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Metió un dedo suavemente por dentro del collar, intentando rascar su piel sensible e irritada. Podía notar los granitos que comenzaban a salir por culpa del roce con la pesada tela, que se acentuaba con cada paso que daba, sobre todo por lo rápido que caminaba. Se había despertado más tarde que de costumbre, y se había visto obligado a prácticamente correr a clases, luego de avisar a su amigo para que no le esperase. Deseaba con cada célula de su ser no tener que llevar aquella cosa que le entorpecía al mover la cabeza, pero los inhibidores de aroma y los neutralizadores no tenían el suficiente efecto en él y no quería exponerse. Quién pudiera ser como Taehyung, que con sólo rociarse un poco de neutralizador en spray podía salir a la calle sin collar antimarca.
También deseaba no tener que acudir a aquella tediosa escuela con paredes mohosas y desconchadas, solo para estudiar cómo preparar un biberón, pero eso era aún más imposible. Incluso con lo que había descubierto el día anterior sobre el carnet de omega libre, sabía que muy pocos omegas tenían esa posibilidad, por desconocimiento o porque sus padres no estaban de acuerdo. Para su mala suerte, el único alfa que podía darle su carnet de omega libre era un viejo verde obsesionado con él que por nada del mundo le daría esa libertad, y por supuesto, no estaba en sus planes tener un alfa pronto, así que simplemente se había hecho a la idea de que le quedaban unos años allí.
Sabía que si quisiera, podría conseguir que cualquier alfa lo cortejase. No por nada lo miraban cuando iba por la calle y le tiraban piropos desagradables que le hacían sentir vulnerable y desprotegido. También sabía hacer tareas de la casa y cuidar cachorros.Y pese a todo, seguía allí, lo cual se hacía más sorprendente si se tenía en cuenta que cumpliría 21 años en unos meses. 6 años en aquella escuela para omegas no era poco, y los que quedaban en su clase eran los y las omegas poco atractivos, o aquellos que no sabían realizar tareas del hogar o cuidado de niños. Pero para Jimin, no era ninguno de los dos casos.
Entró a toda prisa en el edificio, que sus profesores definían como antiguo y elegante, pero para él era viejo y anticuado. Recorrió los pasillos vacíos, llegando a su clase, y suspiró al ver la puerta cerrada, sabiendo que la profesora ya había llegado. Él, que iba apenas un par de minutos tarde, probablemente recibiría un castigo. Llamó a la puerta, siendo respondido con un "Adelante" desde adentro, y abrió la puerta casi con timidez.
—Disculpe la tardanza, profesora —murmuró, pero eso no lo libró de un recio golpe en una de sus manos.
La regla de madera de su profesora se posó en su barbilla, alzando su cabeza, y Jimin contuvo el impulso de acariciar su mano adolorida, mientras toda la clase lo observaba con el aliento contenido.
—Joven Park, ¿podría decirle a la clase a qué temperatura debe estar el biberón de un bebé?
—Entre 35 y 36 grados —susurró el peligrís, bajando la mirada y frunciendo el ceño con molestia.
—Te voy a pasar esta porque eres un buen alumno y haces todo bien. Pero no quiero que vuelvas a desatender en mi clase o te enviaré con la directora.
Asintió rápidamente a las palabras de la mujer, respirando entrecortado. Lo que menos deseaba era ir con aquella horrible mujer, que lo castigaría cruelmente ante el más mínimo error. Caminó a su asiento, suspirando una vez estuvo al lado de Taehyung. Ni siquiera tuvieron que mirarse para sentirse más tranquilos, estar juntos era más que suficiente.
—Hoy será vuestro último día de clases normales antes de la convivencia. Los alfas de la academia de policía vendrán a última hora para presentarse y hacer las parejas. No nos dejéis en ridículo ante ellos. Y no creáis que podéis alcanzar a ninguno de ellos. Son mucho más de lo que un puñado de omegas de sexto año puede conseguir.
Yoongi esquivó de milagro una patada voladora que rozó el pelo de su coronilla, y se rió por lo bajo, mirando a su contrincante. Sabía que no podía vencer contra él.
—Joder, Jungkook, relájate un poco, por la Madre Luna. Sabes que es imposible ganarte cuerpo a cuerpo, no te pongas tan agresivo.
—Perdón, me emocioné un poco.
Se rieron juntos como si hace un momento no estuvieran intentando matarse, y se colocaron en posición para seguir peleando al notar la pesada mirada de la instructora posarse sobre ellos. Era una alfa realmente imponente.
Siguieron con su práctica, en silencio durante unos minutos, pero en algún momento Jungkook no pudo contenerse.
—¿Qué te parece lo de la convivencia, hyung?
Ambos alfas se detuvieron unos segundos, mirándose mutuamente, antes de que el mayor negase con la cabeza y volviera a ponerse en posición de ataque.
—La verdad, no sé qué pensar. Es triste saber que todos esos chiquillos están allí. Seguro que tienen algún talento, algo que les gusta, más allá de cocinar y aprender a cuidar cachorros, ¿no? Pero ahí están. No quiero formar parte de eso. Pero a la vez, esto nos concientiza. En un futuro, si encontramos a un omega en apuros, podremos ayudarlo mejor. Y podemos hacer que estos chicos abran su mente a nuevas posibilidades. Supongo que soñar es gratis, ¿no?
Jungkook le sonrió suavemente, asintiendo antes de volver a lanzarse contra él, pillándolo por sorpresa. Rodaron por el suelo, riéndose juntos, y Yoongi sintió una patadita en el costado que le hizo alzar la mirada.
—Ayudar es la esencia de lo que somos. El por qué estamos aquí, ¿no? Tal vez sea un sueño, pero tenemos el poder de hacerlo realidad. Bueno, tenéis, yo me quedo aquí. El caso es... Que vais allí por una buena razón. Aprovechadlo.
Ambos alfas vieron a Jisung alejarse, volviendo a practicar contra el beta con el que le habían emparejado ese día, y sonrieron, casi divertidos ante la forma de actuar del omega.
El día pasó lento, todos los alfas en la clase nerviosos ante lo que sabían que iba a pasar, y cuando llegó la hora de tomar sus coches patrulla e ir a la escuela de omegas, casi estaban aliviados. Era mejor que seguir con el nerviosismo y la incertidumbre. El viaje era corto, apenas 10 minutos en coche, y la escuela de omegas tenía un aparcamiento, de modo que no tenían que dar vueltas con los coches buscando un lugar libre para aparcar. Entraron en el edificio, todos ellos respirando hondo para reprimir sus feromonas igual que habían hecho el día anterior. No querían asustar a los omegas.
Esperaron fuera del aula correspondiente hasta que sonó la campana que marcaba el cambio de clase, y solo entonces uno de ellos llamó a la puerta, abriendo unos segundos después. Fueron recibidos por una clase silenciosa y ansiosa, y un par de profesores tensos. Se colocaron ordenadamente al lado de la mesa del profesor, observando a los chiquillos, cuyos ojos asustados no les devolvían la mirada. Incluso habiéndose conocido el día anterior, aquellos omegas tenían el miedo tan inculcado que no se atrevían a mirarlos.
Y para Yoongi, uno de ellos destacó precisamente por lo contrario. Su cabeza se mantenía gacha, tratando de disimular, y el cabello teñido de gris tapaba sus ojos, pero aún era visible su mirada curiosa recorriendo a todos los alfas aspirantes a policía. Jungkook, a su lado, pareció también darse cuenta, y le saludó con una sonrisa, que le fue devuelta.
—¿Lo conoces? Al de pelo gris —preguntó en un susurro, sin poder evitarlo.
—¿Eh? Ah, sí. Se llama Jimin. Estuvimos saliendo un tiempo. Aún somos amigos.
Se callaron inmediatamente cuando uno de los profesores omega carraspeó suavemente, tratando de aclarar su garganta para poder hablar. También le afectaba la presencia de tantos alfas.
—Bien, como ya sabéis todos, hoy da comienzo la convivencia entre la academia de policía y la escuela de omegas... No comenzaremos con las actividades, la jornada de hoy será solo para emparejaros y que os presentéis. Las parejas son aleatorias —Abrió su libreta, comenzando a leer nombres, y los alfas se acercaban a las mesas del omega con el que debían hacer pareja. La lista era larga, había cerca de 30 omegas y alfas en el aula, así que para cuando mencionaron a Yoongi, él estaba poco atento, y casi no lo escuchó—. Min Yoongi y Park Jimin.
Alzó la mirada rápidamente, encontrándose con una manita alzada en el aire, indicándole dónde debía ir aunque él ya lo sabía. Subió los escalones con calma, llegando a la mesa que compartían Jimin y Taehyung, y observó al chico rubio que se apartó perezosamente para darle paso. Sonrió de lado, divertido por la actitud de esos dos omegas, que parecía de todo menos habitual.
—¿Sois amigos, chicos?
—¿A usted qué le importa? —preguntó de vuelta Jimin, entre dientes, evitando ser oído por nadie más que Yoongi y Taehyung, el último soltando una risita. Jimin siempre había sido arisco y desconfiado con los alfas, y las únicas excepciones eran el padre y la hermana de Taehyung, y tal vez Jungkook.
—Me caes bien, chiquillo. Me caes bien.
—Jeon Jungkook y Kim Taehyung.
Yoongi pudo oír un pequeño gruñido y una risa, y observó a ambos omegas. El rubio parecía avergonzado mientras levantaba la mano, y Jimin parecía cuanto menos divertido. El alfa subió rápidamente, luchando por contener una sonrisa, y se sentó junto al rubio.
—Hola, TaeTae.
—Te voy a morder un ojo —farfulló el rubio, sonrojado hasta las orejas, arrancándole una risa tanto a Jungkook como a Jimin.
Al ver el rostro confuso de Yoongi, Jungkook se estiró hacia él, no queriendo ser oído por toda la clase.
—¿Recuerdas que te dije que Jimin y yo estuvimos saliendo? Bueno, hace cosa de un año, TaeTae aquí presente interrumpió por accidente un momento... Íntimo.
Logró que Jimin soltara una carcajada y que Taehyung escondiera su cabeza con los brazos, siendo observados con mala cara por parte de la segunda profesora en la clase, que solo estaba allí para vigilar. De todos modos, no se atrevió a decir nada al haber dos alfas involucrados.
—Es decir, que sí son amigos.
Los omegas le ignoraron, comenzando a jugar entre ellos, de vez en cuando incluyendo a Jungkook. Taehyung confió en Yoongi rápidamente, pero Jimin aún parecía algo lejano. Y eso llamaba la atención del alfa, quien no pudo dejar de observarlo prácticamente durante toda la hora.
—¿Padre?
El joven beta caminó lentamente dentro del despacho, evitando mirar directamente a los ojos del alfa mayor. Sabía que eso le podía ganar una paliza.
—He oído del error de Ken —Un estremecimiento recorrió su espina dorsal, y asintió suavemente, indicando que escuchaba—. No supisteis dónde habían guardado el alijo, ¿verdad?
—No, padre. Pero yo no estuve involucrado.
—Tengo cámaras en todos mis almacenes. Sé que estabas allí.
El beta guardó silencio unos segundos, buscando una explicación, porque era cierto que él estuvo allí, y aunque no había participado en la chapucera y sádica tortura, no tenía forma de demostrarlo.
—Cierto, pero no me involucré. Ken actuó solo. Yo intenté aconsejarle, pero no escuchó hasta que fue tarde.
La sala se quedó en silencio unos segundos, mientras el alfa se levantaba y se acercaba a él. Lo miró, casi despectivo, y negó con la cabeza.
—Ken dice lo mismo. Pero sé que no es cierto. Él solo intenta protegerte. El único inútil aquí eres tú.
Negó rápidamente con la cabeza, dispuesto a volver a explicarse, pero antes de poder hacerlo un puñetazo en su rostro le hizo caer al suelo, golpeándose la cabeza. Se quedó allí, sabiendo que si se levantaba, el alfa lo tomaría como un desafío. Debía esperar órdenes.
—Lárgate. Fuera de mi vista antes de que te rompa la nariz.
Obedeció, levantándose a toda prisa, y salió casi corriendo de la sala. Había intentado evitarlo, y aún así había cargado con las culpas. Supo que esa noche no podía volver a casa, así que tomó su coche y fue a la casa en la que tenía una habitación alquilada, para días malos como ese. Y por el camino, pensó en lo triste que era su vida, cometiendo crímenes que no quería para sobrevivir en un mundillo en el que no quería estar.
2071 palabras
holA
Bue, decía que iba a publicar cada semana y tardé 2, pero ajá. Tuve varias entrevistas de trabajo y he estado algo agotada, tanto emocional como físicamente. Sigo buscando trabajo, así que no publicaré cada semana lmao. Troste porque esta vez si estaba ilusionada con subir esta basurilla
Recordad darme estrellita si os ha gustado :D
Y tened un día maravilloso, muchos besos muak <3
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