VII
Durante todo el trayecto, hasta llegar por fin a la ciudad, Park Bogum le había dado un sinfín de datos a tomar en cuenta, le prometió no dejarlo solo y si se daba el caso de ser separados debía estar confiado en que siempre estaría ahí para acudir a su rescate, le comentó que el señor Jeon era conocido por su carisma con los empleados bajo su cargo, así que no debía estar asustado de su apariencia seria.
Alfa puro, agresivo, pero fuera de los estereotipos. Esas habían sido las palabras utilizadas por su amigo para describir a una persona que no conocía más que por rumores. El omega tampoco podía jactarse de conocerle más a fondo, pero definitivamente no era nada de eso.
Jeon Jungkook, era todo menos lo que las personas pensaban. Por más descabellado que parecía, Taehyung había visto otra faceta del alfa que estaba seguro, que nadie más sabía de su existencia.
— Si ocurre cualquier incidente o no te sientes a gusto con la presencia del señor Jeon no dudes en mencionarlo. Puede ser un tanto intimidante por su jerarquía, si me lo preguntas a mí me pareció un hombre bastante malhumorado.
— Yo... creo que te equivocas. Parece un alfa bastante inusual.
— Inusual es su propia naturaleza, Tae ¿Cuántos puros conoces? Es más, dudo que haya más como él en todo el mundo. Al menos el señor Jeon no parece como esas bestias salvajes que siempre mencionan en los registros de la jerarquía pura.
Para Taehyung, desde el momento en el que lo escuchó esas palabras el mundo se volvió mudo, él no vio un hombre desalmado; el omega se había dado a la tarea de investigar un poco respecto a Jeon Jungkook, había demasiados artículos hablando de su trabajo y otros pocos que mencionaban aspectos de su personalidad incluso se hablaba mucho de su mirada fría.
Los rumores no se comparaban en nada con lo que era la realidad, porque lo que realmente vio en esos ojos destellantes fue dolor, tristeza, melancolía, súplica por cercanía, ¿lo había imaginado acaso? Imposible, lo veía cada noche antes de dormir en aquel lienzo. Jungkook le parecía fascinante.
Tan sumido en sus pensamientos estaba que no se dio cuenta el momento en el que ingresaron al estacionamiento de la empresa, escuchó el clic del seguro siendo quitado cosa que le hizo regresar la mirada hacia el alfa a su lado, Bogum le sonrió tratando de darle seguridad, pensando que la mirada confundida de Taehyung se debía a nerviosismo cuando era totalmente todo lo contrario, él estaba anclado prácticamente al asiento porque había entrado en pánico, debía bajar del auto y enfrentarse al alfa con quien soñó, imaginó e incluso pintó.
Un alfa al cual dejó solo después de pasar una noche de su celo, pero no era su deber estar para él cuando despertara. Aunque sí fue de mala educación irse sin despedirse, pero tuvo miedo de su reacción, terror de encontrarse con un semblante imponente, desinteresado y no la imagen dócil del lobo en su interior que, con tanta delicadeza, lo había tratado.
Alzó la vista hacia el retrovisor, abultando sus labios, ¿le miraría mal por su cabello?, quizá no lo reconocería por su falta de aroma, ¿le diría algo sobre su vestimenta? Miró, el conjunto de ropa que eligió esa mañana sintiéndose ansioso, llevaba puesto un suéter beige con rombos rojos y verdes, su pantalón era café oscuro, totalmente aburrido, nada extraordinario, poco destacable, justo como le gustaba vestir o ¿solo se trataba de viejas costumbres?, sacudió de su cabeza esos pensamientos siendo casi imposible sacarlos, ahora realmente se estaba preguntando si su elección de vestimenta era la mejor. Abrazó el estuche con su cámara lo más fuerte que pudo mientras Bogum seguía bajando sus cosas de la parte trasera del auto.
Tú puedes, tú puedes, tú puedes.
Se repitió a sí mismo una y otra vez para darse el valor suficiente, sin embargo, sus extremidades no se movían ni un centímetro fuera del lugar, sus palmas comenzaron a sudar, de igual forma su ansiedad se representaba en temblores constantes. No estaba listo, ¿Por qué se había dejado convencer? ¿Por qué su lobo lo había orillado a eso? ¿Y, si todo salía mal? ¿Lo harían sentir menos esos omegas modelos? ¿Recibiría las mismas miradas desaprobatorias? No lo soportaría, no otra vez.
— Tae, debemos estar en la recepción ahora. Estamos a tiempo para registrarnos – el tono de voz calmo de Bogum lo sacó de su propio autosabotaje, sintió el peso de un toque en su hombro, acción que no fue muy bien recibida cuando se alejó de su tacto. El alfa sabía que no sería buena idea el tocarlo, pero le había abierto la puerta para ayudarlo a salir, intentó llamarle varias veces y el castaño seguía sumergido en sus pensamientos, no le molestó su reacción, aunque sí le dolió el rechazo –. Lo siento, no quise asustarte.
— No te disculpes, yo estaba distraído – trató de sonreír mostrando que no le había incomodado su toque, pero solo logró darle una mueca extraña –. Vamos, se nos hará tarde para la prueba – evitó totalmente la mano que estaba extendida frente a él dejando burlado al alfa –. Vamos, vamos, no quiero perderme esta oportunidad.
El humor del omega lo dejaba desconcertado, de un momento a otro parecía nunca haber estado en un ataque de pánico. No es que Taehyung fingiera su estado, era solamente su manera de afrontar la situación. Si ignoraba lo que le hacía sentir mal, no habría nada que le impidiera seguir adelante si hacía eso, solo no debía dejarse consumir por sus miedos.
"Nadie puede tocarte, entendiste"
Volteó a ver hacia atrás, donde se encontró con una sonrisa amigable, tenía claro que su forma de actuar podría parecer grosera o bien de alguien maleducado, cuando simplemente se trataba de él estando en una lucha con sus fantasmas del pasado. Dudó por algunos segundo si tomarle la mano al alfa para tener algo que lo mantuviera en el presente, pero en el último momento se arrepintió, el lugar no era el mejor para entrar tomados de las manos, todos pensarían que podían ser algo así, como una especie de novios, definitivamente no lo veía correcto para un ambiente laboral, su lobo incluso no toleraba mucho la cercanía con Bogum.
Ignoró cualquier idea confusa que intentara sabotearle ese día, dejándose guiar en su camino hasta entrar al elevador, el viaje fue corto, las puertas se abrieron en la planta baja donde se encontraba la recepción, un espacio amplio, totalmente iluminado por los ventanales que cubrían la mayor parte del edificio. También fue recibido por una ola de aromas muy poco agradables porque muchos eran debido al estrés, enojo o preocupación, el ambiente estaba demasiado agitado.
En el centro del lugar podían apreciar una zona circular amplia donde se encontraban dos recepcionistas, ambas betas, con sus sonrisas radiantes, justo como debía mostrarse la primera cara de un lugar. De inmediato fueron atendidos por una de ellas, les tomaron sus datos, pidieron sus identificaciones y les entregaron un gafete de uso interno que decía en letras grandes la palabra VISITANTES. Les habían dicho que al ser parte de una prueba de fotografía, el pase les daba acceso solo a ciertos puntos de ingreso, como lo era el estudio al cual debían dirigirse.
Con cada paso que daban era más real la situación, podía encontrarse con Jungkook en alguno de los pasillos o simplemente al abrirse las puertas del elevador; para su desfortuna no sucedió, al llegar a la puerta que indicaba el estudio de la prueba su corazón comenzó a palpitar de forma desbocada, podía sentir cómo golpeaba, retumbando en su pecho, amenazando con salirse en cualquier momento.
Al atravesar la puerta su desilusión fue mayor, tanto así que su propio lobo decidió esconderse de la pena que tenía, se había hecho muchas ideas falsas en la cabeza, ensoñaciones donde el alfa era el primero en recibirlo con los brazos extendidos; diciendo cosas como: "sabía que vendrías" "te estaba esperando" "te busqué con desesperación hasta encontrarte", pero no fue así y tampoco tenía tiempo para consolar a su iluso lobo, mucho menos cuando un hombre alto, con cabello rubio, hombros anchos, vestido con una camisa formal celeste y unos pantalones blancos, demasiado pulcros, lo escaneaba con la mirada, algo que le hizo recordar que, debía recobrar su propia fuerza para afrontar la situación. A sus fosas nasales llegó un aroma dulce, quizá un poco empalagoso, se trataba de un omega.
— ¿Quiénes son ustedes? – su tono de voz no era muy bajo, su porte gritaba poder de mando a pesar de ser un omega, las personas en el lugar corrían de un lado al otro con luces, pantallas, algunos fondos falsos y todos reverenciaban ante él, eso impresionó a Taehyung.
— Mi nombre es Park Bogum, es un gusto conocerlo. Soy fotógrafo y estoy aquí para la prueba del día de hoy y él...
— Sé que está aquí para la prueba de estudio, si se encuentran en este lugar solo hay dos opciones – se acercó con pasos elegantes, acortando la distancia, Taehyung pudo notar el temblor en el cuerpo de Bogum –. Puede que te hayas perdido al ser nuevo empleado o eres el fotógrafo que posiblemente contratemos – Bogum estuvo a punto de disculparse, pero de nuevo fue interrumpido –. No te disculpes y tampoco preguntes cómo sé lo que dije, conozco mi empresa, sé el protocolo de visitantes. Y no necesito que ningún alfa me quiera explicar como funciona el mundo. Por eso pregunté quiénes eran – ambos abrieron sus ojos sorprendidos ante las palabras del omega, quien dirigió su mirada de nuevo a Taehyung –. ¿Qué pasa con él? ¿Acaso no habla? ¿Tiene algún problema de habla para que usted lo presente?
— N-no señor...
— Entonces, tampoco necesita de un alfa tonto que hable por él, ¿Cuál es tu nombre? – se dirigió totalmente al pequeño castaño que se escondía detrás del alfa, no podía sentir su aroma, pero no parecía un beta, su complexión lo delataba como omega, su actitud le decía que lo era –. En serio no muerdo, puede parecer que soy rudo, pero solo con quienes lo merecen. Ahora, necesito saber tu nombre.
Regla #3: "No puedes hablar sin permiso, aprende a callar"
Aún sigo temiendo hablar.
Meta: no balbucear.
— M-mi nombre es Ki... – comenzó a hablar titubeando aún preso del nerviosismo, Bogum se dio cuenta de que el sonido venía detrás de él y en un ágil movimiento lo colocó al frente. Taehyung respiró profundo llenándose de la esencia contraría, era chocolate y cereza. Antes de continuar con su presentación, escuchó un susurro del alfa, recordándole su nombre –. Soy Kim Vante.
Los ojos de Seokjin se abrieron en sorpresa, sintiendo satisfacción por sentirse escuchado en ese día tan ajetreado, Jeon había hecho bien su trabajo después de todo. Recordaba haber pedido por el fotógrafo del homenaje, pero nadie le supo dar una respuesta, incluso Min Yoongi, el experto reclutador, no logró obtener mayor información sobre él, Jeon tampoco le dio una respuesta, cosa que le había molestado, siempre era el primero en darle buenas noticias, haciendo que sus caprichos con los proyectos se llevasen a cabo, pero parecía perdido en las nubes durante toda esa semana, quizá lo juzgó mal y solo fue parte de darle la agradable sorpresa.
Con una enorme sonrisa se acercó al joven castaño que le veía asustado por su cambio de actitud. Taehyung sintió la aproximación del cuerpo ajeno a escasos metros, luego a unos cuantos pasos y por último a solo centímetros, nadie que fuera un total desconocido se había acercado así a él desde tiempo atrás. Con excepción del alfa, claro está.
Todo estará bien, estás bien, todo bien.
Sus pensamientos quedaron atascados en el momento que fue tomado de los hombros, no de una manera intimidante, brusca o demandante, más bien era un acto efusivo, el cual no comprendía muy bien.
— En serio lograron traerlo aquí. Bienvenido Vante-ssi, es un placer tenerlo en esta prueba de estudio. Creía que no conocería a tan magnífico fotógrafo como lo es usted, aunque es un poco joven – le soltó un momento para acariciar su barbilla y detallarlo, comenzó a rodearlo, deteniéndose cada tanto cuando encontraba cosas de su interés, las manos del contrario fue lo que más llamó su atención definitivamente sería un excelente modelo de manos –. Entonces, Vante-ssi, como he dicho antes, me alegro de tenerlo aquí.
— Gracias, señor...
— Una disculpa, soy Kim Seokjin, el segundo al mando de la compañía, yo me encargo de todo lo que son las nuevas propuestas de publicidad – el castaño asintió para luego hacer una leve reverencia, el rubor en sus mejillas se iba haciendo cada vez más notorio, al recordar que el hombre frente a él elogió su trabajo –. No es necesario tanta formalidad. Pronto conocerá al jefe de la dirección de Publicidad, haremos unas cuantas tomas aquí en el estudio y veremos algunas ideas. Por favor, deje de estar nervioso Vante-ssi esto solo es protocolo.
— Le agradezco la oportunidad, señor Kim. Por favor, dígame solo Vante.
— Yo también le agradezco la oportunidad, señor – se escuchó la voz de Bogum, un tanto opacada por la reverencia que estaba haciendo. Seokjin lo vio unos cuantos segundos, él en ningún momento había pedido por otro fotógrafo, quizá por el temor de la ausencia del castaño frente a él era la razón para tener a ambos en esa sala.
Recordaba haber visto el nombre entre los contratos temporales, junto a su fotografía, debía admitir que también tenía muy buenas tomas sobre ese día, pero cada una estaba enfocada en lo que todos esperarían. Imágenes de los socios principales en el podio dando su discurso, otras donde se veían el grupo de personas escuchando atentamente, una que otra toma justo en el momento de soltar los globos y una más con los mismos en el cielo. Un trabajo pulcro, definitivamente, más no extraordinario o poco común.
Sin embargo, las que venían del castaño tenían un toque más amateur, un tanto de novato combinado con mucha pasión. Las imágenes de familias conmovidas captaba la esencia de las emociones, algunas por los acercamientos en los rostros, en el momento emotivo de la elevación de globos, donde se apreciaban las lágrimas rodando por las mejillas, caras rojas debido al llanto y la consternación se transmitía de una manera natural a través de las imágenes, algo que otros pensarían poco llamativo para una fotografía, pero ese era el fin del homenaje, mostrar la vulnerabilidad de la sociedad ante la pérdida y no solo la pantalla de humo creada por la bonita decoración.
Existía una toma de video en cámara lenta de la nube blanca, mientras iba subiendo hasta que llegó al cielo, se enfocó incluso en la naturaleza que rodeaba el parque, ya que aparecían unas tomas con los carteles en los árboles, los arreglos florales que estaban dando la bienvenida al lugar y muchos detalles que iban más allá de mostrar simplemente lo que se espera de un homenaje.
Seokjin había quedado más que impresionado con el trabajo de Kim Vante, hasta el punto de utilizar la mayoría de sus tomas para la campaña de publicidad post-homenaje. No quería otro fotógrafo que no fuera el chico que ahora tenía enfrente, pero ahora tenía a dos personas esperando hacer la prueba de fotografía.
Necesitaba aclarar algunas cosas con Jungkook al respecto de Park Bogum, esperaba hacerlo pronto. Y parecía que el universo estaba de su lado porque pronto escuchó voces al otro lado de la puerta para dejar ver al joven alfa en su sofisticada imagen, se había quitado el saco y se encontraba doblando una de las mangas de su camisa blanca con total elegancia, dejando ver un poco más de su piel nívea. Se veía un poco ansioso, viendo a todo el personal del lugar, sonriendo cada vez que le daban la bienvenida. ¿Buscaba algo o alguien?
— Jeon – le llamó al notar que ni siquiera se estaba preocupando por su presencia, por su parte Taehyung se sintió más pequeño al escuchar el apellido, se hizo a un lado volviendo a su refugio detrás de Bogum, quien lo tomó muy normal – al fin llegas, estábamos esperándote para conocer el resultado de la reunión de hoy.
— Seokjin Hyung, lamento el retraso, tuve algunos inconvenientes ¿Puedo hablar contigo de algo?, en privado, es realmente urgente.
— Puede esperar, tenemos aquí a los dos fotógrafos que buscaste para la prueba de hoy – estaba de más que el énfasis en sus palabras no era porque estuviera del todo satisfecho, miró a un lado encontrando a Park con una sonrisa tímida, Jungkook frunció el ceño, su lobo quiso gruñirle, pero lo detuvo, lo recordaba llevándose al pequeño omega pelirrojo, al cual por supuesto no había visto por ninguna parte y eso le estaba poniendo ansioso.
— Solo veo a uno de ellos – argumentó intentando ocultar su molestia, la cual no estaba dirigida al omega, quien en su sensible sentir se vio intimidado por el tono de voz que utilizó el alfa, pensando que era un reproche a su persona. Eso hizo que se pusiera mucho más ansioso, para fortuna de Jungkook fue beneficioso porque un aroma leve a rosas lo invadió, relajándolo, tranquilizándolo, haciendo el efecto esperado como la droga que era para el alfa – ¿en dónde está la otra persona?
— Aquí – murmuró saliendo detrás del alfa y colocándose al frente, con la mirada baja, no se atrevía a mirarle. Jungkook lo observó detenidamente desde el cabello castaño con pequeñas ondas que terminaban en un rizo en las puntas, hasta su vestimenta, ¿se había pintado el pelo de nuevo? – un placer conocerlo señor Jeon – hizo una reverencia ante el alfa que no había mencionado palabra alguna, seguía perdido, confundido y desconcertado. ¿Acaso esperaba que no lo reconociera? –. Soy Kim Vante.
Sonrió de lado, divertido por la situación, obviamente que el omega con el que había pasado la noche, por no decir también el celo más extraño de su corta vida, no se lanzaría a sus brazos, gritando su nombre o volver a escucharle llamándolo alfa. Eran dos desconocidos que coincidieron en un mismo espacio por caprichos del destino. Diosa, por qué se había dejado embaucar así por su lobo.
Por supuesto que no esperaba que se presentara con su verdadero nombre, mucho menos en un entorno profesional donde realizarían eso, trabajo. Se sentía desconcertado ante la distancia que estaba estableciendo el ahora castaño, tenía tantas preguntas en su mente, todas dirigidas a ese pequeño omega, ¿Por qué estaba ocultando su esencia? Con razón todo mundo pensaba que se trataba de un beta, pero él lo había olfateado, Diosa había pasado una noche entera prácticamente drogado con su olor, moriría por sentir de nuevo una pizca de esa esencia como lo hizo toda esa madrugada.
— Es un placer conocerlo, Vante-ssi – Jungkook estaba utilizando toda su fuerza de voluntad para no crear una escena extraña de él acaparando al omega para hacerle un sin fin de preguntas – no tiene una idea de cuán impresionados ha dejado a los altos mandos con su trabajo. ¿No es así, Seokjin hyung?
— Cierto, Jeon.
Park Bogum no era tonto, desde el primer momento en el cual notó confusión con su presencia, entendió que no era realmente necesario ahí, buscaban a Taehyung, y cómo no hacerlo a través de él, era su número el que estaba escrito como contacto de emergencia en la vacía hoja de contratación temporal del castaño. Sin embargo, no iba a demostrar que su orgullo se encontraba lastimado, posiblemente lo rechazarían en la primera prueba y tomarían al omega, como bien había dicho Kim Seokjin, todo era parte de un protocolo.
Así que una vez aclarados ciertos puntos entre Jungkook y Seokjin, comenzaron a dar las directrices necesarias para el resto de personal. Jungkook se caracterizaba por notar los pequeños detalles que hacían a cada empleado destacar del resto, por eso mismo siempre insistía estar presente al momento de una nueva contratación. Siguiendo el lema de Beyond, les dijeron que el estudio era suyo, tenían varios implementos para utilizar, les pidieron que fueran creativos, la temática era invierno por lo que había desde nieve artificial, pinos blancos, algunos troncos falsos y varios fondos falsos.
Bogum no estaba acostumbrado a tener libertad creativa, al menos no con esa magnitud, tenía a cuatro personas bajo su cargo, esperando por directrices, desde encargados del set, hasta personal de apoyo. Taehyung se encontraba desconcertado al ser rodeado por la misma cantidad de personas esperando una orden, instrucciones o un mandato que saliera de su boca. No estaba acostumbrado a tener ese tipo de poder, pero agradecía que fueran omegas o betas la mayoría del personal, así no se sentía intimidado por alguna esencia de alfa, al menos no una que fuera ajena a la de bosque lluvioso.
Alfa.
Observó todo a su alrededor encontrando un enorme arco de metal, su mente divagó en su pasado dándole así la idea de su set. Pidió que se utilizara follaje verde cubriendo el objeto hasta que se viera de una manera natural, ajustó algunas luces pequeñas que se enredaban entre las hojas y luego caían en cascada. Tomó unas mesas altas y colocó más luces encima, como haciendo una pequeña bola luminosa escondida en una pecera de cristal. Era sencillo, pero llamativo, colocaron musgo en algunas partes del suelo y como fondo falso escogió un bosque.
Muy conveniente, que se tratara de un bosque. Por supuesto, que no fue un reflejo de los deseos de su lobo, quien estaba ansioso de hacerse notar frente a Jungkook, quería llamar su atención de una u otra manera, aunque eso no lo admitiría ninguna de las dos partes, al menos Kim Taehyung no dejaría que su lobo lo hiciera.
— Excelente trabajo a todos – su voz tenía un tono aterciopelado cada vez que se dirigía al equipo de apoyo, hacía reverencias pequeñas y rápidas, agradeciendo cada tanto incluso para quienes no estuvieron con él.
Adorable. Era la definición correcta para el omega y Jungkook no podía quitarle la mirada de encima, mucho menos al notar ese gesto, entre travieso y tímido, sonriendo apenas como si se regocijara de lo que había creado.
Taehyung estaba más que satisfecho con su trabajo, solo faltaba que dentro del set hubiera un modelo listo para tomar las fotos. Por su parte, Bogum tenía un escenario nevado, el blanco abundaba, los pinos eran blancos, el tronco falso estaba cubierto de nieve y su fondo era una montaña nevada. El concepto era hacer destacar al modelo dentro del blanco. Para Taehyung se veía un poco simple al ser de un solo color, tan plano, luego miró su set y se sintió un tanto ansioso, ¿Qué tal si no llenaba las expectativas? ¿Y, si preferían algo más sobrio como lo de Bogum? Vio acercarse a ambos jueces con sus rostros serios, analizando cada aspecto con miradas indescifrables.
— Señor Park – la voz de Seokjin se hizo escuchar por fin luego de unos eternos minutos en silencio – me gustaría conocer más a fondo su concepto.
Era más que obvio para Jungkook que la frase era capciosa, esperaban que fueran más allá de la simple palabra clave, Park Bogum les estaba entregando de nuevo lo esperado, dejándolo en desventaja, a menos que su explicación fuera creativa y convenciera al omega. El fotógrafo comenzó a narrar lo ya esperado, se había basado en la palabra, inspirado en la nieve, blanco, bosque, montañas. Jungkook estaba pensando seriamente si solamente era estudio y no talento lo que poseía el alfa, por otro lado, estaba Taehyung con su set muy fuera de lo normal, casi no había nieve, de hecho, lo poco que tenía era del set contrario, manchando de blanco el verde musgo, no parecía algo que utilizarían, pero eso llamaba la atención, no era común.
