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❝Torture for two❞

「Advertencia: capítulo con contenido sensible en varias partes」

Después de callar a su primer víctima de secuestro, Jungkook decidió salir del sótano para buscar su teléfono.
Quería investigar formas geniales para torturar a una persona, sin llegar a matarla rápidamente; él sólo deseaba ver sufrir a Yoongi, hasta sus últimos momentos de vida.

Además, también debía pensar en cómo terminaría con todas las personas restantes de su lista sin ser descubierto, pues no eran dos ni tres más, si no nueve, y pensó que tarde o temprano, a alguien se le haría extraño que tanta gente fuera a su casa.

Definitivamente, asesinar personas no era un trabajo fácil, pero lo haría de cualquier modo.

Comenzó a maquinar entonces un nuevo plan, que mejoraría la táctica del anterior en varios aspectos.
Tenía a Yoongi, así que planeó secuestrar también a Namjoon lo más pronto posible, de ese modo acabaría con un par prácticamente al mismo tiempo.
Después seguían los otros dos trillizos Kim, a ellos igualmente los secuestraría, pero dejando un intervalo de días un poco considerable, para evitar las sospechas.

Lisa y Rosé no eran sus blancos favoritos, de hecho, no había visto tantas interacciones de ellas con Taehyung mientras fueron sus novias. Así que decidió darles el beneficio de una muerte rápida, sin secuestros ni torturas. Deberían agradecerle por ser tan considerado con las damas.

Félix y Hyunjin siempre estaban juntos, por lo que sería difícil matar a uno sin que el otro se diera cuenta. Por lo que planeó algo especial para ellos, no habría tortura para éste dúo, pero sí los asesinaría en su casa, evitando así que alguno de los dos pudiera escapar.

Yeonjun era un chico tierno, menor que él, y que seguramente no entendía la magnitud de sus actos.
Sin embargo, era demasiado bonito como para dejarlo de lado ¿cierto?, por supuesto que quería verlo llorar y sufrir hasta que su cuerpo ya no resistiera. Así que sí, Choi entraría al mismo sótano que Yoongi y Namjoon.

Finalmente, Park Jimin era la cereza del pastel, la culminación de su objetivo, y al que más odiaba de todo su listado.
Para ese chico de baja estatura maquinó algo especial, le prepararía una muerte tan lenta y dolorosa, que Park desearía recibir un simple balazo en la frente, con tal de parar su sufrimiento.
Aún tenía tiempo para planearlo, así que se aseguraría de crear el escenario perfecto.

Con sus ideas ya organizadas, y sabiendo bien cual sería su siguiente paso, dio brincos animados hasta la nueva celda de víctimas, ansioso de contarle a Min su plan recién hecho.

-¡Adivina qué Yoongi!, estás de suerte el día de hoy.-dijo Jungkook cuando regresó al sótano, y aunque su tono era animado, el peli negro lo miró asustado.

-¿M-me dejarás ir?...-se atrevió a preguntar con algo de esperanza-Haré lo que quieras... No le diré a nadie sobre ésto... Por favor...

-¿Qué?, ¡no!, eres pésimo para las adivinanzas.-soltó una breve risa, ignorando las súplicas anteriores-Acabas de llegar y ya te quieres ir, que mal huésped eres.

-Por favor, te lo ruego Jungkook... Déjame ir...-Yoongi comenzó a sollozar, mostrando su debilidad. Sin embargo, ni de ese modo logró causar algo de lástima en su captor.

-Estoy hablando, ¿sí?, cállate.-bufó Jeon-La sorpresa que vengo a darte, es que no estarás solo aquí, y además no te haré nada por dos días, ¿qué te parece?

-P-pero... ¿No me harás daño entonces?...-definitivamente, Min no entendía lo que pasaba por la cabeza de Jungkook.

-¡Ja, obvio sí te haré daño!, mucho.-soltó burlón-Pero, la tortura empezará un poco después de lo planeado inicialmente.

-De ser así... Entonces desquita tu enojo conmigo, sólo hazme daño a mi... No lastimes a nadie más...-dijo Yoongi casi suplicando.

Pues pensó, "si no puedo salir de aquí, al menos que no le haga daño a más personas", sacando a la luz sus pensamientos siempre empáticos y solidarios. Ésto, evidentemente, no le hizo ninguna gracia al peli rosa, era inútil que Yoongi dijera ese tipo de cosas.

-Ajá, miren al deportista sacrificándose por gente que ni siquiera he mencionado.-Jungkook mantuvo su tono de burla-Lo lamento gatito basquetbolista, pero las cosas no funcionan así para mi.

-¿Porqué no?...-susurró ya con la vista nublada debido al llanto.

-Porque tú no eres la única persona que me quitó a Taehyung, y con matarte sólo a ti no conseguiré absolutamente nada.-respondió con molestia-Por eso traeré a Namjoon aquí, contigo, para avanzar más rápido con mi lista.

El pálido comenzó a pensar entonces en los dos asesinatos en la Academia, entendiendo ahora quien había sido el autor. Jungkook iba tras cada ex pareja de Kim, y viéndolo frente a él, supo que no se detendría hasta que culminara su plan.
Yoongi comprendió que no servía de nada rogarle por piedad, de todos modos, había firmado su sentencia de muerte sin siquiera saberlo.

-Perdón... P-por acercarme a Taehyung...-dijo apenas audible, bajando la mirada y llorando aún más que instantes atrás.

-Aw, que lindo.-Jungkook soltó una risita divertida, y tomándolo del mentón, hizo que Min lo viera nuevamente-Quizá te perdone si repites esa oración cuando esté cortando tus dedos uno por uno.

Y dicho ésto, Jeon siguió metido en su teléfono, sentándose justo frente a un aterrado Yoongi, quien continuó llorando por un tiempo considerable. Un llanto lleno de miedo, confusión y resignación, pues tenía bastante claro que ese oscuro lugar sería lo último que sus ojos verían. Por supuesto que no entendía del todo la razón por la que estaba ahí, pero tampoco volvería a hacer preguntas inútiles.

El peli rosa no detuvo su búsqueda por la web de asesinatos importantes, con la esperanza de encontrar entre ellos alguna táctica especial que pudiera captar toda su curiosidad.

Había decidido secuestrar a Namjoon dentro de dos días, dejando ese lapso de tiempo con el fin de evitar sospechas, y también para monitorear qué tanto interés le ponía la gente a la desaparición de Min.
Debía calcular todo muy bien si quería tener éxito al final de todo.


Jungkook llegó a la Academia por la mañana, desbordando felicidad y listo para fingir, una vez más, que era inocente e incapaz de siquiera matar una mosca. Lo mejor de todo -o quizá lo peor- era que los demás se tragaban su actuación sin problema.

Todo fue tranquilo para él durante las primeras horas de clases, prestó atención a sus profesores y mantuvo su semblante sereno. No lucía sospechoso en lo absoluto.

Fue hasta el receso cuando comenzó a obtener información sobre el interés que los estudiantes ponían en el basquetbolista faltante, pues al estar en la cafetería, escuchó a varios de sus compañeros de equipo hablar sobre él, y tuvo que agudizar lo más posible su oído para poder entender su conversación entre decenas más.

-Justo se le ocurrió faltar hoy, ¿qué no sabe que éstos entrenamientos son los más importantes del semestre?-reclamó al aire un chico alto y castaño, Jackson Wang.

-Lo sabe perfecto, pero al parecer le importa un carajo.-continuó un rubio con pequeños mechones morados, Bangchan-No me agrada para nada, pero es la jodida cabeza del equipo, se supone que debería estar aquí.

-Ni siquiera responde los mensajes, desde ayer después de clases se desapareció.-bufó un chico pelirrojo, Kang Taehyun-El idiota debería ser más responsable, el equipo es prioridad.

-Exacto.-apoyó Wang-Si el imbécil no fuera tan reemplazable, juro que en éstos momentos daría por perdido el partido.

Jungkook sabía los nombres de todos, pero en realidad, poco le importaba ese dato. Lo relevante aquí era su plática, pues más que parecer preocupados por su "amigo", sólo se dedicaban a reclamarle al aire, lanzar insultos y rodar los ojos con evidente molestia. No se veían consternados, ni siquiera se preguntaban un "¿le habrá pasado algo?", demonios, era el capitán del equipo de quién hablaban, y no mostraban real interés en saber qué le había sucedido.

Era lógico lo que pasaba, a ellos les importaba únicamente su juego, y las situaciones de cada uno les valían un bledo. Punto negativo para ellos, punto positivo para Jungkook.

Pues si a su equipo, los que se supone eran los más cercanos a Yoongi, no les parecía interesar el chico en realidad, podía esperar mucho menos de todos los demás que lo conocían.

Y por supuesto, Jeon no dudó ni dos segundos en correr a su casa después de clases, con una sonrisa burlona plantada en su rostro, y bajar animadamente a su sótano para contarle al pobre Min lo que había escuchado. Decidió que sería bueno mantenerlo al tanto del exterior mientras aún siguiera vivo, claro, muy a su propia percepción.

-Yoonie~, tengo algo que platicarte, sé que te gustará.-se sentó frente a él, Min alzó la mirada lentamente.

-¿Qué cosa?...-respondió en volumen bajo.

Yoongi no había dormido en toda la noche, pues pretender descansar estando amarrado a una silla ni siquiera era posible de imaginar.
Además, estaba algo débil, gracias a que Jungkook solamente le ofreció un vaso de agua y un tercio de pan en todas las horas que llevaba ahí abajo. Definitivamente, no tenía ni el ánimo ni las condiciones para escuchar a Jeon, pero tampoco había más opciones.

-Vi a tres de tus amigos en la cafetería, ¿y qué crees?, ¡hablaban de ti!-sonrió emocionado por seguir su historia-Debo decir que no están felices por tu ausencia.

-¿Me están buscando?... Dime que sí...-habló con la voz entrecortada, esbozando una leve sonrisa.

Tenía esperanza de que al menos sus compañeros de equipo estuvieran preocupados, intentando hallarlo. Sin embargo, esa diminuta luz de milagro se apagó rápidamente cuando el peli rosa continuó su relato.

-¡Mejor que eso!, ni siquiera les importas.-sonrió abiertamente-Escuché a Chan, Jackson y Kang diciendo idioteces sobre ti, en realidad piensan que eres un irresponsable, incluso dijeron que perderían el juego más importante por culpa tuya.

-P-pero...-Min fue rápidamente interrumpido.

-Silencio, aún no termino.-rodó los ojos-Se nota a leguas que para lo único que les sirves es para ganar su estúpido partido de básquet, porque ninguno cuestionó si tú estabas bien o si alguien sabía de ti.

Jungkook solamente se dedicó a seguir hablando sobre el poco interés de aquel trío por el peli negro, torciendo a su antojo la historia, riendo entre cada oración, y disfrutando de las expresiones incrédulas de Yoongi, mientras éste sólo podía llorar.
¿Enserio no les interesaba si algo le había pasado?, ¿lo usaban únicamente para ganar y ya?

Por supuesto, así era.
A ninguno de ellos les parecía relevante su estado, ni siquiera si estaba vivo en su casa o muerto en una maldita bolsa de basura. Querían sus medallas doradas por ganar el partido, y seguramente conseguirían un nuevo capitán en pocas horas si Min no daba señales de vida.

Le dolía, y lo hacía resignarse aún más a su situación. Moriría, probablemente en pocos días, y a nadie le importaría, pensó.

-¿No es genial?, vamos, no llores otra vez.-Jeon bufó bajo-Piénsalo, si nadie te busca, podremos jugar perfectamente aquí, sin que alguien venga a molestar, ¿no es grandioso?-apretó con una mano las mejillas pálidas, a lo que Yoongi soltó un quejido.

-Sí... Grandioso...-contestó siguiendo la corriente, mientras intentaba controlar sus lágrimas.

-¡Excelente respuesta!, aw, casi siento pena por ti.-lo liberó bruscamente de su agarre, haciendo que la cabeza de Min se moviera de forma tosca.

Primer día de secuestro, perfecto.
Ahora Jungkook esperaría para ver como iban las cosas a la mañana siguiente, pues si el desinterés por Yoongi crecía tan rápido como aparentaba, bien podría atraer a su siguiente víctima luego del horario escolar.
Y tenía muy en claro cual sería el anzuelo perfecto para Namjoon.

Llegó un nuevo amanecer, y con él, Jeon se dispuso a recopilar más información en la Academia.
Ésta vez, no tuvo que esperar hasta el receso para enterarse de los últimos chismes, pues en cada una de las clases escuchó algo diferente, pero al mismo tiempo, similar, sobre Yoongi.

"Lleva casi 48 horas desaparecido, dicen que sólo falta por llamar la atención".

"Alguien lo vio salir de la Academia con una chica antes de borrarse del radar".

"Escuché que se fue con un chico, seguramente se fugó con él".

"¿Y su familia no lo está buscando?"

"No, escuché que a los Min les importa muy poco, quizá también piensen que escapó por mera idiotez".

Vaya que la indiferencia abundaba en Halfway, literalmente no había una sola persona en el campus que mostrara otro sentimiento además de lástima y morbo.

¿Porqué decían todo aquello?, no había una razón exacta, puesto que todos eran rumores esparcidos más rápido que el agua. Es común que nadie sepa con exactitud de dónde vienen los rumores; quién los crea, cómo es que nacen y cobran fuerza tan velozmente, y en éste caso, no era la excepción. Pues nadie tenía idea si eran ciertos o no, si en verdad alguien había visto a Yoongi antes de desvanecerse en el aire, o si sólo eran inventos de una persona ociosa.

Simplemente se habían dedicado a hacerlos crecer, y esparcirse como virus en toda la Academia.
La realidad, es que sólo un chico había visto a Min por última vez -además de Jungkook, claro-, nadie más que él tenía algo de información.

Taehyung los había visto, él pudo haber inculpado rápidamente a Jeon, y quizá de ese modo encontrar vivo a Yoongi. Pero no, Kim no hizo nada al respecto.

¿Motivo?, sus estúpidos pensamientos, y su ya nulo interés hacia el peli rosa.
Taehyung pensó que Yoongi estaba con él, probablemente a punto de fugarse juntos, y que Jungkook únicamente estaba aparentando que era tan idiota como para no saber nada.

Y, siendo honesto, le valía un carajo si era así. No quería saber más del tema, ni tampoco inmiscuirse.
Decidió callar y no revelar la verdad, que él sabía con quién estuvo Min antes de perderse en el viento, dejando que las cosas y los rumores continuaran fluyendo.

Sin saberlo, por una idea idiota que ahora tenía bien plantada en su cabeza, había despejado el camino aún más para Jungkook. Pues si el único testigo no confesaba la única pista de aquella desaparición repentina, nadie sabría jamás el paradero de Yoongi.

Y viendo la situación tan conveniente, el peli rosa decidió no demorar más en seguir su plan, así que esperó pacientemente hasta que el horario de clases dio fin. Salió de su última aula con una sonrisa, retirando su típico suéter esponjoso y arreglando su cabello a algo más despreocupado.

Portaba un crop top de mangas largas, color rosa pastel por supuesto, perfectamente entallado a su cintura. Sus jeans siempre eran ajustados, y dejaban poco a la imaginación de quien lo viera.

¿Porqué escogió ese conjunto?, sencillo, sabía que de ese modo no tendría que hacer gran cosa para llevar a Namjoon a su celda.

El mayor de los Kim era sumamente conocido por ser un pervertido de primera, "mano larga", algo como Taehyung, pero aún peor.
Él podía meterse con cualquier persona que se atravesara en su camino, mientras llamara su atención obviamente, sin importarle ningún tipo de estatus o género. Hombre, mujer, soltero, en relación, todo valía para él si la persona era lo bastante atractiva.

Y, debido a su apariencia, nadie le decía que no, por ello, todos los que pasaban por sus manos salían contentos y satisfechos de ahí.

Aquel también era el motivo por el cual, su relación con Taehyung había terminado rápidamente y de mala manera. Pues el castaño se enteró de muchas infidelidades, y no quiso perdonar más de ellas. Taehyung no quería un noviazgo largo ni serio, pero tampoco soportaba que otras personas lo traicionaran.

Y Namjoon, por supuesto, no tenía la capacidad para mantener las manos fuera de cuanta gente se le atravesara.

Jungkook planeaba coquetear un poco con él, llevarlo a su casa, y seguir el mismo procedimiento que con Yoongi. No permitirle hacer nada en contra suya, ni dejarle posibilidad de escapar, para entonces encerrarlo en el sótano. Confiaba en que todo saldría perfecto, en tanto supiera controlar la situación.

Así que se acercó a pasos lentos a Namjoon -aprovechando que él nunca regresaba a casa con sus hermanos-, moviendo sus caderas de forma un poco provocativa, ganándose la atención no sólo de Kim, si no de muchos chicos más.

-Hola~-Jungkook sonrió coqueto, a escasos centímetros del chico peli morado-Eres Namjoon, ¿cierto?

-Llámame Nam, bonito.-correspondió la sonrisa, prestándole toda su atención-¿Cuál es tu nombre?

-Jungkook.-tomó un mechón de su rosa cabello, llevándolo detrás de su oreja derecha, mientras que su mano izquierda se mantenía sobre su propia cintura.

-Lindo nombre para un lindo chico.-Namjoon se tomó la libertad de acariciar la mejilla contraria, provocando un sonrojo involuntario en Jeon.

-Mmm, ¿puedo preguntarte algo?-Kim asintió indicándole que continuara-¿Sería demasiado atrevido de mi parte invitarte a mi casa?~

Jungkook podía darse cuenta fácilmente de que había logrado su primer cometido, gustarle físicamente a Namjoon, por lo que esperaba correr con la suficiente suerte en su segundo paso. Y como era obvio, lo logró.

-Para nada, si tú me invitaras, aceptaría inmediatamente.-bajó sus caricias leves hasta el mentón de Jeon. Había caído por él.

-Entonces... ¿Vamos?-Jungkook lo tomó de la mano, dando un ligero jalón, a lo que recibió una afirmación rápida por parte de Kim.

Sin tardar más, ambos salieron de la Academia, nuevamente, sin que nadie lo notara, ni siquiera los hermanos Kim los vieron, pues ellos ya se habían ido minutos atrás.
Ésta vez, ni siquiera Taehyung los vio, pues con su nueva postura decidida, ya no le prestaría ningún interés a lo que Jungkook hiciera o dejara de hacer.

Aunque bueno, tarde o temprano sería obligado a darle toda su atención.

Mientras tanto, en el trayecto hasta casa de Jeon, Namjoon no desaprovechó la oportunidad para nada.
Porque, ¿quién se resistiría a esa cintura tan delineada?, nadie cuerdo que la viera de cerca, se contendría.
Quizá con excepción de Taehyung.

Kim pasó todo el camino con un brazo rodeando dicha curva, haciendo que su cercanía fuera estrecha. Jungkook intentó contener su sonrojo, y sobre todo, las enormes ganas de cortar aquel contacto, pues sabía que si rechazaba ese pequeño toque, su plan no podría ser culminado.

Debía tener paciencia hasta estar seguro en su hogar.

Unos cuantos minutos después, llegaron a su destino, y Jungkook se alejó algunos pasos para poder abrir la puerta. Continuó su actitud coqueta, confiando en que tenía el control total de la situación.
Sin embargo, el no conocer por completo los alcances de Namjoon, no le favoreció en nada.

Pues él no era un pervertido cualquiera, era uno que no soportaba un "no" como respuesta. Y evidentemente, Jungkook no le diría que "" a sus intenciones, pues el punto de su plan, en ningún momento abarcaba más allá de un coqueteo.
Namjoon no estaba acostumbrado a que alguien se negara ante él, mucho menos después de una "clara insinuación", por ello, lo que pasaría luego de que Jungkook colocara el seguro a la puerta, no sería del agrado de Kim.

-Adelante, siéntate, yo iré a buscar algo rápido.-dijo Jeon con una sonrisa, señalando el sofá vacío, y dando algunos pasos en dirección al pequeño corredor.

-Mejor quédate.-Namjoon lo sujetó, sin lastimarlo, de la muñeca. En un movimiento algo rápido, hizo que Jungkook se sentara sobre sus piernas, quedando demasiado cerca.

-Yo... Enserio tengo que ir por una cosa... Sólo tardaré un minuto.-necesitaba ir por su arma, algún objeto lo suficientemente duro como para dejarlo inconsciente.

Pero, por más que se removió y quejó, el peli morado no lo soltó, e incluso afianzó su agarre a la delicada cintura de Jungkook.

-No hagas eso, espera...-pidió, casi rogó, cuando Namjoon comenzó a tocar su cadera y piernas más de la cuenta.

-Oye, tú me invitaste a venir, creo que sabías bien lo que iba a pasar.-bufó Kim, bajando sus manos hasta el trasero de Jungkook, apretándolo con algo de fuerza.

-No quiero, suéltame...-se quejó con un tono de disgusto en su voz. Sin embargo, fue ignorado, y siguió sintiendo aquellas manos sobre él, tocándolo sin permiso-Dije que no... Agh... ¡Nam, déjame!

Lo empujó lo más fuerte que pudo, y sí, consiguió que lo soltara, pero sólo por escasos momentos.

Reitero, Namjoon nunca había recibido una respuesta negativa, y no le gustaba la idea de ser rechazado.
Jungkook había tenido el "valor" de hacerlo, y simplemente, a Kim no le agradó ni un poco el ser agredido de esa manera.

Por lo que, con un movimiento brusco, sujetó fuertemente las muñecas de Jungkook, haciéndolo caer al sofá de espaldas. El peli rosa forcejeó desesperado ante ésto, ya que Namjoon comenzó a besar su cuello y clavícula inmediatamente después de someterlo.
Había perdido el control de su propio plan, y su odio hacia el chico sobre él, crecía a cada segundo.

-¡Dije que me sueltes!-gritó Jungkook, intentando alejarlo con sus piernas, luchando por patear alguna zona del cuerpo contrario. Y ahí fue cuando la paciencia de Kim se acabó.

Namjoon lo golpeó justo en el rostro, tan fuerte que le hizo sangrar la nariz, y su labio inferior logró romperse. Jeon se quejó de forma sonora, sin poder contener sus lágrimas debido al dolor en su rostro, y ocultando la parte golpeada con sus manos, ahora libres.

-Yo sí quiero cogerte, y lo haré, no me importa si cambiaste de opinión.-dijo Namjoon, casi gruñendo en el acto-Ya no seré gentil contigo.

Rompió el top de Jungkook en pocos segundos, dejando su pecho y abdomen al descubierto. También desabrochó de un tirón los jeans que portaba, comenzando a quitarlos con fuerza.

Pero, antes de que consiguiera abusar de Jungkook, éste salió de su trance de miedo y lágrimas, reuniendo todas las fuerzas que le quedaban.
Logró regresar aquel golpe, usando su puño cerrado para impactar contra el rostro de su agresor. Namjoon retrocedió al instante, con el tabique de la nariz desviado, el labio roto, y con la sangre cubriendo rápidamente su rostro.

Jungkook, bastante alterado, sólo se giró un par de segundos a su buró junto al sofá, tomando de allí una lámpara algo pesada. No lo pensó dos veces, jaló el objeto hasta que el cable se desconectó, y golpeó fuertemente a Namjoon, justo en la cabeza, rompiendo el foco, la pantalla y un trozo de la base de la lámpara por el impacto.

-¡No vas a volver a tocarme en toda tu jodida vida!-gritó con furia, una vez que el peli morado cayó inconsciente al suelo.

Tuvo que esperar un minuto más para poder llevarlo al sótano, pues debía calmarse primero. Su llanto seguía brotando, debido al shock del momento, y su rostro le dolía por la bofetada que había recibido.
Definitivamente debió sobre pensar más su plan antes de llevarlo a cabo, quizá de ese modo hubiera podido deducir el peor escenario, y evitarlo.

Luego de tranquilizarse, se dispuso a continuar con el último paso del secuestro.
Tomando por los brazos a Namjoon, lo arrastró sin una pizca de delicadeza, importándole poco si lo golpeaba con algún mueble. Además, aunque quisiera tenerle consideración, no podía, pues por su peso, no había forma viable de transportarlo por el suelo con cuidado.

Llegó hasta las escaleras que daban al sótano, y al ver que no eran tantas, decidió darle una lección más -no mortal- al chico que intentó violarlo.
Simplemente colocó su cuerpo al borde del primer escalón, y con su pie lo empujó sin esfuerzo, viéndolo caer por todo el trayecto, hasta impactar contra el suelo de su celda.

Ésto, no sólo lo hizo reír con sorna, si no que también exaltó a Yoongi por la repentina aparición de una persona inconsciente.

El pálido vio a Jungkook sorprendido por su aspecto, y luchó internamente por no sonrojarse debido al estado de su ropa. No creía que sería prudente tener las mejillas rojas en ese momento.

-¿Q-qué pasó?...-preguntó Min, observando como el peli rosa llevaba a Namjoon hasta una tercera silla, con cuerdas listas para atarlo.

-El imbécil quiso pasarse de listo conmigo, y casi lo consiguió.-explicó entre risas, amarrando las manos y piernas de Kim a la estructura de madera.

-Tu ropa... Está...-susurró desviando la vista, Jungkook lo miró divertido.

-Lo sé, demasiado abierta ¿no?, lo siento por venir así contigo.-limpió con una manga del top su nariz y labio, donde las pequeñas líneas de sangre se habían secado casi por completo.

-¿Y a él qué le pasó?...-cuestionó Yoongi, viendo todo el líquido rojo y viscoso que escurría por la cara de Namjoon, llegando hasta su camiseta.

-¿No es obvio?, debía quitármelo de encima, así que le desvié la nariz.-por fin, se sentó a descansar en su silla, frente a sus dos prisioneros-Nadie, excepto mi TaeTae, tiene derecho a tocarme.

-Cierto... Lamento la pregunta...-a ese punto, Min se había vuelto muy condescendiente con Jungkook, no porque realmente apoyara sus actos, si no porque él quería reducir su tortura lo más posible, y si conseguía algo con seguirle la corriente, lo haría.

Namjoon comenzó a despertar un par de minutos después, quejándose en el acto. Lógicamente, le dolía todo de pies a cabeza, y al toparse con un sitio lúgubre, ataduras en sus extremidades, y una mirada de odio penetrante, sólo atinó a removerse, buscando su libertad.

-¡Maldito psicópata, suéltame!-gritó Kim, desesperado, molesto, y por supuesto, aterrado.

-¿No fue lo que yo te pedí también?, exacto, lo fue.-cuestionó y se respondió a sí mismo Jungkook-Pero no recuerdo que tú me dejaras en paz, ¿cierto?

-Tú me trajiste a tu estúpida casa, debiste saber el porqué había aceptado.-reclamó con la voz entrecortada, debido a sus múltiples dolores.

-Ja, que cínico.-se acercó a él, abrochando su pantalón por fin, y mostrándole una sonrisa para nada tierna.

Tomó con una mano el tabique desviado de Namjoon, y sabiendo perfectamente cuanto le dolería, lo jaló y regresó a su lugar en un movimiento brusco. Kim gritó, casi al punto de sonar agudo, y liberó algunas lágrimas más.
Brotó un poco de sangre extra de su nariz, misma que Jungkook no se molestaría en limpiar.

-Deberías agradecerme, a pesar de tu extrema idiotez, acabo de arreglar tu horrenda cara.-bufó el peli rosa, caminando con rumbo a las escaleras.

-¿A d-dónde vas?, ¡no puedes dejarme aquí!-gritó Namjoon, con algo de dificultad para respirar.

-Me iré a cambiar la ropa, porque mira, la dejaste inservible.-señaló su abdomen con obviedad-Mientras tanto, ¿porqué no se conocen mejor?, estarán aquí juntos hasta que mueran, sería lindo que lo hicieran siendo amigos.

Jungkook salió del sótano, escuchando a lo lejos como su nuevo prisionero se quejaba en un berrinche bastante patético, mientras Yoongi intentaba explicarle que aquello no serviría de nada.

Sonrió, pues aunque había sufrido por un momento el casi abuso sexual, logró de cualquier modo su objetivo del día. Y con eso estaba más que satisfecho.


















Nota importante: No crean, ni vayan a decir, que la casi violaci0n que coloqué fue sin razón, porque no es así. Tiene un motivo algo simple, pero fuerte.

¿Recuerdan porqué Jungkook se volvió loco?, sí, por un beso, más otra sarta de cosas.
¿Porqué decidió matar por primera vez?, por una chica insistente principalmente.
Son ganchos para ir uniendo las piezas de la historia, y éstas escenas con Namjoon no son la excepción.

Ya verán porqué.

Los amo❤

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