Jennie había decidido tener una cita.

Tenía muy pocas amigas para pedirles algún consejo sobre esto, así que pidió a su vecina y amiga que le aconsejara.

Roseanne le había dicho que se veía bien con cualquier tipo de ropa, así que no había ningún problema.

Pero Jennie no se había sentido conforme con esta respuesta por lo qué Rosé rodó los ojos, pensando en qué tipo de ropa podría resaltar el cuerpo de su amiga.

— Deberías usar este short negro y esta blusa. El short hace resaltar tu trasero y la blusa combina con el negro. — Park sonrió en dirección a Jennie y esta sonrió con un leve sonrojo en sus mejillas. — De ningúna manera, vas a usar algún suéter.

— ¿Y por qué? — Hizo un puchero. Ella adoraba sus suéteres.

— Porque esto es algo más importante. No quiero que al verte con algún suéteres recuerdes a esa idiota de Lalisa Manoban. Ambas sabemos que los usabas para intentar llamar un poco su atención.

Jennie asintió pensativa y tomó la muda de ropa para llevarla al baño y poder cambiarse. No quería hablar de Lalisa Manoban.

No pasaron más de quince minutos, cuando Jennie salió con la ropa puesta.

El short se amoldaba al trasero de Jennie, resaltándolo un poco. La blusa blanca con unas letras en la esquina inferior que decían "fxck me." Eran letras lo suficientemente pequeñas para darse cuenta que existían allí.

— Estás hermosa. — Rosé suspiró y Jennie le dió una pequeña sonrisa.

— Gracias Rosie. Creo que ya es hora. — Suspira algo ansiosa.

No le interesa salir con HaSeul, pero quiere darle una oportunidad a la chica. Tal vez puede comenzar a gustarle.

— Voy a llamar a HaSeul para que me recoja. Espero todo vaya bien.

— Sabes que irá bien, JenJen. Estoy segura que le gustas a esa tal HaSeul. Esperemos entonces. — Rosé sale del cuarto de su amiga, siendo seguida por esta.

Ambas se sientan en el sofá de la sala y Jennie le escribe a HaSeul para que la recoja.

— ¿Y bien?, ¿Por qué ya no te gusta esa Lalisa?

Jennie hace un puchero algo enojada y Rosé sonríe.

— ¿A qu-qué te refieres? — Park recuesta su cabeza sobre el sofá, observando a su amiga y Jennie se siente algo intimidada. — Está bien. Uhm, la verdad es que podría decirse que me rendí, ella tiene pareja o algo así y yo no puedo competir contra eso. Le gusta alguien y ya está. Sólo me rendí. Desde un principio debí haber dejado de ser tan insistente con ella.

Rosé pensó en las palabras de su amiga y asintió con algo de tristeza. Ella también había pasando por algo igual, cuando conoció a Kim Jisoo. Con el paso del tiempo, aceptó que Jisoo no sería capaz de aceptar sus sentimientos y se rindió.

Eso había pasado hace unos cuatro años desde aquel entonces y ella descubrió que durante todo ese tiempo, había gustado de ella, pero todo había sido muy tarde para ambas.

— ¿Has pensado en decirle lo que sientes?, nunca pierdes nada con hacerlo, Jennie. — Jennie suspiró pensativa y antes de poder decir algo el timbre interrumpió la conversación, dando a conocer que HaSeul había llegado.

Ambas se levantaron del sofá y abrieron la puerta.

Rosé saludó a HaSeul y de inmediato se despidió de ambas.

Jennie seguía pensativa.

Ahora se encontraba comiendo helado, junto a Haseul.

Ambas mantenían una amena charla, a pesar de que Jennie no estaba interesada en esto. Pero no sería tan descortés para ignorar a Haseul. La chico era bastante interesante, pero eso no quitaba el hecho de que Jennie no dejaba de pensar en Lisa.

¿Estará pensando en mí?

Se preguntaba de vez en cuando.

Todo parecía estar bien, hasta que entre tantas personas hasta que la vió a ella.

Lalisa.

Parecía estar buscando a alguien con la mirada.

¿Qué hace Lisa aquí?

Se preguntaba mentalmente.

Jennie, no te inventes cosas que no son. Quizás también está en una cita con su novia.

Todo parecía ser de acuerdo a sus pensamientos, hasta que ambas cruzaron miradas.

Lisa le sonrió lo suficiente para hacer que su corazón comenzara a latir con rapidez, creyendo que iba a salir de su pecho. Una preciosa sonrisa se vió en su rostro.

Manoban se acercaba corriendo en dirección al lugar donde se encontraban Jennie y HaSeul. Al tener a Jennie de frente, le dijo lo primero que vino a su mente.

— Jennie... yo-yo creo que me gustas.