La vida de Jude St Francis cambio mucho desde que Harold y Julia lo adoptaron, cosa que fue a los 5 años tal vez, el chico no lo recuerda.

No sabe nada de sus padres biológicos, aunque tampoco tiene la intención de descubrirlo. Su etapa en el orfanato de Manhattan no fue la mejor, era vulnerable, apenas un niño y aquellos chicos mayores del lugar lo golpeaban y molestaban al ser "diferente".

Esta bien, Jude tenía piel morena y era mitad latino, esto no lo supo hasta que Harold se lo dijo, aunque este no fuera un motivo para ser torturado de esa manera.

Esa es la primera (y tal vez única) razón por la cual no deja que nadie tenga contacto físico con el, o casi nadie.

Hay excepciones, como Julia que siempre le besa la frente, Harold que siempre juega con su cabello para molestarlo, Malcolm que suele ponerle la mano en su hombro, JB que lo abraza por el cuello, y Willem que se acerca lo suficiente para que sus piernas se rocen poniendo una mano en su brazo.

Algo que le gusta mucho de sus amigos es que, además de contagiarle esa buena vibra y energía que muestran siempre, nunca le han preguntado de su vida antes de conocer a Harold y Julia, o bueno, si lo han echo, pero Jude dice que no quiere hablar sobre eso y ellos dejan el tema atrás, no lo presionan y es algo que él aprecia.

Él sabe que los chicos tienen más amigos fuera de su grupo. Esto realmente no le complica ni presta mayor atención, no lo deprime ni le pone mal porque se acostumbro a la soledad, el no cree que eso sea malo, considera que es muy sano estar a solas con sus profundos pensamientos.

Hace años que no experimenta la tristeza, excepto las veces que Michael y sus amigos lo molestan sin motivo alguno, no importaba, pues sus amigos siempre estaban para protegerlo, algo que no le gusta del todo, pero no puede hacer nada contra aquella situación.

Odia que lo ayuden como si fuera alguien débil, aprendió desde pequeño a cuidarse por si mismo. No necesitaba ayuda de nadie cuando curaba las heridas causadas por los golpes de sus compañeros de orfanato, ni cuando se desmayo porque le quitaron su comida, mucho menos cuando no fue aceptado por la mayoría de los compañeros en su primera escuela. Nada de eso le importaba porque no necesitaba la aprobación de otros, con la suya era más que suficiente. Siquiera le gustaba le preguntarán si estaba bien, ¿Acaso no se veía bien? Una vez se lo pregunto a Julia y ella le respondió:

"Claro que te vez bien Jude, pero tus amigos tanto Harold como yo nos preocupamos por ti, solo queremos asegurarnos de que estés cómodo".

Sabía porque lo decía, normalmente Jude se mantenía callado en cualquier conversación a menos que le pidieran su opinión. Mantenía la mirada perdida cuando estaba triste o enojado y apretaba sus puños y mandíbula si alguien le gritaba, pero él sabe que nunca actuaría así. Los recuerdos del orfanato le dejaron mil traumas y le es inevitable no sentir miedo si alguien alza la mano en su dirección. Nunca lo demostró, no se sobresalto ni flaqueo las veces que alguien se acercaba violento o molesto, pero sabe que debería hablar de este tema con un profesional.

Recuerda una vez que una chica del salón contrario al suyo lo insulto, por decirlo así. Tenían 14 años y estaban en los primeros días de clases, la chica de nombre Deena le preguntó a Jude de forma sarcástica, que le había pasado en sus piernas.

Ese era un tema bastante delicado. Desde que lo adoptaron, Julia y Harold llevaron al moreno a un médico y el doctor les dijo que tenía una infección que, no le durará más de un par de años. Le dijeron eso cuando tenía 6, le hicieron operación a los 14 a finales de abril. A Jude no le complico nunca aquella "discapacidad" y sus amigos nunca lo trataron diferente por respeto a su persona. Deena se burlo por sus piernas, porque era débil y un par de cosas más, y Willem, por primera vez, desde que había empezado el año, lo defendió.

Y eso era justamente lo que le molestaba, que fuera Willem, su mejor amigo y el más querido, quien lo defendiera. No necesitaba la protección de nadie pero, por alguna razón, a Jude le faltaba demasiada voluntad cuando el chico se sienta junto a él en su cama haciendo que sus piernas y brazos se toquen, cuando le acaricia el cabello o cuando lo miró tan intensamente que Jude pierde todo el aliento. Joder, le molestaba que fuera exactamente Willem quien saliera en su defensa porque todos lo tomaban como su guarda-espaldas y más de una vez ambos habían bromeado sobre que el rubio era su protector personal.

Apreciaba la ayuda de su amigo, en serio que si, pero a veces, creía que él lo hacía por compromiso, o porque eran amigos, o porque Harold le había pedido que se acercara y cuidara de su hijo. Temía que la última opción fuera verdad y los años de amistad que tenia con Willem fueran nada más que una mentira.

Hay veces en las que cierra los ojos y puede imaginar a aquellos niños que no recuerda sus nombres, puede verse a sí mismo siendo golpeado por ellos, torturado. Agradece que nunca lo manosearon, fueron solo golpes y dolor psicológico. Pero entonces recuerda que esta hablando de Willem, su amigo humilde, leal y cariñoso, él no era así, nunca le haría daño.