—Sigo pensando que es una mala idea eso que quieres hacer... Solo razona un poco Jiminah... vas a permitir que un humano asista a la cena de Halloween de alrededor de cincuenta vampiros...  sin dudas el amor te afectó las neuronas...

Alejé el auricular de mi oído derecho. Taehyung parecía estar de malas con su novio y de paso me hacía una previa mental de todas las cosas que podrían terminar en una catástrofe al llevar a Yoongi a la Cena Anual de Halloween en nuestro Palacio en Seulvania.

—No me importa que no estés de acuerdo. Para ti todo es más fácil porque Jungkook es un vampiro, pero te aseguro que Yoongi no es normal. Llevamos dos meses saliendo y cada vez me inclino más a pensar a que es un neófito no consagrado...

Escuché el resoplido de mi primo cuando expuse esa teoría. Un neófito no consagrado es aquel humano que ha sido mordido por un vampiro y no pudo terminar la trasformación.

Yoongi tiene diecinueve pero aparenta menos edad. Es excesivamente pálido y sensible a la luz solar. Le desagradan los olores fuertes y especias picosas como el ajo y ni hablar de su manía de trasnochar y casi no ingerir alimentos.

Estuve tentado varias veces a ver cómo reaccionaba a la sangre pero me contuve. Suficiente tenía con sacarle la historia de su exnovio que por cierto estaba bastante rara.

—Esto nos traerá problemas y más porque hoy se presentarán al consejo a los futuros aprendices. No creo que a tus padres les guste saber que has escogido un humano para comprometerte.

Ya era la gota que colmaba el vaso. Odiaba cuando Tae se convertía en la voz de mi conciencia, así que sin más le colgué. Había percibido el aroma de la sangre de Yoongi y por lo tanto su llegada.

Como un acto reflejo me acomodé los mechones que sobresalían de mi flequillo mientras repasaba con la mirada el espectáculo tierno y al mismo tiempo sensual que era mi novio.

Sí... porque a pesar de ser tímido y padecer de ostracismo sentimental me había pedido que fuéramos más que amigos una semana después de conocernos. En otro tiempo le hubiera rechazado, pero seamos justos, desde que nos vimos sembró la curiosidad en mí y por obvias razones acepté.

—Me siento ridículo... Pensé en llevarle flores a tu madre pero no sabía qué escoger y al final las camomilas... yo...

Lo interrumpo como solo puedo hacer en estas situaciones. Aun cuando se ha sonrojado por mi atrevimiento de callarlo con un beso no pierde tiempo para rodear mi cintura y corresponderme. Sonrío al verme reflejado en esos hermosos orbes azules. Yoongi es mi pedazo de cielo en esta existencia.

—Vas a estar bien y las flores serán para mí. Mi madre que espere...

—Eres increíble Jiminnie...

—Soy tuyo, eso sí y por cierto el esmoquin te hace ver más maduro. Me encanta. Vamos antes de que Iván me reprenda por tardar tanto...

Yoongi asintió con un sonido nasal y no sin antes sostener la puerta para mí, ingresó al asiento del pasajero del BMW. Iván había observado toda la escena con una mueca disgustada, pero a mí me valía madres, mientras me ocupaba de escuchar cómo le había ido el día a mi gatito.

Era la primera vez que nos separábamos en dos meses de noviazgo porque Yoongi tuvo que viajar a la casa de su abuela en víspera al aniversario de la muerte de su padre.

—Fue un poco extraño la verdad. Nana insistía en que debía visitar la tumba solo porque pronto arribaré a los veinte aunque mi cumpleaños es en marzo.

Yo le acariciaba el largo flequillo pelinegro mientras intentaba acceder a sus memorias. Un verdadero premio cuando lo conseguía, porque aquella barrera que solía proteger a Yoongi de mi strigoi únicamente parecía solidificarse.

Únicamente estaba más al tanto de él cuando nos tocábamos o cuando terminaba entre sus brazos después de ver alguna película romántica de esas que solía criticar pero que le gustaban demasiado como para negarme.

—Sea como sea, me siento agradecido porque hayas regresado. Te extrañé mucho gatito.

El apodo logra que arrugue la nariz y a pesar de hacerse el duro sé que le encanta. Una mirada seria envuelve su rostro antes de besarme en la frente.

—Solo espero que tu familia me acepte, porque no podría aguantar mucho tiempo sin verte. También te extrañé mucho Chimmy.

Cierro los ojos y disfruto de esa promesa. Aun cuando el olor de su sangre me tiente a hincar mis colmillos en su delicioso cuello trato de distraerme acariciando los nudillos de la mano que me sostiene.

A pesar de todo lo amo y no me va a importar ir en contra las reglas si mi familia se niega aceptarlo. Con la guía adecuada y algo de tiempo conseguiré que él acepte el vampirismo también. Lo haré mío de todas las formas posibles.

Con esos pensamientos intento calmarme mientras el coche avanza por las calles cubiertas de decoraciones alegóricas a Halloween en Seulvania. Nuestro castillo queda a las afueras de la ciudad y tiene como cuartada una zona de edificios dedicados a la mercadotecnia.

Por eso no es de extrañar que Yoongi frunza el ceño mientras el auto atraviesa la barrera mágica que Hoseok hyung ha colocado allí.

—Pero...

—Te dije que habían muchas cosas que no sabías de mí... y hoy te las pienso mostrar. No temas, Yoonie. Ya sé que también me amas, así que estaremos bien...

Aprovecho que la brecha mágica está por terminarse para distraerlo con un meloso beso. Mi plan surte efecto porque solo transcurre un segundo cuando la gravilla del palacio se hace visible e Iván nos abre la puerta.

La apreciación en el rostro de mi gatito es todo un poema. Yo solo sonrío cómplice al contemplar a toda mi familia en la entrada como si fueran a darle la bienvenida al Emperador Vampiro.

—¡Dios Mío... Minnie... es hermoso...! ¿Estás seguro que no tiene linaje real? Me encanta. Parece un muñeco de porcelana, mi bebé tiene buen gusto...

Esa era mi madre que sin permiso alguno tiraba de las mejillas de un sonrojado Yoongi, solo para aumentar mi diversión.

"Mantente calmado bebé, es solo mi familia y ahora sabrás por qué le tengo tanto aprecio a tu hermoso cuello."

Traté de sembrarle ese pensamiento en su cabeza, aprovechando que la barrera mental que protegía a Yoongi parecía haber sido presa de los últimos acontecimientos. Mi sorpresa fue grande al recibir su respuesta.

"Por loco que parezca sabía que no eras normal, Jiminnie... dime que no es lo que estoy imaginando."

Eso último me hizo fruncir el ceño pero para ese entonces mi padre cargaba a Yoon en peso proclamando que sería el yerno idóneo para la familia y a eso le siguieron mis hermanos, primos y el personal del castillo.

Una verdadera locura y quizás Taehyung tuviera la razón nuevamente. Yoongi escondía algo más que esperaba descubrir cuanto antes.

🦇🎃🦇

Jimin seguía observándome con suspicacia. Aun cuando había sonreído después de la presentación con sus padres, no me pasaba desapercibido el hecho de que tanto él como su primo Taehyung y ese chico Jungkook parecían querer diseccionarme.

De hecho, comprendía sus principales razones, pero me habían puesto una fecha tope y debía aprovechar esta oportunidad. Ser un lamia* no era un trabajo fácil.

Aún conservaba parte de mis atributos humanos, como el hecho de ser inmune a la luz solar más que los vampiros propiamente dichos o de bloquear los pensamientos ajenos, pero Jimin era un strigoi bastante desconfiado y a pesar de decirse enamorado no perdía la oportunidad para intentar colarse en mi mente.

Construir un pasado que no existía, una historia que debía ser creíble y que solo podía mostrar frente al heredero de Seulvania me estaba agotando. Eso y el hecho de que para completar tuve la mala suerte de que el mocoso me gustaba en serio.

Tener que fingir una timidez que no sentía cuando en realidad quería desplegar los colmillos y morderle el cuello solo para confirmar si la sangre de los strigoi era otro nivel había pasado por mi cabeza muchas veces.

Ser un vampiro que caza vampiros nunca me había sonado tan repugnante cuando me estaba enamorando de aquel chico caprichoso y descuidado de solo ciento diecisiete años. Si supiera que yo tengo doscientos diez... me encantaría ver su rostro con esa expresión de meme.

—Estás muy callado, Yoonie, me pregunto por qué...

Ahora estábamos en la terraza del palacio de Seulvania. Una verdadera joya de la arquitectura gótica que volvería a estar bajo mi dominio si mi plan surtía efecto. El aroma de las rosas negras nos acariciaba y a pesar de entender la turbación en el rostro de mi novio solo me animé a abrazarlo y besarle la coronilla.

—Estoy pensando en ti... pienso demasiado en ti últimamente...

—Te tomaste muy bien el hecho de que sea un vampiro... y no cualquier vampiro... esperaba que te desmayaras o que al menos me gritaras como en las series, pero solo sonreíste y le dijiste a mis padres que me cuidarías... No te ofendas Yoongi, pero hace tiempo que tengo esta teoría sobre ti...

Sus ojos normalmente color café resplandecieron en rojo y me di cuenta que estaba hablando con el strigoi y no con el príncipe Park. Tragué duro cuando sentí sus manos alrededor de mi cuello.

—Lo único que se me ocurre para que estés tan tranquilo es que seas un neófito no consagrado... solamente así podrías aceptar una realidad que a un humano común y corriente le horrorizaría...

Tuve que sonreír... sinceramente no me esperaba que él fuera tan ingenuo. Todo sería más fácil si no sintiera algo por la persona que debo eliminar.

"Es la única forma Min, juraste vengar a tu familia de esa lacra de los Park. Tus opciones son claras... hazte con el strigoi del príncipe heredero y de paso borremos de la faz de la tierra a esa basura que dice gobernar Seulvania."

Las palabras de Hoseok retumbaban en mi cabeza. Era increíble cómo la familia Park había convivido tantos años con el enemigo estando tan cerca. Chasqueé la lengua y rodeé la cintura del príncipe heredero.

Algo fue cambiando lentamente en sus ojos hasta adquirir un hermoso tono plateado alrededor del halo rojizo que los enmarcaba.

—Joder... Yoon aun cuando estoy seguro que me mientes... no me importa porque te amo...

Juro que iba a negarme pero Jimin siempre era más rápido. Un beso demasiado apasionado para detenerme a pensar terminó por envolvernos y fui demasiado lento para notar cómo sus colmillos se desplegaban camino a mi garganta.

Debí preverlo antes sin embargo, ya no podía retractarme mientras los dos percibíamos el poder doloroso y punzante de ambos grupos sanguíneos mezclándose.

¿Qué sucede cuando un strigoi muerde a un lamia?

Intentaba pensar en vano cuando lo único en lo que podía concentrarme era en la conexión que acababa de nacer.

"Lo siento Hoseok hyung... pero no podré dejarlo ir...no cuando yo también lo amo."

Notas:

Lamia: En varias mitologías se refiere a un vampiro con algunas habilidades mayores, pero en esta historia será considerado un cazador de vampiros que puede pasar por humano pues no ha terminado de perder las cualidades antes de la transformación. De hecho ha nacido para ser lamia y puede concebir.

SWEET NIGHTMARE

🦇🎃🦇