado – el alfa hizo lo pedido como una orden directa y la pareja de esposos no fueron capaces de evitar soltar su risa silenciosa ganándose una mala mirada por parte del alfa – siempre llevo puesto inhibidores y me baño con ese asqueroso jabón porque nunca paras de quejarte sobre lo molesto que soy.
— Jimin basta de hablar tonterías. No estoy entendiendo nada de lo que estás diciendo. Necesitas descansar – el alfa intentó volver a tomar su mano recibiendo más manotazos – bien si así lo quieres. No me dejas otra opción.
— Suéltame hyung, estoy bien. Puedo irme solo – se quejó el rubio tratando de hacer otra rabieta, una que fue interrumpida de nuevo al volver a tener su vista en el suelo junto con la espectacular silueta del alfa – no de nuevo – murmuró, sintiéndose mareado.
— Vamos revoltoso, te llevaré a tu habitación.
La pareja de esposos observaron divertidos la escena, esos dos tenían una química explosiva, en ocasiones se amaban y no podían estar separados, y en otras parecían los peores enemigos. Sin embargo, su diversión duró muy poco al recordar que Jungkook se dirigía hacia cierto omega, apartando a toda la multitud de su camino de una forma elegante, ignorando a cualquier omega o beta que intentara seducirlo ya fuera con un coqueteo o esparciendo su esencia.
Namjoon prácticamente salió corriendo detrás del menor al notar la silueta de una persona muy conocida, de muy poco agrado para Jungkook llegando al lugar. Esperaban no tener el placer de tenerlo en la fiesta, pero una vez se dio cuenta de que su suegro no llegaría, era de esperar que su mejor amigo y colega asistiera en vez de él. Alguien que traía muchos malos recuerdos para el menor.
— Jungkook – esa voz alertó en demasía al menor, atrayendo totalmente tu atención hacia la persona que lo había llamado – justo, la persona que estaba buscando.
El menor sintió su cuerpo tensándose ante aquella mueca que fingía ser una sonrisa. Frente a él estaba un hombre mayor, siempre pensó que era una persona intimidante por su postura erguida y una mirada desdeñosa con todo el mundo, al menos así era con aquellos que no eran de su misma jerarquía o posición económica. Tenía casi tres años sin verlo, la última vez que compartieron un mismo espacio se mostró muy satisfecho con su decisión al estar casado con Chayeon, dándole el mejor consejo para su nueva etapa, tuvo el descaro de conversar con él sobre los bienes independientes para evitar que la fortuna que le sería heredada pasara a manos de una oportunista.
Jeon Seung era el nombre de su abuelo y era justo la persona que se acercaba a él; su mirada se dirigió hacia Taehyung, quien no se había percatado de su cercanía al estar concentrado haciendo unas tomas de algunos invitados, por primera vez en toda la noche agradeció que fuera así.
— Abuelo – murmuró el menor tensando su mandíbula, no se sentía bien al estar cerca de la persona que se encargó de criarlo luego de la muerte de sus padres. El anciano se encargó de darle una educación alfista durante muchos años, dejándole en claro los estándares que debía cumplir de acuerdo a su jerarquía –, me sorprende verlo aquí.
El alfa mayor sonrió, mostrando las prominentes arrugas en su rostro. No podía odiarlo, pero tampoco quería llevar una relación cercana con él; mucho menos luego de recibir varios castigos viniendo de su parte, el primero lo recibió cuando tenía seis años por defender a un niño de menor posición, esas habían sido las palabras del anciano ante su comportamiento. Jungkook solo recordaba estar en una discusión acalorada defendiendo al chico y luego todo se volvía borroso hasta despertar en su habitación con una herida en su rostro.
La cicatriz en su mejilla siempre hacía sonreír al anciano, jamás le dijo la razón exacta, solo sabía que esa misma fue la que detonó todo.
— Es agradable verte luego de tanto tiempo – habló el anciano, detallándolo completamente, Jungkook podía sentir cómo lo escaneaba con la mirada –, has cambiado desde que pasó, lo de la chica que era tu esposa – un gruñido salió de su pecho, su lobo no amaba a Chayeon, pero mostraba respeto hacia quien una vez cargó durante algunos meses su cachorro – ¿Así le respondes a tu abuelo?, esa no es la educación que, con tanto esmero te di durante años.
— ¿A qué ha venido?
