Fue difícil poder dejar a Jimin después de haber estado con él más de una hora consolándole y escuchándole.

Pues realmente Jungkook no quería separarse de él, se veía tan triste y débil que temía por su bienestar, sin embargo el mismo Jimin fue quién le incitó a irse. Pues no quería seguir siendo una molestia, según él.

Cuando Jeon sentía que le podía dar todo el tiempo del mundo.

En cuanto Park desapareció de su campo de visión. El pelinegro giró sobre sus talones y corrió rápidamente hasta su casa. Si eran ciertas sus suposiciones, Yeonjun debería de tener a la hermana de Jimin. El problema es que según él y su tío, el pequeño muchacho estaba en un campamento desde hace dos días. La misma cantidad de días que lleva desaparecida Suni. No podía creer que su primo hayase hecho esto, no podía creer la semejante estupidez.

Pues, a pesar de que estaba en los planes asesinar también a la hermana de Jimin.

El gran problema era que no podía hacerlo tan fácilmente, pues ambos hermanos estaban bajo un encantamiento el cuál al parecer Yeonjun había olvidado pues si su intención era matarla sería completamente en vano.

Jungkook sólo podía rezar con que no le hayase hecho daño, o al menos el mínimo. Tenía una idea de donde podría estar oculto aquél mocoso ignorante pero primero debía de hablar con su tío al respecto.

Le iba a engañar con la verdad.

Cuando en el fondo tuviera otros planes distintos.

Entró finalmente a la casa y se dirigió al patio trasero donde sabía se encontraría a su superior. Y efectivamente, allí estaba. Afilando unos cuchillos.

—Tío, tenemos que hablar —avisó de inmediato— Es algo importante.

El hombre dió un sonido de afirmación para que continuara sin dejar de hacer su labor.

—Estoy completamente seguro de que Yeonjun tiene a Park Suni en el refugio.

Y así el mayor detuvo toda acción para mirarle entre sorprendido y confundido.

—¿Qué? ¿De qué me estás hablando? Yeonjun está en un campamento.

Jungkook negó con la cabeza.

—No, tío. Nos mintió. Intenté averiguar como me pediste, y descubrí que un día antes ella salió con un amigo. Estoy seguro de que era Yeonjun. Él la tiene. Y el único lugar donde la puede tener encerrada es el refugio que tenemos cerca del gran río.

Baek parpadeó varias veces, intentando procesar toda la información.

—¡Mierda! —maldijo, golpeando la mesa de al lado con un puño— ¡Este niño no sabe en lo que se está metiendo!

—Exacto —concordó Jeon— No sé realmente qué pretende hacer con ella ya que todos sabemos que no pueden ser asesinados hasta que yo... —se calló él mismo.

—Hasta que tú destruyas el objeto en la casa de los Park, así es —completó el hombre mayor, negando molesto con la cabeza en desaprobación— Joder, Yeonjun no haría algo tan estúpido. De seguro se le habrá olvidado, él siempre olvida todo.

Jungkook fingió frustración, caminando de un lado a otro con los brazos en la cintura.

—¡Joder! —exclamó— Ese idiota está arruinando mis planes, ahora la familia Park está completamente alterada y más atentos que nunca. ¿Qué diablos haré si Jimin me descubre? ¡Todo el plan se iría al carajo! ¡De seguro me mataría!

Aquello último lo dijo sin pensar e intentando actuar, pero en el fondo sintió una punzada en su corazón ante tal acontecimiento, que podría ser perfectamente cierto.

¿Porqué ahora estaba sintiendo miedo?

—¡Lo sé, lo sé! —el hombre llevó dos dedos al puente de su nariz, respirando hondo e intentando mantener la calma— Vale, lo que hay que hacer es ir al refugio y sacar a la niña de ahí. Entregarla a las autoridades y después hacer como si nada hubiese pasado.

—Bien, yo lo haré —dijo rápidamente Jeon haciendo ademán de irse.

—Espera, espera —el mayor le detuvo—¿A dónde crees que irás solo? Obviamente iré contigo.

Jungkook bufó.

—Porfavor, tío. Sabes que puedo hacer esto solo.

—¿Pero que pasa si algún vampiro te ve o intenta atacarte? Debes tener alguien que te proteja la espalda.

—Enserio, yo puedo solo —insistió— Y es mejor que te quedes aquí a vigilar el entorno.

—De acuerdo —dijo entredientes, sintiéndose con pocos ánimos para discutir— Sólo... ponte una máscara o algo para que ella no te reconozca e intenta no meter la pata, Jeon.

—De acuerdo —asintió poco convencido, pues sabía que no cumpliría totalmente con sus órdenes.

Finalmente terminó saliendo rápidamente de allí, dispuesto a rescatar a la hermana de Jimin.

——— [🖤] ———

Llegó velozmente al refugio en pocos minutos con su máxima velocidad. El cual se trataba de una pequeña casa con sótano para meter presos a vampiros y después matarlos.

No esperó ni un segundo más y caminó a pasos pesados hasta la residencia con una expresión de pocos amigos. Él mismo tenía llaves para entrar así que abrió la puerta de un golpe sin preocuparse de ser sigiloso.

Estaba molesto, muy molesto.

Cuando se introdujo rápidamente a la casa, no tardó tres segundos en ver que Yeonjun apareciera al frente suyo con el rostro completamente sorprendido. Y fue cuestión de segundos cuando se acercó a él con decisión y le estampó un fuerte golpe en la mejilla.

—¡Eres un idiota! —le gritó.

El joven le miró anonadado mientras se quejaba y llevaba una mano a la herida.

—¡¿Qué mierda te sucede, Jungkook?! —le reclamó, escupiendo sangre.

—¡Cierra la boca y no me reclames! —le regañó— ¿Qué te sucede más bien a ti al secuestrar a Park Suni sin autorización alguna?

Yeonjun palideció.

—¿Cómo lo sabes?

Jungkook tensó más su mandíbula, acercándose amenazante hacia el contrario.

—¿Dónde está?

El chico no respondió y el pelinegro comenzó a alterarse más, tomándole fuertemente de la camisa.

—¡Te hice una jodida pregunta, Yeonjun! —exclamó, furioso y después se acordó de otro punto— ¿Le hiciste algo? Porque si es así te juro que yo-

—¡Está en el sótano, está en sótano! —confesó al instante mirándole con temor— Y-Yo iba a cumplir con mi parte de la misión y la convencí de vernos para matarla, p-pero no pude, el arma se destruyó y después ella intentó atacarme, e-entonces la dormí y llevé aquí...

Jungkook le soltó, mirándole asombrado.

—Y-Yo no sabía que hacer... —siguió el chico— Me asusté y pensé que talvéz aquí encontraría la forma de poder deshacerme de ella, p-pero nada sirve. Es demasiado extraño.

—Jodida mierda... —soltó Jeon, cubriendo su rostro con sus manos— Obviamente nada va a funcionar porque los hijos Park tienen un jodido encantamiento que impide lastimarlos, ¿acaso lo olvidaste cuando te lo dije, grandísimo imbécil? —estaba siendo muy rudo, lo sabía, pero simplemente ahora no le importaba. Estaba enfadado y ahora todo se había ido a la mierda por culpa de su primo.

Yeonjun estaba con los ojos abiertos de par en par junto a su pálido rostro.

—M-Mierda... había olvidado eso...

Jeon sentía que iba a explotar.

—Dios mío. Dame una razón para no matarte ahora mismo.

—Y-Yo-

—Olvídalo —le interrumpió, tomando tres bocanadas de aire para intentar calmarse— ¿Hace cuánto despertó?

—Hoy en la mañana...

—¿Le hiciste daño? —volvió a preguntar dedicándole una mirada asesina.

Yeonjun tragó saliva.

—Sólo un poco, pero nada grave... —entonces cambió su expresión a una confundida— ¿Desde cuándo te interesa si lastimé a un vampiro? Es algo obvio que haría, soy un cazador.

—No se trata de si me interesa o no. ¿Puedes entender que mi vida ahora mismo está en juego por tus estúpidas acciones?

—¿Porqué?

Jeon suspiró, cerrando sus ojos.

—El hermano de Suni, Park Jimin
—explicó, con voz algo dolida que intentó disimular— Él puede matarme si se entera de todo esto...

—¿Y eso qué? ¿Se supone que lo matarás antes que eso pase no?

El pelinegro finalmente abrió sus ojos y le miró con el ceño fruncido.

—Cierra la maldita boca.

—Pero es la ver-

—¡Dije que te calles! —gritó una vez más, con la respiración agitada, estaba muy alterado.

Yeonjun le miró con preocupación y temor. Sin saber que decir o hacer. No entendía porqué Jungkook se alteraba tanto al respecto si se suponía que esa era su misión.

—¿Estás bien? —le preguntó con cautela.

Jeon asintió, viéndose más calmado.

—Sí —resopló— Vale, lo que haré ahora es llevarme a Suni devuelta a su familia y ahí todo acabará.

—Lo siento mucho —se disculpó el chico, mirándole arrepentido— Y-Yo no quiero que te hagan daño, Jungkook...

El mayor le miró de forma apacible.

—No importa. Lo hecho, hecho está... Ahora necesito que te vayas para que ella no te vea... debo de ir y... probablemente sea la última vez que me veas —susurró eso último de modo que el menor no escuchara antes de encaminarse hasta el sótano.

Bajó despacio las escaleras, para no hacer tanto ruido y poco a poco la luz de afuera pasó a una inmensa oscuridad. Finalmente llegó al sótano y lo único que lo iluminaba era un pequeño bombillo en el medio. Aquél lugar estaba lleno de celdas, en las cuáles depositaban a los vampiros recién capturados para después tener la libertad de aniquilarlos. También estaba bajo un hechizo que los debilitaba al punto de no poder usar sus poderes, además de que era antisonido, cualquier ruido que viniese de afuera o pedido de ayuda, nadie lo escucharía.

Jungkook había olvidado lo desolado y tenebroso que era ese lugar. Así que comenzó a avanzar lentamente, iluminando su camino con una pequeña linterna que tenía y buscando con la mirada a la niña en cada celda. Hasta que a los segundos escuchó un pequeño sollozo femenino y rápidamente se dirigió hasta donde provenía.

La última celda.

Se detuvo en seco al verla allí, arrinconada en la esquina del fondo y con el rostro escondido entre las piernas. 

Aquella escena logró a su corazón encogerse en dolor, sintiendo inmediatamente a su vez un extraño alivio al verla sana y salva.

—Hey —le llamó en un susurro.

La niña inmediatamente levantó la cabeza de sus piernas con ojos de miedo hasta lograr divisarlo y después oscurecer furiosamente su mirada.

—¿Quién eres?

Jungkook tragó saliva, dándose a sí mismo fuerzas y acercándose más a la celda. Pues aquella mujer podría ser pequeña pero nada le quitaba el hecho de ser una vampira y poder matarlo perfectamente de una mordida.

Y si tenía el mismo carácter de Jimin, peor.

—Soy Jeon Jungkook —se presentó, utilizando su voz más amable. Y si, había decidido revelarse completamente ante ella, sin máscaras ni nada— Y vengo a sacarte de aquí.

La azabache sonó su nariz, mirándole con obvia desconfianza.

—¿Cómo puedo creer en ti y que no me estás mintiendo?

Jeon relamió sus labios, pensando en una buena excusa.

—Soy amigo de tu hermano —le dijo al instante— P-Park Jimin, ¿cierto? —inmediatamente pudo notar el brillo de ilusión en los ojos de la niña.

—¿Realmente conoces a Jimin?

—Sí —respondió y suspiró, haciendo una mueca— Él... realmente está muy preocupado por ti, ¿sabías? Y yo le prometí que te rescataría... Así que sólo te pido que confíes en mí.

Suni seguía mirándole indecisa.

—¿Pero cómo entraste? —cuestionó confundida— ¿Qué hiciste contra Yeonjun?

—Eso no es importante, lo único que debes de saber ahora esque él ya no será un problema. Estamos sólo tú y yo. ¿Vale?

La azabache asintió lentamente con la cabeza.

—Vale...

Jungkook sonrió y finalmente sacó unas llaves de su bolsillo para abrir la cerradura. Cuando escuchó un click, logró abrir la puerta y entrar cautelosamente. Aunque no se esperó que de inmediato Suni retrocediera y le mirara asustada.

—¿Qué eres?

—Soy un dhampiro —explicó rápidamente— Soy mitad humano y mitad vampiro.

A continuación le extendió una mano a la joven, quién tardó unos segundos en aceptarla para ayudarla a levantarse.

—Eso explica porqué hueles también... —dijo mirándole de una manera que inquietó un poco a Jungkook.

—Ahm, supongo —le sonrió nerviosamente— Vamos, te llevaré con tu familia.

Y Suni le devolvió la sonrisa.

Les presento a Park Suni, uwu.

Hermosa, ¿verdad?

Also, hay otro capítulo más publicado después de este. Vayan a verlo porque allí empieza lo hardcore de la historia.

See u. <3