SWEET
Park Jongseong, es un alfa muy conocido en Seúl, tiene todo lo que una persona puede llegar a desear, pero lo que más le importa, es la vida que lleva al lado de su amado Omega Sim Jaeyoon.
Casados ya hace tres años, Jaeyoon siempre se ha preguntado; ¿Cómo es que Jongseong lo soporta?
Verán, desde que se conocieron, Jongseong siempre ha demostrado ser un Alfa diferente, es dulce, tierno, amable, cariñoso y muy atento con su pareja; por otra parte, Jaeyoon, apenas deja salir su lado dulce, tierno y cariñoso con su pareja, aún estando casados es un poco difícil para él.
–Jaeyoonie– llama Jongseong, Jaeyoon voltea para verlo y se preocupa un poco por el estado de su esposo, su rostro está algo demacrado y su nariz un poco roja. –Cariño, ¿Has visto mis cosas?–
–Jongseongie, ¿Te encuentras bien?– algo que Jaeyoon sabía era que a Jongseong no le gustaba que le respondieran con otra pregunta, pero con Jaeyoon esa sensación de molestia desaparecería debido a la mirada severa que tenía el menor.
–Es sólo un resfrío, ya se me pasará– sonríe el mayor, –Por cierto, ¿Me podrías traer una pastilla para el dolor de cabeza?–
–No, deberías ir al médico antes de ir a trabajar– acota Jaeyoon sonriendo –Así que deberías apresurarte si es que no quieres llegar tarde–
Jongseong bufó para después sonreír, tal vez su familia siempre le diga: ¿Qué viste en un Omega que nunca te atenderá?
Pero precisamente eso era lo que veía, Jaeyoon no era el típico Omega que se dejaba mandar ni intimidar por nadie, menos por su Alfa, era severo cuando tenía que serlo y algo cariñoso de vez en cuando; sabía que no debería pensar en ese tipo de cosas debido al lazo que establecieron, pero desde hace mucho que deseaba formar una familia con Jaeyoon, anhelaba sentir a su cachorro en su vientre, para después criarlo, cuidarlo y atenderlo, pero Jaeyoon aún no se sentía preparado.
O al menos eso pensaba Jongseong, ya que en los últimos celos del menor él se había cuidado bajo la petición de Jaeyoon, su Omega le había dicho que aún no quería tener cachorros, no por el momento.
Jaeyoon sintió aquel pesar de su Alfa a través del lazo, pero no podía cambiar de opinión, tener cachorros significaba una responsabilidad enorme, sabía que no lo haría solo y que Jongseong cuidaría de él; pero de igual manera, Jaeyoon era quién no se sentía preparado aún, sentía que todavía les faltaba tiempo de vida juntos y que debían disfrutar sus años de juventud para después hacerse cargo de sus cachorros.
–Park Jongseong, si no dejas de pensar, ahora mismo subo y te bajo a jalones yo mismo–
–Desde hace un minuto que estoy aquí– sonrió sabiendo que su esposo no lo veía –Bueno, ya me voy cualquier cosa me ll...–
–No necesitaré llamarte, creo que es mejor que no salgas y te quedes en casa–
Bien, por primera vez en todo el tiempo desde que conoce a Jongseong lo ve tan enfermo, sus ojos habían empezado a lagrimear y su nariz se estaba empezando a poner más roja de lo normal, su rostro estaba pálido y sus ojeras estaban empezando a aparecer.
Jongseong no se encuentra bien.
–Cariño, no me siento tan mal– su voz estaba empezando a sonar ronca –Ven, deja que te dé un besito–
–Aléjate virus andante– Jaeyoon pone sus dos manos en el pecho de Jongseong, evitando así que éste se acerque y nota que no sólo se ve mal, sino que su respiración está algo agitada y además siente que su Alfa esta caliente.
–Borra esa sonrisa de bobo que tienes, ¡Estás ardiendo!–
–Sé que soy ardiente, gracias por decirme eso bebé–
Aparte de tener una fiebre alta, su Alfa empezó a delirar.
–Volvamos a la habitación, hoy no irás a trabajar–
–Las rosas son rojas, el cielo es azul, lo que Jaeyoonie tiene es todo mi corazón– bien, eso fue demasiado cursi, además de que el Alfa no dejaba de reír; Jaeyoon sonríe tomando a su esposo de la cintura y haciendo que éste pase un brazo alrededor de su cuello.
–¡Viva! Jaeyoon, es mi bebé–
–Jongseong, si sigues hablando te tiraré al piso– y es que el Omega no era muy fuerte que digamos, así que llevar a un Alfa en un colapso de gripe, le estaba costando trabajo.
–¿Me quieres tirar en el piso? Jaeyoon aún es muy temprano, además creo que se me acabaron los preservativos, pero no te preocupes igual y lo hacemos–
Jaeyoon se sonrojó tanto que incluso él parecía el enfermo, soltó a Jongseong haciendo que éste cayera al piso.
–¡¿Por qué tienes que ser tan mal pensado y pervertido?!- chilló el Omega tratando de matar a Jongseong quién aún lo miraba aturdido desde el piso.
–Cariño ¿Desde cuándo creciste tanto?–
–¡Jongseong!–
Subirlo por las gradas fue todo un problema, más que nada por el hecho de que el Alfa no dejaba de molestar a su Omega haciendo que le den ataques de ira.
–Lo importante es que ya estás en cama y estás con poca ropa para aguantar la fiebre– dijo Jaeyoon y Jongseong lo miró de manera seductora ...
–¡No!–
–Igual ni quería– Jongseong se cruzó de brazos haciendo un puchero, Jaeyoon no sabía mucho sobre tratar resfríos, pero haría lo que su mamá hacía cuando él se enfermaba de pequeño –¿A dónde vas?-
–Te prepararé una sopa, tomarás las pastillas que calmarán tu dolor de cabeza y fiebre y luego te dormirás–
Jongseong asintió, Jaeyoon salió de la habitación para así poder ir a preparar la sopa para su esposo.
Lo bueno de vivir y estar casado con un Chef de prestigio, es que Jongseong le había enseñado a cocinar algunos platillos; así, ni él ni Jaeyoon morirían de hambre, más que nada Jaeyoon que antes de conocerlo sobrevivía comiendo ramen instantáneo.
Después de una hora de preparar la sopa y un té con limón y miel, Jaeyoon lleva todo en una bandeja, su esposo lo está esperando en cama.
Jongseong prueba la primera cuchara de sopa, se arrepiente un poco de haberse adelantado ya que le falta algo de sal, pero ver el rostro sonriente y orgulloso de su Omega hace que guarde su crítica y mienta.
–Mmm está delicioso–
Jaeyoon asiente orgulloso; con un gesto, le ordena que se acabe toda la sopa; Jaeyoon sabía que le faltaba sal, incluso lo había hecho a propósito, sólo quería ver la reacción y acción de su esposo.
El pequeño Omega se alegra al ver que su Alfa lo ama tanto que es capaz de mentir sólo por hacerlo sentir bien y no herir su orgullo.
–Listo–Jongseong deja el plato en la mesita de noche, tose un poco y Jaeyoon se preocupa mucho más –Dame la pastilla cariño–
–Sí– Jaeyoon agarra la taza de té con limón y miel y la pastilla entregando ambas a Jonseong, quién se lo toma todo de inmediato.
–Yo creo que con esto mejorarás, ahora te dejo descansar–
–¡No!–Jongseong hace un puchero –Quiero que mi enfermero me mime– le dice con voz de bebé.
–Jongseong, no–
Los ojitos de cachorro regañado eran su debilidad y perdición; es más, viniendo de un imponente y altivo Alfa como Jongseong mandaba todo al diablo ante tan adorable acción.
–Te odio por conocer mi debilidad–gruñe entre dientes –¿Qué quieres que haga?–
–Acuéstate a mi lado– Jaeyoon no tiene otra opción más que obedecer, Jongseong se acomoda mejor en su cama y abre la colcha para que Jaeyoon entre, –Ven, sabes que no muerdo, a menos que me lo pidas–
–Si no te callas haré de tu vida un infierno–
–Ya ven échate– Jongseong parece muy entretenido con esto, pero, su sonrisa se borra un poco cuando Jaeyoon se aleja de él, no le queda otra que acercarlo y abrazarlo.
–Oye suelta, no quiero que me contagies– lo cierto era que la fiebre ya había bajado, la voz de Jongseong ya no se oía tan ronca y su rostro estaba recuperando color.
Verlo así con los ojos cerrados y sonriendo mientras lo abrazaba hace que el Omega frote su cabeza en el pecho de su esposo disfrutando del aroma a Chocolate Amargo y Vainilla que el Alfa poseía.
Una buena siesta y seguro estará mejor, ambos quedaron dormidos, abrazados el uno al otro con cariño.
Horas más tarde, Jaeyoon siente que ya no puede aguantar el calor que emana del cuerpo de Jongseong, pero su lobo interno le pide a gritos al Alfa, algo totalmente irracional y contradictorio ya que el Alfa en teoría se encuentra a su lado; sin embargo, al voltear, nota que su Alfa no está con él.
Jaeyoon no entiende por qué siente ese terrible calor, ni tampoco entiende por qué su lobo interno desea tanto a su Alfa; desesperado, empieza a olfatear las almohadas y la colcha, el aroma de su Alfa se encuentra impregnado en éstas y por instinto comienza a frotarse en las telas, necesita su aroma, lo desea.
Jongseong se encuentra terminando de darse una ducha, el hecho de que su esposo Omega lo haya cuidado durante el día hace que su corazón lata a mil por hora, ama a ese adorable y gruñón Omega, siente que sin él en su vida, la misma no tendría sentido alguno.
Al abrir la puerta del baño, percibe un fuerte aroma que lo golpea dejándolo más que aturdido, el aroma a Caramelo y Rosas de Jaeyoon se hace cada vez más fuerte e intenso, atrayéndolo como si fuera el imán más potente.
Jaeyoon había entrado en celo.
Se acerca a su habitación a paso lento, el periodo de celo de su Omega duraba entre tres hasta cinco días y había olvidado comprar supresores y preservativos desde la última vez; Jongseong lo sabe bien, Jaeyoon lo matará si es que llegan a intimar sin la debida protección.
–Alfa– un susurro suave se escucha, Jaeyoon tenía un tono de voz un poco grueso y grave para un Omega, pero durante su celo, el Omega se asemejaba más a un pequeño cachorro sumiso ...
–Alfa–
Jongseong sabe que si entra a su habitación está perdido, no podrá resistirse y decirle que no a su amado Jaeyoon, pero el pequeño Omega le dijo que no estaba listo para ser padre, el Alfa está en una encrucijada.
Entra aún con la toalla rodeando su cintura, Jaeyoon lo espera listo y con la respiración agitada sólo la colcha cubre a medias su pequeña y delicada figura.
Todo juicio de razón se perdió al verlo, Jongseong manda al diablo su sentido común, nada ni nadie impedirá que consienta a su Omega.
–Alfa, Yoonie te necesita–
Un mes después:
Jaeyoon se siente mal y se indispone por tercera vez en lo que va de la mañana y no sólo eso, desde la última vez que sus padres los fueron a visitar dejaron algunas prendas a pedido del Omega y por extraño que suene, había amontonado éstas prendas para acomodarlas en su habitación y en su cama, mezclándolas estratégicamente con sus prendas y las de Jongseong.
¿A qué se debía eso?
–Jaeyoonie– Jongseong toca la puerta, hace dos semanas que su Omega se había escondido en su habitación negándole la entrada –Abre por favor–
–No, no quiero– sonaba molesto, pero en realidad está asustado, tiene miedo de que Jongseong destroce lo que sea que ha construido con las prendas, no quiere que nadie se acerque, sólo quiere protegerse.
–Bebé, vamos no me tengas miedo, sal a comer– Jaeyoon parece pensarlo, no tendría nada de malo salir a comer con su Alfa, no saldría de su casa, sólo sería un momento y ya.
Jaeyoon abre la puerta, Jongseong lo abraza una vez que su Omega la cierra, lo primero que siente es el fuerte aroma a Caramelo y Rosas que emana de Jaeyoon; sólo que, esta vez se siente diferente, se siente aún más dulce que de costumbre.
–Me alegra que salieras– Jongseong le sonríe y Jaeyoon corresponde, –Ven cariño, preparé tu comida favorita–
–Pero creí que hacías pizza o pasta– Jongseong se sorprende de sobre manera; por lo general, el Omega no comía pasta, salvo sea de ramen instantáneo y comía pizza rara vez y no como primera opción; que su esposo pida ese tipo de comida, le resultaba totalmente extraño.
–¿Te sientes bien?, ¿Eres el Sim Jaeyoon que conozco?–
–Bobo, tengo hambre quiero pizza– si, si era su gruñón Jaeyoon.
–Vale, creí que querías carne–
–Nope, quiero pizza con piña–
Su comportamiento lo estaba asustando, a Jaeyoon no le gusta la pizza con piña, piensa que es una aberración al igual que el helado de menta con chocolate; si embargo, optó por llamar a una pizzería sin discutir más sobre el asunto, después de todo, consentir a su Omega es lo que más feliz lo hace.
–Si una pizza Hawaiana grande, gracias–
Jaeyoon se dirige a la sala donde tienen un espejo de cuerpo completo y le es inevitable no pensar que está engordando, su estómago se había hinchado un poco desde hace algunos días.
–Jongseong– llamó, –¿Te parece que he engordado?–
–No mi amor, sigues siendo un palo como siempre–
–¡Oye!–
Sabía que todo lo que decía lo hacía por hacerle perder la paciencia, Jongseong era demasiado bromista con él y el hecho de que no le diga la verdad lo molestaba.
Se tocó el estómago, notando que estaba algo duro, se paró de perfil para verse mejor y empezó a tocar curioso esa parte, se sentía extraño pero a la vez se sentía especial hacer eso.
Jongseong lo observa con atención oculto desde la puerta, está muy seguro de lo que está sucediendo con su Omega, después de tres años de matrimonio, al fin serán padres.
-Jaeyoonie, creo que si engordaste un poco–
Jongseong se acerca para abrazar a su esposo, tocando su vientre de la misma manera que él había hecho antes, Jaeyoon no entiende porqué el tacto de Jongseong se siente tan reconfortante.
–No sabes cuánto esperaba esto– susurra en su oído.
–¿Qué cosa?– Jaeyoon no entiende a qué se refiere, más su Alfa se ve seguro y confiado de su afirmación, el Omega se preocupa mucho más al ver la sonrisa que siempre pone su Alfa cuando le pide que tengan cachorros...
–No, Jongseong, no–
–Sí cariño, estás en cinta– y Jongseong tiene que correr por su vida, temiendo no poder conocer a su cachorro si no lo hace.
–¡Park Jongseong, te voy a matar!–
Jaeyoon tendrá que llevar en su vientre a su primer cachorro con su amado Park Jongseong y aunque parece que quiere matar a su Alfa, lo cierto es que en el fondo se siente muy feliz por ello.
FIN
❤️🌻🥰Hola besties, quiero agradecer
a @CrazyxHopeMin
por permitirme adaptar esta linda historia, si quieren leer la original y otras historias muy buenas pueden encontrarlas en el perfil de ARMY_SeokHyung
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