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001.

El peso de los recuerdos siempre encontraba la manera de regresar, especialmente en los momentos inoportunos. Alyssa había pasado casi dos años intentando reprimir aquella etapa en la que, para su desgracia, se había enamorado de Ronald Weasley.

No era difícil entender por qué. Ron solía ser su mejor amigo, hasta que ella decidió alejarse. Su risa despreocupada, sus gestos torpes pero sinceros, y esa manera de hacerla sentir incluida en los momentos de soledad... todo había casi conspirado en su contra. En aquella época, no había mucho que diferenciar entre la admiración y algo mucho más profundo, y sin quererlo, lo idealizó como hacía con tantas cosas y personas en su vida, pero Alyssa estaba segura que esa vez era diferente. Ella pensaba que con él, todos esos sentimientos eran mutuos.

Era algo que había guardado en secreto, como tantas otras emociones que terminaban escondidas en pergaminos nunca enviados. Ni siquiera Hermione supo de aquello, porque ¿cómo podría confesar algo tan ridículo como estar enamorada del mejor amigo de su hermana?

El golpe de realidad llegó poco tiempo después como un maleficio directo al corazón. Fue durante Navidad en Grimmauld Place casi un año atrás en plena guerra, cuando Hermione, con esa confianza tranquila que siempre la caracterizaba, le confesó que había comenzado a salir con Ron.

—No sabes cuánto me costó darme cuenta de que lo amo —le había dicho Hermione con una sonrisa tímida mientras acomodaba un mechón de cabello detrás de su oreja. Alyssa había asentido, esforzándose por sonreír, fingiendo entusiasmo mientras sentía que el suelo bajo sus pies se desmoronaba.

¿Cómo pudo ser tan tonta? Él jamás estuvo ni estaría interesado en ella.

Aquella noche, se encerró en una habitación y lloró en silencio, rogando que nadie la escuchara.

Con el tiempo, Alyssa había intentado convencerse de que su enamoramiento no era más que una ilusión pasajera, algo que desaparecería con suficiente tiempo y distancia. Pero cada vez que veía a Ron y Hermione juntos, riendo y compartiendo miradas cómplices, sentía una punzada que no lograba controlar del todo. Incluso había decidido alejarse y prácticamente romper la amistad que mantenía con el pelirrojo, y cuando se enteró que terminaron, ni siquiera supo cómo reaccionar. Hasta el momento lo seguía desconociendo.

Mientras caminaba por los pasillos de Hogwarts tras aquel encuentro humillante con Draco, los recuerdos de Ron sosteniendo su carta volvían a hacerse presentes en su mente. ¿Qué pensaría él de aquellas palabras? ¿Sería capaz de entender lo que había sentido alguna vez por él? ¿O simplemente se burlaría de ella?

Suspiró profundamente, tratando de calmar los pensamientos que amenazaba con derrumbarla de nuevo. Había aprendido a convivir con la vergüenza y los secretos, pero a veces le pesaban demasiado.

Alyssa había encontrado refugio en la biblioteca, como siempre hacía cuando quería escapar del mundo. Las estanterías llenas de libros y el silencio solemne del lugar le daban una sensación de seguridad que no encontraba en los pasillos de Hogwarts, especialmente ahora que su mente no podía dejar de divagar.

El beso con Draco Malfoy seguía fresco en su memoria. Había sido impulsivo, y desesperado, pero sobre todo fue humillante. ¿Por qué había hecho algo tan absurdo?

Estaba tan absorta en sus pensamientos que no notó la figura que se acercaba hasta que una silla fue arrastrada frente a ella. Alzó la mirada y ahí estaba Draco, con su típica expresión de fastidio, aunque esta vez parecía algo más cargada de determinación.

—Granger.

—Malfoy —respondió, fingiendo calma mientras bajaba la vista al libro frente a ella, aunque sus manos temblaban ligeramente al pasar la página—. Estoy ocupada.

Draco soltó un bufido y se sentó sin invitación, apoyando un codo en la mesa mientras la miraba fijamente—. Necesitamos hablar.

—No, no lo necesitamos —replicó ella, cerrando el libro con un movimiento rápido. Aunque su tono era firme, su corazón latía con fuerza.

—Sí, lo necesitamos. ¿Qué demonios fue eso?

Alyssa suspiró, tratando de parecer indiferente—. Fue un error. Un impulso tonto. Ya lo superaste, ¿no?

Draco frunció el ceño, inclinándose ligeramente hacia ella—. Me dijiste que no estabas enamorada de mí, es muy confuso. Primero la carta, luego la negación y después el beso.

Ella levantó la barbilla, mirándolo directamente a los ojos—. No es lo que parece, a veces la gente hace cosas sin pensar demasiado.

—¿Sin pensar? —repitió él, incrédulo—. ¿Entonces besarme frente a medio pasillo y luego ignorarme es tu idea de no pensar?

Alyssa estaba a punto de responder cuando escuchó pasos acercándose. Su sangre se heló al ver a Ron aparecer entre las estanterías. Llevaba un pergamino en la mano, y la expresión en su rostro era una mezcla de confusión y determinación.

—No puede ser —murmuró para sí misma, apretando el libro en sus manos.

—¿Qué pasa ahora? —preguntó Draco, notando su cambio de expresión. Al voltear y ver a Ron, bufó—. ¿Otra vez Weasley? —alzó sus cejas.

Alyssa ignoró el comentario de Draco, aunque su corazón latía descontroladamente.

El pelirrojo se detuvo frente a ellos, mirando primero a Draco y luego a Alyssa. Finalmente, habló—. Alyssa, ¿podemos hablar?

Ella tragó saliva, sintiendo cómo se le secaba la garganta—. Estoy ocupada —respondió rápidamente, su voz un poco más aguda de lo normal.

Ron levantó el pergamino en su mano, mirándola con intensidad—. Es importante.

Alyssa desvió la mirada, intentando no fijarse en el pergamino que conocía tan bien. El rubor subió a sus mejillas y sus manos comenzaron a sudar. Había estado evadiéndolo con éxito en el último par de días, ¿por qué tuvo que acudir a la Biblioteca?

—No creo que sea un buen momento, Ron.

—Alyssa, por favor —insistió, su tono más suave, casi suplicante.

Alyssa apretó los labios, su mente trabajando frenéticamente para encontrar una salida. Antes de que pudiera detenerse, se giró hacia Draco y tomó sus manos.

—¿Qué estás haciendo? —susurró él, visiblemente confundido.

—Solo sígueme la corriente, por favor —le susurró, manteniendo las manos apretadas sobre la mesa mientras intentaba mantener la compostura.

Ron miró la escena, su ceño fruncido aún más—. ¿Qué está pasando aquí?

—Nada —respondió Alyssa rápidamente, forzando una sonrisa que no alcanzó sus ojos—. Draco y yo estábamos estudiando juntos.

Draco arqueó una ceja, claramente odiando la situación, pero suspiró. No tenía otra opción—. Sí, muy concentrados, Weasley.

Ron ignoró el tono burlón de Draco y se centró nuevamente en la joven—. ¿Estudiando? Alyssa, tenemos que hablar... Sobre esto —levantó el pergamino, y el estómago de Alyssa dio un vuelco.

—No es el momento, Ron —dijo rápidamente, soltando las manos de Draco y cruzándose de brazos para ocultar su nerviosismo.

—¿No es el momento? —Ron parecía dolido y confundido—. Alyssa, tú escribiste esto. No creo que sea algo que pueda ignorarse.

Ella se mordió el labio, desviando la mirada—. Fue un error, ¿de acuerdo? No significa nada. Y se supone que nunca tuviste que recibirlo.

Ron la miró fijamente, como si buscara algo más en su respuesta. Finalmente, asintió lentamente, aunque la decepción en sus ojos era evidente—. Está bien. Pero espero que algún día podamos hablar en serio.

Cuando se dio la vuelta y se alejó, Alyssa dejó escapar un suspiro tembloroso, sintiendo que sus piernas podrían ceder en cualquier momento.

—Bueno, eso fue incómodo —comentó Draco, recostándose en su silla con una sonrisa burlona—. Pero tengo que preguntar... ¿de verdad estás intentando poner celoso a Weasley?

Alyssa lo fulminó con la mirada, sin embargo, se sorprendió de ver nuevamente esa faceta de Draco. Algo había cambiado en él desde la guerra, pero con esa pregunta, parecía que esa esencia burlona seguía oculta en su persona.

—No estoy intentando ponerlo celoso —musitó.

—¿Ah, no? Porque entre el beso y lo que acabas de hacer, parece exactamente eso. Y, por cierto, ¿si recuerdas que Weasley es el novio de tu hermana, verdad?

Ella apretó los labios—. Ya no lo es.

Draco alzó las cejas, fingiendo sorpresa.—. Ah, ¿no? Bueno, eso no lo hace menos raro, Granger.

Alyssa bufó, apoyándose en la mesa mientras intentaba calmarse.

—Y por cierto —añadió, inclinándose ligeramente hacia ella—, no vuelvas a besarme.

Ella lo miró, todavía enrojecida por la tensión del encuentro con Ron—. No te preocupes, Malfoy. Créeme, no tengo intención de hacerlo.

Él se levantó de la silla, mirándola una última vez antes de marcharse—. Es que ese es el problema, no te creo. Pero realmente espero que no lo hagas.

Cuando se fue, Alyssa apoyó la cabeza en la mesa, cerrando los ojos y deseando que la tierra se la tragara. Pero, en el fondo, sabía que esto estaba lejos de terminar.

Alyssa no solamente había estado evitando encontrarse con Ron, también había hecho todo lo posible por evitar a Hermione. Sabía que su hermana era demasiado perspicaz e inteligente como para no notar algo raro, pero simplemente no estaba lista para enfrentarse a sus preguntas. Después de todo, solo era cuestión de tiempo para que Hermione se enterara de sus sentimientos prohibidos por el pelirrojo.

La joven se encontraba en una de las aulas vacías, revisando un pergamino a medias, cuando escuchó la puerta abrirse de golpe. Levantó la vista rápidamente y sintió que el aire se le atascaba en la garganta.

Ahí estaba Hermione, con los brazos cruzados y una expresión mezcla de preocupación y molestia.

—¿Te parece normal evitarme por días, Alyssa?

—No estoy evitándote —respondió ella demasiado rápido, bajando la mirada al pergamino frente a ella y fingiendo interés en sus notas.

—No me mientas —replicó Hermione, acercándose a la mesa—. Apenas me miras en el desayuno, te desapareces entre clases, y la última vez que intenté hablar contigo, literalmente huiste por las escaleras. ¿Qué está pasando?

Alyssa tragó saliva, sintiendo cómo se le aceleraba el corazón—. No es nada, Hermione. Estoy ocupada con... con mis estudios.

Hermione levantó una ceja, claramente sin creerse nada—. ¿De verdad esperas que me trague esa excusa? Te conozco mejor que nadie. Algo te está molestando, y quiero saber qué es.

Alyssa apretó los labios, bajando la mirada. Podía sentir cómo se le ruborizaban sus mejillas. Si Hermione ya sabía lo de la carta, ¿por qué no lo decía directamente?

—Hermione, yo... —sintió una pesadez en su estómago—. ¿Has hablado con Ron últimamente?

Hermione la miró con una pizca de confusión—. ¿Ron? Bueno, sí. Nos cruzamos en los pasillos hace un par de días. ¿Por qué?

Alyssa sintió cómo el pánico comenzaba a apoderarse de ella—. ¿Te dijo algo?

—Sí... —Hermione frunció el ceño, claramente intentando leer la reacción de Alyssa—. Me dijo que quería hablar contigo, pero que no le diste oportunidad... Alyssa, solo porque Ron y yo terminamos, no significa que no puedas seguir siendo su amiga. No sé cuántas veces tengo que explicártelo.

Alyssa sintió sus orejas arder y desvió la mirada—. Eso no es importante.

Hermione entrecerró los ojos—. También mencionó que te vio... con Draco Malfoy.

El estómago de Alyssa dio un vuelco. Levantó la vista hacia Hermione, pero no pudo descifrar si estaba molesta o simplemente curiosa.

—¿Con Draco? —repitió, tratando de sonar despreocupada.

—Sí —respondió Hermione, cruzándose de brazos—. Dijo que te vio bastante... cercana a él. Y bueno, considerando que es Malfoy, no me sorprende que no quisieras mencionármelo.

Alyssa abrió la boca para responder, pero no salió ningún sonido. Hermione lo interpretó como una confirmación y continuó:

—Mira, no estoy aquí para juzgarte. Pero si tu intención es evitarme por algo relacionado con Draco Malfoy, estás siendo ridícula.

—¿Ridícula? —repitió Alyssa, sintiendo cómo su pecho se llenaba de frustración. Quería contarle todo, pero a la vez no.

—Sí, ridícula. Alyssa, si estás preocupada por lo que piense de ti porque decidiste hablar con él, no tienes que estarlo. Entiendo que después de la guerra las cosas han cambiado, pero aun así... es Malfoy.

Alyssa soltó un suspiro, apoyándose en la mesa con las manos. Hermione había interpretado todo de la manera equivocada, pero no sabía si eso era mejor o peor.

—No estoy evitando hablarte por Draco —dijo finalmente, tratando de sonar convincente.

—¿Entonces por qué? —preguntó Hermione, frunciendo el ceño nuevamente.

—Es... complicado.

Hermione ladeó la cabeza, evaluándola detenidamente—. Esto tiene algo que ver con Ron? Aquí voy de nuevo... no porque Ronald y yo dejamos de salir, eso significa que no tienes derecho a seguir siendo su amiga...

Alyssa negó rápidamente con la cabeza—. No es eso. No es nada importante, en realidad.

Hermione alzó una ceja, evidentemente sin creerse nada—. De acuerdo, no quieres hablar de Malfoy, ni de Ron. ¿De qué quieres hablar entonces? Porque claramente algo te está molestando.

—No es nada, Hermione. De verdad —respondió Alyssa, bajando la vista al pergamino frente a ella para evitar el contacto visual.

Hermione la miró fijamente durante unos segundos más, como si intentara decidir si presionarla o no. Finalmente, suspiró y dio un paso atrás.

—Bien. No voy a obligarte a hablar. Pero si en algún momento quieres contarme lo que pasa, sabes dónde encontrarme.

Cuando Hermione salió del aula, Alyssa dejó escapar un largo suspiro de alivio, apoyando la cabeza en sus manos. Se quedó mirando la puerta cerrada por un largo momento, sintiendo cómo las emociones se acumulaban en su pecho.

Alyssa jamás se había sentido tan tonta, como si todo el caos que había provocado fuera el resultado de un simple error por haberse enamorado, por haber escrito esas estúpidas cartas llenas de sentimientos que no quería compartir con nadie. Y ahora, sin entender cómo, esas palabras habían encontrado su camino hacia las personas equivocadas.

Pensó en que tenía que averiguar cómo era que se habían enviado esas cartas, si las había mantenido ocultas en lo más profundo de su escritorio. Pero por lo mientras, su principal tarea era seguir ignorando a Ron Weasley, y evitar que Hermione se enterara de la verdad.

nota de la autora:

La verdad es que tengo varios capítulos ya escritos desde el año pasado que nunca publiqué JAJAJA. Así que esta vez solo estoy modificándolos un poco y eso.

Espero que los disfruten ❤️‍🩹

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