— El padre de Seokjin pensó que sería buena idea supervisar el evento. Ya sabes con eso que es un omega embarazado, suelen ser un tanto ineficientes porque siempre se preocupan por el asunto de los cachorros.
— ¿Qué le hace creer que Seokjin hyung es débil solo por estar gestando?
— Su propia naturaleza Jungkook, los omegas son un tanto especiales y temperamentales en ese estado.
Jungkook encaró a su abuelo de una manera un tanto más amenazadora de lo que recordaba el alfa, su nieto tenía destellos rojos dirigidos a él, tenía muchos años sin ver eso en los ojos de su amado Jungkook, ¿acaso su lobo de nuevo iba a atacarlo?
El encuentro entre ambos se vio interrumpido por algunos jadeos sorprendidos, sobre todo cuando un grupo de invitados comenzaron a murmurar cosas y una de ellas llamó la atención de Jungkook, alguien había mencionado que una persona parecía estar mal, el alfa sintió como si su cuerpo tuviese un botón de movimientos automáticos cuando fue llamado con un tironeo insistente y un tanto fuerte en su pecho, siendo guiado hasta el lugar, no importándole las veces que fue llamado por su abuelo para que se detuviera.
Nada lo iba a detener, sobre todo porque la razón para estar así era su omega quien lo estaba llamando de una manera que jamás lo percibió, pero todo fue más claro cuando el aroma intenso de la esencia de Taehyung llenó sus fosas nasales, no era como el de esa mañana fue mucho más concentrado justo como esperaba que sería. La visión de su omega en otros brazos lo hizo tensarse, pues se notaba la incomodidad ante la acción, el ahora rubio alejaba constantemente con sus manos al alfa que trataba de auxiliarlo. No quería que lo tocara, Taehyung se encogía en su lugar, intentando sostenerse de algo, buscando a su alfa.
— Tae, ¿estás bien? ¿Quieres que te lleve a casa? – Bogum estaba a su lado tratando de convencerlo para que le permitiera sacarlo de ahí. El omega había estado sintiéndose mal hacía menos de una hora, cuando preguntó si necesitaba irse este mencionó que estaría bien, obviamente no fue así –. Déjame que te ayude a salir de aquí.
— N-no... solo quiero... a mi alfa – Taehyung sentía la ola de calor invadir su cuerpo, estaba asustado, sus ojos destellaban en azul, de ahí la razón para que todos los invitados se alejaran del lugar – por favor...
Bogum estuvo a punto de buscar a Jungkook, pero no fue necesario, pues en menos de lo que imaginó el alfa estaba abrazando al omega, cubriendo el pequeño cuerpo tembloroso de Taehyung. Incluso tuvo que alejarse del lugar, pues el alfa puro comenzó a esparcir feromonas para relajar al omega, haciendo que todos tomaran más distancia, en especial los alfas presentes, haciéndoles saber que eran pareja, logrando que todos mostraran sumisión ante su jerarquía, un efecto el cual no había buscado, pero era muy conveniente.
Jungkook aferraba su agarre al cuerpo del omega, lo sentía temblar, el tironeo en su pecho no había cesado, podía sentir al lobo contrario demasiado inquieto, mientras que Taehyung sollozaba en sus brazos. Estaba sucediendo, luego de casi seis meses su cuerpo había entrado en celo, estaba demasiado sensible y cuando el tacto de su alfa se hizo presente podía sentir que se derretía en esas manos y brazos fuertes.
Sus instintos lo llevaron a esconderse en la curvatura del cuello de Jungkook, el alfa estaba envolviéndolo en una nube de feromonas que lo tranquilizaba y al mismo tiempo lo alteraba, su cuerpo era una contradicción. Con manos temblorosas se aferró a la ropa del contrario, buscando sostenerse de algo seguro.
— Alfa... Jungkook du-duele... – la voz de Taehyung salió temblorosa al sentir tirones en su parte baja, no había sentido su cuerpo reaccionando de esa manera desde que se presentó como omega, no podía decir que fueron los días más dolorosos, pero sí los más incómodos y desesperantes, justo como se sentía en estos momentos. La ropa comenzaba a incomodarle y pudo sentir cómo un líquido comenzaba a mojar su ropa interior –... ayúdame, por favor.
Esas palabras solo fueron detonantes para Jungkook, quien de inmediato lo cargó en brazos, sintiendo al omega encogiéndose aún más. El lubricante natural comenzaba a humedecer los pantalones de Taehyung, cosa que lo incomodaba demasiado, de igual manera no soportaba ser el centro de atención en esos momentos, todos estaban observándolos, el omega solo quería regresar a casa donde todo estaba listo para ese momento, aunque jamás esperó que llegaría así.
— Casa... llévame a casa.
— Te llevaré a casa – murmuró Jungkook mientras daba un beso en su frente – yo cuidaré de ti mi luna.
La esencia de ambos estaba creando una atmósfera diferente, se combinaba perfectamente en el aire, concentrándose cada vez más. Los invitados abrieron espacio suficiente para dejarlos pasar hasta la salida, nadie pronunció palabra alguna, pero todos tenían un solo pensamiento colectivo.
Destinados.
Era muy extraño que algo así sucediera y los pocos afortunados siempre fueron envidiados por el resto de la sociedad porque compartían un vínculo mucho más fuerte que el de otras parejas, los lazos por marca no eran del todo necesarios para comunicarse entre ellos, existía una conexión mayor, una que venía de sus vidas pasadas. El abuelo de Jungkook no pudo evitar sentir un pequeño Déjà vu al verlo irse con aquel chico entre sus brazos. Eso solo había ocurrido una vez, ¿era posible aquello?
— Señor Jeon – el anciano escuchó la voz de alguien, llamándolo, encarando de inmediato a aquella persona – un gusto tenerlo aquí – Namjoon lo estaba sosteniendo del brazo para que no avanzara más, pues sin darse cuenta estaba siguiendo a su nieto. Miró con un poco de molestia la mano del menor, regresando la mirada al rostro ajeno, recibiendo una sonrisa cordial.
— Dime una cosa muchacho, ¿Qué relación tiene ese chico rubio con mi nieto?
— Creo que la respuesta usted ya la debe saber, señor – sonrió Namjoon, mientras observaba cómo Jungkook se perdía entre la multitud con dirección hacia el elevador, soltando así su agarre del brazo de Seung.
— Sí, ya me lo puedo imaginar – murmuró, con su vista aún en la dirección de la pareja – la Diosa siempre hace cosas misteriosas para que las almas destinadas se reúnan de nuevo. Ese pulgoso lo logró.
Namjoon no comprendió el significado de las palabras del anciano, sin embargo, este mismo no tenía intenciones de explicarle nada, si debía hablar con alguien sería con su nieto, dejando un poco desconcertado al menor cuando lo hizo a un lado para retirarse del lugar. Seung quería ir a esa fiesta con un solo fin, conversar con Jungkook, pero al parecer las cosas se retrasarían.
Por su parte, Jungkook no ponía atención a ninguna mirada o las murmuraciones, estaba demasiado ocupado en proteger a Taehyung. Diosa, el alfa moría por estar con él de nuevo y cuidarlo, pero sobre todo le preocupaba el saber cómo reaccionaría porque durante mucho tiempo sus celos fueron irregulares o provocados, es decir que no tenía buenas experiencias ¿Qué tal si el omega se mostraba renuente a él?
Sus pensamientos fatalistas pararon en el momento que sintió algo húmedo en su cuello, Taehyung estaba dejando pequeñas lamidas en la poca piel que tenía a su alcance. Jungkook sintió como si una descarga eléctrica recorriera su cuerpo, se estaba controlando demasiado para no tomarlo ahí mismo, ni siquiera se había percatado que estaban dentro del elevador. La temperatura de su cuerpo se estaba elevando, definitivamente eso ya no se debía solo a la situación, estaba siendo afectado por el celo del omega, ¿cómo pudo ser tan despistado ante sus propios síntomas?
— Te necesito...
"Si llevo mis manos al cielo, ¿podré tocarlo con la punta de mis dedos?"
"La sonrisa en mis labios se ensancha, porque me siento enamorado"
"¿Me siento listo para amar?, ya no tengo dudas"
"¿Estoy listo para ser amado?, ya me he dado cuenta de eso"
"Te mereces el mismo cielo y las estrellas, no importa si me toma toda la vida yo te lo daré"
"Nos encontramos para romper por fin con esta fantasía, porque si extiendo un poco más mi mano, mi toque llegará a ti. Hacia mi propio cielo"
DEDICATORIA ESPECIAL PARA USTEDES:
Eres la gota de rocío que alimenta mi confianza, al poder transmitir tantas emociones y compartirlas contigo, Mi Personita Bella.
El Yoonmin al iniciar la fiesta (antes que Jimin se nos emborrachara)
Una imagen de Tae con su pastel y flores...
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