VIII
Jungkook no era el mejor buscando un lugar para comer, normalmente siempre pediría a domicilio, así que su teléfono lo guio hasta un restaurante tradicional donde en las reseñas mencionaba ser uno de los mejores. Él hubiese preferido algo más como una hamburguesa o pizza, pero cuando nombró las opciones, el omega pareció entrar en una especie de pánico por la comida que le mencionaba, le intrigaba ese tipo de actitud. Incluso había mencionado que eran demasiadas calorías, ¿en serio pensaba eso?
— Me interesa saber algo – el alfa era demasiado curioso con las cosas, sobre todo si se trataba del omega, así que no sería la diferencia de ser una víctima más de su indagación; siempre encontraba algo más en las palabras de las personas, el castaño se volteó hacia él y aprovechando una luz en rojo hizo contacto visual – ¿alguna vez has comido las hamburguesas? – el omega sonrió por la pregunta, pero era de esperarse.
— No – dijo con melancolía al recordar su pasado – nunca tuve la oportunidad.
— Bueno, por qué no hacerlo ahora.
Taehyung no tenía un argumento realmente válido para negarse a eso, prácticamente el alfa le estaba dando el permiso y su consentimiento de comer algo así. Su estómago se hizo un nudo enorme como si no estuviera dispuesto a colaborar, pero no dejaría que su autosabotaje funcionara, no lo permitiría. Se encogió de hombros y con la sonrisa que le regaló el alfa juró que se trataba de una de las mejores vistas que pudo haber tenido. Parecía satisfecho con su respuesta, él había cumplido con una petición que le dio Jungkook, se veía feliz. Podría acceder a perder el miedo a la comida con tal de ver esa hermosa sonrisa en el rostro ajeno.
Su simple confirmación por la comida fue suficiente para que Jungkook cerrara la aplicación de GPS que lo guiaba hasta aquel lugar, cambiando de ruta para llegar a un restaurante diferente. Taehyung se sentía nervioso, la última vez que comió algo así fue cuando vivía con sus abuelos en Daegu, pero sus padres tenían planes diferentes para él, así que se lo llevaron a América, por esa misma razón entendía la nostalgia de Eunyeong al no tener contacto con su hijo y sus nietos. Los pensamientos nostálgicos se vieron interrumpidos cuando el auto se estacionó en aquel lugar, el aire estaba impregnado con el olor a ¿grasa?, no, más bien era algo como cosas fritas.
Si puedo, si puedo, si lo lograré.
No lo iba a lograr, definitiva e irrevocablemente no, estaba sentado en una de las mesas del lugar de comida rápida, el alfa le preguntó por su pedido y él no supo qué decir, dejándolo a decisión del contrario. Veía a su alrededor donde el resto de personas conversaban, comían y disfrutaban; ¿Dónde les cabía tanta comida? Las hamburguesas eran enormes, los refrescos eran gigantes y las papas parecían no terminarse. Sus manos comenzaron a sudar, sentía emociones encontradas, al menos ese era un problema fácil de controlar a diferencia de las náuseas que le daba el solo percibir la comida.
De pronto tuvo al frente suyo una bandeja con comida, dos refrescos grandes y dos menús de hamburguesas, una más pequeña que la otra, al igual que las papas, el omega agradeció el gesto cuando le fue entregada la versión pequeña de la comida. Jungkook lo miró atento mientras se metía una papa a la boca, quería ver la reacción del contrario al probar algo así por primera vez, si resultaba un total desastre, tomaría eso como misión fallida al intentar agradarle un poco.
Taehyung tomó la hamburguesa entre sus manos, acallando todas las voces de su cabeza que le reprochaban sobre las calorías, la cantidad de comida y recordándole todo lo que no tendría que ingerir durante el día por haber consumido toda la ración de alimento que debía tener en el día; inhaló profundo y dio un pequeño bocado, sus papilas, casi podía sentirlas hormiguear, disfrutando el sabor, la carne en combinación con el queso, el pan, la lechuga y el tomate era lo mejor que había probado, sentía la grasa resbalar por las comisuras de sus labios, pero no podía dejar de degustar la combinación en su boca.
El alfa no pudo evitar sonreír al verlo degustar la comida, dando varias mordidas pequeñas, masticaba haciendo muecas con los labios, hacía pequeños sonidos de placer, mientras que su cuerpo se movía haciendo un baile de felicidad, le parecía tierno, incluso verlo con unas cuantas manchas de salsa era la visión más linda que había visto. En otros casos se habría reído, pero ahora solo le provocaba que su corazón se derritiera.
Un sentimiento de protección crecía en su interior, preferiría mil veces más verlo comer, así de feliz a tener que pasar por una situación parecida a la del estudio. Eso le hizo recordar que debía preguntar por lo sucedido.
— Y, ¿Qué te pareció?
— Delicioso, no puedo creer que esté comiendo esto. Si mi madre me ve en este momento se moriría de un colapso nervioso. Eso me recuerda que debo dejar de comer, con dos mordidas es más que suficiente.
El alfa se extrañó ante lo mencionado, porque él vio cuando dio varias mordidas a la comida, inspeccionó la hamburguesa, que había regresado a su espacio en la bandeja, y pudo notar que efectivamente parecía que solo tenía dos mordidas, ¿acaso esa era la cantidad de comida que se permitía comer el omega?
