Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4

Mingi tuvo una semana extrañamente calmada desde la incómoda reunión con Yunho en su apartamento.

Tras su desastroso encuentro accidental esperaba que las cosas se volvieran más complicadas, pero en su lugar, Yunho se mantuvo alejado.

Lo más alejado que dos personas que vivían y trabajaban en el mismo lugar podían estar.

Para Mingi aun era complicado encontrarlo en el pasillo y saludar con cordialidad, fingiendo que todo seguía de la misma manera de siempre, como si no hubieran compartido más de dos palabras en años. Ahora había una pequeña grita visible ahí, la ruptura que estuvieron ocultando durante mucho tiempo.

Pero Yunho estaba lejos de tratarlo como hacía con los demás, todavía utilizó su nombre al saludarlo y le miró directamente a los ojos, sin temor. El único cambio fue el tono apagado de su voz, volviéndose más... acido.

Mingi no era bueno leyendo esta nueva versión de su mejor amigo, a veces se preguntaba si de haberse quedado las cosas hubieran sido de otra manera, tal vez Yunho no sería tan... extraño.

Aunque si lo pensaba bien, Mingi también debía actuar extraño para Yunho. Fueron mejores amigos, inseparables mejores amigos hasta que Mingi les dio un fin, regresando años después solo para tratarlo como un desconocido.

Ambos estaban jugando una partida extraña en la que ninguno de los dos daba respuestas.

Era confuso.

Sin embargo, su vida seguía y debía caminar con ella para no perder el ritmo. Hizo una visita a sus padres —evitando preguntar por su hermano, claro está— e intentó ponerse al día con el resto de sus amigos.

Tener una pequeña charla con Seonghwa le subió los ánimos el día de ayer. El asistente de vicepresidencia siempre fue una persona amable y empática que podía leer a los demás, y aunque no sabía qué pasaba por la cabeza de Mingi, fue conciliador y trató de animarlo. Las pequeñas reuniones con Wooyoung y Yeosang durante los descansos fueron divertidas, escucharlos parlotear sobre cómo realizarían su fiesta de bienvenida ciertamente le hizo sentir querido. Le alegraba que al menos un lado de su vida se sintiera correcto.

Así que solo intentaba llenarse la cabeza de las cosas buenas, evitando las malas.

Mingi sabía que era un comportamiento cobarde, pero había vivido los últimos años bajo el pensamiento de evitar las confrontaciones.

Su propia existencia representaba un riesgo, había una gran posibilidad de ser herido solo por ser quien es y no estaba dispuesto a pasar por eso, así que solo le quedaba evitar los problemas como siempre hacía.

Y Jeong Yunho era un problema mayor.

Con el tiempo, la fiesta de bienvenida que Wooyoung y Yeosang habían planeado se acercó. Era una noche alegre y animada, con música, baile y risas llenando el aire. Mingi se encontraba en medio de todo, hablando y riendo con sus amigos, intentando olvidar momentáneamente los problemas que lo acosaban.

Habían escogido un buen lugar en la zona centro de la ciudad, Mingi desconocía los detalles y prefería no preguntar cómo terminaron alquilando un recinto privado para una tontería como esa porque seguramente la respuesta sería como una patada, así que optó por divertirse.

Sin embargo, en algún lugar en su mente, una pequeña voz le decía que Yunho no aparecería. Aunque Wooyoung probablemente le había extendido la invitación, Mingi estaba convencido de que Yunho preferiría evitarlo. Era otro de esos momentos en los que las emociones y los recuerdos pasados se mezclaban en un torbellino dentro de él.

Se apartó en algún momento para acercarse a la barra y pedir algo, se suponía que sería un pequeño momento de calma, pero Wooyoung se le acercó con una sonrisa traviesa.

— ¿La pasas bien?

— ¿Sí? ¿Por qué la pregunta?

Buuuueno. —Alargó torpemente la palabra en un tono cantarín—. Te ves un poquito apagado a veces, usualmente eres más animado, sobre todo si se trata de fiestas.

Mingi hizo girar el licor en su copa.

— ¿Eso crees? Me la estoy pasando realmente bien, es un lugar agradable y todos están aquí.

Wooyoung alzó una de sus cejas, mirándolo fijamente mientras se sentaba en el taburete libre a su lado.

