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VI

El sol del nuevo día se había vuelto perezoso, parecía que aún era de madrugada o demasiado temprano para recibir los rayos cálidos del gigante del día, el cielo se pintaba de gris y la tierra estaba cubierta de una neblina espesa que ocultaba todo a su paso. Era perfecto para quedarse en cama, abrigarse con dos o tres mantas extra, podría comer un poco y quizá tomar una ración extra de comida. Sin embargo, la inquietud de su lobo no le permitió quedarse un minuto más en la comodidad de la cama, estiró sus músculos tensos, su piel se erizó en demasía, signo de que su lobo pedía salir. Rendido ante la exigencia del animal, se enderezó, colocando sus pies descalzos en el frío suelo.

Comenzó a quitarse la pijama y la dejó sobre la cama, normalmente se vería en el espejo que escondía entre las puertas de su closet, pero el centro tenía la regla de nada de reflejos durante la estadía, hacía mucho más fácil la transición para no tener una imagen diferente de sí mismos, siempre existía el pequeño detalle que algunos omegas tenían alguna lesión visible y la visión de eso no era lo mejor para un momento de crisis.

Taehyung ya había pasado por eso, pero ahora podía mirar hacia abajo, donde su cuerpo se veía mucho mejor, sus huesos ya no se marcaban bajo su piel, se notaba que había subido de peso, lo veía en la pancita que se formó en su abdomen, una que no resguardaba nada en su interior. Según su hyung era grasa natural que producía su cuerpo para guardar el calor en esa zona especial, esperando para albergar vida.

Cachorro.

Una nostalgia abrumadora lo invadió, pero no dejó que las lágrimas le nublaran la visión, cerró sus ojos con fuerza y su lobo tomó el control de su cuerpo, haciendo cosquillas en su piel, cambiándola por una llena de pelaje, sus huesos crujieron para acoplarse a la nueva postura con sus patas erguidas, firmes, fuertes como siempre. Se sacudió un poco aflojando los músculos y entonces agradeció la vieja costumbre de su lado humano, dejando la ventana abierta, donde podría salir con libertad, corriendo hacia el bosque.

La tierra mojada se metía entre las almohadillas de sus patas, el musgo le daba un toque fresco al aire, la neblina se había dispersado para hacer travesuras en el cielo, las nubes estaban cargadas de agua listas para dejar caer la gloriosa agua hacia la tierra, por eso estaba tan gris el día, ni siquiera el sol había podido contra el poder de la lluvia inminente, el omega amaba el ambiente húmedo que dejaba, porque así nadie sabría de él, siempre en su forma animal despedía más feromonas por el estado puro de su jerarquía, pero estando en un lugar así podría tener un buen camuflaje.

Luego de media hora andando por el bosque, con la respiración agitada y el pelaje lleno de tierra decidió tomar un descanso, los truenos amenazaban cada vez más con la llegada de la lluvia y fue cuestión de minutos para que las copas de los árboles fueran receptoras de cada gota provenientes de las nubes, el olor a tierra mojada se intensificó, junto al de las cortezas de los pinos, el animal se tumbó sobre su lomo para revolcarse sobre la fría humedad, llenándose de eso que le traía paz.

Olor a tierra mojada.

Aunque no era suficiente, a pesar de sentir el frío lodo en todo su cuerpo, teniendo su pelaje manchado de un café oscuro, aun así la esencia no se impregnaba de la misma forma que tanto anhelaba, olfateó más a su alrededor, encontrando la siguiente esencia y se frotó contra las cortezas bañadas con la lluvia, el intento fue totalmente en vano. Solo quería volver a estar cubierto por la esencia de ese alfa, oler como lo hizo esa mañana, justo como lo hacía aquella prenda que tenía celosamente resguardada.

Una idea fabulosa llegó a su mente ofuscada, con rapidez sus patas retomaron el camino al centro, la agilidad junto con sus buenos reflejos eran los mejores aliados para evitar cualquier obstáculo. Sus movimientos eran solamente guiados por un propósito, llegar a la habitación. Pasó por algunos árboles conocidos que le daban la bienvenida a su ventana abierta, de un salto entró, buscó entre sus cosas lo que tanto ansiaba, pero por más que olfateó no dio con su deseo.

Alfa... no está... alfa.

Un chillido fue el causante de que esa mañana todos en el lugar despertaran, alterados por el sonido de un lobo salvaje, demasiado cerca del lugar seguro donde varios omegas descansaban de una larga pesadilla. Los aullidos seguían llenando el eco de los pasillos hasta llegar a los oídos Hoseok, él conocía ese sonido en particular, sin pensarlo, saltó de la cama, aun con sus pies descalzos, corrió atravesando el lugar hasta llegar a la habitación donde sabía que encontraría al lobo.

La imagen le pareció graciosa, divertida y un tanto extraña, se suponía que era un pelaje pulcro el que poseía el omega, pero estaba completamente embarrado de lodo, el suelo era una víctima más de los estragos de la tierra mojada, estaba hecho un ovillo en el suelo sollozando por algo, con el hocico metido entre la maleta de ropa. Negó lentamente al no comprender el motivo de tanto escándalo y con paciencia se acercó hasta el animal que chillaba.

— Hola lobito – le susurró a unos cuantos pasos de distancia, se acuclilló para estar a su misma altura y poder verlo a los ojos, el animal solamente movió las orejas, le estaba prestando atención, solo que no estaba dispuesto a levantarse – ¿Qué sucede? ¿Te lastimaste en tu salida matutina? – el omega escondió su hocico entre sus patas, se sentía avergonzado por haber llamado la atención –. Oye, lo que sea que haya sucedido, está bien. Ahora te encuentras a salvo.