— No puedes hablar en serio, morirás de hambre – el omega negó un par de veces desviando la mirada hacia abajo –. Hace unos segundos parecías disfrutarlo. Come un poco más, en serio no te juzgaré. – eso pareció animar un poco más al castaño, quien levantó la mirada, estaba un tanto cristalina, suplicante e indecisa, como cuando en el estudio de pruebas le dio ese ataqué de pánico –. Además, la comida siempre sabe mejor en compañía.
— Jamás había escuchado eso, supongo que se siente bien tener un poco de compañía al comer. En casa siempre estaba solo.
— Ahora me tienes a mí y te puedo asegurar que no sufriré de un colapso por verte comer más – el omega sonrió, ruborizándose un poco, ante el comentario de Jungkook, pero había sido suficiente para sentirse más cómodo, cosa que el alfa notó – Hablando de crisis – sí, él no iba a obviar el tema con facilidad, tampoco era en lo absoluto cauteloso y mucho menos tenía tacto para mencionar tocar ciertos temas cuando la curiosidad le ganaba – ¿Qué sucedió en el estudio?
— Se refiere a usted llevándome en sus brazos o cuando dijo que era su omega – eso, ¿esas palabras habían salido de su boca? En serio debía tratar seriamente con su lobo; por su parte, Taehyung tenía que recalcar ese momento porque se regocijaba por la actitud del alfa con el que se había encaprichado su lobo; sin embargo, el desconcierto en el semblante de Jungkook le indicaba que no se sentía bien con lo que dijo–. Es decir, lo siento no fue mi intención hablar de manera tan insolente.
— No, no, está bien. Soy yo el que debe disculparse – Jungkook no pudo evitar sentir ese sentimiento de protección con el castaño, se veía decaído cuando hace unos segundos tenía una bonita sonrisa en sus labios mientras comía, no pudo evitar el impulso de tomarle la mano sobre la mesa para brindarle apoyo – por favor acepta mis disculpas, mi lobo ha estado un tanto incontrolable estos días.
— ¿Es por su celo suprimido?
— ¿C-cómo sabes eso? – el alfa se sintió ansioso por la pregunta, nadie más que sus amigos conocían lo de sus celos.
— El día que lo llevé al centro, le hicieron unos análisis, son protocolos del lugar. El doctor dijo que, fue un celo suprimido. Me preocupé mucho por usted porque los alfas sufren un poco más que un omega, así que mi lobo no se apartó de su lado hasta que pasó todo – Jungkook tenía una mirada descolocada, no sabía cómo reaccionar. El omega frente a él estuvo consciente todo el tiempo, lo más asombroso era que Taehyung le comentaba todo aquello comiendo, sin fijarse realmente en las calorías, si era mucha comida o cuantos bocados llevaba, no le tenía miedo. Él podría soportar la vergüenza con tal de verlo comer así – entiendo que no se recuerde de todo lo ocurrido, tenía mucha fiebre y deliraba con cosas graciosas – sonrió divertido.
— ¿Sí? – el omega asintió en respuesta sin dejar de dar pequeñas mordidas a la hamburguesa que casi estaba terminando – ¿Cómo qué cosas?
— Decía que yo era hermoso – sonrió tímido, sus mejillas se ruborizaron de inmediato –, pero no me usó para su celo, solo se quedó ahí – la palabra usar fue lo que menos le agradó del relato, Jungkook recordaba cada minuto porque, aunque, tenía una desconexión con su lobo siempre en los celos él estaba presente de alguna manera, así que no dañaría a Taehyung solo por instintos reprimidos cuando lo único que pedía su gélido corazón era sentir el calor contrario – no haga eso.
— ¿Qué cosa?
— Fruncir así el ceño, se le arrugará la cara.
Era realmente hermoso, le confundía que fuera tan tímido y a la vez tan liberal para hablar cosas, parecía no tener un filtro restringido para ciertos temas. Estaba más que maravillado con el omega de ojos azules, definitivamente esa mirada escondía más de lo que demostraba. Para él era tan claro como el azul zafiro, podía verse como alguien extraño, pero tenía actitudes demasiado particulares.
No le gustaba el contacto físico, lo recordaba de todas esas veces que fue testigo de ello; en el parque cuando se lo llevó ese otro alfa prácticamente se le escabulló de las manos, en el estudio evitó tomar la mano de cualquiera y respondía con una reverencia. Entonces, ¿Por qué con él no era así? Sus manos ya no estaban tomadas, pero en ningún momento mostró estar incómodo con su tacto, mucho menos al pasar con él la noche. Diosa, Jungkook, lo había tocado, olfateado, lamido incluso y el omega se había dejado hacer completamente a su merced. Lo reclamó como suyo frente a muchas personas y lo vieron subir a la oficina con él en brazos.
La conversación se estancó por algunos minutos hasta que el alfa notó que el castaño volvía a ver la comida con miedo, entonces se las arregló para preguntarle sobre él. Conoció la tierna historia del porqué su nombre artístico, aunque no entendía la razón del número cinco, Taehyung se había negado a decirlo, limitándose solamente a decir que era especial, tenía un significado mucho más allá de una simple numeración. Le intrigaba saber el porqué de la falta de datos en su contrato, la explicación fue un tanto confusa, divagó tanto que el relato dejó más cabos sueltos que en un inicio, solamente mencionó que vivía con un matrimonio que le daba un lugar donde quedarse, así que eso se podría traducir a no tener un hogar fijo.
Para Jungkook detrás de cada historia había algo más, que en su cabeza necia ya estaba fijado como meta, alcanzar el mayor nivel de confianza con el castaño para que le dijera las cosas. Aunque él fuera un total descarado al ocultarle cosas también, iría paso a paso.
— Señor Jeon – Jungkook murmuró una respuesta afirmativa a su llamado, ya se encontraban en el auto para regresar a la compañía y el sonido del seguro era lo único que identificó para volver a la realidad – puedo hacerle una pregunta. Bueno, otra, que no sea preguntarle si puedo hacerle una pregunta.
— Adelante – le sonrió ampliamente por su forma tan adorable de regañarse a sí mismo –, pero antes te pediré un favor. Llámame Jungkook, ¿de acuerdo? Al menos cuando estemos fuera de la oficina.
— Eso ya me lo había pedido antes – sonrió tímidamente recordando cuando le insistió que lo llamara por su nombre, lo cual era muy conveniente porque podría hacer su pregunta con mayor confianza – Jungkook, usted... es decir, tú recuerdas algo de lo ocurrido el sábado.
Besos, piel, calor, lamidas, tacto, caricias, esencias combinadas. Vaya, si no lo recordaba, se odiaría si hubiera perdido la memoria, no perdonaría a su lobo de haberse quedado con esos recuerdos, podía estar delirando en fiebre, sí, pensó que perdería el control más de una vez, efectivamente, pero quién lo podía culpar por querer derretirse en la piel contraria, lamiendo ese lugar tan íntimo para un omega como lo era su glándula, sí era un completo descarado, no se arrepentía, lo haría mil veces más.
— Lo recuerdo, claro, que sí – el asombro en el contrario fue inmediato, casi llenando el espacio reducido con sus feromonas dulces y tonos cítricos –. Soy muy consciente de lo que sucedió y me disculpo si en algún momento te incomode.
— ¿Recuerda todo? – vaya si no lo hacía, incluso le había suplicado que se quedara quieto, que llegara a su encuentro después de encontrarse solo en la madrugada, viéndolo observar el cielo desde la ventana. Jungkook asintió, dejando aún más confundido al omega. Su hyung le dijo que el alfa salió del lugar sin mencionar nada, quizá era tímido y por eso no preguntó por él –. Me disculpo por haberlo dejado solo, pero había una persona muy preocupada por mi ausencia.
— Así que fue por eso. Es un alivio que lo menciones, pensé que te sentías incómodo por lo sucedido y por eso decidiste huir – Jungkook mordió su labio sopesando sus próximas palabras – el doctor del centro no me dio mayor información cuando pregunté por ti. Por un segundo llegué a pensar que podías llegar a aborrecerme.
— ¿U-usted preguntó por mí? – un sonido afirmativo fue su respuesta, antes de darse cuenta de que ya estaban estacionados de nuevo en la empresa –, pero Hobi hyung dijo – se tapó la boca con una mano llamando la atención del alfa quien lo miró con su ceño fruncido. Esa información le interesaba, tal parecía que ese doctor le mintió de una manera tan descarada a ambos.
— ¿Qué te dijo el doctor Jung?
— Olvídelo, no es nada importante.
Taehyung bajó del auto lo más rápido posible, incluso antes que el alfa bajase para poder abrirle la puerta. Se sentía confundido, su hyung no podía mentirle de esa manera, él confiaba mucho en el alfa que por tantos años lo cuidó y protegió. Debía tratarse de un malentendido. Entonces, ¿Por qué Jungkook se veía molesto cuando le preguntó sobre lo que le había dicho Hoseok?
El Alfa se sentía culpable, prácticamente había culpado a ese alfa, por lo que escuchó, eran bastante cercanos, Taehyung incluso tenía un sobrenombre especial para Hoseok, su intento de conquista iba con pasos de cangrejo, uno hacia delante y dos de regreso, dejándolo en el principio de todo.
Tonto, tonto, tonto.
El trayecto en el elevador fue silencioso, cada uno sumergidos en su propio mundo, la pantalla seguía indicando el número de piso hasta que las puertas se abrieron en el quinto donde ambos bajaron, las miradas no se hicieron esperar, algunas con un toque de envidia, el alfa no se caracterizaba por salir a comer, mucho menos con un empleado, por lo que todos aquellos que buscaban llamar su atención se vieron sorprendidos de la situación.
Cuando ingresaron al estudio se encontraron con la tranquilidad de ser los primeros en regresar. Recordaba haber escuchado algo como una disculpa hacia Park Bogum y una invitación a almorzar, eso no se lo dejarían pasar, pero al menos podría disfrutar un poco más de la soledad con Taehyung, quien estaba con la mirada fija en su set.
— Taehyung, podrías explicarme tu set. Es muy diferente al de Bogum-ssi y creo que hay algo más detrás de toda la escena – el rubor en las mejillas de Taehyung fue evidente muestra de lo avergonzado que se sentía, porque en el momento que trató de explicar más la idea todo se volvió un caos.
— Viví un tiempo fuera de Corea, para ser más específicos en Nueva York. En ese lugar cada final de año se hace una fiesta, pero sobre todo hay bailes de invierno con temáticas especiales. Solo quise representar eso.
