the true
—Oye, ¿Qué haces aquí? —Le pregunto a Jude que estaba solo en el jardín de Malcolm. Quería escapar de los muchos invitados y, por lo tanto, fue a buscar a Jude.
El lo miró, pudo notar el vaso en la mano del moreno.
—Nada, solo descansando.
Tenía mal presentimiento sobre esto, pero ¿por qué?
—¿Estas bebiendo alcohol?
—¿Hmh?
Se acercó a Jude. —Esto no es coca ¿verdad?
—Contiene coca. —Le corrigió el chico. Oh, eso es malo.
Nunca vio a Jude beber alcohol, bueno, en la fiesta de JB, pero esta vez era diferente. Cada vez que le ofrecía alcohol a Jude, siempre se negaba, entonces ¿Qué era diferente ahora? ¿Por qué cambiaba de un momento a otro?
Y lo más importante...
¿Por qué le importaba tanto? Sentía que tenía que quedarse con él.
—¿Por qué estas aquí solo? —Pregunto.
Jude se encogió de hombros y tomo otro sorbo. —Necesitaba pensar.
—¿Sobre qué?
No respondió. Willem no se sorprendió honestamente, incluso borracho, Jude siempre cuidaba las cosas que decía.
—¿Es la primera vez que bebes? —Pregunto. Jude no parecía un buen bebedor y solo tenia dieciséis años, por lo que no siquiera era mayor de edad.
El rizado asintió en respuesta.
—¿Quién te dio el alcohol?
—¿Cuál es el problema? ¿Es porque soy menor de edad?
Willem negó con la cabeza. —No, de echo no soy mejor que tú pero...no deberías beber solo.
—¿Te unirías a mi entonces? —Pregunto Jude, y el pecoso se preguntó cuantos tragos había tomado, porque el Jude sobrio nunca le habría dicho algo como eso.
—Por supuesto, solo...iré a buscar un vaso.
Entro y mezclo unos tragos antes de salir de nuevo. Estar lejos de la música a todo volumen fue un alivio. Todavía podía escucharla, pero al menos podía escuchar lo que su amigo decía sin necesidad de gritar.
Se sentó junto al moreno en la hierba.
—Así que...¿Cómo te sientes? ¿Cuántos vasos has bebido?
—Unos tres vasos, creo...no importa de todos modos, me siento algo...relajado.
Juro ver una sonrisa creciente en su rostro.
—Si, eso es lo que hace el alcohol, supongo, pero no te excedas, ¿de acuerdo? He visto a demasiadas personas con las peores resacas.
—Lo que tu digas.
Se acostó, bebida en mano. Miro las estrellas y se sintió bien. El alcohol poco a poco empezó a hacer efecto en su cuerpo. Le gustaba la sensación de perder lentamente el control.
—JB me dio mi primer vaso y fue asqueroso. Sabía a jabón, pero luego este chico hizo este trago y sabe muy bien. —Explicó Jude. Su voz era tan suave que para Willem se le hizo imposible no prestar atención.
—Las habilidades de mezcla de JB son horribles, sin ofender pero puedo hacerlo mejor.
—Claro que puedes, eres el mejor cocinero que conozco, sabes lo que es bueno.
No supo porque pero se echo a reír, pero había algo en la forma que Jude lo dijo, fue...¿En que estaba pensando? ¿Por qué siempre se sentía tan cómodo con Jude? ¿Por qué dependía de lo que pensara de él?
—Oh, gracias, Judy.
—Me gusta cuando me llamas Judy. —Confesó.
—Entonces con mucho gusto seguiré llamándote Judy.
—Eso es bueno.
—Si.
—Yo no tengo un apodo para ti. —El moreno hizo una mueca.
—Esta bien, me encanta la forma en la que dices mi nombre.
¿De verdad dijo eso?
—¿Por qué?
No dudo en responder. —Tu voz es tan...hermosa...y me encanta como suena. Me gusta que puedas decir mi nombre porque significa que me conoces.
¿Qué estaba diciendo?
—Lo digo en serio. —Termino el rubio.
Jude no dijo nada, recargo su peso en su codo y se terminó el vaso.
—Realmente no entiendo porque pasas tiempo conmigo. —Dijo mientras se volvía a acostar.
—Porque eres mi mejor amigo, me encanta estar cerca de ti. —Respondió.
—Pero...olvídalo.
No dijeron nada durante un rato. Le dolía que Jude se viera a sí mismo bajo una luz tan negativa, a pesar de que era una de las mejores personas que conocía.
—Sabes que puedes decirme cualquier cosa ¿verdad? —Willem dijo y Jude lo miró, pero negó con la cabeza.
—Lo siento. —Se disculpo. —Lo siento mucho, no quería molestarte.
—¿Y si quiero que me lo digas? —Pregunto.
El moreno negó con la cabeza nuevamente.
—Esta bien, pero si alguna vez necesitas algo, dímelo por favor ¿si?
Guardo silencio por unos segundos. —Necesito vodka.
Willem resoplo, luego Jude se levantó y camino hacia la casa.
—¡Espera!
Se dio vuelta, parecía que podía caminar correctamente y aún así, al rubio le preocupaba que su dolor en las piernas volviera y sentía una desesperación por cuidarlo, pero ¿por qué? ¿Por qué se preocupaba tanto si sabía que Jude sabía cuidarse por si solo?
Aun así, siguió al chico para conseguir una botella vodka.
También consiguieron una coca cola porque el vodka estaba asqueroso.
—Tienes que mezclarlo con algo dulce... y luego ya no sabe tan mal. —explicó Willem.
—El único alcohol que he tomado antes fue la cerveza que me dejaste beber durante la fiesta de JB.
—Sí claro. Sigo pensando que la cerveza es repugnante.
—¿Por qué lo bebes entonces?
—Porque quiero emborracharme.
—Entonces, ¿por qué no bebes otra cosa? como el vodka. Es más rápido y puedes mezclarlo. —Dijo Jude.
Willem puso los ojos en blanco.
—No te atrevas a arruinar mi alma con la lógica.
Jude se río y sacudió la cabeza.
—¿Judy?
—¿Hm?
—¿Por qué bebiste esta noche? —Pregunto.
Jude lo miró, como si le hiciera una pregunta muy extraña o personal.
Bueno, quería saber que sentía.
—Me preguntaba... ya que siempre te niegas.
—Tuve un mal día y quería ver si ayudaba. — agregó Jude.
—¿Qué quieres decir?
Jude suspiró y puso los ojos en blanco. —Ya sabes... recuerdos de mierda, pesadillas, lo típico.
—¿Qué cosas típicas? —En este punto, Willem estaba muy alarmado. Jude no solo rompió varios de sus hábitos hoy, sino que también dijo sobre cosas. Tuvo que cavar más profundo para averiguar qué le pasó a Jude.
—No sabía que tenías pesadillas.
—Bueno, así es, y son terribles y siento que te burlarías o me odiarías si te lo dijera —Dijo Jude casualmente.
Ahora sonaron las campanas de alarma de Willem. ¿Cómo no podía darse cuenta de eso? Se veían prácticamente todos los días después de todo
No bebería más para poder asegurarse de que Jude no hiciera nada estúpido esta noche. ¿Y qué era tan malo o tan ridículo como para que alguien se burlara de eso?
—Nunca podría odiarte ni burlarme de ti, espero que lo sepas. —dijo Willem.
—Yo... —Jude necesitó un momento para pensar. —Sé que piensas eso, pero créeme, soy muy repugnante, y cobarde.
—¿Por qué diablos dirías eso? —Preguntó Willem, genuinamente preocupado.
—Porque hice estupideces... No es nada. Quiero decir, a veces me corto y eso es repugnante y muy cobarde, pero, ya sabes... —Luego cayo en cuenta de lo que dijo. —Oh, no debería haber dicho eso, lo siento.
Después de un segundo, Willem se le acercó y lo atrajo hacia sus brazos. Jude se relajó de inmediato.
—¿Sabes que? —Willem susurró.
—Por favor, no lo digas. —Susurro de vuelta.
—Me preocupo por ti y quiero ayudarte.
—Entonces no me dejes ahora...
Willem sintió que era la primera vez que Jude realmente le contaba algo sobre sí mismo. Se conocían desde hacía más de tres pero él apenas sabía nada de él. También fue sorprendente lo elocuente que era Jude acerca de sus necesidades cuando estaba borracho. Como si hubiera soltado el bloqueo dentro de él. Pero se autolesionó... ¿cómo pudo dejar que eso sucediera? ¿Por qué no se dio cuenta de nada?
—No te dejaré.
—Gracias.
Y luego Jude lo soltó y tomó un sorbo directamente de la botella.
—Judy, siento que no deberías beber más. Tuviste suficiente.
Jude negó con la cabeza. —Queríamos tener una charla, ¿verdad?
Él asintió lentamente.
—Entonces déjame tenerlo.
A regañadientes, asintió de nuevo.
—¿Qué es tan malo que necesitas todas estas cosas para poder hablar?
—Supongo que un montón de cosas.
—No tenemos que discutirlos ahora, ¿sabes?
Pero también tenía miedo de escuchar la verdad. ¿Qué le pasó a Jude? ¿Qué se suponía que debía hacer?
—Si, tienes razón.
—¿Qué tal si volvemos adentro? —sugirió Jude.
—No veo por qué no.
Y entonces Jude comenzó a reírse suavemente.
—¿Qué pasa?
—Me recuerdas a ella.
(...)
De vuelta al interior se dieron cuenta de que solo eran las 11:30 p. m. La música resonaba en sus oídos y Willem casi se arrepintió de haber regresado. Esta noche, no quería enrollarse con chicas o jugar al beer pong; quería estar con Jude y solamente con Jude.
—¿Qué es lo que quieres hacer? —Preguntó.
—Quiero estar menos solo. —Respondió Jude.
—Busquemos un lugar tranquilo, ¿de acuerdo? —El sugirió.
—Claro, pero tenemos que conseguir bocadillos antes.
Así que compraron una bolsa de papas fritas y ositos de goma y se dirigieron a una de las varias habitaciones de huéspedes vacías. Cerró la puerta y se sentó con Jude en el suelo.
El moreno puso los bocadillos frente a él y Willem puso la botella de vodka junto a ellos. Se olvidaron de la bebida, pero él se aseguraría de que Jude no bebiera demasiado ahora. Se sentaron uno frente al otro.
—Entonces, —comenzó. —¿Quién es ella?
—¿Quién?
—Antes de que nos fuéramos...mencionaste a alguien... que te recordaba a "ella"
—Oh, ¿te refieres a Ana?
—¿Ana?
—Supongo.
Jude miró al suelo. Sus manos estaban cerradas en puños.
—¿Quién es ella?
Jude no respondió al principio y Willem pensó que dejaría el tema, como siempre hacía.
Pero luego dijo: —Ana me ayudó. Quiero decir... ella era mi única amiga, ¿sabes? — Silencio —Antes de que me adoptaran... no tenía a nadie más que... ella... Un día, la conocí en la enfermería del hogar. Y luego murió.
—Entonces... ¿ella también era vivía en el hogar?
Jude negó con la cabeza. —No, una trabajador social.
Él asintió mientras dejaba que hablara. Solo ahora se dio cuenta de lo solo que estaba Jude, por qué nunca les contó sobre su infancia.
—¿De que murió?
Nuevamente, Jude no dijo nada por un momento.
—Cáncer...,y era todo lo que tenía.
Notó las lágrimas en los ojos de Jude.
—Lo siento mucho. Esto debe haber sido terrible. —Dijo. Jude solo asintió.
—Ella me dijo que hablara de las cosas... pero nunca lo hice.
—¿Por qué no?
—Porque soy un cobarde, supongo. —Se encogió de hombros y parecía que era obvio.
Pero Willem quería más. Quería saber más sobre esta mujer y sobre el pasado de Jude.
—¿Por qué no hablar con otros? ¿Conmigo?
Jude negó con la cabeza.
—Me odiarías.
Luego abrió la botella de nuevo y bebió.
—Judy, nunca podría odiarte. Jamás.
Y luego Jude comenzó a sollozar, apoyo su frente en su rodilla, volteo el rostro cuando Willem se le acercó.
—Willem, no lo hagas.
Así que el rubio mantuvo su distancia pero siguió hablando. —No sé qué pasó pero... siempre estaré ahí. Estás entre mis dos personas favoritas y nada podría cambiar eso, ¿de acuerdo?
Jude no respondió.
—Te quiero y nunca podría dejar tu lado. Eres mi mejor amigo y te quiero.
—Hice cosas terribles. —dijo Jude, después de que se calmó un poco.
—¿Qué tipo de cosas?
El rizado solo se encogió de hombros.
—¿Eres un asesino con hacha?
Jude negó con la cabeza.
—¿Violaste a alguien?
—No.
—¿Mataste a inocentes?
El terror apareció en el rostro de Jude. Pero luego volvió a negar con la cabeza.
—¿Ves? Todo lo demás se puede perdonar.
—Pero todavía puede ser repugnante.
—No eres repugnante.
—Lo soy. —dijo con más ira en su voz.
—Tu no eres.
—¡Yo mate a tres chicos en em hogar! —Jude gritó.
—¡¿Qué?!
Maldita sea. Lo escuchó bien.
Demasiados pensamientos pasaron por la cabeza de Willem. Por eso le repugna el tacto... Por eso no les dijo nada sobre sí mismo.
De repente, comenzó a llorar. La mirada de Jude le rompió el corazón porque probablemente pensó que estaba enojado con él.
—Lo siento mucho, —dijo Jude.— no fue mi intención...
—Detente. Jude...no tenía ni idea.
—Te lo dije, soy-
—Sabes que estás equivocado. No eres repugnante, ni mala persona, ni nada de lo que te dices a ti mismo que eres.
Y con eso Jude comenzó a sollozar de nuevo.
—Está bien, Judy. —dijo, su voz pesaba. —No hay nada malo contigo.
Pero Jude solo siguió llorando. Lo observó de cerca. ¿Cómo podría alguien lastimar a esta alma bondadosa?
—¿Willem? —Dijo después de un rato.
—¿Sí?
—¿Estarías... asqueado si me abrazaras?
Respondió acercándose un poco más a Jude.
—Nunca. Nunca podría sentir repulsión por ti.
Y con eso envolvió sus brazos alrededor de Jude, quien ahora lloraba en sus brazos.
—Oh, Judy, —Susurró. —te amo, pase lo que pase
—Lo siento. —Sollozó.
El corazón de Willem se rompía con cada sollozo de disculpa, con cada arrepentimiento que Jude sentía en ese momento. Así que le acarició la espalda y lo dejó llorar en su hombro.
—Está bien —Porque eso es todo lo que pudo decir. No encontró palabras para todo lo que estaba sucediendo en este momento. No pensó que sería diferente si estuviera sobrio.
—Yo tenía cinco años. — Sollozó nuevamente y Willem no pudo evitar llorar con él, por cada dolor que no dijo.
Oh, Judy...
—Los odiaba... tanto. — sollozó. —Me golpeaban siempre...y me encerraron en un sótano por semanas Willem.
Dejó un beso en la parte superior de su cabeza. La forma en que dijo su nombre, con tanta desesperación, fue demasiado para él.
—Estoy aquí. No estás solo...y estás a salvo conmigo. — trató de tranquilizar a su amigo. Pero Jude se aferró aún más a él. Y él lo dejó.
—Déjalo salir...Estoy aquí. —Susurró. —Eres amado, eres una persona increíble. Eres hermoso, por dentro y por fuera.
Permanecieron así por lo que parecieron horas. Sostuvo a Jude y siguió contándole todas las cosas que sabía sobre él. Hasta que finalmente lo dejó ir. No tenía idea de qué decir o qué hacer.
—Gracias por decírmelo. —dijo finalmente.
—Eres el primero. —dijo Jude, con la voz todavía trémula—. Me refiero a la primera persona a la que le dije desde... Ana.
Él asintió en respuesta.
—Me alegro de que me lo hayas contado.
Volvieron a estar en silencio.
—Hm... ¿podemos hacer algo más? —Jude preguntó de repente.
—¿Quieres cambiar de tema?
Judas asintió. Esto vino inesperadamente, pero nuevamente entendió porqué no quería hablar de eso.
—Por supuesto.
—Gracias por ser mi amigo. —dijo Jude.
—Oh Judy, estoy tan feliz de tenerte en mi vida.
(...)
Y de alguna manera terminaron comiendo papas fritas en la cama y hablando de por qué ciertos profesores se merecían un aumento.
—¿Jude?
—¿Mmh?
—¿No te sientes solo a veces? —Preguntó. No pudo evitar hacer preguntas.
—Soy... en realidad soy una persona muy solitaria.
—Pero no quiero que te sientas solo. —Frunció el ceño.
Jude suspiró. —Willem, así son las cosas.
—Pero quiero estar allí, ¿Te puedo ayudar en algo?
Jude tardó un minuto más o menos en encontrar una respuesta.
—Quiero que me abracen, ¿sabes? Pero tengo miedo de que me toquen...Sobre todo ahora que sabes que hice.
—¿Has probado la terapia? —Pregunto.
—No creo que la terapia sea para mí. —Sacudió la cabeza.
—Necesitas trabajar en este tipo de traumas.
—Como sea. —Rodó los ojos.
—¿Quién es esa persona con la que quieres estar cerca?
Jude pareció considerar si debía decírselo o no y Willem estaba más que curioso —Tú.
Tenía perfecto sentido para él; no solo porque él sentía lo mismo.
—Bueno...
—Quiero decir, no románticamente. No me gusta el romance pero...
—¿Pero qué?
—Eres la persona en quien confío...
—Y eso me gusta mucho.
—Solo quiero abrazos, pero no sé cómo pedirlos. No quiero ser molesto.
Pero entonces Willem se acercó a él.
—¿Quieres abrazar?
Judas asintió.
Se acostó de costado y el de rulos también. Se miraron uno al otro y luego Willem envolvió su brazo alrededor del torso de Jude.
—¿Qué se supone que haga? —susurró Jude.
—Supongo que lo que sea que se sienta bien.
Así que Jude lo miró confundido. En respuesta, Willem entrelazó sus piernas con las de Jude y lo acercó más.
—¿Estás bien? —Pregunto el rubio.
—Sí.
—Eres un buen abrazador.
—¿Tú crees eso?
—Totalmente.
De repente, Jude comenzó a reírse. —Es tan extraño.
—¿Qué exactamente?
—Que solo quieras acurrucarte.
Le tomó un segundo entender lo que quería decir y nuevamente, no sabía qué hacer o decir. En cambio, puso su mano sobre la cabeza de Jude y pasó sus dedos por su cabello. Tuvo la urgencia de responder.
—Solo quiero verte feliz. —Dijo finalmente.
—Ahora soy feliz. —murmuró Jude.
—Eso es bueno. —Dejó que su dedo recorriera la cara de Jude; sobre sus mejillas, su barbilla, su nariz. El moreno cerró los ojos y sonrió.
—Eres increíble. —Le dijo. —Y eres amado...Y eres un genio. Eres hermoso. Hay tantas cosas que todos amamos y admiramos de ti. Por favor, no lo olvides.
Permanecieron así durante horas; simplemente acurrucándose, hablando y ocasionalmente llorando ya que aún quedaba mucho por decir. Y se aseguró de disfrutar cada segundo porque no estaba seguro si alguna vez volvería a tener algo así con Jude.
(...)
Cuando se despertó al día siguiente, no sabía qué hora era. Solo sabía que había luz afuera, que le dolía la cabeza y que sostenía el cuerpo dormido de Jude en sus brazos. Entonces recordó todo lo que pasó anoche.
Oh Dios.
Era real. Luchó contra el impulso de acercar a Jude porque no quería despertarlo.
Pero sobre todo, no estaba preparado para la conversación que tendría con el ¿Qué podría decir? ¿Aceptaría Jude su ayuda si no estuviera borracho?
Trató de prepararse mentalmente para eso, pero luego solo miró al más bajo. Se veía tan pacífico y adorable en su sueño. La ira se acumuló dentro de él. ¿Cómo podrían alguien lastimar a este...ser tan lleno de pureza?
Incluso ahora apenas podía comprender lo que Jude le había dicho la noche anterior. Le había hecho algunas preguntas y el le habló sobre como esos tres chicos lo torturaron, lo encerraron y lo drogaron. Habían llorado abrazados, mientras él le contaba historias de su infancia.
—Oh, Judy. —susurró.
Después de un rato, sintió que Jude se movía en sus brazos. Se acercó y hundió la cara en su cuello. Una sonrisa apareció en el rostro de Willem. Deseaba que pudieran hacer esto más a menudo, tal vez incluso sin alcohol de por medio.
—¿Willem? —Jude murmuró.
—¿Sí?
Puso su mano en el cabello de Jude y jugó con él.
—¿Cuánto tiempo has estado despierto? —susurró Jude.
—No mucho, no te preocupes.
De repente, Jude se retiró del abrazo. Ahora había una distancia de dos pies entre ellos. Se llevó una mano a la sien.
—Oh, Dios, Willem, lo siento mucho.
—¿Por qué?
—Por todo lo que pasó anoche. No sé por qué fui tan tonto como para emborracharme. —Comenzó. —Lo siento. Te lo dije todo, ¿verdad? —Tomó un respiro profundo. —Entiendo si ya no quieres que seamos amigos. Yo...
El puro pánico en el rostro de Jude fue demasiado para él.
—Judy, cálmate.
El nombrado bajo la mirada.
Luego continuó. —Quise decir lo que dije anoche. Todavía te quiero y, por supuesto, todavía quiero ser tu amigo. Las cosas que te hicieron, las cosas que tu hiciste, nada cambia mis sentimientos por ti, ¿de acuerdo?
Jude pareció relajarse un poco.
—Y haré cualquier cosa para ayudarte. Solo quiero que estés bien. Dios, ni siquiera sé porqué piensas lo contrario.
—No es tan fácil. —protestó.
—Entonces ayúdame a entender. Sólo déjame estar de tu lado, por favor.
Jude suspiró y Willem supo que estaba pensando.
—¿Cómo estás? —Preguntó entonces. —¿Estás adolorido? ¿Tienes que vomitar?
Jude negó con la cabeza. —Me duele la cabeza, pero no me siento mal.
—Bueno, si es necesario, por favor dímelo.
—Bien.
—Me alegro de que me lo hayas dicho. —Dijo Willem.
—Y...¿realmente no me odias? —Preguntó, su voz era delgada.
—Nunca podría odiarte. Te amo, ¿lo sabes?
Después de eso, Jude volvió a relajarse.
—Yo...yo también te amo...supongo
Willem se rió entre dientes. —Todo está bien.
—De todos modos, ¿por qué no vuelves aquí? —Señaló el lugar a su lado.
—No sé...perdí la confianza.
—Si no te sientes cómodo con eso, también lo entiendo. Esta bien.
Pero entonces Jude se acostó junto a él.
—Espera, voy a cerrar las persianas. Es demasiado brillante aquí adentro. —Dijo.
Cuando estuvo de vuelta en la cama, Jude le preguntó. —¿Podemos... hacer eso otra vez?
—¿Quieres decir abrazar? —Pregunto el pecoso.
—Si.
—Por supuesto, ven aquí.
Jude se acercó a él. —Espera.
—¿Hm?
—No importa... Solo hazlo.
Y así lo puso encima de él y apoyó la barbilla en la parte superior de su cabeza.
Después de unos segundos, Jude cedió y se relajó contra él.
—¿Estás cómodo? —Preguntó solo para asegurarse.
—Creo que sí.
Jugó con el cabello de Jude como lo había hecho antes y Jude lo dejó. Permanecieron en silencio la mayor parte del tiempo y disfrutaron de la compañía del otro. Se dio cuenta de lo fácil que era estar cerca de Jude, lo natural que se sentía. Jude cerró los ojos; su mano todavía estaba presionada contra su sien.
—Déjame masajearte la cabeza —susurró.
—Bueno...
Así que Willem apartó suavemente la mano de Jude y la reemplazó con la suya. Luego comenzó a masajear el cuero cabelludo de Jude de la misma manera que lo había hecho muchas veces con Hemming.
—¿Ayuda?
—Lo hace.
—¿No quieres tomar analgésicos?
—Eres mi analgésico...
Willem sonrió al saber que Jude confiaba en él lo suficiente como para permitirle verlo así.
—Bien. Pero debería traernos un poco de agua pronto.
El asintió.
—Y otra cosa... —Comenzó —Quiero que hables con un médico, ¿de acuerdo?
—¿Por qué?—Pregunto.
—Bueno, porque quiero que recibas la ayuda que te mereces.
Después de unos momentos, Jude respondió. —Tal vez...
—Sé que es difícil para ti, pero será bueno, te lo prometo.
Jude respiró hondo.
—Está bien. —Estuvo de acuerdo.
—Estaré allí para ti y recuerda, no hay nada de qué avergonzarse.
Sintió que los brazos de Jude se apretaban a su alrededor.
—Pero por favor no le digas a Malcolm o JB... No quiero que ellos sepan sobre...ya sabes. —Le pidió.
—Esta bien. Lo que importa es que hables con alguien al respecto.
Y se alegró de que Jude hablara con él ahora. Tal vez esta noche de borrachera era necesaria para romper el silencio entre ellos. Tal vez, Jude sería más abierto en el futuro, ahora que le contó las cosas terribles por las que había pasado.
—Estoy tan orgulloso de ti. —Susurro. —Podemos manejar esto juntos, ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
Pasó de masajear su cuero cabelludo a también trazar patrones en su rostro como lo hizo anoche.
—¿Willem? —Jude dijo suavemente.
—¿Si?
—¿Podemos quedarnos así un poco más?
Colocó un suave beso en la parte superior de su cabeza. —No voy a ninguna parte.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro