Tags: drama, romance, amor a primera vista, naru!sasu, one shot, romance, au situado alrededor del 1800.

Se decía que el mundo era comprendido solo por dos fuerzas: el yin y el yang, o como la gente comúnmente los conocía "la luz" y "la oscuridad". Estas dos fuerzas representaban cosas tan opuestas como complementarias, extremadamente necesarias para mantener el equilibrio en el lugar donde la vida habitaba.

Cada persona tenía una energía diferente dada por el mundo y para mantener el equilibrio, se creía era necesario que ambas fuerzas permanecieran en mitades opuestas de la tierra, separando así romances, amistades y familiares.

Las personas portadoras del yin representaban la oscuridad, pasividad, a lo femenino y a la tierra. Estas personas tendían a tener ojos profundos e hipnotizantes, con facciones androginas y elegantes, con una gracia natural siempre acompañandolos, además de ser sumamente astutos e inteligentes.

Las personas portadoras del yang, representaban lo contrario, la masculinidad, lo activo y el cielo. Eran personas de cabello brillante y mirada tan transparente como un cristal, cuerpos fuertes con facciones definidas, tenían una valentía y una perseverancia que iba con ellos siempre.

Ambas partes vivían buscándose, desafiaban las reglas que delimitaban lo que estaba prohibido, todo con tal de encontrarse.

La luna se apiadó de ellos al sentir la profunda soledad de algunas personas al no poder encontrar a su otra mitad, por lo que decidió darles un día al año en el que pudieran encontrarse y adorarse, pero debido a la inestabilidad de la tierra, resultó en un desastre. El sol la castigó por alterar el equilibrio natural en el que el yin y yang no debían permanecer juntos ni siquiera por un día, eran demasiado poderosos una vez juntos, al grado de amenazar su propia existencia. Sin embargo, era todavía más peligroso prohibir aún más el encuentro de estás energías, pues los humanos estaban dispuestos a arriesgar incluso al planeta en afán de poder sentirse completos.

Así el sol le quitó a la luna su brillo propio, y con la energía quitada al único satélite natural de la tierra, dio la suficiente fuerza al azul planeta, para soportar una vez al año durante veinticuatro horas el poder que estás dos fuertes energías tenían al estar juntas, después de todo si no podía evitarlo, al menos no por completo para su desgracia, al menos haría que la reunión de las fuerzas fuera segura.

Solo había una condición para encontrarse: no podían ni debían enamorarse, por lo que la gente ideó que cuando se encontraran se utilizarán máscaras bañadas en una magia antigua que les impediría reconocerse, así en caso de enamorarse les sería casi imposible volver a encontrarse.

Pero siempre hay una excepción a la regla...

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La familia Uchiha era conocida por la gracil belleza y fuerte energía que todos sus miembros poseían, pero también por la trágicas historias de amor que rodeaban a esta peculiar familia.

Corría como un secreto a puertas abiertas que varios de ellos habían roto diversas reglas para encontrarse con los llamados hijos de sol. Quizás Sasuke, el hijo menor del matrimonio principal no lograría ser la excepción, por lo que Mikoto, su madre, todos los años intentaba impedirle ir a ese baile, intentado que no corriera el mismo destino que habían tenido todos los de su sangre.

A pesar de todos los esfuerzos de su pobre madre, no pudo evitar la terquedad de su hijo y así fue como por primera vez, a sus dieciocho años, Sasuke asistió por primera vez al gran baile

El menor de los Uchiha se encontraba en medio del extravagante salón de baile donde no podía reconocer a nadie, incluso hace ya un tiempo que había perdido de vista a sus padres y a su hermano.

Un poco fastidiado, comenzaba a arrepentirse de haberle insistido tanto a su madre, pues estaba tan perdido que termino aburrido. Hacía un rato que solo estaba parado en la parte alta de una de las cientos de escaleras que se extendían por aquel lugar de aspecto tan mágico, solo con su copa de vino completamente llena en mano, pues había perdido el interés incluso en tomarlo.

Un par de personas se le habían acercado y había bailado una que otra pieza de la exquisita musica que tocaban. Sin embargo, nada lo había impresionado, sentía la energía luminosa, sí, pero nada que pudiera atraparlo, nada parecido a los relatos que su hermano le había contado.

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Sin aún saberlo, del otro lado del salón habían un par de ojos zafiros tan brillantes y enérgicos como el cielo, ojos que pronto verían por primera vez en su vida, a la más preciosa de las noches hecha persona.

Naruto estaba yendo de un lado a otro, se encontraba realmente entretenido e impresionado en su primera vez en el baile, nunca había sentido esa energía que lo rodeaban buscando a la suya, se sentía como un abrazo de la luna.

Se encontraba extasiado, riendo, hablando y bailando con gente que se sentía atraída por su luminosa y vibrante energía. Descubriendo increíbles historias de personas con vidas tan diferentes a la que conocía.

Estaba en medio de un baile con una bonita señorita de energía yin, cuando una aura intensa lo hizo voltear hacía donde estaba un joven vestido de azul marino y plata. Después de disculparse con la chica, decidió acercarse al chico de aquella aura más nocturna que la misma noche.

Sasuke en toda su vida nunca había sentido una energía tan brillante y atrayente, así que giro la cabeza hasta toparse con unos ojos azules tan claros como el aura de su portador, viéndolo fijamente.

Naruto camino, lo más seguro que pudo hacía el otro chico y tragándose su nerviosismo, hizo una reverencia.

"Disculpe mi atrevimiento, espero sinceramente no ser un infortunio en su velada, sin embargo, no he podido evitar desear una pieza con usted", el rubio se esforzó por mostrar la mejor de sus sonrisas mientras le extendían la mano a aquel chico, rezando por ser aceptado.

Sasuke se sentía embriagado y no precisamente por la bebida no ingerida de su copa. El brillo del joven rubio frente a él era tan cálido que se pregunto si era la razón de que sus mejillas se pintarán de carmín y de pronto sintiera un extraño calor.

"No me es infortunio, al contrario, me es grato bailar con un joven tan brillante."

Cuando el chico con ojos y cabello oscuros tomo su mano, Naruto no pudo evitar halagarlo mientras lo llevaba al centro del salón.

"Nunca había visto ojos más negros y misteriosos que la noche misma, me imagino que así de preciosa será su sonrisa."

Decir que Sasuke se sentía en las nubes quizás era poco, tanto que el joven y serio Uchiha le regaló una sonrisa, sacándole solo con esa acción, un sonrojo al rayo de sol frente a él.

Se complementaron perfectamente, siguiendo encantados el ritmo de la música, enamorados de la cercanía que había entre ellos.

Eran dos figuras dando vueltas ligera y elegantemente por todo el salón de baile, los demás invitados no pudieron evitar fijar los ojos en la pareja que bailaba como si estuvieran conectados, sincronizando sus pasos y dando giros como si con el simple hecho de verse a los ojos les bastará para comunicarse.

Entonces el precioso chico de ojos oscuros, frente a él, habló cerca de su oído y Naruto terminó de decidir que aquella voz era la más hermosa que alguna vez había escuchado, si oírla a unos metros como hace unos momentos era una dicha, escucharla tan cerca de sí con la respiración tibia del otro chocando contra su oreja, era el mayor placer que había encontrado en la vida.

La voz de aquel muchacho era profunda como el fondo marino, grave y atrayente, tanto que el pensamiento de hundirse en aquella voz llenó su mente, disparando sus emociones y enfocando todos sus sentidos en aquel chico que había conocido esa noche.

"Es una pena pensar que esta podría ser la primera y última vez que bailemos, ¿no lo cree?"

Y dios el pensamiento de no volver a encontrarse con ese chico, hizo que la energía de Naruto se desestabilizara, como si hubiera encontrado a su complementaria y quisiera salir de su propio cuerpo solo para no abandonar a la energía ajena. No quería nunca salir de la infinita noche que había en esos magníficos ojos negros.

Esforzándose por dar una sonrisa, el rubio contestó. "Quizás deberíamos esforzarnos más para poder volver a bailar, ya que debo de admirar que usted es excelente en eso."

Ninguno tenía idea de cuánto tiempo habían estado juntos, Sasuke estaba haciendo esfuerzos sobrehumanos para mantener su energía a raya, ya que si por ella fuera, ya habría salido dispara de su cuerpo para envolver al rubio y evitar que se fuera.

Casi al final de la noche, al seguir bailando encontraron un pretexto para hallarse abrazados, sus energías se habían fusionado y Naruto no sabía cómo aguantar las enormes ganas de besarlo, mientras Sasuke solo rezaba deseando encontrar al chico rubio el próximo año.

Respetaron una regla: no decir su nombre. Pero quizás rompieron otra, aunque aún era muy temprano para en realidad saberlo.

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Más tarde, en el carruaje de regreso a casa, Itachi dirigía una mirada inquisitiva a su hermano.

"Luces feliz, Sasu, ¿te divertiste bailando?", soltó el mayor sonriendo con divertida malicia, había visto a su pequeño hermano bailando con un rubio muchacho.

Y si el sonrojo de Sasuke no fue suficiente para delatarlo, estaba seguro de que la fingida molestia en su voz lo había dejado expuesto.

"No... No es nada, ¡tu también te ves muy contento y no he dicho nada sobre eso!"

Itachi rió ligero, ganándose un suspiro cariñoso y resignado de su padre, quien de repente intervino en la conversación.

"Pues claro que está feliz, Sasuke, tu imprudente hermano volvió a verlo, como todos los años."

Mikoto no pudo evitar esbozar una sonrisa melancólica, triste porque todos los Uchihas tenían el mismo destino, ya sea con amistades o enamorados, todos terminaban separados de su contraparte.

"¿Vol-volver a verlo?", pregunto el menor extrañado y esperanzado, deseando el también hallar el truco para poder reencontrarlo a él todos los años.

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n/a: decir que ame este one-shot se queda corto, así que espero que quien quiera que lo lea lo disfrute tanto como yo <3