Eso explicaba mucho de su visión sobre la palabra invierno, sin embargo, ahora podía completar la idea final del proyecto de invierno. Un baile de invierno en vísperas de año nuevo, sería perfecto, los solteros llegarían para celebrar por su cuenta un día antes, para que al siguiente día fuera donado lo recaudado de las subastas y compras especiales. Podrían utilizar paquetes de alojamiento en el hotel de la Isla Jeju como premios, algunos descuentos durante los primeros días del año y seguramente elevar el consumo.
Sus ojos brillaron con total satisfacción por lo que atravesaba su mente, Taehyung fue testigo de ese hermoso firmamento que relucía en la mirada contraria. Pero nada lo prepararía para la siguiente acción. Jungkook se volteó hacia él y lo alzó, pronto sus pies no tocaban el piso, sus brazos buscaron sostenerse en los anchos hombros del alfa y como si sus piernas actuaran por inercia se enrollaron en las caderas ajenas.
— Eres un genio Tae, definitivamente debemos trabajar en la propuesta de invierno con tu idea – las manos del alfa se aferraron a los muslos delgados de Taehyung, causándole un sonrojo extremo, el cual Jungkook no comprendió hasta que cayó en cuenta la posición tan comprometedora en la que se encontraban –. Yo, lo siento, me dejé llevar por la emoción.
— Está bien, pero podrías bajarme, por favor.
Como si se tratara de una orden, la cual debía ser cumplida de manera inmediata, el alfa con delicadeza dejó que los pies contrarios tocaran el suelo de nuevo, las manos de ambos seguían en el mismo lugar, Taehyung las mantenía en el cuello contrario y Jungkook había amoldado las suyas en la cintura del omega. Sus rostros estaban a centímetros, podían sentir la esencia contraria en cada exhalación, el cosquilleo se intensificaba cada vez más. Ninguno quería cortar el contacto visual, envolviéndose en una burbuja donde solo existían ellos dos.
Omega...
Alfa...
Todo fue así hasta que alguien decidió interrumpir con un carraspeo, a la vista tenían un confundido Bogum por la comodidad del omega en los brazos contrarios, se sentía molesto porque en un primer instante quería reclamar por llevárselo y ahora por tenerlo sometido bajo su agarre, pero notó que Taehyung estaba aceptando la cercanía del alfa mejor de lo que lo hacía con él. ¿Acaso ese era un sonrojo en sus mejillas? ¿Sus labios trataban de ocultar una sonrisa tímida?
Seokjin por su parte, estaba impresionado al ver a Jungkook tan devoto, su lobo estaba siendo dominado por un omega desconocido, él conocía al menor desde su adolescencia, sabía que el alfa no era agresivo, pero no era realmente partidario de cualquier omega. Él había notado el olor impregnado en Jungkook mientras discutían sobre las pruebas de fotografía, había sido marcado como suyo, siendo reclamado.
Por último, había una persona, que el omega pudo reconocer por el aroma, estaba de nuevo ahí, aquel omega rubio y bajito que trataba de tranquilizar a Yoongi, por un instante recordó que su primera impresión acerca del contrario fue equivocada, sin embargo, la mirada de este era un tanto intimidante, como si fuera una presa a la cual debía quitar del lugar donde se encontraba. Regresó la vista y ahora fue consciente de todo, soltando el cuello contrario mientras se alejaba todo lo que le permitieron las manos de Jungkook.
— Jeon, estamos en horario de oficina, por favor, ya entendimos que lo reclamaste como tuyo – habló con diversión Seokjin al notar lo divertida que era la escena – puedes soltar a Vante-ssi para conversar sobre trabajo.
El alfa se sintió avergonzado por su actuar posesivo, pero no lo podía evitar, el omega provocaba que su instinto de protección se activara, quería mantener a salvo a Taehyung, ¿de qué? No lo sabía, pero se sentía a gusto siendo de utilidad para el castaño y eso solo podía lograrlo estando junto a él.
— Seokjin hyung, siempre tan oportuno – le sonrió tímido, su agarre fue liberando el cuerpo del omega con parsimonia, hasta dejar solamente una mano detrás de su espalda, involuntariamente sus dedos dejaban leves apretones en la lana del suéter de Taehyung, intentando liberar su ansiedad – de hecho, tengo algo importante que decir.
— ¿En serio?, yo también tengo algunas cosas que quiero comentar ahora que ambos fotógrafos son parte de la compañía. Tendremos que definir el trabajo de cada uno y en dónde se desempeñaran.
— Estoy de acuerdo contigo, por eso quiero que consideres a Vante-ssi para trabajar en el nuevo proyecto de invierno – Seokjin casi bufó bajo al notar el descaro en la actitud de Jungkook, pero debía admitir que estaba de acuerdo con él, así que no le quedó de más que asentir como única respuesta.
Park sabía muy bien que esa sería la conclusión final, no le sorprendía que Jeon escogiera a Taehyung para el puesto de los proyectos publicitarios, era algo predecible de saber.
— Así que este es el nuevo fotógrafo – habló el pequeño omega rubio, dándose a notar entre la discusión frente a Taehyung – un placer por fin conocerte, mi nombre es Park Jimin – el omega extendió su mano ante el castaño quien estaba sorprendido de la inesperada presentación.
— El gusto es mío, Jimin-ssi.
— Por favor, sin formalidades, solo dime Jimin. Sé que nos llevaremos muy bien.
— Vante, él es Jimin, nuestro modelo principal. Es un poco indiscreto en ciertas ocasiones, espero que no represente un problema a la hora de trabajar – Seokjin reprendió la actitud de su menor al notar cómo intentaba acercarse al omega – ustedes dos trabajaran juntos muy seguido.
Bogum veía toda la escena como si él solamente fuera un espectador más, totalmente ajeno, quizá su malestar se debía a cierta situación preocupante que involucraba a Taehyung, no podía perder más tiempo en ese lugar.
— Si ya tomaron una decisión sobre la prueba, supongo que eso es todo por hoy, así que debemos retirarnos – la voz de Bogum interrumpió la complicidad de miradas entre el alfa y los omegas mayores, quienes comenzaron a maquinar muchas ideas sobre una posible relación entre esos dos – Taehyung tenemos que irnos – trató de acercarse para atraer al castaño hacia él, pero Jungkook impidió que diera un paso más colocándose frente a él, estaba actuando totalmente territorial y el omega parecía cómodo alrededor de eso. ¿Acaso estaba volviendo a recaer contra el mandato de un alfa?, su mandíbula se tensó nervioso por querer sacar de esa situación al castaño – Taehyung, esto es importante, surgió un problema. No puedo dejarte aquí con un desconocido, sin ofender al señor Jeon.
— No se preocupe Bogum-ssi, puede retirarse, aún tenemos cosas que discutir con Vante-ssi – le sonrió Seokjin tratando de aligerar el ambiente tenso entre los dos alfas que estaban soltando feromonas territoriales – yo mismo me encargaré que llegue a salvo a su casa.
— Pero yo...
— Está bien Bogum, me quedaré, ve.
En serio Bogum podía sentir que le estallaba una vena de la frente, porque ese omega asustadizo que tenía por nombre Kim Taehyung jamás confiaba en personas extrañas y ahora prácticamente lo estaba echando del lugar, asegurando que estaría bien con su jefe, al cual solo había visto dos veces. La actitud de ese omega a veces lo desconcertaba, pero no podía perder tiempo, menos si la situación involucraba a Taehyung de una manera indirecta.
La llamada con Hoseok le había quitado el apetito y el hecho de que Taehyung se quedase le ahorraba el ocultarle la verdad a medias que le fue mencionada por teléfono. No le mentiría.
Como era de esperarse, Jungkook prácticamente se autoproclamó para llevar a Taehyung de regreso a su casa, ¿Cuál era el problema con eso?, que no tenía una casa a la cual regresar. Porque se estaba quedando en el centro de apoyo. Era un territorio peligroso para el alfa que no quería incomodar a todas las personas que se estaban hospedando en el lugar, pero era eso o tener que pagar por un taxi dejando ir al omega con un desconocido y eso estaba más que descartado, no si él mismo podía llevarlo hasta el lugar. Además, sería una entrada por salida, ¿verdad?, se despedirían cortésmente y asunto arreglado. Así que ahí estaban de nuevo en un espacio cerrado, ambos sumidos en un silencio que encerraba mucho.
El alfa quería encontrarse con Hoseok y aclara ciertos temas de omisión de información, le parecía ridículo que un adulto actuara como un adolescente ocultando información tan importante como lo era el decir que sí había preguntado por el omega. Le hervía la sangre de solo pensar que le mintió de la misma forma a Taehyung, diciéndole quizá que él era un alfa desconsiderado, que ni siquiera había preguntado por él como si de algo usado se tratara.
Usar, usado, Usar.
Un gruñido salió de su pecho al recordar que Taehyung se refirió a sí mismo como la persona que usó para su celo, Jungkook no quería utilizarlo, no era un objeto descartable. Su lobo le decía que algo estaba mal con el omega con el que estaba encaprichado a formar un vínculo. Y quien tendría las respuestas sería ese alfa.
Todo iba muy bien en el camino hasta que comenzó a hacerse presente pequeñas gotas de agua, así como había comenzado el día parecía que el clima quería terminarlo de igual forma, pudo ver cómo la sonrisa del castaño aumentaba, maravillado por el recorrido que dejaba el agua sobre el vidrio. Jungkook por su parte se sintió incómodo, era el peor momento para que comenzara a llover, los recuerdos lo invadieron y eso fue suficiente para desviarse del camino, estacionando el auto a la orilla de la carretera. Sus manos apretaban el volante hasta el punto que sus nudillos se volvían blancos.
— Jungkook, ¿está todo bien? – no, definitivamente no estaba nada bien, pero no podía asustarlo más, él asintió mientras topaba su frente al volante, su mandíbula comenzó a estar tensa tratando de controlarse, se sentía sofocado, no podía bajar del auto para intentar calmarse porque estaba diluviando afuera –. Si lo que te preocupa es la lluvia, podemos esperar aquí.
— No me preocupa, es solo que, detesto la lluvia.
— ¿Cómo alguien puede odiar un clima así de bonito? – le interrogó de manera divertida – yo amo cada uno de los estados de la naturaleza, siempre existe una posibilidad nueva, la mayoría de veces traen cosas buenas.
— La lluvia es mala, Taehyung, hace estragos, causa inundaciones, provoca que te quedes encerrado en casa o en donde estés sin poder escapar o salir – Jungkook seguía sin dirigirle la mirada, si lo hubiese hecho, todo sería diferente porque entonces en medio de su propia tormenta habría sido testigo del destello de cambio en los ojos del omega, pero fue capaz de percibir la calidez a través de leves caricias, donde el tacto del omega causaba una reacción diferente al dolor que invadía su pecho.
— Eso es cierto, pero sabes una cosa. Yo no podría odiar la lluvia – hizo una pausa tratando de buscar las palabras correctas para animar al alfa – te diré el porqué, es algo muy fácil. Al principio pensé que solo era un gusto por el petricor de la lluvia ahora, pero ahora también le puedo atribuir que me recuerda a ti – Jungkook despegó su frente del volante dirigiendo por fin la mirada al omega, su ceño se frunció con total confusión y Taehyung sonrió divertido –. Es tu aroma, tú hueles a bosque lluvioso, no puedo odiar el clima que te representa perfectamente, aunque cuando estás así de malhumorado haces que tu esencia a arce no destaque.
— ¿Mi qué?
— Tu olor, amo tu olor – le sonrió ampliamente al obtener una respuesta por parte del alfa, parecía desconcertado, pero no de manera negativa, así que eso le dio paso para seguir hablando – hueles como mi clima favorito, en mi lugar preferido y con ese tono dulce. Por eso mismo odié cuando percibí otro aroma impregnando en ti.
— Tú, ¿qué? ¿Cuándo sucedió eso?
— No lo sé, cuando fue la prueba de fotografía ya tenías ese empalagoso olor – arrugó su nariz, todo el argumento lo decía con la mirada casi perdida en algún punto, pero al aparecer eso le ayudaba a decir lo que pensaba y a Jungkook le encantaba que fuera así – por eso no detuve a mi lobo cuando te marcó con nuestra esencia borrando la otra.
El omega se ruborizó luego de pronunciar dichas palabras, sabía que tanto a él como a su lobo le fascinaba la esencia del alfa, por eso no se avergonzaba del acto posesivo que tuvo durante el tiempo en el estudio, se sentía orgulloso porque luego de identificar aquel olor empalagoso en el brazo del alfa, su lobo se encargó en dejar claro que era su alfa, no solamente como una advertencia para cualquiera, lo reclamaba como tal, justo como Jungkook lo hizo con él.
Jungkook, por su parte, lo vio sorprendido, no sabía qué le asombraba más, el saber que Taehyung tenía un poder mágico para consolar su alma o el hecho que él también sintiera un tercer aroma en su esencia. El arce siempre le recordaba al jarabe de maple, un olor muy extraño para un alfa puro, por el cual tuvo tantos problemas cuando mencionó ser portador de esa esencia frente a su abuelo. El viejo alfa se llenó de ira porque su nieto, el cual era su orgullo por ser un puro, se comportaba como si eso fuera una buena noticia.
Había recibido un buen escarmiento luego de replicar que a él sí le gustaba, porque le recordaba sus mañanas comiendo waffles junto a su padre, cuando vivía claro. Después de ese día detestó ese aroma en él, pero ahora el lindo omega frente a él, le decía que lo percibía y le gustaba, no, que amaba su olor.
— ¿Por qué me miras así? – cuestionó el omega, dejando ver el nerviosismo que causaba la mirada contraria sobre él – ¿no te agradó lo de la marca de olor?
— ¿Puedes oler el arce en mí? – un sí, fue susurrado – yo puedo olfatear las rosas en tu esencia.
— ¿De verdad? – el alfa asintió, teniendo una cara embobada, como suplicante, esperando que Taehyung entendiera la magnitud de aquello – y ¿eso qué significa?
— ¿No lo sabes? – Taehyung negó, tenía una mirada de asombro, el alfa sonrió de lado, no era necesario precipitarse, aún tenían mucho por conocer uno del otro – qué te parece si lo descubrimos juntos.
El lobo en su interior hizo desastres con su poca cordura, Taehyung lo veía con una tierna mirada, la bonita sonrisa en su rostro le tranquilizaba el alma, la mejor anestesia se encontraba en cada toque que recibía, se dio la libertad de recargarse buscando más del calor que le estaba brindando, no uno corporal, uno que se extendía en todo su interior. La risa del castaño resonó en el interior del auto, Jungkook no se había dado cuenta de que se dejó llevar demasiado hasta el punto de tener cerrados los ojos.
— Pareces un cachorro haciendo eso – sonrió ampliamente al ver el ceño fruncido del alfa, el cual con la yema de su dedo índice, masajeando la frente con pequeñas arrugas haciendo que poco a poco relajara el semblante – no eres como los alfas que conocí.
— ¿Tuviste muy malas experiencias con esos alfas? – se incorporó en su asiento haciendo total contacto visual perdiéndose en la profundidad de ese océano azul.
— No tengo experiencia con muchos alfas. S-solo eres diferente a lo que me enseñaron, que era un alfa – trató de sonreír, pero solamente se formó una mueca que no le agradó a Jungkook – siempre dicen que son posesivos, dominantes y bestias impulsivas. Sin embargo, al observarte, sales de todo eso.
— Esa es la razón por la que me dejas acercarme – las caricias que estaba recibiendo se detuvieron abruptamente, renuente a volver a sentir el vació de la ausencia del tacto ajeno, le tomó la mano ajena antes que fuera retirada – he visto cómo te alteras cuando están otros a tu alrededor, pero conmigo no es así ¿Por qué?
— No lo sé.
Realmente no comprendía la situación, ninguna de las partes humanas lo hacía, pero sus lobos se llamaban, buscaban estar cerca. El lobo de Taehyung empezó a pelear por tomar el control para reclamar a ese alfa, lo quería para él; veía las heridas del alfa, quería curarlas. Mientras la disputa se llevaba a cabo, Jungkook fue testigo del cambio en los ojos del omega, sin pensarlo mucho acunó el rostro del castaño con sus manos provocando que sus mejillas se abultaran.
— Taehyung – supo que tenía su completa atención cuando conectaron miradas con ambos colores, demostrando el dominio de ambas partes. Quería preguntarle tantas cosas, pero los ojos cristalinos le indicaron que no debía apresurar las cosas – realmente eres hermoso. Todo tú lo eres.
Solo por ese momento permitió que su lobo se manifestara de igual forma que el omega, en sus ojos, con el característico color rubí. Tratando que de esa forma el lobo de Taehyung se tranquilizara, haciéndole saber que también se refería a él, ocurriendo la magia que solo ellos dos provocaban en el otro, por primera vez en años el omega dejó de manifestarse por completo, colocándose en reposo, dejando a la vista los hermosos ojos color café, llenos de inocencia, esperando no tener que salir corriendo de nuevo, eran solo Jungkook y Taehyung.
Estás a salvo conmigo.
— Jungkook.
— ¿Sí?
— La lluvia ha parado – el alfa desvió la mirada por unos segundos para luego regresarla al lugar donde quería establecer como su propio hogar – deberíamos irnos antes que comience de nuevo.
Taehyung vio cómo poco a poco el ánimo de Jungkook iba decayendo, había sido su culpa porque cualquiera esperaría una respuesta diferente ante tan bonito elogio, incluso su lobo le regañó, pero no volvió a presentarse en sus ojos, dejó que su testarudo humano siguiera al mando, aunque no utilizaron palabras verbales, el omega sabía que el alfa lo único que esperaba era hacerlo sentirse cómodo, asegurarle que estaría a salvo.
Por su parte Jungkook se dio el privilegio de ver una vez más la profundidad de sus ojos, ese lobo asustadizo parecía haber entendido el mensaje por lo que también se relajó y volvió a poner en marcha el auto, faltaba poco menos de media hora para llegar por fin a la cabaña en el medio del bosque. El trayecto volvió a sumirse en un silencio mucho más cómodo, de vez en cuando daba miradas rápidas hacia su lado derecho y veía a Taehyung asombrado por el exterior, ¿Cuándo había sido la última vez que él mismo disfrutó de las cosas tan pequeñas como lo era un paisaje? El alfa suspiró sintiéndose melancólico porque a su mente llegó la respuesta como un balde de agua fría.
El atardecer pronto comenzó a hacerse notar y eso solo le provocó sentirse aún más nostálgico, tampoco recordaba cuándo fue que disfrutó un atardecer sin sentir que una piedra aplastaba su corazón, por eso siempre se quedaba hasta tarde en la oficina, para que al salir fuera absolutamente de noche, su vida se reducía a levantarse de la cama, hacer ejercicio, trabajar, comer un poco, terminar el día de trabajo hasta las ocho de la noche, llegar a casa, pedir comida, trabajar cuando la soledad lo invadía y por último obligarse a dormir.
Así mismo recordó esa semana, cómo empezó y todos sus dolores de cabeza para encontrar a una persona, la misma que ahora se hallaba sentada a su lado. Estaba más que agradecido con la Diosa porque en serio se volvería loco si no le permitía tener esta oportunidad, o quizá esto solo era el inicio de su locura, porque todo lo relacionado con Taehyung era algo misterioso, secreto, intrigante e incluso demasiado tierno.
"Un alfa puro debe buscar una alfa para crear una descendencia de su misma clase"
Todo lo que conocía de pequeño estaba mal, por eso no tuvo duda en salir huyendo de ese horrible lugar, no dudó ni un solo segundo o quizá sí. Pero Daegu ya no tenía sentido cuando se quedó solo, soportando por años la crianza estricta de su abuelo hasta que fue mayor.
— Jungkook, ¿estás escuchando? – el tacto sobre su mano lo hizo despertar de su ensoñación, todo el panorama había cambiado, de nuevo estaba estacionado frente aquella cabaña – dije que está lloviendo demasiado de nuevo. ¿Quieres...? Bueno, es decir, podrías... Claro, solo si tú quisieras, aunque no es necesario que aceptes, yo entendería perfectamente. Porque... yo... bueno...
— Tae, en serio no comprendo lo que quieres decir – el rubor en las mejillas del castaño se elevó hasta la punta de sus orejas al escuchar el diminutivo de su nombre, saliendo de los labios de Jungkook, se sentía tan avergonzado que no pudo evitar cubrir su rostro. El pánico creció en el alfa al pensar que lo hizo sentir incómodo –. No quise hacerte creer que no te puse atención. Quiero decir, estaba pensando en otras cosas y no me di cuenta. Por favor disculpa.
— ¿Quieres pasar la noche aquí, conmigo? – soltó sin más. La voz amortiguada de Taehyung le pareció tierna, mucho más cuando destapó su cara completamente ruborizada –. No conmigo, quiero decir... bueno, sí es conmigo que dormirías, pero no tiene que ser pasar la noche justo como se escucha – lo vio volver a cubrirse el rostro estando totalmente avergonzado, definitivamente ahora entendía por qué el lobo de Taehyung lo protegía tanto, era la persona más tierna que jamás haya conocido.
— Acepto pasar la noche aquí. De hecho, lo agradezco, no podría irme con esta lluvia.
Taehyung por fin pudo verlo a la cara sorprendido de escuchar que aceptaba su propuesta, su lobo bufó por lo torpe que podía ser, estaba actuando de una manera tan vergonzosa. Pero aun así el alfa había aceptado quedarse, una enorme sonrisa se le dibujó en el rostro.
"¡Quieres dejar de balbucear! Deberías aprender a callar. No entiendo nada de lo que dices cuando hablas así"
Su semblante decayó al recordar cómo esas palabras hirientes que siempre estaban presentes, sacudió su cabeza tratando de sacar esos recuerdos. Negándose a caer de nuevo en el abismo oscuro de sus pensamientos.
— Bien, entonces tendremos que correr hasta la puerta – escuchó que la voz de Jungkook se perdía mientras salía del auto, sin entender muy bien a lo que se refería. El cuerpo del alfa comenzaba a empaparse, pero eso no lo detuvo de dirigirse hasta la puerta del copiloto para invitarlo a tomar su mano – vamos, Tae, si no nos apresuramos enfermaremos.
El omega tomó la mano de Jungkook y tan pronto salió del auto, comenzó a empaparse con la lluvia, sonrió ampliamente sintiendo cómo el agua se filtraba a través de su ropa, el alfa trató de salir corriendo para refugiarse del agua, pero lo único que logró fue que Taehyung actuara de manera juguetona dando vueltas, lo tomó de ambas manos y en su interior, solamente quería que Jungkook sintiera la misma paz que él.
Bastaron un par de vuelta para resbalar con el lodo que se había formado en el suelo debajo de sus pies, en un ágil movimiento Jungkook se colocó de tal forma que al caer fuera él quien recibiera el mayor golpe, el cuerpo delgado de Taehyung estaba sobre el suyo, tenía la respiración agitada y algunas gotas de agua caían por su cabello. Sin embargo, la sonrisa acompañada con su risa le pareció el sonido más maravilloso, uno que ensordecía todo a su alrededor.
Jamás esperó que al preguntar si le molestaba el hecho de no tener un paraguas en el auto los llevaría a esa situación tan íntima, Jungkook no pudo evitar dar un pequeño jadeo al sentir el roce contra su entrepierna. Sus instintos se estaban activando para querer tomar al omega como suyo y que Taehyung se moviera de esa manera sobre él no ayudaba, en especial porque lo único que estaba haciendo era tratando de levantarse. ¿Podría ser más vergonzoso?
— Creo que debemos entrar. Hay que darnos un buen baño y luego podemos cenar un poco.
Taehyung terminó de ponerse de pie para así ayudar a Jungkook, quien rogaba para que sus pantalones mojados no lo delataran con un bulto prominente creciendo en ellos. Para su suerte, ni bien sus pies obtuvieron el equilibrio necesario, fue halado hasta llegar a la puerta de la cabaña. Como si fueran dos adolescentes escapando de las miradas de todos, entraron corriendo hasta llegar al cuarto de duchas, ya lo conocía, había estado ahí hacía no mucho.
El omega murmuró que podía meterse a bañar mientras que él le buscaría ropa seca, lo vio acercarse a uno de los closets para sacar prendas muy parecidas a las que utilizó el día que se fue, una sudadera gris y un pants del mismo color, le entregó una bolsa con ropa interior, artículos de higiene, así como una toalla. Jungkook sonrió en el momento que se quedó solo, porque sí, Taehyung había salido huyendo del lugar.
No le importó que su costoso traje estuviera cubierto de lodo o el hecho que su camisa blanca no volvería a ser la misma, definitivamente amó que eso incluso le recordara el no querer que su vida fuera igual que antes, ese momento era un parteaguas, no volvería a caer en ese vacío. No mientras el castaño le permitiera permanecer a su lado. Aunque le extrañó notar algo que destacaba entre el lodo que cubría su, ya no blanca camisa, una mancha roja, no parecía sangre, pero no se explicaba de dónde provenía.
"Pensaste que podrías ocultarte de mí, pero puedo percibir tu aroma desde lejos"
"Marcaste mi alma como algo de tu propiedad ¿Qué estás intentando hacerme?"
"Eres como esa droga que me da vida en vez de quitarla"
"Si empezamos de nuevo, ¿serías libre a mi lado?"
"Me dominas, tu palabra es mi juramento inquebrantable"
"Haces que el animal dentro de mí cobre vida"
Hola personitas bellas 💜💜💜 quería traerles está actualización, un poco más temprano. Pero vuelan las malas lenguas por ahí que WATTPAD está un poco bélico, borrando historias y perfiles.
Así que después de un ataque de pánico por el miedo a perder mi cuenta. Me cree un perfil de respaldo por aquello que sucedan malas cosas.
Estoy pensando en nuevas historias así que no me gustaría sufrir un susto como que el gracioso de WATTPAD me borre mi trabajo.
Espero hayan disfrutado la actualización personitas bellas 💜💜💜 nos leemos en una próxima (pronto)
Dibujo de la rosa que dibuja Tae
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro