La habitación de retención es fría, apesta y el cuerpo me pica, odio ser envíado aquí pero sé que no es más que mi culpa. —¿No es así, mi amor?— pregunto.

Jin me mira negando con la cabeza —Pero fue divertido ver como le rompiste la nariz a ese tipo— me deleito escuchando la risita única de mi pelinegro y él deja de reír —¿Te gustó golpearlo?. Por qué a mi me gusto verlo sufrir.

Me levanto del suelo rascando mis brazos llenos de marcas debido a las agujas y arrugo las cejas. —Tú no dirías cosas así, eres dulce y amable, ¿por qué dices esto?.

—Solo quiero que otras personas sufran como yo... como cuando me violaron, ¿ya lo olvidaste?, cierto, estabas ahí pero no llegaste por mi a pesar de que grite y grite— me quedo paralizado ante sus palabras y la mirada llena de odio que me otorga, un nudo se forma en mi garganta y puedo oír de nuevo los gritos, el llanto de Jin mientras eso sucedía. De pronto Jin comienza a reír a carcajadas y se pasea por la habitación sin dejar de mirarme —¡Me alegra estar aquí para recordarte la miseria que sufrí a tu lado!. 

Intento tocar su tersa mejilla pero me es imposible, por qué a pesar de que lo tengo enfrente y de que escucho su voz, no puedo tocarlo, no podré volver a tocar a este chico nunca más. Supongo que por eso mi subconsciente ha creado a este falso Jin, quien me recordará cada día él por que ahora soy la persona más miserable del mundo mientras al mismo tiempo me lastimo observándolo sabiendo que jamás volverá.

—¿Me amas?— pregunta con una sonrisa.

Asiento entre lágrimas, ¿por qué antes no podía responder a su pregunta?. Incontables veces me lo preguntó y yo lo callaba con mis caricias mustias pero a pesar de eso, siempre sonreía para mi, siempre estaba para mi —Te amo y siempre te amaré.

Por esa noche Jin se queda y puedo dormir en paz.

Atentamente observo a JiMin jugar con los pétalos de unas cuantas flores y cuando hace una mueca debido a que se pica con la espina, decido acercarme.
—Te dije que las rosas tienen espinas, déjalo ya.

—No puedo, es como él... a pesar de ser precioso tiene sus defectos y yo solo quiero lastimarme con ellos— JiMin me mira sin expresión alguna y ahora tiene en sus manos a una pequeña catarina roja que aplasta sin mucho esfuerzo en cuanto dirige la mirada hacía la puerta del centro, allí se encuentra Taehyung, mi hermano mirándonos —Lo odio— murmura antes de alejarse.

Trago en seco y camino hasta Taehyung, se ve tan ojeroso, más flaco y el tinte de su cabello se esta cayendo —Hola, ¿cómo estás?. Supe que ayer te peleaste con un tipo, no sigas metiéndote en problemas por qué es más difícil conseguir que autoricen tu salida.

—Te dije que me da igual salir o no. Por cierto, ¿conoces a Park?— pregunta sin dejar de mirar hacía donde JiMin está. Deslizo mi lengua para humectar de nuevo mis labios y suspiro negando con la cabeza —Pues parecía que si.

—Solo estaba perdiendo el tiempo con él, parece un chico normal, es lamentable que también este aquí por problemas con las drogas— tomo a mi hermano del brazo y lo hago sentarse junto a mí en la banca de colores que se encuentra ahí —Investigue un poco sobre... Kim SeokJin.

Taehyung se levanta de golpe mirándome con terror y coraje también, sus ojos se ven temerosos —¿Por qué mierda investigas sobre él?. ¡No es nada de tu incumbencia!— grita exasperado y se frota la cara con suma irritación, intento calmarlo pero pierde totalmente la cordura sin parar de gritar por lo que unos tipos del centro se lo llevan no sin antes sedarlo.

Ver como se llevan el cuerpo de mi hermano menor como si fuese un trapo me hace sentir herido y nostalgico, si nunca lo hubiese dejado solo, si tan solo lo hubiese llevado conmigo, mi pequeño e idiota hermano estaría viviendo una vida normal ahora, nunca debí abandonarlo en ese infierno que teníamos como casa, probablemente ahora todo seria diferente.

"Pero como un idiota huí sin pensar en las consecuencias". Espero que un día me perdones sinceramente, Taehyung.

¿Alguna teoría?