— De acuerdo, suficiente – interrumpió Seokjin la explicación – haremos la prueba, Bogum-ssi me hará algunas tomas en su set y Vante le hará unas a Jungkook – el alfa se sorprendió por las palabras contrarias, si bien siempre participaba en las decisiones, nunca habían hecho eso, ¿cuál era el punto? – Jeon, sé amable con él.
Definitivamente, esas palabras tenían segundas intenciones, Seokjin había notado la manera en la cual el alfa veía al fotógrafo, no veía ese brillo en su mirada desde hacía mucho tiempo y no le quitó la vista de encima, registrando cada uno de sus movimientos, incluso se atrevió a comentar algo totalmente fuera de lugar y el alfa ni lo había notado respondiendo "Sí, hyung tienes razón" cuando su comentario fue decir que se le antojaba comer un sándwich con mucha mostaza.
— Señor Jeon – Taehyung se mordía los labios de manera nerviosa frente a él, para Jungkook era una invitación a perderse en esos rosados belfos –, necesito que tomé esta rosa y se posicione en el set como más a gusto se sienta.
El alfa tomó la flor y bastó un simple roce con la mano de Taehyung para sentir una electricidad recorriendo su cuerpo, como si todo despertara, el rubor en las mejillas ajenas fue evidente, cosa que rápidamente fue ocultado detrás del lente de la cámara esperando a que llegara el momento preciso para tomar la fotografía perfecta. Jungkook observó todo a su alrededor, sintiéndose perdido, se acercó hasta el arco decorado con las luces y las hojas falsas, no prestando atención realmente al omega, tuvo curiosidad por la forma en la que caían las luces y sus dedos comenzaron a tocar levemente cada una.
El primer flash fue lanzado, era justo lo que buscaba Taehyung, algo natural, no una pose específica, lo que quería era espontaneidad en los movimientos y no algo forzado. Las luces hacían el perfecto contraste con los ojos oscuros del alfa, creando galaxias llenas de estrellas en ellos, con un poco de desenfoque al entorno y un acercamiento al rostro era más que suficiente para hacer notar la curiosidad, la admiración, quizá había algo más escondido ahí.
— Señor Jeon puede observar la rosa en su mano y pensar en algo o alguien. Trate de concentrarse en ello para así captar lo que sea que le evoque – Jungkook llevó la vista hacia el objeto, llegando a él automáticamente una imagen, combinada de muchas características.
Tú, tu esencia, tu belleza.
Fue lo primero que pensó el alfa, recordaba ver el tatuaje en el brazo de Taehyung, era una hermosa rosa roja, tan etérea como él mismo, la fragancia tan embriagante que no dejaba de ser como una droga para Jungkook. Una sonrisa pequeña se asomó en sus labios y el castaño aprovechó el momento dando una ráfaga de tomas, captando el momento donde cada gesto hacía un cambio en el hermoso rostro del alfa. No tenía esa mirada penetrante que lo acompañaba en aquella pintura, esta era mucho más noble, tierna e incluso cálida.
Taehyung se acercó un poco más para hacer algunas tomas más de cerca, su parte humana quería hacer un buen trabajo, su lobo ocultaba su verdadero propósito, quería olfatear más al alfa, no era suficiente tener un ápice de la esencia contraria, quería retozar en esa esencia, llenarse de ella, ser tocado, ¿acariciado? Sí, definitivamente que se volvería a derretir bajo ese tacto fuerte, firme y al mismo tiempo protector.
Solo un poco más.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, con descaro aspiró el aire, llenándose de la presencia del alfa, bosque lluvioso, arce y ¿azúcar?, no, era algo más elaborado, volvió a tomar una inhalación más exhibiendo su ceño fruncido, acción que no pasó desapercibido por Jungkook quien lo observaba con fascinación al notar que de manera abrupta había dejado de tomar fotografías, quería preguntarle si eso sería todo, pero la reacción del omega le intrigaba.
Taehyung tomó tres inhalaciones más hasta que identificó el aroma, era miel y caramelo, provenía del brazo del alfa, un tanto sutil, pero ahí estaba. Se trataba de una marca de olor, ¿un omega se había atrevido a marcarlo? Su lobo estuvo más que disgustado, sin pensarlo y llevado por sus impulsos le tomó del brazo de una manera delicada, pero a la vez firme. Entre pasos torpes lo llevó hasta la mesa con las luces y se quedó observándolo por algunos segundos. Su lobo queriendo comunicarse con el contrario.
Mío.
— Vante-ssi, ¿está todo en orden? – Jungkook se sentía confundido, no notando lo que realmente estaba sucediendo, el omega seguía con su agarre firme, haciendo que su marca de olor fuera más fuerte, repitiendo una y otra vez que el alfa era suyo – ¿necesita que hagamos más tomas?
— Sí, por favor, vea a la cámara como si lo que estuviera frente a usted fuera la persona de quien quiere llamar su atención – esa petición lo tomó por sorpresa, ¿Cómo haría algo así? No tenía cabeza para pensar en algo como eso, lo único que vagaba en su mente era su lobo insistente aullando por el toque ajeno, el calor que sentía en su piel parecía un fantasma, ¿lo imaginó acaso? – señor Jeon, por favor prometo que serán las últimas.
Jungkook no quería que terminara ese momento, pero entendía que no lo podría alargarlo por más tiempo, miró hacia el frente con una sola persona en mente, aquel que estaba detrás de la cámara, las expresiones surgieron naturalmente, desde una mirada atrayente, sonrisas ladinas y tímidas, poses naturales utilizando la mesa a su lado, hasta llegar al punto cúspide, una postura con su mano extendida, claro que lo que estaba haciendo era invitando al castaño a acercarse. Incluso su propio cuerpo lo delató con pequeñas notas de feromonas para atraer.
— Jeon, dijeron que fingieras no, que lo tomarás tan en serio, intentando seducir al fotógrafo – la risa de Seokjin lo sacó de su ensoñación, sintiéndose avergonzado por su propio actuar.
— Bien, suficientes tomas, ¿las revisamos y tomamos una decisión? – la sonrisa de Jungkook fue nerviosa y difícil de ocultar, en especial de la mirada de cierto omega que seguía mordiendo su labio inferior.
— Claro. Caballeros, pueden tomar un descanso mientras discutimos.
Ambos asintieron y reverenciaron en respuesta, Taehyung se sentía avergonzado por su actuar, estaba regañando a su lobo por haber actuado de esa manera, la petición de las últimas tomas fueron impulso de él, pidiendo ser el centro de atención del alfa. Había sido tan descarado al pedir que coqueteara con él. Incluso Taehyung pudo notar la incomodidad de Jungkook al mencionar aquello, aunque claramente fueron segundos los que le bastaron para robarle el aliento con su naturalidad atrayente.
Debía tener cuidado con todas esas actitudes por parte de su lobo, pero no podía evitar verlo, existía un magnetismo que lo obligaba a hacerlo.
Mío.
Su abuela solía decirle que las malas noticias venían en conjunto, siempre admiró la sabiduría de esa mujer, pero ahora detestaba darle la razón. Hoseok había recibido una llamada del hospital media hora después de haberse despedido de Taehyung, sintiendo como si una enorme piedra le aplastara el pecho. El matrimonio Choi había sido voluntarios activos en el centro de apoyo Be Live, acogiendo muchos omegas que no tenían un hogar. Taehyung era su último caso, nunca pensó que lo escogerían realmente como el final de su vida.
Ni siquiera tenía valor para bajar de la camioneta, pero tenía que hacerlo, Eunyeong estaba sufriendo los efectos del lazo roto, podía ser cuestión de horas o días para que ella dejara este mundo, uniéndose de nuevo a su alma gemela; quizá no eran destinados, pero su unión era demasiado fuerte, Seok había perdido a su destinado y Eunyeong fue rechazada por el suyo por los diferentes estatus sociales, prácticamente la salvó de morir gracias a los cuidados respectivos. Ahora todo era cuestión de tiempo.
Sabía que tendría que ser fuerte por la situación, lo que sucedería de ahora en adelante solo se podía traducir con una palabra, dolor, uno demasiado grande. Con el pasar de los minutos, la espera para poder conocer la condición de la omega mayor se hacía exasperante.
— Doctor Jung – una de las enfermeras lo interceptó en el pasillo – ¿viene por la paciente Choi Eunyeong? – un asentimiento fue su respuesta –. Sígame por este lado. El caso de ellos fue algo que afectó a la mayoría del personal, ella se encuentra estable en estos momentos, entiendo que usted le dirá todo el procedimiento que se llevará a cabo.
— Yo me encargaré de eso.
— De acuerdo – se detuvo frente a una puerta, las habitaciones eran especiales, evitaban que el olor agrio por todas las emociones fuertes se esparciera por todo el lugar y le brindaba cierta privacidad a los convalecientes – apenas logramos que se tranquilizara.
Al abrir la puerta lo que encontró en la camilla le destrozó el corazón, el cuerpo de la anciana era un pequeño ovillo, se escuchaban los sollozos de un llanto que no tendría consuelo y los temblores en el cuerpo denotaban que seguiría llorando por muchas más horas. Escuchó el murmullo de la enfermera diciendo que los dejaría a solas, pero él solo tenía mente para lo siguiente.
Sus pasos fueron lentos y silenciosos, sin embargo, el jadeo doloroso proveniente de la omega lo hizo detenerse, no quería incomodarla, incluso se había colocado más inhibidor para no perturbar su duelo, pero todo en ese momento, hasta el más ínfimo estímulo podía provocar que empeorara la situación.
— Señora Choi – lo que escuchó fue un sollozo mucho más fuerte junto con un ruego en el cual negaba su propia realidad, con cautela se acercó hasta donde se encontraba la mujer, notando que se aferraba a las prendas de su alfa, frotándose una y otra vez – lamento esta situación. Entiendo que no quiera a nadie cerca en estos momentos, pero ¿me dejaría acercarme?
— E-está bien, Hoseok.
Con el permiso otorgado no pudo evitar soltar algunas feromonas para confortar a la mujer mayor, cosa que agradeció Eunyeong. Tomó asiento en la orilla de la camilla de manera silenciosa, siendo paciente con ella hasta que fue capaz de recomponerse para hablar con él.
— Hoseok – el alfa hizo un sonido afirmativo para indicarle que le escuchaba – ¿Dónde está Tae? – Hoseok miró su reloj que le indicaba que era medio día.
— Se encuentra en una prueba de trabajo.
— ¿Tanto tiempo ha pasado? – el alfa asintió como respuesta –. Así que ya es viernes. Me alegro de que haya decidido ir a su prueba, aun sabiendo la situación – el silencio del contrario le advirtió que algo pasaba, la falta de sus feromonas para tranquilizarla, junto con la tensión en el cuerpo ajeno, no eran buen augurio – él sabe de esto, ¿cierto?
— Eunyeong, yo no...
— Tiene que saberlo – con su débil cuerpo se enderezó, tomó el brazo del alfa quien intentó hacer que volviera a acostarse, acto que fue rechazado con un ceño fruncido – no puedes ocultar esto Hoseok. Él no es un niño que no entenderá. Seok y yo... Somos su familia...
— Por esa razón es que no he mencionado nada. Podría afectarle más de lo que pensamos, su lobo ha estado mucho más agresivo. No quiero verlo de nuevo en el fondo – el alfa lo único que buscaba era evitarle tanto dolor al castaño, no podía tener la visión del omega de nuevo en ese estado, no otra vez.
— Hoseok, su lobo, encontró a su alfa – la última palabra le heló la sangre, eso era imposible, al menos para el pensamiento de Hoseok lo era. El lobo de Taehyung repudiaba a la mayoría de alfas, a otros les temía, con la excepción de los conocidos que les había tomado más de un año poder tener un contacto más cercano –, te lo pido, no lo hagas solo por él. También se convirtió en mi familia los últimos años, me gustaría despedirme y decirle que no tenga miedo a abrir su alma.
El alfa se sentía en una encrucijada, aún conmocionado por lo que había dicho la omega, si eso era así, entonces sus suposiciones eran reales. Ese alfa con el que pasó el celo sería la respuesta para que Taehyung mejorara, tendría que hablar con él, explicarle todo, decirle que el omega era especial. Pero existía la posibilidad que se aprovechara de la situación, el castaño seguía siendo sumiso en muchos aspectos, en algunas ocasiones siempre esperaba una orden o una voz de mando que lo sometiera.
¿Qué debía hacer? ¿Realmente era correcto dejar que ese alfa se metiera en la vida de Taehyung? ¿Qué tal si todo salía mal?, no se lo perdonaría jamás.
— Hoseok, no atormentes tu mente. Fue su lobo el que lo escogió – la calmada voz de Eunyeong lo trajo a la realidad, sus manos empezaban a estar frías, la marca se estaba volviendo violeta, no quedaba mucho tiempo –, debe tener una buena razón para que sea él. No olvides que nuestro lobo siempre tiene la razón, debes confiar. Por favor, quiero estar con mi familia, ahora que... Seok – jamás le había dolido tanto el mencionar el nombre de su alfa, pero en ese preciso instante en el que se sentía desamparada verdaderamente el dolor era imposible de contener ante la pérdida de su otra mitad.
Hoseok le tomó de las manos, atrayendo un pañuelo para limpiar las lágrimas que se derramaban por las arrugadas mejillas de la omega, quien agradeció tener un poco de contacto con otra persona. Se sentía rota.
— Prometo que lo traeré, para que puedas despedirte.
— Eres un buen alfa Hoseokie – le acarició la mejilla, Eunyeong retenía sus lágrimas tratando de guardar en su memoria los últimos recuerdos que tendría – eres muy bueno.
Si tan solo alguien le hubiera dicho, advertido, mencionado que esa mañana de viernes, que parecía ser una normal y caótica, se convertiría en el evento más desastroso de su corta vida, se habría burlado, reído e incluso haría chistes, pero no era así. Las voces al otro lado de la puerta estaban retumbando en sus oídos, no quería aceptar lo que sucedió, esperaba que fuera un error, un sueño, algo diferente.
Las gotas de agua fría seguían cayendo por su rostro, el cual se encargó de lavar, en reiteradas veces con tal, de borrar el recuerdo de la vergonzosa escena que había ocurrido minutos antes. Necesitaba recomponerse a sí mismo, aunque se le estaba haciendo imposible.
— Jungkook, tienes que salir de ahí – la gruesa voz de Yoongi se escuchaba cansada de estar intentando hacerlo salir de ahí – no puedes esconderte en el baño de tu oficina todo el día.
— Solo estaré el tiempo suficiente hasta que Taehyung se vaya.
— Afronta las consecuencias de tus actos, pareces un adolescente hormonal.
Esa era la mejor descripción para la situación. La cual se trataba de un enorme malentendido, que surgió algo así; al momento de discutir la idea sobre las tomas con cada uno de los fotógrafos, Seokjin definitivamente lo había puesto en una encrucijada, resulta y acontece que al omega quisquilloso le encantaron los dos, así que el papel del malo de la película era para él. Obviamente, a quién contrataría sería a Taehyung, aún recordaba su pequeña conversación frente a la cafetería cuando mencionó que no tenía el suficiente dinero para costearse cosas así. Si podía ayudarlo con algo que estaba en sus manos, y darle la oportunidad de trabajar, lo haría, posiblemente se convertiría en un empleado fijo.
El problema fue cuando Yoongi llegó al estudio y preguntó por el concepto del omega haciéndolo sentir incómodo con su presencia, Taehyung trató de explicar que era una visión de un invierno un poco más occidental, como de esos bailes de invierno que suelen tener en el continente americano. Algo que resultó muy conveniente para la ingeniosa mente de Jeon, el cual decidió explicar a Seokjin su idea para el proyecto de invierno, todo iba bien hasta que surgió el comentario inoportuno de Yoongi, diciendo que al fin conocía al omega sin aroma que lo traía vuelto loco.
Su lobo no lo había tomado muy bien y mucho menos cuando el omega comenzó a sentirse más incómodo ante los comentarios. Park Bogum intentó defenderlo tomándolo entre sus brazos, pero Taehyung le pedía que lo soltara, porque en esos momentos lo único que lograba era alterarlo, y el alfa lo único que hacía era aferrarlo más a su cuerpo, diciendo que todo estaba bien, la ira invadió a Jungkook y terminó arrebatándoselo de los brazos y como si hubiera sido pensado el omega se abrazó a su cuello escondiéndose en su pecho, podía oler el miedo en él, así que sin pensarlo más lo tomó entre sus brazos y lo llevó hasta su oficina. No sin antes dejar en claro un pequeño detalle a todos dentro del lugar.
"Suelta a mi Omega"
— Jeon, sal de ahí en este instante. Reclamaste un omega en plena prueba de estudio, el cual tienes asustado aquí – así es, Taehyung seguía en uno de los sofás de su oficina, abrazando el saco del alfa porque así se sentía más cómodo. Yoongi se giró a verlo y suspiró pesado, preso de la situación – disculpa su actitud no ha tenido una buena semana.
— Lo lamento, yo no quería incomodar al señor Jeon – murmuró Taehyung, las lágrimas que con tanto esfuerzo había mantenido en sus ojos comenzaron a rodar por sus mejillas, Yoongi sentía que le explotaría la cabeza, el olor a tristeza era demasiado para una situación tan ridícula – me retiraré enseguida.
— ¡No! – se escuchó la voz del alfa desde el baño, estaba metido ahí porque luego de encerrarse con Taehyung en la oficina, la realidad le cayó como un balde de agua fría cuando el omega le preguntó por qué había dicho que era suyo. Entró en pánico encerrándose en el baño dando vueltas como una bestia enjaulada, pero escuchar que Taehyung se iría lo despertó de su estado alterado. Con precisión abrió la puerta, encontrándose frente a él a su hyung, quien tenía el ceño fruncido, una vena saltada en la frente, mostrando que se estaba controlando para no gritarle o quizá agredirlo como en la mañana –. Por favor Taehyung no te vayas, déjame recompensarte este mal momento.
— No es necesario.
— Si lo es.
— Taehyung-ssi, me permites unos minutos, necesito hablar con Jungkook, solo será un momento.
Ni siquiera esperó su respuesta cuando ya se estaba llevando al joven alfa hacia la puerta de la oficina, específicamente en el pasillo que, para su fortuna, estaba vacío por ser la hora de la comida. La puerta no había terminado de ser cerrada cuando lo tomó de la camisa, pegándolo a la pared de manera brusca.
— Jungkook, escúchame con atención ¿Qué fue todo eso de allá abajo?
— No es mi culpa haber actuado así, si ese alfa lo hubiera soltado como él lo pidió en un principio – masculló el menor, exponiendo de nuevo sus colmillos al sentirse molesto de solo recordar cómo Taehyung pedía casi de manera sumisa que lo soltara – lo estaba obligando a estar ahí, tocándolo como si mandara sobre él... ese alfa...
— Ese alfa, ahora es un empleado de la compañía, estará todo el tiempo alrededor de tu precioso omega, así que más te vale relajarte y controlarte – Yoongi apretó más su agarre para hacer notar que hablaba en serio – ¿comprendes? Tú no eres así, tu agresividad está saliéndose de control por ese chico, o lo arreglas o se va.
— No.
— Bien, entonces actúa como el Jeon Jungkook que conocemos.
Le soltó la ropa y comenzó a andar en dirección contraria. Por su parte, el alfa se armó de valor, volviendo a entrar a su oficina, teniendo una vista muy diferente a la que había dejado. Taehyung estaba observando la ciudad desde el ventanal detrás de su escritorio, le pareció tierno que aún estuviera sosteniendo su saco, de vez en cuando lo olfateaba y frotaba su mejilla como si quisiera marcarse con su esencia. Su lobo se sintió más que satisfecho con el actuar del omega.
Mío
El animal insistía en llamarlo de esa manera, era realmente incómodo, incluso lo había reclamado frente a todos en el momento de decir que dejara de incomodar a "su Omega", aunque Taehyung también participó en el actuar contrario aferrándose a su cuerpo.
Sus recuerdos se interrumpieron gracias a la esencia del omega que estaba invadiendo toda su oficina, haciéndole saber que se encontraba más que a gusto en ese lugar.
— Taehyung – no quería quitarle la paz que tanto transmitía, pero ahora el omega era también un empleado, el cual ya estaba siendo involucrado en un gran escándalo, sin embargo, eso no le evitaba a Jungkook de utilizar la reciente contratación de Taehyung a su favor – te parece si almorzamos algo, para celebrar tu nuevo puesto. Es una costumbre entre empleados y jefes.
— Eso me gustaría, señor, pero no tengo dinero para hacer eso.
— Déjame invitarte, además te debo una comida por lo que sucedió el sábado, así que no debes preocuparte por pagar nada, esto corre por cuenta mía.
Decir que no sintió un cosquilleo insistente sería engañarse, pero esta vez lo percibía en su estómago, eran las famosas mariposas o un calambre por el hambre que estaba reclamando alimento en su cuerpo. Aunque sabía que parecía más la primera opción, Taehyung conocía muy bien lo que era privarse de comida, definitivamente esto era diferente.
Ambos salieron de la oficina con dirección hacia los elevadores, Jungkook marcó el nivel del estacionamiento dejando que el silencio los invadiera, envolviéndolos en una atmósfera de nerviosismo.
Taehyung quería hablar, pero no sabía cómo empezar, pensaba en cualquier tema de conversación, pero ninguno le convencía, hasta que su cabeza le dio una enorme luz roja. Estaba saliendo con su nuevo jefe, el alfa con el que había pasado un celo muy extraño y sobre todo tendría que comer ¿Por qué aceptó la invitación?, eso le angustiaba demasiado, ¿tendría que pedir poca comida? ¿Quizá tendría que pedir una ensalada? Lo peor de todo era que lo vería comer de manera extraña.
— ¿Tienes algún gusto en particular? – Jungkook sabía que debía ser cuidadoso en la elección del lugar, nada ostentoso, pero con buena comida, quizá así no asustaría al castaño. Ni siquiera lo veía a la cara porque a través del reflejo notaba cierta, ¿incomodidad?
— Está bien cualquier cosa, me gusta la mayoría de las comidas de aquí.
— ¿Aquí? – eso llamó su atención, el castaño no pareció darse cuenta de lo que había dicho hasta que Jungkook lo recalcó – te refieres a la comida de ¿Seúl?
— No, es decir... me refiero, que no tengo un gusto particular, solo que no sea picante.
— De acuerdo.
"Abro las puertas a un nuevo inicio, llenando mis pulmones del aire nuevo"
"Los días pasaron volando en un simple aleteo de mariposa, te tenía frente a mí"
"De repente el camino fue iluminado y no me llevaba al sol, me conducía a ti"
"Tienes la fórmula para hacerme olvidar el dolor"
"Aún no sé dónde terminará esto, pero si es contigo se siente correcto"
"Porque descubrí que me gusta estar con él, no, me gusta él"
"¿Quieres conocerme? ¿Estaré listo para conocer todo de ti?"
Hola personitas bellas, he vuelto con una nueva actualización. Esta actualización me tomó un poco más de tiempo del que esperaba, pero al mismo tiempo me siento satisfecha de cómo quedó.
Por cierto, hubo una personita que estuvo bastante activa por Tik Tok, pidiendo esta actualización, si estas leyendo esto, que sepas que me sacaste una sonrisa, además de motivarme para terminar la edición de este capítulo.
Saluditos a todos ustedes que han estado esperando con ansias este bonito reencuentro. Nos vemos en una próxima. Se les quiere personitas. Purple Hearts 💜💜💜
Les dejaré un poco de visión de la sesion de fotos de nuestros bebés
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