017
—Esta es mi habitación— declara Jin con una leve risita y puedo escuchar un claro "Puerta abierta" por parte de su madre que se encuentra abajo.
Me dedico a observar la habitación, tan igual a cómo te imaginarias la de un Nerd, con libros y sumamente acomodada. De pronto mi mirada se detiene en aquel libro que sobresale del estante, él que Dahyun le regaló.
Aclaro mi garganta y volteó a verlo, él se encuentra quitándose los tenis y sin quererlo sonrío al ver el acabado de abejitas que sus calcetines poseen. Tan infantil —Pensé que no guardarías nada de Dahyun, creo que te lo dije.
—Lo siento, es solo que sería incapaz de tirar un obsequio. A final de cuentas no es importante y...— Jin se queda callado un momento y luego murmura —Es el primer regalo que recibo que no proviene de mis padres.
Y sin pensarlo lo halo hacia mí con una furia que no logro entender lo aprieto contra mi cuerpo. —Yo te daré regalos, no necesitas los de ella ni los de Min, ¿Entiendes?
Siento sus manos aferrarse a la tela de mi camisa —Está bien.
Bien. Me siento tranquilo ahora y nisiquiera sé el por qué. —Tus padres son agradables, se meten en tus cosas y aunque creía eso era aburrido. Hubiese querido tener unos padres como los tuyos.
Parpadeó confundido cuando Jin se aleja un poco y ahora soy yo quien se encuentra entre sus brazos, su mano acaricia de manera sublime mis cabellos —Quiero ser tu sustento, por favor, déjame cuidarte y protegerte.
Quiero reírme ante tremenda estupidez pero mi risa no sale y no está bien. Debería decirle que nadie puede protegerme, que odio que sea tan pesado pero en lugar de eso me quedo callado sintiendo su calidez golpear mi cuerpo.
Creo que algo está dejando de funcionar en mi cabeza porque no debería estar disfrutando de las caricias que Jin me da.
—¿Quieres que te llevemos a casa?. Ya es algo tarde— la Sra. Kim pregunta con una sonrisa al verme colocarme la mochila.
—Ah bueno...— dirigí mi mirada hacia Jin quien no era para nada disimulado y casi me gritaba con la mirada que aceptara. —Está bien, gracias.
—¡Yo voy también!— exclamó Jin acomodando sus gafas.
Pero de inmediato su madre lo detuvo —No. Sólo iremos tu padre y yo, puedes despedirte pero nada más.
Cabizbajo tal cual cachorro regañado camino hasta mí tomando mi mano.
—Nos vemos mañana, Tae.
Y quise besarlo pero no lo hice por la presencia de sus padres. Ya después lo haría en la escuela.
Cuando bajé del carro y los señores Kim me despidieron, sentí ganas de llorar y comencé a desear la vida de Jin, siendo tan querido y ajeno a mi dolor, siendo tan estúpidamente feliz. ¿Por qué me tenían que tocar unos padres tan idiotas?
—¿Dónde andabas?— gritó mi padre y salió de la cocina con una botella de licor —Igual que la prostituta de tu madre, en la calle siempre.
—¡Ya cállate!— grité molesto y cuando me tomó del cabello con brusquedad intenté empujarlo.
Pero él es más grande, tiene más fuerza. Y no pude hacer nada o tal vez no quise hacer nada, ¿De que me servía defenderme?.
Después de la golpiza que me proporcionó, me acurruque en mi cama como un ovillo y rompí en lágrimas. Siendo tan patético y llorando en silencio en la oscuridad de mi habitación.
No debía llorar, me recordé. Pero dentro de estas paredes nadie conocía al patético Teahyung que lloraba.
Deseando romper a Kim SeokJin aún con más intensidad.
Deseo protegerte...
Nadie puede protegerme por qué yo mismo soy un monstruo.
Y quise ver como era la expresión miserable que Jin haría al verme besándome con otra persona. Por ello tome de la cintura a una de las tantas que se arrastraban por mí y la bese frente a los casilleros, lo hice morbosamente, esperando verlo para reírme en su cara.
Pero al verlo llorar desconsoladamente y correr lejos, no tuve ganas de reírme, ¿Por qué no me sentía feliz?.
No llores.
No llores por mí.
No llores más por mí por favor.
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