Final Pt. 2
Advertencia: capítulo largo y emocional. ⚠
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Una hora después.
Jungkook había dado como mil vueltas en zip zap en los últimos veinte minutos, proceso en el cuál su corazón no había permanecido ni un segundo tranquilo. Necesitaba escapar pero ya no sabía cómo, la forma en que lo logró anteriormente era en vano ahora pues lo habían metido en otra celda con muchísima más seguridad, en vez de rejas tenía paredes metálicas que no le dejaban ver nada del exterior, rodeado completamente por cuatro paredes y sintiendo que se asfixiaría pronto de la presión.
Le dolía la garganta de tanto haber gritado y sus nudillos estaba rojos por la cantidad de veces que golpeó las paredes con sus puños o intentó rasguñarlas. Cualquier cosa era inútil, nadie le escuchaba y nadie vendría a su rescate.
Conforme pasaba el tiempo la angustia y preocupación por Jimin crecía más en su interior.
¿A dónde está ahora? ¿Qué le estarán haciendo? ¿Estará bien?
Pero la más importante e inquietante.
¿Estará aún vivo?
Sólo pensar en esa posibilidad provocaba una incontrolable ira en él que exigía volver a golpear con fuerza las paredes pidiendo que lo liberaran.
Si Jimin moría por su culpa, jamás en la vida se lo perdonaría.
—¡Sáquenme de una jodida vez! —gritó antes de darle una fuerte patada a la pared y dejarse caer con cansancio al suelo.
¿Qué haría ahora?
Llevaba ambas manos a su cabeza, intentando concentrar sus pensamientos para poder idear un plan de escape cuando milagrosamente la puerta de la prisión se abre de repente.
A continuación Jungkook contempló anonadado como varios hombres en silencio y con trajes especiales ingresaban a su celda para dirigirse hacia el y levantarlo fuertemente de sus brazos. Después, comenzaron a atar sus manos bien fuerte con sogas.
—¡¿A dónde me llevan?! —preguntó cuando lo arrastraron afuera de la celda— ¡¿Dónde está Jimin?! ¿Qué hicieron con él?
Inmediatamente recibió un golpe ajeno en su rostro.
—¡Cierra la boca y avanza! —le ordenó un cazador.
Jungkook le hizo mala cara, escupiendo la sangre de su boca mientras se guardaba sus palabras. A rastras y empujes fue finalmente sacado de los calabozos hasta salir completamente al exterior, dándose cuenta que estaban en medio de un bosque oscuro.
Oscuro... Esperen, aún era de noche.
Sin embargo no tuvo tiempo de examinar bien la situación pues inmediatamente le cubrieron el rostro con su saco. Entonces continuaron arrastrándolo bruscamente por la tempestad de la naturaleza, de vez en cuando se caía por chocar con una rama y era obligado a levantarse sin piedad alguna de que no podía ver nada. Se le estaba resultando difícil respirar después de cinco minutos de caminata hasta que sintió como disminuían el paso junto a la sensación de estar en un lugar amplio y grande, como una pequeña pradera. Además de escuchar varios murmullos de personas.
Y al instante unió puntos.
Oh, no...
Justo allí lo detuvieron abruptamente, poniéndolo de rodillas hasta el pasto y duro suelo. A los segundos le quitaron el saco del rostro, logrando comprobar sus sospechas de donde estaba al observar a su alrededor. Estaba en un ritual. Se encontraban en un círculo rodeado por cazadores vestidos con túnicas negras, varios se sorprendieron al verle allí amarrado como un animal, sin entender qué estaba pasando. Otros le miraban con desprecio. En una esquina se encontraba su tío junto a Yeonjun, el pequeño joven parecía no entender nada de lo que sucedía y sólo le dedicaba miradas de angustia. A excepción de su tío quién mantenía una expresión seria.
Sin embargo, continuó mirando a su alrededor en busca de la única persona que le importaba allí.
Y cuando la visualizó a lo lejos, su corazón se detuvo.
Jimin estaba al otro extremo del círculo, mucho más alejado de los cazadores, recostado en una superficie semi-inclinada con los brazos y piernas amarrados con sogas. En una posición similar a la crucifixión. Pero esto era mucho peor, pues se trataba de un antiguo método de ejecución para vampiros, en el cuál se les colocaba exactamente al inicio de donde comenzaban a pegar los primeros rayos del sol para que cuando hiciesen contacto con ellos les quemaran lentamente hasta hacerse polvo.
—No... —murmuró Jeon completamente anonadado— ¡No! —gritó, intentando levantarse pero siendo detenido con fuerza y vuelto a poner en su lugar, esta vez con dos hombres reteniéndole desde los hombros— Jimin... —susurró, mirando con angustia al adulido quién levantó la cabeza y le observó de la misma forma en silencio.
En los ojos de ambos se reflejaba el mismísimo dolor y tristeza.
Especialmente en los de Park quiénes le decían a Jeon: "Es tarde, es el final. No hay nada que puedas hacer ahora.."
Más el pelinegro no se rendía aún, negaba con la cabeza, indicándole que no iba a ser así, que lograrían salir de esta.
Aún cuando las circunstancias ameritaban a que fuera lo contrario.
Finalmente, el líder del consejo, quién se trataba de un señor mayor de tercera edad, llamó la atención de todos pidiendo silencio:
—Miembros del consejo, cazadores y principiantes... —introdujo en voz alta—Estamos aquí reunidos para celebrar nuestro sagrado y mensual ritual, sin embargo, hoy será la excepción a lo que acostumbramos a hacer. Pues ante todos ustedes, les complacerá ser parte del sacrificio al vampiro, clase A, Park Jimin, quién será expuesto a las amenazas de su máximo enemigo mortal: el sol.
Los cazadores a asintieron y aplaudieron brevemente, observando con felicidad y odio al vampiro amarrado.
—Desgraciadamente... —continuó el mayor— Será la primera vez en cincuenta años que sacrificaremos a uno de nosotros... —dicho esto, todos se quedaron sorprendidos y sin entender nada— Jeon Jungkook, está sentenciado a muerte por traicionar y engañar al consejo supremo y sus leyes, mintiendo sobre su verdadera identidad y manteniendo relaciones afectuosas con un vampiro.
Los murmullos no tardaron de aparecer junto a exclamaciones, pues muchos jamás se hubiesen llegado a imaginar que uno de los cazadores más prestigiosos y destacados fuera a cometer tales horribles delitos. Era algo imposible de creer cuando el muchacho era la perfección en persona, sin embargo, no podían opinar nada y sólo les tocaba aceptar el destino de Jeon.
Inmediatamente un hombre se aproximó a Jungkook y apuntó un arma en su cabeza.
—¡No! ¡Jungkook! —gritó Yeonjun, quién intentó correr hacia él pero fue detenido por su padre— ¡No lo hagan! ¡No, porfavor! —suplicó entre lágrimas mientras lo alejaban de allí, pues para él, Jungkook era prácticamente como su hermano mayor y lo iban a matar en frente suyo sin razón válida a su criterio. Pero aún así, fue completamente ignorado y sacado de la escena.
Jungkook le dedicó una mirada de tristeza.
El líder del consejo, respiró hondo y se acercó al pelinegro hasta agacharse a su altura y hablarle al oído:
—He cambiado de opinión ahora, Jeon. Creo que sería mejor castigo que vieras morir a tu amado primero antes que tú, ¿no? —rió maliciosamente y se alejó cuando el muchacho comenzó a forcejear.
El anciono volvió a su sitio y alzó la mirada al cielo, el cuál comenzaba a iluminarse poco a poco.
—¡Está próximo a amanecer! —anunció— ¡Pronto veremos a esta horrible criatura pagar lo que se merece! —sentenció, señalando al peligris quién le dedicaba una mirada amenazante desde su posición— Por cierto, Park Jimin... Siempre le otorgamos a las víctimas la oportunidad de decir unas últimas palabras, ¿tiene algo que decir antes de morir?
