Reí al sentir la mirada penetrante de toda la gente a mi alrededor,  era reconfortante saber que no debía seguir ocultando todo.
-Exijo ver a la directora- Una mujer de edad promedio, de piel clara y ojos cálidos gritaba y golpeaba la puerta de dirección.
-Señora por favor controlese-el guardia la tomó del brazo arrastrándola hasta la salida.
-Pero...mi Suga.
¿Su mamá? Que es lo que esta pasando...
-Disculpe, ¿Que está haciendo?.
-Son reglas del establecimiento, evitar cualquier escándalo.
-Lo sé, pero la esta lastimando-la tome del brazo con cuidado protegiendola con mi antebrazo y sujetando su hombro, salimos del lugar y ya en la calle respiro aliviada.
-Solo quiero ser de ayuda para mi bebé. Se sentó en una banca cercana para luego secar sus lágrimas- Debería destruir a cada uno de esos mocosos engreídos.
-¿De que habla?.
-Mi bebé...
-No...-me dio la espalda e hizo una reverencia antes de subir al taxi.
-¡Jimin!-por la entrada aparece JungKook con la respiración agitada-¿Sabes algo de Suga?- negué con mi cabeza- Fue trasladado a otro instituto...
Traté de contactarme con el pero al otro lado de la línea parecía desconectada, tampoco respondía los mensajes.
Durante 2 días intenté contactarlo,  saber algo de él,  saber que pasaba y porque se cambió, ¿Se habrá cambiado por mi culpa?, golpee con mi puño ya lastimado la mesa de mi cuarto.
-Dejemos de vernos... [Recibido a las 8:33 p.m]
Era un mensaje de Suga, traté de llamarlo pero no contestaba solo respondía mensajes.
-¿Porque? [Enviado a las 8:40 p.m]
-Solo porque si [Recibido a las 8:41 p.m]

Días después, la universidad se mantenía callada las porristas ya no hablaban de nuestro tema y todo rastro de los rumores se habían extinguido,  pero no podía estar tranquilo.
-¿Puedes entregar el ensayo de vuelta? Ah, y dile que ganó reconocimiento por parte de la editorial y quieren firmar un contrato con él- la bibliotecaria más joven me lo entregó y luego se marchó a paso rápido.
Eché una ojeada a las primeras páginas,  hablaba de cuando entró al jardín de niños y de como su infancia fue la etapa más dura que tuvo que pasar hasta llegar a la universidad...

(...)Durante años dudé en si las relaciones humanas eran realmente necesarias para coexistir en este mundo, siempre que hablaba con una persona nueva mis manos sudaban y mi voz se cortaba, mis ojos miraban alrededor en busca de una excusa para salir huyendo del lugar, pero cuando conocí a ese ser pude hablar con más fluidez, a rebelarme ante los demás y decir "Este chico raro como todos conocen no es más que un chico cualquiera quien ama por primera vez".
Siempre pensé que el amor solo era hermoso en libros y que la realidad era totalmente distinta e incluso absurda, estando juntos porque un revoltijo en el estómago lo indicaba correcto pero con el tiempo el revoltijo y la magia de lo que llaman amor desvanece y el estar juntos se vuelve cotidiano y hasta enfermizo,  cansador y estúpido. Así era como yo veía el amor en la realidad, pero tuve que comerme cada una de mis palabras mil veces al ver su espalda amplia y labios rosados, el revoltijo horrible del que hablaba era una sensación agradable al verlo directo a esos ojos sonrientes que le daban calor a este frio y calculador corazón.
Por él puedo seguir viviendo el día a día esperando sorpresas que trae el amor consigo, las burlas de los demás era lo de menos si el seguía sonriendo de esa manera a mi persona, podía respirar, ignorar y seguir viviendo.