YooJung se despidió de MinAh y SeolHyun con una sonrisa y se dirigió a su trabajo. Estaba cansada, estaba cerca de reprobar matemáticas, pero no se rendiría, solo tenía que estudiar más.

Cuando llegó a la tienda, se cambió de ropa y se dispuso a trabajar.

La campanita de la tienda se escuchó por todo el lugar. Se acercó a la caja registradora y saludó al cliente.

—Buenos tardes, ¿qué desea pedir?—pregunta. El chico le responde y ella anota el pedido.—¿Eres de Busan?—pregunta mientras realiza el pedido. 

 —Si, ¿cómo lo sabes?—pregunta confundido.

—Tu acento te delata.—dice riendo y tendiéndole su macchiato.

—Me acabo de mudar, no me acostumbro al dialecto de Seúl.-dice tímidamente. 

—Pronto aprenderás. —dice YooJung sonriente. El chico de cabello castaño le sonríe y asiente.

—Gracias, nos vemos.—se despide.

—Hasta pronto.—Y el chico se va.

Comienza a estudiar mientras hacía otras cosas. Mañana tenía examen de matemáticas y no podía irle mal.