
011.
Escucha los lentos latidos de su corazón resonar en sus oídos, muy poco constantes. Como si el propio órgano se acabase de despertar al igual que él mismo, no se molesta en pensar sobre su estado y simplemente comienza a abrir con lentitud y dificultad sus ojos.
Lo primero que ve es la figura de Jimin parado al frente de la cama donde hasta ahora notó que se encontraba. El vampiro al conectar miradas con él se sobresaltó pero al instante se recuperó, soltando un largo suspiro de alivio mientras llevaba una mano a su pecho.
—Jodidos infiernos, estás vivo —murmuró, cerrando sus ojos.
Jungkook frunció el ceño. No entendiendo absolutamente nada de lo que estaba pasando.
—¿P-porqué no estaría vivo? ¿Q-qué pasó? —preguntó con voz débil.
Jimin le miró sorprendido.
—A-ah, yo...
—¿Dónde carajos estoy? —volvió a preguntar, mirando a su alrededor de manera paranoica— No recuerdo nada.
Estaba en una habitación grande, las paredes eran de terciopelo vino. Habían varios estantes llenos de libros y un escritorio con posiones y frascos encima. Arrugó su rostro, extrañado e hizo ademán de volver a preguntar hasta que una tercera voz le sobresaltó.
—Estás en mi casa.
Se volteó rápidamente hacia donde provenía, encontrándose con un hombre alto y de cabellos rubios quién anteriormente no estaba allí. Vistiendo de una manera extravagante con una gabardina color violeta.
—¿Quién eres? —interrogó enseguida sin quitar su semblante asustado.
El desconocido no respondió, simplemente con las manos detrás de la espalda caminó hasta colocarse al lado de Jimin. Logrando poner más nervioso a Jeon al tener dos pares de ojos mirándole atentamente.
—Jungkook, él es Kim Namjoon —presentó formalmente el peligris— Un brujo amigo mío que te salvó la vida.
—¿Qué? —abrió sus ojos como platos e hizo ademán de incorporarse sin éxito al sentirse increíblemente débil—¿Porqué tendría un brujo que salvarme? —entonces notó la bolsa de sangre al lado de su cama y cómo esta estaba conectada a una vía que terminaba en su brazo— ¿Qué está pasando?
—Sufriste un desmayo debido a la excesiva pérdida de sangre —explicó el brujo con tranquilidad.
—Recuerda que me ofreciste tu sangre para alimentarme —agregó Jimin— Sin embargo yo me pasé y...
—Y necesitabas un repuesto de sangre en tu cuerpo rápidamente —completó el rubio— De lo contrario hubieras muerto desangrado, Jimin me invocó a tiempo.
Jungkook parpadeó, impactado. Dirigió sus ojos a su brazo, específicamente a su muñeca donde había mordido Jimin. Observando la marca de la mordida, la herida estaba completamente roja y mayugada, con pequeños restos de sangre. Intentó mover su brazo pero no pudo, pues este se encontraba doloroso y débil.
—Y-Ya recuerdo... —murmuró algo en shock al percatarse que realmente se había dejado morder por un vampiro, su sangre consumida hasta dejarlo en colapso.
—Sin embargo —agregó Namjoon, captando la atención de Jeon— No tenía suplementos de sangre de un dhampiro, debido a que nunca había conocido a uno en persona. Hasta ahora.
—¿Entonces que sangre estás metiendo a mi cuerpo?
—Sangre de vampiro.
Jungkook abrió ligeramente su boca y miró de reojo la bolsa colgada al lado de su cama.
—P-pero eso no afecta en nada mi condición, ¿verdad? —preguntó con temor, tragando saliva— Quiero decir, no significa que cómo ahora tengo más sangre de vampiro que de humano en mi cuerpo, ¿me convierta más en lo primero, cierto?
El brujo ladeó su cabeza, pensativo.
—Creo que no.
—¿Crees? ¿Entonces sí puede pasar?
—Sí. Pero rejálate, sólo será momentáneamente hasta que tu cuerpo vuelva a recuperar lo que perdió por si solo.
Jeon asintió lentamente con la cabeza.
—Entiendo, gracias... supongo.
Kim se mantuvo en silencio, observando a ambos chicos antes de sonreír suavemente.
—Bien, los dejaré solos —se volteó hacia Jimin— Recuerda lo que te dije.
—Lo hago —respondió el contrario.
Jungkook frunció el ceño sin entender nada. No tuvo chance de preguntar pues el brujo ya había abandonado la habitación.
Jimin avanzó hasta el pelinegro quién se sentaba en la cama con dificultad.
—¿Cómo te encuentras? —le preguntó, deteniéndose al lado y manteniendo una distancia considerable del otro.
—Confundido, mareado y muy débil. Pero estoy respirando, así que supongo que bien —sonrió.
Park no le devolvió la sonrisa.
—Creí que habías muerto, Jungkook.
—Jimin, estoy bien —intentó restarle importancia.
—Realmente lo siento —confesó con una mirada apenada— Yo... no pude controlar mi sed y casi hago que mueras.
El pelinegro tragó saliva.
—Descuida, recuerdo haberme ofrecido a pesar de tus advertencias.
Jimin dió un paso al frente, sin apartar los ojos del contrario.
—Me salvaste la vida.
El corazón de Jungkook dió un vuelco y le miró sorprendido. Más consigo mismo, pues no lo había pensado de esa manera. Mierda, era cierto. Toda su vida se había dedicado a matar a los vampiros y literalmente era la primera vez que había salvado a uno. Y peor aún, entregándose a sí mismo. Eso rebajaba su dignidad como cazador. Sin embargo, no se sentía tan mal como debería de sentirse.
Enrealidad no sentía nada al respecto, talvéz un poco de decepción por parte suya. Pero en el fondo no se arrepentía.
—No creo que sea la gran cosa... —murmuró, apartando la mirada.
—Sí, lo es. Soy inmortal. La sangre es mi fuente vital para mantenerme activo y con vida, una pequeña excepción en mi alimentación y todo falla. Realmente pude morir allí, pero tú lo impediste. Muchas gracias, Jungkook.
Jimin le dedicaba una mirada sincera y Jeon no pudo explicar el sentimiento de pesadez que recorrió su ser.
—No tienes que agradecerme, sólo era necesario... —pidió con incomodidad.
—De acuerdo, sólo quiero que sepas que te debo una.
—No me debes nada. Porfavor, ya déjalo.
Jimin asintió y se alejó para tomar un plato lleno de verduras y frutas junto a un jugo de naranja.
—Ten —se los extendió a Jungkook— Debes de comer y descansar para recolectar energías, después de eso podemos irnos.
El pelinegro los tomó con cuidado y le entregó una pequeña sonrisa.
—Gracias. ¿No te gustaría probar un poco? —alzó una ceja.
Jimin bufó.
—Cierra la boca —sentenció rodando sus ojos y alejándose, escuchando la risa del contrario detrás suyo.
——— [🖤] ———
Llegaron a una rápida velocidad, deteniéndose en la esquina de la calle donde vivía Jungkook.
—¿Esa es tu casa? —preguntó Jimin señalando a lo lejos un portón negro, completamente cerrado.
—Sí —respondió el pelinegro, sintiéndose algo nervioso por el hecho de que el vampiro estuviese cerca de allí— No debiste haberme traído, podía llegar solo...
—Aún sigues débil, es lo mínimo que puedo hacer por ti.
Jeon tragó saliva y en ese momento se percató que comenzaba a amanecer, pues a lo lejos se veía la luz del sol salir.
—Está amaneciendo —le avisó al vampiro— Debes irte.
Jimin suspiró.
—Lo sé... Gracias por hoy, Jungkook. Realmente la pasé bien a pesar de todo.
—No fue nada —le sonrió.
Se miraron en silencio sin decir nada más.
—Bien... adiós —se despidió el peligris, haciendo ademán de finalmente irse.
Jungkook no supo porqué pero algo en su interior le exigió que le detuviera. Y eso hizo.
—Espera.
Jimin se quedó quieto y se volteó para mirar un poco sorprendido al chico.
—¿Sí?
—Yo... —comenzó titubeando un poco— Los sábados por la noche acostumbro a salir al bosque a pasar el rato, cazar animales o simplemente practicar. Pensaba que... —tragó saliva, sintiéndose extrañamente nervioso— Que podrías venir conmigo...
Jimin alzó sus cejas, asombrado.
—Claro, si tú quieres —agregó rápidamente Jeon— No te obligo a nada, entiendo que talvéz pueda ser algo aburri-
—Está bien —le interrumpe con una sonrisa.
Jungkook le mira sorprendido.
—¿Entonces es un sí?
—Sí, ¿en el bosque que está cerca de la ciudad? —confirmó.
—Ese mismo.
—Bien, allí estaré.
—Fantástico —sonrió.
—Nos vemos —se despidió guiñándole un ojo antes de irse con su máxima velocidad.
Jungkook estando solo, suspiró y giró sobre sus talones para caminar hasta su casa. Jimin tenía razón, aún se encontraba débil pues se le estaba dificultando avanzar decentemente.
Llegó a la entrada y como no traía las llaves consigo, tocó el timbre. A continuación se apoyó en la pared mientras esperaba a que alguien le abriera.
Ocurrió a los minutos.
—¿Jungkook? —su tío fue quién le abrió, mirándole entre sorprendido y molesto— ¿Dónde carajos estabas? Me tenías preocupado.
Jeon le ignoró y se hizo paso en el lugar.
—Eso no importa ahora, sólo quiero dormir. Te hablo mañana.
Sin embargo una mano en su muñeca vendada le detuvo, sacándole un pequeño gemido de dolor. Baek elevó su brazo mientras lo observaba con detenimiento.
—¿Qué es esto? —murmuró mirándole a los ojos, serio.
—Suéltame —pidió entredientes ante el dolor.
El hombre mayor obedeció.
—Responde a mi pregunta, Jungkook —insistió— ¿Qué fue lo que pasó?
—Nada, sólo me lastimé.
—¿Porqué no te creo?
Al pelinegro le comenzaba a doler la cabeza por tanto interrogatorio.
—No quiero dar explicaciones, no me encuentro estable ahora. Necesito descansar, ¿sí?
—Espera. ¿Acaso es una mordida?
Jungkook se detuvo en seco y negó al instante con la cabeza.
—No. Ya te dije la verdad.
Baek suspiró, harto. Después se encargaría de averiguar que ocultaba el menor por su propia cuenta.
—Cómo sea... ¿Qué tal te fue con el vampiro?
—Bien. Estoy ganándome un poco de su confianza, quedamos de vernos el sábado por la noche.
—Eres veloz, muchacho —le halaga con una sonrisa— No veo la hora de que me digas que haz cumplido tu trabajo con éxito.
Jungkook traga saliva, sin mirarle.
—Buenas noches —se despide antes de irse.
—Otra cosa —le detiene su tío— No metas la pata, ¿vale? Estás poniendo mucho de ti en esta misión como para que lo eches todo a perder.
—¿Qué quieres decir? —pregunta mirándole confundido y molesto.
El hombre sólo le dedica una mirada seria y exigente.
—Te conozco, Jungkook... No te encariñes con él.
Jeon tensa su mandíbula y sin decir nada continúa su camino hacia su habitación.
Pensando seriamente en que su tío tenía razón. Y que era demasiado tarde para evitarlo pues en cierta forma estaba pasando.
Ya le había agarrado un poco de cariño a Jimin.
Hi guys. Jungkook está vivo, fin.
Por ahora... ahre.
See u. <3
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