Jimin guía sus ojos hacia Jungkook, conectaron almas y suavizó su mirada para susurrarle:
—Te perdono.
Desde su posición, el pelinegro había logrado leer sus labios e inmediatamente sus ojos se lagrimearon. El sol comenzó a salir de las montañas, cubriendo con su luz a gran velocidad los árboles y pastizales, acercándose cada vez más al objetivo.
Jungkook gritó y luchó por querer salvar a Jimin pero era inútil cuando literalmente más de cinco hombres le detenían.
Era final.
Y en medio de la espera y los reclamos de Jeon, inesperadamente una figura pasa veloz al lado del líder, cortándole el cuello en el proceso. Todo el mundo se queda en silencio e impactado mientras el anciano cae muerto al suelo. A los segundos pasa otro, y otro más, repitiendo el mismo proceso con todos los del consejo hasta que los gritos de la gente gobernaron el lugar y comenzaron a huir al enterarse que se trataba ni más ni menos que una emboscada de vampiros.
Y finalmente, es cuando empieza la verdadera batalla.
De inmediato los cazadores comenzaron a defenderse contra los vampiros que llegaban a atacarlos. El caos comenzó a desatarse en todo el lugar junto al pánico, muchos corrían y huían mientras que otros se dignaban a luchar.
Jungkook contemplaba todo impactado, logrando ver la figura del señor Park luchar contra un cazador.
Él los había traído a todos.
Sin pensarlo demasiado, comenzó a forcejear contra su propio agarre intentando desatarse rápidamente él mismo. Pero en ese momento llega Yeonjun a su lado y con un pequeño cuchillo comienza a cortar de prisa las sogas, hasta dejarlo completamente liberado.
—¡Gracias! —exclama, levantándose pero inmediatamente Yeonjun le toma de la muñeca y lo jala hacia el interior del bosque.
—¡Hay que irnos! —dice el joven asustado.
Jungkook impone fuerza.
—¡No dejaré a Jimin!
—¡Pero no quiero que te pase algo!
Jeon corta la distancia que los separaba y toma el rostro de su primo para mirarlo fijamente a los ojos en medio del caos.
—Entiende, debo hacerlo —le dijo con voz segura— Huye a un lugar seguro, estaré bien. Te lo prometo.
El castaño dudó un momento hasta que tragando fuertemente saliva, asintió firme con la cabeza.
—Así es, ¡ahora corre! —le ordenó el mayor y eso hizo, alejándose con rapidez del lugar.
A continuación, Jungkook comenzó a correr lo más rápido que podía hasta Jimin, quién aún se encontraba amarrado y con la luz del sol a un dos metros de él.
De improvisto un cazador se abalanza sobre Jeon, intentando clavarle un cuchillo. Este rápidamente lo esquiva y le arrabata el arma, pero entonces recibe un puñetazo del hombre haciendo que ambos cayesen al suelo y comenzarán a golpearse entre sí. En cuestión de segundos el cazador está intentando ahorcarlo sin embargo Jungkook actúa más rápido y le da una fuerte patada en el abdomen, quitándolo de encima. Rápidamente se arrastra en el suelo para poder alcanzar un arco y flecha que estaban cerca antes de que el hombre se levantase. Al tomarlos, fue cuestión de segundos cuando unió el arma y se volteó para dispararle inmediatamente al hombre en el pecho quién cayó muerto encima suyo.
Enseguida se lo quita de encima y con algo de dificultad se levanta.
—¡Jungkook! —la voz de Jimin le hizo voltear instantáneamente su rostro para verlo removerse con brusquedad de sus amarres con el sol subiendo hasta sus pies— ¡Ayúdame!
