17. emergency getaway
DIECISIETE:
escape de emergencia
narrador omnisciente
a veces, no la mayoría del tiempo, pero a veces la gente en la internet a través de una pantalla; podía ser una mierda. solamente fue suficiente una foto -que ya fue borrada-, para que todo twitter enloquezca en peleas entre fandoms. pero el mayor problema, dejaron a una persona afectada.
maca por eso tenía bloqueado su nombre en esa red social, porque sabía como era la gente. y no hablaban solamente de ella, sino de toda persona mínimamente reconocida. ¿no podían dejarlos vivir en paz? ellos también eran personas, tenían sentimientos.
y en este momento, ella se encontraba mal.
con lo divertido que estaba siendo la cena con uno de sus mejores amigos, se fue todo a la mierda en un abrir y cerrar de ojos. cuando cerró la app, y dejó su celular en la mesa, sus manos comenzaron a temblar. la hamburguesa que a duras penas había comido, se le había subido hasta la garganta, incitando al vomito. carrera, se pudo dar cuenta.
—¿todo bien, maki?- alzó la mirada, y no pudo mentirle. porque ya tenía lágrimas en sus ojos y comenzó a titubear entre palabras. —¿te querés ir?- asintió levemente. —bueno dale, vamos.
caminaron rápidamente, gracias al cielo ya habían pagado la cuenta, así que solamente les quedaba caminar hasta el vehículo del castaño. por cada paso que daba, macarena recordaba las palabras hirientes que había leído minutos atrás. intentando reconfortar, su amigo acariciaba su espalda.
—esperá, no. no puedo entrar.- dijo con el poco aire que le quedaba.
un ataque de pánico era horrible, y nunca saber cuando va a suceder, peor. incluso porque venía en todas las formas y tamaños, desde disociar horas hasta llorar la última lágrima de tu cuerpo. ahora, maca se sentía ahogada, como si unas manos inexistentes estuviesen asfixiándola.
—¿qué necesitas? ¿agua? ¿hablar con alguien?- carrera estaba desesperado, nunca había pasado por esa situación con otra persona. y le asustaba como comenzaba a reaccionar su amiga.
—aire libre. una terraza, o algo.- pidió la morocha.
el mayor miró hacia arriba, y la lamparita se le encendió. se acercó a la puerta del edificio donde estaban parados y comenzó a tocar rápidamente el botón B7. mientras tanto, la chica intentaba dispersar sus pensamientos, hasta que sintió la mano del chico suavemente sacarla de si.
—subamos, dale.
no sabía donde estaban, ni a donde iban a subir, ella solamente movió sus piernas por inercia. intentando calmarse, contaba en voz baja la cantidad de dedos en sus manos, mientras el ascensor subía. cuando las puertas se volvieron a abrir, sintió una ráfaga de viento azotarle la cara.
y finalmente pudo respirar.
se acercó lentamente a una mesa del lugar, y se fijó en la vista. una impresionante noche estrellada la calmó. pudo tragar saliva y hablar tranquilamente. —perdón, carre.
—¿estás mejor? pelotuda, el susto que me diste.- el streamer se acercó y la abrazó de costado.
—no quería asustarte así.- dijo tímidamente.
—pero, ¿qué pasó? estabas re tranqui viendo tu celu y... ¿qué viste?
suspiró negando. —twitter. hablaban sobre mí, probablemente ahora sea tendencia.- confesó. —¿dónde estamos?
—acá vive sp-
—dame una buena razón por la cual me hayas despertado de mi siesta, carrera.- escuchó esa voz detrás de ella. cuando se dió vuelta, vió al dueño de la voz, vestido informalmente rascándose un ojo con la cara somnolienta. al alzar la mirada, su ceño se frunció. —¿qué hace macarena acá?
sus piernas incontrolablemente comenzaron a temblar.
—vení, te explico un cachito.- se acercó hacia él y comenzaron a hablar en voz baja.
maca volvió su vista hacia la ciudad, intentando calmar sus nervios al ver a spreen de forma tan inesperada. y es que debido a sus nuevos sentimientos -que aún no aceptaba-, cualquier interacción con el morocho le ponía nerviosa. aún no podía creer cómo había podido comenzar a sentir cosas por spreen.
que vergonzoso.
—carre fue un rato al baño.- escuchó su voz detrás, la cuál la hizo saltar ante el susto. —bue', ¿tan feo me veo al despertar de la siesta?
la pelinegra le miró. totalmente lo contrario.
—me asustaste.- admitió. carraspeó mientras sintió su presencia a su lado, a unos cinco centímetros. —tenés una vista buenísima.- dijo mirando hacia el frente.
lo que no sabía, era que spreen la estaba mirando a ella. —sí, es muy linda.- confesó. —¿estás bien? carre me dijo que te pusiste nerviosa.
alzó la mano haciendo un gesto de "no es nada". —fue una boludez.
—para salir corriendo, no creo que sea una boludez.
maca se mordió el labio nerviosa. —bueno, una cosita ahí... no es nada, en serio. y estoy bien, ahora.- murmuró.
—es raro que estemos teniendo una conversación sin que me estés puteando.- mencionó después de unos segundos de silencio.
—vos causas la acción de yo insultándote.- la rosarina se defendió, con una sonrisa.
—¿o te pongo nerviosa, macarena?
ella desvió la mirada y abrió los ojos con sorpresa. su cuerpo ni su boca supo como reaccionar, solamente pudo decir. —bueno, gracias por... recibirnos. voy a esperar a rodri abajo.- dijo, y dió un paso hacia la salida, pero fue detenida por una mano suave en su brazo.
se veía absurdamente lindo, recién despierto, sin gorra, con los ojitos chinos y las pestañas relucientes. hasta tenía unas pantuflas de among us, y aún así maca lo veía lindo, causando que su ritmo cardíaco se acelerase. tragó saliva, y miró la mano de él, sintiendo calor en esa zona.
—si necesitas algo, me podes decir, macarena.
ella solamente asintió y casi corrió, escapándose.
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