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017.

Llegaron con su máxima velocidad hasta la calle donde vivían los Park. Sólo tenían que caminar un poco más y ya, sin embargo eso no detuvo a Suni a establecer conversación con el desconocido Jungkook.

—¿Y de dónde conoces a mi hermano? —preguntó, mientras caminaban tomados de la mano.

—Somos compañeros en el instituto —respondió tranquilamente.

—Uhm... —la azabache lo examinó sin pudor— Guapo, alto, compañero, medio vampiro... —al instante soltó un fuerte chillido que asustó al chico— ¿Acaso eres su novio?

—¿Qué? —Jungkook se detuvo, mirándola sorprendido— A-ah, no... No somos novios, sólo... amigos.

—Debes estar bromeando, eres demasiado guapo para que Jimin no esté contigo. Le conozco y sé que le gustan los chicos como tú.

Jeon frunció el ceño, sin entender.

—¿Y cómo son los chicos cómo yo?

—Apuestos y buenos.

Ahora su expresión pasó a una asombrada y después continuaron caminando, mientras hacía una pequeña mueca.

—No soy bueno... —dijo con voz apagada.

—¿Entonces no niegas que seas atractivo? —alzó una ceja, mirándole divertida.

Jungkook paró en seco.

—Bueno, no creo que tenga mal aspecto... —sinceró.

—Tienes razón, aunque... ¿A que te refieres con no eres bueno? —le miró extrañada— Me salvaste, es obvio que eres una buena persona. Dehecho nunca te dí las gracias... —Y entonces lo abrazó fuertemente de improvisto— Muchas gracias, Jungkook.

El dhampiro no daba más de la impresión, sin embargo después le correspondió. Abrazándola cortamente y sacándole una pequeña sonrisa.

—No fue nada... —murmuró.

Entonces ella se alejó y le miró con ojos brillantes e inocentes.

—Sólo quiero que sepas que si quieres ser novio de Jimin tienes toda mi aprobación. Y eso que casi nunca me agradan sus novios... ¡Así que siéntete especial!

Jungkook rió.

—Claro. Aunque no creo que suceda.

—¿Por qué no? —preguntó confundida.

—Porque no y ya, deja de hacer tantas preguntas, Suni. Te pareces a Jimin en eso...

—Aww, hasta reconoces sus típicas acciones —hizo un puchero— Dime la verdad... ¿te gusta mi hermano?

Jungkook abrió totalmente sus ojos y tragó saliva antes de responder.

—Ahm... no lo sé.

—¿Cómo que no lo sabes? ¿Entonces estás enamorado de él?

—¿Q-Qué? ¡No dije eso!

—¡Tartamudeaste! ¡Significa que es verdad! —sonrió emocionada.

Jeon la miró pasmado.

—¿De qué hablas? E-Eso no tiene ningún sentido... Y no, no me gusta Jimin ni estoy enamorado de él.

—¿Ah no? —hizo una mueca— Pero-

—No.

—Oh... bueno, qué lástima...

La chica pareció repentinamente triste así que Jungkook intentó cambiar de tema.

—Así que... ¿esa es tú casa? —les detuvo, señalando una gran residencia a lo lejos.

Suni levantó la mirada y al instante asintió alegre varias veces con la cabeza.

Jungkook suspiró, tragando duro y sintiendo su cuerpo ceder poco a poco ante los nervios.

Este era su plan.

Primero tenía que rescatar a Suni, entregarla a su familia y después... estaba dispuesto a revelar su verdadera identidad ante Jimin. Pues no podía seguir haciéndole esto, mierda, no podía continuar con esta maldita farsa. La misión se le había salido completamente de las manos, cuando se percató de que comenzaba a tenerle cariño a Jimin, después, se vió a sí mismo teniendo sentimientos por él.

Y ahora, había caído en cuenta que en el fondo realmente le gustaba.

Jungkook había caído en su propia trampa.

Y no quería seguir cayendo, no quería continuar con el plan pues sabría que se terminaría enamorando del vampiro y después no habría vuelta atrás. Él lo sabía. Y por eso debe de alejarse y con ello hacer que Jimin se aleje de él, para eso tendría que decirle toda la verdad. Teniendo que cargar después con todas las consecuencias, las cuáles serían el odio total del vampiro hacia él y su vida corriendo riesgo. Si es que su tío no le mataba antes al renunciar a la misión.

Sentía miedo, mucho temor y nervios ante lo que sucedería. Pero principalmente sentía dolor. Pues en el fondo no quería hacerlo, no quería dejar a Jimin. Sin embargo eran esos pensamientos los que le obligaban a hacerlo, simplemente se le salió de las manos y lo único que haría sería huir. Retomando, tenía miedo de los cambios que sufrió su cuerpo hace días, tenía miedo del cómo sus pensamientos comenzaban a cambiar sobre los vampiros, tenía miedo de sentirse más cómodo siendo un vampiro que un humano cuando antes se le tenía totalmente prohibido serlo. Pero principalmente tenía miedo de pensar que el matar vampiros, estaba mal.

Tenía miedo de todos esos cambios, de todas esas cosas nuevas y desconocidas para él.

Y no se podía permitir a sí mismo dejar que le dominaran.

—¿Jungkook?

La suave y delicada voz de Suni le hizo salir repentinamente de sus profundos y tortuosos pensamientos.

—¿Te encuentras bien? —preguntó la azabache, tocando la grande mano del pelinegro— Se supone que los humanos son cálidos pero tú ahora mismo estás helado...

—Estoy bien —contestó de inmediato, apartando con delicadeza cualquier contacto de la vampira— Yo... creo que aquí debemos separarnos —suspiró, pensando en que realmente era un cobarde.

Pues no se atrevía a entrar a la residencia de los Park. No lo haría hoy ni nunca, pues si lo quería hacer antes era por aquella razón que se resignaba a cumplir ahora.

—¿Qué? —parpadeó, confusa— No, tú vienes conmigo, Jungkook. Pues mi familia querrá conocer a la persona que me salvó.

—No creo que sea buena idea... Es mejor que entres tu sola, prefiero eso.

—Pero-

—Enserio, yo estoy bien así... —le interrumpió, sonriendo amablemente hacia ella— Lo importante es que estás bien y volverás con tu familia. Sólo te pido que tengas muchísimo cuidado de las personas a tu alrededor... —dijo, indirectamente— No confíes en nadie, ni siquiera en mí.

—¿Pero, por qué? —hizo un mohín.

—Sólo hazlo... Eres una joven realmente hermosa, tienes una laaarga vida por delante —vaciló, provocando que la chica riera— Así que, mantente así de fuerte y valiente. También... me gustaría que cuides a tu hermano, sé que él es mayor que tú pero... eso no significa que también puede estar en riesgo... ¿vale?

—Vale... —respondió, mirándole fijamente cómo si estuviera analizándolo— Jungkook, ¿puedo hacerte una última pregunta?

—Claro —le miró atento.

—¿Por qué me salvaste?

El dhampiro alzó sus cejas en sorpresa, no se esperaba realmente esa pregunta y después de unos segundos en pensar una respuesta menos evidente, suspiró rendido, decidiendo contarle la verdad:

—Porque quería ver a Jimin feliz, de nuevo.

Suni le miró asombrada y antes de que pudiese decir algo más al respecto Jungkook se inclinó para darle un pequeño beso en la mejilla y despedirse de ella para después irse rápidamente.

[🖤]

Jimin suspiraba temblorosamente y por enésima vez en el día, sintiendo sus ojos doler de tanto llorar y su cuerpo completamente exhausto por las noches de insomnio. Se encontraba en la habitación de su hermana, específicamente sentado en la que era la cama de esta. Hundiéndose en sus tristes pensamientos una vez más, pensando en que una parte de él había muerto.

Y dudando si volvería a ver a su hermana algún día, o talvéz nunca.

Sin embargo, cómo si fuera arte de magia o del terrorífico destino. Pensó haber sentido su presencia, aquella cálida sensación que sentía cuando ella estaba cerca y se confundió demasiado, levantándose inmediatamente de la cama y mirando paranoico a su alrededor.

No podía ser posible.

—¿Jimin? —escuchó una femenina voz a sus espaldas, haciéndole congelarse en su sitio.

¿O sí?

El vampiro mantuvo su posición quieta por unos segundos, intentando convencerse de que estaba soñando o se lo había imaginado. Pero no podía engañarse a sí mismo cuando la sentía exactamente ahí, detrás de él. Sólo era cuestión de que volteara y ya, sin embargo tenía miedo de que fuera mentira.

Hasta que se armó de valor y finalmente lo hizo.

Su corazón literalmente deteniéndose por un milisegundo, quedándose totalmente petrificado al verla allí, bajo el marco de la puerta. Estaba exactamente igual cómo la última vez que la vió, a excepción de las ojeras en sus ojos y su cabello negro algo desordenado.

Parpadeó varias veces, pensando fuertemente si era real o era producto de su imaginación.

—¿S-Suni? —preguntó temblorosamente— ¿Eres tú, realmente?

La chica sonrió débilmente, asintiendo con la cabeza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

—Sí, Jimin. Estoy de vuelta en casa.

Entonces ella corrió al instante hacia Jimin, al mismo tiempo que él lo hizo y se fundieron de golpe en un fuerte y conmovedor abrazo con sollozos de por medio.

—No puede ser... —murmuró el mayor, alejándose un poco para tomar su rostro y recorrerlo con sus ojos— ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño?

—Estoy bien —sonrió, sonando su nariz.

Jimin también sonrió entre lágrimas, limpiando las mejillas de su hermanita antes de llenarle todo el rostro de besos.

—Estaba tan asustado, mierda, pensé que jamás te volvería a ver otra vez... —la volvió abrazar.

—Yo también... —intensificó el agarre.

—Joder, no sabes lo preocupado que estaba por ti...

—Lo sé... él me lo dijo.

Jimin detuvo sus pequeños sollozos al instante para romper rápidamente el abrazo y mirarla confundido y asustado.

—¿De quién hablas?

Suni tragó saliva antes de responder.

—De Jeon Jungkook. Él chico que me salvó...

El peligris abrió sus ojos y boca, mirándola completamente anonadado.

—¿Qué? —soltó inaudible.

—Lo que oíste —retomó— Era un chico alto, de cabello negro y mitad vampiro. Me dijo que tu que era tú amigo y que te había prometido rescatarme... ¿es eso, cierto? —preguntó, pues no quería pensar que todo fuese mentira y que su hermano le viese la cara de loca.

Aunque al parecer era verdad, pues el vampiro peligris pareció quedar más sorprendido con esas palabras.

—Sí, es cierto... —respondió, algo fuera de sí, no sabiendo cómo procesar toda esa información y mirando a su alrededor confundido— Y... ¿Por qué entonces no está aquí contigo?

—No sé —contestó, levantado sus hombros— Simplemente me dijo que no quería entrar... Y se fue.

—¿Se fue? —la miró sorprendido y atento— ¿A dónde se fue?

—Creo que al sur... ¿Por qué? —le observó de manera cómplice.

Jimin parpadeó varias veces y tragó saliva antes de incorporarse.

—Nada, sólo... Quédate aquí y ve a la oficina de papá. Estará muy aliviado y feliz de verte.

—¿A donde irás? —preguntó cuando su hermano se alejó.

—Tengo algo pendiente que hacer... —sonrió, saliendo finalmente por la ventana.


[🖤]

Resopló, tirando con fuerza una vez más la pequeña piedra hacia el lago, haciendo que rebotara unos tres metros hasta hundirse.

Se encontraba en el bosque y era ya de noche. No se veía con la suficiente capacidad mental o emocional para enfrentarse a su tío ni mucho menos a Jimin, así que se refugió allí para según él, poder despejar sus pensamientos y respirar con tranquilidad.

Aún si en su pecho seguía aquella horrible inquietud.

Hasta que de improvisto lo que sintió no fue inquietud, sino el latido acelerado de su corazón al sentir repentinamente una presencia que tan bien conocía y cuando se volteó a comprobarlo, inmediatamente un cuerpo se abalanzó sobre él, abrazándolo fuertemente del cuello mientras escondía su rostro en su hombro y sollozaba.

Jungkook se quedó en shock.

—¿J-Jimin?

—Gracias... —dijo entrecortado el peligris— Muchas gracias, Kook... —le abrazó más fuerte, sin dejar de llorar.

Jeon mordió su labio inferior y correspondió el abrazo, rodeando la cintura de Park y apoyando su mentón en su hombro.

—De nada, Jimin... —fue lo único que pudo decir, cerrando fuertemente sus ojos ante la punzada en su corazón.

—N-No sé cómo ni qué hiciste, pero gracias... No sé cómo agradecerte... —finalizó, alejándose un poco para tomar su rostro y pegar sus frentes— Gracias, gracias, gracias... —susurró.

Jungkook tragó saliva, sintiéndose a la deriva ante la cercanía que ahora tenían e intentando separarse de esa tentación, suspiró, rompiendo el abrazo.

Jimin aprovechó para examinar todo su rostro con preocupación.

—¿Te encuentras bien? ¿No te lastimaron?

—No, estoy bien... —intentó sonreír para él, fracasando después.

—¿Qué tienes? —preguntó suavemente el vampiro, mirándole más preocupado que antes.

Jeon quiso morirse en ese momento, estaba intentando poder soltar todo pero simplemente aquella angelical mirada le detenía y dolía a la vez. Mierda, no quería lastimarlo ahora que estaba feliz.

¿Cómo podría decirle toda la verdad?

—Jimin... yo... —suspiró, sintiendo sus nervios subir a flote— N-No soy lo que tú crees... —comenzó, mirándole apenado.

—¿De qué hablas? ¿Acaso no eres un dhampiro? —bromeó, riéndose después pero deteniéndose al ver que el contrario no le siguió.

—No, no es eso...

—¿Entonces? —ladeó adorable la cabeza.

Jungkook suspiró pesadamente.

—Jimin, no podemos seguir viéndonos más...

—¿Qué? —cambió inmediatamente su expresión, a una asombrada y asustada— ¿P-Por qué?

—Porque no puedo seguir haciéndote esto.

—¿Haciendo qué? —frunció el ceño y después sonrió tranquilo— Kook, pero si no estás haciendo nada malo...

Jungkook chaqueó la lengua.

—Joder, es que no entiendes...

—¿Qué no entiendo? ¿Por qué no quieres que nos veamos más? —preguntó ahora serio.

—Porque debo alejarme de ti.

—¿Qué? —amplió sus ojos— Pero-

—Sólo te haré daño, Jimin. Y también tienes que alejarte de mí, no podemos seguir. Realmente lo siento...

—Me estás asustando... —su rostro se apagó, estando uno asustado y confuso— No entiendo de qué hablas... Pero no voy a alejarme de ti, Jungkook.

—Jimin... —suplicó— No me hagas esto más difícil de lo que ya es...

En ese momento, Park había cortado toda distancia de sus cuerpos y tomado rápidamente el rostro de Jeon para acercarlo al suyo. Cortándole el aliento a este y dejándolo inmóvil, con la respiración acelerada.

—Jungkook, no has hecho nada malo... —susurró, casi sobre sus labios—Y... no voy a dejarte. No ahora, no ahora que te encontré, no ahora que te tengo en mi vida... No lo haré.

—No, Jimin... —murmuró de la misma forma, cerrando sus ojos y dejándose llevar momentáneamente por la cercanía del contrario— N-No lo hagas... No te enamores de mí...

Park soltó una pequeña risa, acariciando suavemente el rostro de Jeon mientras se acercaba más a su boca.

—Creo que es demasiado tarde para eso, Kook...

—Joder... —suspiró, intentando alejarse pero fracasando inmediatamente— Jimin y-yo... yo soy un-

Sus palabras fueron cortadas por los labios del vampiro rodeando inmediatamente los suyos en un beso.

Jungkook sintió su corazón latir fuertemente de repente, de una manera que jamás había sentido y cuando se le pasó aquél pequeño shock del momento, suspiró, rindiéndose y correspondiéndole al instante, moviendo suavemente sus labios. Sintiendo como dentro de él estallaban un sinfín de juegos artificiales y estrellas. Jimin le besaba de manera lenta y delicada, casi con tímidez, mientras le abrazaba del cuello, haciendo a su corazón dar un vuelco de ternura.

Al principio era un beso suave, hasta que los impulsos de Jungkook le ganaron y, abrazándole posesivamente de la cintura, comenzó a besarle con más exigencia, más rápidez y constancia. Jimin inmediatamente siguió su ritmo, deleitándose en el fondo con aquél cambio.

Entonces fue en ese momento que Jungkook supo que ya no podía detenerse, no podía parar y ya no sería capaz, ya no podría dejar a Jimin. Por eso quería alejarse desde antes, porque sabía que terminaría cayendo más profundo. Sin embargo, ese beso fue la gota que derramó el vaso para terminar de caer completamente.

Para terminar de enamorarse de Park Jimin.

El vampiro. El fruto prohibido de la misión que tenía, la persona que le hizo dudar de todas las razones de su existencia y ser.

La persona por la que estaría dispuesto a dejar todo, hasta de sus creencias y acciones.

—No me dejes... —susurró Jimin sobre sus labios, al terminar de besarse sin separarse ni un centímetro del otro— Porfavor, no te vayas... —le volvió a besar cortamente— Te quiero, Jungkook... —tragó saliva, esta vez mirándose ambos a los ojos— ¿Acaso no me quieres?

Jungkook relamió sus labios, mirándole casi divertido pues sentía aquella pregunta como una falta de respeto.

—Jimin... —suspiró, enseñando su sonrisa de conejo mientras contemplaba todo el rostro del vampiro. Sin poder creerse a sí mismo lo que diría— Lo hago. Claro que lo hago... Yo también te quiero.

Jimin también sonrió, de aquella hermosa manera que volvía loco a Jungkook.

—Si tenías tantas ganas de besarme... —comenzó— ¿Por qué no lo hiciste antes?

—¿Cómo sabes eso? —preguntó mirándole sorprendido.

—Te escuché aquél día hablar con Jin... —rió suave.

—¿Ah sí? —alzó una ceja, acercándose nuevamente a su rostro.

—Ajá... —también lo hizo, sin dejar de sonreír.

—Oh, entonces ahora puedo besarte todas las veces que yo quiera —susurró acercándose sin pudor a sus labios— Y no es una pregunta...

—Lo sé... —asintió el peligris antes de quedarse sin habla por la boca que reclamó al instante la suya en un beso lento.

Y así permanecieran toda la noche, de nuevo ellos dos juntos en el bosque, sólo que esta vez con besos y caricias los cuáles no daban nunca indicios de parar.

Mezclados con algo de sangre y colmillos de por medio.

Bueno, ya cayeron. Ahora a ver qué pasa... 😈

See u <3

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