018.
—¿Así que dices que el estudiante Jeon Jungkook es un vampiro?
El director miró al azabache extrañado, con su ceño fruncido a tope.
Hoseok tensó su mandíbula y asintió firme varias veces con la cabeza.
—Así es. Oh, bueno... eso creo —bufó—Es algo muy extraño, pues no olía a un vampiro como tal. Para mí siempre ha olido a humano... Y realmente no entiendo nada ni qué sucedió. Pero le aseguro que actuaba exactamente igual que un vampiro.
—Uhm... —musitó, llevando una mano a su barbilla mientras se dejaba caer en el asiento de su escritorio— Es algo irónico y sospechoso, porque justamente contraté a Jeon Jungkook para que exterminara a todos los vampiros de la institución. No tendría sentido que él fuera uno de ellos...
—No sabía que Jungkook era un cazador de vampiros —dijo el azabache sorprendido— Ahora entiendo porqué llegó tan repentinamente...
—Sí, necesitaba que alguien se deshaciera de todos esos chupasangre que abundan en mi institución... No los soporto... —gruñó negando con la cabeza.
—Sabe que yo tampoco —agregó el menor— Mucho menos a ese tal Park Jimin, ahg, como tengo ganas de agarrarlo y-... —se detuvo ante un carraspeo del director— Lo siento.
—Retomando con el tema de Jeon... —continuó en voz monótona— Esto que dices es demasiado serio e incorrecto si resultase verdad, va contra las reglas de los caza-vampiros según tengo entendido y debe de ser reportado inmediatamente ante la corte suprema de estos.
Hoseok asintió, sin entender mucho.
—Ya veo, pero... ¿no sería mejor hablarlo directamente con Jungkook antes de reportarlo?
—No —respondió al instante— Prefiero que la corte se haga cargo antes de ensuciarme las manos, además, quiero que los cazadores sean cien por ciento humanos. Sin ninguna excepción.
—¿Y qué pasará con Jeon? —se atrevió a preguntar— ¿Le echará de la institución o lo dejará libre?
El hombre lobo suspiró, mirando a una dirección específica de la oficina.
—No puedo echarlo —negó— Jungkook es un vampiro más, y deberá se ser exterminado como los otros, así que dejaré que el próximo cazador se haga cargo de él.
—Entiendo.
—En todo caso, muchas gracias por la información, hijo mío. Me llena de gratitud que seas leal ante tu naturaleza e instintos —sonrió con orgullo.
—De nada, padre.
—Ya verás como esos estúpidos vampiros se terminarán rindiendo y dejando que nosotros los hombres lobo nos coloquemos totalmente en la cima de los más poderosos... —rió maliciosamente.
Hoseok le siguió, sonriendo de forma malévola y enseñando sus colmillos lobunos.
(🖤)
Dos días después.
Jimin llevaba una mano a su boca mientras sus ojos se achinaban intentando parar de reír. Al frente suyo se encontraba Jungkook completamente empapado de pies a cabeza, temblando de frío.
¿Y qué había pasado?
Bueno, pues en resumen Jimin retó a Jungkook a subir hasta la punta de un árbol de pino utilizando sus poderes para así fortalecerlos más, aún cuando el pelinegro jamás había hecho algo como eso en su vida. Terminando con el chico cayendo de cruces al río helado que se encontraba a la par.
—¡Ya deja de reírte! —protestó Jeon molesto mientras se colocaba su abrigo— Estoy congelado, maldita sea... —habló tiritando los dientes del frío, pues era de noche y el viento le sentaba peor a su estado.
—Lo siento —rió— E-Esque luces muy adorable... ¡Como un gatito mojado!
—Aquí el único gatito eres tú y próximamente estarás también mojado... —sentenció acercándose hasta el peligris con pasos decididos.
Inmediatamente Jimin retrocedió y comenzó a correr velozmente hacia el lado contrario, huyendo de Jungkook quién le siguió al mismo tiempo. Ambos correteando como dos liebres en medio del bosque y risas bajo la oscuridad. Últimamente se encontraban mucho en aquél sitio, pues era como su lugar seguro donde se podían amar y divertir libremente.
Park se detuvo por un segundo al no sentir los pasos de Jeon perseguirle, mirando extrañado a su alrededor.
—¿Kook? —llamó algo preocupado al no sentirle cerca.
