XIII
Las declaraciones de amor eran algo que desconocía, pero desde esa noche, cuando su lobo decidió tomar control de él reclamando al alfa, tenía demasiadas emociones encontradas. Sin embargo, los días junto a Jungkook lo hacían más llevadero, utilizando menos la razón y más el corazón, porque desde esa noche que aceptó a quedarse en casa, con él y Eunyeong, se había empezado a formar un vínculo mucho más fuerte con el alfa. Su lobo ronroneaba cada noche entre los brazos de Jungkook, siempre terminarían teniendo conversaciones sobre su día antes de dormir y todo culminaría con un tierno beso en su frente, prometiendo volver a él.
"Espérame para el atardecer"
Taehyung a veces se preguntaba si todo se trataba de una construcción de su imaginación, pero el amanecer impregnado con el aroma del alfa le dejaba más que claro que todo era real. ¿En serio merecía todo eso?, cada día esa pregunta se confirmaba, Jungkook siempre le demostraba que estaría para él, sin importar nada. Le encantaba la manera en la que el alfa le recordaba lo maravilloso que era al hacer, incluso hasta la más mínima cosa. Amaba escucharlo, decir lo bonito que se veía cada vez que Taehyung aparecía frente a él con manchas de pintura, no lo presionaba para saber lo que pintaba a Jungkook, le bastaba con saber que aquello le hacía feliz para halagar su trabajo, mencionando que no importaba lo que fuera, ya que todo lo que provenía de Taehyung era clasificado como arte, el alfa era idílico y en ocasiones le asustaba cuando su lobo se volvía tan posesivo, dejando marcas de toda clase en el cuerpo ajeno.
No quería perderlo, ese alfa se había vuelto suyo, solamente de él y para él. De ahí la razón por las que pequeñas marcas violáceas o rojizas se volvían parte de la piel del alfa.
"Si sigues así no tendré más opción que utilizar bufandas", esas habían sido las últimas palabras de Jungkook la noche anterior al intentar evitar ser marcado de nuevo. Su lobo había percibido cierto aroma extraño en su alfa, un tanto más dulce y muy empalagoso. No era como la vez que tenía la marca de olor, pero eso no cambiaba el hecho que se volviera posesivo queriendo marcarlo.
Mío.
Durante el día, Taehyung se encargaba de cuidar de la omega mayor, el alfa iba a la compañía para cumplir con su trabajo, le hacía una videollamada durante la hora del almuerzo, que era parte de un trato entre ellos para no dejar pasar las comidas, además, era una forma bonita de no extrañarse tanto. De esa manera Jungkook distraía a Taehyung al comer, el omega no se preocupaba por contar cuantos bocados llevaba a su boca y se concentraba más en los halagos que recibía.
"Mira qué hermosas mejillas, me encanta verlas cada que sonríes"
Por la noche, Jungkook siempre regresaba a las seis, ni un minuto más de esa hora, y si lo hacía siempre era porque se detenía para comprar la cena o bien porque el tráfico lo retrasaba; de lo contrario ya no se demoraba más tiempo en la salida de cada final de jornada laboral. No podía perder ni un minuto porque siempre que pasaba por esa puerta era recibido con un saludo caluroso al llegar a casa, Taehyung con el pasar de los días lo abrazaba de manera más efusiva y eso le encantaba. Luego de disfrutar de la cercanía del otro, se encargaban de preparar la cena, o bien simplemente servirla, compartían anécdotas del día junto con la omega mayor y a la hora de dormir se acurrucaban en la cama de Taehyung.
El recordar los mimos que recibía cada noche le hacía sonreír, estaba agradecido que Jungkook atendiera los caprichos de su lobo de manera tan gustosa.
— ¿En qué estás pensando TaeTae? – le interrogó Eunyeong desde su cama. El omega había estado pintando un nuevo cuadro desde la tarde anterior y decidió que sería una buena forma para acompañar a la anciana, así como estar al tanto de algún cambio en su salud, jamás esperó el perderse en sus recuerdos de esa manera – estás muy sonrojado, ¿quieres conversar al respecto?
— No es nada malo...
— ¿Estabas pensando en Jungkook? – Taehyung asintió un poco tímido – lo imaginaba, siempre sueltas un poco más de tu aroma cuando estás con él o piensas algo que tenga que ver con su persona – sonrió divertida al ver el nerviosismo en el omega –. No creas que no he notado cómo se marcan mutuamente.
— Eso no es verdad... No lo marco, todo el tiempo – la risa de Eunyeong lo hizo avergonzarse aún más porque aquella frase en vez de ser un salvavidas para su situación se convertía en una afirmación.
Taehyung pudo sentir el calor en sus mejillas aumentar al haber sido descubierto por la anciana. Se ensimismó tanto en su dibujo que no notó el momento en el que ella despertó de su siesta, las cuales últimamente eran mucho más largas. Algunos días parecía mejorar y en otras ocasiones el panorama no era el más alentador, todo era incierto, así que vivían el día como si fuera el último, disfrutando la compañía del otro.
Por esa misma razón, cada noche el olor de Jungkook era su único método para dormir, eso junto con los arrullos llenos de palabras bonitas que le recitaba el alfa hasta caer en un sueño profundo. Cada mañana siempre amanecía con el frío de un espacio vacío al otro lado de la cama, pero nunca faltaba la nota matutina junto con alguna pequeña flor de papel.
Los ruidos provenientes de los quejidos de Eunyeong lo sacaron de su ensoñación y corrió en su auxilio al verla intentar sacar algo de la mesa de noche. Por error había tocado su marca, la cual cada vez se ponía peor, causándole mucho dolor en ese momento, Hoseok le dijo que el lazo estaba roto, que con la condición de Eunyeong su pronóstico era cuestión de días, pero con el correr del tiempo se volvía confusa la razón por la que el proceso se alargaba tanto. De igual forma, Taehyung no dejaba de cuidar de ella, como lo hizo la omega en un inicio con él.
Con parsimonia la recostó de nuevo en la cama, respiraba un tanto entrecortado por el esfuerzo, su temperatura corporal se elevaba y de un momento al otro podía bajar de manera alarmante en ambos casos. Aunque en esos momentos parecía un poco más estable, en un estado intermedio.
— Por favor Eunyeong, no te esfuerces así – le rogó el omega sintiendo que sus lágrimas amenazaban con salir sin control – sabes que puedes decirme si necesitas algo.
— Lo sé pequeño – le sonrió con sus ojos casi cerrados, soportando el ardor en la marca, tragó duro tratando de retener sus propias lágrimas y tomó una respiración profunda antes de hablar –. Podrías buscar algo en el cajón.
El omega asintió frenéticamente haciendo lo que se le había pedido, en cuanto lo hizo tuvo a la vista un moño rojo, Eunyeong le sonrió cuando le devolvió la mirada, Taehyung estaba desconcertado al no comprender lo que tenía frente a él.
— Es un regalo para ti. Ya se acerca navidad, pero quiero dártelo ahora.
Taehyung mordió su labio en un intento de controlar el movimiento tembloroso, con el mayor de los cuidados sacó el pequeño paquete que se encontraba cuidadosamente envuelto en un papel decorado. La anciana le indicó que podía abrirlo y con delicadeza comenzó a quitar cada cinta adhesiva que unían el papel. El temblor de sus manos fue más notorio al momento de ver aquello que se escondía detrás del envoltorio.
Un hermoso portarretrato que contenía la última foto de ellos tres, recordaba ese día donde a petición de Seok se tomaron una fotografía familiar, Taehyung se negó tantas veces a estar en ella porque repetía que no tenía un vínculo que lo uniera a los ancianos, pero luego de mucho suplicar lograron la toma perfecta. El matrimonio Choi se encontraban tomados de la mano, mientras estaban sentados en dos de las sillas del comedor, uno al lado del otro y en el medio, sentado en el césped del pequeño jardín, se hallaba Taehyung con una enorme sonrisa; el omega se había esmerado en hacer un bonito espacio para que la sesión de fotos fuera memorable. Vaya que lo fue.
Alzó el portarretrato para verlo con detalle y una pequeña nota cayó en la cama, la tomó con rapidez, volteándola, dejando a la vista la hermosa escritura de Eunyeong.
"La familia no solo se forma de sangre, se crea con lazos y vínculos"
"Feliz Navidad TaeTae"
"Con amor: Choi Seok y Choi Eunyeong"
No pudo retener más sus lágrimas cuando vio que la firma era la del anciano, las caricias en su rostro no tardaron en llegar y él no se contuvo más en abrazar a Eunyeong, quien gustosa lo arrulló con palabras cariñosas, expresando lo mucho que había significado él en sus vidas. Le pedía constantemente que siguiera a su corazón y no ignorara las acciones de su lobo porque los animales que habitaban en su interior eran mucho más sabios que ellos mismos.
¿Por qué se sentía como una despedida?
El sonido de una llamada entrante invadió la burbuja melancólica y de lágrimas que ambos omegas tenían, Eunyeong sabía muy bien de quién se trataba, así que con sus pulgares comenzó a quitar las gotas saladas que resbalaban por las mejillas de Taehyung.
— Contesta la llamada pequeño, debe ser Jungkook.
El omega la miró con su ceño fruncido, confundido por lo que estaba diciendo, pero de igual manera asintió lentamente, confirmando las palabras de la anciana, el cosquilleo en su cuello era un indicador de la conexión que tenía con el alfa, algo que había descubierto con el correr de los días, se hacía mucho más intenso cuando estaban cerca o bien cuando alguno de los dos no se sentía del todo bien, por eso mismo le extrañaba no haberlo sentido antes. Tomó el aparato entre sus manos y contestó de inmediato.
— ¿Tae? Estoy yendo a casa justo ahora – una sonrisa se instaló en el rostro del omega, amaba que Jungkook le llamara "casa" al lugar que compartían en ese momento –, pero mi lobo está un poco inquieto, ¿sucede algo?
— Nada... – se interrumpió un momento en su discurso, curioso por saber la razón de su llegada anticipada a casa, apenas eran las cuatro de la tarde – ¿por qué saliste tan temprano?
— Eunyeong me pidió hacerlo, pero me hizo prometer no comentarte nada para sorprenderte – la risa divertida de Jungkook no se hizo esperar – creo que arruiné el plan, pero no podía evitar acudir al llamado de tu lobo, puede ser muy exigente cuando necesita atención – vaya si no lo era, Taehyung no podía dar crédito del atrevimiento que estaba presenciando – pronto estaré con ustedes...
Así que esa era la razón por la que en su nota matutina mencionaba algo diferente a todos los días, normalmente eran pequeños fragmentos o pensamientos que tenía el alfa hacia él, recordándole lo hermoso que era, pero la de esa mañana tenía un detalle inusual. Se extrañó al no ver una flor acompañando aquel papel, por un instante creyó haberla extraviado, incluso miró debajo de la cama, pero nada, solo era la nota que decía lo siguiente:
"Verte es el mejor amanecer, que me regalas cada día"
"¿Me regalarías un atardecer a tu lado?"
