o19. ❝ 'cause you were never
mine, never mine . . . ❞

❝ TERRITORIO PROHIBIDO ❞
("preocupándose por ti" parte ii)

just keep on keeping your eyes on
me, it's just wrong enough to
make it feel right . . .

🚫 ━━━━━━ DESPUÉS DE HABER PASADO 5 MINUTOS CON el pulso acelerado y donde el nerviosismo se los estaba comiendo vivos por estar juntos de esa manera, efectivamente cumplieron el objetivo principal y se quedaron dormidos. Aunque quisiera ignorarlo para poder trabajar, Sofía si estaba agotada y su cuerpo le pedía una siesta. La cantante había caído plácidamente dormida sobre el pecho de Pablo teniendo a éste a su lado en la misma condición.

La siesta del palaciego había durado casi una hora, y cuando comenzó a despertar quiso estirarse por instinto,  pero cuando sintió que algo lo retenía de moverse a su antojo, recordó a quién tenía a su lado.

Cadaval seguía envuelta en los brazos de Morfeo y no parecía tener intenciones de despertar aún. Su sueño estaba tan profundo que su respiración era pesada y profunda, su cabello cubría su rostro y a penas se movía.

Gavi la miró y sonrió.

Por un segundo no supo qué hacer. Sintió un cosquilleo en su mano que estaba libre descansando al otro lado de su cuerpo como si tuviera la necesidad de hacer algo. Finalmente, le hizo caso a sus instintos e, igual que días antes en casa de la chica, apartó el cabello que estaba cubriendo su rostro para dejarlo expuesto ante él. Acomodó las hebras detrás de su oreja y no fue capaz de apartar su mano de ahí. Su dedo pulgar trazó el camino por su fina mandíbula y regresó por el mismo tramo para hacerla descansar sobre su mejilla, como si se hubiera quedado con las ganas de sostenerla otro poco.

Su rostro estaba tan sereno, tan apacible y tan delicado que al chico se le revolvió el estómago. Dentro de sí se cargaba el miedo de que ella abriera los ojos y lo descubriera observándola, ya que si eso sucedía querría morirse ahí mismo porque no sabría qué decir o cómo reaccionar, ya que ni él podía explicarlo.

Contuvo sus impulsos cuando cierto amigo canario pasó por su cabeza y terminó apartando su mano de la chica. Con todo el cuidado del mundo comenzó a moverse hacia un lado para levantarse tratando de no despertar a la chica o moverla siquiera. Cuando lo logró suspiró aliviado, ya que ella sólo gruñó por su ausencia, pero un cojín reemplazando su posición fue suficiente para apaciguar o prevenir algo más.

Cuando estuvo de pie de nuevo se le quedó mirando, ¿Qué rayos le estaba pasando? Le parecía una escena demasiado tierna para derretir el corazón de cualquier persona.

El recordatorio de que Pedri estaría por llegar hizo que sus pies finalmente pudieran moverse hacia la salida, no sin antes tomar una manta que estaba sobre la maleta de la chica y con ella cubrió su cuerpo sobre la cama tratando de que quedara lo mejor tapada posible.

Ahora sí retrocedió la pasos que le quedaban para llegar a la puerta, pero cuando estaba por tomar el pomo de esta no fue capaz de abrirla, tuvo que verse en la obligación de voltear su cuerpo y echarle una última mirada a la chica. Muy dentro de él, se sentía acongojado por haberla dejado, pero sabía que eso era lo mejor.

Cuando fue capaz de cobrar por fin las fuerzas de irse, abrió la puerta y cuando estuvo en el el pasillo la cerró suavemente para no hacer algún ruido que pudiera despertar a su amiga. Apoyó su espalda unos segundos en la madera y se quedó en silencio derivando en sus propios pensamientos, a los cuales ni él mismo podía darles sentido.

Después de salir de su trance volvió a donde todo había empezado. Se sentó en la misma silla de hace 1 hora y volvió a pensar en cómo llevarse a Sofía al hombro para que pudiera dormir había terminado en aquello. Se estaba torturando demasiado mentalmente; el rostro de su mejor amigo no salía de su cabeza.

Y tal y como si lo hubiera invocado, la puerta se abrió haciendo que se volteara levemente asustado dándose cuenta de que Pedri había llegado.

—Eh, chaval, qué tierno como me estabas esperando —habló el canario cerrando la puerta.

El menor le sonrió y se puso de pie—Venga tío, te habías tardado —le dio un corto abrazo—. ¿Qué tal la rueda de prensa?

—Larga —suspiró agotado dejando sus cosas sobre la mesa. Aún estaba usando el uniforme azul con detalles rojos y amarillos de la selección—. Me da igual que Luis nos diga que somos la cara de esta nueva España, yo, la parte de dar entrevistas, prefiero saltármela —dijo mencionando a su entrenador.

Rió—A mí no me engañas, tú hablas mucho más que yo. Mientras que yo doy respuestas de 5 segundos en cada pregunta, tú das de 1 minuto.

Puso los ojos en blanco con gracia—Muy chistoso —caminó hacia el mini refrigerador que allí había para sacar una botella de agua fría—. Pero al menos esa parte ya acabó y todos están satisfechos. Ahora sólo a esperar a mañana.

—Pues, a con todo.

—Oye ¿Y Sofía? —a Pablo se le hizo un nudo en el estómago cuando lo oyó preguntar por la chica—. Por favor dime que tomó su siesta de la tarde y paró de trabajar —realmente sonaba preocupado por eso—. Desde que tú te fuiste en la mañana que ella ha estado en entrevistas por videollamada y trabajando en su computadora. Esa chica no ha parado.

Gavi aclaró su garganta y preparó sus palabras—Sí...Efectivamente fue a tomar su siesta. De hecho, sigue dormida.

Asintió—Eso es bueno. ¿Y sus medicamentos?

—Ya se los tomó.

—¿Salió a tomar aire o algo? Aunque sea al balcón.

—Sí, Pedri, sí lo hizo.

—Y, no se te desmayó ¿Verdad? —aquello se lo dijo en broma.

Trató de reír—No, ni nada malo...Nada malo le pasó.

—Bien, eso es bueno —le dio la espalda para guardar unas cosas.

—Qué preocupado, tío —lo analizó de pies a cabeza.

—Venga ¿Se te olvida la tremenda amenaza que tenemos de Eduardo? —hizo una mueca—. Además, él tiene razón en algo, cuidar de ella aquí no es lo mismo que en España. Su salud es muy importante.

Pablo sólo asintió y en silencio siguió meditando en sus palabras y en sus reacciones.

—Vaya, se ve que te gusta —casi no se dio cuenta en qué momento aquello había salido de su boca.

González, ya habituado a tener que mentir sobre eso, respondió con simpleza y sin darle mucha importancia al asunto—: Pues algo así.

Por supuesto que aquellas palabras no significaban lo mismo para cada uno. Pedri sólo estaba siguiendo su papel que ya llevaba instaurado en el sistema por meses, sólo era algo de rutina y que para colmo no era verdad. El sevillano, por su parte, sí estaba tomando todo el peso que esas palabras se acarreaban.

Y se había quedado meditando en eso más de lo debido.

—Tierra llamando a Gavi —la voz de su amigo lo trajo de vuelta.

—Perdón, sólo estaba pensando —se rascó la barbilla.

—Pues has estado bastante distraído últimamente —lo miró con gracia—. ¿Algo que decirle a tu mejor amigo?

Uy, si supiera.

—No, no, nada —negó con la cabeza riendo suavemente—. Es esto del Mundial, me pone muy ansioso.

—Pues te entiendo —palmeó su hombro.

Posteriormente dirigieron su atención a ciertos ruidos que venían de la habitación de Cadaval. Sonaba como alguien buscando cosas en un cajón y refunfuñando mientras lo hacía.

—Es Sofi, tiene que haber despertado —dedujo el canario comenzando a caminar al cuarto.

Cuando el sevillano se dio cuenta de lo que estaba haciendo y lo que podía significar, hizo una mueca y caminó detrás de él buscando detenerle.

—No, no, no, no, espera un segundo.

Cuando el mayor llegó a la puerta, Pablo se puso en frente de ella tapándole el paso.

—Oye ¿Qué te pasa? —lo miró confundido.

—Es que... —apretó la mandíbula—. Hay algo que no te dije.

—Pues habla.

—Bueno, es una situación un poco graciosa —rió nervioso—. O bueno, quizás no tan graciosa si lo veo de cierto punto.

—Gavi —alzó una ceja.

—Me vas a odiar, pero te juro que fue un accidente.

—Sólo déjame pasar.

—Sí, pero antes quiero aclarar que no fue mi culpa, y...

Gruñó—Venga, sólo hazte a un lado.

Rápidamente logró apartar al chico de la puerta e ingresó a la habitación, generando un momento de silencio cuando vio a Sofía salir del baño con una gorra sobre su cabeza con el escudo de España estampado, la cuál, estaba tapando un poco más abajo de su frente.

El canario avanzó hacia ella con el ceño fruncido—¿Qué está pasando aquí y por qué ustedes dos están tan raros?

Casi se pudo oír como la chica tragaba saliva y veía al sevillano detrás de Pedri haciendo señas de que negara todo.

—Eh...Estaba probándome el kit para ir a apoyar a la selección —mintió tratando de explicar su uso de la gorra—. Todo muy genial, por cierto.

González terminó en frente de ella y, para eliminar todas sus sospechas quitó la prenda sobre su cabeza mientras la menor le rezaba a todos los santos que se sabía.

El isleño abrió los ojos cómo platos.

—¿¡Qué carajos es esto!? —señaló la frente de la chica.

Evidentemente estaba refiriéndose a lo que ahora era un moretón hinchado sobre su ceja.

—Lo podemos explicar —dijeron los involucrados al mismo tiempo.

—¿Explicar? —los miró a ambos—. ¿Te caíste?

—Yo...No lo llamaría así —ella hizo una mueca.

—Fue un accidente, te lo juro, pero fui yo el que hizo que se golpeara con un mueble —prefirió omitir el cómo de todo eso.

—¿Pero cómo? ¿Por qué? —no podía creerlo.

—Pues, porque quiso que viniera a dormir —la expresión de confusión del canario les decía todo—. Ya relájate, fue un accidente y no es nada malo —lo tomó de las manos, las cuales seguían sobre su herida y las apartó—. Estoy bien, se me va a deshinchar en unos días y todo volverá a la normalidad.

Pedri soltó un largo suspiro, puso sus brazos en jarra y miró a sus dos amigos moviendo la cabeza a ambos lados.

Finalmente terminó riendo—Ustedes dos son un par ejemplar —los aludidos se miraron por cortos segundos—. Tengo una crema que sirve para la hinchazón, la iré a buscar —salió de la habitación.

Cuando estuvieron solos dejaron salir todo el aire que habían estado reteniendo en sus pulmones, sintiéndose un poco más aliviados.

—Esa estuvo cerca —dijo ella.

—Sí. Menos mal no me preguntó la manera exacta en que eso te ocurrió o la historia sería otra —rieron—. ¿Cómo sigue el moretón?

—Morado —contestó ella cuando se le acercó a verla. Se puso nerviosa—. Pero como dije, ya se me va a pasar, sólo me duele si lo toco.

—¿Así? —el joven literalmente tocó aquella zona y ella se quejó.

—¡Oye! Eres un pesado —rieron finalmente. Luego de eso hubo un momento de silencio que la chica se atrevió a romper—: ¿Dor-Dormiste bien?

Había dormido de maravilla, probablemente la mejor siesta de su vida.

Pero no podía decirle eso.

—Sí, todo en orden —sonrió—. ¿Y tú?

—Pues muy bien, creo que estoy lista para seguir trabajando —sonrió igualmente.

—Oye Sofi... —no sabía como plantearle lo que quería decirle, hasta a él le dolía—. De todas formas creo que esto...No debería repetirse —el rostro y el corazón de la chica se desplomó—. Sé que estás aburrida de que te lo diga pero...No voy a pasar a llevar a Pedri, aunque sea en mínimos detalles.

Cerró los ojos—Gavi, no...

—No te enojes conmigo...Sólo quiero ser un buen amigo —se le acercó y depositó un beso en su frente, justo en el área de su golpe—; el de ambos.

Él no dejó que la chica le respondiera, sólo salió de la habitación dejándola de pie, estática y sin poder creer lo que había oído.

¿Le había dolido? Por supuesto, ya que ese momento tan simple y quizás insignificante para la mayoría lo había sido todo para ella.

Bueno, nada dura para siempre.

—Bien, esto deberá servir, al menos para reducir la hinchazón —la voz de Pedri entrando al cuarto interrumpió su meditación.

—Genial —él destapó el envase y extrajo un poco con sus dedos para cubrir la zona. La chica aprovechó el momento para susurrarle—: Tengo que decirte algo.

—¿Me vas a decir lo que hiciste con Gavi mientras no estuve? —ella abrió los ojos como platos—. Es broma, Sof.

—Que te jodan, Pedro.

—Venga, ya dime.

Suspiró pesadamente—Bien, no se me ocurre otra forma más sencilla de decirlo ya que este golpe me fundió todas las neuronas pero aquí va...Ya estoy pensando la forma en que podamos terminar con esto.

Detuvo su trabajo y la miró sorprendida—¿Te refieres a esto? —se apuntó a sí mismo y luego a ella.

—Sí.

—¿Le vas a decir la verdad?

Ella rió nerviosa—Cómo si tuviera oportunidad alguna. No, no es por eso, es simplemente porque...Ya no le quiero mentir y no quiero que tú lo sigas haciendo. Además...Ya me incomoda demasiado que para todo te tenga que sacar al baile como mi supuesto novio. La verdad es que...No quiero que siga pensando eso.

—Pues como tú digas. Dentro de todo me hace feliz que quieras hacerlo —sonrió.

—¿Qué? ¿Ya te aburriste de mí? —hizo un puchero.

Rió—No, tonta, es sólo que sé que eso significa que estás un paso más cerca de contarle la verdad.

Sonrió de lado—Puede ser

Eso era bueno. Sofía sentía que podía ir avanzando, que podía salir del agujero en el que se había metido por meses y acabar con toda la farsa de una vez por todas.

Sin embargo, Gavi, por su parte, retrocedió. Fuera del punto que fuera donde estuviera, porque ni él lo sabía, pero se hizo para atrás, ya que ese era un terreno que no le correspondía.

No era su lugar.

HOLA ME ATRASÉ Y ESTOY EN UN BUS, POR ESO NO HAT NI GIF DE INICIO WIDJWKDKWKD

seré súper rápida pero, COMO ESTAAANNN. qué les pareció el capítulo???? sí, la vdd a mí me dio pena. qué opinamos la actitud de gavi???

estos capítulos ya van marcando el inicio de los puntos claves de la historia. ESTOY = NERVIOSA

90 votos para actualización ✨

ok, me despido rápidamente jdjd les amooooo

nat