quince
Apenas entró a su casa, YooJung vio unas botellas rotas cerca de la puerta de la cocina. Desde las escaleras, MinJung y YooSung la miraban asustados mientras escuchaban la pelea de sus padres.
—¡Ella puede salir con quien le de la gana!—Escucha la voz de su madre.—¡Ya es casi una adulta! ¡No puedes controlar su vida!
—¡Es mi hija y hará lo que yo le diga! ¡No va a salir con ese estúpido! ¡Por culpa de él, la niña ha llegado tarde a casa y ni trae comida! ¡Nos morimos de hambre y ella gasta su sueldo en estupideces!
YooJung rodó los ojos.
Tsk, él era el adulto y el "hombre de la casa", se supone que él debía mantenerlos, no ella a ellos.
—¡Tu deberías estar trabajando, maldito holgazán!—Le grita su madre y después hay un profundo silencio.
—¿Disculpa?—La voz de su padre era completamente seria. —Dilo otra vez.
YooJung entra a la cocina y ve el momento justo en que su padre le da una gran cachetada a su madre, volteando su rostro y haciendo que ella girara su rostro, llevando sus manos a su mejilla roja, intentado calmar el ardor que estaba comenzando a sentir con sus frías manos.
—Déjala en paz.—dice YooJung caminando hacia la nevera para luego abrirla y sacar cubos de hielo.
—Tu no te metas en estos asuntos.—responde su padre de mala manera.
—Es mi madre y el problema es conmigo, no con ella.— dice dejando los dos cubos se hielo dentro de una bolsa de plastico para luego cerrarla y caminar hacia su madre.
—Tu deja de ver a ese niñato y tienes treinta minutos para llegar a casa después de tu trabajo. Un minuto más y no te salvas de la paliza que te voy a dar.—Se queda en silencio y gira la cabeza.—Tsk, ni si quiera has comprado mercaderia.—dice al ver los estantes de la cocina con pocos productos. YooJung solo apretaba su quijada mientras colocaba suavemente la bolsa de hielo en la mejilla de su madre, quien tenía los ojos llorosos por la fuerte cachetada que había recibido.
Él sale de la cocina y escucha como le habla a sus hermanos.
—¿Qué están mirando?—pregunta insolente. —No me mires así.—YooJung escucha una queja de YooSung, así que sale de la cocina, viendo como su padre caminaba hacia su habitación y su hermano se sobaba la frente mientras MinJung lo miraba triste.
—Vayan a su habitación, voy en un momento.—les dice acariciando el cabello de MinJung con su mano. Ellos asienten y suben las escaleras. YooJung vuelve a la cocina y ve a su madre con la cabeza gacha.
—Ya no sé que hacer...—dice su madre comenzando a llorar. YooJung suspira y saca un vaso para llenarlo con agua, escuchando los sollozos de su progenitora. Le tiende el vaso y ella toma un sorbo de agua.
—Divorcio.—responde YooJung con facilidad.
—Pero lo amo... Lo amo tanto que duele.—dice sentandose en el suelo.
Y literal, dolía.
YooJung suspiró y se sentó a su lado, abrazándola. A pesar de que su madre estaba siendo estúpida, seguía siendo su madre y no podía dejarla sola.
—Mamá, sólo quiero que te tomes un momento y pienses en lo que está pasando. Quiero que mires a tus hijos cuando llega la hora de comer, notes el profundo silencio que hay en la habitación. Quiero que te des cuenta de que él no te necesita, que las personas que realmente te necesitan son tus hijos... ¿Sabes? Me pude haber ido hace meses de esta casa, pero no lo hice, ¿y sabes por qué? Porque tu no estás para YooSung y MinJung.—le dice con una voz tranquila mientras la miraba sollozar.—Mamá, ellos te necesitan, están creciendo y ven todo lo que pasa en casa. Ven cuando ese hombre te trata mal, te golpea, y como tú vuelves a él pidiendo perdón por algo que no es tu culpa.—YooJung suspiró y miró hacia el frente, dejando de abrazarla. Aquella situación la estaba afectando más de lo que creía.
»Hace algunos días, golpearon YooSung en la escuela.—dice mientras intentaba no soltar sus lágrimas, aún así, sus ojos se cristalizaron. Decir aquello le dolió más de lo que pensaba. Su madre dejó de sollozar y comenzó a mirarla, impactada.—Los niños de su clase le decían que no éramos una familia, que dábamos vergüenza, que nuestro padre no nos quería y que a ti no te importábamos.—La verdad es que YooJung no recordaba las palabras exactas, pero diría las cosas más hierientes con tal de que ella reaccionara.—Lo golpearon y YooSung atinó a defenderse. Hubieras visto su rostro ese día...—Y no pudo aguantarlo más, las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos y no se podía detener.—Estaba todo golpeado y lloraba tanto que rompió mi corazón. Ellos son lo único que amo en este mundo y verlo tan indefenso me hizo sentir triste, enojada, tenía ganas de golpear al otro chico por hablarle así.—Y soltó una risa amarga, secando sus lágrimas con el dorsal de su mano.—Y tu no estabas... —murmura.—Tu no estabas...
Y YooJung comenzó a llorar.
Ocultó su rostro entre sus manos mientras intentaba tragar aquel nudo que tenía en la garganta. Hace años que no lloraba, estaba tan ocupada cuidando y protegiendo a sus hermanos, trabajando para alimentarlos y estudiando tanto para sacarlos adelante, que no se detenía en ningún momento para pensar en si misma y ver lo mal que estaba.
—YooJung, lo siento tanto.—Y su madre la abrazó. Ambas estaban llorando, pidiendo perdón.
Su madre por estar ausente y hacer oídos sordos, y YooJung por no haberlos cuidado mejor.
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A bitch it's crying and that bitch it's me.
Debo admitir que se me salieron unas cuantas lagrimitas al final del capítulo. Soy una sensible llorona, lo sé.
Espero que les haya gustado, gracias por leer, votar y comentar. Las amo ❤ Perdón por los errores ortográficos que se me hayan pasado >.<
Peace Out! xx
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