Otro chillido más se escuchó, para el alfa fue una señal de sufrimiento, para Taehyung una clara discusión con su parte animal de sentirse avergonzado. Su lobo quería encontrar las prendas que utilizó el día del homenaje, algo que guardó celosamente en su habitación dentro del closet para olfatearlo cada vez que se veía necesitado de la esencia, pero cuando salió de la casa no estaba pensando en llevarlas consigo, ahora le estaba reprochando por no haberlas traído,

— Si no te sientes tranquilo puedes evitar salir, le diré a Bogum-ssi que no venga – el lobo alzó la cabeza al escuchar aquello, el faltar a esa sesión era inaceptable –, recuerdas que dijo que estaría aquí, para llevarte a ese asunto de la prueba de fotografía – le volvió a insistir Hoseok al verse de manos atadas por no entender la lamentación del lobo –. Puedo llamar a Park para que cancele la sesión de fotografías, explicaremos que te encuentras indispuesto.

Hoseok cayó sentado en el suelo ante la repentina actitud del animal, se había levantado de su sitio alarmado, trató de tranquilizarlo un par de veces, pero lo único que ganó al final fueron gruñidos al colocarse frente a la puerta, ¿le estaba exigiendo que le dejara salir?, eso le quedó claro cuando lo quitó de enfrente con su hocico, comenzó a arañar la puerta impaciente. Estar consternado era lo último que podía sentirse el alfa, confundido sería una palabra más acertada porque en el momento en el que abrió la puerta el lobo color café, por el lodo que le cubría, salió corriendo con dirección hacia las duchas.

Alfa, alfa, alfa...

No era una actitud usual del pequeño lobo, como le gustaba llamarlo, porque si hablaba de tamaños, cuando estaba de pie era tan alto como él, representado su pureza animal. Justamente ese omega majestuoso, tan lleno de vida, poderoso, feroz, y tenaz, se encontraba como un cachorro asustado, escondiéndose debajo de las gotas de agua de una lluvia artificial proveniente del grifo de la ducha. Taehyung estaba sentado en el suelo del baño, recibiendo toda el agua caliente, abrazando sus piernas, encogiéndose cada vez más, haciendo que sus rodillas se pegaran a su pecho.

— ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? – replicó con lágrimas en los ojos, se sentía vacío y al mismo tiempo entusiasmado por salir corriendo de ese lugar. Era viernes, el tan esperado día que su propio lobo había marcado una y otra vez. No quería invadirse de miedo de nuevo, no cuando apenas y recién terminaba de caer en red de contención que cierto alfa había puesto para él – ¿Me reconocerás? ¿Me odiarás por abandonarte? ¿Podrás perdonarme?

Demasiadas preguntas sin respuesta aparente se aglomeraban en su cabeza y esa era la misma razón por la que las vociferaba, intentando no consumirse en la duda, no quería comerse la cabeza con pensamientos negativos.

— ¿Taehyung? – la voz del Hoseok hizo eco en las paredes del baño, era un lugar con duchas compartidas, el vapor del agua caliente comenzaba a empañar el vidrio opaco del resto de duchas. Se aproximó a la fuente del sonido y trató de escuchar atentamente si obtenía una respuesta – ¿eres tú o aún hablo con tu lobo? – silencio –. No tienes que sentirte avergonzado, en serio no tienes que ir a ninguna parte.

— Estoy bien, hyung – murmuró tratando que su voz no se escuchara ahogada o quebrada –, quiero ir a esa prueba, solo necesito asearme – Hoseok sopesó lo que diría a continuación, el omega escuchó un suspiro al otro lado de la puerta, no quería escuchar más palabras, suficiente tenía con el caos de su mente –. Necesito privacidad, Hobi hyung.

Era un golpe bajo utilizar el sobrenombre tierno, pero sabía que esas palabras tendrían el impacto necesario en el contrario para por fin quedarse a solas y así reponerse a sí mismo, quería hacerlo por su cuenta y no porque alguien le ayudó. No más depender de alguien.

— De acuerdo, no tardes. Cuando termines tu pintura del día, estaré esperándote en la cocina con el desayuno. ¿A qué hora debes estar en el lugar?

— A las once, ¿crees que tendré tiempo suficiente? – una risa tímida se escuchó por parte del alfa, no para burlarse, sino como una muestra de sentirse relajado, Taehyung estaba aprendiendo a enfrentar sus miedos y la actitud que tenía en esos momentos era de admirar.

— Son las seis y media de la mañana Taehyung-ah, claro que te dará tiempo.

Taehyung se incorporó para terminar de asearse, masajeó su cabello del cual no dejaba de salir lodo, en serio su lobo se había esmerado por alcanzar tener una pizca del olor del alfa que tanto quería, ahora tardaría mucho más de lo esperado para sacar la suciedad. El agua que corría por su cuerpo hacía su mejor trabajo para quitar la tierra pegada a su piel, tomó el jabón y recordó la última vez que lo utilizó; tenía una fórmula especial para ocultar el aroma, era utilizado para encubrir de manera superficial el olor de la esencia natural.

De igual manera ayudaba a esconder olores ajenos, justo como lo fue el intenso aroma del alfa por su celo; su lobo replicó muchas veces por el uso de ese jabón, no quería perder la esencia impregnada en su cuerpo, por eso había guardado las prendas.

Tampoco quería perder la poca esencia que su cuerpo comenzaba a emanar, pero no podía arriesgarse, estaba en el límite de su seguridad, mientras no se sintiera seguro no dejaría de usarlo, mucho menos ese día que estaría rodeado de alfas, omegas y sobre todo frente a él. Su lobo rasguñó bajo su piel, por la necedad de su parte humana, cuando sin dudar comenzó a limpiar su cuerpo con aquel jabón. Tenía un largo camino por recorrer para volver a sentirse bien. Una idea le pasó por la cabeza luego de utilizar shampoo en su cabello.

