Tomé un poco de perfume y lo coloque en mi cuello, estaba muy nervioso, sería la primera fiesta a la que soy invitado y quería verme bien. Intente colocarme los lentes de contacto pero hacen llorar demasiado a mis ojos así que mejor deseche la idea. Intenté cambiar mi vestimenta pero todo mi armario está repleto de suéters enormes de colores.

—Si, solo perfume— dije para mí mismo y salí de mi casa.

Sabía dónde vivía Park ya que es uno de los chicos más ricos y populares de la escuela. Además de atractivo, aunque no tanto como mi Taehyung. Sonreí al recordar sus palabras y suaves caricias.

Le gusto. Al tan inalcanzable Kim Taehyung le agrado e incluso me toco. Debo tener mucha suerte.

Al llegar me sorprendí por la gran cantidad de personas que habían en la gran casa, temeroso caminé por el pasillo ante las miradas confusas de los demás, intenté buscar a Taehyung pero no lo encontré así que decidí salir al jardín pero me detuve de golpe al ver a mis compañeros jugando en la piscina, siempre me molestaban y no quería ser intimidado en estos momentos. Me di la vuelta para escapar de ahí pero prontamente fui detenido por un brazo alrededor de mi cuello.

—¿Qué es lo que hace un nerd como tú en una gran fiesta cómo está?— se burló el castaño jalandome bruscamente hacía la orilla del agua. — ¿Se te perdió el camino a la biblioteca?

Intenté soltarme de su agarre pero de un momento a otro fui empujado al agua, de inmediato comence a ahogarme ya que no sabía nadar. Escuché las risas de los demás y me sentía por primera vez demasiado humillado, quería gritar el nombre de Taehyung pero no iba a escucharme.

—¡Por dios!, ¿Qué hicieron?— escuché una voz femenina.

Seguidamente me ví apresado en los brazos de Taehyung, quién me saco del agua. Rápidamente me aferré a su cuerpo sin parar de temblar.

—¿Qué les pasa?, ¡Son unos idiotas!— exclamó furioso y me cargó en sus brazos llevándome dentro de la casa. Oía la voz de una chica pero no podía saber de quién se trataba.

Le pedí bajarme cuando noté que subiriamos escaleras pero colocó su mano sobre mi cintura y me guío hasta una habitación. Una vez entramos, pude ver al fin a la chica que venía con nosotros. Kim Dahyun, una bonita chica a quien todos quisieran como novia, ella me sonrió y me ofreció una muda de ropa.

—Es de Park pero puedes usarla, estaré afuera con Taehyung, cámbiate— me sonrió y salió de la habitación.

Una vez estuve solo, no pude evitar soltar unas lágrimas, odiaba sentirme débil pero lo era, jamás me defendía de los abusos. Entre sollozos me coloqué la camisa y unos pantalones negros, mis gafas no regresaron así que las di por perdidas. Ya totalmente seco me senté en la orilla de la cama, apreciando mi horrible cara llorosa.

—¿Puedo pasar?— oí la voz de Taehyung y brinque en mi lugar, rápidamente limpie mis lágrimas y abrí con timidez la puerta.

Él me recorrió con la mirada desde los pies hasta la cabeza y suspiró. —Qué bueno que no te paso nada malo, jamás me hubiese perdonado si te pasaba algo malo.

Ni siquiera espere a que me diera permiso o una señal, simplemente me avente hacia sus brazos y tomé un puñado de su camisa entre mis manos. Necesitaba sentir su calor y sentirme protegido.

—¿D-donde estabas?— solloze contra su pecho.

—Llegué tarde. Tuve un problema en casa y no hace mucho llegué, te estaba buscando, lo siento— susurró haciendo que me tranquilizara con lo suave de su voz. — Había tanta gente que no podía encontrarte.

Y me aferré más aún si es que era eso posible. Suspiré aliviado al sentir como me rodeo con ambos brazos.

—Jin...— susurró y colocó sus dedos sobre mi barbilla haciendome levantar mi rostro.

Me perdí en lo profundo de su mirar y cerré los ojos apenado, su mirada es tan intensa que me cohibi de inmediato.

—¿Puedo besarte?— me sentí tan abrumado por su pregunta y aunque estaba nervioso, asentí.

Sus labios acariciaron los míos con extrema delicadeza, mis manos viajaron a su cadera y las repose ahí sintiendo como las suyas se movieron a mi espalda apretandome sin llegar a dolerme. Y mi corazón se sintió tan pacífico y tranquilo.

Mi primer beso fue inesperadamente perfecto.