o18. worrying about you
o18. ❝ 'cause, baby, you're my sanity, you bring me peace, sing me to sleep
say you'll be my nightingale ❞
❝ PREOCUPÁNDOSE DE TI ❞
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🛏 ━━━━━━ BIEN, OBVIAMENTE NO ESTABAN TRANQUILOS con el escándalo que su foto había causado, pero no podían hacer nada al respecto. Salir a desmentir los rumores y darle atención a esa fotografía era exactamente lo que los medios querían y terminaría cayéndoles en su contra. Lo único que estaban limitados a hacer era ignorar todo lo más posible.
¡Ay! Como si Gavi los dejara.
El sevillano no había dejado de molestarlos y de preguntarles si realmente estaban juntos. Los involucrados ya habían perdido la cuenta de todas las veces que se lo habían negado y él seguía pidiéndoles que, en caso de que lo hicieran oficial, él tenía que ser el primero en saber.
Uh, golpe duro.
Eligieron que el día siguiente se mantendrían encerrados para evitar acarrear más atención hacia sus personas, pero el tercer día ya no se pudo del todo. Los futbolistas tuvieron que empezar a reunirse con su selección para lo que sería el inicio del Mundial, entrenar y dar entrevistas.
El turno de Gavi fue en la mañana y durante la tarde fue Pedri el que tuvo que salir y reunirse con los medios de prensa para comentar sus expectativas previas al torneo, dejando a Pablo y a Sofía solos en el hotel.
Tampoco querían salir, el miedo a más fotógrafos los tenía en alerta, así que sólo estuvieron encerrados viendo películas, comiendo y por parte de Cadaval, trabajando.
Se había dicho a sí misma en un inicio que aprovecharía esos días para descansar pero la realidad era que no podía. El lanzamiento de su álbum estaba a la vuelta de la esquina y estaba organizando cosas con su equipo, dando entrevistas por videollamada —de hecho, había terminado una recientemente— y planificando la promoción de su proyecto.
Si las cosas avanzaban bien en el Mundial, ella recibiría el lanzamiento de Paradigma ahí en Catar. De ser así, ya tenía a todo su equipo invitado para celebrarlo en ese país.
Gavi, por su parte, ya se estaba aburriendo. Tenía a su mejor amiga en el mismo lugar que él pero al mismo tiempo no. La chica había estado horas en frente de su computadora trabajando y a penas emitía alguna cosa fuera de "¿Me traes otro café?"
Sin embargo, a medida que el tiempo pasaba el sevillano no se vio muy contento con la sobre-exigencia que la chica estaba ejerciendo sobre sí misma. Estaba trabajando demasiado y sin descanso y sabía que eso, al final de cuentas, le iba a hacer mal.
Además, ya era hora de que ella fuera a tomar una siesta —sí, por sugerencia médica—. Eduardo les había encargado estrictamente cuidar de la salud de la cantante y eso sería precisamente lo que el palaciego haría.
—Te apuesto a que Pedri aún sigue hablando con los reporteros. Ese chaval se hace el tímido pero cuando comienza a hablar no para —Gavi se sentó en una silla junto a la chica tratando de sacarle tema de conversación.
Ella no dijo nada, sólo asintió y murmuró algo. Estaba muy concentrada trabajando en su computadora.
—Nuestro partido inicial es contra Costa Rica ¿Te lo había mencionado?
Ella no respondió nuevamente, estaba tan enfocada en lo que estaba haciendo que Pablo parecía que hablaba con una pared.
—Sofi.
Aún nada, no podía cruzar su barrera.
—Sofi.
Ni siquiera al segundo llamado.
—Sofi —su tono de voz fue un poco más fuerte y se inclinó hacia ella para que pusiera su atención en él.
Cadaval salió de su trance y le miró, ya saliendo de la fuerte atracción que estaba sintiendo por su trabajo.
—Perdón ¿Me decías?
Alzó una ceja—No oíste nada de lo qué dije ¿Verdad?
Titubeó unos segundos—Qué va, claro que sí.
—A ver ¿Qué fue lo último que dije?
Sofía se quitó sus lentes y lo miró a los ojos, como si quisiera sacar la respuesta a esa pregunta de forma telepática. Lamentablemente eso era imposible y terminó rindiéndose.