J. JK.
— ¿Tae, sigues ahí? – el alfa trataba de llamar su atención para que respondiera a su última pregunta, la cual obviamente Taehyung no había escuchado – Tae, por favor, responde.
— S-sí, estoy, lo siento, es solo que me distraje un momento.
— De acuerdo, entonces llego en media hora por ti.
— ¿Por mí?
— Sí, tardaré un poco porque iré primero a mi apartamento para cambiarme de ropa y luego pasaré por ti, ¿está bien?
¿Tanto se había perdido de la conversación por estar soñando con sus suposiciones? ¿A dónde irían?, entonces cayó en cuenta que eso implicaba dejar sola a Eunyeong.
— No podemos hacer eso, Eunyeong se quedaría sola.
— No te preocupes por mí, TaeTae, Hoseok vendrá para cuidar de mí por unas horas, sal con Jungkook. Hazlo...– le sonrió de manera cálida –. Anda no hagas esperar a tu alfa, lobito.
Un reflejo azul se vio en los ojos color café de Taehyung como respuesta a lo que decía la anciana. Su lobo había dejado de estar siempre presente desde que Jungkook lo impregnaba con su olor, se mantenía en reposo y solo en ocasiones específicas se manifestaba, como cuando llegaba el alfa o antes de dormir, ya que le encantaba ser mimado con pequeñas caricias y besos en la frente.
— Está bien Jungkook, estaré esperando.
— Te veo pronto bonito.
La llamada finalizó y Taehyung sintió el nerviosismo burbujear en su pecho, como un volcán próximo a hacer erupción. Se levantó de la cama y comenzó a dar vueltas por todo el lugar, justo como lo hacía su lobo en su interior. Tendría una cita con Jungkook, una salida con el alfa.
— Parece que estás en shock por lo que pasará – murmuró divertida Eunyeong al verlo tan ensimismado – corre, no tienes mucho tiempo para prepararte.
Taehyung llevó sus manos a su rostro tratando de ocultar sus mejillas sonrojadas, pero terminó sintiendo cierta humedad en ellas, aún tenía pintura fresca en la punta de sus dedos, se vio en el reflejo del espejo que tenía la habitación y tanto su rostro como su cabello estaban manchados de blanco y negro. No podía salir de esa manera con Jungkook, rápidamente salió de la habitación para meterse al baño.
Quitó su ropa e ingresó a la ducha para darse un baño rápido y así quitar todo rastro de pintura, siempre que hacía algo con un lienzo tendía a terminar con manchas en su cuerpo. Pero no era su culpa el emocionarse al hacer arte, mucho menos con el nuevo cuadro que creaba, la imagen era producto de un sueño y no quería perderlo, su lobo estaba más que entusiasmado por mostrar el resultado al alfa.
Al entrar en su habitación, su cabeza seguía siendo un caos. Con una toalla secaba su cabello mojado, mientras buscaba ropa bonita para impresionar a Jungkook, quien últimamente le daba cumplidos como decirle "Bonito o hermoso", lo hacía sentirse avergonzado porque lo decía cuando él se veía poco atractivo, al menos a su gusto. El alfa lo llamaba con esos nombres halagadores al llegar a casa sin importar cuan desaliñado se veía.
Regla #6: "Siempre estar presentable para tu alfa"
Me dice cumplidos sin ser una fecha especial o buscar algo más
Nota: quiero vestirme bonito para él. (¿Se molestaría si utilizo maquillaje?)
Suspiró mirando esa última nota en su pizarra y decidió que estaba listo para hacer lo que quería, Jungkook merecía verlo así, el alfa lo había tratado muy bien y él se sentía seguro a su lado.
Se vistió con un suéter de cuello alto negro, unos pantalones y zapatos oscuros, tomó una gabardina color caqui y observó su reflejo sintiéndose a gusto. Comenzó a acomodar su cabello de manera que se formaran los rizos en la punta de cada mechón para luego pasarle un poco de calor y fijador. Salió de la habitación para preguntarle su opinión a Eunyeong, encontrándola con una hermosa sonrisa en su rostro mientras miraba la fotografía del portarretrato, las lágrimas resbalaban por sus arrugadas mejillas, la imagen le partió el alma a Taehyung de verla en ese estado.
— ¿Eunyeong?
— Pero mira nada más que hermoso omega, tengo frente a mí – con rapidez limpió las gotas saladas que rodaban por su rostro y así dirigirse a Taehyung – ven aquí, déjame verte más de cerca.
Taehyung se acercó con rapidez, halagado por las palabras de la omega, quien al tenerlo cerca pudo detallar cada aspecto físico del omega frente a ella, obteniendo una imagen que jamás pensó llegar a ver. Observó el brazo izquierdo de Taehyung notando la ausencia de un dibujo, quizá Jungkook se estaba convirtiendo en el nuevo símbolo de vida para el omega y quizá ahora podría estar más segura que se encontraba en buenas manos.
— Me parece que necesitamos resaltar tu belleza de una forma diferente – la anciana quitó la manta que cubría sus piernas, todo bajo la atenta mirada de Taehyung – ayúdame a ponerme de pie, cielo.
