04
[💌] - contrato
- Violencia - -droga- - Vi0laci0n - -secuestro-
[✨] - Bakudeku
Y ahí estaba frente a esa enorme mansión que le pertenecía a su mejor amigo, estaba completamente nervioso, no sabía lo que estaba por hacer y realmente no quería hacerlo.
Tocó el enorme timbre del lugar y de inmediato las puertas se abrieron, a lo lejos, en la entrada, vio a aquel cenizo que iba a ver ¿En serio? ¿Solo para eso iba a ver a su mejor amigo? Era un aprovechado.
— Deku... — el cenizo por su parte se veía con una enorme sonrisa.
— H-hola K-kachan... — saludo el pecoso con nervios, el cenizo sonrió y le abrazo, estar entre los brazos de Katzuki le incomodaba al pecoso de una forma demasiado exagerada.
— ¿Qué te trae por aquí nerd? — el menor nervioso trago en seco.
— Y-yo... Ka-kacchan verás...
— Espera, ya sé que necesitas — Izuku se sonrojo ante lo dicho, era un completo aprovechado de su amistad la cual parecía estar más que rota — anda, entremos y me hablas mejor de cuánto necesitas.
El pecoso apenado asintió, ambos entraron a la enorme mansión del cenizo, el mismo hizo que Izuku se sentara en una cómoda mesa.
El pecoso totalmente apenado le dió la hoja del contrato a Katzuki, el cenizo lo leyó con detenimiento, dejando a Izuku aun más nervioso que ante la atenta mirada del mayor, además del escalofrío que le recorrió la espalda al escucharlo reír.
— Carajo Deku, debes poner más atención a lo que firmas — aseguro bajando el documento — así que ahora debes el triple de lo que debes... Además de eso, los intereses acumulados — dijo simple, Izuku asintió apenado — no me será problema pagarlo... Pero... — Izuku tembló — sabes lo que quiero a cambio... — Izuku se alteró ante eso, lo asustó tanto que incluso se levantó de la mesa.
— Y-yo... Sabes que no puedo Kacchan... Estoy casado... — el cenizo asintió.
— Bien... En ese caso, al menos toma conmigo, si lo haces pagare la mitad — Izuku asintió, le daba miedo, sabia bien que eso seria algo peligroso, pero era eso o nada.
— Está bien Kacchan... — el mayor sonrió.
— Bien... — una linda muchacha entro con ellos — Hagakure, llega a Izuku al balcon, iré enseguida — ella asintió y se llevó al pecoso, Bakugo por su parte sonrio, al fin tendría lo que tanto deseaba.
Izuku estaba en la terraza nervioso, la amable señorita le había indicado donde sentarse y se fue sin más, Izuku saco su teléfono para mandarle un mensaje a su querida y amada esposa.
“— Estoy en casa de Kacchan —”
“— ¡¿QUÉ?! ¡IZUKU SAL DE AHÍ —”
“— Tranquila... Solo beberé un poco con él, accedió a pagar la mitad de la deuda —”
“— Izuku te lo suplico, sal de ahí ahora —”
“— Tranquila... Todo estará bien te lo rometo.”
Y sin más apagó su celular, no quería tampoco interrupciones, el cenizo llegó con dos buenas bebidas y comenzaron a tomar juntos.
De alguna forma era un ambiente nostálgico, a Izuku le agradaba, mientras que a Katzuki comenzaba a fastidiarle.
Pasaron unas pocas horas, Izuku ya estaba completamente borracho diciendo incoherencias tras incoherencias, pero a Katzuki esto ni hacía más que causarle gracia y ternura.
— D-debo... Debo trabajar m-màs duro Kacchan.... M-amá está enferma... Y-y yo... S-solo puedo venir a pedirte dinero a ti ¡Soy un inútil aprovechado! — el pecoso comenzó a llorar mientras se terminaba de un trago su botella, el cenizo sonrió — ¡Qu-quiero algo más fuerte!
— Lo que pidas Deku... — el cenizo llamo a una de sus sirvientas, la misma se acercó al mayor — traeme lo que prepare, apresurate.
— señor, con todo respeto ¿Está seguro?
— Cállate y apresúrate — la chica asintió y solo se fue.
Al poco rato la misma regreso con dos nuevos vasos, uno lo sirvió del lado de Izuku y el otro se lo dió al cenizo, el mismo vio como Izuku se tomaba todo de una sola sentada, estaba demasiado ebrio para notar algo si quiera.
A Bakugo le gustaba así, sonrojado, sumiso, adorable a sus ojos.
— K-kachan... ¿T-ti crees que... Ochako-C-chan... M-me deje? ¿P-por inútil? — dijo realmente triste, el cenizo sonrió y le vio fijamente mientras tomaba su bebida elegantemente.
— Espero que lo haga.
— ¿Eh? — Izuku iba a reclamar lo dicho, pero un dolor en su abdomen bajo le hizo gemir.
— ¿Te sientes bien Deku? — el cenizo pregunto burlón, el pecoso tuvo que apoyarse en la mesa, su cuerpo de un momento a otro comenzó a ponerse caliente, comenzó a jadear, su miembro se comenzó a levantar y sus sentidos estaban extraños, la ropa le estorbaba ¿Qué le sucedía?
— Y-yo... K-kachan... M-me duele... Ngh~ — Izuku jadeaba ahí frente a Bakugo, el cenizo sonrió, comenzó a guardar las cosas del lugar y le sonrió al menor.
— Deku, Deku, al fin podré tenerte — Izuku no le escucho, solo sintió como es que era jalado de su brazo para después ser levantado cuál princesa y ser llevado a una enorme habitación.
El cenizo aventó al menor sobre la comida y reconfortante cama, la sonrisa del mismo le hacía saber a Izuku que nada bueno estaba por suceder.
Cuando el mayor se acercó para besar su cuello Izuku supo que algo estaba demasiado mal, ignorando las sensaciones juntas de su cuerpo comenzó a forcejear con el cenizo, lo empujaba con todas sus fuerzas y comenzó a patalear, una patada llegó al abdomen del mayor, Izuku se sorprendió de su mismo, pero a Katzuki no le hizo gracia alguna.
— Solo lo haces más difícil para ti Deku... — el mayor tomo firme sus muñecas y lo empujó contra de la cama quedando entre sus piernas — te mostraré el verdadero placer — el cenizo se separó de Izuku, el pecoso seguía jadeante y molesto.
Katzuki abrió l puerta y salió, ya fuera llamo a la misma chica de hace un rato.
— Yaoyorozu, llama a todos y diles que tienen el día libre — la chic le vio con miedo.
— Señor ¿Está realmente seguro de hacer esto?
— ¿Pedí tu opinión?
— ¡Midoriya-San lo odiara! — la chica se sorprendió cuando en mayor la tomo del cuello del uniforme y le vio fijamente con sus ojos profundamente rojos.
— Me importa una mierda, cállate y haz lo que se te dijo — la soltó y volvió a entrar en la habitación, la pelinegra asustada se levantó y salió corriendo a hacer lo pedido para poder irse, tampoco quería escuchar lo que estaba por pasar en esa casa.
Bakugo por su parte entro molesto, viendo que Izuku ya no se encontraba en la cama, sonrió altanero al verlo arrastrarse hacia una ventana.
El pecoso sentía que su cuerpo ya no podría más, cada roce del suelo con sus tetillas era una tortura para su cuerpo, estaba tan caliente que ya no sabía ni qué mierda hacer.
El cenizo lo tomo del brazo y le aventó sobre la cama haciéndolo rebotar, Izuku asustado le vio fijamente sacar algo de uno de los cajones.
— ¡Suéltame! ¡Pa-para Kacchan! ¡N-no quieres h-hacer esto! — Izuku forcejeo con el mayor, pero de nuevo sus intentos fueron inútiles al ser empujado hacia abajo.
— Oh Deku, creeme que no sabes cuánto es que añoro hacer esto — el mayor acaricio una de las mejillas del pecoso, mientras que este le veía con terror — ahora se un buen chico y... — apretando sus mejillas para obligarlo a abrir su boquita, el cenizo sonrió ante la imagen sumisa del menor — tragate está mierda — el cenizo le metió la pastilla a su boca a la fuerza, Izuku comenzó a forcejear tratando de sacarla, pero era simplemente inútil, para cuando se dió cuenta ya la había tragado.
Al verlo, Bakugo sonrió, separándose del menor para verlo comenzar a toser, mientras que él comenzó a quitarse su ropa, empezando por su camisa dejando ver su buen formado cuerpo.
— ¡¿Q-qué M-me diste Ka-kacchan?! ¡K-ka-ngha! — Izuku sintió nuevamente una punzada en su abdomen bajo, agarrándose del lugar sintió sus sentidos adormecidos al igual que sus parpados pesados, el cenizo sonrio, acercándose y tomando el mentón de Izuku sonrió.
— Te haré ver estrellas Deku — y sin más le beso, Izuku entre el beso cerró sus ojos para caer desmayado.
El cenizo aprovecho esos pocos minutos para comenzar a desnudar a su pequeña presa, ver el cuerpo de Deku desnudo era una completa gloria para sus ojos, carajo, como deseaba verlo de esa forma muchas más veces.
A los pocos segundos Izuku comenzó a abrir sus ojitos, aquel brillo especial que tanto los caracterizaba no estaba, se veían apagados, pero, llenos de un deseo exagerado.
El pecoso movió su mirada y apenas vio al cenizo jadeo y se le colgó del cuello.
— K-kachan~ ngh~ f-f-follame... Porfavor... Hazlo... Nhij~ — el mayor se acercó a Izuku, besando esos finos labios que estaba seguro serian su nueva adicción.
— Seguro, Deku....
El menor jadeaba y gemia a gusto al sentir al menor jugar con su trasero, el cenizo lo tenía sobre su regazo acostado mientras con una de sus manos jugaba con ese delicioso trasero que Izuku tenía, el pecoso se aferraba a las sabanas con fuerza, aquel placer no le era suficiente, Izuku quería más.
— K-ka.. ngh~ N-no quiero... Ah.... N-no quiero... T-tus dedos... Y-yo... — apesar de estar en ese estado, Izuku seguía siendo el mismo chicos nervioso y penoso de siempre — yo... Quiero tu polla Ka-ngh — el mayor sonrió, sacando sus dedos del, ahora, viscoso lugar.
— ¿Cuánto lo deseas Deku?
— M-mucho... — el mayor tomo firme los cachetes de Izuku, viendo aquellos dulces ojos verdes.
— Si es así.... — el mayor carga a Izuku y le dejo sobre la cama, para después verlo de forma malísima — no lo haré.
— ¡¿E-eh?! ¡Pe-pero Ka-kacchan! ¡H-he s-sido un buen chico! Te-te lo suplico... P-orfavor — Izuku se arrodilló en la cama y bajo la cabeza — p-puedes hacer... C-conmigo lo que quieras — dijo simple y directo, el cenizo sonrió.
— Escucha bien Deku, lo haré, pero antes — de nuevo aquel cajón, el mayor sacó 2 papeles muy bonitos — necesito que firmes esto — Izuku los tomo, ni siquiera leyó lo que decían, solo vio al cenizo.
— S-sí lo hago... ¿M-me follaras? — el cenizo asintió — b-bien... — Izuku no presto atención a los que decían, por alguna razón las letras se distorsionaban y era inútil tratar de leerlas, no le importaba, ahora su conciencia solo le decía que hiciera lo posible por qué Bakugo lo follara como si no hubiera un mañana.
Apenas le entrego los papeles firmados al cenizo y que este los guardara, el mayor se le abalanzó al pecoso, besando y saboreando esos dulces labios, el maldito néctar de la lujuria misma.
Poniendo aquellas dulces piernas a los lados de su cadera, abriendo su jugosos trasero para ver aquella deliciosa entrada, sonrió, le encantaba carajo, liberó su miembro de su confinamiento y sin pensarlo mucho, con un poco de lubricante, se enterró en Izuku, el pecoso arqueo la espalda antre la intrusión, aquello se había sentido maravilloso.
— ¡A-ah!~ ¡M-màs! ¡Ngh!~ ¡Más!~ — el mayor agarro aquellas dulces caderas y comenzó a dar estocadas firmes y certeras, Izuku sentía dolor, le dolía mucho, pero, su mente estaba nublada en confundir ese dolor con placer, sus mejillas sonrojadas y sus ojos llorosos, a Bakugo le encantaba aquella imagen que su pequeño pecoso le mostraba.
Acariciando ese dulce cuerpo que tanto tiempo deseo, viendo sus reacciones y grabándoselas, cuando había deseado aquel momento, cuántas veces no había soñado con tomar de esa forma a Izuku, cuántas malditas veces no habían sufrido por no poder tener al pecoso consigo.
Tomo aquellas dulces y marcadas caderas para atraerlo más a si mismo, dejando que el trasero del pequeño estuviera sobre su regazo, se enterró tanto que un bulto comenzó a formarse en el abdomen de Izuku, el pecoso al.ver aquello no protesto, estaba demasiado perdido en el placer que el rubio le otorgaba.
— ¡A-ahhg!~... ¡K-ka-ngha! ¡Kacchan! ¡Kacchan!~ — el cenizo sonrió al ver a Izuku.
— ¿Te gusta Deku? ¿Ah? ¡¿Se siente jodidamente bien no es cierto?! — Izuku asintió freneticamente.
El cenizo sonrió salió del interior de Izuku, el pecoso hizo un gemido de protesta, pero el mayor tomando firme una de sus blanquecinas piernas le dió la vuelta, empujando su cuello hacia abajo y levantando sus caderas, volvió a entrar a ese delicioso paraíso del pecoso.
— ¡¡Ahh!~ ¡Ah!~.... ¡K-ka-ngha!~ — el menor mordió la sábana debajo de su rostro, el mayor tomo sus doc muñecas y las puso detrás de su espalda, empujando más al menor contra el colchón mientras el se metía de lleno en su delicioso trasero.
Con su mano libre dió varias veces unas deliciosas nalgadas, dejando su mano marcada en esa deliciosa burbuja de carne, Bakugo sonrió, sin dudas estaba disfrutando ese momento al máximo.
Por su parte Izuku estaba perdido, su mirada carente de brillo solo veía hacia arriba ante la sensación de placer que se le otorgaba, pero el verdadero Izuku no sentía placer, su cuerpo dolía, su corazón dolía, aunque esto era una auténtica vi0lación, aún así sentía que él estaba haciendo mal, él era el malo, él habia aceptado sun cuando Ochako le advirtio, no hizo caso y ahora esas eran sus consecuencias.
— ¡Ah!~ ¡K-kachan!~ ¡Ngh!
— Carajo Deku... Te voy a llenar tanto que mi semen no saldrá en semanas — Izuku no presto atención, solo sentía las dulces estocadas en su cuerpo, el pecoso se había venido fácil unas 4 veces, pero a Bakugo no le importaba, a él solo le interesaba usar ese delicioso cuerpo a su favor.
Un poco más de estimulación basto para que el cenizo se corriera dentro de Izuku, las piernas del menor temblaban y su respiración era entrecortada, cuando Bakugo salió de él sonrió orgulloso al ver como su semilla salía de ese dulce trasero.
Izuku por su parte perdía la conciencia poco a poco, sus ojitos se cerraban y con su poca conciencia, solo pudo pronunciar el nombre de la persona que más amaba en su vida.
— Ochako-C-chan... — y sin más se desmayo.
El cenizo limpio a su pequeño, sabía que no se despertaría en un buen rato, así que lo arropo después de vestirlo decentemente.
Se sentó a un lado de la cama, viendo los papeles que el pecoso había firmado, en uno estaba su firma y la de Izuku, tan hermosas en aquella acta de matrimonio, si Bakugo tenía contactos era mucho mejor usarlos, mientras que en el otro papel estaba la de Izuku y faltaba la de la perra que se había atrevido a quitárselo.
— Ahora estaremos juntos para siempre, Deku...
— Me gustas Deku — ahí estaba, un Bakugo joven viendo al pequeño pecoso, estaban en preparatoria, todos sus errores habían sido corregidos y sabía que era una buena opción declararse en ese momento.
— Y-yo... Kacchan, eres un gran amigo, Pe-pero... Salgo con Uraraka-San... — declaró el pecoso, contrario a lo que Izuku pensó, el cenizo estaba muy tranquilo, el mayor simplemente asintió.
— Debí suponerlo... En fin, suerte con tu novia, Deku — el cenizo sin más se fue, dejando a un confundido Izuku.
El cenizo al llegar a su casa destruyó su habitación, estaba tan colérico y sabía que esto no se iba a detener, él quería a Izuku, lo deseaba tanto que no iba a dejarse de una maldita estúpida.
Los años pasaron, desde siempre el cenizo había venido de una familia acomodada, sus padres dueños de una de las empresas de diseño de modas más famosas de Japón, cuando el cenizo tomo el mando solo hizo que las ventas se impulsarán diez mil veces más, era un hombre poderoso, con múltiples contactos, Katzuki podia hacer lo que deseara y nadie le diria nada, pero, aun siendo un hombre que pudiera conseguir lo que quisiera, deseara, o a quien quisiera, era hasta estúpido para los demás que deseara a una sola persona que no podia tener.
Tener a Izuku tan cerca y tan lejos le hacía tanto mal y todo empeoró cuando recibió aquella invitación.
¡Te invitamos a nuestra boda!
Izuku Midoriya y Uraraka Ochako te invitamos a esta unio....
El cenizo no leyó más, destruyó la invitación, casi no rescataba el pase, claro que iría a esa boda, debía detener la así fuera lo último que hiciera.
El día de la boda Katzuki estaba ahí sentado con enojo, Izuku se veía tan guapo y le sonreía de una forma a Uraraka que solo él deseaba, carajo, lo que daría por ser él quien recibiera esa sonrisa.
La ceremonia continuo, Bakugo solo esperaba algo y llegó, aquellas palabras mágicas que dice un padre antes de todo.
— Si hay alguien que se oponga a esta unión, que hable ahora o calle para siempre...
— Yo me opongo — todos voltearon sorprendidos al ver al cenizo levantarse y decir aquellas palabras, Uraraka le vio molesta, eso no podía estar sucediendo — no es nada personas cara redonda, es solo que no eres suficiente para Deku... — el cenizo comenzó a caminar al altar, viendo con superioridad a la castaña, pero su vista se fijó en Izuku, tan guapo ahi frente al altar, pero, aquellos ojos acuosos le hizo ver algo.
Izuku pensó que de alguna forma asquerosa, él quería quitarle a Uraraka.
Comenzó a reír, Izuku se sorprendió tanto que pensó que se burlaba de él, ya sabía que no era suficiente para la gran mujer que tenía en frente, pero dolía que se lo restregaran de esa forma.
— Ka-kacchan...
— Carajo Deku ¿Pensaste que quería a esta estúpida? — Izuku confundido asintió, la castaña solo frunció el seño — no Deku, mierda, no, si hago esto es por ti, todo siempre ha sido por ti ¿Recuerdas mi confesión? Bueno, ahora es aquí donde hago acto de presencia, te quiero a ti Deku, te deseo tanto que...
— ¡Basta Bakugo-Kun! — grito la castaña con molestia — ¡Deku-Kun se va a casar conmigo! Si él está aquí es porque yo lo amo y él me ama a mi, no a ti, aceptalo y lárgate.
El cenizo vio furioso a la castaña, después vio al menor, Izuku lloraba, pero su futura esposa tenía razón, él amaba a Uraraka, no a su mejor amigo de toda la vida.
— Kacchan... P-orfavor, retirate — el cenizo al ver eso, con total ira salió de la iglesia, aquello no se iba a quedar así.
Los años pasaron, si algo había hecho Katzuki, era hacerle la vida imposible a la pareja, como dije antes, era un hombre poderoso, podía hacer lo que quisiera.
Cuando Izuku llegó por primera vez a su puerta, Bakugo le pidió una sola cosa...
— Pasa una noche conmigo Deku y todas tus deudas serán saldadas...
Izuku claro que se negó y se fue de ahí, cuando Izuku se lo conto a Uraraka, la misma le prohibió ir con el cenizo, estaba harta de ese idiota e Izuku lo sabía, aunque al final del día para el pecoso la tercera persona más importante en su vida era Katzuki.
Ahora Katzuki al fin había conseguido lo que tanto quería, lo que tanto había deseado, su pequeño precioso al fin estaba junto a él para siempre, después de tantos esfuerzos, al fin había probado aquel fruto que ahora era su adicción.
Cuando Izuku despertó claro que le reclamo, le grito y pelearon de nuevo, pero a Katzuki no le importo en lo absoluto, lo mantuvo firme y quieto, para tomar su mentón y verlo fijamente.
— Tranquilo Deku... Ahora nadie nos separar y... Tranquilo, nadie va a molestar más a tu ex-esposa — y sin más beso al menor con una fiereza que Izuku estaba seguro no olvidaría.
Mientras tanto en otra parte de aquella enorme ciudad, Uraraka veía los papeles que le habían llegado a su puerta a primera hora del día, era auna mierda, estaba tan molesta, no creía que eso fuera real y ella lo descubriría.
— Bakugo-Kun... Estoy segura que tú tienes que ver en esto...
Okay, ejem, dije que iba a reescribir lo que recordara y pues la verdad este fue de mis favoritos, iré viendo conforme recuerde y... También no me acuerdo quien me lo pidió ahhh, porfavor que me recuerde quien me lo pidió, pero en fin, aquí vamos, Watpadd no me va a derrotar gentelo juro ¡Los amo!
Pedidos aqui------------>
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