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Seonghwa buscaba a través de los pasillos al peliazul, desde hace dos días que ha notado como se esconde de todos, sobre todo ha visto como trata de evitar la presencia del rubio dentro del colegio, más las veces que lo ha visto fuera del colegio se han saludado de una manera tan amistosa que comenzó a creer que algo pasaba para que se comportara de esa manera solo en el colegio.

Iba a rendirse hasta que logró verlo nuevamente en su casillero, iba a acercarse hasta que logró ver como Byun Yunjoon, uno de los estudiantes más destacados en fútbol americano se acercaba hasta él, pero contrario a lo que pensaba Seonghwa, se acercó de una manera agresiva e intimidante.

Primero cerró el casillero del peliazul de un portazo causando en el más bajo un gran susto haciéndolo saltar desde su lugar, después le dijo algo que el rubio no lograba descifrar, pero por su expresión sabia que lo estaba amenazando, para después tomarlo del cuello y estrellar su pequeño cuerpo contra los casilleros. Seonghwa, quien veía todo detrás de uno de los pasillos, sabía que no era buena idea intervenir en medio del pasillo, por lo que no tuvo de otra que solo observar la escena.

Por último, Yunjoon soltó a Hongjoong para después arrojar sus cuadernos al suelo y caminar en dirección a las aulas, pisando sus libretas en el proceso. Seonghwa iba a acercarse a ayudarle pero el menor recogió todo tan rápido y yéndose que no le dio tiempo de alcanzarlo.

De algo estaba seguro era que había descubierto que Yunjoon era el bully de Hongjoong, pero aún lo desconcertaba cual era la razón de su comportamiento y estaba más que dispuesto a averiguarlo.

Entrar a su clase no era lo primordial ahora, así que en su mente buscaba un indicio que lo llevara a saber más y a su mente vino el campo de fútbol americano, Yunjoon pasaba la mayoría del dia en ese campo que dentro de un aula, así que rápidamente fue dirigiéndose hacia allá.

Conforme Seonghwa iba acercándose al campo identifico el largo y ancho cuerpo de Yunjoon, quien se dirigía a un grupo de 5 estudiantes: 4 chicos y 1 chica, quienes estaban frente a las gradas del campo. Él siendo lo bastante ágil y astuto se coló debajo de las gradas, estando así lo más posible cerca del grupo ese y que gracias a la luz del sol, no se darían cuenta de su presencia debido a la sombra oscura que daba debajo de las gradas.

—¿Y bien? ¿Sigue sin delatarnos ese cobarde enano? —preguntó uno de ellos.

—Al parecer no, pero no se preocupen, lo seguiré amenazando diario si es necesario, ahora debemos concentrarnos en el siguiente —habló Yunjoon mientras sacaba un cigarrillo y lo encendía.

—Pero esta vez hagan bien su trabajo de vigilar para enterrar bien el cuerpo, no necesitamos otro soplón más por amenazar.

Todos asintieron mientras se quedaban sin decir nada. Seonghwa no reconocía a nadie de ellos, más que a Yunjoon, pero algo en lo que era bastante bueno era recordando rostros y ya había identificado el de todos a la perfección.

—Calma, si de ser necesario para su tranquilidad, matamos al enano ese y listo —dijo la chica mientras le arrebataba el cigarrillo para dar una larga calada.

—No cedamos a la desesperación y tampoco a medidas extremas, sigamos con el plan que está en pie, solo cuídense y mantengamonos en contacto —habló Yunjoon—, cualquier novedad vienen a decirme.

Todos asintieron y se fueron esparciendo por el campo para volver al edificio del colegio, por su parte Seonghwa permaneció unos minutos más ahí hasta que ya no hubiera nadie más en el campo, entonces fue cuando decidió salir, pero al salir se topó con otro estudiante que no esperaba ver.

—Hyung... no sabia que ahora se dedicaba a espiar estudiantes.

—No te metas Choi, ¿por qué no sigues complaciendo a tu sádico amor?

—Eso estaba por hacer, pero necesito un consejo del mejor psicópata que conozco.

—Yo no se de que hablas —dijo Seonghwa mientras hacia el intento de irse.

—Hacerse el desentendido y seguir con su farsa de estudiante ejemplar no va a funcionar conmigo, yo se mucho de este colegio y de sus estudiantes mediocres —dijo seriamente.

—Ve al grano ¿quieres?

—Quiero un consejo para golpear a alguien y que de un solo golpe logre romperle el craneo.

Seonghwa suspiró pesadamente antes de comenzar a caminar.

—Usa una llave de pugilato y da el golpe justo arriba de la cabeza —dijo señalando la parte superior de su cabeza—, debe ser un golpe certero y obtendrás lo que deseas. Adiós.

Dijo Seonghwa mientras caminaba sin ver atrás y suspiró antes de seguir su camino, camino hasta llegar al comedor del patio, el cual estaba solitario.

Hasta ahorita se había dado cuenta de todo lo que había recaudado:

Primero; era que habían matado a alguien y por lo visto Hongjoong fue un testigo clave, al cual han estado amenazando.

Segundo; creen que Hongjoong es un peligro inminente y en sus planes está el matarlo, posiblemente.

Y tercero; al parecer han tenido más de una víctima, ya que hablan de ir por la siguiente persona, lo que para Seonghwa es una luz verde para comenzar a actuar pronto o su amor platónico sufrirá las consecuencias.

De pronto su mirada se fijó en un pequeño grupo de gatos molestando a otro más pequeño de color negro, Seonghwa estaba a punto de hacer algo de no ser porque otro gato pero blanco y más grande se acercaba hasta los demás y atacaba a los demás, defendiendo al pequeño. Al final el gato blanco resguardó al gatito negro, quien se mantenía pegado al blanco.

Y nuevamente el rubio creyó que aquello también era una señal, así que decidido se levantó de la banca y se dirigió a gran velocidad hacia la biblioteca, donde consiguió el libro del anuario escolar, con ello lograría identificar a los dichosos estudiantes.

Decidió empezar por la chica, recordaba perfectamente por su rostro y así comenzó su búsqueda por cada uno, al encontrarlos arrancaba cada hoja donde aparecían ellos hablando de sus pasatiempos y cosas relevantes sobre ellos. Para Seonghwa encontrarlos fue pan comido, lo complicado sería analizar el comportamiento de cada uno y comenzar a actuar de manera correcta.

Pero no le importaba nada, porque su objetivo era el bienestar de Hongjoong y si eso significaba matar a los responsables que lo hacían sufrir dentro del colegio, entonces la pagarían. Conocerían finalmente la faceta oscura que nadie conocía de Park Seonghwa.

Y su primer víctima en ser testigo del sádico y psicópata que podía llegar a ser era nada más y nada menos que:

Jeon Soyeon.