Con total gusto aceptó el pedido, sirviendo de apoyo. Entre pasos lentos, ambos omegas llegaron hasta el tocador de la anciana, quien tomó un poco de su maquillaje: sombras y rubor para ser más específicos. Así mismo sacó unas cuantas joyas, un collar, unas pulseras de oro y un par de aretes. Taehyung no entendía muy bien lo que estaba haciendo, pero Eunyeong no mencionó nada, solamente pidió regresar a la comodidad de la cama una vez tuvo todo lo necesario entre sus manos.
Ambos tomaron asiento en la cama y la anciana le pidió que se relajara porque ella se encargaría del resto. Eunyeong recordaba haber visto una de las reglas del omega donde mencionaba que no podía utilizar nada como accesorios aparte de su argolla de matrimonio o bien utilizar maquillaje. Durante esos días de convalecencia ella tuvo el valor para preguntar la razón de esas reglas, obteniendo como respuesta que su antiguo alfa era celoso con él, no lo dejaba usar cosas así porque llamaría la atención del resto de alfas, además de mencionar que, por el hecho de ser omega, no significaba que se vestiría de una forma afeminada. Alfa cabeza dura, pensó la anciana.
Por esa misma razón le había pedido a Jungkook la noche anterior que llevase a Taehyung al centro comercial para comprar ropa bonita, algunos accesorios y maquillaje, eso sí, le hizo prometer que lo haría parecer un obsequio de él para el omega. Le quiso entregar una tarjeta con un poco de dinero para llevar a cabo el plan, algo que el alfa no aceptó, se negó a ello argumentando que sería mejor que lo guardase para entregárselo al omega porque él se encargaría de pagar todas las compras. Jungkook era un alfa maravilloso con Taehyung, de eso no le quedaba duda a Eunyeong.
"Prometo hacerlo sentir bonito y especial. Sobre todo, hacerlo feliz"
Eunyeong sonrió satisfecha al recordar aquellas palabras. Con delicadeza comenzó a aplicar un poco de sombra café en ambos párpados, intentó poner un poco de rubor en las mejillas ajenas, pero no lo vio necesario, el bonito color que se mantenía en ellas lo hacía parecer más saludable.
Le colocó los aretes con cuidado, así como las pulseras y una vez satisfecha con su trabajo le pidió que ahora sí abriera los ojos, tenía un pequeño espejo, el cual sostenía frente a Taehyung para que observara su aspecto. El omega se quedó perdido, detallándose a sí mismo en el reflejo.
— Te ves precioso.
— Jungkook siempre me dice eso – murmuró en voz baja, aun perdido en sus pensamientos, admirando lo diferente que se veía con un poco de maquillaje, le gustaba esa imagen. Ahora sí quería escuchar esas palabras provenientes del alfa, esperaba de verdad recibirlas – ¿crees que le guste?
— Por supuesto que le encantará cómo te ves, y si no lo hace, recuerda que la opinión que vale antes que la del resto es la tuya.
El omega se sonrojó por las palabras de la omega mayor, él realmente quería que Jungkook le dijera lo bonito que se veía también con maquillaje y vestido diferente. Normalmente, siempre lo encontraba vistiendo sus pantalones cómodos, manchados de pintura, playeras blancas y su cabello desordenado, a veces sujeto en una pequeña cola, aun así, Jungkook siempre le diría que estaba hermoso. Aun recordando eso, sabía que Eunyeong tenía razón al decir que no debía decepcionarse si el alfa no le parecía su nueva imagen.
El timbre resonó en la casa y el omega se extrañó de no haber sentido el cosquilleo en su cuello para advertirle de la presencia de Jungkook, nunca faltaba la sensación cada que estaba en casa o bien cuando se encontraba cerca, ¿estaría ocultando su presencia de él?, aún confundido por la ausencia de la sensación sus pasos lo llevaron hasta la puerta, abriéndola lentamente, dejando a la vista a su hyung; justo como había mencionado Eunyeong que estaría para una revisión de rutina y de paso cuidar de ella.
Lo hizo pasar y este de inmediato le saludó con su característica sonrisa radiante, Taehyung se sintió nervioso estando a la expectativa por saber si el alfa frente a él notaría algo diferente en su persona, pero se quedó un tanto desconcertado cuando simplemente le halagó por su atuendo. ¿No había notado su maquillaje?, tampoco le dijo nada por las bonitas joyas que hacían parte de su atuendo.
¿Jungkook también ignoraría el pequeño detalle diferente en su persona?, incluso se había esforzado por hacer más notorios sus rizos en la punta de su cabello.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el cosquilleo en su cuello, advirtiéndole de la inminente de llegada del alfa, dio algunas cuantas inhalaciones para relajarse y así de nuevo correr hacia la puerta, justo a tiempo, dejando a Jungkook con la mano alzada, lista para tocar el timbre.
El alfa le regaló una bonita sonrisa, arrugando su nariz como de costumbre cuando lo veía al regresar del trabajo. Se veía jodidamente atractivo, llevaba el cabello húmedo aún gracias al baño rápido que había tomado al llegar a su apartamento, traía un suéter de cuello de alto blanco, un abrigo largo color negro, el pantalón y zapatos eran igualmente negros, un atuendo perfecto para el invierno, aun así, se veía perfecto cubierto por todas esas capas de ropa.
Además, sostenía un ramo de tulipanes rojos, eran realmente preciosos. Taehyung no pudo retener un suspiro enamoradizo por el acto romántico que estaba presenciando.