—Es raro que lo menciones.

— ¿Por qué? Digo, es cierto que no faltó nadie. Incluso Seonghwa se hizo con algo de tiempo para arruinarse los sesos con alcohol en mi honor. —Mingi se llevó una mano al pecho con presumible orgullo, haciendo un esfuerzo por evitar que Wooyoung notara lo evidente—. Aunque parece que Hongjoong se irá pronto y se llevará a Seonghwa con él.

—Hongjoong jamás se queda demasiado, y viendo que Seonghwa se tomó en serio lo de arruinarse los sesos tendrá menos motivos para quedarse aquí.

Mingi sonrió.

—Qué vidas amorosas tan complicadas.

Wooyoung hizo una mueca, golpeándose el labio con la punta del dedo.

—Seonghwa pidió que dejáramos de mencionar eso, parece que se está comenzando a poner incómodo para ellos. —Hubo un momento en el que Mingi creyó que evitó con éxito la conversación que Wooyoung quería tener, pero al momento en que sus miradas se encontraron y pudo distinguir el brillo en sus pupilas supo que se equivocó—. Y hablando de vidas amorosas...

— ¿Qué pasa con eso?

—No mucho, simplemente recordé lo que hablamos la última vez y me preguntaba si habías tenido algún progreso.

Mingi se sonrojó.

—No es momento de hablar de eso.

—Claro que es momento de hablar de eso. Estamos medianamente borrachos, no hay personas interesadas en lo que decimos y sería bueno para ponerse al día.

—Joder, no quiero-

— ¡Va! Deja de ponerte tímido. ¿Ya conseguiste a alguien que te metiera la po-¡mph! —Wooyoung no pudo terminar con su pregunta caprichosa porque Mingi le cubrió la boca con ambas manos.

Con ambas manos y mucho terror.

— ¡Santo cielo! ¡¿No podías guárdate eso para ti un poco más?! —Wooyoung le entrecerró los ojos, luego sintió algo cálido contra la palma de su mano y se obligó a quitarlas de su amigo—. ¡Ugh! ¡Me lamiste!

Wooyoung mostró la punta de su lengua en señal de burla.

—Merecido lo tienes. Estaba intentando hacer una conversación contigo.

—Podrías hacer una conversación conmigo de cualquier cosa menos esa.

—Ay, por favor. ¿Te da vergüenza algo como eso? Te has acostado con tipos en todos los lugares en los que has estado, ya eres como un playboy internacional. Quítate la vergüenza de encima porque no te queda.

Mingi gimoteó.

—Basta... se supone que eso es un secreto.

—Simplemente me dio curiosidad. La última vez que nos emborrachamos en el apartamento de Yeosang dijiste que estabas cansado de estar a cargo cada vez que tenías sexo, pero que te sentías demasiado avergonzado de pedir un cambio con tu pareja de turno solo por tu aspecto.

—Oye, el aspecto es un tema serio. Ya sabes... porque soy... uhm...

— ¿Un hombre guapo, alto y musculoso con una buena polla?

—Me halagas, pero no estoy seguro de querer recibir esos halagos en un lugar público.

Wooyoung le dio un par de palmaditas reconfortantes en la espalda.

—Lo siento, Mingi. Te entiendo un poco, no me gustaba que asumieran que quería estar abajo por mi tipo de cuerpo... y bueno, si me gusta, pero al menos me hubieran preguntado. —Wooyoung sonrió apenas y se encogió de hombros—. El punto es... encuentra a alguien que quiera follarte, me refiero a... ya sabes, tú abajo. Solo es cuestión de encontrar a la persona correcta, y si por esas casualidades el imbécil se burla entonces puedes mandarlo al diablo. Estás rodeado de personas que estarían encantados de meterse en tus pantalones.

Mingi soltó una carcajada.

—Bueno, siempre es encantador saber que estoy en mi mejor momento.

—Ajá. ¿Sería mucha molestia si elijes a mi jefe como tú próximo objetivo?

— ¡¿Qué?!

— ¡¿Por qué me gritas?! —Wooyoung chilló cubriéndose los oídos—. No me asustes así, casi me muerdo la lengua por el susto.

Mingi intentó fijarse en cualquier detalle de Wooyoung al que pudiera aferrarse para creer que esas eran las palabras de un borracho, pero Wooyoung no se veía realmente ebrio, solo un poquito achispado.

— ¿De dónde demonios sacaste eso?

—Oye, tengo mi teoría de que le agradas mucho, la cual se complementa perfectamente con mi teoría de que su heterosexualidad es tan frágil como un castillo de naipes. —Wooyoung habló como si estuviera haciendo la mejor conexión de ideas de la vida mientras Mingi solo le miró con la boca abierta, jodidamente estupefacto—. Está bien, quizás no quieras estar abajo con un tipo que nunca ha estado con un hombre, pero sin duda alguna te ayudaría con tu espinita por la apariencia. Yunho es más alto que tú, eso ya es un punto importante.

—Wooyoung-

—Podría tratarte como una princesa.

— ¡Wooyoung!

Wooyoung hizo un puchero ante su tono de reclamo.

—Nadie aquí está dispuesto a escuchar mis ideas.

—Detente, me estás avergonzado. —Mingi se quejó—. Entiendo que intentes contentar a Yunho para que tu trabajo sea más ligero, pero no me metas en esto. ¡Me aterra mucho! Y estoy seguro de que cortaría tu cabeza y la mía si intentamos hacer algo como eso.

O Mingi se encargaría de cortar su propia cabeza. ¿Qué demonios? Él había terminado de tener fantasías estúpidas después de marcharse a Taiwán. Se olvidó completamente de Yunho para solamente verlo como un primer amor frustrado del que no quería hablar.

—Hmph.

—Te prometo que voy a intentarlo con una persona adecuada y cuando tenga una anécdota memorable para contar te la diré, pero por ahora evitemos hablar de esto con tantas personas del trabajo por aquí.

— ¿Todavía finges ser heterosexual?

—Estoy guardando las apariencias.

—O sea que estás fingiendo.

Mingi le evitó la mirada para no responder.

—Sabes que aun me aterra que los demás sepan quién soy realmente. La gente suele tener reacciones totalmente inesperadas ante cosas así. —Eso era algo que Mingi sabía con certeza, no necesitaba pensar demasiado para recordar la mirada de asco en los ojos de su propio hermano—. El punto es, creo que estoy perfectamente bien por el momento. Tengo conexiones cuando estoy fuera del país y guardo las apariencias aquí, tal vez después encuentre a alguien para el asunto.

—Hasta casi te creo cuando usas ese tono de voz.

— ¡Hablo en serio! Ni siquiera estoy intentando buscar una relación ahora, me basta con reunirme con tipos casuales de vez en cuando. Es mucho más de lo que puede pedir una persona homosexual común en este país.

—Oye, ni siquiera estamos tan mal aquí.

—Afuera son menos entrometidos, se siente como una patada regresar. Es como una maldición, maldición por gay.

Wooyoung soltó una carcajada, pero luego se detuvo por un quejidito. Mingi regresó a mirarlo solo para confundirse al verlo apresado en los brazos de un tipo. El hombre había abrazado a su amigo por la espalda y se inclinó para sonreírle galantemente, un hoyuelo se marcó en su mejilla.

—Hola, bonito.

Wooyoung se recargó en el pecho del hombre y se acomodó como si fuera el mejor abrazo del mundo entero.

—Oh, vaya. ¿Qué hace hombre guapo como tú por aquí?

— ¿Bebiste de más, cariño?

—No me hables así, me vas a sonrojar.

Mingi entrecerró sus ojos. Bueno, Wooyoung tenía razón cuando dijo que ahora salía con un hombre muy guapo que lo trataba como la cosa más bonita en la tierra porque Mingi sintió ganas de vomitar.

¿Era el único viendo esa mítica niebla rosa sobre ellos o ya estaba demasiado ebrio?

—Lo siento, Wooyoung. Se nos hizo un poco tarde. —Se disculpó sin aminorar su voz melosa.

Mingi iba a rodar los ojos por la escenita, pero al fijarse en el otro hombre que guardaba prudentemente la distancia con la pareja sintió que su corazón daba un vuelco.

Yunho.

No le había visto tan cerca en los últimos días, y realmente no importaba mucho porque se veía igual de bien que siempre. Pero ahora mantuvo la mirada fija en Mingi con un sentimiento que pudo entender como cautela.

Mingi se sonrojó mientras en su mente se encendieron todas las alarmas.

¿Desde cuándo estuvo escuchando? ¿Acaso él...?

Oh no. Oh no.

Tenía que salir de aquí o se iba a morir.

— ¿Mingi? ¿Me estás escuchando? —Wooyoung se quejó hasta que obtuvo la atención de Mingi de nuevo—. Te estaba presentando a San. Director de relaciones públicas y blah blah blah. Lo que importa es que es mi novio.

Mingi hizo un esfuerzo por sonreír y guardar la calma. Necesitaba aplazar su muerte mientras pensaba. Seguramente Yunho no escuchó algo que no debería y solo le miraba de esa forma por todo lo que había pasado antes.

Finalmente asintió.

—Es un gusto. Soy Mingi, también tengo un cargo, pero déjalo en blah blah blah.

San le sonrió.

—Eres agradable.

—Tú también, pero si le haces algo te mato.

Mingi señaló a Wooyoung quien no hizo más que reírse. San asintió sin verse ni un poquito amenazado.

—Sip. No te preocupes, ya me dieron esa advertencia antes. —San habló casualmente como si no le importara tener tantas amenazas en el cuello—. Me gustaría hablar un poco más, pero ahora necesito tratar con este chico primero. Supongo que ustedes dos pueden quedarse aquí un rato.

Mingi tardó una buena cantidad de segundos para entender a quienes se refería San, solo obtuvo una visión muy clara al notar la mueca incomoda en los labios de Yunho.

—No creo que eso sea-

—Bueno, hasta luego. —San cortó lo que sea que intentó decir Yunho, optando por llevarse a Wooyoung casi a rastras.

Mingi hizo lo posible por no avergonzarse cuando Wooyoung le guiñó el ojo. ¡¿Qué se supone que significaba eso?!

Mingi permaneció allí, paralizado por la mirada intensa de Yunho, incapaz de apartar los ojos de él. Cada vez que se cruzaban, el aire se volvía más espeso y complicado, como si hubiera un sinfín de palabras no dichas flotando entre ellos. La tensión era palpable y Mingi deseaba poder esfumarse en ese mismo instante.

Finalmente, Yunho rompió el contacto visual, suspirando casi imperceptiblemente antes de hablar.

—Lamento haber venido aquí. San insistió en que debería venir y... — Yunho parecía buscar las palabras adecuadas mientras su mirada se desviaba hacia algún punto en el suelo—. Lo siento, ¿bien? Entiendo que ahora no estamos en buenos términos, no tenía intención de causarte molestias.

Mingi se sorprendió por la disculpa. Yunho estaba siendo sincero, por primera vez en tantos años él se escuchó real. Pero eso solo lo hacía sentir más incómodo. No sabía cómo responder a eso, cómo hacerle entender que no era molestia, sino confusión, tristeza y un millón de emociones contradictorias que ni siquiera él entendía del todo.

—No... no es molestia —musitó Mingi, sintiendo que sus palabras apenas lograban atravesar su garganta.

Yunho le dirigió una mirada rápida y sorprendida, como si no esperara esa respuesta.

—Entonces, ¿qué es? — Yunho parecía desconcertado, y Mingi pudo percibir cierta frustración en su tono de voz.

Ajá. Ahí estaba la aspereza de nuevo.

—Nada, olvídalo —murmuró Mingi, sintiendo que su voz era más débil de lo que le gustaría.

Oh, Dios. No tenía la intención de sonar tan a la defensiva, pero el temor hizo un rápido movimiento para instaurarse en su pecho y echar raíces ahí.

Yunho suspiró nuevamente, pareciendo abatido. Se pasó una mano por el cabello, desordenándolo un poco, una costumbre que Mingi recordaba de los viejos tiempos. Yunho había sido un maestro en ocultar sus emociones, pero Mingi siempre había notado esos pequeños gestos que delataban sus verdaderos sentimientos.

—Aun no eres muy bueno mintiendo, ¿verdad?

Mingi se sintió atrapado en una encrucijada emocional. Por un lado, quería desesperadamente saber cómo Yunho se sentía acerca de su relación pasada, si había algún resquicio de su amistad anterior en él. Por otro lado, temía que, si comenzaban a hablar sobre su pasado, todo se desmoronaría aún más.

No tenía forma de saberlo porque jamás le dijo la verdad a Yunho.

—No tienes que preocuparte por mí, Yunho —dijo finalmente, tratando de sonar indiferente mientras forzaba una sonrisa—. Estás bien, estoy bien. Eso basta.

—No, aún no eres bueno mintiendo.

Yunho asintió lentamente, pero la tristeza en su mirada no pasó desapercibida para Mingi. Estaba claro que había algo más que no decía, y eso solo incrementaba la tensión entre ellos.

—Supongo que debería irme. — Yunho rompió el incómodo silencio que se había formado entre ellos—. Intentaré guardar la distancia si es lo que quieres.

Mingi asintió, no quería que esta conversación se prolongara más de lo necesario. El simple hecho de estar en la misma habitación que Yunho le resultaba abrumador.

Pero... se sentía tan culpable, sobre todo si Yunho actuaba de esa manera.

Mingi no se sentía alerta —como solía ser cada vez que estaba cerca de esta nueva versión de Yunho—, sino que se sentía culpable.

—Yunho, espera —murmuró, incapaz de dejarlo ir de esa manera. Yunho se detuvo en seco y se volvió hacia Mingi, sus ojos buscando los de él con una mezcla de expectativa y cautela—. No quiero que pienses que... que estoy enojado contigo o que no quiero que estés aquí. Las cosas son... diferentes ahora, eso es cierto, pero eso no significa que quiera que te vayas.

Yunho lo miró, sus ojos oscuros reflejando una compleja mezcla de emociones. Mingi podía ver que había algo en lo más profundo de su mirada, algo que quería salir a la superficie.

—Mingi, hay cosas que no hemos dicho, que no hemos hablado. Sé que estoy actuando extraño, y lo siento si eso te hace sentir incómodo. Pero también... también siento que necesitamos aclarar algunas cosas.

Mingi sintió un nudo en su garganta al escuchar las palabras de Yunho. Era lo que había estado temiendo y deseando secretamente al mismo tiempo.

Quizás, solo quizás, había una posibilidad de que pudieran encontrar un nuevo comienzo entre las cenizas de su pasado.

—Eso... estaría bien.

Yunho asintió lentamente, acercándose como si cualquier movimiento en falso pudiera arruinar las cosas.

— ¿Qué hice mal?

—Nada.

— ¿Entonces?

Mingi prefirió distraerse haciendo girar el alcohol en su baso antes que fijarse en Yunho. Lo sintió ocupando el taburete cerca de él, provocando que inhalara un poco más de su perfume.

Ay.

— ¿Escuchaste algo antes?

— ¿Antes?

Dio un pequeño vistacito al escucharlo confundido, pero finalmente Yunho pareció captar el punto. Bueno, ahí iba su primer temor. Él había escuchado.

Solo rogaba porque no hubiera escuchado ninguna de las tonterías de Wooyoung.

—Soy gay.

Hubo un par de segundos de profundo silencio entre ambos, la música hizo lo posible por llenar el espacio, pero Mingi solo fue capaz de escuchar su corazón latiéndole en los oídos.

—Bien... no entiendo cómo una cosa tiene que ver con la otra.

Mingi se mordió la lengua para no reaccionar apresuradamente. Yunho no se vio ni un poquito afectado, solo frunció el ceño como si realmente intentara unir los puntos y fracasara al hacerlo.

— ¿En realidad no...? —Mingi hizo un esfuerzo, pero no pudo evitar que el resto de lo que estuvo guardando tanto tiempo saliera a toda velocidad—. Soy gay, Yunho. Lo supe incluso antes de la universidad, estaba lidiando con eso por mi cuenta. Nada en este lugar me hacía sentir seguro y simplemente... quise escapar. ¿Sí? Te dije que no eras el problema.

— ¿Y si no era el problema por qué te alejaste? No veo cómo ese sería un problema entre nosotros.

—Estábamos rodeados de idiotas. Siempre tenías un montón de gente que se acumulaba alrededor de ti y que, sinceramente, no eran el tipo de personas que tolerarían a alguien como yo. ¿No recuerdas lo que pasó con Junhui hyung? Parecía que todos estaban cerca de vomitar cada vez que lo mencionaban. Ahora, imagina el escenario donde decidía mandar todo al diablo para ser yo y te veías involucrado en eso. ¿No recuerdas las bromas que me hacían tampoco? Eso de estar super obsesionado contigo.

— ¿Por qué no me lo dijiste?

— ¡Estaba asustado! ¿Sí? Incluso si de algún modo aceptabas seguir siendo mi amigo te iba a joder la reputación.

—No me hubiera importado.

— ¡No lo sabía!

— ¡Porque no preguntaste! —Yunho reclamó, pero al notar que Mingi no estaba en su mejor momento se detuvo. Él inhaló profundamente antes de volver a hablar en un tono más calmado, como si estuviera tratando con un animal asustadizo—. Bien, lo entiendo. Estabas pasando por un momento difícil y no te demostré la confianza necesaria para que me lo dijeras, ¿pero por qué seguiste alejándote al regresar?

—Miedo.

—De nuevo. —Yunho casi rodó los ojos—. Ni siquiera soy aterrador.

— ¡Habla por ti! —protestó—. Cometí un error al no darte la oportunidad de decidir por tu cuenta y por eso pensé que me odiarías el resto de la eternidad. Tú actitud conmigo no ayudaba.

— ¿Qué actitud?

— ¡Esa! Te ves como un príncipe, pero actúas ambiguo todo el tiempo, ni siquiera puedo decir qué estás pensando en este momento.

Yunho frunció los labios, pero rápidamente fueron llenados por una sonrisa ligera. Había tanta sinceridad en él que casi le dolió el alma, se veía justo como el chico que conoció durante su adolescencia,

Lo único que pienso en este momento es que quiero a mi mejor amigo de vuelta...—Y, oh maldición. Él no debía sonar tan elegantemente suave—. Me siento un poco enojado porque desconfiaste de mí, pero eras tú el que estaba pasando por un mal momento, así que no importa.

—Yunho...

—Sí aún tengo derecho a decirte algo, eso sería que no me importa en lo absoluto. Todo lo que alguna vez me importó es que eras tú y que desde el principio fuiste el único que se sintió real. Apreciaba tu amistad más que cualquier cosa... aún creo que lo hago.

Mingi tragó. Todavía una pequeña espinita de culpa le pinchó porque esa no era toda la verdad. Los sentimientos que tuvo por Yunho eran una cosa del pasado, pero que cuando existieron lo hicieron con tal fuerza que cada vez que le veía le temblaban las manos.

Ahora quería creer que el ligero temblor en su cuerpo se debía a toda esta situación abrumadora, no a él.

Pasaron años. Mingi hizo su vida relacionándose con muchas personas, Yunho era importante en un pasado, ahora solo ocupaba el lugar del viejo mejor amigo y amor frustrado que abandonó para protegerse.

Pero... ¿y si ahora se daban la oportunidad de ser lo que siempre debieron ser?

Amigos. Nada más que eso. Mingi podía tener sus preferencias a un costado de esta amistad porque Yunho tenía razón, eso no era algo que realmente importara.

Yunho no era como todas las personas que alguna vez le despreciaron. Era diferente, y a pesar de todas las cosas aun seguía preguntando si le daba la oportunidad de recuperar lo que alguna vez fueron.

Cuidadosamente, regresó a mirarlo. Rogando porque esta fuera la decisión correcta.

—Si nada de esto te molesta... o s-se te hace incomodo... entonces no hay motivos para que siga alejándome de ti. ¿No lo crees?

— ¿Lo dices en serio?

—Sí.

¿Aún tenía oportunidad de salir corriendo por el primer avión a Alaska disponible?

Seguramente no, porque Yunho sonrió ampliamente al verlo asentir.

—Está bien... yo... no quiero abrumarte ni nada por el estilo, han pasado años. Podemos simplemente... pasar el rato de vez en cuando. Como en los viejos tiempos.

Mingi asintió.

—Como en los viejos tiempos.

Con la excepción de que esta vez no se enamoraría de él.

Así todo debía estar bien.

Perdón. Me perdí las últimas semanas porque agarré una hiperfijación con una serie y después tuve un par de quilombos médicos y laborales, pero ya estoy de vuelta.

Creo.

En fin, gracias por apoyar SO. Sigo arrastrando esta pinche saga desde 2021, necesito que termine pronto o lloro. jaja.

Besitos, duerman bien. <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro