La mano de Jin se posa sobre mi mejilla y apoyo mi rostro sobre su cálido vientre, sus únicos y perfectos dedos se pierden en las hebras de mí cabello y no puedo estar más de acuerdo de que esta es la sensación más placentera que he vivido. Estar en los brazos de mi amado no tiene igual.

Mi corazón es revivido por segunda vez y puedo oír la máquina de mis latidos volver a funcionar, ¿Donde esta Jin?.

"Lo salvamos". Voces, son voces de personas que no conozco.

Abro los ojos aturdido al recibir una fuerte luz golpear mis pupilas, hay mucho ruido pero es lejano —¿Jin?— preguntó al ver a una persona de espaldas mirar desde las ventanas.

El voltea sonriéndome dulcemente pero parpadeo confundido, no es Jin. —¿Cómo te sientes idiota?

—¿Dónde esta Jin?— vuelvo a preguntar y veo algo extraño en la mirada de Jungkook, no puedo deducir que es.
—¿¡Dónde está Jin!?

El pelinegro baja la mirada y aprieta los labios los cuales se encuentran temblorosos, estoy a punto de levantarme y sacarle la verdad a golpes cuando la puerta se abre y un oficial entra. Veo de reojo a Jungkook y el sigue con la mirada clavada en el suelo.

—Me alegra que haya despertado, Sr. Kim— el oficial cierra la puerta y después de mirar a Jeon volvió su mirada hacia mí. —Por que tendrá que darme su declaración, está usted acusado de homicidio.

—¿Homicidio?— pregunté confundido —No sé de que habla, solo necesito ver a Jin, ¿Dónde está, Jungkook?— estaba comenzando a desesperarme.

Entonces Jungkook comenzó a sollozar y el oficial me miró con desdén, ahora que lo miraba bien, sentía que lo había visto antes. Pero no podía recordar de dónde.

—El joven SeokJin falleció. Y su familia ha puesto una demanda en su contra— el oficial hablo tan tranquilamente pero no podía creer absolutamente nada de lo que dijo. —El auto que manejabas en estado de ebriedad choco contra otro y usted salió con lesiones leves pero lamentablemente su acompañante en ese caso, SeokJin no corrió con la misma suerte y ahora debes enfrentarte a la demanda que los señores Kim han puesto en su contra.

Me siento palidecer y con terror los recuerdos de la fiesta llegan a mí.

Al enterarme por una llamada de un conocido que Jungkook festejaría su cumpleaños, decidí escaparme del orfanato y ver aunque sea un momento a Jin, a mí precioso y roto pelinegro. Lo que no esperaba encontrar era que estuviese muy pegado a su estúpido amigo, YoonGi.

Me dediqué a observarlo de lejos y sentí mi sangre hervir cuando ese enano le susurró algo al oído, rápidamente Jin se metió al baño y sabía que saldría pronto por ello tome a cualquier mujer para besarla y demostrarle que yo también la estaba pasando bien.

Días sin verlo, quería estrecharlo en mis brazos y decirle que no quise alejarme pero que sus padres me obligaron. Y heche a perder todo, cegando me con mis estupidos celos.

—¿Me amas?— preguntó tembloroso.

«Si, por supuesto que te amo» —No, ¿Y qué? Eres mío— respondí triunfante. Feliz por fuera, quemándome por dentro. Por qué simplemente no podía decirle lo mucho que pensé en él y lo mucho que deseo una vida normal a su lado.

Pero Jin no lloro ni reacciono a mis palabras. Era como un perfecto muñeco que mantenía la mirada perdida y en el momento en el cuál me estrellé contra otro auto, simplemente todo se apagó.

—Esto es una broma, ¿Verdad?. Jin no puede estar muerto— murmuré sin poder creer aún nada. Era imposible, nunca me dejaría.

—Tú lo mataste— sollozo Jungkook mirándome con lástima.

Y entonces comprendí que estaba acabado. No había más vida si ya no tenía a la luz en ella, si Jin ya no estaba...

Fin: primera temporada...