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XI

Lo que parecía ser una noche llena de secretos compartidos, se convirtió en un trago amargo. Jungkook apretaba la mandíbula en muestra de molestia hacia la persona que tenía enfrente en ese momento.

Cuando regresaron de su paseo por aquel bosque esperó poder despedirse de Taehyung dándole una promesa de verse en el trabajo o bien podría incluso darse aquella cita en el café, se sentía feliz porque el omega confío en darle su número de teléfono para comunicarse, claro que, con la excusa del nuevo proyecto, pero eso no evitaría que el alfa desaprovecharía la oportunidad de hablar con él y el omega deseaba que lo hiciera.

Todo había sido perfecto. La cercanía, el contacto, el coqueteo constante entre ambos, la manera en la que tanto Jungkook como Taehyung se abrían un poco más con el otro era sin duda la mejor parte de todo ese fin de semana. El mejor de la vida del alfa.

Pero ahora no estaba feliz, toda la euforia de la tarde se vio opacada justo cuando una tercera persona apareció en la escena, comenzaba a sentirse como un adolescente con un hermano molesto, sobreprotegiendo a Taehyung. Hoseok le había indicado al omega que debía entrar a la cabaña porque quería hablar en privado con Jungkook. Así que su despedida se limitó a una simple reverencia, estuvo tan cerca de al menos besar una parte del rostro de Taehyung, aún podía sentir el roce en sus labios. Quiso ir detrás de él, pero el cuerpo del mayor obstaculizó su camino.

"La carne de alfa tonto no es lo suficientemente transparente Hoseok-ssi" fue su primer pensamiento al verse bloqueado.

— Podrías al menos disimular tu desagrado hacia mi persona – se burló Hoseok al notar la tensión en el cuerpo del menor, Jungkook desvió la mirada al ser descubierto, pero claro que no iba a disimular que ese alfa le había quitado la oportunidad de acercarse al omega – prometo que será algo rápido.

— Eso espero, aún debo conducir un largo camino a casa.

— Entiendo – hizo una pausa un tanto larga para el gusto de Jungkook ¿Qué era eso que no le podía decir? –, esto es sobre Tae.

Definitivamente, el alfa mayor sabía cómo llamar su atención, incluso su lobo se había puesto alerta al escuchar el nombre del omega. Hoseok sonrió de lado, satisfecho por la reacción del joven alfa frente a él. No emitía ni un solo sonido, esperando a que la conversación siguiera, no lo interrumpiría, no si el tema era Taehyung.

— Quiero que... no te alejes de Taehyung – el alfa hubiera esperado todo lo contrario por las actitudes pasadas, pero esto era algo nuevo, su ceño se frunció en confusión y permaneció en silencio esperando el final del discurso –. Por lo que entiendo eres un alfa puro, con problemas – su lobo se sintió ofendido por referirse a él de esa manera, ¿acaso lo estaba llamando defectuoso?, el animal en su interior demostró su desagrado con un gruñido –. Tranquilo, eso no es algo malo. Taehyung también tiene ciertos problemas con su lobo y según lo que pude ver, ambos lobos se sienten a gusto el uno con el otro, lo que explicaría tu manera posesiva de actuar soltando feromonas por doquier, incluso impregnando a Tae.

Jungkook se sintió avergonzado por el actuar de su lobo, era imposible ocultar la verdad, había hecho eso con Taehyung desde que lo vio en el homenaje, recordaba el haber despertado abrazando el cuerpo delgado del omega, su esencia estaba en cada rastro de la piel ajena, incluso en los rizos rojizos de ese momento, aunque no pudo evitar hacerle una marca de olor aun sabiendo que ya estaba cubierto por su aroma. Ahora se sentía tan posesivo con el omega que tenía oculta una de las bufandas de Taehyung, resguardada en el bolsillo de la sudadera solo para tener un atisbo de él.

— No te avergüences, Tae también ha estado haciendo eso contigo, bueno su lobo. Supongo que se vio amenazado ante otro omega y de ahí la necesidad de dejar en claro su dominio – sonrió divertido por lo próximo que estaba por decir, le parecía gracioso que un omega reclamara como suyo a un alfa de esa manera, pero era del lobo de Taehyung del que hablaba, uno que no era para nada inofensivo – prácticamente te estableció como su territorio – eso tomó por sorpresa a Jungkook, no se había dado cuenta del peso que significaba ser marcado – te preguntaré algo, espero seas sincero ¿hace cuánto tiempo tu lobo se ocultó?, parece que eso afectó tus sentidos, pero al ser un puro puedes percibir el poco olor del omega de tu interés.

Era verdad que sus sentidos estaban un tanto defectuosos, prácticamente apagados, su lobo ocultaba todo rastro de su propia existencia haciéndolo pasar por un beta. Sin embargo, en el momento que Taehyung lo reconoció como alfa, su lobo no había dejado de manifestarse en cada encuentro, si se trataba del omega su animal estaría a la defensiva, rasguñando en su interior por hacerse notar, esa semana lo dejó más que claro, incluso todos en el trabajo estaban sorprendidos. Había recibido demasiadas miradas extrañas.

Los nuevos empleados se sorprendían al poder percibir un aroma en él. Los socios de la compañía habían empezado a ser un poco molestos al decir que le faltaba actividad sexual con un omega para hacer notar a su lobo. Sus hyungs se encontraban más que preocupados y anonadados del hecho que de la noche a la mañana de nuevo fuera el Jungkook que conocían. No era él en un cien porciento, pero definitivamente algo había cambiado.

— Dos años.

— Bien, el de Tae se presentó hace cuatro años, la flor en su antebrazo es símbolo de su renacer y los pétalos llevan la cuenta del tiempo en el cual aún sigue vivo – Hoseok se llenó de nostalgia al decir aquello, pues era difícil aceptar que en algún punto Taehyung no quiso seguir más, pero su lobo evitó que esa decisión se diera. Sonrió satisfecho al estar seguro de sus próximas palabras –. Quiero que ayudes a Taehyung, para que su lobo esté más tranquilo y él pueda llevar de nuevo una vida normal.

— ¿Cómo pretende que haga algo así?




Aún tenía grabada la sonrisa de Hoseok cuando pronunció aquellas palabras, era un tema delicado en todos los sentidos. Además del hecho que tendría que mentirle a Taehyung acercándose a él por algo, así como un tratamiento para ambos, ¿Por qué debería hacer eso?, le frustraba que ese alfa buscará el bien del omega con base a mentiras, porque para Jungkook el decir que su mayor motivación para acercarse a Taehyung, no era por amor, era como ocultar que el sol brilla en el día, que la luna sale de noche y decir que el omega no era su universo completo. Él quería acercarse a Taehyung porque su lobo se lo pedía, no porque alguien más quería utilizarlos a ambos como una especie de experimento de medicina terapéutica.

La idea era tentadora, debía admitir que tener el camino libre le emocionaba, porque se aseguró totalmente que Hoseok prometiera no entrometerse y dejara de mentir respecto a cualquier información. Acercarse a Taehyung significaba más que un simple cortejo, sería para ayudarlo a salir de esa jaula de la cual su lobo se había encargado de construir con el fin de protegerlo, pero ¿de qué?, sabía que existían secretos ocultos detrás de esos hermosos ojos azules.

Su cabeza habría seguido dando vueltas al asunto de no ser porque una llamada interrumpió su burbuja, recordando el lugar en el que estaba. Era lunes, día de trabajo y lo más importante debía presentar la propuesta completa del proyecto de invierno, el cual estaba completo con las tomas de fotografías que se hicieron en la prueba de estudio. El teléfono de su oficina volvió a sonar y por fin levantó el auricular.

— Jeon – ese tono de voz tan conocido por el alfa lo hizo enderezarse en su asiento – necesito que nos reunamos en la oficina de Namjoon. No tardes.

Antes de que pudiera decir algo al respecto, tan siquiera una confirmación la llamada había sido cortada, en serio ese omega podía hacer temblar a cualquiera, Seokjin no era del tipo de persona que se dejaría pisotear, se trataba del hijo y heredero del grupo Beyond, lideraba cada uno de los negocios de su padre, pero su favorito era la empresa publicitaria, donde podía hacer todo tipo de campañas creativas.

Estaba casado con Kim Namjoon, vicepresidente actual, y cabe destacar que ninguno de los socios le agradaba la idea de un omega como su jefe, por eso todas las reuniones las trataba el alfa, más por capricho de Seokjin para no tratar con todos esos viejos con pensamiento retrógrado, donde un omega no puede ser líder, los viejos amigos de su padre tenían sus juntas con un alfa, el cual le reportaba a él para aceptar o rechazar sus tontas propuestas, aunque últimamente el omega no toleraba absolutamente nada, estaba más irritable de lo normal.

Jungkook suspiró pesado anticipando lo que se vendría, tomó algunas carpetas y ahora sí se encontraba listo para presentar la propuesta frente a sus jefes. Recorrió los pasillos del último nivel, siendo rodeado por el ajetreo del día a día. De pronto la imagen de su asistente interrumpió en su camino, parecía agitada y tenía demasiadas cosas en las manos. Lo peor del caso fue cuando el mismo alfa intentó esquivarla, pero la omega no dejó que su presencia pasara desapercibido, Jungkook frunció su ceño al no comprender su actitud.

— Señor Jeon, disculpe la interrupción, pero el señor Kim lo necesita...

— Lo sé, señorita Han, es a donde me dirijo.

El alfa esquivó el pequeño cuerpo de su asistente evitando cualquier contacto físico con ella, recordaba las palabras de Taehyung cuando le dijo que no le agradó encontrar un olor diferente en él, no estaba a gusto sabiendo que quizá alguno de sus empleados tuviera la osadía de marcarlo con su olor y la única con la que podía tener mayor cercanía era con Han Minah, por primera vez desde que se convirtió en su asistente a Jungkook le pareció molesta su presencia, una actitud totalmente motivada por su lobo.

El empalagoso olor a miel y cerezas comenzaba a marearlo, junto con todos los demás aromas del lugar, tanto así que su cabeza punzó en desagrado, no había extrañado en lo absoluto sus sentidos más desarrollados, aunque agradecía que su lobo hiciera presencia porque eso significaba que la teoría de Hoseok era verdadera, estar junto al omega causaba una mejoría en su animal, lo malo era que tendría que lidiar con tantos estímulos de nuevo. Era definitivo, su lobo había despertado.

— Antes de entrar a la reunión lo puedo molestar con una firma, señor – volvió a escuchar la molesta voz de su asistente intentando de nuevo detener su camino – el equipo de edición necesita que autorice las muestras para el proyecto...

— Señorita Han – se detuvo abruptamente a mitad del pasillo llamando la atención del resto de personal, con sus feromonas siendo expulsadas, nadie pasaría desapercibido ese encuentro cercano, siendo el segundo entre ellos dos en menos de una semana –, no firmaré nada hasta que tenga la reunión con Vicepresidencia. Dígale al equipo de Edición que usted es mi asistente, no la mediadora entre los departamentos, ahora necesito que termine los pendientes que tenemos del día de hoy para la organización del proyecto y no se meta en más problemas.

— S-sí señor... – murmuró cabizbaja al sentirse intimidada por Jungkook, aún tenía muchas cosas por mencionarle, pero no estaba segura si hacerlo o no, observó su libreta con el nombre de la persona que había buscado a su jefe, sin embargo, la actitud del contrario le indicó que no escucharía más.

El alfa por fin atravesó la puerta de la oficina del vicepresidente, encontrándose con dos miradas muy distintas, Namjoon masajeaba sus sienes mientras lo observaba entrar, parecía cansado; Seokjin decidió quitar el contacto visual en un acto extraño por ocultar la situación, se hallaba molesto, podía olfatearlo. El ambiente estaba realmente tenso, ambas esencias se combinaban de una manera no muy agradable, el espacio en el que se encontraban parecía más un campo de batalla.

Decidió que no prestaría atención a la situación, parecía algo más personal, así que prefirió no involucrarse. Tomó asiento frente al escritorio de Namjoon y este suspiró cansado.

— ¿Tienes la propuesta del proyecto? – Jungkook asintió entregando el portafolio con toda la información, el alfa mayor alzó una ceja al comenzar a leer el contenido, revisó algunas fotografías y se detuvo en varios puntos importantes –. La idea para la recaudación será ¿un baile de invierno?

Seokjin le llamó la atención el comentario de su esposo, sabía que la idea provenía de la prueba de fotografía, aún tenía presente la manera en la que el joven alfa había actuado con su futuro empleado; así que dejó de lado su papel como omega casado y tomó una postura más profesional digna del gran Kim Seokjin.

— ¿Puedes elaborar más esto?, necesito detalles.

— Lo dije todo en la reunión, será un evento para todos los miembros fieles que porten una membresía, si queremos que gasten más será mejor que tanto las líneas de maquillaje, perfumes, hotelería y tecnología respalden la idea.

— Es una idea de beneficio con los gastos de nuestros propios asociados – Jungkook sonrió con suficiencia al ver que Namjoon comprendía la idea de todo eso, no era un capricho, seguía la línea del consumismo y no perdían la esencia de retribuir algo con una donación generosa, la imagen de la empresa crecería al igual que sus ganancias –. Brillante.

Ambos alfas se sonrieron cómplices, satisfechos con el trabajo que estaban a punto de realizar, por su parte Seokjin se mantenía en silencio, uno que inquietaba al menor de los tres. Se veía más pálido de lo normal, tenía unas ojeras pronunciadas y parecía que con cada respiración se tensaba cada vez más. Quería preguntar si le pasaba algo, pero no sabía si estaría dispuesto a comentar algo al respecto.

Seokjin inspiró profundo, intentando mantener una imagen seria, sin esperar que aquello le provocara un malestar demasiado molesto, la respiración se le estancó por algunos segundos, sintiendo que el mundo le daba vueltas. Jungkook no pudo evitar notar el cambio en el omega, quien después de sacudir un poco la cabeza recobró su postura, al menos así lo intentó.

— Tendrás que hablar con el nuevo Ejecutivo de la cadena de hoteles para tener un espacio donde llevar a cabo el evento – el omega rompió aquel mutismo en el que se había sumido, sin embargo, su actitud no pasó desapercibida por Jungkook, se sostenía de cualquier superficie estable y parecía que se dificultaba el tragar saliva –, pero de eso se encargará Namjoon ¿cierto?

La tensión se elevó de nuevo en el ambiente, Seokjin no utilizaba ese tono sarcástico cuando se trataba de su alfa, siempre llevaban una relación pacífica, incluso Namjoon era experto en lidiar con ese tipo de actitudes que usaba con el resto de personas, pero nunca con él.

El aire se impregnó de nuevo con feromonas de enojo, la mirada del omega lanzaba dagas directas hacia el cuerpo de su esposo. Jungkook se enderezó en su lugar inhalando profundo para tratar de relajarse, pero lo notó, un ápice extraño. ¿Era esa la razón del enojo entre ambos?, esperaba que no estuviesen discutiendo por algo como eso.

— Jinie, tú tienes el poder para hacer ese tipo de cosas, sabes que yo solamente soy una pantalla frente al resto de socios.

— No decías eso hace media hora, cuando querías que tomara un descanso, mencionando que te encargarías de todo como el alfa de la relación – un estruendo hizo sobresaltar a ambos alfas, producto del golpe seco que había dado Seokjin en el escritorio de madera. Jungkook estuvo a punto de retirarse, pero notó cómo el contrario se desestabilizó.

Sus reflejos fueron lo suficientemente rápidos para sostenerlo entre sus brazos, Seokjin estaba débil y un tanto frío. Pronto Namjoon estuvo a su lado encargándose de su omega, se le veía preocupado por la situación como cualquier alfa lo estaría por su omega. Eso le evocó recuerdos con cierto castaño que no dejaba de dar vueltas en su cabeza, Diosa si estuviera en la misma situación con Taehyung no tendría mucha paciencia para pensar.

— Suéltame, estoy bien – se quejó el omega al sentir el tacto de Namjoon en su cuerpo, sin embargo, era él quien no dejaba de aferrarse a la camisa del alfa. Intentó incorporarse, pero sus movimientos eran torpes debido a lo débil que se sentía.

— Ahora sí, me crees que deberías tomarte unos días – le reprochó Namjoon totalmente preocupado, comenzando a esparcir su esencia para tranquilizar a Seokjin, quien se ocultó entre el pecho del alfa, sintiendo que los malestares mermaban – Jinie, esta es la segunda vez que sucede.

El omega no dijo palabra alguna, al contrario, buscó refugio en el espacio del cuello del alfa; Jungkook se sentía nervioso, su lobo se agitó en su interior, no quería estar cerca de Seokjin en esos momentos, el alfa mayor lo observó un poco desconcertado por su repentina actitud.

— Hyung, deberías ir al hospital – Seokjin en su estado débil, apenas entendía la razón de esa frase, Namjoon estaba de acuerdo con la afirmación del menor, ya que había sido la principal razón por la que estaban discutiendo minutos antes –, me retiro para darles privacidad.

Musitó mientras se dirigía a la salida de la oficina, en esos momentos se sentía demasiado abrumado por la situación. Tanto así que al sentir el toque en su hombro se tensó aún más, soltando el aire que sin darse cuenta había estado reteniendo, volviendo a llenarse de esa esencia. Se soltó del agarre de Namjoon de manera lenta, intentando no descontrolarse, brindándole una sonrisa que terminó siendo una mueca.

Jungkook terminó de salir de la oficina, cruzando las puertas mientras que Namjoon lo llamaba para que se detuviera, el mayor lo había notado demasiado pálido, con sus ojos parpadeando en rojo. Seokjin le había dicho que estaría bien, ninguno estaba seguro de la estabilidad del menor, motivo por el cual ahora le seguía de cerca.