— Me dejas pasar, por favor, bonito, me estoy congelando – murmuró con su voz temblorosa debido al frío, le divertía notar cómo el omega se había quedado perdido en sus pensamientos, sonrió ampliamente al ver el nerviosismo en él, dejándolo pasar por fin al calor del hogar –. Estos son para ti, quería darte una flor natural esta vez, por eso no dejé una junto con la nota de esta mañana – Taehyung recibió gustoso el ramo y Jungkook aspiró profundo como era costumbre al llegar, para llenarse del aire impregnado del aroma dulce de Taehyung, su nariz se arrugó al encontrar un invasor, olor a sándalo – ¿el doctor Jung está aquí?
— Sí, está revisando a Eunyeong, dijo que se quedará con ella mientras nosotros salimos.
Jungkook se acercó a él rompiendo la poca distancia y le plantó un beso en la frente, deteniéndose ahí por algunos segundos para aspirar más de cerca la esencia de Taehyung; se alejó un poco para observarlo y se deleitó con la imagen del omega.
— Te ves realmente precioso – le susurró, el omega vio un brillo especial en los ojos contrarios –. Siempre te miras hermoso, pero ahora... ¿Eso es sombra, lo que tienes en tus ojos? – Taehyung comenzó a asentir frenéticamente sintiendo las mejillas, ardiendo por la emoción de la reacción positiva de Jungkook, que no dejaba de inspeccionarlo con la mirada –. También hiciste eso en tu cabello, me gusta. Te hace ver tierno.
El omega no podía soportar tanta atención, estaba tan acostumbrado a ser ignorado o escuchar gritos de disgusto que podía derretirse ahí mismo ante el tacto delicado que dejaba el alfa en su rostro y luego sintió escalofríos cuando las caricias llegaron hasta sus orejas.
— Las joyas también son nuevas.
— Son de Eunyeong y el maquillaje también fue ella quien me ayudó – mordió su labio al ver cómo Jungkook le acomodaba un rizo detrás de la oreja – ¿te gusta cómo me veo?
— Me encanta – le regaló otra sonrisa más y volvió a besar su frente, Jungkook quería llenarse de la esencia dulce del omega, pero el olor a sándalo le hizo romper su burbuja de tranquilidad, trató de ignorarlo, cosa que fue imposible luego de un leve carraspeo que se escuchó con el fin de interrumpirlos; suspiró cansado, recordando las palabras de Eunyeong de no molestarse con Hoseok por su actitud sobreprotectora con el omega y llevar las cosas en paz –. Doctor Jung, no esperaba verlo por aquí tan temprano.
— Estoy aquí porque Eunyeong me lo pidió. Mencionó algo sobre una salida entre ustedes dos y que posiblemente necesitaría mi compañía – le sonrió, Jungkook de verdad intentaba poner de su parte, pero siempre terminaban de la misma manera todos sus encuentros, con ambos enfrascados en una pelea de miradas asesinas –, pero dejemos ese tema de lado. Eunyeong necesita hablar contigo a solas.
El alfa se extrañó ante lo último mencionado. ¿Eunyeong le estaba pidiendo hablar en privado?, notó con recelo cómo Hoseok le pedía un vaso de agua a Taehyung, cómo si él no pudiese hacerlo por sí solo. Le sorprendió recibir un guiño cómplice por parte del mayor, comprendiendo que solo era una distracción. Trató de no dejarse llevar por sus emociones y subió casi de dos en dos los escalones hasta llegar a la habitación de la anciana. Encontrándola justo ahí en su cama, con un cuaderno en sus manos mientras se concentraba en escribir algo.
Al notar la presencia del alfa, Eunyeong alzó la vista y lo llamó con un gesto para que se acercara hasta la orilla de la cama, palmeó un espacio junto a ella y Jungkook accedió al pedido silencioso.
— Recuerdas el plan para esta tarde – le dijo mientras tomaba su mano, el alfa afirmó con un asentimiento – bien, entonces, necesito que tardes todo lo posible hasta que se les haga de noche – Jungkook ladeo la cabeza confundido, el plan era solamente ir de compras y tener una salida diferente con Taehyung esto no lo tenía en cuenta –. Llévalo a cenar algo rico, conversen sobre ustedes, ábrele tu corazón. Te necesita más de lo que puedes imaginar – lo atrajo hacia ella para depositar un beso en su frente, era su manera de darle su bendición ante la relación que estaban formando –. Prométeme que lo cortejarás como lo has hecho hasta ahora. Sé lo que has estado haciendo, pero debes decírselo o no se dará cuenta.
— Lo haré Eunyeong, le daré todo lo que merece.
— Eso, muy bien. Eres un buen alfa. – le picó la nariz haciendo que el alfa la moviera de un lado al otro por la incomodidad –. Y una última cosa, no quiero que regresen a casa, al menos por hoy, sé que cada noche la han pasado juntos y te has contenido no solo por él, también porque estoy yo. Llévalo a tu apartamento, pero no lo obligues a nada.
— Sería lo último que haría con él Eunyeong, no me perdonaría imponerme de ninguna forma, pero ¿por qué no quieres que regresemos?
— Hay cosas que es mejor disfrutar plenamente – la omega le dejó una caricia más en la mejilla, tenía una mirada maternal llena de calidez, Jungkook no había visto esa mirada en mucho tiempo, cosa que le hizo apachurrar el corazón – y esta es una ocasión especial que no merece ser opacada por nada.
La conversación terminó justo a tiempo, Jungkook se quedó observando un punto fijo en la habitación, esperando con anticipación, percibiendo antes que sucediera, haciendo que su lobo se moviera inquieto, porque cierto omega estaba a punto de aparecer por el umbral de la puerta, su sonrisa decayó un poco al verlo entrar seguido por Hoseok, quien traía los medicamentos de la anciana. Eunyeong rio bajo por la actitud de Jungkook, parecía un cachorro dejándose influenciar por su lobo territorial.
