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La estación del tren estaba bastante tranquila para ser mitad de octubre, no había bastante gente y eso a Seonghwa le gustaba, así podría seguir estudiando sus apuntes tranquilamente por el resto del camino, sacó su libreta y comenzó a ojearla mientras leía con atención.

El tren no tardó en llegar y justo cuando se detuvo los pasajeros abordaron el cowboy para poder buscar un asiento, por su parte Seonghwa entró tranquilamente y logró divisar un asiento vacío frente suyo, estaba dispuesto a sentarse pero prefirió ceder su asiento a una ancianita que apenas iba ingresando, por lo que solo se colocó a un costado de la puerta, con una mano se sujetaba del sujeta manos y con su otra mano iba leyendo su libreta, como si de un libro se tratara.

Todo el trayecto hacia la escuela había sido bastante rápido, por lo que había llegado con bastante tiempo al colegio, bajo con total tranquilidad del tren y camino sin prisa hacia al colegio. Al entrar pudo notar el poco movimiento por los pasillos, por lo que dedujo que la mayoría de los alumnos quizás aún no llegaban al colegio. Más su vista se fijó en alguien desde un principio y no pudo evitar sonreír.

Camino a través del pasillo en dirección hacia esa persona mientras en el proceso iba deseando los buenos días a los pocos estudiantes que veía a su paso. Cualquiera que lo viera diría que Seonghwa era quizás el presidente estudiantil o algún delegado de la mesa directiva, pero nada de eso, el rubio no formaba parte de ninguno de esos cargos de suma importancia y tampoco le importaba serlo.

Justo a un metro de distancia de aquella persona notó como éste tenía problemas con las cosas que sacaba de su casillero y por ende una libreta había caído al piso y Seonghwa no perdió aquella oportunidad para ayudarle y acercársele.

ㅡAmm g-gracias ㅡHongjoong recibió la libreta apenado mientras agradecía con una reverencia sin dar la cara, pero al momento de levantarla y darse cuenta quien le había ayudado se quedo perplejoㅡ uhhh h-hola Seonghwa.

ㅡHola Hongjoong ¿todo bien?

El peliazul asintió apenado mientras apretaba sus libretas contra su pecho.

ㅡ¿Te gustaría que te acompañara hasta tu clase? ㅡcuestionó amablemente Seonghwa mientras intentaba ayudarlo con las libretas que llevaba en brazos y Hongjoong no tuvo de otra que aceptar su ayuda y compañía.

Ambos iban tranquilamente intentando mantener una charla, Seonghwa mencionó algo que le había resultado gracioso al menor provocándole reír, pero había cometido un error y ese había sido haber volteado en dirección contraria de donde estaba. Justo del lado de Hwa, hacia la izquierda, se percató de la mirada intimidante de cierto estudiante quien yacía recargado en uno de los casilleros y el miedo invadió de nuevo su cuerpo, dejando de reír de golpe.

ㅡL-Lo siento Seonghwa, debo irme. Adiós ㅡHongjoong como pudo le quito sus libretas a Seonghwa y camino a prisa hacia su clase dejando al rubio realmente extrañado por aquella sospechosa acción repentina. Volteó la mirada hacia su izquierda topándose con un estudiante que repentinamente reanudo su caminar en sentido contrario al que iba, lo siguió con la mirada sin siquiera saber quien era y lo más importante ¿Qué había sido aquello que lo hizo reaccionar de esa manera tan extraña?

Seonghwa no podía quedarse a pensar sobre ello todo el día, así que termino caminando a su clase que no tardaría en dar inicio.

Desde que Hongjoong había sido transferido a ese colegio llevaba consigo la idea de querer hacer muchos amigos a toda costa, más no fue algo sencillo ni mucho menos algo que logró, pues ese colegio mostraba un aura bastante misteriosa que la mayoría de los colegios en Corea no presentaba, los alumnos ahí ya tenían sus grupitos definidos y por lo que analizo el peliazul en su primera semana era que cuando alguien nuevo se quería integrar a un grupo ya existente éste era rechazado socialmente por todo el colegio y eso no era lo que él buscaba, así que creyó que lo mejor era pasar por desapercibido y ser como muchos de los alumnos que se mantenía en solitario dentro del colegio, y así fue.

Hongjoong se mostraba como uno de los tantos alumnos destacados, pero a pesar de ello seguía sintiendo algo extraño en ese colegio. Cuando solía realizar un trabajo con algún compañero éste se mostraba totalmente amable, algo que hacía dudar al peliazul sobre que quizás no todos los alumnos ahí eran extraños, sin embargo, cuando dicho trabajo o proyecto era finalizado, el supuesto compañero jamás le volvía a dirigir la palabra o peor aún, hacían como que no lo conocían,

Claro que eso no paso por alto para Hongjoong, quien comenzaba a sentir una especie de miedo estando en el colegio.

Lo que nunca esperaba él, era que cierto evento que le daba curiosidad le ocasionaría lo que sería el inicio de sus pesadillas diarias dentro de ese colegio.

Un día Hongjoong había salido temprano de sus clases y antes de irse fue a su casillero a sacar su chaqueta, ya que hacia demasiado viento frio, pero mientras acomodaba sus cosas escucho a lo lejos que en el pasillo un grupo de sujetos llevaba a la fuerza a un alumno que había visto con anterioridad antes, siempre se sentaba a almorzar solo en las mesas del comedor, aunque siempre miraba a su alrededor con cierto recelo.

Hongjoong escuchaba como el chico decía una y otra vez que era inocente, de reojo pudo ver que había sido llevado por el pasillo izquierdo que daba a la salida de lo que sería el patio de futbol americano. Rápidamente guardo sus cosas queriendo irse lo más pronto posible, pero justo en el momento menos esperado lo intercepta el profesor de gimnasia. Chistó.

ㅡ¡Qué bueno verte Hongjoong! Necesito que me hagas un favor antes de irte ¿Podrías llevar la canasta de balones al armario de gimnasia? ㅡel peliazul no podía negarse y menos ante un pedido por parte de un profesor, así que asintió recibiendo la pesada canastilla.

El profesor agradeció antes de irse de vuelta por el pasillo por donde venía y Hongjoong se encaminó hasta el pasillo donde daba al armario al final de dicho pasillo, pero para su mala suerte esa entrada al armario estaba cerrada.

ㅡ¡Mierda!

Recordó que quedaba la otra entrada, pero eso significaba que debía rodear todo el campo de futbol americano y eso lo preocupaba ¿Y si el dichoso grupito que se llevaron a aquel estudiante estaban ahí? Tenía miedo, no lo negaba, pero era la única forma de llegar ahí. Paso saliva nerviosamente y se dispuso a caminar hacía la cancha, la canastilla pesada y su nerviosismo no hacían una buena combinación, pero hacía todo lo posible para poder caminar a prisa a su destino. Al llegar a la cancha observó esta totalmente vacía y creyó que ya se habían ido, suspiro aliviadamente mientras seguía caminando hacia el dichoso armario.

Una vez que divisó la entrada apuro su caminar e ingreso a éste donde deposito la canastilla cerca de otras, recupero energías un par de segundos antes de volver a salir de ahí, creyó que lo adecuado era cerrar la puerta, así que eso fue lo que hizo, pero las puertas al ser metálicas hicieron bastante ruido. Justo en ese momento escucho distintas voces y pisadas que se dirigían donde él estaba, el pánico comenzó a invadir su cuerpo y para cuando se dispuso a querer irse alguien ya estaba frente suyo. Pudo reconocerlo, era uno de los alumnos que llevaba a la fuerza al otro, y quizás haber hecho suficiente ruido no había sido lo peor, el mayor error que debió haber cometido fue haber volteado la mirada detrás suyo, donde se encontraba con una escena nada buena: 5 chicos, incluida una chica enterraban el cadaver de aquel pobre chico llevado a la fuerza, pudo observar su rostro desfigurado debido a los golpes recibidos y el miedo de sufrir el mismo destino se había apoderado de su mente.

ㅡ¡Es un testigo, lo vio todo! ㅡgritó uno de ellos señalándolo.

ㅡ¡No, no!, juro que no diré nada de lo que vi... ㅡdecía Hongjoong intentando zafarse de ello.

ㅡYo digo que hay que matarlo también...

El que parecía ser el líder de dicho grupo se quedo pensando un par de segundos mientras lo veía fijamente. Hongjoong suplicaba con la mirada que tuvieran piedad.

ㅡDe acuerdo, no te mataremos ㅡdijo seriamente sin dejar de verloㅡ, pero en su lugar te haremos sufrir cada día que te reste estando en este colegio, si hablas de esto con alguien o nos delatas juro que cualquiera de nosotros te matará antes de siquiera pisar la cárcel.

El sujeto se rio fuertemente mientras se acercaba al peliazul, éste era muchísimo más grande que él y sin pensarlo le propino un fuerte puñetazo a su estomago, haciéndolo retorcerse del dolor.

ㅡAhora ¡largate de aquí!

Hongjoong no lo pensó más y con dificultades debido al dolor que presentaba, corrió fuera de ahí, solo que ahora se dirigía hacía la otra salida del colegio.

Aquella imagen no podía sacársela de la cabeza y el rostro desfigurado seguía en su mente. No sabía en que gran lío se había metido, pero sabía que no tenía forma de escapar de ello.

Me he dado cuenta que no solo soy buena con las historias súper románticas y lindas, sino que también se me ocurren unas ideas bien oscuras para fics y viendo el éxito que ha estado teniendo class fight decidí sacar una mini serie de cuatro libros acerca de esta temática oscura, siendo class fight el primer libro.

Lo curioso que tendrá esta serie es que serán Crossovers entre los cuatro libros planeados, habrá datos importantes que se conectan con las otras historias, ya tengo las tramas para los otros dos libros restantes y debo decir que uno de ellos estará basado en otra canción de Melanie Martínez pero no diré más, siendo los shipps restantes el Yungi y el Jongsang, así que en vacaciones tratare de terminar esta historia que espero les guste tanto como Class fight.