Sin pensarlo más y con el cuchillo del cazador que mató en su mano, comenzó a correr hasta el vampiro y esta vez nada lo detiene. Cuando llega a su alcance, comienza a cortar rápidamente las sogas de sus pies. Al finalizar trepa sobre la superficie y continúa de la misma forma con las de sus manos.
—¡Rápido! —exclamó Jimin desesperado cuando el sol comenzó a subir lentamente por la superficie hasta llegar a sus pies y obligándose a intentar levantarlos con dificultad para que no le tocaran.
—¡Están muy duras! —excusó Jungkook luchando por cortar con un pequeño cuchillo aquellas sogas que eran más fuertes y gruesas que las que tenía— ¡Resiste un poco más!
Por un segundo las piernas flexionadas de Jimin se debilitaron e hicieron ademán de caer nuevamente al sol, lo que provocó que quemara su piel por unos segundos antes de volverlas a alejar.
—¡Ah! —gritó del dolor y miró al pelinegro asustado cuando el sol se acercaba más— ¡Date prisa!
Jungkook utilizó de todas sus fuerzas para imponer más presión y poder romper la última soga, sólo quedaba un pequeño pedacito. Faltaba poco. Hasta que finalmente y justo antes de que la luz tocara a Jimin por completo, logró cortar toda la soga liberando por fin al vampiro quién inmediatamente cayó en sus brazos. Jeon lo cargó y corrió hasta la sombra más cercana lejos del sol, donde lo depositó en el pasto y se agachó a su altura.
—¿E-Estás bien? —preguntó con la respiración acelerada, mirándole a los ojos.
Jimin estaba igual que él y asintió varias veces con la cabeza antes de abalanzarse y abrazarlo con fuerza, su cuerpo temblaba levemente del miedo de hace unos segundos y lo único que podía hacer en ese momento era aferrarse al pelinegro.
Por otro lado la batalla estaba finalizando, la mayoría de los cazadores decidieron huir y la manada de vampiros que vinieron a defender se fueron conforme el sol iba creciendo.
—¿Dónde está mi padre? —preguntó Jimin cuando soltó a Jungkook, mirando frenéticamente a su alrededor.
Y ambos lograron contemplar a lo lejos como el señor Park luchaba contra Im Baek, y este último, incrustaba inesperadamente una daga en su estómago.
El mundo se detuvo para Jimin.
—¡Papá! —gritó, intentando levantarse rápidamente para ir a socorrerlo pero terminó cayendo pues aún se encontraba muy débil y sin fuerzas.
Entonces Jungkook fue quién se levantó por él y comenzó a correr hacia el señor Park, cuando llegó, se agachó inmediatamente y miró su herida, sin embargo antes de hacer tal acción el vampiro le detuvo.
—Estoy bien, estoy bien —le dice con voz ronca— Me recuperaré pronto.
Jungkook asiente, mirándole aún preocupado y justamente cuando se voltea puede observar como su tío está acercándose a Jimin con la misma daga en su mano mientras este retrocede desde el suelo.
—¡No! —grita fuerte, deteniendo abruptamente al hombre y haciendo que le mirase— ¡Esta maldita lucha es entre tú y yo! —exclama mientras comienza a caminar hacia él— ¡No lo metas en esto!
Baek parece entrar en razón y se aleja de Jimin para acercarse a Jungkook mientras que en el proceso, saca una escopeta detrás de su mochila y la apunta rápidamente hasta su sobrino.
El pelinegro se detiene de golpe, impactado.
—Debí de haberte matado cuando eras un bebé, lo único que hiciste fue decepcionarme... —gruñó el mayor entredientes.
—Tú me entregaste al consejo sólo para salvar tu maldito pellejo... No eres más que un cobarde...
—¡Cierra la boca, tantos años de entrenamiento que gasté en ti y así me pagas, te di un hogar y alimento, te trate como a mi hijo! —le siguió apuntando.
Se encontraban frente a frente, uno armado y el otro no.
—¡Nunca te importé! —soltó el menor—Sólo me utilizaste para tu propio beneficio, antes no lo veía correctamente pero ahora sí. Y por lo que me hiciste pasar y haz hecho a las personas que amo, mereces morir.