— Bien, parece que es hora que ustedes dos se vayan – habló la omega con una sonrisa, dándole una palmada en el muslo a Jungkook para que se apresurara a irse.
Taehyung se acercó a ella para despedirse con un abrazo, recordándole que podría llamarles si sucedía algo, la omega le insistió que no debía preocuparse porque estaría junto a Hoseok y que él debía disfrutar su cita con el alfa. Jungkook arrastró a la salida al omega, una vez se dio cuenta de que no tendrían mucho tiempo para cumplir con todo lo que le había especificado Eunyeong, llevándoselo por fin consigo.
Una vez se quedó a solas con Hoseok, la omega mayor lo miró con reproche, el alfa tragó duro, asustado por el cambio tan repentino en ella, se notaba enojada y molesta. Le hizo un gesto con la mano indicándole que se acercara, el alfa obedeció y tomó asiento en la silla al lado de la cama, ni bien se había acomodado, sintió el tirón en su oreja derecha.
— ¡Ah! Eunyeong eso duele – reclamó aun siendo víctima de la acción de la anciana – ¿Qué hice para despertar tu furia?
— Has sido muy desconsiderado con tu actuar respecto a Taehyungie y Jungkook – le dijo con tono asertivo, soltando por fin la oreja del alfa, Hoseok rápidamente comenzó a frotar el área afectada, sintiendo cómo está ardía y dolía –. Eres muy irresponsable andando por ahí con un celo inminente, imponiéndote frente a un omega como él. Le mentiste a ambos, y quisiste separarlos, sabes que esas acciones tienen castigos severos.
— Pero yo solo...
— Estoy hablando, no me hagas volver a tirar de tu oreja – lo interrumpió teniendo el efecto inmediato –. Ahora escúchame bien, te disculparas con los dos por actuar de manera tan deshonesta, sé que lo hiciste para proteger a Tae, pero su lobo escogió a su alfa, no te interpongas entre las acciones de la madre luna – le habló en un tono mucho más dócil, Hoseok atinó a aceptar lo que le pedía la omega porque se trataba de su último deseo –. Eso es, no olvides que eres un gran alfa con un enorme corazón. No hagas cosas buenas que parezcan malas o puedes ganarte malos sentimientos de las personas que aprecias.
— Supongo que fui demasiado extremista al intentar cuidarlo – Eunyeong le sonrío de manera cálida – él realmente es su alfa, ¿no es así? ¿Es por eso que los enviaste de paseo? – Eunyeong lo miró de manera divertida, asintiendo como respuesta –. Entonces está decidido, tomaré distancia – suspiró aceptando la situación –. Quería decirte que todo se encuentra en orden, me encargaré de hablar con Taehyung directamente – el ceño fruncido de la anciana le hizo entender que faltaba algo en su argumento – y con Jungkook. Deseas que lo haga cuando regresen o prefieres esperar un poco más.
— Hazlo cuando creas que sea correcto – murmuró la omega satisfecha por las palabras de Hoseok –. Ahora, necesito un momento a solas, debo terminar aquí – le enseñó el cuaderno con el que la encontró Jungkook y el alfa le sonrió entendiendo – prométeme que se la darás una vez esté más tranquilo, no sabemos cuándo sucederá, pero quiero estar preparada.
— Lo haré.
Hoseok se levantó de su asiento y salió de la habitación para darle más privacidad a la anciana, quien una vez a solas tomó de nuevo la hoja en la cual estaba escribiendo con tanto amor aquellas últimas palabras.
El viaje hasta llegar al centro de la ciudad fue relativamente silencioso, con excepción de ciertas preguntas provenientes de la curiosidad de Taehyung, algo que el alfa esquivaba con preguntas capciosas, para así darse una idea de a dónde podía llevarlo. Debía aprovechar el tener beneficios en las cadenas de boutiques que la compañía tenía bajo su poder, él, así como muchos de los ejecutivos, podían optar por prendas o artículos especiales, era una retribución la cual nunca utilizó porque no lo vio necesario hasta ahora.
Estacionaron el auto y no perdieron más tiempo en avanzar, el omega no podía estar más impresionado por el lujo del lugar, todo brillaba con luces elegantes, los escaparates mostraban ropa de moda con colecciones nuevas o de temporada, algunas marcas las reconocía, eran las tiendas donde solía ir cuando su ex alfa lo quería vestir de cierta forma porque lo presentaría ante los ejecutivos, como si de un llavero decorativo se tratara. Su presencia siempre era una pantalla para lucir, un accesorio más de la fachada de ese hombre.
De pronto una idea fatalista cruzó por su cabeza, ¿Jungkook le pediría algo así también?, lo volteó a ver y se encontraba con el ceño fruncido mirando su teléfono ¿Qué se suponía que harían en ese lugar?
— ¿Qué sucede bonito? – le cuestionó el alfa, una vez alzó la vista, algo en su pecho tironeó exigiendo atención, quitando su concentración de la lista que tenía en su aplicación de notas, dejándole a la vista el semblante ¿incómodo? O ¿ansioso?, del omega – ¿No te sientes bien?
— Jungkook, ¿Qué hacemos aquí?
— Oh, eso. Bueno, verás, he notado que no tienes mucha ropa o cosas como accesorios; así que Eunyeong pensó que sería buena idea que, como regalo de Navidad, fuéramos de compras – sí Jungkook no le podía mentir al omega, esa era una idea de la omega, no iba a mencionar que todo era parte de su plan.
— ¿Iremos a algún evento?
— No que yo recuerde. Bueno, solo está el evento del treinta, ¿lo recuerdas? – Taehyung asintió, claro, que lo recordaba porque estaba marcado en su calendario como su próximo trabajo –. Bien, creo que ese sería el único, pero estas solo son compras por diversión, para ti. Y si es de tu gusto podemos encontrar algo para el trabajo.
Taehyung estaba muy confundido ¿compras por diversión?, era un término nuevo que le llamó la atención explorar junto con el alfa, quien con una sonrisa le explicó que no debía preocuparse por los precios, ya que eran un regalo.
Entraron a la primera tienda y todo era demasiado elegante, pero Jungkook le dijo que eligiera a su gusto, casi se vuelve loco recorriendo el lugar tomando prenda tras prenda; cuando por fin estuvo satisfecho, llevó hasta el área de probadores al alfa, quien gustoso tomó asiento en los cómodos sofás, esperando para verlo salir con cada una de sus elecciones de ropa.
Atuendos, desde formales, hasta casuales, le fueron desfilados por el omega, quien con una enorme sonrisa volvía a los vestidores para salir con uno nuevo, luego de recibir halagos, le parecía muy tierno notar sus mejillas sonrojadas cada que le mencionaba lo hermoso que se veía con aquellas prendas. Taehyung tenía una manera tan propia de él para cautivar miradas y las del alfa siempre estarían fijas en él. Las asistentes del lugar se ocupaban de llevar algunas boinas para combinar y uno que otro accesorio a petición de Jungkook.
— Jungkook – murmuró para llamar su atención porque el alfa de nuevo se había perdido en el teléfono revisando las tiendas que les faltaba por ver – ¿Cuál de todos los atuendos debo llevar?
— ¿Cuál te gustó más? – cuestionó Jungkook con su ceño fruncido –. Parecías muy feliz con todos.
— Sí, pero entiendo que no podré llevar todo, solo uno o dos.
— De dónde sacas esa idea, bonito – se puso de pie, le acunó el rostro y frotó su nariz con la impropia en un tierno beso esquimal – puedes llevar todo si lo deseas o simplemente escoger algunas cosas. Lo que tú decidas estará bien – el omega abrió los ojos con sorpresa al tener la libertad de llevar más de un solo conjunto –, pero debemos apresurarnos, aún nos quedan tiendas por ver. Quizá encontrar algunos accesorios como nuevos pendientes, también maquillaje, ya que por lo visto también es de tu gusto.
— ¿Puedo llevar las prendas que yo quiera? – Jungkook afirmó con la cabeza, siendo abrazado de inmediato por el omega en una fugaz muestra de agradecimiento – ¡Gracias! – lo escuchó decir mientras regresaba al vestidor dando pequeños saltos.
Una vez pagado todo dentro de la boutique, salieron cargados con una gran cantidad de bolsas, dirigiéndose a la joyería más cercana, donde Taehyung escogió dos pares nuevos de pendientes, aunque el alfa le dijo que escogiera algún collar él se negó, porque ya tenía el que Eunyeong le había dado.
Pasaron a una de las tiendas de maquillaje y todo iba muy bien hasta que llegó un momento en el que se quedaron solos, esperando que empacaran todo. Taehyung observó a Jungkook dudoso por lo que iba a preguntar.
— ¿Sucede algo?
— Está bien, que yo utilice este tipo de cosas.
— ¿Cosas? – cuestionó Jungkook alzando una ceja – ¿a qué te refieres?
— Maquillaje y joyas.
— Si son de tu gusto claro que está bien – lo vio un tanto dudoso, mordiendo su labio, cosa que le pareció extraña, pues minutos antes se veía realmente emocionado con la idea de comprar todo aquello – para mí es un placer ver tu belleza natural, y esto solamente son agregados para resaltar lo hermoso que ya eres – se acercó a él, justo en su oído, dejándolo sin aliento – recuerda una rosa es igualmente bella incluso si es retocada y más si es para resaltar entre todos. Tú estás hecho para lucir, no para pasar desapercibido.
El alfa fue testigo del estremecimiento en el cuerpo contrario, satisfecho con el asentimiento que obtuvo como respuesta, se separó lentamente, no sin antes plantarle un beso en la frente. Escuchando un suspiro ajeno, proveniente de las vendedoras del lugar que no se habían perdido la escena, teniendo una cara bastante extraña para el entendimiento de Jungkook.
Regla #4: "Nada de usar maquillaje o cosas femeninas. Ser omega no te quita el que sigas siendo un hombre"
Hoy me puse lo que no se me tenía permitido
Nota: me hicieron y me sentí hermoso, lo seguiré usando.
Salieron del lugar cargados con demasiadas cosas, pero Jungkook no podía sentirse más que satisfecho de ver a Taehyung con una enorme sonrisa en su rostro cargando otro poco de sus compras. Cuando por fin dejaron todo en el auto, miró la hora, recordando las palabras de Eunyeong; llevaban varias horas desde que salieron de casa. Suspiró un tanto nervioso y encaró al omega.
— ¿Tienes hambre?
— Sí, deberíamos regresar para la cena, Eunyeong estará esperándonos.
— De hecho, tenía una idea diferente – interrumpió el alfa intentando sonar lo menos nervioso posible, había hecho una reservación rápida en un restaurante y debían estar a tiempo para no perderla, pero si el omega decidía que no era de su gusto, tendría que improvisar – ¿quisieras cenar conmigo?, es decir, solo tú y yo, en un lugar fuera.
— Ya estamos fuera.
Jungkook llevó su frente hasta toparla con el volante sintiéndose un completo tonto por decir algo obvio y que Taehyung se lo recordase lo hacía sentirse avergonzado, esto era como un Déjà vu de la primera vez que se conocieron cuando mencionó que necesitaba aire fresco estando en el exterior. Pronto escuchó la risa del omega invadiendo el espacio haciéndole saber que simplemente se estaba burlando de él.
— Sí, quiero cenar fuera contigo Jungkook – su risa no había parado, al contrario, aumentaba con el pasar de los segundos, notando el rojo en las mejillas contrarias – solo quería bromear. Supongo que Eunyeong preparó esto también, por eso llamó a Hoseok hyung.
El alfa suspiró aliviado por entender que el omega solo quería jugar un poco más con su cordura, ¿eso era posible?, todo lo era si se trataba de Kim Taehyung haciendo una mínima cosa.
No tardaron mucho en llegar a un elegante restaurante, el alfa corrió hasta el otro lado del auto para abrirle la puerta, nuevamente, pues cuando llegaron aquel lugar donde hicieron las compras lo hizo y al irse también; le tendió la mano para ayudarlo a salir y una vez fuera el alfa le ofreció su brazo para llevarlo dentro del lugar, Taehyung se sentía como en esas películas donde los actores tienen una cita romántica y el chico es todo un caballero.
Perfecto.
La anfitriona los recibió con una amplia sonrisa y les indicó cuál era su mesa luego que Jungkook le dijo su reservación. La mesa estaba alejada del área común, dándoles más privacidad justo como lo había solicitado el alfa. Un mesero se acercó para entregarles los menús preguntando si se les ofrecía tomar algo o bien pedir alguna entrada, Taehyung como siempre comentó no tener mucha hambre, sin embargo, Jungkook lo convenció de compartir un plato grande para ambos. Terminaron pidiendo pasta Carbonara, una botella de vino para acompañar y así finalmente se quedaron a solas.
Conversaron sobre muchas cosas, aunque el último tema había sido el trabajo de Jungkook, pues el omega estaba preocupado por regresar demasiado tarde, el alfa le explico que al ser casi vísperas de Navidad les daban la oportunidad de tomar un descanso de tres días con el fin de tener a todo su personal más que dispuesto para la fiesta de final de año. El alfa le comentó que sería su primera vez tomando aquel descanso, sorprendiéndose con la amplia sonrisa de Taehyung.
Resultó ser un tema en común que ninguno de los dos había celebrado las fiestas desde mucho tiempo atrás, Jungkook porque se enfrascaba en trabajar y Taehyung porque se quedaba solo para esa fecha. El matrimonio Choi siempre iba a la cena que organizaba Be Live para quienes fueron y son personal activo, pero él nunca participó por decisión propia.
La cena siguió dándose en un ambiente tan ameno que no se percataron del correr de las horas hasta que alguien del personal les informó que estaban próximos a cerrar el lugar, era casi medianoche y el restaurante tenía políticas de no desalojar a los clientes a menos que fuera demasiado tarde. Ambos se disculparon con todos, muy avergonzados, Jungkook incluso dejó propina extra por las molestias y así terminó su velada, entre risas y anécdotas.
— Ya es muy tarde – dijo en voz baja Taehyung pensando que despertarían a Eunyeong si llegaban a casa a esas horas, eso lo hizo sentirse culpable – ¿Crees que Eunyeong siga despierta?, quizá esté dormida desde hace mucho tiempo.
— Tienes razón – Jungkook no podía agradecer más a la Diosa y a esa adorable mujer, por tan importante oportunidad, lo llevaría a su apartamento sin necesidad de buscar más excusas –, qué te parece si esta noche te quedas en mi apartamento. Por la mañana desayunamos un poco y regresamos antes del mediodía con Eunyeong.
— Es una buena idea – le sonrió, mientras sacaba su teléfono para colocar un mensaje a la omega, avisando sus planes y así no preocuparla.
El alfa puso en marcha el auto, ansioso por lo que podría o no pasar esa noche. Quizá podría pasar el resto de la noche conversando o bien si la madre luna era buena y lo decidía así, el omega decidiría darle el permiso de acercarse un poco más.
"El correr de mis días a tu lado han levantado la neblina que existía en mi horizonte"
"Quiero estar cerca de ti todo el tiempo, me siento más feliz cuando estas cerca"
"Nuestras conversaciones se vuelven silenciosas, conforme avanza la madrugada y yo solo quiero hablar de cualquier cosa"
"No puedo sacarte de mi mente si eres lo último que ven mis ojos y lo primero que ronda mi mente"
"Entonces, ¿me regalarías también esta madrugada?"
Hola a todos, mis queridas personas bellas. Al fin pude actualizar, estaba emocionada por darles la bienvenida a este nuevo acto de la historia que viene con nueva portada, nuevo encabezado y nuevo separador/banner. Espero que se encuentren muy bien de salud y para aquellos que estén pasando por algo les mando un cariñito muy fuerte.
Quiero agradecer a una personita muy especial, Jung-Mar. Ella es una autora también muy talentosa que se ha convertido en alguien super admirada para mí. Un cariñito para ti preciosa y esto está dedicado para ti que me pediste tener piedad con tu pobre corazón.
Estos serían ellos yendo de compras... los amo
El portarretratos con la familia Choi se vería algo así
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