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02

El centro comercial estaba en las penumbras. La soledad se sentia incluso más fuerte que antes.

Arisu y Kira estaban acompañandose el uno al otro mientras luchaban con los pensamientos más negativos que podían entrar en sus mentes.

- Arisu. - la voz de Kira se escuchaba temblorosa. Kira nunca fue una chica insensible o demasiado serena, sin embargo, al entrar a la version macabra de Tokyo sus sentimientos se apagaron dejando mostrar solo una pizca de lo que fue un rostro feliz.

- Dime.

- Arisu, creo que es hora terminar con esto. - Kira no pudo evitar balbucear, estaba demasiado temblorosa y nerviosa como para poder sonar decidida. No lo estaba. La cobriza al ver la expresión de duda en el rostro de Arisu, decidió continuar. - Me referio a que no mereces que yo te mantenga atado a mi y se que has notado que las cosas entre nosotros están más tensas que nunca, y creo que esta situación me esta comenzando a superar. ¿Sabes? No quiero arrastrarte a ti y a los demás chicos conmigo, se que les haré mal y seré una carga innecesaria así que llegue a la conclusión de que es mejor para todos que nuestros caminos se separen.

No hizo pausas, no dudo en ningún momento, pero en sus adentros estaba sufriendo pues sabía que probablemente moriría en el primer juego al que se enfrentara sola.

Pero ella haría todo para que Chōta, Karube y Arisu sobrevivieran, incluso si eso incluía su propia muerte como consecuencia necesaria.

La mirada de Kira se mantuvo siempre en un punto fijo durante todo su discurso, hasta que por fin decidió cerrarlos y alejarse de Arisu para tomar camino a el próximo juego.

- ¡Pero que dices, Kira! - Arisu evitó la ida de Kira cuando tiro de ella tomando su mano. - Kira no puedes terminar lo nuestro así. No puedes dejarme, por favor no lo hagas.

Una pequeña lágrima deslizándose por las mejillas ahora pálidas de Kira fue lo que logró percibir Arisu entre la oscuridad de la noche.

- Por favor perdóname.

Fue inevitable no sollozar. Ambos ahora lloraban, pues sabían que ese ya era un adiós definitivo.

- Te amo, Kira.

Kira no respondió, pues ella ya no correspondía aquel sentimiento expresado por Arisu.

Ahora la cobriza no podía mirar atrás, pues ya no había vuelta atrás.

...

Kira maldecía el momento en que decidió ponerse una falda tan corta que necesito ponerse un short negro para que no se llegara a ver nada.

Ahora le seria mucho más difícil superar los juegos o incluso caminar por las oscuras y frias calles del Tokyo nocturno.

Por fin llegó a un edificio grande, donde ya había bastante gente ingresada en el juego. Su expresión de poco amigos y el maquillaje negro y levemente corrido que estaba alrededor de sus ojos le daba un toque desalineado que provocó rechazo entre las personas.

Pronto un chico con expresión asustadiza trato de acercarse a ella para buscar explicaciones.

- Aléjate de una puta vez. - un empujón que resultó ser un poco más fuerte de lo que Kira pretendía dejó a el chico de la gorra postrado contra la pared. Este expresó aún más su miedo dando un pequeño sollozo. - Maldita sea. - masculló.

Una chica de aspecto atlético y cabello corto entró, tomando uno de los teléfonos y mirándolo con atención. El chico de gorra volvió a acercarse pero esta vez a la chica recién llegada, siendo interrumpido por la intromisión de un hombre alto y visiblemente fortachon.

Inestable pero fuerte físicamente.

Para Kira era inevitable no escanear a las personas y tratarlas de descifrar como si se tratara de un acertijo. No tardo en llegar a la conclusión que ese hombre de aspecto serio sería de utilidad pero no de confianza.

Kira no duró mucho tiempo analizando a las personas a su alrededor, pues las voces de Arisu y Karube no tardaron en hacerse notar a sus espaldas. Por un tiempo Kira actuó reacia a la idea de encararlos, pero le fue imposible serle fiel a su plan al notar el contacto confiado del brazo de Karube pasando por sus hombros.

- Hola, bella.

Sentía una mirada penetrante desde que entró al juego y era evidente que no se trataba de alguno de sus amigos. Ignoró completamente las palabras de Karube y las miradas de tristes de Arisu para escanear a todas las personas en la habitación, hasta que su mirada colisionó con los oscuros ojos de un hombre con cabello blanquecino.

Una pequeña sonrisa apareció en los labios del chico, dando una sensación de calma a Kira.

Sereno, astuto, inteligente y seductor.

Ese tipo de personas no eran las favoritas de Kira, prefería a las más expresivas e ingenuas así podría descifrarlos y manipularlos con más facilidad. Pero ese tipo definitivamente era todo lo contrario, era claro que le daría problemas.

Su batalla de miradas se vio interrumpida por la voz fastidiosamente robotica que explicaba todo lo que necesitaba saber sobre el juego. Pronto Kira se sacó de encima el brazo de Karube, dejándolo desconcertado, para poner atención a absolutamente cada palabra que podía ser dicha por cualquiera de las personas que se encontraban ahí.

La fastidiosa voz de un hombre con sombrero se hizo escuchar, explicándoles el significado de los símbolos y números mencionados, sin duda una información valiosa sin embargo en ese punto todas las voces y ruidos le resultaban totalmente fastidiosos.

Ese era un juego de Picas, lo que significaba que era cuestión de tener condición física, sin embargo, eso era algo de lo que carecía Kira completamente. Los únicos deportes que había llegado a practicar eran ajedrez y tiro al blanco con armas.

Si no tenía un arma en mano no sería para nada eficiente.

Así que Kira llego a la conclusión que debía por lo menos tener una buena estrategia: iría al lugar donde tuviera una visión extendida, donde pudiera ver quien muere y por lo tanto donde estaba el cazador.

Era hora de empezar con el maldito juego.

...

Chishiya

Absolutamente todos se veían como personas que fácilmente morirían. A todos les faltaba inteligencia como para hacer una buena estrategia para sobrevivir.

Ahora tenía grabado el rostro de una de las chicas que había entrado al juego. Su cabello largo y rojizo me llamó la atención, pero más me llamó la atención su agresividad, más aún cuando actuó completamente calmada ante el tacto tan confianzudo del chico ¿Karube? O así lo había llamado el otro chico.

¿Se conocían?

Eso no importaba, ni siquiera entendía porque ahí mismo estaba preguntándome ese tipo de cosas. Pensar tanto en esa chica y sus acciones me hicieron caer en cuenta de que aquella chica no la había visto desde que entramos en el edificio.

¿Donde estaría? Probablemente estaría tratando de esconderse o simplemente trato de irse y murió por los láser.

Lástima, tal vez hubiera tenido potencial.

- Todos se ven como gente que va a morir.

- Incluso tu.

Me tomó por sorpresa la respuesta, reconocí la voz como la voz de la chica que aún seguía en mi cabeza.

- Todos llegaremos a morir, aquí o en algún otro juego. Ya no importa, todos tendremos el mismo destino.

La chica se posó a mi lado, en ese momento note la diferencia de altura. Yo era un poco más alto que ella. Pero no solo note eso, sino que también vi sus ojos; ya no estaban tan llenos de furia como antes de comenzar el juego, ahora eran más inexpresivos e inundados en la tristeza.

- ¿Cuál es tu nombre? - Su mirada dejo de mirar a los dos chicos que la habían estado mirando desde abajo. El de cabello negro la miraba con intensidad y el de cabello rubio con preocupación. Definitivamente se conocían, pero se notaba el conflicto que había entre el pelinegro y la chica de cabello rojizo.

- Kira. - sus ojos avellana se cruzaron con los míos, viéndome con una mirada inocente o eso aparentaba.

- Chishiya. - le dije mi nombre sin que ella lo pidiera pues para mi se sintió casi como una necesidad. - ¿Los conoces?

Mi cabeza apunto a los chicos que la miraban. Ella solo los volvió a ver durante un segundo y solo asintió.

- Arisu probablemente sobreviva.

No sabía quién era Arisu, pero en la forma que Kira había dicho su nombre, supe que la intensidad y el sentimiento en sus ojos no eran normal.

- No lo creo.

El chico se veía muy asustadizo. No sobreviviría si no era inteligente.

Kira se mantuvo en silencio, no dijo nada, solo disfruto de la incertidumbre.

Cuando la voz en los teléfonos anunció el inicio del juego, Kira se posicionó incluso más cerca de mi.

Las escenas que ambos comenzamos a contemplar eran macabras, gente muriendo por doquier, pero ella extrañamente lucia entretenida hasta llegar al punto de soltar una pequeña risilla burlona cuando el hombre de sombrero murió.

Su cuerpo se tensó completamente cuando Karube y Arisu se vieron en peligro, pero al parecer el tal Arisu era suficientemente inteligente para saber que no debía ni Karube ni él seguir al hombre de sombrero o sino toparia con el mismo destino.

- El cazador tiene poca vista debido a la máscara.

Kira habló por primera vez desde que el cazador salió.

Tenía razón, una suposición bastante inteligente.

Al parecer el tal Arisu llegó a la misma conclusión pues comenzó a correr y gritar un plan para que todos salieran de allí en equipo.

- Sí, es una buena idea... pero nadie ayudaría.

Era lo más obvio, todos aquí se habían convertido en personas egoístas pues necesitaban buscar primero su propia supervivencia.

- Todos aquí son egoístas, pero tal vez trabajen en grupo porque es la única manera de sobrevivir a tiempo. - ahora que lo decía ella, podría haber una pequeña probabilidad de que todos cooperaran. - Pero creo que me mantendré observando.

Ella sabía perfectamente que tenía esa duda. ¿Acaso ella iría a ayudarles? Pero ahora se adelantó a mi pregunta.

- Y también se que tu no iras, por lo menos no ahora, Chishiya.

Mi nombre se había escuchando increíblemente interesante saliendo de sus labios y acentuado por su voz.

Deje mi ensoñación, no había tiempo para eso, así que solo le asentí.

- Escaladora... es muy buena.

- Si que lo es.

Me sorprendió ver como Arisu se detuvo por un momento y gritó el nombre de mi acompañante, llamando su atención por completo.

- Kira, el cazador tiene un arma. Usalá.

- ¿Con que buena con las armas? - mi mirada se enfocó en ella, escaneando sus expresiones. Parecía haber entendido perfectamente la razón por la que el pelinegro le dio aquella información, no obstante decidió ignorarlo por completo con desagrado.

- Estúpido. - sólo masculló rodando los ojos. Entendía su desagrado, pues la estaban comprometiendo de inmediato en un plan que ella nunca dijo que estaría dentro. - 6 minutos.

Fue lo único que dijo antes de desaparecer por los pasillos.

- Oye, Kira. - ya no la veía, solo podía escuchar como el sonido de sus pasos cesó. - Ojalá y sobrevivas.

Se asomó por detrás de una pared, con una expresión totalmente calmada. - Morir ya no es una opción.

...

Kira

Realmente no puedo creer que me meteré en ese estúpido plan, maldita sea la hora en la que decidí no solo pudrirme junto aquel chico misterioso en el piso más alto.

Mágicamente encontré un arma, tenia pocas balas así que debía ser sabía a la hora de usarlas. Podía escuchar la batalla, y sabía que Karube y Arisu estaban allí, por esa razón me apresure aún más para llegar junto a ellos.

- Arisu. - el pobre parecía estar en pleno ataque de nervios, forzando su mente a pensar. - Arisu, cálmate.

El chico solo me vio y corrió para alcanzar mis labios. Después de aquel beso que solo duró unos segundos pues no lo correspondí, decidí ayudarlo para solucionar toda esta mierda.

- Arisu, piensa. Piensa donde fue que se dedicó más el cazador por proteger, donde actuó más desesperado.

Mis palabras lograron hacerlo atar cabos. Arisu solo asintió.

Con ese gesto quede completamente satisfecha y procedi a irme al lugar donde luchaban con el cazador.

Llegue a la lucha justo cuando el que parecía ser un machete del cazador alcanzó la carne del costado de Karube y también la cara del hombre grande.

Tanto el hombre grande como el cazador se envolvieron en una pelea, en la que el hombre estaba con todas las de perder.

Solo respire profundo, apunte y apreté el gatillo.

El cazador había muerto al instante por una bala en la cabeza.

Pronto me apresure a auxiliar a Karube, quien respiraba con dificultad.

- Gracias. - El hombre grande habló desde mis espaldas. - Soy Aguni. - Dijo extendiendo su mano.

Tome su mano.

- Kira.

Pronto todos en la habitación notamos que la cuenta regresiva se detuvo.

"Juego terminado, felicitaciones."

Esa voz ya me comenzaba a causar satisfacción pues significaba que lo había logrado una vez más.

Estaba viva.

Se viene el momento de llorar.

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