
capítulo siete.
La velada continuó con una incómoda rubia y dos chicos (porque Nathaniel debió irse por un tema ajeno a ellos) jugando entretenidos en las maquinitas del centro comercial.
La realidad era que Armin debía enseñarle Lysandro para que este entendiera la mecánica de los aparatos. Y aunque en un inicio Emilia utilizó eso para hablar amistosamente con Nathaniel, ahora que este se fue era la tercera rueda de una bicicleta, ¡y los otros dos tampoco querían hacer un triciclo!
En fin, se estaba aburriendo de ver al azabache jugando al tejo con el albino mientras era excluida de su rectángulo social.
—Creo que me iré, chicos —murmuró con cierta molestia—. Adiós~.
Sin embargo, el ojiazul estaba tan sumido intentando ganarle a su contrincante que solo musitó un "ajá, bye" sin siquiera observarle. Por otra parte, Lysandro sí prestó un poco más de atención.
—Está bien, sé cuidadosa en el camino a tu casa —se detuvo y la miró—. Nos vemos, Emy.
Y sin siquiera decirle que podría acompañarla como varias veces hizo en el pasado, siguió sumido en el juego para nada victoriano junto con el azabache.
Ella bufó ofendida. Con la poca dignidad que aún conservaba, acomodó su bolso y salió de ahí para dirigirse hasta su hogar caminando ligero, con pocas prisas en verdad.
Apenas entrar, repitió los pasos que la otra vez: fue a su habitación, buscó su cartuchera y comenzó a escribir en la libreta.
«Otra oportunidad de tener novio en la basura.» pensó.
Conquista dos: Armin falló; pero no dejaré de rendirme a él de momento.
Conquista tres: Castiel.
Notas: ¡¡¡No dejar que las víctimas se junten en un mismo lugar!!!
perdón por tardar en actualizar 8(
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