❝Taking inspiration❞
「Advertencia: capítulo con contenido sensible en varias partes」
Jungkook subió hasta su habitación, después de haber dejado a sus dos víctimas, uno intentando calmar al otro; para Yoongi era difícil explicarle a Namjoon que no había salida de ese sótano, y que debía comportarse lo mejor y más condescendiente posible. Pero, ¿cómo es posible explicar y aplicar algo como eso?, si para Yoongi mismo ya era demasiado complicado, intentar transmitirle aquello a Kim sería imposible.
Pero, a Jungkook no le interesaba la situación, él estaba muy ocupado dándose un baño rápido para quitar el perfume de Namjoon de su piel, y para terminar de calmar su mente.
Sí, le había dado un pánico horrible por lo ocurrido en su sofá, y de no ser por su cambio radical de personalidad, probablemente no hubiera reaccionado a tiempo ni mucho menos de esa forma. Y esque él no tenía toda la culpa de aquel miedo que lo invadió, pues para ello, sí había un motivo de peso.
Jungkook había sufrido dos abusos sexuales bastante crueles en su vida, de los cuales odia hablar, y por supuesto, recordarlos le causa pánico y asco a un nivel preocupante.
El primero fue cuando tan sólo era un niño de diez años, por parte de un amigo cercano de sus padres. El pequeño Jeon se había quedado solo con aquel repudiable tipo en su casa, según se le había dicho, para que el hombre lo cuidara mientras sus padres salían por compras rápidamente.
Pero, ese "rápidamente" duró más de media hora, tiempo suficiente para que ocurriera la desgracia.
Los Jeon le tenían demasiada confianza a su amigo como para dejarle a su único hijo encargado, y lógicamente, no fue la mejor de sus decisiones.
El hombre lo rebasaba por al menos veinte años, y con engaños y "juegos", acabó abusando de Jungkook, en su propia habitación. El pequeño peli rosa, por supuesto, gritó y rogó para que lo dejara, para que se detuviera, pues era más que evidente que lo estaba lastimando —aunque Jungkook realmente no supo qué era aquella situación hasta un tiempo después—.
Aquel tipo, del que prefiere no recordar su estúpido nombre, lo golpeó por querer seguirlo obligando a obedecer sus supuestos "juegos infantiles", lo hizo arrodillarse y hacerle un oral —aún cuando Jungkook ni siquiera sabía qué significaba eso—, abusó de él dos veces seguidas en la media hora que tuvo a su disposición; y finalmente, lo forzó a darse una ducha juntos, con el afán de ocultar cualquier evidencia del crimen que hubiera quedado sobre el niño.
Cuando sus padres llegaron, fue obligado a actuar con toda la normalidad que le permitía su mente, y el hombre se fue sin una pizca de remordimiento. Claro, no sin antes amenazar a Jungkook con volverlo a lastimar si confesaba algo.
Jeon nunca habló de lo sucedido con nadie, y con el tiempo —después de mucho dolor y depresión contenidos en su cabeza—, logró lidiar con la situación; aquel tipo jamás volvió a quedarse solo con él, y tampoco lo lastimó de nuevo.
Jungkook, gracias a ésto, desarrolló su conducta miedosa y ansiosa —disfrazada de timidez y ternura—, se hizo acreedor de una especie de fobia a estar solo con alguna persona, fuera desconocida o no, pues siempre temió que el abuso se repitiera. Y sobre todo, le quedó una percepción distorsionada de lo que era el verdadero cariño.
Es decir, el hombre que siempre le había inspirado confianza; con el que recordaba haber jugado en el patio incontables veces; aquel que le repetía a él y a sus padres cuanto cariño le tenía; ese mismo tipo, lo había hecho sangrar y gritar hasta quedar afónico. Le había robado toda su inocencia e infancia en tan sólo media hora.
Por lo que, Jungkook se cuestionó muchas veces "¿porqué?", "¿acaso el cariño significa lastimar?".
No, definitivamente no podía quedarse con una definición así de ilógica; él de verdad intentó no creer su propia idea, y por mucho tiempo la había contenido. Sin embargo, sabía que en lo profundo de su ser, siempre llevaría la marca de aquel día horrible.
Pero, aún no se termina su historia. Le ocurrió algo muy similar varios años después, en una fiesta a la cual, él ni siquiera había sido invitado.
Jungkook para ese momento ya era demasiado apegado a Taehyung, de hecho, ya tenían poco más de un año de amistad.
El castaño lo llevó a una fiesta aparentemente normal, evento al que habían invitado sólo a Kim, no a Jeon; aún así, él lo hizo por cuenta propia, pues era su mejor amigo, y simplemente quería pasar una fiesta a su lado por primera vez.
El peli rosa aceptó, con algo de miedo evidentemente; pero, Taehyung le había prometido no separarse de él en ningún momento, así que, ¿qué podría salir mal?
Respuesta: Absolutamente todo podía, e iba, a salir mal.
Cerca de la media noche, Taehyung desapareció de su vista —sin avisarle nada, se había ido con otros dos chicos a comprar más alcohol—, dejándolo solo en un sofá de la casa donde estaba la fiesta.
Jungkook a penas y había probado un poco de cerveza, pues no le gustaba beber; él estaba en sus cinco sentidos, y se mantenía alerta para evitar, precisamente, malas experiencias. Sin embargo, un chico mayor que él se acercó, con un semblante que gritaba lo ebrio que se encontraba.
Éste tipo —del que jamás supo su nombre—, le pidió "amablemente" que lo ayudara a buscar su automóvil, pues quería dormir en el vehículo hasta que la borrachera se le pasara. "Sólo acompáñame afuera un minuto, tengo que encontrar mi auto y ni siquiera puedo mantenerme bien de pie. Es un volkswagen azul", fue lo que le dijo.
Jungkook decidió ayudarlo, pues la marca de auto que había mencionado no estaba circulando en Corea, y supuso con ésto que el "pobre" chico en verdad estaba muy mal.
Se levantó y lo tomó por los hombros, dejando que él se sujetara de su cintura; con pasos torpes lo llevó afuera, ya que el chico parecía en verdad no poder caminar como debía.
Jungkook buscó un automóvil azul, pensando que quizá al menos el color en su descripción estaba bien, y de hecho sí encontró un vehículo azul eléctrico, con ventanas oscuras aparentemente polarizadas; el tipo le indicó que aquel era su auto, y Jeon, por solidaridad, lo siguió conduciendo hasta dicha posesión.
Sin embargo, el chico abrió la puerta de los asientos traseros, cosa que desconcertó al peli rosa. Desgraciadamente, no tuvo tiempo de reaccionar, pues fue empujado dentro del auto con mucha rapidez y brusquedad, siendo sometido en el acto; su agresor cerró las puertas con seguro, y gracias a sus ventanas oscuras, nada de lo que pasara en el interior podía verse desde afuera.
Resultó que el chico estaba ebrio, pero seguía suficientemente consciente de lo que hacía, y además, todo había sido planeado en su cabeza idiota para aprovecharse de ese peli rosa tímido.
Jungkook sufrió un abuso sexual por segunda vez en su vida, siendo éste bastante violento por el estado de su agresor; lo golpeó en repetidas ocasiones, dejándole moretones en su rostro, piernas y brazos; le formó chupetones en todo el cuello y clavícula, casi llegando a tonos morados; y además, sus movimientos eran tan bruscos que lo hizo sangrar.
Gritó, lloró e imploró por ayuda, y nadie se acercó siquiera a ver qué ocurría; o bueno, nadie excepto Taehyung.
Él regresó justo cuando el chico iba a iniciar su "segunda ronda" con el menor. Taehyung logró reconocer la voz de su amigo, sonando desgarrada, repitiendo una y otra vez "¡suéltame!, por favor, deja de lastimarme". Rápidamente ubicó el auto de donde provenían los gritos, y sin pensarlo dos veces, irrumpió la horrible escena, rompiendo la ventana con una varilla que encontró en el suelo.
Sacó al tipo del automóvil, y junto a los otros dos chicos que lo acompañaban, lo golpearon hasta dejarlo inconsciente en el pavimento.
Y algo que Jungkook escuchó a lo lejos, en medio de su shock, fue a su amigo gritando totalmente enfurecido "¡si alguien lo tocará, seré yo, no cualquier bastardo!". De ahí, su pensamiento actual de "si no es Taehyung, no estará bien", aunque claramente, Kim lo había dicho por el alcohol en su sistema y por la adrenalina del momento.
Taehyung entonces, entró al vehículo para ayudar a Jungkook, quien seguía llorando sin poder parar; su ropa había sido rota con brusquedad, sus piernas temblaban mientras aún escurría sangre por ellas, y se mantenía en posición fetal, totalmente aterrado.
Kim lo cubrió inmediatamente con su propia chaqueta, y después de varios intentos, logró que Jungkook se dejara cargar en brazos para sacarlo del pequeño sitio.
El castaño lo llevó a su casa, y lo cuidó durante esa noche y el día siguiente; Jungkook le pidió que nadie supiera lo que había pasado —a excepción de los otros dos chicos que habían intervenido, claro—, y Taehyung lo comprendió. Fue duro para él no decir nada, pues le preocupaba el estado de Jeon, y pensaba que una denuncia sería lo correcto. Sin embargo, también intentaba entender la vergüenza y dolor que representaba para Jungkook, y cumplió su promesa de quedarse callado.
A partir de éste suceso, Jungkook se formó una idea muy grande; Taehyung lo iba a proteger de todo, sólo en él podía confiar; fue cuando comenzó a ser mucho más unido a él, al grado de crearse una dependencia, pues pensaba que sólo estando a su lado, podría sentir un amor sin dolor, que Kim lo cuidaría y amaría siempre.
Lo veía como su ángel salvador, y por ello, empezó a depender emocionalmente de él —sin darse mucha cuenta de ésto—, llegando a su punto de locura actual.
Es decir, Jungkook desarrolló aquel sentimiento enfermizo, por todo el dolor que tuvo que soportar en su vida, y por la esperanza que Taehyung le había traído en medio de tanta oscuridad.
Y cuando las cosas dejaron de ser tan perfectas como él quería, su mente quebró por completo.
Por ello, regresamos al momento presente.
De haber seguido con su personalidad de temor ante todo, probablemente Namjoon hubiera sido su tercer experiencia de abuso; sin embargo, su nueva cabeza lo hizo salir del trance a pesar de su intenso miedo, y así evitó que la historia se repitiera una vez más.
Digamos que, aunque recibió un golpe, perdió su top favorito y sintió sus recuerdos inundar en un segundo su mente, salió ganando de todas formas.
Y para él, en ese momento de locura, aquel logro era suficiente.
En fin, Jungkook acabó su baño, se vistió con ropa cómoda de pijama color rosa pálido, colocó bálsamo en su labio lastimado, y tomando su teléfono, salió de su habitación una hora después de haber entrado.
Se dirigió con un aire renovado al sótano, con las ganas recargadas de seguir su plan sin más complicaciones.
"Mis estúpidas experiencias no serán un obstáculo", pensó.
Bajó las escaleras con pequeños brincos de emoción, alertando a sus dos prisioneros al instante.
Yoongi seguía igual de tranquilo —o mejor dicho, aparentemente tranquilo—, mientras que Namjoon intentaba removerse en la silla para liberarse, teniendo ya seca toda la sangre que había salido de su nariz.
—¡Volví!, ¿me extrañaron?, yo a ustedes sí.—sonrió abiertamente, como si nada malo hubiera sucedido.
—¡Por supuesto que no!, ¡déjame ir, maldito demente!—gritó Namjoon, ignorando la risita diabólica de Jungkook.
—Que lindo que se diviertan aquí abajo.—el peli rosa se sentó en su silla frente a ambos, y con el afán de obligarlo a callarse, colocó su pie con algo de presión sobre la entrepierna de Kim.
—¿Estás... Mejor?—preguntó Yoongi, intentando pasar por alto los quejidos de su compañero. Evidentemente, no le importaba al 100% si Jungkook estaba bien, pero reitero, sería el chico más amable con él, si de ese modo ganaba algo de tiempo.
—Mucho mejor, gracias gatito.—sonrió Jeon, encendiendo la pantalla de su teléfono—Estoy muy emocionado ahora, porque vine a leerles algo súper interesante~
—¿Crees que... Vamos a escucharte?...—cuestionó Namjoon con voz adolorida. Jungkook sólo presionó más su pisada.
—Deben escucharme, no hay otra opción para ustedes, mi querido idiota.—respondió con burla el peli rosa.
Permaneció un par de segundos en silencio, mientras buscaba algo específico en su teléfono; Yoongi sólo temía cada vez más por su integridad, y Namjoon, bueno, él estaba concentrado en no perder contra el dolor en su miembro.
—¡Aquí está!, escuchen ésto.—Jungkook volteó por unos instantes su pantalla a la vista de los contrarios—Estaba algo afligido porque no encontraba ninguna táctica asesina que me gustara lo suficiente, pero qué creen, ¡hace un rato por fin hallé la forma perfecta!
Y entonces, Jeon les leyó un fragmento de su pequeña investigación.
«Joseph Roy Metheny fue un asesino de Baltimore, Maryland. Se caracterizaba por su forma tan fría de confesar y relatar sus crímenes; además también por su nivel de crueldad y violencia que había representado en sus víctimas.
Joseph era conocido como "el caníbal de Maryland"»
—¿No les parece increíble?, se dice que mató a alrededor de diez o trece personas, ¡igual que yo próximamente!, Joe es mi ídolo.—mencionó Jungkook en medio de su lectura, bajo las miradas aterradas de sus prisioneros.
«Su "sello" fue cometer uno de los actos más asquerosos y atroces de la humanidad; Joseph, con el fin de ocultar la mayor evidencia posible de sus víctimas, cortaba las partes más carnosas de ellas, las guardaba en un congelador, y más tarde procesaba la carne humana junto con carne de cerdo. Ésta asquerosa mezcla la cocinaba y vendía como hamburguesas desde el remolque donde él trabajaba»
—Así que, eso es todo.—sonrió apagando su teléfono—Pero, a mi Tae no le gustan mucho las hamburguesas, y no sería un lindo detalle de mi parte llevarle comida que no le agrada ¿cierto?
Yoongi ni siquiera se movió, su garganta estaba cerrada después de haber escuchado tan horrible relato; no podía, ni quería, hablar, pues creyó que si abría la boca, vomitaría.
Namjoon seguía algo concentrado en el dolor de su entrepierna, pero también le había provocado náuseas lo que Jungkook había leído.
—¡Hora de adivinanzas!, ustedes fueron parejas de mi Tae, por lo tanto, deben saber el siguiente dato.—Jeon aclaró su garganta antes de hablar, con el tono digno de un presentador televisivo—¿Cuál es su comida favorita para éstas épocas de frío?
Kim, por supuesto, explotó nuevamente, pues no tenía ningún ánimo para decirle un dato tan idiota.
Yoongi, por su parte, sí intentó recordar esa información, pensando que si acertaba, Jungkook no se molestaría con él.
—¡Eres un imbécil!, ¿¡cómo puedes hacer preguntas tan estúpidas justo ahora!?—gritó Namjoon—¡Y además, eso no lo sé, nunca me interesó saber cosas tan inservibles de Taehyung!
—¿No?, supongo que entonces sólo te acostaste con él y ya, acabo el cuento, ¿me equivoco?—cuestionó Jungkook con un aura perturbadora.
—¡Sí, ¿y qué?!—Namjoon recibió una patada fuerte en su entrepierna, haciéndolo retorcerse en su lugar. Debía pensar mejor cómo dirigirse a su captor, pues sólo estaba logrando que Jungkook lo odiara aún más.
—Yo sé... Ya recordé...—habló Yoongi con la voz entrecortada. Jeon le prestó su atención—Una vez salí con Taehyung a una cafetería... Él dijo que los cupcakes eran su... Comida favorita en los meses fríos...
—¡Correcto, tenemos un ganador!—festejó Jungkook, quitando al fin su pie de Kim—Y para fortuna de todos, sé cómo preparar los pastelitos más ricos de Seúl, estoy seguro de que Tae regresará conmigo cuando le regale una bandeja llena.
Al dar una respuesta así de vaga, ambos prisioneros lo miraron con terror y confusión. ¿A qué demonios se refería con toda su exposición?
Duda que, por supuesto, Jungkook resolvió al instante, sin necesidad de preguntarle.
—Así que, seguiré los increíbles pasos de Metheny, y haré cupcakes con ustedes.—reveló con una enorme sonrisa de conejo—Será difícil ocultar la carne y viseras humanas en la masa del pan, pero por mi TaeTae, haré lo que sea.
—¡Estás loco, enfermo, eres un hijo de puta!—reclamó Namjoon, sintiendo como todo su cuerpo temblaba—¡No puedes cocinar gente!
—¿Quién dice que no?, nunca lo he intentado, pero tampoco creo que sea imposible.—Jungkook soltó una risa perturbadora.
—Creo que... Se refiere a que... N-no debes hacerlo... E-está mal...—añadió Min con algunas lágrimas de horror corriendo por sus mejillas.
—Ah eso, sí, no debería hacer algo tan cruel.—se acercó más a ambos, con una mirada sumamente oscura—Pero quiero hacerlo, y no van a cambiar mi opinión con sus lloriqueos cobardes.
Finalmente, Jungkook había terminado de estructurar su plan demoníaco, y ahora sólo debía buscar recetas llenas de azúcar y saborizantes para que sus cupcakes salieran tan deliciosos como siempre; "nunca sabes a quién te estás comiendo" decía Metheny, y en éste caso, Taehyung sabría ese dato perturbador algún día.
Aquí se explicaron dos datos que dejé en el capítulo "Torture for two", y espero se hayan entendido bien.
Por cierto, les recomiendo el video de Dinosaur blogs sobre Joseph Metheny, por si quieren saber el caso completo del que Jungkook tomará inspiración.
Los amo❤
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