—No serías capaz de matarme, piensa un poco tu posición ahora, yo estoy armado y tú no.
—¿Y por qué no me haz matado aún, entonces? —insinuó, mientras veía de reojo detrás de su tío, como Jimin se levantaba y se acercaba lentamente a un arco que estaba en el suelo.
Baek soltó una risa seca.
—¿Quieres que lo haga? Si te entregué fácilmente puedo matarte.
—Sólo eres un cobarde —repitió.
—¡Cállate! ¡Por tus estúpidas insolencias ya lo he perdido todo! ¡Todo!
—Pues te lo mereces...
El tío intensificó su agarre en el gatillo de la escopeta y frunció el ceño. Por su lado Jungkook veía detrás como Jimin colocaba el arco y la flecha juntos tal y como le había enseñado para proseguir a apuntar al mayor.
—Pudimos llevarnos bien, tío. Pero tu no lo quisiste así... Pudimos llevar una mejor vida que esto... Sin embargo ahora es demasiado tarde...
—Nunca es tarde para la venganza... —dijo el hombre.
—Así es... —Jungkook miró de reojo a Jimin, dándole la indicación de que dispara.
Sin embargo, al mismo tiempo, escucha el sonido del arma de su tío cargarse para después oírle decir:
—Mi venganza.
Y dicho esto, le dispara.
Sus ojos se abren de par en par, mientras siente que su corazón y el mundo se detiene. Inmediatamente un fuerte ardor provenir dentro de su cuerpo le hace mirarse lentamente a sí mismo, llevando sus manos temblorosas hasta su abdomen donde estaba una enorme mancha roja de sangre, levanta la mirada interrogante hacia su tío quién sólo le mira con seriedad. Y finalmente, cae de un golpe al suelo.
Jimin contempló todo desde su posición en shock, junto a sus manos temblorosas sostener el arma y sus ojos llenos de lágrimas. El mundo pareció ir en cámara lenta conforme veía a Jungkook caer inconsciente al suelo y un grito desgarrador salió desde su garganta como un rugido, retumbando por todo su ser, todo se volvió borroso y la rabia en segundos le consumió. Con la vista vidriosa y la poca estabilidad que le quedaba, alzó el arma a la altura del corazón de Im Baek y soltó la flecha. En milisegundos aterrizó en el lugar esperado, dejando al hombre inmóvil en su sitio, pues no se lo esperaba. E inmediatamente cayó al suelo, muerto.
El vampiro peligris, tiró de un golpe el arma al suelo y utilizando su máxima velocidad corrió hasta el pelinegro, tirándose a su lado.
—¡Jungkook, Jungkook! —exclamó angustiado, viendo como este aún respiraba entrecortadamente— ¡T-Todo va a estar bien, sólo-..! —se detuvo, observando con pánico como la sangre brotaba más y más de su abdomen— ¡N-No sé que hacer...! —sus ojos se llenaron más de lágrimas— ¡No p-puedo tocarla o sino-..! —tragó saliva, al sentir sus colmillos dolerle cuando olió la sangre— Y-Yo... —sus manos temblaban por la desesperación y miedo.
—¡Hijo!
Inmediatamente levantó su mirada para ver cómo su progenitor corría hacía donde ellos.
—¡Padre! —exclamó— ¡P-Porfavor, a-ayúdame! —suplicó dolorosamente.
—Tranquilo, tranquilo —el señor Park se agachó al otro lado de Jungkook quién aún seguía respirando con dificultad. Rápidamente se quitó su camisa y la arrugó para colocarla encima de la herida, para frenar el sangrado.
Jimin contemplaba todo con muchísima atención, más que todo como las manos de su padre se llenaban de sangre y más sangre.
—¡Jimin! —le llamó su mayor, sacándole de su trance— ¡La herida es demasiado grande! ¡Necesito que te encargues de esto mientras yo iré rápidamente a buscar unas hierbas medicinales del bosque!
—¿Qué? ¡No! ¡No puedo! —se negó, mirando la sangre— ¿Y-Y si no me controlo y después-..?
—¡Sé que puedes! —le interrumpió— ¡No tenemos mucho tiempo!
Jimin entendió y asintió varias veces con la cabeza.
—Vale.
Su padre entonces alejó las manos de la camiseta llena de sangre y enseguida él puso las suyas, haciendo presión como le indicó antes de irse.
—O-Okay... —murmuró con voz temblorosa, respirando profundamente y mirando al pelinegro— Y-Yo puedo hacerlo... —se autoconvenció.
—J-Jimin... —la voz de Jungkook sonaba débil y ronca, mientras intentaba abrir sus ojos, prosiguiendo a toser en el proceso— Jimin...
—Aquí estoy, Kook —el vampiro acarició con una mano su rostro mientras que con la otra detenía el sangrado— V-Vas a estar bien, s-sólo... resiste un poco... —le dijo con voz rota.
Finalmente conectaron miradas, una apagada y la otra llorosa.
—Te amo... —murmuró Jungkook, sonriendo levemente.
Jimin negó varias veces con la cabeza, mirándole con temor.
—No... n-no te despidas, no hagas como si fueras a irte... No puedes morir, no puedes dejarme, vas-vas a vivir, ¿ok? M-Mi padre vendrá y-y te va a-ayudar y-...
—Jimin, mírame... —soltó sarcásticamente— N-no hay forma de que-
—¡No! —gritó con desesperación— ¡No puedes morir! ¡E-Estoy reteniendo tu sangre se supone que eso tiene que ayudar! —entonces miró la camisa y abrió su boca cuando se percató de la cantidad de sangre que era, la camisa de su padre estaba toda roja al igual que su mano— Mierda...
Jungkook empezó a toser fuerte, su respiración se volvía cada vez más pausada y sus ojos hacían ademán de cerrarse.
—¿Jungkook...? —Jimin le miró derramando lágrimas— Vamos, no cierres los ojos —dijo palmeando su mejilla— Porfavor, quédate conmigo. Joder, te lo suplico...
Pero el pelinegro poco a poco dejaba de reaccionar, su piel tornándose cada vez más pálida.
—Perdóname por todo... —susurró.
—Ya lo hice, te perdonado, ahora no me dejes... —acarició su rostro— S-Si tú mueres, yo me muero. No puedo... no puedo seguir viviendo sin ti, po-porfavor, no te vayas.
—Lo siento... —susurró débilmente, derramando un par de lágrimas.
—Te amo... —murmuró, rompiendo en llanto— Te amo, Kook.
—Te amo, Jimin... Mi hermoso vampiro... —sonrió, levantando débilmente su mano para tocar su rostro. Jimin la sostuvo con la suya para que no cayese— Gracias por cambiarme...
—Se suponía que estarías conmigo para siempre... —sollozó.
Jungkook tragó saliva, pensativo.
—Aunque...
—¿Qué? —preguntó.
Suspiró lentamente.
—Aún hay una forma de lograrlo...
Park le miró sorprendido, entendiendo inmediatamente a qué se refería.
—Jungkook... ¿qué?
—Hazlo —sentenció débilmente— T-Te dejo hacerlo. No quiero dejarte. N-no quiero irme...
—Pero...
—Por favor.
Jimin se relamió los labios y asintió con la cabeza, limpiando sus lágrimas. No podía negarse ahora mismo cuando estaban contra tiempo, la desesperación logrando que ambos tomasen decisiones sin completa conciencia.
Sin embargo ya era un hecho, Jungkook lo había permitido.
A continuación y antes de que fuese demasiado tarde, agarró la mano débil de Jungkook y enterró sus colmillos en su muñeca. El adulido frunció un poco el ceño y luego otra vez cuando el vampiro lo volvió hacer en la otra mano. Por último, Jimin se acercó a su rostro para inclinarse hasta su cuello y morderlo más profundamente.
Y cuando se alejó, unió sus labios con suma delicadeza. Se besaron de forma pausada y lenta. La mano de Jeon encontró fuerzas para tomar el cuello de Park y acercarlo más a su boca, como si fuera a besarlo por última vez.
Y así fue.
Al finalizar, se alejaron un poco del otro, ambos con los ojos cerrados y respirando pesadamente.
En cuestión de segundos, la mano del pelinegro se deslizó desde el cuello de Jimin hasta caer débilmente al suelo, soltando en ese momento su último aliento.
Park abrió sus ojos, topándose con el rostro sin color de Jungkook junto sus ojos cerrados y completamente inmóvil.
—¿Jungkook? —soltó con miedo cuando observó como el pecho contrario no se movía, entonces rápidamente se inclinó para escuchar los latidos de su corazón. Sin embargo, no escuchó nada— ¿Qué? —se alejó, mirando al chico con pavor y sacando una horrible conclusión— No... —murmuró, su rostro desfigurándose junto a ojos llenándose poco a poco de lágrimas— No, porfavor... Kook, de-despierta... —pidió, acariciando su rostro— Jungkook... n-no...
Y finalmente rompió en un fuerte como doloroso llanto.
—¡No! —sollozó, abrazándolo con fuerza— ¡Jungkook, no! ¡¿Por qué?! N-No...
En ese momento sintió la presencia de su padre detenerse detrás suyo y el cómo, al entender lo que había pasado, soltaba un suspiro frustrado.
—Jimin... —susurró, tocando su hombro mientras lloraba— Lo siento mucho...
—¡No! —gritó, mirándole— ¡N-N lo entiendo! ¡Lo mordí, se suponía que iba a vivir! —presionó sus labios— P-Pero fue demasiado tarde...
—¿Lo mordiste? —sus ojos se abrieron de par en par e inmediatamente se agachó hacia el cuerpo inerte de Jungkook, comenzando a hacerle un RCP.
—¿Q-Qué haces? —Jimin le miró sorprendido.
—Intento revivirlo, si lo mordiste estando vivo puede que el veneno hayase llegado a tiempo a su corazón antes de que se detuviera. ¡Pásame una de las hierbas que traje!
Inmediatamente su hijo le obedeció. Y entonces prosiguió a colocar la planta cerca de la nariz de Jeon, esperando a que el olor especial lograse hacerle efecto. Sin embargo, pasaron los segundos y nada. Así que continuó con el RCP.
—Es inútil... —murmuró Jimin con la voz quebrada, cubriendo su rostro con sus manos— Se ha ido...
—No, escucha.
El mayor se detuvo, ambos vampiros se quedaron quietos en su posición por unos segundos, intentando agudizar sus oídos. Hasta que finalmente lo escucharon, eran latidos de un corazón. El corazón de Jungkook. De inmediato se miraron al mismo tiempo. Uno con expresión pasmada mientras que el otro con una gran sonrisa.
—¡Funcionó! —exclamó alegre el señor Park.
—No puede ser... —murmuró el peligris anonadado al observar como el pecho de Jeon comenzaba a subir y bajar de forma pausada— Oh, por el mismísimo Drácula... está vivo —soltó, llevándose ambas manos a la boca y poniéndose a llorar de la felicidad.
—¡Así es! —afirmó su padre— No fue demasiado tarde, ¡lo lograste, hijo! —exclamó orgulloso, dándole un fuerte abrazo.
Jimin sonrió entre lágrimas mientras le correspondía.
Lo había conseguido.
Jungkook estaba vivo.
—🖤.
HOLA 🤠
¿Cómo se encuentran después de esto?
Tengo que avisar que falta la tercera parte del final, junto probablemente un epílogo y lastimosamente le tendremos que decir adiós a Sweet Fangs.
Ahora sólo queda esperar la trasformación de Jungkook. 😈
BYE
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