04
[T/N] estaba muy feliz ese día, a Haru le había ido bien en los exámenes y estaba esperando que el último cliente se fuera para cerrar la tienda. Por extraño que le pareciera Ren-san no había aparecido en dos días, y Nanami-san tampoco. Pero no le daba muchas vueltas, como era invierno de seguro Ren-san estaba enferma y Nanami-san de seguro estaba comprando en su tienda habitual, mal que mal él mismo le había dicho en su primer encuentro que su tienda habitual estaba cerrada porque salió tarde del trabajo así que puede que esos días que no aparecía ni en la mañana ni en la tarde él fuera a su tienda habitual a comprar...o tal vez estaba molesto porque le dio ese pastel a Itadori-un y luego Gojo-san le debió haber entregado la baguette...en cualquier caso ni Ren-san ni Nanami-san habían ido... Pero si Gojo-san quien iba a cualquier hora del día a comprar pasteles... Ese día había llegado en su colación, pero como igual le caía bien y se reía con las cosas que él hablaba lo dejó entrar. Estaba pensando en eso mientras daba vueltas el letrero de "Bienvenidos" por "Cerrado" cuando de pronto el esposo de Ren-san golpea la puerta, venia seguido de dos oficiales de policía, [T/N] abre la puerta rápidamente y los deja entrar
—Hola...¿está todo bien? —le preguntó preocupada [T/N], si bien no lo conocía en persona, Ren-san le había mostrado fotos de su esposo a [T/N] y le había contado que se llamaba Toshio
—Hola, sé que no me conoces, soy Mori Toshio...esposo de Ren...yo...bueno... —comenzó a balbucear muy nervioso solo preocupando más a [T/N]
—¿Qué pasó? —le preguntó [T/N], por el rostro que el hombre tenía y el que traían los policías podía notar que algo no iba bien
—La señora Mori está desaparecida...por lo que se sabe la última ubicación fue su tienda el martes pasado—le explicó un policía con rostro muy serio y una libreta en su mano
—Mori-san... —murmuró [T/N] viendo al esposo de Ren muy preocupada por su amiga Ren y por él, no tenía buen aspecto...el hombre estaba con una expresión demacrada en su rostro—Por favor siéntese... —le ofreció [T/N] —Le preparare una manzanilla... —le dijo [T/N] corriendo detrás del mesón y comenzando a prepararle una infusión de manzanilla—¿Ren-san no volvió a casa el martes pasado? —les preguntó [T/N] a los policías mientras le preparaba la infusión al esposo de Ren, ya era jueves y efectivamente desde el martes que no la veía, ni a ella, ni a Nanami-san
—No, el señor Mori dice que el martes no llegó a casa, llamó, pero se investiga luego de las 24 horas desaparecida... —le dijo el policía de la libreta mientras estudiaba cada gesto que [T/N] hacía
—¿Notaste algo extraño en el comportamiento de la señora Mori ese martes? —le preguntó el otro policía que no llevaba uniforme, pero si tenía la placa por fuera de un traje negro mientras comenzaba a estudiar con detenimiento la tienda
—No...estaba todo bien...hablamos de lo que hablamos siempre... —le dijo [T/N] mientras llevaba el tazón de manzanilla a Toshio—Tenga... —le dijo [T/N]
—Gr-gracias...Ren siempre dice que eres muy amable... —le dijo Toshio con una débil sonrisa, entonces [T/N] se dio cuenta de lo demacrado que tenía el rostro y las grandes ojeras debajo de sus ojos por las noches sin dormir, seguramente esperando a Ren o buscándola
—¿De que hablan siempre? —le preguntó el policía de la libreta
—Bueno...ese martes hablamos sobre el último libro que leyó...me lo recomendó y yo le conté sobre una película que vimos con mi hermano... —les explicó [T/N] frunciendo el ceño tratando de recordar algún detalle o comentario que pueda ser clave mientras se apoyaba en el mesón de la tienda, entonces el policía que estaba inspeccionando el lugar con la mirada se enfocó en ella
—¿Desde hace cuánto se conocen? —le preguntó muy serio
—Desde que abrí la tienda hace unos tres años... —le dijo [T/N] tranquila, estaba tratando de buscar en su mente algún comentario o pista de lo que sea que Ren-san hubiera hecho...como escaparse de casa...pero nada de lo que conversaban era relacionado con ese tema o el suicidio... Ren no era alguien capaz de suicidarse
—¿Has visto algo extraño en el vecindario? —le preguntó el de la libreta mientras anotaba algunas cosas
—Mmmm...bueno sólo los carteles de personas...desaparecidas...que aumentan... —le dijo [T/N] palideciendo, y sintiendo un gran escalofrío por su columna vertebral indicando los carteles que estaban pegados en el ventanal
—Si...bueno...sobre eso tenemos un grupo especializado investigando... —le dijo nervioso el policía de la libreta
—¿Discutieron ese martes? —le pregunto el policía que estaba ahora revisando el sofá
—¿Con Ren-san? —les preguntó [T/N] sorprendida por la pregunta
—Si... —le dijo el policía viéndola ahora directamente a los ojos—¿Discutiste con ella? ¿Se veía alterada o molesta por algo? —le preguntó caminando de pronto hacia [T/N] y acorralándola contra el mesón