—Perdón, perdón, perdón —se cubrió el rostro avergonzada—. Es que tengo muchas cosas que hacer. Tengo que terminar esto de la promoción aún, pero prometo que me desocupo en un instante para que veamos una película o algo.
La chica se sorprendió al ver que él negaba con la cabeza—Nada de eso, lo que tú tienes que hacer ahora es irte a dormir...De inmediato.
Hizo una mueca—No puedo Gavi, tengo cosas que hacer y ya estoy atrasada.
—Eduardo me va a matar si sabe que te saltaste tu siesta de la tarde —ella puso los ojos en blanco—. Debes tomar la siesta, la necesitas. ¿O qué? ¿Quieres andar arrastrando el cuerpo unas horas después?
Lo apuntó—No te burles de mi baja producción de glóbulos rojos y falta de hierro, ya me lo sé ¿Vale?
—Entonces si te lo sabes tienes más que claro que te tienes que cuidar —quiso cerrarle la computadora pero ella se opuso poniendo su mano.
—Sí, pero a veces tengo que saltarme ese cuidado porque tengo cosas que hacer. Sí, soy co-dependiente pero me esfuerzo en no serlo —se quedó en silencio unos segundos y realizó el gesto con sus manos cuando se dio cuenta de la idea que a propósito había generado—. Vaya, es una buena idea para una canción.
Ella iba a disponerse a escribirla en su aparato pero el futbolista fue más rápido y esta vez sí consiguió cerrarla, ganándose una muy mala mirada por parte de su amiga.
—¡Oye! Hay límites ¿Sí?
—Ve a dormir y luego continuas. No entiendo qué es lo difícil en todo eso —dijo con simpleza.
—Lo difícil es que estoy atrasada y tengo que entregar cosas para mañana —quiso volver a abrir su computadora pero la mano de Gavi ejerciendo fuerza se lo impidió.
—No me obligues, Sofía Valeria.
—¿A qué? No voy a ir a ningún lado.
Pablo suspiró.
Se puso de pie.
Y lo siguiente que se escuchó en la habitación fueron gritos insultantes hacia su persona.
—¿¡Qué te pasa hijo de la gran puta!? ¡Bájame ahora!
—Yo te lo advertí.
Sin darle tiempo para reaccionar, el palaciego la había tomado y se la había echado sobre el hombro, tal como si fuera un saco de papas. A pesar de sus reclamos comenzó a caminar con ella y su cuerpo colgando hacia su habitación.
—¡Esto es injusto! ¡Aquí no me puedo defender! —movió sus pies como si quisiera golpearle la cara pero no pudo—. ¡Ya bájame, maldita sea!
—Nop, tú te lo buscaste —rió para sus adentros—. Realmente no pesas nada, eres como cargar una pluma.
—Te odio.
Abrió la puerta del cuarto con su mano disponible y se dispuso a dejar a la chica en la cama, aunque fuera en contra de su voluntad.
—¡Gavi! ¡Tengo cosas que hacer! ¡En serio no estoy jugando! —seguía protestando.
—Pues tendrás que hacerlas más tarde, ya que este es tu horario de...
—¡Auch!
Un fuerte sonido se escuchó a las espaldas del sevillano, el cuál abrió los ojos como platos con terror.
—¡Hiciste que me golpeara la cabeza con un mueble! ¡Maldita sea! —las exclamaciones de la chica hicieron conexión con el seco sonido similar a madera que había oído y su cuerpo se le heló por un instante.
—Mierda, mierda, mierda, mierda —con una agilidad que no sabía de donde había sacado, impulsó el cuerpo de la chica con el hombro sobre donde estaba y la llevó hacia adelante, dándole el espacio para ahora atraparla en sus brazos.
—Me va a quedar un moretón ¡Me va a quedar un moretón! —exclamaba la chica ahora sobre el pecho de su amigo.
—Perdón, perdón, déjame ver —trató de encontrar su rostro pero ella se estaba ocultando.
—No, no, no me veas, debe de estar horrible.
—Venga, tengo que mirar por si tengo que curarte o algo.
—¡No! ¡No! Maldita sea, me duele. Me voy a desmayar.
—Perdón Sofi, perdón —se dispuso a dejarla sobre la cama totalmente preocupado—. Esto no tenía que pasar, yo...
En caso de que necesitaran más remate, ahora Gavi se había resbalado ligeramente en la delgada alfombra junto a la cama, viéndose en la obligación de soltar rápidamente a la chica sobre el colchón, y para evitar caer sobre ella tuvo que casi saltar sobre su cuerpo para caer al otro extremo.
Ambos comenzaron a quejarse.
—¿Tú me odias o algo? ¿Qué es esta forma de querer que duerma? Literalmente terminaré dormida por el dolor —decía la joven con una mano sobre la frente.
—Perdón, perdón, perdón —seguía repitiendo él—. Déjame ver —se hincó en el colchón tratando de alcanzar su rostro.
—No ¡Te dije que no! —trató de esquivarlo.
—Tengo que ver qué tal es la herida, sólo déjame mirar.
Ella esquivaba cada vez que las manos del sevillano buscaban atrapar su cara—No, no, no, yo me revisaré sola después. No quiero que veas.
—Acabo de golpear tu cabeza contra un mueble ¡No me pidas que no quiera ver como estás! —siguió intentando—. ¡Sofía!
Se acercó más a ella y comenzaron a forcejear. Sofía con una mano porque con la otra se estaba tapando la cara y su amigo estaba usando ambas, competencia que no estaba pareja para nada.
¿En qué terminó todo eso? En que el forcejeo cediera repentinamente, haciendo que ambos se hicieran hacia adelante y que sus frentes chocaran fuertemente, causando un sonido que probablemente hizo eco en la habitación.
Hubo silencio.
Gavi cayó tirado de espaldas en el otro extremo de la cama y su amiga estaba en el mismo estado en su lado. El mundo les dio vueltas y por instantes vieron negro. El golpe había sido tan fuerte que los había dejado pasmados por largos segundos.
—Eso estuvo feo —fue lo primero que dijeron al unísono luego de un rato.
—Creo que ahora tendré dos moretones —murmuró ella aún mareada.
Aquel recordatorio lo hizo recuperar la cordura y se reincorporó rápidamente sobre la cama para acercarse a su amiga antes de que se volviera a tapar el rostro. Alcanzó a detener sus manos que iban a cubrirse y vio cómo la había dejado.
Hizo una mueca—Carajo.
—Vaya forma de cuidarme ¿Eh? —contestó rendida y dejando sus brazos caer a cada lado de la cama.
La chica tenía hinchada el área superior de su ceja derecha; parecía un huevo color rojo, uno que probablemente más tarde se pondría morado. A pesar de no ser una herida muy bonita, Pablo agradecía que no era un corte o que tuviera sangre.
—Dios mío, perdóname la vida —ahora él se tapó el rostro avergonzado—. Todo me ha salido mal, por supuesto que no he querido...
—Tranquilo —se sentó y lo tomó por los hombros—, claro que sé que no has querido hacerlo a propósito. Sólo que...Querer que duerma haciendo que mi cerebro toque mi cráneo no ha sido un muy buen plan de tu parte.
El sevillano cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás mientras la contraria reía.
—Calma, estoy bien, me va a quedar una marca pero con un poco de hielo pasará.
En ese instante Gavi recordó algo que casi lo deja sin aire—Tu papá...Tu papá me va a matar cuando te vea.
Rió—No te angusties, le inventaré algo...Al menos no me desmayé —volvió a reír mientras se dejaba caer nuevamente en el colchón.
Se sintió más tranquilo y se dejó caer a su lado—Perdóname otra vez. Qué vergüenza —por mucho que quisiera evitarlo, los colores se le habían subido a las mejillas, cosa que le pareció muy tierno a Cadaval.
—Que ya te he dicho que se me va a pasar —le dio un leve empujón.
—Ahora no sé con qué cara decirte que te vayas a dormir —rieron.
—Quizás lo termine haciendo, pero porque esta situación me ha dejado cansada, mareada y con un nuevo moretón —volvieron a reír.
—Dios, Pedri me va a matar.
—¿Por qué? —frunció el ceño.
—Pues porque te he golpeado.
—Coño Gavi, que ha sido un accidente, ya basta, le pudo pasar a él también —se apoyó sobre su brazo izquierdo de lado para mirarle mejor.
—Sí, pero cuando vea que le ha quedado un moretón a su chica me va a querer dejar 4 metros bajo tierra.
Sofía se removió en su lugar muy incómoda y eligió no decir nada. Volvió a recostarse de espaldas como sus manos entrelazadas sobre su estómago y el futbolista notó su cambio de humor.
—Perdón, perdón —se le acercó—. Sé que no son nada, pero...
—Así es Gavi, no somos nada, y no soy su chica —trató de que su voz no sonara tan áspera.
—Lo sé, perdón.
—Creo que sí, mejor voy a descansar —murmuró luego de unos segundos.
—Déjame al menos traerte hielo o algo para tu frente.
—Estoy bien así, gracias.
—Sofía —ladeó su cabeza.
Si él seguía diciendo su nombre de esa manera, ella iba a perder la cordura.
La chica suspiró y se atrevió a girar su cabeza para mirarle. Él la observaba apoyado en su brazo derecho y con una sonrisa ladina que la derritió por completo.
Suspiró frustrada—Tú también deberías irte a descansar, el Mundial empieza mañana —eligió cambiar de tema.
—Sí, pero nosotros no jugamos hasta el 23.
Trató de reprimir su sonrisa—Menudo regalo de cumpleaños ¿No es así?
La sonrisa le regresó al rostro al sevillano y se giró a mirarla—Estoy de acuerdo.
Pues así era, el cumpleaños de Sofía era el mismo día del primer partido de España en el gran torneo. Estaba emocionada por pasarlo en un lugar tan extravagante como Catar, junto a su familia, sus amigos y por supuesto, celebrando el buen fútbol.
—Van a tener que jugar bien ¿Eh? Ese partido está dedicado a mí.
Rió—Te prometo que haremos nuestro mejor esfuerzo por ti.
Después de aquellas palabras ambos guardaron silencio, solamente se dedicaron a mirarse a los ojos como si el objetivo de eso fuera ver quien caía primero.
Sofía cayó y tuvo que apartar la mirada.
Luego de unos instantes dijo—: Oye, no hagas caso a lo que dije hace rato.
—¿Qué cosa? —frunció el ceño.
—No eres malo cuidando de mí —suspiró—. Lo haces muy bien y...Me...Me gusta que lo hagas.
Las cejas del sevillano se alzaron levemente ante aquellas sorpresa y se quedó petrificado en su lugar. La tersa y delicada voz de su amiga parecía acariciar sus oídos cada vez que le decía un cumplido o algo que lo dejara sin palabras.
Luego Pedri vino a su mente.
—Será mejor que te deje descansar si es que quiero que sigas pensando eso de mí —sonrió de lado.
Cadaval tragó saliva y no sabía de donde había sacado el coraje para decir—: ¿Por qué no...? ¿Por qué no me acompañas a dormir? Después de todo también tienes que descansar y de paso te aseguras de que yo lo haga.
El corazón se le apretó y ladeó su cabeza para mirarla—Pero Pedri va a llegar...
Por un instante, Sofía se aburrió de la situación y bufó—Al carajo Pedri.
—Sofía...
—Al carajo Pedri —volvió a decir dejando al contrario petrificado en su lugar.
La chica se tumbó en la cama a su lado y le indicó que pasara su brazo por detrás de ella. No sabía si se debía al golpe que había sufrido en la cabeza —probablemente— pero se había atrevido a pedirle aquella acción. Después de meditarlo por unos segundos el sevillano cedió y la abrazó, dejando que ella apoyara su cabeza sobre su pecho.
Nadie dijo nada, no fueron capaces de hacerlo.
Solamente fue Gavi el que susurró para sí mismo:
—Al carajo Pedri.
Sí, por un instante que se desvanecería en el tiempo, a ellos no les importó nada.
pedri sin siquiera estar presente:
JSJXJSJXJDJX AAAAAH JODER, COMO ESPERABA SUBIR ESTE CAPÍTULO, ERA DE MIS FAVORITOS
qué les pareció??? 😭😭 qué opinamos de esto tan tierno de savi? como gavi cuida a la sofi? y el final? 😭 cuéntenme cuál fue su parte favorita o qué les parecioooo🤍
les aviso: este cap tiene 2 partes juju, la semana subsiguiente tendrán la segunda 👀 no sé cómo describirles el siguiente cap pero quizás no es lo que esperan *se le resbala 1 lágrima
pues biennnnn, me alegra tanto que esta historia les guste y cada día estemos creciendo <3 sweet nothing y ustedes es una de las razonas por las que no me he ido de esta app djdjd pero bueno, gracias por tanto, perdón por tan poco <3
se viene lo bueno 😈
85 votos para actualización ✨
nat
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