— Jeon, detente. No puedes ir por ahí esparciendo feromonas ¿Qué te está sucediendo?

— Namjoon deberías estar con Seokjin hyung – su voz tenía un tono tembloroso, empuñaba sus manos tratando de controlarse, estaba ansioso, su lobo aullaba por consuelo, uno que no encontraría en esos momentos – hablo en serio, ve con él antes que te arrepientas.

— ¿A qué te refieres?

— Hyung está esperando un cachorro, por eso está así y yo no puedo... – susurró, cada palabra dicha entre dientes. Namjoon no estaba seguro si creer en esas palabras, si bien era cierto su omega había estado con ciertos cambios de humor y más cansado de lo normal, él pensaba que todo se debía al estrés, quiso preguntar cómo era que lo sabía, pero no hubo necesidad de decir algo –, lo pude olfatear en él de acuerdo. Es aún muy leve, pero pude percibir la esencia dulce.

El menor se soltó del agarre en su brazo, el cual solo lo estaba deteniendo de avanzar, le dio una mirada severa al mayor y fue suficiente para hacerle reaccionar, no iba a preguntar cómo era eso posible, Namjoon conocía la jerarquía del menor, pero en todo ese tiempo nunca fue testigo de los sentidos desarrollados de Jungkook.

Ahora entendía muy bien el porqué de su reacción; con Seokjin llevaban dos años y medio de casados, tuvo el gusto de conocer a la pareja de Jungkook y también conoció parte de su historia hasta que llegó la tragedia. Durante ese tiempo, en el cual, el alfa se había sumido en depresión por la pérdida de Chayeon su lobo estuvo dormido, la pérdida del cachorro fue el peor golpe que pudo recibir y eso mismo lo hacía comprender el miedo en su mirada. Aunque eso no explicaba su inexplicable mejoría en cuanto a sus sentidos, ¿había cambiado algo?

Jungkook no puso más cuidado en seguir en el lugar, necesitaba relajarse en su propio espacio personal y el único en todo ese edificio se trataba de su oficina donde podría respirar la esencia de Taehyung gracias a aquella prenda que hurtó; en grandes zancadas llegó al final del pasillo anhelando por fin cruzar las puertas de su lugar seguro, ese que lo resguardó en su melancolía durante dos años.

— Señor Jeon...

— Ahora no, señorita Han.

La chica no tenía la culpa, pero le irritaba su esencia empalagosa a su alrededor ¿Cómo había soportado tenerla como su asistente todo ese tiempo? Abrió la puerta esperando encontrar paz y lo único que encontró al otro lado fue el aroma de otro alfa invadiendo su espacio. Un hombre fornido, alto y de cabello oscuro inspeccionaba su oficina con descaro, su lobo que ya estaba a la defensiva gruñó, alterándose aún más cuando lo notó curioso, olfateando cerca de su escritorio.

La bufanda de Taehyung estaba justo en ese espacio el cual era inspeccionado descaradamente, esto era el colmo para la poca paciencia de su lobo que se hallaba disgustado ante que alguien más olfateara el aroma de su omega, no dejaría que profanara aquella esencia que resguardaba bajo llave.

Para colmo del alfa, el contrario ni siquiera se inmutaba por sentir su presencia, no hasta que sus feromonas fueron expulsadas como una ola, en advertencia, como un llamado de atención, haciéndolo regresar la mirada hacia la puerta. Se trataba de ese ejecutivo de la cadena de hoteles, no recordaba su nombre, pero le parecía demasiado extraño.

El alfa le dio una sonrisa falsa, de esas que hacían todos los socios de la compañía para intentar quedar bien ante los otros jefes, recordaba su molesto tono de superioridad cuando preguntó por la idea del proyecto. Demasiado conveniente que fuera justo la persona con la que necesitaba hablar, quien ahora invadía su oficina. Era como esas víboras inspeccionando el lugar, aguardando que su presa se acerque para lanzar el primer ataque letal.

— Oh, señor Jeon lo estaba esperando.

— No podía esperar fuera de mi oficina. No le parece una falta de respeto, invadir el espacio de otro sin ser invitado.

— Su asistente me permitió la entrada.

Jungkook se tensó ante las palabras del contrario, podía sentir el nerviosismo en la chica, que trataba de explicarle con desesperación que ese no era el caso, y le creía, sabía que Minah era totalmente leal, jamás había ingresado a una persona a su oficina sin su autorización. Por la forma en la que el otro alfa lo veía no le cabía duda que el cinismo estaba plasmado en esos ojos.

¿Acaso estaba tratando de intimidar a su asistente? ¿Estaba tratando de imponerse frente a él? Jungkook despreciaba ese tipo de actitudes provenientes de una educación alfista.

Le pidió a su asistente dejarlos solos y la chica simplemente se limitó a realizar una reverencia, casi huyendo del lugar donde ambos alfas parecían asesinarse con la mirada. Jungkook sintió que su cabeza punzó en molestia, no le agradaba en absoluto que ese alfa estuviera ahí, no solo por la invasión a su espacio, sino también por la confianza que este se daba al estar soltando su esencia a licor y tabaco.

— ¿A qué debo su visita, señor...? – el alfa se rio con sorna pensando que Jungkook se estaba dando aires de superioridad frente a él, cuando era todo lo contrario, no podía importarle menos su presencia en la reunión y mucho menos cuál había sido el nombre con el que lo presentaron. Jungkook esperó pacientemente que su pregunta tuviera una respuesta pronta, pero solo logró una ceja alzada y una negación con la cabeza –. Lamento si le resulta gracioso el no conocer su nombre, pero al ser un desconocido me temo que necesito que me lo recuerde. Creo que no es necesario el mencionar que hasta hace unas semanas usted no formaba parte de la compañía, por lo que es muy fácil no tener conocimiento de quién es.

Ahora era Jungkook quien sonreía internamente ante el cambio de actitud del contrario, él conocía la manera de imponerse frente a los otros sin necesidad de sacar su jerarquía como una ventaja, las situaciones como esas siempre se daban, ese alfa no era diferente a cualquier socio testarudo, su lobo le pedía salir para imponerse frente este, pero no se dejó llevar por sus instintos.

— Mi nombre es Kang Doyung, el nuevo ejecutivo de la línea Hotelera – otra sonrisa más salió de sus labios antes de pronunciar las siguientes palabras – y quiero apoyarlo en el proyecto de invierno.  

Por alguna extraña razón que no comprendía, su hyung estaba empeñado en tenerlo encerrado en su oficina cuando tuvo un asunto urgente por atender, insistiendo que no tardaría demasiado en regresar. Hoseok le había mencionado que tendrían una charla de rutina, algo que durante mucho tiempo no tuvo, sin embargo, ese no era el problema de la situación actual, llevaba mucho tiempo en ese lugar y lo único que quería era estar en su habitación.

Estaba aburrido, su ansiedad estaba saliendo a flote con el pasar de los minutos y sus manías eran lo único que lo mantenían concentrado, debía esperar, pronto podría salir de ese espacio y calmar sus necesidades en la tranquilidad de su habitación.

Durante el fin de semana su lobo parecía haber cedido su control a su parte humana, cosa que no le importó hasta que cierto alfa desapareció de su lado. Todo fue normal durante la noche del domingo, incluso podría mencionar que lo invadía, un estado de paz que jamás había experimentado, se encontraba más que feliz al recordar las palabras de Jungkook, le había dicho, no, prácticamente lo hizo sentirse como si fuera importante.

"Tú serías la Luna"

Esas palabras aún provocaban un alboroto en su cuerpo, pero el efecto efervescente se terminó cuando comenzó el interrogatorio por parte de su hyung, comentando cosas extrañas, "Jungkook es un alfa puro, ¿te sientes cómodo estando con él?", eso fue lo último que dijo, Taehyung sonrió divertido porque él sabía la jerarquía del alfa, su lobo estaba de acuerdo con eso, más que complacido al tener a Jungkook solo para él.

Alfa... mío.

Se puso de pie luego de sentirse aburrido de esperar, siendo que el stimming ya no funcionaba para controlarlo y antes que sus movimientos lo llevaran a morderse las uñas decidió que era suficiente el tiempo que llevaba ahí dentro. Llegó hasta la puerta, intentando salir del lugar en el cual lo habían encerrado, pero se encontró con que tenía seguro, trató de no asustarse, aunque le fue casi imposible controlar a su lobo entrando en pánico. Los recuerdos dolorosos de su pasado siempre hacían estragos en su mente.

"¡Alfa, por favor! No fue mi culpa, abra la puerta"

No, él ya no se encontraba en esa casa, estaba a salvo, no volvería a esa horrible pesadilla. Con desesperación comenzó a girar el pomo de la puerta, su lobo hizo presencia en sus ojos de nuevo, no tenía mucha fuerza estando en su forma humana y el animal reclamaba por mutar para sacarlo de ahí, pero se negó a mutar, solo debía llamar la atención para que alguien notara su desesperación.

— ¡Por favor! ¡Alguien me escucha! ¡Hobi hyung!

Sus ojos comenzaron a escocer por las lágrimas que amenazaban por salir, la angustia en su pecho le dificultaba el respirar. De pronto escuchó la voz de su hyung junto con la de otra persona, con el temblor presente en sus manos soltó el pomo de la puerta, esperando que alguien lo sacara de ahí, ¿Por qué su hyung le había hecho algo así?

Las voces fueron haciéndose más claras como si estuvieran justo al otro lado, con cautela fue acercando su oído, dejando su rostro pegado sobre la madera.

— Tae aún no sabe sobre esto, ¿cierto? – esa era la voz de Bogum, parecía no estar de acuerdo con algo en la conversación, ¿Qué era eso que debía saber? –. Me lo suponía, esta mañana cuando fui al hospital no se veía para nada bien. No puedes seguir ocultando la verdad.

— No sabía cómo reaccionaría ante una noticia así. Sin embargo, ahora, con esto tenemos una oportunidad muy buena.

— Si le ocultas la verdad será aún peor – alzó el tono de voz, haciéndolo estremecer, sus uñas arañaron levemente la puerta, ansioso, esperando escuchar la resolución de la discusión –, esto es un tema delicado y si tú no se lo dices, entonces yo lo haré. Además, no me agrada la idea esa, de exponerlo a un alfa desconocido.

— Entiende, todo esto es por el bien del lobo de Tae, fue él quien lo escogió, créeme, no es ningún desconocido.

— ¿Y estás de acuerdo con esta locura? – Bogum no se escuchaba para nada feliz – Ella dijo exactamente lo mismo, pero ¿por qué no pude ser yo?

El rumbo de la conversación no le agradaba en lo absoluto, ¿Por qué hablaban de él como si de una cosa se tratase? ¿Qué era eso que le ocultaban? ¿A qué se referían con que su lobo había escogido a alguien?, al parecer eso último, su parte animal no estaba dispuesto a responder porque se encontraba más dispuesto a pelear que dar explicaciones de algo que estaba más que claro. En ocasiones, como esas, podía sentir como si el control le fuera arrebatado, dejándolo sujeto en alguna parte de su interior, viendo todo el exterior como un espectador más.

Sus ojos brillaron aún más en azul, no se iba a contener un segundo más, además del hecho de no querer escuchar esa absurda conversación. Estuvo a punto de tirar la puerta abajo cuando escuchó el seguro, siendo quitado, revelando así a ambos alfas con rostros sorprendidos por encontrarlo justo ahí, sus colmillos salieron en advertencia de inmediato cuando notó el primer movimiento, el cual amenazaba con robarle espacio personal.

— Tae...– murmuró Park, aún sorprendido por la agresividad en la mirada del omega, intentó acercarse, pero Taehyung dio algunos pasos hacia delante de manera amenazante, anticipando sus movimientos.

— Taehyung, tranquilo. ¿Por qué estás así? – Hoseok alejó lentamente el cuerpo de Park del alcance del omega, conocía ese brillo particular en los ojos azules.

— Me encerraste. Estabas evitando que saliera.

El mayor de los tres se sintió culpable ante esa acusación cargada de razón, sobre todo porque era el lobo del omega quien hablaba. Lo había hecho con el fin de no dejarlo salir y al mismo tiempo, para evitar que Bogum entrara a su oficina asustándolo o diciendo la información que le habían estado ocultando, Hoseok se encargaría de hacerlo antes que apareciera Park. Ahora tenía al lobo de Taehyung agresivo, totalmente a la defensiva, porque la situación solamente fue un detonante de un recuerdo.

Taehyung vio cómo su hyung intentó acercarse de nuevo a él para tranquilizarlo, pero solo empeoró la situación, ¿quería llevárselo acaso? ¿Por eso intentaba llegar hasta él?

¿Alfa, dónde estás?

—¿Por qué dijiste que me llevarás con un alfa? – Hoseok se quedó helado por las palabras del omega, quien le mostraba los colmillos en señal de advertencia, quiso responder, pero Taehyung no se lo permitió – Estabas hablando de un alfa, por qué dirías eso si yo... nosotros ya tenemos...

—No fue así Tae – Bogum se había soltado del agarre de Hoseok dando un paso adelante, un leve estremecimiento recorrió su cuerpo ante la incertidumbre del actuar que podía tener el omega –, el doctor Jung solo quería evitar que yo entrara – la tensión en el cuerpo de Taehyung disminuyó al escuchar esas palabras, su parte humana estaba llamándole la atención a su lobo por tomar esas actitudes agresivas – él solo quería protegerte para no asustarte ¿no es cierto, doctor Jung?

La respuesta silenciosa de Hoseok fue suficiente para que el omega se sintiera avergonzado, haciendo algo que ante la mirada de ambos alfas jamás lo habrían esperado. Sus ojos cambiaron de color dejando un color café oscuro.

— ¡Tus ojos! – lo señaló Bogum sin salir de su asombro por el cambio tan repentino, eso le daba una idea de lo que vio en el homenaje. ¿Eso era parte de lo que Hoseok recién le había informado? –. Era verdad, no lo puedo creer, ¿desde cuándo lo puedes hacer?

— ¿Qué cosa?

— Eso de los ojos y el lobo. Vamos, tienes que decirme todo, ahora que lo sé prefiero que venga de ti o de ambos.

Taehyung se sintió ansioso por la mención de su lobo, pensó que este saldría de nuevo para protegerlo, pero el animal estaba tan avergonzado que solamente se limitó a esconderse, suplicando por un consuelo de su alfa, el cual no podría dárselo en esos momentos.

Hoseok apretó la mandíbula por la indiscreción de la que era testigo, Park estaba haciendo sentir incómodo al omega, no es que fuera un mal chico, pero eran ese tipo de actitudes por las que ni siquiera pensó en él para ayudar a Taehyung, siempre estaba tratando de tener contacto físico, nunca entendía que el omega se estremecía por miedo y no por nerviosismo, se quedaba callado no porque dejara pasar sus comentarios, sino por el hecho de respetar las jerarquías alfa sobre omega. En conclusión, a Taehyung le agradaba Park Bogum al ser diferente de los alfas que conocía, pero simplemente obedecía a sus órdenes no implícitas, como lo había sido esa última frase.

— Vamos, quiero saberlo todo.

— Mi... lobo y yo...

— Alto, Taehyung-ah no es necesario que des una explicación. Park – Hoseok le llamó la atención al notar que Taehyung estaba haciendo justo lo que se le había ordenado. Le dio una mirada fulminante para recordarle su conversación anterior –, recuerdas que teníamos algo importante por hablar con Taehyung, será mejor dejar el tema del lobo para otro momento.

— Cierto – habló con culpabilidad, Taehyung observó la escena con asombro, los alfas siempre lograban ese tipo de reacciones en los otros. Pero siempre existían jerarquías entre ellos mismos, como su hyung imponiéndose frente Bogum, quien había bajado la cabeza.

— Hobi hyung, ¿Qué es eso tan importante que has estado ocultando?

Ambos alfas se vieron asombrados, aunque de inmediato comprendieron que la conversación secreta había sido escuchada.

— Tae...

— No, yo se lo diré – interrumpió serio el mayor, suspirando un tanto ansioso por la reacción que tendría el omega – Tae, se trata de la señora Choi – la sorpresa en los ojos del omega era de esperarse –, ella está muy mal y quiere verte.

— Eunyeong – susurró con horror al imaginar lo peor, sus ojos picaron por las lágrimas acumulándose, pero no era momento para consumirse en la tristeza, más bien lo que lo invadió fue la decepción al comprender que habían intentado ocultarse esa información. Hoseok se veía culpable y eso le enfureció aún más, ¿por qué tenía que mentirle? – ¡Llévame al hospital hyung o donde sea que esté!, quiero estar ahí ahora.

Hoseok no pudo argumentar más palabras porque el omega había desaparecido en el pasillo con dirección a su habitación. Ni siquiera les dio tiempo suficiente para mencionar algo más sobre la situación, pero viendo su reacción asumió que sería mejor tomar la opción que la misma Eunyeong les dijo, ella se encargaría de hablar con él. Prácticamente, los llamó cobardes y realmente no podía estar más de acuerdo con la anciana.

Por su parte, Taehyung se sintió aterrado, estaba solo después de tanto tiempo, su lobo se había ocultado, pero sabía cómo hacer que reaccionara, llegó hasta el closet donde estaban guardadas sus pertenencias, buscando una prenda en específico. Si bien no era mucho, se trataba de algo que funcionó durante las últimas noches.

