Habían pasado dos semanas de aquello. Había encontrado una escuela para sus hermanos y ellos estaban felices allí, tenían amigos y cuando YooJung llegaba a casa, siempre le contaban sobre su día.

Por otra parte, Jimin iba con regularidad a la cafetería. Ahora sabía que siempre pasaba para allá debido a que tenía que ir a una clase en la Universidad que era a las nueve de la noche, debido a que no habían cupos para la clase de la mañana. Vivía sólo en un departamento cerca de la zona en la que vive su amiga SeolHyun y estudiaba Arquitectura en la Universidad de Seúl.

Jimin llegó a la tienda y pidió lo de siempre. Estaba un poco nervioso y lo demostraba moviendo un poco su pie derecho. YooJung dejó el pedido en el mesón y Jimin le entregó el dinero.

—¿Quieres...salir conmigo mañana? —pregunta el chico tomando sus cosas.

—¿Qué?—pregunta sorprendida, sonriendo un poco.—¿Estás seguro?—pregunta riendo levemente.

—Completamente seguro.—dice sonriente. —Asi que, ¿qué dices?—pregunta mirándola con atención.

—Claro, ¿por qué no?—dice asintiendo, sonriendo sin mostrar sus dientes.

—Perfecto.—Estaba aliviado.—Nos vemos a las dos en el río Han, a la altura del puente Banpo.—dice parado frente a ella.

—Bien.—Ella sonríe.—Dame tu celular.—Y extiende su mano hacia él, esperando s que lo deje allí. Él frunce ligeramente el ceño, confundido, pero aún así lo hace.

Ella lo desbloquea y registra su número en el celular como "la chica de la cafetería". Se marca a si misma y pronto su teléfono comienza a sonar, así que corta.

—Bien, entonces nos vemos en el río Han a las dos.—dice devolviéndole en celular.

—Nos vemos mañana, YooJung.—Se despide y pronto sale de la tienda.

YooJung sonríe y saca su celular del bolsillo de su delantal del trabajo para guardar su número.

Tenía que salir un poco de la rutina.