-Episodio 5 ;;
Pero de repente siente como lo suelta, le habían disparado al monstruo, y al hacerlo, este cortó el largo ojo, haciendo que cayera en el piso, miró a su lado y vio el ojo disecándose. Se levantó del piso y se dirigió a la ventana, al ver por esta, vio que era una persona del apartamento de al lado, con una muleta en las manos, con eso le había disparado.
"No hagas ruido, te escucharán".
"El monstruo todavía no ah muerto".
Bangchan miró hacía abajo y vio el cuerpo de aquel monstruo moviéndose.
"¿Quieres salvar a los niños?".
Soyeon: No papá, ¡No por favor! - Dijo llorando.
Este le hizo caso omiso, su aliento olía a alcohol. Comenzó a desabrochar su cinturón y a quitarle la ropa a Soyeon, esta lloraba y le suplicaba que no lo hiciera. Lo peor de todo era que su mamá estaba justo en el cuarto de al lado, y no decía ni hacía nada, cuan miserable se sentía Soyeon.
Ella no sabía que había echo para que la tratase así, si era un alumna e hija ejemplar, entonces, ¿Que había echo mal?, ella no tenía ni la más mínima idea. Todo comenzó cuando ella tenía 9 años, su "Padre" la tocaba cuando ella dormía, ella le decía a su mamá pero esta nunca hacía nada, todo fue evolucionando y ahora el la violaba, el era un alcohólico que abusaba verbal, física y sexualmente de su hija.
Los ojos de Soyeon estaban rojos y su intimidad comenzó a doler al sentir a su "Padre" dentro de ella. Después de unos minutos, el se corrió fuera de ella y se fue dejándola sola en la habitación, adolorida, no solo físicamente, también emocionalmente.
Lo que mas odiaba de todo eso, era que seguían teniendo que aparentar ser una familia "Perfecta", habían muchas comillas dentro de la vida de Soyeon.
Soyeon tenía un gran rencor y odio a su padre, por lo cual decidió meter una denuncia. Esperando que su madre estuviera a favor de ella en la tribunal, pero no fue lo que pasó.
Juez: Señora Jung Jugyom, usted dice que es un testigo, ¿No? - Le preguntó.
Jugyom: Así es.
Juez: ¿Puede dar su testimonio?
Jugyom: Esto es falso - Al escuchar eso, los ojos de Soyeon se cristalizaron - Nunca vi a mi esposo agrediendo a Soyeon de ninguna forma. Sí tomaba, pero no era alcohólico. Además, Soyeon no tiene ninguna prueba.
Soyeon: ¿¡Porque mentiría!? - Gritó alterada con los ojos llenos de lágrimas.
Jugyom: Tú siempre quisiste atención - Dijo con indiferencia.
Juez: Bueno, como no hay testigos ni pruebas, declaro al señor Jung Jungseok inocente - Dijo y dejó sonar su martillo.
Ese día, decidió dejar todas sus comodidades en la gran casa que vivía para mudarse a verde hogar. Se propuso tomar venganza por su propia cuenta, con sus propias manos.
Hyunjin: ¿Soyeon?, ¡Soyeon! - Dijo tratando de llamar la atención de la menor.
Soyeon: Lo siento - Se disculpó.
Los tres chicos se encontraban en modo de alerta, pero Soyeon cayó al piso por un fuerte dolor de cabeza. Jisung y Hyunjin estaban confundidos y preocupados, ambos chicos se agacharon para tratar de ayudarla, pero Soyeon ya sabía lo que estaba pasando.
"Por favor, no quiero gritar".
Soyeon estaba siendo consumida por su otra parte, sabía que no podría controlarla por mucho tiempo, a diferencia de los otros monstruos que ya habían pasado sus 15 días, esa chica tenía alrededor de 16 días, pero su otra parte siempre se hacía presente, algo muy extraño.
Soyeon: Corran - Dijo, pero al ver que los chicos no relacionaban, volvió a decirlo - ¡Corran! - Gritó esta vez.
Los chicos salieron de ese lugar, ella no sabía cuanto tiempo mas iba a aguantar, su frente comenzó a doler, le estaban saliendo unos cuernos color negro.
"Por favor, no quiero gritar".
De su espalda comenzó a salir desde el hueso unas alas esqueléticas color negro, rompiendo la piel de su espalda.
"¡Por favor, no quiero gritar!".
Sus ojos se volvieron negros, ya era una persona completamente diferente, una persona cínica, fría y sedienta de venganza.
"Solo quiero hacerte gritar".
Soyeon: ¿¡Por que me hicieron esto!? - Dijo recordando lo que sus padres le habían hecho.
Soyeon comenzó a correr tras los chicos, era muy rápida, pero siente como algo la perfora y la manda corriente por todo el cuerpo.
La chica cayó al piso, se había desmayado. Lo que había echo la acción que provocó el desmayo de la chica, era Bangchan, con su nueva arma ahora mejorada debido a el señor de la silla de ruedas. Era un palo de escoba que arriba tenía un cuchillo pegado con cinta, este tenía un montón de cables que conducían electricidad y al hundir un botón, se activaban.
Soyeon era un monstruo diferente, si bien no era el mas poderoso, sin duda no era la mas débil. Su forma de monstruo variaba, a veces era medio ángel y le salían unas enormes alas en la espalda, color blancas y plumosas, sus "Poderes", por así decirlo, eran que podía volar y su fuerza, en ese estado, era incapaz de herir a una persona, este era su parte inocente y dulce, significaba lo que tenía antes de que su "Padre" se lo arrebatara.
Todo bien hasta que su otra parte se hacía presente. Le salían unos cuernos en la frente, ambos de color negro, unas alas que eran esqueléticas y sus ojos se volvían negros. Esta contraparte representaba sus emociones negativas, venganza, odio, rencor y maldad, en ese estado era muy poderosa y hería a cualquier persona, no podía pensar con claridad, era muy cínica y parecía una persona completamente diferente. Esto representaba lo que su "Padre" y "Madre" dejaron en ella, quedando sedienta de venganza.
Era como si tuviese dos personalidades, o mejor dicho, dos personas dentro de ella, que se luchaban para poder predominar una sobre la otra. Ella siempre trataba de controlarse, era como si todavía estuviese en los primeros 15 días.
A veces su otra parte denominaba sobre ella, pero esta rápidamente trataba de reprimirla, lo cual hace a Soyeon una chica muy peligrosa, difícil de comprender e indominable, o al menos eso parecía.
Sus habilidades normales eran velocidad, fuerza y crear ilusiones, puede estar en miles de lugares al mismo tiempo pero en solo uno de verdad estará.
Sus ojos se comenzaron a abrir, poco a poco. Al hacerlo se da cuna que estaba Bangchan, Jisung y Hyunjin mirándola fijamente y con sus armas en las manos.
Soyeon: Tranquilos, no me voy a convertir - Dijo con una sonrisa dulce.
Jisung: ¿Cómo podemos confiar en ti? - Preguntó.
Soyeon: La verdad no lo sé - Dijo - Ni yo confió en mi mima - Susurró - ¿Y ellos quienes son? - Dijo mirando a unos niños y a un señor que estaba en silla de ruedas.
Bangchan, Hyunjin y Jisung le estaban contando lo que había pasado mientras ella estaba desmayada y lo que pasó un poco antes de eso.
Soyeon: Yo seré como su hermana mayor - Dijo sonriéndoles a los pequeños niños.
Ella les brindó un cálido abrazo, lo niños tardaron unos segundos en corresponder, pero lo hicieron.
Mientras que todos estaban comiendo, Soyeon se levantó del piso para caminar hacía la puerta.
Hyunjin: ¿Adonde vas? - Preguntó curioso.
Soyeon: No se si pueda controlarme, viste lo que pasó hace un par de horas, de no ser por Bangchan, los pude haber matado.
Jisung: Pero no lo hiciste - Dijo mirándola a los ojos - Además, ya sabemos como controlarte.
Bangchan: Cierto, cuando te comiences a convertir, no dudaré ni un segundo en utilizar mi arma - Le dio una cálida sonrisa a Soyeon.
Soyeon: Pero aun así...
Hyunjin: Aparte, eres nuestra mejor arma, podrías ayudarnos a mantenernos con vida - Trató de convencerla.
Soyeon: Está bien - Aceptó no muy convencida.
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