Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5

A veces, Mingi tendía a sobre pensar las cosas. Creía que era algo normal para una persona con su tipo de vida y personalidad. Vivía con el constante temor a ser despreciado por lo que era, así que constantemente dejaba que su mente corriera hacia los lugares más recónditos en búsqueda de respuestas a sus preguntas, muchas de ellas siendo completamente irracionales.

Desde que decidió darle una oportunidad a su relación con Yunho, su mente tendía a correr mucho más rápido hacia ningún lugar aparente. Habían pasado unos cuantos días desde su medianamente sincera conversación, una en la que decidieron poner un término a su lejanía y comenzar de nuevo. Muchas cosas cambiaron desde ese entonces, sobre todo en Yunho.

Ese sentimiento amargo y precavido que se instalaba en su pecho cada vez que veía a Yunho se había desvanecido; él había dejado de comportarse de esa manera tan ambigua para darle paso a la persona amable que se supone siempre fue.

Para Mingi fue algo complicado de aceptar. Yunho estuvo arrastrando esa actitud ilegible durante una buena cantidad de años, pero la dejó ir tan pronto Mingi decidió ser su amigo de nuevo.

Las sonrisas falsas desaparecieron por completo.

Eso no era algo que los demás pudieran notar, así que Mingi estaba por su cuenta lidiando con esa realidad. Era extraño que Yunho se hubiera comportado como un cascaron vacío hasta ese entonces... porque de algún modo parecía que era realmente feliz solo si tenía a Mingi a su lado.

Sí... ese era el tipo de pensamiento que no quería tener.

—Supervisor Song, ¿se encuentra bien?

Mingi levantó la mirada para fijarse en la persona más cercana a su lugar de trabajo. Rápidamente notó la mirada preocupada en los ojos de Lee Keonhee. Él había entrado a trabajar con ellos hacía un par de años y sinceramente, era un buen tipo que hacía un excelente trabajo, pero a Mingi le causaba un poco de conflicto así que evitaba hablar con él.

—Oh, sí, estoy bien, Keonhee —respondió Mingi con una sonrisa forzada—. Solo estaba perdido en mis pensamientos.

Keonhee asintió comprensivamente, pero se acercó un poco más.

—A veces, todos necesitamos un descanso mental, supervisor Song. La presión en el trabajo puede ser abrumadora, ¿verdad?

Mingi asintió, agradecido por la empatía de Keonhee. Aunque no quería abrirse demasiado, no podía evitar sentir un ligero alivio al darse cuenta de que había alguien dispuesto a escucharlo.

—Sí, eso es cierto. Pero bueno, todos tenemos que seguir adelante.

Keonhee asintió de nuevo y luego miró su reloj.

—En realidad, estaba a punto de hacer una pausa para tomar un té en el área de descanso. ¿Le gustaría acompañarme, supervisor Song? Puede considerarlo como un pequeño respiro.

Oh, bueno. Keonhee era mucho más amable de lo que esperaría. En realidad, no quería ser desagradable con él, eran contadas las veces que Mingi estaba de vuelta en su país y podía compartir con su equipo de trabajo, así que ser un idiota ahora no estaba en sus planes.

Aunque, bueno... Keonhee le causaba un poco de conflicto porque a sus ojos, él se veía un poco como Yunho.

Había estado evitándolo un poco por eso, y en realidad no era la culpa de Keonhee que el cerebro de Mingi decidiera relacionarlo con una persona que no debería.

Mingi titubeó un momento, sus pensamientos enredados como madejas de hilo. Finalmente, decidió que era hora de soltar esa tontería. Después de todo, no había razón para comparar a Keonhee con Yunho ahora que su relación con este último había mejorado, ¿verdad?

Tragó su incertidumbre y le ofreció una sonrisa forzada a Keonhee.

—Está bien, Keonhee, acepto tu oferta. Un té suena bien en este momento.

El gesto amable de Keonhee le tranquilizó. Juntos se encaminaron hacia el área de descanso de la empresa. Mientras caminaban, Mingi no pudo evitar notar las similitudes entre Keonhee y Yunho. Ambos irradiaban una amabilidad y preocupación similar, aunque Yunho tenía un aire más principesco, como si hubiera salido de una novela escrita por una adolescente, el tipo de hombre que parecía haber sido esculpido a la perfección.

Si bien esa imagen se había desvanecido para Mingi en los últimos años, remplazada por una versión más ambigua de Yunho, no podía evitar preguntarse sobre sus cambios emocionales durante su ausencia.

Sus pensamientos amenazaban con abrumarlo, y apenas podía concentrarse en la conversación que Keonhee intentaba iniciar. No fue hasta que dio un largo sorbo a su taza de té que logró relajarse un poco.

Keonhee le sonrió ligeramente al notar que su ceño fruncido desapareció.

— ¿Sucede algo?

—No, simplemente pensé que se había liberado de la carga que tenía hace un momento.

Mingi parpadeó.

— ¿Eso crees?

— ¿No lo cree usted? Entonces debo estar equivocado...

Mingi soltó una pequeña risita floja, realmente no quería reír, pero la expresión decepcionada en Keonhee se le hizo un poquito divertida.

—No te preocupes, tienes razón. Me siento un poco mejor ahora... —Mingi se relajó en su asiento un poco, apenas mirando hacia el ventanal que daba la vista de la gran ciudad a pleno medio día—. A todo esto, ¿por qué sigues tratándome con tanto respeto? No todos lo hacen.

—Oh, bueno... realmente nunca hemos tenido la oportunidad de hablar mucho, así que no me ha dado su permiso.

Ahora sí, Mingi se rio.

—Vaya, eres considerado. Muy bien. —Mingi le dio un par de palmaditas en la espalda provocando que Keonhee se tensara un poco. Eso fue extraño, él estaba esperando obtener el efecto contrario—. Puedes dejar la formalidad conmigo, solo estoy aquí durante un tiempo... por eso prefiero hacerme un poquito cercano a ustedes antes de irme de nuevo.

Keonhee hizo una mueca.

—El viaje de esta vez fue realmente largo, pero supongo que debe ser emocionante viajar y conocer lugares nuevos.

Mingi sonrió.

Sí, lo era. Pero la razón principal por la que tomó ese trabajo era porque quería estar lejos. El anonimato de los otros países le venía bien, jamás se quedó lo suficiente para formar una vida, solo pasaba sus días como quería sin tener una responsabilidad con nadie.

Ese era el tipo de relaciones que formaba también, completamente pasajeras y sin importancia.

—Sí, ha sido una experiencia interesante —respondió—. Aunque a veces puede ser un poco agotador estar lejos de casa y de todos los que conozco. Extraño a mi familia y amigos, pero me gusta estar afuera. Es un dilema, ¿sabes?

Keonhee asintió comprensivamente.

—Entiendo lo que quieres decir. Viajar es emocionante, pero también puede ser solitario.

No completamente solitario... pero si era solitario en un término emocional.

Hm... este no era el tipo de conversación que esperaba tener con Keonhee. Pensaba que se mantendría en un margen meramente profesional, pero era como si él intentara conocerlo un poco más.

Eso fue... un poquito emocionante.

—Supervisor Song... bueno, Mingi... en realidad-

—Definitivamente como continues con esto voy a perder el pelo. —Una voz interrumpió lo que iba a decir Keonhee. Ambos se quedaron medianamente congelados por lo inesperado de la situación—. Ahora, escúchame bien porque no lo repetiré de nuevo...

Mingi perdió el hilo de la conversación al notar a Wooyoung caminando por el pasillo cercano parloteando como un chihuahua enojado. Mingi no necesitó ser un genio para saber a quién le gritaba con tanta ímpetu.

Y es que, caminando un par de pasos por delante de él, estaba Yunho.

Mingi pensó torpemente en esconderse en cualquier lado, pero no pudo hacer nada antes que sus miradas se encontraran en un segundo que prontamente se convirtió en muchos segundos más. Yunho sonrió ligeramente cuando la situación se hizo demasiado angustiosa y se acercó hacia donde estaban.

—Hey, Mingi. —Yunho lo saludó casualmente, no era necesario cuando durante la mañana insistió en llevarlo al trabajo, pero servía para guardar las apariencias—. ¿Necesitabas un descanso?

Mingi le entrecerró los ojos.

—Tengo todo el derecho a descansar un momento, muchas gracias. —Mingi hizo todo lo posible por mostrar confianza (una que no tenía) para no dejar que la situación lo devorara—. ¿Qué se supone que haces tú? Este ni siquiera es tu piso.

Yunho alzó una de sus cejas encontrando su actitud divertida. Mingi deseó poder mandarlo al demonio, pero no tenía ni la valentía ni el derecho de hacerlo.

Después de todo, Yunho seguía siendo un superior.

Sin embargo, a quien le importaba poco eso era Wooyoung, porque su amigo se apresuró en contestar antes que Yunho.

— ¿Qué hace? Ser un idiota, eso es lo que hace. Acaba de meterse en una pelea con el supervisor de operaciones de Hong Kong, por lo que su radiante y bonito asistente tendrá que buscar la forma de trabajar con ese vejestorio sin que use su poder contra mí.

Yunho cruzó los brazos sobre su pecho.

—No lo hará, y si lo hace puedes decírmelo.

—No necesito decírtelo, puedo cuidarme por mi cuenta. Además, presiento que si te lo digo harás algo muchísimo peor de lo que haría yo.

—Eres mi amigo, Wooyoung. Por supuesto que te defenderé.

—Ay, ajá. —Wooyoung se sentó en una de las sillas libres, precisamente entre Mingi y Keonhee—. Necesito un momento de paz, vete y déjame aquí.

—Oye, consíguete tu propio lugar para un momento de paz, este ya es nuestro.

—No seas egoísta, Mingi. A... —Wooyoung leyó el nombre en la tarjeta de identificación de Keonhee—. A Keonhee ni siquiera le importa, solo eres tú el que está siendo tacaño.

Keonhee se rio por lo absurdo de la situación, aunque Mingi quería salir corriendo y tomar el primer avión disponible en el aeropuerto hacia cualquier lado.

—Parece que él realmente necesita un momento, Mingi.

Mingi bajó los hombros ante la derrota, Keonhee era demasiado amable como para decirle algo a Wooyoung.

Y bueno... ninguna persona razonable diría algo al respecto de Wooyoung. Todos sabían que era el leal asistente de Yunho, el único que duró lo suficiente en el puesto.

Mingi escuchó las historias tan pronto llegó a Choi Corporation hacía algunos años. Yunho era un hombre amable, pero demasiado estricto con quienes trabajaban para él. Escuchó que cambió de asistente tres veces antes de que Mingi llegara, y el único que se quedó fue el siempre positivo Jung Wooyoung.

Mingi sabía que la inteligencia y la capacidad de Wooyoung no eran lo único que lo mantenía en su puesto. Era que, a diferencia de la gente común, el enfado de Yunho no le daba miedo, le daba risa.

Se tomó toda la situación como un reto y consiguió hacerse amigo de su jefe de paso. Todo un logro.

Una vez, por mera curiosidad, le preguntó a Wooyoung qué solía hacer para calmar a la bestia oculta tras el sol, pero el asistente de ventas se encogió de hombros antes de decir:

"­—No sé, la ultima vez me paré frente a él como un vaquero batiéndome a duelo y le dije: Vuelve a tratarme así de feo y me haré heterosexual para tirarme a tu madre. Desde eso quedamos que no me trataría mal mientras mantuviera el nombre de su madre lejos de mi bocota."

Mingi no creía que pudiera lidiar con esta nueva versión de Yunho, pero por él momento... era especial con Mingi. No lo estaba tratando como hacía con el resto, sino que era justo como la persona que conoció antes.

Uff. Estaba en un gran dilema ahí.

Detuvo los pensamientos al notar una mano sacudiéndose frente a su cara. Mingi se despegó de su propia cabeza para prestarle atención a la realidad, frunciendo los labios al notar que Yunho estaba intentando llamar la atención.

—Estás bastante distraído hoy, ¿no es así?

—Se supone que estoy descansando para poder concentrarme como es debido. No me interrumpas.

Yunho sonrió.

Bieeen. Como ordene su majestad.

Mingi jadeó.

—No, no comiences a hacerme bromas tontas aquí. Ni se te ocurra.

— ¿O qué?

— ¿A qué te refieres con eso? No puedo amenazarte aquí, eres un superior.

—Efectivamente, así que no hay nada que puedas hacer en mi contra.

Mingi apretó los puños en la mesa.

Ese maldito...

¿En serio iba a traer las bromas que se hacían en la juventud devuelta? ¿En este contexto?

Definitivamente Jeong Yunho sería su muerte.

—Director Jeong, le recuerdo que tiene una reunión en menos de cinco minutos. —Wooyoung le dijo casi entre dientes, Mingi estaba seguro de que si Yunho no le prestaba atención pronto entonces le mordería—. ¿Lo estás olvidando? ¿Acaso no es suficiente con todo el peso que me estás poniendo encima? Deja de coquetear y vete ya.

Yunho le frunció el ceño.

—No estoy-

—Sí, lo que digas. Solo vete a tu reunión antes que comiencen a llamar preguntando por ti.

Yunho hizo una mueca decepcionada, no parecía querer irse pronto, pero seguramente tenía cosas más importantes que quedarse a charlar con su recuperado mejor amigo.

—Bien, bien... pero... —Yunho dejó de mirar a Wooyoung para fijarse en él, Mingi debió hacer lo posible para no exaltarse y quemarse la lengua con su taza de té. Yunho pareció notarlo porque apretó una sonrisa entre sus labios—. ¿Puedes venir después?

— ¿Uh? Sí, claro...

Seguramente debía tratarse de algo del trabajo... o no... ¿esto era meramente profesional o había algo más?

Por amor a Dios, iba a volverse loco.

—Genial, nos vemos después entonces.

Y así lo dejó, con la cabeza corriendo a doscientos kilómetros por hora.

—Será mejor que me vaya también —Keonhee interrumpió—, me encargaré que los demás no te molesten por ahora.

Mingi sonrió hacia Keonhee. Él seguía pareciendo sumamente amable, aunque le pusieron en una situación bastante incomoda.

—Muchas gracias, Keonhee.

Keonhee se retiró con ese agradecimiento.

Hubo un largo silencio que se rompió cuando Wooyoung alzó la cabeza.

—Tú. ¿Qué carajo hiciste?

— ¿A qué te refieres?

—Mira, Yunho siempre es un príncipe perfecto. Solo se enoja cuando las personas que trabajan para él resultan ser incompetentes, pero hoy el analista de ventas cometió un error terrible y Yunho no le hizo nada. Solo sonrió, todo bonito todo apuesto. Explica eso.

Mingi parpadeó.

—No entiendo como es que eso tiene que ver conmigo.

— ¿No? ¿Seguro? —Wooyoung se acomodó en su asiento para mirarlo de forma fija, casi como un depredador pequeño a punto de saltarle al cuello—. Desde tu fiesta de bienvenida ha cambiado, no sé qué rayos hiciste durante el rato que les dejé solos, pero sea lo que sea le hizo muy feliz.

—¿Qué mierda estás insinuando? No me mires con esa cara. No pasó nada. Simplemente le dije que podíamos ser amigos, estaba un poco molesto porque siempre huía de él, por eso decidí darle fin al problema.

Wooyoung parpadeó por la perplejidad.

— ¿Eso es todo? ¿Está así de feliz porque aceptaste ser su amigo? ¿Qué acaso tiene cinco años?

—Oye, puede que le haya sucedido algo mucho mejor y que no tenga nada que ver conmigo. Yunho siempre ha sido de esa manera, ¿no es así? Un príncipe amable, tal vez solo decidió serlo con la gente que es tonta.

Bueno, Mingi sabía perfectamente que esa actitud de los últimos años no era más que un cuento, pero ahora se veía genuino así que iba a dar por terminado el tema.

—No, estoy seguro de que tiene que ver contigo. Mira, ¿qué rayos cambiaste entre ustedes dos? Cuéntame los detalles. —Wooyoung llevó su silla más cerca para ser un poco más intimidante—. Escupe.

—No. —Wooyoung comenzó a mostrar los dientes ante su negativa—. ¡Ya, detente! —Mingi se rindió, no quería que su vida se volviera más complicada—. Solo... olvídalo. Dejamos las asperezas de lado y comenzamos a ser amigos, solo eso.

Wooyoung parpadeó sorprendido antes de dejarse caer hacia atrás en su asiento.

— ¿En serio? ¿Solo eso? ¿No hicieron otra cosa?

—No, te prometo que no pasó nada. —No quería que Wooyoung pensara nada extraño, porque al fin y al cabo Yunho seguía siendo su superior, ¿qué tan bien le haría salir de esa situación?

Wooyoung suspiró con derrota. Mingi deseó celebrar. Wooyoung tenía que dejar ir esa idea tonta porque, después de todo, ¿qué iba a hacer Mingi en contra del adonis que tenía como jefe? Nada, definitivamente nada.

Era demasiado simplón como para siquiera estar cerca del nivel de Yunho.

Aunque, conociendo a Wooyoung debió suponer que no sería tan fácil.

Sobre todo, porque Wooyoung le puso una mano en el hombro con toda la seriedad del mundo antes de decir:

—Lígatelo.

— ¡¿Qué?!

— ¡Escúchame! No me harías un favor solamente a mí, sino que a todo el departamento de ventas. Vamos, Mingi. Sea lo que sea que estés haciendo funciona. Yunho se ve más relajado hoy que en años.

Mingi sintió que se sonrojaba, y eso le hizo sentir estúpido. Era justo como se sentía en la adolescencia cada vez que alguien insinuaba que podría haber algo entre Yunho y él... ¡pero ahora no tenía sentido que sucediera!

Mingi ya era un adulto, había superado cualquier sentimiento que pudiera tener por Yunho. Recibir pequeños comentarios como estos no deberían significar más que una broma estúpida sin importancia.

Tenía que relajarse, él podía lidiar con esto.

—Deja de hacer eso. No va a ocurrir.

Wooyoung hizo un puchero.

—Pero...

—Además, ya estoy interesado en alguien.

Wooyoung dejó de hacer muecas tan pronto esa tontería salió de su boca. Mingi sintió como el pánico le inundaba.

¿Esta era su forma de lidiar con los problemas? ¡Ay, era un idiota!

— ¿Es así...?

— ¿Sí? —Mingi carraspeó—. Es decir... sí, estoy interesado, pero no es nada seguro.

— ¿De quién se trata?

Mingi tragó ante la pregunta genuina de Wooyoung. Eso fue una pésima idea. Mingi era casi un ermitaño que se negaba a salir de casa, usualmente se quedaba ahí hasta que sus padres pedían verlo o si los chicos decidían salir.

Los últimos días no había hecho nada relevante, y Wooyoung lo sabía. No podía inventarse una persona para usar de excusa, estaba atrapado.

A menos que...

—Keonhee. El chico de antes.

Los ojos de Wooyoung brillaron en comprensión.

—Oh, se ve como un buen partido. No he hablado mucho con él, pero todo el mundo sabe que es amable. —Wooyoung golpeó su labio inferior con la punta de su dedo como si pensara un poquito más profundo—. Se ve un poco interesado en ti también.

Mingi se paralizó.

— ¿Qué?

— ¿No lo notaste? Hacía esa cosa de mirarte y sonreír mientras no le prestabas atención.

Mingi sintió que esa información extra era como una patada. Él no estaba preparado para digerir eso.

Inhaló profundamente. De seguro Wooyoung vio mal y no era más que un error.

Tenía suficiente con que lidiar ahora.

—No sé... espero ver qué sucederá a futuro. Por ahora deja de intentar emparejarme con tu jefe.

—Está bien, pero solo me detendré porque me siento como una mamá ofreciendo a su hijo en matrimonio. —Wooyoung suspiró de puro cansancio—. Solo... no te alejes demasiado de él. Presiento que su personalidad malvada regresará si lo dejas.

Mingi boqueó.

— ¡¿Puedes dejar de decir tonterías?!

Unas cuantas horas más tarde, finalmente decidió ir a la oficina de Yunho.

Mingi caminó por los pasillos de la oficina con un sentimiento extraño en el estómago. Estaba cumpliendo con lo que prometió, aunque sabía que esta vez no se trataba de una necesidad laboral. Yunho le había pedido que fuera, y Mingi no podía evitar sentir que era más un capricho personal del director de ventas que una solicitud profesional.

Cuando llegó a la puerta de la oficina de Yunho, dudó por un momento antes de tocar suavemente la puerta.

—Adelante.

Entró con lentitud, aunque lo que vio al interior de la oficina le dejó un poquito perplejo.

Yunho estaba sentado en su escritorio, rodeado de papeles y carpetas desordenadas. Su apariencia era seria y cansada, pero no podía ocultar el atractivo que siempre lo había caracterizado. Había algo en sus ojos oscuros que parecían llevar el peso de muchas responsabilidades que resultaba ser... bastante fascinaste. Su cabello castaño oscuro estaba un poco despeinado, y se había quitado el saco del traje, lo que dejaba sus mangas de camisa arremangadas.

Bueno, mierda.

Mingi iba a tener que hacer un esfuerzo por comportarse como debía. Lidió con el atractivo de Yunho casi toda su vida, debía estar acostumbrado a espectáculos como este, sobre todo si consideraba que logró sobrellevarlo cuando estaba perdidamente enamorado de él, ahora debía ser sencillo porque no tenía ningún tipo de sentimiento por Yunho.

Sí... eso era.

Mingi cerró la puerta detrás de él y se acercó lentamente a Yunho.

—Hola, Yunho. ¿Estás bien? —preguntó con una nota de preocupación en su voz.

Yunho levantó la mirada de los papeles y le dedicó una sonrisa cansada pero sincera.

—Hola, Mingi. Sí, solo estoy ocupado con algunos asuntos del trabajo. Gracias por venir.

Mingi asintió, aunque seguía sintiendo que había algo más en la mirada de Yunho. Se acercó al escritorio y observó el caos organizado de papeles.

—¿Necesitas ayuda con algo?

Yunho negó con la cabeza.

—No, no te preocupes. Solo estoy revisando algunos informes. En realidad, quería disculparme por interrumpirte esta mañana en el área de descanso. Wooyoung tenía razón, tenía una reunión importante y me distraje un poco.

Mingi sonrió, recordando la interrupción inesperada de Wooyoung en su conversación con Keonhee.

—No te preocupes por eso, Yunho. Ya sabes cómo es Wooyoung, siempre directo al grano. Además, Keonhee es una buena persona, solo tuvimos una agradable conversación.

Yunho pareció aliviarse un poco al escuchar esas palabras.

—Me alegra saberlo. Keonhee es un empleado valioso y un buen tipo.

Mingi le entrecerró los ojos.

— ¿A qué viene eso?

Yunho hizo una mueca.

—Eh... bueno...

Mingi jadeó cuando la compresión le llegó de golpe.

—Bien, alto ahí. Creo que sé hacía donde están yendo tus ideas y no me gusta para nada. No estaba teniendo nada importante con Keonhee, solo es un compañero de equipo. ¿Está claro? —Yunho asintió como una especie de cachorro obediente—. Vale, y solo para que estemos en la misma página, que sea gay no significa que intentaré salir con el primero que se me acerque. ¡Tengo estándares!

Y Keonhee podría llenarlos, pero Mingi no estaba realmente interesado en él. Solo lo utilizó como un chivo expiatorio con Wooyoung para que dejara de empujarlo hacia Yunho.

¿Qué le pasaba a todo el mundo? ¿Todos querían meterse en su vida amorosa o qué?

Yunho se rio por lo bajo, pero dejó de hacerlo ante su mirada ofuscada.

—Perdón.

— ¿Qué es tan gracioso?

—Extrañaba que te quejaras así conmigo.

—Oh, vete al diablo.

A pesar de la tensión inicial, parecía que finalmente estaban volviendo a su dinámica habitual de amigos.

Yunho se recostó en su silla y pasó una mano por su cabello ligeramente desordenado, mientras sus ojos oscuros se encontraban con los de Mingi.

—Lo siento si parecía que insinuaba algo, Mingi. No era mi intención. Solo estoy agradecido de tenerte de vuelta aquí.

Mingi se sintió un poco incómodo ante la confesión de Yunho. Había algo en la mirada del director de ventas que iba más allá de la gratitud por su amistad. Sin embargo, Mingi decidió dejarlo pasar por el momento y cambiar el rumbo de la conversación.

—Bueno, ya que estamos aquí, ¿qué tal si ordenamos un poco este desastre? Tienes media hora antes de la salida. —Mingi señaló hacia los papeles esparcidos por el escritorio—. Podría ayudarte a organizar esos informes si lo necesitas.

Yunho asintió agradecido y empujó algunos de los papeles hacia Mingi. Mientras trabajaban juntos para poner un poco de orden en la oficina, la tensión inicial se fue disipando. Mingi se sentía más cómodo, y parecía que Yunho también. Era un alivio volver a tener una conversación amigable sin complicaciones.

Mingi no pudo evitar notar que la cercanía entre ellos se sentía diferente. Ya no sentía el corazón acelerado ni el nerviosismo en el aire. Habían dejado atrás su pasado y estaban construyendo una nueva relación como amigos, y eso era algo que Mingi apreciaba profundamente.

Tal vez... esto podría funcionar bien.

—Gracias por esto... no esperaba que me ayudaras, pero lo agradezco.

—Tenías un desastre. Entiendo por qué Wooyoung está tan estresado.

Yunho se rio.

—Perdón... ¿puedo compensártelo llevándote a cenar?

Mingi casi dejó caer una de las carpetas apenas organizadas.

— ¿Q-Qué?

Yunho se encogió de hombros.

—Me parece justo, quiero decir... además, vivimos en el mismo sitio. Podemos ir a cualquier parte y nos traeré de regreso.

Mingi hizo lo posible por no boquear. Si hacia un momento pensó que todo estaba bien, ahora venía y le explotaba en la cara. Era verdad que no tenía sentimientos por Yunho, pero que decidiera comportarse aun más complaciente que antes si comenzaba a intimidarlo un poco.

—Ya no tenemos dieciséis, ¿lo sabes?

— ¿Y eso qué?

—Siempre me invitabas a comer.

—Lo recuerdo, pero era a lugares casuales.

Mingi deseó acercarse para golpearlo, pero no lo hizo porque se contuvo. Lo que para Yunho eran lugares casuales en realidad eran restaurantes de buen nombre que todos conocían, pero sus enseñanzas de familia rica no le permitían darse cuenta.

Si ahora no pensaba en los "lugares casuales" seguro tenía en mente un lugar más costoso.

—Sobre mi cadáver me vas a llevar a uno de esos lugares caros para gente rica. —Mingi le gruñó—. No me vas a convencer.

Yunho hizo una mueca, pero finalmente asintió.

—Está bien, tu elijes. ¿A dónde quieres ir?

Mingi comprendió que, indirectamente, Yunho le hizo aceptar.

Bueno...

Tal parece que Mingi no era bueno tratando con Yunho.

Me costó sacar este capítulo, pero aquí está. ¿Cómo se encuentran?

Yo sigo sin superar el concierto, estoy en mi momento más humilde de hecho. Pero por Dios, ver a estos hombres en vivo definitivamente me servirá para describir lo guapos que son en la vida real, a cualquiera le hago la comida y el aseo.

Dejando mis deluleadas de lado, por fin pude estructurar mejor este fic. Estoy tomando las ideas que tenía y según, debería estar más o menos definido hacia dónde va. Por favor avisenme si hay alguna falla o falta porque borré y reescribí varias veces.

Deseenme suerte.

Eso es todo por hoy.

Un beso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro