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009.

Las exclamaciones y gritos de Taehyung no tardaron en llegar cuando le contó todo lo sucedido.

El tritón estaba demasiado impresionado, no podía creer que Jeon Jungkook todo este tiempo era un dhampiro. Aún si no sabía sobre su existencia. Pues para el mundo fantástico y mítico aquello era un mito, casi cómo una leyenda. No era común y raramente se sabía sobre la existencia de este tipo de seres.

Aunque se emocionó más por el hecho de que ahora el vampiro saldría con alguien después de tanto tiempo, y no se contuvo en hacérselo saber.

—Tae, creo que estás exagerado demasiado todo esto... —replicó el peligris, haciendo una mueca.

—Por supuesto que no, si es algo importante para ti. ¿Cómo no quieres que me alegre? Recuerda que tu felicidad es la mía, también.

—Lo sé —suspiró— Y realmente te lo agradezco, pero... —reprimió una risa—Hasta pareces más emocionado que yo al respecto. Sólo digo que no lo veo de la manera en la que tú lo ves.

Taehyung frunció sus gruesas cejas, cruzándose de brazos.

—¿Y según tú cómo lo veo?

—Pues, piensas que me voy a enamorar de Jungkook o algo parecido. Y que seremos novios en un futuro y blah, blah... —rodó sus ojos y después suspiró tristemente— Yo ya no creo en esas cosas y lo sabes...

El castaño hizo una pequeña mueca hacia su amigo.

—Tienes razón, lo sé. Sin embargo no puedo entender entonces el porqué aceptaste salir con él.

Jimin caminó lentamente por su habitación mientras toqueteaba con sus manos un juguete suyo de la infancia que encontró tirado. Y suspiró, girándose hacia uno de sus mejores amigos quién esperaba una respuesta.

—No lo sé —contestó finalmente— Simplemente yo... quiero sentir esa sensación de tener a alguien de nuevo a mi lado. Esa emoción de la primera cita, ese sentimiento de...

—¿Amor? —completó el contrario.

—Sí... —asintió lentamente con la cabeza, apartando la mirada hacia la ventana tapada por las cortinas, evitando enseñar la luz del sol— No sé si quiero algo serio y tampoco sé si no lo quiero en verdad.

—¿Entonces?

El vampiro le miró.

—Jungkook tiene interés en mí y yo de él. No quiero ilusionarme de que esto vaya a más en un futuro, pero tampoco quiero que fracase... ¿Entiendes? —tragó saliva— He vivido muchísimo tiempo, he pasado por muchas historias similares y siempre terminan mal. Pero no sé porqué siento que con él... quizás sea diferente esta vez... Simplemente yo... —cerró sus ojos, respirando hondo— Voy a darle una oportunidad, si sale bien pues genial y si no pues... ni modo.

Taehyung avanzó a pasos lentos hasta el peligris, examinándolo detenidamente con la mirada.

—¿Estás seguro de que este interés hacia Jungkook no es sólo porque quieres beber su sangre?

Jimin se quedó inmóvil y le miró serio al instante, tragando grueso.

—No lo sé.

—Jimin...

—¡Taehyung, no puedo evitarlo! —le miró con dolor en sus ojos, repentinamente alterado— Lo siento —se disculpó por ello— Es sólo que no quiero pensar que es eso, pues básicamente me chantajeó con su sangre. Ya no sé si acepté por eso o porque de verdad me atrae.

—Entiendo.

—No, no lo entiendes —le miró frágil—No eres como yo, Taehyung. No eres un vampiro, eres un tritón. Jamás entenderás lo que es ser yo por un día —dijo acercándose lentamente— Puedo oír el latido de tu corazón, puedo oler la sangre recorrer en tus venas. Y es horrible, porque tengo miedo de que algún día pierda el control y...

—Jimin —Taehyung cortó la distancia, tomando sus manos y dedicándole una mirada que decía, "Estoy aquí, tranquilo". —Respira, ¿sí? Eso no pasará porque, primero no soy tu sabor favorito y segundo, eres bueno.

—No lo soy.

—Sí lo eres, joder. Y por eso eres especial y único... por eso eres mi amigo.

Jimin bajó la mirada.

—No sabes la cantidad de gente que he matado en toda mi vida. Y tras de eso, me engaño a mi mismo... pues aunque intente abstenerme tarde o temprano terminaré matando otra vez, está en mí. Yo soy así, soy un monstruo y nací para hacer eso.

—No eres un monstruo —negó Taehyung, molesto— No importa si lo haces porque no es tú culpa, lo acabas de decir, está en tu naturaleza. Así que deja de sentirte así, porfavor.

—Sí, deja de hacerlo.

Una tercera voz se unió a la conversación. Los dos chicos se giraron hacia la puerta descubriendo al dueño de esa voz quién les miraba con seriedad mientras estaba cruzado de brazos y apoyado en la puerta.

—¿Yoongi, cómo entraste? —preguntó Jimin, extrañado.

El pelinegro se encogió de hombros y sonrió levemente.

—Soy un felino, puedo escabullirme fácilmente donde sea.

Park asintió.

—Volviendo al tema —habló de nuevo Yoongi, entrando a la habitación— Quiero que dejes de recriminarte por tus acciones involuntarias Park Jimin o de lo contrario te daré una paliza, ¿entendido? —se detuvo al frente suyo, enarcando una ceja.

—Entendido —repitió después de soltar un largo suspiro.

—Bien, mi trabajo está hecho —se alejó hasta el armario del peligris, abriéndolo— Ahora tengo uno nuevo y es buscarte algo decente para salir con ese tal medio vampiro... —murmuró mirando con el ceño fruncido todas las prendas.

Jimin llegó rápidamente a su lado, cerrando el armario y dedicándole una mirada feroz.

—No toques mi ropa, no confío en tus garras. La última vez que lo hiciste todas mis camisas favoritas quedaron rasguñadas.

—Eso fue accidental, sabes que tampoco no puedo evitar mi naturaleza... —hizo un puchero.

Jimin rodó sus ojos.

—De igual forma —agregó Taehyung—No tienes tiempo para arreglarte pues quedaron en verse después de clases, exactamente en la salida trasera del instituto. Es obvio que irán con sus uniformes...

—Sí, es cierto —concordó el vampiro mirando con arrogancia al felino.

—¿Y yo que carajos iba a saber si no me contaron esa parte de la historia? —se defendió Min— No pensaba que realmente fueses a salir con él hoy... —le miró curioso.

—Pues sí, lo haré —afirmó y miró su reloj— Dehecho ya se nos hace tarde para entrar. Vámonos.

Taehyung asintió y tomó su mochila, saliendo de la habitación de Jimin.

Este último hizo ademán de hacer lo mismo de no ser que Yoongi le detuvo al instante del hombro, dedicándole una mirada más seria de lo normal.

—Ten cuidado, Jimin.

El vampiro chasqueó la lengua.

—Oh vamos, Yoongi. Sé cuidarme solo.

—No me refiero a eso.

Park le miró sorprendido pero más que todo confundido.

—¿A qué te refieres, entonces?

—Sabes que Jungkook no me agrada y mucho menos confío en él.

Jimin bufó, rodando sus ojos.

—Yoongi-

—No te confíes demasiado, lo digo enserio. Tengo un mal presentimiento y sabes que cuando siento eso es porque algo no anda bien. No conoces a ese chico, Jimin.

—Lo sé, por eso saldremos hoy. Para conocernos mejor, yo sabré si quiero continuar con este cortejeo o no después... —suspiró— Y sobre lo de tu mal presentimiento, no es una ciencia exacta. Puede que sientas eso debido a que no te agrada.

Yoongi hizo una mueca molesta.

—Me conozco, Jimin. Sé lo que siento y Jungkook oculta algo, no confíes en él tan rápido, porfavor. Lo digo por tu bien.

Jimin resopló y asintió con la cabeza.

—Bien, lo haré.

—Promételo —le miró fijamente.

—Lo prometo.


——— [🖤] ———

Jungkook se escabullía ágilmente por los pasillos hasta la salida trasera del edificio, escuchando menos a los estudiantes hablar conforme se alejaba.

Comenzaba a oscurecer, el sol se iba lentamente dejando a su paso una hermosa gama de colores como atardecer. Se colocó el gorro de su sudadera antes de introducirse al pequeño callejón que según había quedado con Jimin de verse. El cuál estaba completamente solitario y oscuro, cualquier persona estaría aterrada al estar allí. Pero él no era cualquier persona normal, había visto demasiadas cosas tenebrosas a lo largo de su vida cómo para asustarse por la oscuridad. Además, había un viejo poste de luz al frente que a pesar de que estaba en mal estado y parpadeara cada cinco segundos, lograba que aquél lugar no quedara completamente en las penumbras.

Se apoyó en una pared, sacando su celular al notar que Jimin no había llegado aún. Esperándolo.

Minutos después, escucha un extraño ruido, cómo un crujido a lo lejos y de inmediato levanta la mirada de su móvil, guardándolo en el proceso. De nuevo el sonido se repite pero esta vez en otra dirección. Jungkook ya se encuentra en alerta y con los sentidos activados, con su daga en mano listo para atacar en cualquier momento.

Y mientras observaba un lugar en específico, siente repentinamente una presencia aparecer detrás suyo y de inmediato se voltea apuntando el arma en una posición de ataque.

Para encontrarse ni más ni menos que a Jimin, quién dió un paso hacia atrás debido a la impresión.

Con la respiración agitada y el ceño fruncido, le tomó tres segundos en procesar la situación y de inmediato relajó su cuerpo, alejando el arma del vampiro.

—L-Lo siento, yo... —tragó saliva, guardando el arma— Simplemente me sorprendiste. Deberías dejar de aparecer de la nada, un día me dará un infarto lo juro —llevó una mano su pecho.

Jimin sonrió levemente, manteniéndose quieto con las manos detrás de la espalda. Desde su posición, la luz de la luna le resaltaba su piel lechosa y su brillante cabello plateado junto a sus labios rojizos naturales.

Era hipnotizante, simplemente su belleza dejaba embobado a cualquiera. Hasta el mismísimo Jungkook se sintió ido por unos segundos.

—¿Siempre llevas esa daga a todo lado? —preguntó Park, alzando una ceja.

—Oh, ¿mi daga? —la volvió a sacar, simplemente para observarla— Sí, soy una persona muy insegura y me gusta llevar algo para protegerme a cualquier peligro.

—Yo también —dijo y alzó un poco la cabeza, mirando con detenimiento el objeto— ¿Puedo verla?

Jungkook levantó sus cejas sorprendido y algo inseguro se la extendió lentamente.

Jimin soltó una pequeña risa, sin agarrarla.

—¿De qué te ríes? —interrogó el pelinegro, confundido.

—Es de plata —respondió más calmado— No puedo tomarla, la plata me quema.

—¡Oh, cierto! —la alejó al instante, golpeándose internamente— Qué idiota soy, lo había olvidado...

—Descuida —le restó importancia.

A continuación Jungkook le sonrió y le hizo un gesto con la cabeza para que comenzasen a caminar, saliendo del callejón y avanzando lentamente por la acera. En una distancia considerable del otro.

—Sabes, dehecho es curioso que eso no te haga daño a ti. Me resulta difícil de creer que eres también un vampiro... —confiesa Jimin.

—¿Enserio?

—Sí, casi nunca había escuchado hablar sobre los dhampiros. Sabía lo que eran y así. Pero nunca supe si realmente existían o si... —Jungkook le miró fijamente, cortándole las palabras ante su intensa mirada. Carraspeó, apartando sus ojos— O si eran un mito —completó.

Jungkook metió las manos en su sudadera, encogiéndose de hombros con una pequeña sonrisa.

—Pues, creo que soy real así que sí existen. Mírame —sonrió de manera adorable.

Jimin rió.

—Sí, ahora sé que era verdad todo.

—¿Entonces tienes mucha curiosidad sobre mí? —preguntó mirándole de reojo— Eso es interesante, cómo siempre me he mantenido oculto creo que es la conversación más larga que he tenido con un vampiro. Para no decir que la única...

Jimin se detuvo de golpe.

—¿Qué? —le miró sorprendido— ¿Nunca habías hablado con un vampiro antes?

Jungkook sintió su corazón latir rápido al instante.

—A-ah no, q-quiero decir... —carraspeó, avanzando de nuevo— No hablo mucho con los vampiros, porque... normalmente se creen superiores a mí o algo así, cuando la realidad es que soy exactamente igual a ellos. Sólo con algunas pequeñas diferencias, claro.

—¿Cuáles? —el contrario ladeó ligeramente la cabeza, caminando a su lado.

—Pues... —mordió su labio, pensativo y aún nervioso— En retrospectiva eres más fuerte que yo, pero todo depende del vampiro. Básicamente tengo los mismos poderes que tienes pero... ¿No tan intensos? No sé cómo explicarlo. Algunos sí, otros no. Por ejemplo no tengo el poder de la hipnosis, la plata no me lastima, el sol no me quema al punto de matarme, no soy inmortal, y la más principal de todas, no dependo de la sangre para sobrevivir. Puedo comer comida de humano y ya.

—Espera —el vampiro le detuvo del brazo, mirándole con los ojos abiertos—¿Nunca haz probado la sangre?

Jungkook parpadeó y negó con la cabeza en silencio. A Jimin casi se le va la mandíbula al suelo.

—¿Nunca, nunca? —insistió aún impactado.

—Jimin, ¿qué parte de que me alimento de comida humana no entendiste?

—Lo sé, pero... —suspiró, sin poder creerlo aún— ¿Si puedes consumirla también, verdad?

Jungkook hizo una mueca.

—Sí.

—¿Sí? —repitió anonadado— ¿Entonces porqué no lo haz hecho aún?

—Porque yo... —se quedó mudo sin respuesta. ¿Cómo le podía decir que era porque odiaba a los vampiros y por nada del mundo sería como ellos? —No he tenido la oportunidad —inventó rápidamente.

—¿Es enserio? —replicó sin creerlo.

—Y también... no es como que lo necesite mucho, así que... no lo veo necesario hacerlo... ¿comprendes?

Jimin asintió.

—Oh, eso tiene más sentido... ¿Pero nunca te ha dado ganas o algo? —siguió preguntando.

Jungkook dejó de caminar.

—Ahm, c-creo que ya fueron demasiadas preguntas al respecto, ¿no crees? —le miró apacible— ¿Qué tal si mejor vamos a comer?

—¿A comer? —preguntó, cruzándose de brazos y levantando una ceja— ¿Yo? ¿A dónde, exactamente puedes llevar a un vampiro a comer?

Jeon soltó una pequeña risa.

—Joder, es cierto... Déjame pensar en una manera...

—Tranquilo, yo puedo alimentarme por mi propia cuenta —le miró fijamente y el pelinegro palideció. Jimin estalló en risas— ¡No hablaba de ti! —corrigió— Tengo reservas personales —sonrió con orgullo.

Jungkook rió nerviosamente.

—Ah, entiendo... —tragó saliva.

—Aunque siempre he tenido curiosidad de como sabe la... ¿Cómo se llamaba? —llevó una mano a su barbilla, pensativo— Tiene queso, jamón y es triangular.

Jungkook frunció exageradamente el ceño.

—¿Hablas de la pizza?

—¡Sí! —Jimin sonrió, emocionado— Esa es. La pizza, quiero probarla.

—¡No me digas que nunca has probado la pizza! —le miró asustado y después relajó su expresión— Olvídalo, no respondas...

—Quiero probarla —insistió.

Jungkook suspiró.

—¿Entonces vamos a una pizzería?

—Si así se le llaman, pues sí.

—Vale —asintió con una sonrisa— Andando.

Sin embargo mientras avanzaba, la sonrisa desaparició al cuestionarse el hecho de estar cumpliéndole el capricho a un vampiro. ¿Estaba bien? Bueno, a ojo de un cazador el convivir con un vampiro está fuera de su alcance. Pero en este caso era diferente, ya que todo es parte del plan, ¿no? No tiene que significar algo más.

Sólo es trabajo y ya está.


(1/2)

Se viene lo divertido.

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