¿Lo reconocería sin tener olor o el color de cabello?

Regla #5. "Nada de extravagancias en el pelo (colores extraños, cortes raros, permanentes o mantener el pelo largo), eso solo llama la atención"

Me pinté el pelo de rojo, temporalmente. Últimamente me hago ondas

Meta: hacerme una permanente

El tan horrible viernes había llegado, se sentía estresado porque antes de las pruebas con los fotógrafos debía presentar la idea para el nuevo proyecto, cosa que le parecía un total desastre. Sus asociados querían una idea novedosa para llamar la atención sobre lo que representaban las fiestas de invierno sin la típica referencia a las festividades ¿Cómo iba a hacer eso con las ideas nefastas que cada uno presentó? Todo lo que habían entregado como propuestas redundaba en actividades en la nieve, viajes a las montañas, vacaciones en familia, la única idea que provenía de él para salvar esa reunión era sobre una cabaña en el medio del bosque, pero no tenía algo sólido y la idea venía de ese fin de semana.

Jungkook quería escapar de nuevo a ese lugar, entre los brazos de un hermoso omega que no dejó de enredar sus dedos en su cabello, dejando las más relajantes caricias, embriagarse en la plenitud del aroma ajeno y escucharlo, no importaba que fueran simples sonidos, murmullos o uno que otro jadeo solo lo quería a él. ¿Por qué la tierra no lo podía tragar y escupirlo en su ensoñación? Se sentía totalmente agotado.

Siempre estaba más estresado para esos días de entrega, Seokjin podría parecer muy amable, carismático y embobar a cualquier persona con su sonrisa, pero todo era una pantalla porque su temperamento era de los diez mil demonios, tenía muy buenas ideas y cuando no se ejecutaban como esperaba nadie se podría salvar de su ira. Aún se preguntaba cómo era que su jefe, Kim Namjoon, había logrado obtener su atención, era el único que menguaba su actitud.

Afuera de su oficina podía escuchar pasos yendo y viniendo provenientes de todos los empleados que se encargarían de montar el espacio para las pruebas fotográficas, otros corrían por los pasillos para que la sala de juntas estuviera preparada cuando se llevara a cabo la reunión, la cual se daría en menos de media hora. Masajeó sus sienes en un afán por tranquilizarse, su lobo estaba inquieto desde la noche anterior, lo atribuía a la presión del día, pero lo estaba mareando con todas las vueltas que el animal daba.

— Jeon – la voz de su hyung invadió su espacio, debía ser algo serio si lo estaba llamando por su apellido. Se incorporó, alzando la vista, Yoongi se veía preocupado, podría incluso decir que para nada feliz – las propuestas de este año son un asco – tiró los papeles que tenía en sus manos sobre el escritorio y tomó asiento frente a él frotando su rostro con desesperación, no tenía que decirle lo que ya sabía – ¿Qué piensas mostrar en la reunión de hoy?

— Aún no estoy muy seguro – Yoongi gruñó en desaprobación, sabía que el joven alfa había estado distraído, pero no esperaba algo como eso, menos en épocas tan importantes – no me veas así, los socios están pensando en cosas estúpidas y comunes, deportes de nieve y vacaciones en las montañas.

— Eso no tiene nada de novedoso – murmuró con mal humor – ¿Qué idea has sacado de esto?

— Solo pienso en algo, así como un retiro en una cabaña, algo solitario.

— ¿Una idea individualista después del homenaje a las familias?, gran idea Jeon.

Sí, lo admitía, no era la mejor propuesta que se le había ocurrido, de hecho, ni siquiera lo pensó con calma, era más un deseo, detestaba la felicidad de las fiestas de finales de año porque todas se enfocaban al ambiente familiar de compartir. Lo que menos quería pensar era en familias reunidas, dándose regalos y comiendo en el calor de un hogar, él ni siquiera sentía que su propio apartamento fuera cálido cada que llegaba a casa.

— Tienes que dejar de pensar en ese beta, solamente es un obstáculo en el trabajo – las palabras del contrario lo trajeron a la tierra, no había pensado en él durante esos días de trabajo estresante – concéntrate en lo de hoy, además te tengo información del fotógrafo al cual engañaste con su trabajo.

— No lo engañé, realmente hace un excelente trabajo.

— Pero querías sacarle información sobre tu beta y no contratarlo. – un gruñido mucho más fuerte salió del pecho de Jungkook –. Sí, sí, no es beta, es omega sin olor. Quiero que veas estas fotografías.

Le entregó un pequeño paquete de fotografías, la primera ya la había visto, se trataba de una toma del momento preciso en el que los globos eran alzados al cielo, algo se removió en su pecho al recordar que él mismo participó de ese evento tan simbólico. La siguiente se trataba de un grupo de personas con las emociones a flor de piel, algunos llorando, otros sonriendo ampliamente mientras observaban el cielo. Yoongi esperó pacientemente hasta que llegara al fotograma específico que sabía muy bien llamaría totalmente la atención del joven alfa.

La imagen mostraba una toma del pelirrojo con la mirada fija hacia el cielo, sosteniendo su cámara, su mirada parecía nostálgica, cautivadora, hasta que notó algo característico, el color de los ojos, uno oscuro y el otro azul zafiro, la siguiente toma lo mostraba de igual forma entre el conjunto de personas, sonriendo, con el detalle que ambos ojos eran del mismo color, azules.

No era la primera vez que veía ese cambio en los ojos del omega, pues recordaba que esa misma noche de su celo, durante el tiempo que estuvieron juntos, ambos colores estuvieron presentes en los iris de Taehyung. Era como estar con ambas formas al mismo tiempo, tanto el lobo como el lado racional estaban ahí, rindiéndose ante él.

— Veo que notaste el detalle en esa fotografía – sonrió triunfante Yoongi, su joven amigo podía estar cegado por un enamoramiento efímero, pero no dejaría que siguiera igual, al menos no ese día –. Como puedes ver, sí tiene un distintivo de la compañía. Pedí al personal que estuvo ese día el gafete de identificación del chico de la fotografía – el mayor interrumpió los pensamientos de Jungkook, quien se preguntó si su hyung también notó el cambio en el color de su pelirrojo –, toma, es este – lo deslizó sobre el vidrió del escritorio hasta hacerlo llegar a las manos contrarias – ahí tienes el nombre que tanto buscabas.

Jungkook tomó el objeto con manos temblorosas escrutándolo detalladamente, esperando encontrar algo diferente, solamente se detuvo en la perfecta caligrafía con el nombre Kim Taehyung, el alfa frunció su ceño, no encontraba la gran pista por la que se estaba regocijando su hyung.

— Ya conocía su nombre, esto no me dice nada nuevo Yoongi hyung.

— Jeon, ahí dice Kim Taehyung y al lado dice otro nombre – negó con la cabeza al ver como el contrario volvía su vista al objeto, abriendo a todo lo que daban sus ojos. Jungkook alzaba la mirada hacia él y la regresaba al gafete en sus manos temblorosas – ahí tienes, información extra.

— ¡Hyung! – se puso de pie sobresaltando a Yoongi – tú sabes más información de esto, aquí dice Vante, al lado de su nombre. Dime todo lo que conozcas.

— Jungkook, relájate, sé lo mismo que tú.

Yoongi lo vio alejarse del escritorio llegando hasta el ventanal, suspiró varias veces pensando, concentrándose en las palabras de su hyung. El mayor esperaba que su amigo no fuera tan poco observador en esto, admitía que era de los mejores en su trabajo porque siempre veía mucho más allá de lo que cualquiera esperaría, rogaba para que sus pocas palabras fueran suficientes para descifrar el acertijo entre sus manos.

Aunque sus esperanzas se esfumaban con cada paso que daba el contrario por toda la oficina, murmurando cosas, frunciendo el ceño, parecía una bestia enjaulada, ¿acaso no se había dado cuenta? ¿En verdad era tan tonto o ciego?

— Yoongi hyung tienes que decirme la información que tengas de él o me volveré loco – se acercó de nuevo al alfa con un aura amenazante y lo tomó de los hombros –, dime o iré a hacerlo yo mismo al departamento de personal para averiguarlo.

— No te atreverías a hacer una locura como esa. – sonrió burlón por el capricho de Jungkook, lo que no se esperaba fue ser soltado de manera ruda y lo siguiente que vio fue el cuerpo del joven alfa saliendo a través de la puerta –. Mierda, ¡Jeon no hagas esto!

Comenzó a perseguirlo por el pasillo donde los estragos de su rabieta eran visibles, todos los empleados se veían atemorizados por la esencia del alfa, no se estaba controlando. Los pasos de Jungkook eran como tres de él, se apresuró lo más que pudo hasta alcanzarlo en el elevador. Entró justo antes que las puertas se cerraran, siendo el único en poder soportar un poco mejor las feromonas, debía encargarse de tranquilizarlo de la mejor manera.

Debía actuar con total calma, sin alterar más el estado del alfa, quien casi le gruñó al tenerlo en el mismo espacio reducido, impidiéndole que siguiera apretando el botón para que avanzara la caja metálica.

Lo tomó del traje y lo estampó contra el espejo que cubría la pared metálica. Un quejido de dolor salió de la boca de Jungkook, al segundo siguiente los ojos del joven alfa se estaban llenando de un rojo rubí, su lobo se estaba exponiendo como muestra de dominio sobre un alfa de menor jerarquía.

— Escúchame Jeon, tienes que relajarte. Estás inundando el espacio con tus feromonas de enojo, dejaste a medio piso asustado allá arriba.

— ¡Suéltame, hyung!

— No lo haré si no te relajas – un gruñido fue su respuesta, Yoongi no se doblegaría, no cuando estaba frente a un alfa puro como el de Jungkook, aunque fuera el más manso, siempre existía el poder de su estirpe. Llevó su mirada a la pantalla del elevador que seguía indicando los números de los pisos, con agilidad presionó el botón para detener la caja metálica y así por fin dejar encerrada a la bestia, una vez la alarma sonó indicando que el mecanismo se había detenido, pudo soltar del todo el traje de Jungkook – estaremos aquí hasta que te tranquilices.

— No lo entiendo, hyung, ¿Por qué me haces esto? – suspiró cansado, desvió la mirada de Yoongi y lo que vio no le gustó, había visto su reflejo no agradándole la vista, sus ojos parpadeaban con un rojo no muy amigable, se estaba saliendo de control dejándose llevar por los instintos de su lobo. Dio algunas respiraciones profundas comprendiendo a lo que se refería su hyung, ahora se sentía mal por todo el personal que se vio afectado por sus feromonas, se resbaló sobre la superficie lisa y ese fue indicio para que Yoongi se relajara.

El sonido del teléfono del alfa mayor comenzó a retumbar desde el bolsillo de su traje, sabía que se trataría de alguien de mantenimiento o bien uno de sus jefes, esperaba que no fuera la segunda opción, para su tranquilidad se trataba del jefe de cámaras de seguridad.

— Señor Min, nos advirtieron de un elevador en mal estado. Mantenimiento enviará al equipo, ¿Se encuentran bien?

— Descuide, yo presioné el botón para evitar un desastre. Todo en orden aquí.

— Entiendo señor.

La llamada finalizó, tan breve y eficiente como esperaba de su personal. Se deslizó de igual manera que el menor por la pared contraria del elevador, con la mirada fija en Jungkook. Esperaba que la noticia de su pista encontrada fuera recibida de una manera diferente y no en una especie de rabieta, ¿tendría algo que ver con el celo precipitado? Podría apostar que sí, pues desde ese día el animal interno de su amigo estaba mucho más susceptible a cualquier cambio. Más estresado, agresivo, incluso a la defensiva.

— Kook – le murmuró para llamar su atención, el alfa se sostenía la cabeza sumergido en un mar caótico, como en una tormenta eléctrica, con descargas que su cuerpo sufría – Kim Taehyung vendrá hoy.

— ¿A la empresa? ¡Te refieres a que lo encontraste!

— Eres un tonto, en serio – Jungkook frunció su ceño por la forma en la que lo llamó – Kim Taehyung es Vante, el fotógrafo que vendrá para la prueba del nuevo proyecto. Al que tú mismo reclutaste a través de Park Bogum – Jungkook volvió su vista hacia el gafete que aún sostenía entre su mano, colocando especial atención en el nombre Vante, todo haciendo clic en el acertijo. Se puso de pie llegando hasta su hyung que lo miró ceñudo, a la expectativa de sus acciones, el joven alfa lo tomó de los hombros levantándolo del suelo como si de una pluma liviana se tratase, era un golpe a su orgullo, estuvo a punto de quejarse cuando sintió unos brazos fuertes rodeándolo – Jungkook, ¿Qué haces?

— Gracias, hyung – le soltó del abrazo casi de inmediato, sosteniéndolo solamente de los hombros, dejando a la vista el aspecto del contrario, en su rostro, Jungkook, tenía una sonrisa enorme, incluso el ambiente había cambiado opacándose por uno más agradable. El menor soltó el cuerpo de su desconcertado hyung y miró su reloj, dándose cuenta de que la hora de la reunión había llegado, presionó el botón para que el mecanismo volviera a funcionar y el elevador los dejó en el quinto piso, las puertas se abrieron y él salió saludando a todos no sin antes voltear hacia Yoongi –. Qué esperas hyung se nos hace tarde.

Definitivamente, ese día sería demasiado largo para todos en ese edificio, mucho más si el tal Kim Taehyung se aparecía con Park. Y hablando de Park, Yoongi debía hablar con Jimin sobre las próximas fotografías que serían tomadas, él era la imagen principal junto con otro grupo de modelos. En serio tendría una migraña, más le valía a Namjoon invitarlo un buen whisky después de eso.

Mientras tanto, Jungkook sentía cómo el cosquilleo en su pecho volvía a hacer estragos en su cuerpo, su lobo arañaba, reclamando por la sumisión en el elevador, definitivamente, existía una brecha enorme entre la parte animal y la humana, casi siempre ganaba Jungkook al no dejarse dominar por los instintos agresivos de su lobo. No podía permitir que hiciera lo que le viniera en gana, mucho más porque tenía una imagen la cual cuidar.

Sonrisas cordiales provenientes del resto de personal le recordaba que nadie lo conocía por ser alguien que hiciera honor a su rango.

"Un puro nunca baja la cabeza hacia sus inferiores."

Palabras vacías que lo único que hacían era recordarle cuán humilde debía ser con el resto de personas, siempre sonreía ampliamente, reverenciaba con elocuencia y gracias a eso, muchas personas gustaban de él. Y quién no caería bajo los encantos de Jeon Jungkook, un alfa joven, de buen porte, siempre carismático, preocupado por su personal a cargo y el resto de personas, cordial, justo, sobre todo extremadamente guapo. Tenía un cuerpo como si fuera tallado por las manos de un Dios, aunque en realidad era producto de horas en el gimnasio; el ejercicio le ayudaba que su lobo perdiera el estrés, lo mantenía agotado la mayor parte del tiempo gracias a eso.

La tensión en su cuerpo fue haciéndose más presente conforme se acercó a la puerta de la sala de juntas y fue aún más cuando al buscar bajo su brazo no encontró el portafolio con las ideas que debía presentar justamente en la reunión. No tenía más tiempo para regresar hasta su oficina y mucho menos podía entrar al estanque de tiburones sin esos papeles.

— ¡Señor Jeon! – la voz agitada de su asistente se escuchó por el pasillo, la vio correr hacia él con su cabello rubio suelto hecho un desastre, en sus manos traía varias carpetas negras que a simple vista aseguraría que se trataban de las propuestas, copias iguales para todos los jefes que estarían presentes –. Espere un momento, señor Jeon.

La torpeza de los pasos de su asistente hicieron su cometido, uno de sus tacones había decidido no participar más del arrebato de la joven omega rompiéndose a unos cuantos pasos de él, pudo observar cómo el tobillo se le doblaba y prácticamente caería de cara al suelo, cosa que gracias a sus buenos reflejos evitó, sujetando a la chica entre sus brazos fuertes.

Las cosas se esparcieron por todo el lugar. Era un verdadero desastre, incluso ella lo era, tanto así que no se dio cuenta el momento en el que se perdió en los ojos de Jungkook, tenía una mirada un tanto fría, pero que te brindaba seguridad, el rubor subió a sus mejillas y del nerviosismo dejó escapar un poco de su esencia.

Para su mala suerte, Jungkook no podía importarle menos los efectos de un simple gesto como ayudarla a no caer. El alfa era casi incapaz de leer las emociones del resto de personas que no fueran de su círculo cercano y el hecho de que su lobo se mantuviera en una especie de hibernación lo hacía ser un tanto más desapasionado con el bienestar de otros.

— ¿Se encuentra bien, señorita Han? – preguntó cortés tratando de incorporarla, Jungkook solamente quería asegurarse que estuviera bien y poder entrar a su reunión. El alfa alzó una ceja ante la inexistente respuesta de la chica para ser sincero, era algo irritante esa actitud justo en esos instantes. – señorita Han, ¿está usted bien?

— S-sí, magníficamente – murmuró ella, perdida aún en la mirada oscura que tenía al frente, no se había dado cuenta de que aún sostenía el brazo del alfa, tampoco las miradas fisgonas que se colaban por el lugar, fue así hasta que un carraspeo se escuchó devolviéndola a la tierra –. Lo siento, señor Jeon, no fue mi intención incomodarlo. Solo quería traerle las copias de los portafolios para la presentación del proyecto de invierno, esto fue mi culpa por ser tan torpe – hizo una reverencia de noventa grados frente a Jungkook, quien compartió miradas con Yoongi al ser el tercero en ese espacio, solamente buscaba que todo ese drama terminara, suficiente había tenido en la mañana –, le ruego me perdone señor.

— Está bien, señorita Han, fue un accidente – el alfa recogió una de las carpetas para quedársela, cosa que fue tomada de una manera extraña por su asistente, arrebatándosela de las manos, su ceño se frunció, haciendo temblar a la chica por la actitud que tomó frente a su jefe. Jungkook volvió a tomar otro portafolio bajo la atenta mirada de su asistente –. Tomaré uno de estos.

Fue lo único que mencionó luego del arrebato de la omega, no le dio tiempo de ayudarle con el resto porque la vio demasiado enfrascada en recogerlos por su cuenta, su amabilidad tenía un límite, así como su paciencia, si ella no quería la ayuda no la obligaría imponiéndose.

Sin poner mucho cuidado en los murmullos, abrió las puertas, encontrándose con el resto de jefes, algunos socios y demasiadas adulaciones, agradeciendo su presencia en el lugar. Su mejor estrategia era colocarse una máscara de indiferencia frente a esos alfas ególatras y oportunistas, claro que, por esa misma razón, eran empresarios. Le molestaba ver cómo detrás de cada uno se encontraban sus asistentes, de preferencia un omega, si eran mujeres siempre estarían vestidas con faldas cortas, en el caso de que fueran hombres utilizaban trajes entallados que hacían resaltar determinadas zonas. Le dolió la entrepierna de solo pensar la incomodidad de un traje así.

Aún recordaba la vez que le insinuaron que su asistente debía hacer algo con su mal humor, se podía hacer una idea de lo que sucedía después de esas reuniones con los omegas vestidos de esa forma. Jungkook aborrecía el abuso de poder en todos los sentidos, en especial cuando se trataba de una jerarquía, imponiéndose sobre otra solo para satisfacer sus asquerosas prácticas.

— Parece que alguien está de mal humor – mencionó uno de los socios, el alfa podía apostar que aquel hombre mayor había estado esperando ese momento desde que puso un pie en la compañía. La rivalidad no se limitaba solamente en el ámbito empresarial, también era algo de posición social, un poco de altanería y orgullo – Jeon, deberías considerar relajarte. Tanto estrés no es bueno para un alfa joven.

— Señores.

La voz del vicepresidente de la compañía acalló los murmullos en la sala y él tomó asiento junto a Yoongi en la punta de la extensa mesa, ignorando cualquier comentario fuera de lugar. Se trataba de una reunión para la presentación del proyecto de invierno, lo que se reducía que toda la atención recayera sobre el departamento de publicidad, eso quería decir que los ojos estarían puestos en él. Por supuesto que no perdería su preciado tiempo alargando más el encuentro.

Pero eso no evitó que todos los socios tuvieran algo por opinar, luego de observar las copias entregadas por su asistente, sabía que se trataba de sus anotaciones, declinando cada idea con los pros y contras; obviamente no les agradaría la idea que sus "brillantes propuestas" fueran rechazadas por un "Niño" como se empeñaban en llamarlo.

— Esto debe ser una broma, señor vicepresidente – habló el señor Choi, uno de los socios mayoritarios de la empresa, era un viejo alfa amigo del presidente, definitivamente el primero en negarse a la idea de tratar con niños sin experiencia, porque eso eran para él – este chico nos entregó copias de la propuesta que entregamos solo para burlarse de nosotros.

— Opino lo mismo – secundó el director Han, otro alfa mayor, con molesto olor a habano que no le preocupaba en lo más mínimo incomodar a las personas a su alrededor con tal de mostrar quién mandaba en ese lugar –. Aquí dice que la propuesta de los deportes en la nieve no es una idea novedosa. El año pasado viajé con mi esposa a las montañas para disfrutar de las vistas y hacer estas actividades. Créame que vi muchos turistas en el lugar divirtiéndose con ello.

— Por esa misma razón es que me parece una idea poco creativa, redundando en lo común, no sale de lo normal, mucho menos algo que impresione al público – contraatacó Jungkook sin bajarle la mirada, ganándose más de un ceño fruncido. No tenía la autoridad absoluta en el lugar, pero hacía valer su puesto sin bajar la cabeza, no utilizando su poder jerárquico sino su astucia y justo eso era lo que claramente tres alfas en la mesa admiraban –. Unas vacaciones en las montañas para practicar deportes puedo tomarlas en cualquier momento del año, la naturaleza no se moverá de su lugar, incluso si el invierno termina, las actividades de nieve seguirán ahí, aunque no vayan familias para fechas festivas, los turistas serán atraídos por la belleza de la vista todo el tiempo, por eso se le llaman centros turísticos, ese es su punto.

— Concuerdo con el joven Jeon – agregó otro de los socios, el señor Kwan, quien siempre se esmeraba en dejar en claro que Jungkook simplemente era un joven alfa ignorante de la vida, lo adulaba para luego tirar su daga venenosa –, pero me dirá que ¿las reuniones familiares son algo no aceptado para usted? Es un tema que siempre es utilizado para jugar con las emociones de las personas, causando unidad falsa.

— Efectivamente, señor Kwan, es un tema utilizado con anterioridad, es aburrido, retrógrada para estos tiempos actuales, necesitamos ideas frescas, no tradiciones que han sido instaladas desde hace años como parte de estas fechas – Jungkook paseaba la mirada en cada uno, reconociéndolos, sabía cada facción, lo que dirían, sus argumentos con poca base fundamental para convencer a cualquiera en esa sala jamás darían resultados positivos, no si estaba él. Sin embargo, uno de ellos llamó la atención del alfa, una cara nueva que jamás había visto en una junta.

— Bien, ya escuchamos las ideas de nuestros distinguidos socios – la profunda voz del vicepresidente se hizo escuchar, no necesitaba utilizar la voz de mando porque nadie se atrevería a objetar a algo que mencionara el alfa, mucho menos conociendo la posición en la que se encontraba – así que, ¿por qué no nos muestra la verdadera propuesta para este año? Señor Jeon, le doy el espacio, sé que todos en esta sala mueren por conocer lo que pudo sacar a flote con esas ideas descartadas.

Jungkook sonrió ladino, detestaba que personas como el vicepresidente Kim Namjoon, le llamase señor, pero conocía el trasfondo de ese simple llamado, era un juego entre ellos para hacer doler el ego de esos viejos alfas. Sin hacer esperar un minuto más se puso de pie bajo la atenta mirada de todos. Yoongi sabía que Jeon no tenía ninguna propuesta hecha, debía tener un buen as bajo la manga o estarían en problemas.

— Este año se dio el homenaje más importante sobre las pérdidas de los omegas, pero las críticas sobre la exclusión de la minoría fueron notables, mucho más que las notas que exaltaban la idea. – la pantalla presentaba todas las notas periodísticas sobre la falta de mención de las alfas y betas gestantes que también eran parte de las pérdidas, datos que fueron sacados gracias a las familias afectadas que no se quedaron calladas. Todos los socios y directores bufaron por lo bajo, sabían que el joven alfa no se quedaría de brazos cruzados, Jungkook fue el primero en mencionar que se vería afectados por su decisión de excluir y solo colocar el foco en los omegas –. Como mi idea no fue escuchada en esa ocasión, espero que esta vez atiendan a lo que estoy por exponer – hizo silencio para ver la cara de todos, sonrió satisfecho de las emociones mostradas en cada uno y siguió –, se harán dos eventos de invierno.

Una idea que nadie estaba por aceptar, era demasiado presupuesto el que se necesitaría para llevar a cabo algo de esa índole, en la mente cerrada de la mayoría el joven alfa había perdido la cabeza, mientras que Namjoon y Yoongi sonreían sin poder creer que lo había hecho de nuevo. Hubo una tercera persona intrigada por conocer la idea de Jungkook, pero prefirió mantener un perfil bajo y seguir escuchando cómo se quejaban todos, lanzando sus argumentos hacia el vicepresidente que mantenía la mirada fija en el alfa. Estaba definitivamente loco, recordaba los rumores acerca de su tan distraída mente en los últimos días que no esperaba que de un segundo a otro llegara con una posible propuesta.

— Silencio, señores, debemos terminar de escuchar para luego llegar a un acuerdo – acalló a todos ganándose más de un gruñido, a Namjoon no podía importarle menos las opiniones de los socios en ese momento, sabía que las ideas eran minuciosamente meditadas por él antes de presentarlas al presidente, quien tenía plena confianza en él – Jeon, prosigue por favor.

— La idea es la siguiente, un evento para los solteros – Yoongi quiso levantarse de su lugar y tomarlo del cuello por soltar tremenda estupidez en una sala llena de viejos alfas con familias, sin embargo, los rostros del resto de socios fueron como la fresca brisa del invierno para Jungkook –. Este proyecto constará de dos eventos, para el treinta de diciembre realizaremos un evento para todas las personas que no tienen una familia o bien una pareja con quien pasar esas fechas, siempre se promueve la unión en familia, pero olvidamos que hay muchos que viven solos por decisión propia o bien que no han encontrado un vínculo. Puede que las personas casadas y adineradas vayan mucho más de compras para estas fechas porque tienen hijos, nietos e incluso para ellas mismas. Pero realmente, ¿Quiénes son los clientes frecuentes?

La pregunta tomó a todos por sorpresa, cada uno eran líderes de la cadena empresarial Beyond, unos de los centros comerciales donde las más exclusivas boutiques vendían sus prendas finas, otros eran directores de la cadena de perfumes y maquillaje de alta gama, el resto se repartía entre los hoteles, resort, campos de minigolf y uno que otro club exclusivo. Definitivamente, sus ventas estaban dirigidas a un público joven más que a familias ¿Cómo no habían pensado en algo así? Jungkook se volvió a regocijar por su astucia y se dio la libertad de saborear su victoria.

— Les responderé para facilitarles un poco de su ajetreado trabajo, que imagino es muchísimo como para no tener en claro cuáles son sus mejores estadísticas en ventas – dirigió su vista de nuevo en la pantalla presentando los números altos de cierto grupo específico de personas –. Muy sencillo, las personas solteras gastan más, por ende, si hacemos que los clientes asociados vayan a un evento exclusivo para ellos, se elevarán las ventas.

— Y ese maravilloso evento ¿Cuál sería? – una voz en el fondo se escuchó, proveniente de un alfa joven, quizá podría ser de la edad de Namjoon, por su aspecto y acento no parecía ser de Seúl, mucho menos haberse criado en Corea.

Los murmullos comenzaron a hacerse presentes, nadie lo había notado, estaban demasiado ocupados sintiéndose los alfas, todos poderosos que no pusieron cuidado en el intruso que entró a la reunión, excepto Namjoon, Yoongi y Jungkook, el primero conociendo de antemano la participación del extraño en la reunión, esperaba desde mucho tiempo atrás la interrupción por su parte, algo no le cuadraba en su aura, no se comería su fachada con sonrisa prudente y cortés.

— Para quienes no estaban enterados, tenemos un nuevo integrante en la línea de mando. Él es el señor Kang... – Namjoon intentó presentarlo, pero tal como esperaba el alfa dejó salir a luz un poco de su personalidad.

— Soy uno de los nuevos ejecutivos de la cadena de hoteles. Aunque eso es lo menos importante en estos momentos – tanto Jungkook como Namjoon lograron reconocer el narcisismo en esa simple presentación, ese alfa representaría un dolor de cabeza –. Me gustaría saber más al respecto de su idea, señor Jeon, ya que, si se trata de un evento de tal magnitud, puede llevarse a cabo en uno de los hoteles o resort de la cadena a mi cargo.

— Agradezco su interés, señor Kang, definitivamente no descartaré su propuesta – en lo absoluto le daba buena espina ese alfa, lo tendría vigilado, pues tal como esperaba de alguien que pasó callado todo ese tiempo, había actuado como una víbora esperando atacar a su presa en el momento preciso –, respondiendo a su pregunta, aún no podemos revelarlo, ya que es un proyecto que estamos trabajando con el segundo al mando y precisamente el día de hoy se concretarán detalles. Lo que les puedo mencionar es lo siguiente, todos los asociados podrán tener acceso a esta actividad, el dinero que se recaude lo utilizaremos para la obra benéfica que hace la compañía cada año, estoy pensando en algunos centros de apoyo, tomando en cuenta que el homenaje ha sido un hilo sensible en nuestra sociedad y existen lugares que ayudan a los afectados de esas trágicas pérdidas, porque no ser de ayuda, reconociendo su trabajo.

Todos entendían lo que significaban esas palabras, decir que estaba trabajando con el segundo al mando era simplemente una declaración de poder sobre ellos, no había cabida para discusiones. Nadie objetó nada en absoluto y Jungkook lo agradeció; la reunión siguió por media hora más, entablando conversación sobre varios puntos en las publicidades de nuevos productos, lanzamientos especiales, entre otros. Jungkook por fuera era una muralla indescifrable, serio, imponente, su mirada no bajaba en ningún momento ante nadie, firme en lo que ya había dicho, aunque volvieran a tocar el tema; mientras que su cabeza era un caos infinito de las posibilidades, no tenía realmente un evento pensado para el proyecto, solamente se le vino combinar lo que dijo sobre hacer algo con las personas solteras porque él era parte de esa minoría sin una familia o vínculo con el cual compartir.

Lo que sí tenía claro al salir de esa sala de reuniones era que tendría que hablar con ese alfa, el doctor Jung, según había escuchado en los pasillos de la cabaña, se trataba de una asociación extraña que ayudaba a omegas, betas y mujeres alfas en su mayoría gestantes, en situaciones de crisis. Le pareció el lugar más acertado para ayudar un poco a todos aquellos que vio en una situación bastante alarmante, solamente en los veinte minutos que demoró en salir de ahí notó el estado de muchos de los pacientes.

La junta había culminado sin mayor complicación y Jungkook solo tenía un objetivo en ese momento, esperaba que Kim Taehyung se presentara a la prueba de fotografía. Diosa, de verdad estaba rogando por tener una oportunidad más con el omega. Quería atravesar las puertas del estudio y encontrarlo ahí, tan etéreo como lo recordaba.

— Señor Jeon, el estudio está listo para la prueba de fotografía que solicitó. Ambos fotógrafos están esperándolo, junto con el segundo al mando.

Jungkook paró en seco sus pasos, no sabía cómo sentirse respecto a lo que había dicho su asistente. Feliz por reencontrarse con el omega o si quería que lo tragara la tierra por tener que enfrentar a la fiera Kim Seokjin en un lugar cerrado.

"La vida dejó de ser una película en blanco y negro desde tu llegada"

"La oscuridad que invadía ahora se disipa como nubes cediendo ante los rayos de sol"

"La miel de maple no es tan dulce como tu sonrisa"

"¿Este es el inicio de algo, debería frenarlo o tomar un boleto sin opción a retorno?"

Hola a todos, sé que dije que publicaría otro capítulo porque el anterior no me convenció, pero todos me llenaron de bonitos mensajes diciendo que era todo lo contrario porque estaba hermoso.

Pues este lo iba a publicar como agradecimiento por eso, pero ahora, estoy super emocionada porque la historia llegó a 10k de vistas. Es algo que no me esperaba. Empecé la historia sin expectativas y ha subido como la espuma del mar.

Como yo no puedo mostrarles toda mi gratitud con palabras, les envío una reverencia virtual.

De verdad gracias personitas bellas, como siempre espero se mantengan saludables, felices y, ¡¡¡Super Purple Heart para todos 💜💜💜!!!

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