Cuando Jungkook estuvo en la ducha, él se encargó de llevar la ropa mojada a la lavandería, metió todo en las máquinas para que quedaran limpias y sobre todo secas, con excepción de la corbata negra que traía ese día con su magnífico traje, esa única prenda tenía la mayor parte de la esencia del alfa impregnada, la intensidad del olor era como si estuviera aspirándola desde la propia piel de Jungkook. Su lobo no se resistió y la resguardó en su habitación.

Ni bien había acercado la nariz a la tela, el cosquilleo en su cuello se hizo presente, como si reconociera la fragancia, su lobo ronroneo en su interior, bailando debajo de su piel. Se dio la libertad de olfatear por algunos cuantos segundos más antes buscar su reflejo en un espejo, con el fin de asegurarse que de nuevo estaba presente su parte animal, pero no tuvo suerte, parecía que su omega se encontraba más tranquilo con el placebo de la esencia y eso era suficiente para detenerlo de aparecer.

Abultó sus labios al sentirse extraño sin ver sus orbes azules, habían pasado cuatro años desde que apareció por primera vez, mutando en un hermoso lobo blanco, tenía mucho que agradecerle porque evitó que él sufriera de primera mano aquel evento doloroso. Su mano vaciló hasta llegar a su vientre, casi de manera inconsciente, tratando de encontrar algo que ya no estaba.

Cachorro... sollozó su lobo.

Con rapidez quitó su tacto del lugar que más evocaba recuerdos dolorosos y negó frenéticamente para intentar no pensar en lo sucedido, apretó la corbata entre sus manos y volvió a aspirar el olor hasta que sus pulmones estuvieron llenos del aire impregnado, su mente se intoxicó hasta nublar cualquier pensamiento, dejando una sola imagen, la de Jungkook, su mirada penetrante, su sonrisa, la forma en la que arrugaba su nariz cuando estaba satisfecho al verlo comer y el brillo en sus ojos cuando le dijo que él era la estrella más brillante de la noche.

— Taehyung-ah, ¿estás listo? – la voz de Hoseok se coló entre sus recuerdos – Eunyeong te está esperando.

Esa frase fue suficiente para hacerlo reaccionar volviendo a la realidad del momento; Eunyeong se encontraba mal, había pedido por él y justo como ella estuvo para ayudarlo, ahora le devolvería el favor.

Tomó su abrigo largo e inconscientemente, se guardó la corbata entre el bolsillo, su lobo podía estar menos presente, pero nunca estaría del todo ausente, tomando así control en ciertas acciones, justo como en ese momento que su mano izquierda apretó un poco la tela asegurándose que estaba ahí.

Estuvo a punto de salir hasta que miró el estuche de su cámara, sin dudarlo lo llevó también consigo, algo le decía que quizá no volvería tan rápido como esperaba.

El trayecto había sido silencioso, le sorprendió que en el momento de salir de la cabaña estuvieran esperándolo ambos alfas para ir con Eunyeong, parecía que estaba siendo escoltado a algo importante, eso le provocó más ansiedad, constantemente apretaba la tela dentro de su bolsillo, para seguido llevar esa mano a su nariz y poder olfatear un poco del olor que se adhería a su piel.

Podía percibir el nerviosismo de Bogum creciendo como una ola de humo asfixiante, era molesto y su hyung se dio cuenta de eso, agradeció que abriera las ventanas para liberar la tensión dentro de la cabina del auto. Ninguno de los dos alfas le quisieron explicar más acerca de la situación, incluso cuando preguntó fue ignorado con una simple frase "cuando lleguemos comprenderás".

Por esa razón, en el momento en el que estuvo frente a la casa que consideraba su propio refugio y no en el hospital, no dudó en prácticamente salir corriendo del auto sin esperar o escuchar a los alfas. Sacó sus llaves e ingresó al lugar. La casa estaba a oscuras, se sentía frío, nada parecido a como lo recordaba, y eso apenas hacía unos días atrás, ¿Qué había sucedido?, pronto el olor a tristeza invadió sus fosas nasales, provenía del segundo nivel de la pequeña casa.

Sus pies se movieron con mente propia, subiendo de dos en dos cada escalón, su lobo alzó la cabeza desde su escondite, olfateando el ambiente al llegar a la planta donde se intensificaba esa esencia, era un poco agria, combinada con el dulce que pertenecía a la anciana. Al estar frente a la puerta de la habitación de Eunyeong sus manos comenzaron a temblar, temiendo lo peor. Lentamente, fue abriéndose paso en el espacio, encontrando a la señora Choi en su cama, parecía dormir tan plácidamente, pero las condiciones eran poco prometedoras.

— ¡Eunyeong! – corrió hasta llegar a la orilla de la cama, en su cuello mantenía una compresa húmeda, la cual se había movido un poco, así que mostraba un atisbo de la marca volviéndose oscura. Inconscientemente, ver eso le recordó a su propia marca temporal – ¿Qué sucedió? ¿Por qué estás así?

Con una débil sonrisa, Eunyeong abrió los ojos, se sentía cansada todo el tiempo y durante la visita que le hizo Bogum en la mañana había sido inyectada con un sedante para poder soportar mejor el día.

Alzó su mano hasta llevarla al rostro de Taehyung, quien ya tenía mojadas las mejillas por las enormes gotas saladas que rodaban y salían sin control de sus ojos.

— Si viniste – murmuró sonriéndole de manera cálida, el omega no lo resistió y la abrazó, rompiéndose en un llanto incontrolable, se negaba a aceptar la idea de perder a Eunyeong, conocía el significado de una marca así; Seok ya no estaba vivo, lo que significaba que a la omega mayor no le quedaban muchos días de vida – me alegro de que estés aquí – Taehyung comenzó a negar con su cabeza aún pegada al cuerpo contrario, no quería escuchar esas palabras tan dolorosas –, mi niño, escúchame atentamente.

— No me dejes por favor. No...

— TaeTae, escúchame por favor – con su poca fuerza logró hacer que levantase el rostro, estaba rojo, lleno de lágrimas, pero sonrió al notar los ojos café, sus sospechas posiblemente eran ciertas y no quería irse de este mundo sin darle un último consejo al pequeño lobo asustadizo –, eres muy fuerte. Ahora has encontrado a alguien muy especial, ¿no es así? – el omega se mordió el labio y asintió lentamente, Eunyeong limpió sus lágrimas con cariño y prosiguió –. Promete que no temerás a aceptar lo que sientes, sigue a tu corazón.

El omega le dio una sonrisa rota, tenía miedo de lo que pasaría de ahora en adelante, ¿Qué haría?, Eunyeong los había tratado como un pequeño cachorro, lo protegió y aconsejó ¿ahora también la perdería a ella?, su cuerpo se estremeció con el pensamiento de volver a quedarse solo.

La anciana lo atrajo a su cuerpo para refugiarlo en su poco calor corporal, Taehyung prácticamente trepó sobre la cama para recostarse a su lado y así abrazarla, cuidando de no tocar la marca porque sabía que sería demasiado doloroso para la omega mayor si alguien más intentaba tocar.

Eunyeong lo dejó estar, aunque su cuerpo estaba débil, no podía evitar sentirse mal por dejar solo al omega que tanto se había metido en su corazón, las lágrimas no tardaron en salir de sus ojos. Sabía que no le quedaba mucho tiempo, también se sentía feliz porque estaría con su alfa de nuevo, pero no se iría aún, no sin antes hablar con Taehyung.

— TaeTae – murmuró con su voz quebrada, el omega escondió su rostro sin dejar de llorar – promete que escucharás a tu lobo.

— L-lo haré ... – el olor de alfa se hizo presente dentro de la habitación y Taehyung reconoció que no se trataba de la esencia de Seok y mucho menos el olor de Jungkook, así que sus colmillos no tardaron en aparecer, alzando la vista hacia ambos alfas que estaban invadiendo el lugar.

Tanto Hoseok como Bogum detuvieron sus pasos, solamente querían saber la condición de la omega mayor, pero Taehyung parecía renuente a dejar pasar a alguien más. Bogum se había encargado del cuidado de la anciana durante esos días; su tiempo como ayudante dentro de Be Live le había proporcionado los conocimientos necesarios para tratar un omega en sus últimos días por un lazo roto y Hoseok al ser médico se encargaba de brindarle los medicamentos que ayudarían a hacer más llevadero el proceso. Ahora estaban siendo desplazados del espacio que formaron ambos omegas.

— ¡Fuera! – exigió Taehyung, aún aferrado al cuerpo de la anciana.

— TaeTae, solo son Hoseok y Bogum, está bien.

— No quiero que estén aquí – Eunyeong observó con pesar a ambos alfas quienes la veían con algo de culpa, la anciana se limitó a hacer un gesto, dándoles a entender que necesitaban un poco de privacidad.

Decidieron dar un paso atrás y volver a cerrar la puerta, terminando ambos en la planta baja de la casa, esperando el momento en el que saliera Taehyung. Merecían aquel trato tan arisco por parte del omega.

— Eunyeong – murmuró una vez estuvo más tranquilo, sin soltarse aún de su agarre sobre el cuerpo de la omega mayor, ella murmuró un sonido afirmativo en respuesta, tenía los ojos cerrados porque seguía sintiéndose cansada y lo único que deseaba era estar durmiendo todo el tiempo – sé que es muy tarde...

— Nunca es tarde para hacer algo Tae, a menos que no haya vuelta atrás.

— Quiero decirte, la verdad de mi pasado – Eunyeong abrió los ojos sorprendida, lentamente se giró para quedar frente a frente. Quería verlo para darle seguridad, cosa que agradeció Taehyung al sentir las leves caricias que dejaba en su cabello invitándolo a continuar – no escapé de casa porque mis padres fueran estrictos conmigo – mordió su labio inferior tratando de evitar el temblor en este – hui de mi alfa. Mi lobo tomó control de mi cuerpo, al verse amenazado mientras estaba perdiendo a mi cachorro.

La anciana no podía creer lo que escuchaba, ella habría jurado que el omega pudo haber sido abusado por algún alfa, pero nunca imaginó que este tendría uno como tal, cuando le comentó sobre su familia estricta, muchas de sus actitudes encajaban con el relato de vivir una vida llena de reglas, pero nada dejaba en claro su temor a los alfas.

— Tae... – murmuró ella con enormes lágrimas en los ojos al sentirse impotente y con tanta rabia, pero el omega negó a su llamado, sonriendo de manera rota frente a ella.

Taehyung se acercó aún más a ella, tragó duro por lo siguiente que iba a decir, su lobo ya lo había consentido. Ambos estaban de acuerdo con lo que diría.

— Hay algo más – susurró haciendo que la omega frunciera su ceño, quedando a la expectativa – Mi verdadero nombre es Siu, Baek Siu – le sonrió, sintiendo que un peso se iba de su pecho al confiarle su mayor secreto.

"Desde ese día quería gritar lo roto que me encontraba"

"Cada esquema de mi vida se vio hecho trizas, pero tengo miedo que todo vuelva a caer ahora que todo se ve perfecto"

"Poco a poco abro los ojos esperando encontrarte frente a mí con la luz del nuevo día"

"El tiempo es tan sabio, porque supo calmar la tempestad en mi interior"

"Frente a mí existe una nueva luz, que desaparece la oscuridad"

"Siento como si una flor creciera en mí, haciéndome sonreír, volviendo a sentir, pensando solo en ti"  

 Hola a todos, personitas bellas. No saben lo bonito que se siente actualizar este capitulo, ayer me motive muchísimo con sus bonitas palabras, así que, esta actualización está dedicado a todos ustedes que no quieren que la historia termine y así darles a entender que esto está empezando.

Los estaré leyendo en comentarios y respondiendo, me gusta poder interactuar con ustedes personitas. Hasta una próxima actualización. No olviden mantenerse saludables, mucho cuidado para aquellos que el ciclón los está amenazando con tormentas horribles.  Purple hearts 💜💜💜💜


Imagen rompe corazones 😭😭😭😭

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