NARRADOR OMNISCIENTE
Desde que Alana había regresado a New York no había día en el que no se encontrara con Swift, se había vuelto más que simplemente amigas según el criterio de Rolland.
Aunque no había pasado nada más allá que simples besos en la mejilla o palabras lindas, Alana estaba segura que ninguna de las dos se veía con ojos de una simple amistad.
El Internet se había vuelto un poco más loco cuando había contenido de ambas chicas casi todos los días, pero nada podía afirmar que de verdad tenían algo. El próximo concierto sería el indicado para que Alana pudiera asistir, un día antes ambas chicas habían disfrutado de una reunión con los amigos más íntimos de Swift.
Ambas se habían paseado en el lugar como si fueran una pareja enamorada, y eso prendió varios focos de atención en sus amigos, Swift era una persona muy privada, no solía hablar de su vida privada con nadie, por lo que fue una sorpresa para todos que llegara junto a una castaña a su lado a una supuesta reunión privada.
—La tenias muy escondida, Taylor.
—bromeó Ryan. —Esta chica es genial.
Estaban reunidos en la sala de estar de Ryan y Blake, bebían champagne y jugaban poker, Gigi y Zayn también estaban ahí al igual que Selena.
—¿A que me habías dicho que te dedicabas, Alana? —pregunto Selena que estaba sentada a un lado de Gigi.
—Oh pues, actualmente quiero meterme un poco más a la industria del modelaje, pero estudie para manejar las empresas de mi familia. —explicó.
—¿Como esta eso del modelaje, cariño?
—dijo Gigi mientras regresaba de la cocina con una copa de vino.
—Oh —alana río algo nerviosa, sabía lo influyente que era Gigi en la industria.
—Pues me gustaría comenzar una carrera, todos me han dicho que es tarde pero-
—¡Tonterías! Dame tu número y hablaré con mi agencia, eres preciosa no dudarán en darte un contrato —dijo sin rodeos.
Alana abrió los ojos sorprendida, y miró a Swift a su lado que se encontraba no muy sorprendida. —C-claro, gracias Gigi. —dijo la mujer.
—No me agradezcas cariño, de verdad me gustaría verte en alguna pasarela —dijo.
Continuaron hablando de cosas triviales hasta que fue hora de cenar, todos fueron a dirección del comedor dejando a la nueva "pareja" en el living. Alana suspiró y dejó caer su cuerpo sobre el pecho de Taylor, quien pasó su brazo sobre sus hombros abrazándola a ella.
—¿Que pasa? ¿Todo bien? —pregunto suave la rubia.
—Estoy feliz, es todo. —murmuró Rolland.
—¿Que hay de ti? Haz estado callada toda la noche —se enderezó para poder voltearse y mirar a los ojos azules de la cantante.
—Me gusta observarte —confesó de manera suave mientras miraba los ojos de Alana fijamente.
La menor sintió su corazón acelerarse de manera instantánea, sus mejillas se tornaron rojas y no pudo evitar sonreír. Taylor la hacía sentir demasiado.
Rolland depositó un beso en su mejilla y se puso de pie para extenderle la mano a Taylor, incitando a que se levantara, lo cuál hizo luego de que le diera el último sorbo a su copa.
Caminaron juntas hasta el comedor, donde los chicos iban y venían acomodando los utensilios y la comida en la mesa. —Taylor, ayuda a Ryan, está en el patio con Zayn!
—le pidió la pelinegra, Taylor asintió y salió rumbo al lugar en lo que Alana tomaba asiento a un lado de Blake.
—¿Puedes decirme que le hiciste a mi amiga, Alana? —bromeó Jelena.
—¿Que? ¿De que hablas?
Blake puso su mano sobre la de Alana y le murmuró al oído. —Esa sonrisa tiene mucho que no la veía, querida.
Alana frunció las cejas algo apenada.
—¿Desde hace cuanto que se conocen?
—Oh, hace poco tiempo, en realidad. La conocí en la cena de cumpleaños de mi abuelo, los Swift resultaron ser amigos lejanos de mi familia. —explicó.
—¿Ya te acostaste con ella? —preguntó Selena con una sonrisa maliciosa haciendo que las mejillas de Rolland se tornaran rojas.
—¡Gomez! ¡Por dios santo! No preguntes esas cosas. —la regaño Blake.
Alana río bastante nerviosa mientras acomodaba su cabello detrás de su oreja. —Apenas nos conocemos, creo que es muy pronto para eso.
—Exacto, eso es correcto, cariño. —le dio la razón la más mayor.
—No le hagas caso a Selena, ella solo piensa en sexo. —dijo Gigi rodando los ojos.
—Aunque, no me mal entiendas, Alana. No te juzgaré si haz pensado de otra forma a Taylor, es hermosa y sexy.
—¡Gigi! —la regaño Blake. Esta solo río.
—Y.... ¿ya son novias o...?
—No, aun no. Apenas nos conocemos y creo seria muy rápido. —explicó.
—¿Tus papás están de acuerdo con la diferencia de edades? Digo, son como 10 años, si no me equivoco.
Alana mordió su labio algo tímida, su familia aún no sabía sobre lo suyo con Taylor, ni siquiera la conocían, pero estaba segura que sería un problema para ellos.
—Mhmm, no. En realidad-
Su respuesta fue cortada debido a que Zayn, Ryan y Taylor llegaron mientras reían de algo, cada uno se sentó a lado de su acompañante y finalmente pudieron comenzar a comer.
—Hey —saludó la rubia.
La cena fue muy agradable, los chistes de Taylor habían sido el principal foco de interés, todos reían mientras que compartían anécdotas y una que otra tragedia del pasado.
La larga mano de Taylor descansaba sobre el muslo de la castaña como si tuvieran la confianza para hacerlo, y aunque no le incomodaba ni molestaba, era algo que no pasaba seguido.
—Es tarde, Tay —murmuró la castaña en un momento en el que los amigos de Taylor hablaban entre sí. —¿No tienes que descansar para mañana?
Swift miró la hora en su celular y se sorprendió al ver que era casi media noche. Siempre que estaba con sus amigos se le pasaba el tiempo volando.
—Tienes razón, llamaré a Rick. —dijo, mientras en voz baja y desde su lugar se texteaba con su chófer. —Esta afuera.
—avisó.
Ambas se pusieron de pie llamando la atención de los demás. Todos ya estaban notablemente pasados de copas, sin embargo no era nada malo.
—¿Ya se van? ¿Por que tan temprano?
—exclamó Sel.
—Tengo un show de 3 horas que dar mañana, Seli —Swift se acercó y beso la mejilla de su amiga. —Estarán ahí, ¿cierto?
—Desde luego, Taylor. —dijo Blake.
—Queremos verte hacer lo tuyo.
—Zayn tiene que cuidar a Khai, pero yo si iré —dijo Gigi. —Y tu —señaló a Alana. —Serás mi acompañante. Bailaremos, beberemos y me aseguraré de que tu brazo se llene de pulseritas, ¿de acuerdo? —Alana asintió sonriendo.
Se despidieron de todos y finalmente salieron, Rick ya estaba afuera esperando. Taylor se adelanto para poder abrirle la puerta a Alana y llevarla a los asientos traseros.
En el camino, Rolland recargo su cabeza en el hombro de Swift mientras está la abrazaba de manera cálida, todo fue muy silencioso de camino a casa ya que ambas se encontraban cansadas.
Cuando la camioneta paró en el lugar de Alana notaron que había un par de paparazzi a lo lejos. —Vamos, te acompañaré a la puerta.
Swift bajo de primero y luego lo hizo Alana quien se despidió y le agradeció a Rick. Cuando estuvieron en la puerta, Alana suspiró y dejó caer su cuerpo en el marco de la madera.
—Gracias por acompañarme, Lanni. Espero que mis amigos no te hayan puesto algo.. incomoda
—Son increíbles, Taylor. —musito con una sonrisa sincera. —Gracias por invitarme, Gigi me dijo que no sueles llevar a chicas extrañas. —dijo algo apenada.
Swift río con suavidad y metió sus manos en su abrigo. Su cabello estaba algo despeinado, cosa que la hacía ver tierna, y esa vez sus ojos se veían un poco más azules de lo normal.
—No eres una extraña para mi, Rolland.
—dijo. —Eres mi amiga.