Y justo en el momento en que comenzaba a angustiarse un cuerpo baja inesperadamente del aire y le toma de los hombros, susurrando en su oído un pequeño "¡buh!" que logró sobresaltarle y gritar asustado.
Al girarse se topó con Jungkook estallando en carcajadas, casi tirándose al suelo de la risa.
Jimin frunció el ceño.
—¡Imbécil! —exclamó, golpeándole fuertemente el pecho sin lograr que el contrario se inmutara— ¿Dónde estabas? ¡Pensé que te había pasado algo!
Jungkook entonces le detuvo tomándole de las muñecas y sonriente, miró de reojo hacia arriba.
—Logré subir a la punta del pino, ja ja —alzó sus cejas.
Jimin volteó sus ojos e hizo ademán de alejarse.
—¿A dónde vas? —Jungkook ajustó el agarre de sus muñecas y le jaló hacia él, pegando sus cuerpos— ¿Estás enfadado? —hizo un tierno puchero cuando quedaron sus rostros cerca.
El vampiro no cambió su expresión y eso fue suficiente respuesta.
—Oh, realmente estás enfadado... —murmuró sorprendido, soltando sus muñecas— Ay, Jimin sólo fue una pequeña bromita de venganza.
Park siguió sin responder, prácticamente fulminando al contrario con la mirada. Parecía que con cada segundo se volvía más sombría y aterradora.
Y Jungkook comenzó a temer, sin entender nada.
—Oh, vamos... —sonrió nerviosamente— N-No me mires así... —en ese momento se percató de algo que no había notado antes. Jimin ya no estaba mirándole a los ojos, sino más abajo, exactamente a su cuello.
Inmediatamente llevó una mano allí y sintió como tenía un pequeño corte de alguna rama, sin embargo eso no era lo preocupante.
Si no la poca sangre que salió de allí.
—Jimin... —advirtió cuando le vió relamerse los labios y avanzar hacia él, los ojos del vampiro tornándose rojos al instante.
Jungkook retrocedió de inmediato, intentando tapar la herida que tenía ante los ojos de Jimin.
—E-Espera un momento... —balbuceo mientras se alejaba.
El vampiro tragó grueso, haciendo caso omiso a sus palabras.
—¿Quieres que te ayude con eso? —preguntó en voz baja y grave.
—No.
—¿Por qué no? —ladeó su cabeza— Kook, tengo hambre... aliméntame, porfavor...
Jungkook se detuvo.
—P-Puedo ir por una de tus reservas, si quieres.
—No quiero eso...
—¿Qué es lo que quieres?
Jimin le miró emocionado y con la respiración acelerada, mordiendo lentamente su labio inferior.
—Quiero tu sangre.
Al pelinegro se le cortó la respiración, y más cuando su espalda chocó contra un tronco, sin dejarle más escapatoria.
—¿Hablas enserio?
—Muy enserio... —terminó de acercarse y acorralarlo con su cuerpo, manteniendo sus rostros a centímetros— Porfavor, lo necesito... —miró con devoción su cuello para después dedicarle una mirada suplicante y seductora— Sólo un poquito, lo prometo...
Jeon mordió su labio inferior, indeciso. El hecho de que lo mordiera no le resultaba tan malo, pues personalmente lo había disfrutado la última vez, sólo que terminó colapsando. No tenía mucho tiempo para pensarlo, lo sabía al ver como los colmillos de Park crecían. Así que finalmente suspiró, dejándose llevar por los encantos de aquel demonio.
—Sólo un poco, ¿entendido? —le miró serio. Era su vida de la que estaban hablando— Recuerda controlarte esta vez... —murmuró mientras se quitaba su abrigo para dejarle más espacio a su cuello.
El vampiro le observó con ojos anticipadores mientras asentía frenéticamente con la cabeza.
—Claro —hizo ademán de acercarse pero Jungkook le detuvo colocando una mano en su pecho.
—Jimin, promételo —exigió, mirándole fijamente a los ojos.
Park suspiró, relajando su expresión y suavizando su intensa mirada para no asustar más a Jeon.
—Te lo prometo, Kook —dijo con su típica voz suave.
Y Jungkook finalmente asintió, suspirando.
—Vale... hazlo...
A continuación el vampiro tomó el rostro de Jeon entre sus manos y le sonrió antes de unir sus labios en un beso lento.
Pues la mordida en el cuello era un acto sumamente íntimo entre vampiros, sólo se realizaba en parejas que se tenían muchísima confianza.
Y ambos no eran la excepción.
Pasaron unos segundos cuando sintió las manos del pelinegro tomarle fuertemente de la cintura y no pudo sentirse más a gusto con eso, entonces siguió la ilera de besos hasta bajar a su cuello donde le escuchó jadear suavemente. Sus colmillos ya comenzaban a dolerle así que no los haría esperar más ni tampoco a su sed, con una de sus manos inclinó la cabeza de Jungkook hacia un lado y con la otra bajó su camisa hasta el hombro, dejando completamente expuesta aquella piel que exigía por ser mordida.
Y guiado por esta última acción, Jimin no esperó un segundo más y enterró sus colmillos sobre el cuello de Jungkook.
—Ahg... —le escuchó quejarse en voz baja a su vez que intensificaba el agarre en su cintura.
Entonces comenzó a succionar y succionar a una velocidad increíble que sólo él podía transmitir, cerró sus ojos deleitándose con el maravilloso sabor de la sangre de un dhampiro, de la sangre de Jungkook. Era un manjar. Juraría que jamás se cansaría de ella. Podía escuchar los pequeños gemidos y jadeos del pelinegro, y el como repartía suaves masajes sobre su cintura moviendo sus pulgares en círculos, diciéndole indirectamente que lo estaba disfrutando y sacándole con ello incontables suspiros mientras bebía de él.
—Jimin...
Aquél débil susurro era la señal para que se detuviera, y aunque en el fondo no quería se lo había prometido al pelinegro. Además de que no deseaba que volviese a ocurrir lo de la vez pasada. Tenía que aprender a controlarse y lo haría.
Dió unos últimos dos sorbos antes de finalmente sacar sus colmillos de golpe.
Jungkook pareció volver a recuperar el aire, su cuerpo débil dejando caer completamente su peso hacia el tronco de atrás y sus piernas luchando por no ceder al suelo. Jimin, aún sin alejarse de su cuello, prosiguió a limpiar con su lengua los restos de sangre de la herida que había dejado. Lamiendo con delicadeza y amor cada centímetro a su vez que dejaba pequeños besitos que demostraban su agradecimiento.
Finalmente se alejó para conectar con la mirada brillante y oscura de Jeon, quién le sonrió débilmente con la respiración agitada. Park le devolvió la sonrisa junto a un suave beso en sus labios conforme los sentaba a ambos lentamente en el césped.
—Bueno, no me mataste —soltó sarcásticamente el dhampiro.
—¿Estás bien? —preguntó, mirándole con ojos preocupados.
—Lo estoy, sólo... —hizo un puchero— ¿Podrías darme otro beso?
Jimin sonrió, escondiendo sus ojos y enseñando sus colmillos antes de inclinarse y atrapar los labios de Jungkook en un corto beso.
—Otro —pidió de nuevo y se le fue dado— Otro... —de nuevo— Otro más... —susurró— El último...
Y cuando tuvo devuelta los labios del vampiro aprovechó para intensificar el beso, dejando de lado los piquitos a besos lentos y placenteros que poco a poco aumentaban su velocidad.
—Mhm, Kook... —murmuró en medio del beso Jimin al sentir como era empujado suavemente por el chico hasta chocar su espalda contra el suelo y después percibir un cuerpo colocarse encima suyo— ¿Qué haces? —preguntó entre risas cuando se dieron tiempo para respirar, dándose cuenta en ese momento que estaba aprisionado con los brazos del pelinegro a los lados de su cabeza.
—¿Qué crees que hago? —insinuó Jungkook con una sonrisa socorrona antes de inclinar su cabeza y atrapar nuevamente sus labios.
Jimin le correspondió, cerrando sus ojos y abrazándole del cuello por unos largos segundos hasta que le volvió a detener al captar las intenciones del chico.
—¿Enserio quieres hacerlo aquí? ¿Ahora? ¿En medio del bosque?
Jungkook hizo una mueca y levantó los hombros de manera despreocupada.
—¿Qué tiene de malo?
—Bueno... —hizo un mohín, pensando—Ni siquiera me has invitado a salir.
—¿Qué? —frunció el ceño— Eso no tiene nada que ver. Y sí te he invitado a salir, muchas veces.
—Mierda, cierto...
—¿Acaso no quieres hacerlo conmigo? —preguntó extrañado y con algo de temor.
Jimin bufó.
—Por supuesto que sí —se cruzó de brazos— Sólo que no quiero darte ese placer tan rápido...
—¿Cuál es la razón?
—Ninguna, sólo que aún no haz cumplido todos los requisitos para meterte entre mis piernas, Kook.
Jungkook reprimió una risa.
—Pues, prácticamente estoy metido entre tus piernas ahora...
Park abrió sus ojos de golpe y bajó la mirada para percatarse que efectivamente Jeon tenía razón.
—¡Diablos! —exclamó apartándolo de encima suyo en un empujón.
—¡Oye, pero si estaba muy cómodo ahí! —hizo una expresión inocente pero sus ojos era totalmente lo contrario.
—No quiero hacerlo ahora —explicó, sentándose en el suelo.
Jungkook le imitó.
—Está bien, pero... —suspiró— ¿Qué tengo que hacer para merecer tal placer, su majestad? —preguntó imitando una voz de caballero.
Jimin rió.
—Vuelves a hacer eso y te mando directo a Transylvania a servir en el castillo del Conde Drácula.
El pelinegro soltó una pequeña risa.
—Ya enserio, ¿cuáles son tus requisitos?
—Bueno, sólo falta una última cosa... se trata de mi familia... —comenzó algo nervioso y bajando la mirada.
—¿Y qué con eso?
—Mi padre quiere conocerte...
Jungkook perdió drásticamente el color de su piel por un segundo al mismo tiempo que su corazón se detuvo.
—¿Qué? —soltó casi inaudible— ¿P-Por qué?
—Pues, quiere conocer a la persona que recuperó a su hija, es obvio. Y... —jugueteó con su labio— Talvéz Suni le dijo algo así como que somos novios...
—¡¿Espera qué?! —le miró espantado—Un momento, ¿entonces quiere decir que yo...?
—Sí, estás invitado a venir a mi casa —sonrió dulcemente.
Jungkook parpadeó varias veces.
Mierda y más mierda.
—Ah... —no sabía que decir, pues parte de aquella misión era entrar a la casa de los Park y finalmente lo había conseguido. Sin embargo ahora era diferente pues ya no quería seguir con la misión— Eso es... genial —le devolvió la sonrisa aunque algo nerviosa— ¿Cuándo?
—Este viernes, puedes quedarte a dormir si quieres.
—¿Quedarme a dormir? —alzó sus cejas, asombrado— ¿Por cuánto tiempo?
—Todo el fin de semana —hizo un mohín al ver la cara seria del contrario— ¿O no quieres? —preguntó con un eje de desilusión.
Jungkook tragó duro. Tenía demasiados pensamientos en la cabeza pero el que más le asustaba e inquietaba era el conocer al padre de Jimin, un vampiro de alto rango, clase A y mucho más poderoso que su hijo.
El miedo es... ¿Qué pasaría si el señor Park sospecha de él? ¿Qué pasaría si lo descubre y lo delata? O peor, lo mata. A los vampiros viejos son muy difíciles de engañar debido a los años de experiencia que poseen.
¿Y que hay del objeto con el encantamiento? ¿Sabría cuál es? ¿Se sentirá en la obligación de destruirlo? ¿Podría dejarlo pasar e ignorarlo?
Joder.
—¿Jungkook? —la suave voz de Jimin le sacó de sus profundos pensamientos— ¿Aceptas? —preguntó, mirándole con ojos brillantes y casi suplicantes.
—Este... yo... —iba a negarse, estuvo a punto de hacerlo hasta que vió la expresión triste del peligris— Joder... —susurró bajo, negando con la cabeza al no poder rechazarle— Vale, iré...
—¿Enserio? —su rostro se iluminó de repente.
Jungkook asintió suavemente con la cabeza. Entonces en ese momento Jimin le abrazó de improvisto.
—Gracias, significa mucho para mí.
El pelinegro le devolvió el abrazo, tragando una vez más saliva al recaer en los hechos.
Entraría por primera vez a la casa de un vampiro.
Y sólo rezaba con no cagarla, o salir vivo de allí.
Jungkook conocerá al suegris ^^
A partir de aquí empezará el drama de la historia, si ya me conocen de otras historias sabrán la intensidad de lo que se viene >:)
See u <3
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