—Claro que no...Ren-san es mi cliente N°1... —le dijo [T/N] frunciendo el ceño, [T/N] podía entender que le hicieran todas esas preguntas pero aun así se sentía mal—Y sobre si estaba alterada o molesta...todo lo contrario...Ren-san siempre ha sido una mujer muy alegre y simpática...como dije anteriormente conversamos de lo habitual, comió su cupcake y se bebió su chocolate caliente, esperó a que cerrara la tienda, pero llegó otro cliente y ella se fue...incluso le dí dos trozos de pie de limón para que los comiera con Mori-san... —les explicó [T/N] tranquilamente por fuera, pero su mente estaba a mil por hora...¿Y si Nanami-san era el culpable de las desapariciones?, mal que mal no había aparecido de nuevo luego de ese martes y ese pensamiento le dio nauseas, sentía ganas de vomitar, pero no podía vomitar en frente de los policías...menos frente a Mori-san, tenía que guardar la compostura—Tengo las grabaciones, si gustan se las puedo pasar, las de la tienda y las de la calle y el callejón de atrás... —les ofreció [T/N] indicando la trastienda
—Sería de mucha ayuda... —le dijo el policía que la estaba acorralando en contra del mesón, tenía el cabello negro, era alto, como del tamaño de Haru o de Nanami y tenía los hombros anchos
—Bueno...déjame salir para pasarles una copia... —le dijo [T/N] frunciendo su ceño mientras que juntaba toda su fuerza de voluntad para no llorar enfrente de ellos ni vomitarle encima del traje y el policía la dejó salir lentamente. [T/N] caminó detrás del mesón y fue a la trastienda. Ahí tenían una laptop en la que podían ver las cámaras, cuando levantó la vista de la laptop el policía que la acorraló estaba en la puerta de la trastienda viéndola fijamente-¿Tienen un correo o un pendrive?-le preguntó [T/N] viéndolo
—Si...mándalo a mi correo—le dijo serio
—Mmmm...mejor te paso mi pendrive...-le dijo [T/N] insertando un pendrive con forma de sandía en el puerto USB y copiando las grabaciones-Van las de esta semana...-le explicó [T/N] mientras veía como se copiaban los archivos poco a poco
—Gracias... —le dijo el policía, [T/N] pudo leer en la placa que decía "Ito"—Me llamo Ito Kazuki por cierto... —se presentó haciendo una reverencia y [T/N] esbozó una sonrisa de cortesía
—Mi nombre es [T/A T/N], ten Ito-san... —le dijo mientras le pasaba el pendrive
—Gracias, esperemos nos ayude a encontrarla... —le dijo el policía sonriéndole un poco más amable—Necesito que me des tu número de contacto... —le dijo serio, tan serio que a [T/N] no le cayó duda alguna de que su número de contacto era necesario, ¿para qué? No lo sabía, pero aun así se lo dio sin chistar
—Si—murmuró [T/N] realmente preocupada mientras veía que el policía sacaba de entre su traje su celular y se lo pasaba para que ella pusiera su número de contacto en un contacto nuevo, lo dejó como "[T/A] Sweet Ovens", luego se lo paso de regreso al policía y este para asegurarse que si era su número llamó, entonces [T/N] sacó su celular del bolsillo del delantal
—También tienes mi número, en caso de cualquier cosa, me llamas... —le dijo el policía serio cortando la llamada y [T/N] asintió en silencio mientras veía como el policía salía de la trastienda y ella lo siguió
—Bueno...cualquier cosa que recuerde...o que se le venga a la mente...por favor llámenos...o vaya a la comisaría—le dijo el policía de la libreta y [T/N] asintió mientras veía que Mori-san se levantaba lentamente del sillón de donde se había sentado y arrastraba sus pies hacia la salida, [T/N] sintió un agujero en su pecho que acrecentó las ganas de llorar y las náuseas. Su amiga estaba desaparecida y no sabía nada al respecto...esperó a que la policía y Mori-san salieran por la puerta y sus piernas cedieron haciéndola caer al suelo de rodillas, abrazó su pecho con sus brazos mientras las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas descontroladas y un grito lleno de desesperación salió de su pecho, paso por sus cuerdas bocales y traspasó la puerta de vidrio, Ito se volteó a ver y vio que la vendedora estaba arrodillada en el suelo sollozando abrazándose y escondiendo su cabeza entre sus rodillas casi tocando el suelo con la frente
—Adelántate... —le dijo Ito a su compañero quien ya había ayudado Mori-san a subirse a la patrulla—Nos vemos en la comisaría... —le dijo antes de entrar por la puerta y caminar hasta la mujer que seguía llorando—Tranquila... —le dijo Ito poniendo una mano en el hombro de [T/N], quien se sobresaltó cuando sintió que le tocaban el hombro —¿Necesitas que te lleven a tu casa? —le preguntó preocupado, pero [T/N] sólo lloraba
—Necesito que la encuentren... —le dijo [T/N] luego de un rato—No puede haber desaparecido...Mori-san...pobre Mori-san... —murmuró [T/N] sintiendo que más lagrimas caían por sus mejillas—Es mi amiga...siempre...siempre hablamos de cosas banales...pero me acompaña...pensé que estaba enferma... —comenzó a balbucear [T/N] tratando de tranquilizarse, pero por más que trataba no podía estaba comenzando a tener un ataque ansiedad, sentía que su respiración estaba agitándose sin control y las náuseas comenzaban a ser incontrolables
—Te traeré un vaso de agua... —le dijo el policía
—Necesito que la encuentren... —le dijo muy seria con una voz ronca llena de algo muy oscuro que ella no podía identificar pero que le dio escalofríos a Kazuki
—Lo haremos...estamos investigando y... —comenzó como justificándose frente a [T/N], sentía que tenía que darle explicaciones por lo que pasaba y por no poder encontrar a su amiga
—No... —le interrumpió desesperada [T/N] — Estás perdiendo el tiempo tratando de consolarme y hacerte el caballero de brillante armadura...no necesito que me ayudes...necesito que la busques y la encuentres...no quiero que mi amiga sea un cartel más de alguien desaparecido pegado en los postes de la calle o en las tiendas...quiero que vuelva a tomar su chocolate caliente y a conversarme de las cosas que hablamos siempre... — le exigió [T/N] casi gritándole— Así que lárgate de mí tienda y ve a buscarla... —le ordenó [T/N] molesta y frustrada y al ver que el policía sólo se le quedo mirando sin decirle nada como si estuviera procesando lo que ella le había dicho —LARGO DE MI TIENDA—le gritó indicando con su índice la puerta.
Kazuki entendía que había gente que reaccionaba de formas diferentes a las situaciones como estas y que la ira y la rabia era una de esas formas de reaccionar, así que solo se levantó en silencio y caminó hasta la puerta
—Cualquier cosa que necesites... —comenzó Kazuki mientras tomaba la manilla de la puerta
—NECESITO QUE LA ENCUENTREN—le gritó [T/N] interrumpiéndolo, nuevamente llorando y secando sus lágrimas con el dorso de la mano, entonces sólo escuchó la puerta cerrarse detrás del policía
[T/N] no supo cuánto tiempo estuvo llorando en el suelo de su tienda, pero lentamente cuando ya las lágrimas no le salían más y las náuseas se le pasaron, cerró todo y se fue a su casa, comenzó a caminar lentamente sin ánimos de nada y aunque le daba escalofríos pasar por los callejones, ignoró esa sensación y siguió caminando lentamente, hasta que de pronto sintió que algo le tomaba el brazo con mucha fuerza y la jalaba hacia dentro de un callejón, [T/N] ni si quiera gritó. Pero entonces recordó que Haruki estaba en su casa esperándola, o si no dormido...así que juntó toda su fuerza de voluntad y gritó, pero una mano le cubrió la boca. Algo iba mal...además de que alguien la estaba arrastrando por el callejón oscuro hasta casi el final de éste eran muchas manos...tenía dos en los brazos y una en la boca impidiéndole que gritara, [T/N] abrió su boca lo que más podía y mordió dos dedos de la mano que estaba en su boca, apretó sus dientes tan fuerte que sintió que estaba cortando la carne de los dedos grandes y gruesos, la mano la soltó y finalmente pudo gritar
—AYUDAAAAAAAAA—gritó desesperada, tratando de zafarse de esas manos que la tenían agarrada de los brazos, entonces todo pasó muy rápido...de pronto estaba por los aires y chocó con una pared, cayó al suelo y lo que vio mientras luchaba por no desmayarse fue un monstruo, era una cosa que escapaba de su imaginación, era como sacado de los libros de Lovecraft, se parecía mucho a Azathoth sólo que en vez de tener tentáculos tenía manos. [T/N] estaba arrastrándose con todas sus fuerzas para tratar de escapar, pero en un abrir y cerrar de ojos nuevamente estaba por los aires y chocando con otra pared, esta vez sintió que se le quebraba el hueso de su brazo y el costado derecho también le comenzó a doler mucho mientras trató de cubrir instintivamente su cabeza con ambos brazos
—Nanamin-sensei es por acá— [T/N] después del golpe no podía respirar, sentía que el golpe al lado derecho de su cuerpo le había quitado el aire de los pulmones y por más que trata de respirar no podía
—Voy...—[T/N] le pareció escuchar una voz conocida, trató de hacer a un lado el dolor de los golpes para poder respirar, mientras se arrastraba hacia fuera del callejón, trató de ver quiénes eran los dueños de esas voces que se le hacían familiares, pero su cerebro estaba tan sacudido que no podía pensar bien, entonces cuando pensó que ya había podido arrastrarse lo suficiente lejos del alcance de ese monstruo, nuevamente sintió una mano apretar su tobillo izquierdo, nuevamente la sensación de ingravidez y nuevamente el golpe contra otra pared, esta vez sí se golpeó la cabeza, cayó al suelo húmedo del callejón y antes de desmayarse pudo ver borrosamente que dos siluetas entraban al callejón.
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