Alana suspiró, claro que se imaginaba que diría otra cosa. Sonrió y asintió, el ambiente se había tornado algo extraño y ambas lo notaron, Swift rasco su nuca y miró al piso, cosa que hacía cada que no sabía que decir.
—Supongo que te veré mañana. —habló la menor llamando la atención de la rubia la cual asintió rápidamente.
La idea de que Alana la invitara a quedarse un rato más se esfumó de la mente de la cantante luego de aquellas palabras, es decir. ¿Como se supone que debía etiquetarla? ¿Como su novia? Claro que no, la asustaría y saldría corriendo.
—Estaba pensando... en que podrías acompañarme al ensayo por la mañana y quedarte luego del show.... —dijo algo tímida, su voz sonó algo temblorosa.
—¿Quieres soportarme desde muy temprano? No creo que sea una buena idea. —dijo.
Swift abrió la boca dispuesta a decir algo, sin embargo nada salió de ella. Se sentio estúpida, cerró los puños y se dio la media vuelta, dispuesta a irse ya, pero por fin algo hizo click en su cerebro.
—"Soportar" es una palabra muy fuerte, Alana. —dijo en voz baja. —Pero esta bien, puedo disfrutarte desde muy temprano, si a eso te refieres.
Alana sonrío, su estómago se contrajo y miró a otro lado que no fueran los ojos azules que tenía al frente. —¿Quieres disfrutarme desde muy temprano, huh? ¿Por que no lo haces desde ahora?
—Aun no me invitas a quedarme. —se encogió de hombros.
—Mis amigas no necesitan invitación para poder quedarse. —punto para Rolland.
La castaña se dio la media vuelta y entró a su hogar dejando la puerta abierta, una mirada rápida bastó para que Swift entrará detrás de ella.
—Debo cuidar tu garganta y es por eso que no te ofreceré más alcohol —dijo, Swift agradeció con una mueca divertida.
—No debí beber tanto. Mi couch va a matarme —Taylor se dejó caer sobre el sofá mientras pasaba sus manos por su cabello.
—¿Tanto así? Debiste decirme, y me hubiera preocupado por medirte un poco —dijo la castaña, llegaba al sofá con dos tazas de té caliente. —Toma esto, curara lo que sea que pueda afectar a tu perfecta y millonaria garganta. —bromeó.
Platicaron un rato más, sobre ellas, el trabajo, sus respectivas familias y todo lo que encontrarán interesante en ese momento. Aunque la diversión acabó cuando a mitad de la madrugada, Swift despertó sintiendo los ojos hinchados y el cuerpo entumido.
Trato de mirar a su alrededor buscando algo que pudiera decirle donde estaba, pero cuando sintió un leve y casi inaudible ronquido supo en donde se encontraba.
Alana estaba abrazada a su cuerpo totalmente dormida, miró la hora en su celular, eran casi las 4 de la mañana. Como pudo se separó y camino hasta la puerta, observó que la camioneta ya no se encontraba ahí, supuso que en algún momento debió decirle a Rick que se vaya.
Regreso a la sala dudando en que hacer, y luego de pensarlo un poco tomó a Alana entre sus brazos y la cargo hasta su habitación en donde la dejo caer suavemente sobre su cama.
—¿Taylor? —la voz suave de Alana la detuvo cuando estaba apunto de salir de la habitación.
—Hey, no quise despertarte —dijo algo apenada. —Pediré un uber, rick se fue y-
—Quédate, no quiero estar sola.
—murmuró. —Puedo prestarte un poco de ropa, toma lo que tu quieras —el sueño le ganó y volvió a caer.
Taylor lo pensó mucho, sin embargo no quería dejarla sola, no cuando se lo había pedido. Con la luz de su celular trato de buscar el closet de Alana, hasta que lo hizo. Trato de encontrar algo de su tamaño pero la mayoría eran camisas cortas y shorts coloridos, nada que pudiera hacerla sentir cómoda.
Luego de casi 10 minutos encontró unos pantalones para dormir, lo suficientemente largos (solo le llegaban hasta el tobillo) y una camisa "larga" (apenas terminaba de cubrir su abdomen.) Cuando estuvo lista salió del baño, y se encontró con que Rolland le había hecho un espacio en la gran cama King, así que supuso que debía quedarse ahí.
Con cuidado de no despertarla se metió entre las sedosas sábanas y se acomodó lo mejor que pudo, boca arriba y totalmente firme. ¿Como había terminado ahí?
Cuando por fin iba tomando el sueño entre sus manos sintió los brazos de Alana abrazar su dorso con fuerza y suspirar de manera soñolienta, sabía que no estaba consciente para saber lo que hacía, pero claro, no era algo que le molestara.
Algunos cortos minutos y finalmente se sumergió en un profundo sueño que por suerte duró varias horas y más de lo que podía permitirse, ya que cuando volvió a cobrar vida eran casi las 10 de la mañana.
Abrió los ojos con molestia, el sol entraba por la ventana y chocaba con su visión. Movió su cabeza encontrando que tenía casi todo el cuerpo de Alana sobre el suyo, la castaña estaba profundamente dormida, lo cuál agradeció a todos los santos minutos después ya que al destaparse el cuerpo se asustó.
Sabía que era normal que pasara la mayoría de las mañanas, sabía que era algo de lo que no se preocupaba normalmente, sin embargo esa mañana no se suponía que debía pasar, comenzó a sudar de un momento al otro, y comenzó a imaginar lo que pasaría si Alana despertaba y se diera cuenta.
La sacaría a patadas probablemente, la insultaria y no la querría ver nunca más por ser tan... tan... grosera, y sobre todo, quedaría totalmente humillada. Sintió como Alana se movió, lo cuál se quedó inmóvil, ni un solo centímetro de su cuerpo se movió, hasta unos minutos después, comenzó a imaginarse cosas malas, cosas que ayudarán a que aquello entre sus pantalones bajara, sin éxito tuvo que salirse con mucho cuidado de las sábanas y entrar al baño.
—Mierda, mierda, mierda. —murmuró.
Luego de varios minutos cuando pudo tranquilizarse y aquello finalmente bajo pudo salir del baño, tomó su ropa y pertenencias y salió del baño para darle una última mirada a la castaña que seguía durmiendo, no pudo evitar sonreír al recordar.
Su celular comenzó a vibrar, era Tree. Rápidamente salió de la habitación y contestó.
—Taylor Alison Swift, ¿donde mierda estas metida? —sintió miedo. Cuando Tree la llamaba por todo su nombre sabía que debía temer.
—Lo siento, me quedé dormida pero ya voy para ahí —dijo rápido la rubia mientras bajaba las escaleras.
—Los de seguridad me dijeron que no llegaste al hotel y tus amigos dijeron que no estabas con ellos, ¿puedes decirme donde pasaste la noche?
Cuando estuvo en la planta baja noto que esa mañana no estaba sola, Gracie estaba de pie en la cocina preparando algo de desayunar. —OH SANTA MIERDA! —gritó al ver a Taylor.
—Shhhhh, gracie.—la calló aun con el celular en su oido. —Alana sigue dormida, pero dile que me tuve que ir a mi ensayo, ¿bien?
—¿Dormiste aquí? —pregunto aun algo sorprendida.
—Si, Gracie. Pero me tengo que ir ya, porfavor dile que me llame cuando desperté. —no dijo más y salió del lugar.
—¿Gracie? —esta vez fue Tree al otro lado de la línea. —¿Quien es Gracie?
—Es la mejor amiga de Alana, llegamos a su casa ayer y me quedé dormida, es todo —explicó rápidamente, cuando salió del lugar agradeció al ver a Rick esperando por ella.
—¿Alana? La chica que-
—Si, Tree. Ya estoy en camino, te veo ahí, adiós —colgó sin recibir una respuesta, estaba de muy buen humor como para arruinarlo con preguntas qur no quería responder en ese momento.
—Buenos días, señorita Swift.
Si que eran buenos.
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N.A: holi
muy tarde pero es la hora en la que tuve tiempoo
el siguiente ya será más más más interesante, este no estuvo tanto, pero buenoo
¿Si les gusta o no? Díganme que debería hacer y como les gustaría que se desarrollará, los leooo
Gracias x votar, te quierooo (muchos likes y comentarios y subo otro esta semana)
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