❝Horroria❞
「Advertencia: capítulo con contenido muy fuerte en varias partes, se recomienda discreción」
-Namjoonie, sigues tú~-lo llamó con un tono juguetón, dejando a un casi inconsciente chico aún atado a la mesa.
Ahora sí, comenzaría lo peor.
Pero al menos, Yoongi se había salvado, por ser el mejor prisionero jamás visto.
Y mientras el pálido se desmayaba debido a la sangre y el dolor que no parecían detenerse en su cuerpo, Jungkook caminó a pasos lentos hasta su siguiente víctima.
Kim intentó moverse, desatar sus extremidades con jalones desesperados, saltar junto con la silla para alejarse de ese psicópata que venía por él; desgraciadamente, nada de lo que estaba haciendo con tanto terror le funcionó.
Consideró entonces rogar por misericordia, incluso si su castigo fuera más doloroso que el de Yoongi. Pues prefería mil veces perder todas las uñas de sus manos a perder la vida.
Sin embargo, para Jungkook, no existía ni la más mínima posibilidad de ser compasivo con Namjoon. Mucho menos tratándose de él.
-Espera.... Jungkook, espera... ¿No podemos arreglar ésto de otra forma?...-pidió Kim con los ojos ardiendo debido al llanto que comenzaba a acumularse en ellos-Prometo ser amable contigo...
-No me interesa tu amabilidad.-Jeon soltó una pequeña risa burlona-Me lastimaste, me hiciste recordar mi pasado repulsivo, ¡estuviste con mi Tae!, ¿y así me pides compasión?
-Por favor... Déjame vivir, no quieres hacer ésto...-habló con las mejillas empapadas y la voz temblorosa.
-No lo creo, maldito enfermo.-el peli rosa acercó su rostro al contrario, manteniendo una sonrisa psicópata-Y por supuesto que quiero hacerlo, ¿porqué me detendría si se siente tan bien?
Jungkook se giró un poco por unos instantes, en dirección a Yoongi; recordó que él seguía en la única mesa que tenía destinada para sus actividades en el sótano, y la necesitaba libre.
-Gatito, muévete de ahí.-ordenó con una voz dulce, llamando la atención del chico de inmediato.
Estaba a nada de caer desmayado, pero luchó por mantenerse consciente, y por supuesto que obedeció como pudo a Jeon.
-S-si... Ya voy...-Yoongi trató de quitarse las cuerdas que lo retenían, y fue doloroso lograrlo.
Claro que la orden de Jungkook era a propósito, al igual que dejarlo atado; simplemente quería que Min sufriera un poco más, y sabía que tendría que jalar sus muñecas y pies al máximo para lograr salir del agarre.
Lo miró con una sonrisa inocente, mientras Yoongi sacaba sus manos de las cuerdas, provocándole muchas heridas en toda la zona, un poco más de fuerza, y se hubiera dislocado los pulgares; cuando finalmente logró aquello, se sentó lentamente, tratando de no quejarse demasiado, e intentó desatar las cuerdas en sus tobillos.
No lo consiguió tan fácil.
Le faltaban uñas para hacerlo, y fue un dolor horrible el que soportó al tener que usar todos sus dedos para tratar de liberar sus pies.
Y aún así, se provocó varias heridas en sus extremidades, pues las cuerdas no se aflojaron por completo, y sufrió para lograr su cometido.
Finalmente, bajó de la mesa, y esperó a que Jungkook le dijera donde colocarse ahora; no quería ni debía cometer ningún error.
-Siéntate en las escaleras, sólo en el tercer escalón.-indicó Jeon-Si subes más, o si tratas de huir, me enojaré mucho... ¿Entiendes?
-Si... Lo entiendo p-perfecto...-Min caminó hasta el sitio, y siguió las indicaciones sin fallar.
Se quedó sentado en el tercer escalón, recargando su cabeza en la pared, y tratando de mantenerse lo más tranquilo posible.
Tenía mucho dolor en su cuerpo, sangre por todos lados, y quizá se le haría una infección en los dedos sin uñas, pero aún así, evitaría a toda costa molestar a Jungkook.
Y entonces, llegó lo verdaderamente peor.
-Ahora sí, proseguimos.-sonrió el peli rosa, empezando a desatar las piernas de Namjoon inmediatamente.
El peli morado temblaba con pavor, mientras sentía su vista nublarse por sus lágrimas; intentó desatar sus muñecas, pero seguía fallando en sus intentos.
-¡No por favor, déjame ir!, ¡te lo ruego, Jungkook escúchame!-gritó Kim, cuando Jeon lo tomó firmemente por los brazos, y lo obligó a levantarse de la silla.
Namjoon trató de golpearlo, de soltarse de su agarre y correr hasta la salida del sótano.
Pero Jungkook era más fuerte de lo que él creyó, y por supuesto, todos sus esfuerzos fueron en vano.
El peli rosa se mantenía detrás suyo, sin bajar la guardia, y moviéndose rápido para evitar accidentes (escapes) no deseados.
Lo empujó hasta la mesa de tortura, y azotó su gran cuerpo contra ella sin ningún tipo de cuidado.
Ni siquiera lo dejó reaccionar bien del golpe, cuando ya estaba atando sus manos a las patas superiores del mueble.
-Te estoy rogando... Yo jamás hago eso... Jungkook, por favor...-continuó sus súplicas, con decenas de lágrimas corriendo en sus mejillas-Quiero vivir...
-Que lindo, lástima que los deseos no se cumplen, ¿verdad?-sonrió Jeon, mientras ataba los tobillos del contrario.
-¡Te lo ruego!... Jungkook... Perdóname ¿de acuerdo?, sé lo que te hice... Pero por favor... De verdad lo lamento...-lo miraba con terror, sin poder enfocarlo bien gracias a su llanto, y con todo el cuerpo temblando.
Jeon se acercó a su rostro, con un semblante serio, y sin quitarle la vista de encima, tomó a tientas un cuchillo de los que había traído anteriormente. Conectó su mirada con la de Namjoon, haciendo que éste último sintiera un escalofrío por la crueldad que se podía reflejar en ese par de ojos azules.
Fue ahí donde se arrepintió profundamente de haber salido con Taehyung, y de haber tratado de aprovecharse de Jungkook.
-¿De qué me serviría dejarte con vida?, dame una buena razón.-dijo el peli rosa fríamente.
-Puedo... Puedo ayudarte, soy fuerte, quizá te sirva para seguir con tus... Planes... ¡O puedo complacerte de otra forma!, no soy Tae... Pero quizá pueda llenar el vacío que él te dejó...-sugirió Kim, teniendo esperanzas vacías de que sus palabras funcionaran.
-¿Me estás insinuando que podrías acostarte conmigo para compensar que Taehyung no está aquí?-cuestionó Jeon, apretando su puño alrededor del cuchillo que sostenía.
-Yo... Tal vez... No sé si sonó mal...-y ni siquiera pudo reaccionar a lo que vino después de aquellas estúpidas frases que había dicho.
Jungkook, en un movimiento rápido, enterró el cuchillo justo en la mano izquierda de Namjoon, sintiendo perfectamente como el objeto atravesó la piel y carne de la extremidad, hasta topar con la madera de la mesa, y clavar la punta allí.
Por supuesto, la sangre y el grito desgarrador de Kim no se hicieron esperar, y el chico sonrió en grande al ver como su víctima se retorcía de dolor.
-¿Enserio crees que hay razones para tener misericordia contigo?, por Dios, eres más imbécil de lo que creí.-se separó brevemente, sólo para acomodar sus mangas para no mancharlas tanto.
-P-por fav-vor...-rogó por última vez Nam, a nada de caer desmayado debido al intenso dolor en su mano.
-No, muérete.-y con una sonrisa tétrica, Jeon tomó un cuchillo aún más grande y afilado que el anterior.
Yoongi cerró los ojos fuertemente, cuando notó que la situación se tornaría horrible y repulsiva a más no poder; no soportaría ver todo lo que Jungkook le haría a su compañero de celda.
El peli rosa clavó el segundo cuchillo, justo por debajo de la clavícula de Namjoon, provocando una herida alarmantemente profunda.
Ignorando por completo los gritos desesperados del chico, Jeon comenzó a deslizar el filo hacia abajo, abriendo de éste modo el cuerpo a su gusto.
Hizo un corte profundo a todo lo largo del abdomen, importándole muy poco cuantos órganos había dañado; la sangre brotaba por la extensión de la herida, escurriendo a los lados del chico y llenando la mesa de líquido escarlata. Pero no, Jungkook no se detuvo ahí.
Dejó el cuchillo a un costado, riendo divertido ante los incesantes gritos y jadeos agonizantes de Namjoon, quien a penas y seguía consciente; con sus manos, el peli rosa sujetó la piel y carne abierta, jalando ambos extremos de aquella cortada.
Literalmente, abrió el abdomen de Namjoon con sus manos, dejando sus órganos expuestos, y observando con detenimiento como éstos, aún con evidentes heridas gracias al cuchillo, seguían luchando por funcionar.
-Que curioso... Sí tienes corazón.-soltó burlón, mientras su víctima se desgarraba la garganta por tanto gritar.
¿Fue suficiente?, para Jeon no.
Pues como toque final, con el mismo cuchillo antes usado, se dispuso a cortar una última parte del moreno.
Con cuidado, Jungkook desabrochó el cinturón de Kim, bajando sus prendas sólo lo necesario para su cometido; pensó que él se merecía un poco más de sufrimiento antes de morir, así que se apresuró.
Sintiendo algo de asco, sacó el miembro de Namjoon, sujetándolo firmemente para que éste no se encogiera o algo similar; escuchó como el chico jadeó inconscientemente ante la acción, y Jeon sólo soltó una pequeña risita.
-No lo puedo creer, ¿aún tienes sensibilidad en ésta cosa?, pensé que te importaría más el dolor de tener el cuerpo abierto de par en par.-comentó el peli rosa con burla.
Por supuesto, no recibió respuesta alguna, Kim ya no podía unir palabras para formar frases.
Y sin avisar ni dudarlo, Jungkook apretó el pene entre su mano izquierda, y apegó el filo del cuchillo justo a la base de éste; aquella zona se tensó al instante, y facilitó así la siguiente acción.
Jeon cortó el miembro al raz de la pelvis, haciendo movimientos de cierra como si de una verdura se tratara. Escuchó como Namjoon gritó nuevamente con mucha fuerza, y logró ver como su corazón se aceleró al punto de una taquicardia.
Era demasiado dolor, todo al mismo tiempo, y finalmente, el cuerpo de Kim ya no logró resistir más.
Cuando Jungkook separó totalmente el miembro de su lugar, los órganos del chico se detuvieron, y su corazón se paró en seco después de haber latido con tanto ímpetu. Los ojos de Namjoon quedaron abiertos, con las pupilas mínimamente visibles, y con algunas lágrimas aún terminando de salir; su boca entreabierta y seca, expulsando delgados hilos de sangre por las comisuras; y sus extremidades colgando a los lados de la mesa, todavía mostrando leves espasmos.
Jungkook sonrió enormemente, y soltó la pieza de anatomía que tenía en la mano.
Su tortura había sido un éxito total, pues Namjoon estaba muerto, y había sufrido un dolor inimaginable durante varios eternos minutos.
-¿Viste eso gatito?, ¡lo maté!-festejó el peli rosa, girando su atención a Yoongi.
Min tenía las manos en su rostro, cubriendo por completo sus ojos mientras temblaba y sollozaba de miedo. Aunque quisiera hacerlo, no logró contestar la pregunta de su captor, y éste lo obligó a responder.
Caminó hasta la escalera, y lo tomó fuertemente de las muñecas, haciéndolo reaccionar de su shock.
-Ven acá, mira.-Jeon lo forzó a levantarse, y Yoongi no tuvo más alternativa que no retroceder.
-Esque... Y-yo no...-tartamudeó el peli negro, tratando de no enfocar su vista al cadáver sobre la mesa.
Fue imposible no ver la tan horrible y asquerosa escena, sus ojos lo traicionaron y acabó apreciando de muy cerca todo lo que Jungkook había hecho.
-¿Qué tal eh?, nada mal para mi primera tortura completa.-comentó emocionado, sacudiendo a Yoongi mientras lo tomaba de los hombros. Mostrándole su crimen como si fuera una obra de arte.
-G-genial... ¿P-puedo... Vomitar?...-pidió Min con las náuseas creciendo en su garganta, y los ojos más abiertos que nunca debido al enorme shock que le provocaba la imagen.
-Ash, de acuerdo.-Jungkook lo soltó, y el peli negro inmediatamente corrió a la esquina del sótano más cercana, vomitando sin remedio-Que nena...
Un rato después, luego de que Yoongi se calmara y vaciara por completo su estómago, Jungkook prosiguió con la siguiente parte de su cometido.
-Pobrecito... Ya sé, me ayudarás con algo fuera de aquí, así dejas de ensuciar de más mi sótano, ¿de acuerdo?-dijo suavemente Jeon a Yoongi, éste sólo asintió algo débil-Subirás a la cocina, y lavarás la licuadora, cucharas, tazones... Ah, y necesito que tengas listas las cantidades requeridas para la receta que les conté.
-Dijiste que las cambiarías... ¿Cuáles son los números exactos ahora?...-preguntó Min, viéndose más pálido que de costumbre.
-Dejé una lista en la mesa de la cocina, ahí dice todo.-sonrió levemente-Y, gatito... Las ventanas y puertas tienen llave, no intentes escapar, porque te encontraré... ¿De acuerdo?
Yoongi tenía mil ganas de salir corriendo a la calle, llamar a la policía y vivir escondido el resto de su vida. Pero, después de lo que había visto hacia unos minutos, prefería obedecer y no hacer nada estúpido, porque al menos había conseguido sobrevivir, y no deseaba de ninguna forma desaprovechar esa enorme oportunidad.
Así que sólo asintió, y Jungkook subió con él las escaleras para abrirle la puerta. Jeon lo vigiló desde la entrada del sótano, y cuando vio que Min entró a la cocina directamente, regresó con el cadáver.
-Así sí te ves lindo, y te verás mejor cuando seas un pastelito.-sonrió emocionado, mientras buscaba los utensilios necesarios.
Tomó el mismo cuchillo grande de antes, y el tenedor de dos picos que había llevado por si acaso; sin esperar más tiempo, inició su segundo trabajo, extirpar los órganos que usaría en su receta.
Con el tenedor los sujetaba, mientras que con el cuchillo cortaba cada unión que éstos tuvieran entre sí o con el cuerpo, para finalmente sacarlos de su lugar con cuidado. Extirpó el corazón, hígado, pulmones y riñones; el resto, solamente lo picó repetidas veces sin quitarlos de la cavidad, dejando todo lleno de perforaciones.
Cada órgano que sacó, lo colocó sobre la tela de la playera de Namjoon, la cual había quedado rota y tendida en la mesa; igualmente, tomó el miembro que cortó anteriormente, dejándolo junto a sus demás "ingredientes", pues creyó que quizá lo podría usar también.
Le tomó unos diez minutos tenerlos listos para lavar y preparar.
Ahora sólo restaba pensar cómo esconder todo el demás cuerpo del chico, y no tardó tanto en saber la respuesta.
Cortó todos los dedos de Kim, de manos y pies; también retiró sus testículos, pensando que tal vez de ahí se podría sacar ADN y no quería arriesgarse; y finalmente, demoró más, pero también le quitó la cabeza completa.
Agradeció tener un cuchillo de cierra consigo, pues éste le sirvió para cortar como un simple pan duro todo el cuello de Namjoon; inició de izquierda a derecha, usando toda su fuerza para romper correctamente el hueso de la tráquea y columna cervical, y separando lentamente el cráneo del cuerpo inerte.
Suspiró por lo bajo, ya que él hubiera deseado ver como la sangre brotaba a chorros por la yugular y carótida al cortarlas... Pero en fin, "gajes del oficio", pensó.
Capítulo dedicado a TumishaSioSi y JohanaGuadalupe5, por seguir la historia tan de cerca.
Hoy se sube otro capítulo seguro, estén atentos.
Por cierto, ¿les pareció bien el gore?, creo que voy mejorando Jsjsj.
Los amo❤
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