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008.

Lo buscó con la mirada entre los pasillos vacíos debido a que todo el mundo estaba recibiendo clases, a excepción de ellos, claro.

—¡Hey! —le llamó desde lejos al verlo, sin embargo Jimin sólo le miró de reojo antes de desaparecer en un pasillo.

Jungkook esbozó una sonrisa mientras ladeaba ligeramente su cabeza.

—Uhm, ¿crees que puedes huir de mí? —habló solo antes de utilizar su parte vampira para avanzar velozmente hasta donde había ido el peligris.

Se vió a sí mismo subiendo las escaleras hasta la azotea del edificio, observando a su alrededor todo vacío. El viento moviendo suavemente sus cabellos, sin dar rastro del chico. Intentó agudizar su oído, talvéz así podría escucharlo. Pero su sentido no estaba tan desarrollado cómo el de un vampiro de verdad, así que fue en vano.

Hasta que de improvisto, sintió una presencia aparecer de la nada detrás suyo.

—¿Qué haces aquí?

La voz de Jimin le hizo voltearse de inmediato, encontrando su cara de pocos amigos.

—Te estaba buscando —respondió, tragando saliva.

—¿Qué quieres? Por tu culpa nos echaron del aula, creo que no estoy con ganas de hablarte ahora.

—Lo siento, aunque fue culpa de los dos enrealidad...

Jimin se cruzó de brazos.

—Yo no fui el que comenzó a coquetear.

Jungkook mordió su labio inferior con diversión.

—Tienes razón, en eso me ganas. Aunque... —avanzó lentamente hacia él— Quiero creer que también te gusto, ¿no es así?

Park retrocedió.

—En tus sueños, Jeon.

—En mis sueños estas tú, Jimin.

El mencionado bufó, dándose media vuelta mientras reprimía una sonrisa. Alejándose.

—¿Podrías parar? Deberías aceptar cuando alguien no te corresponde.

Jungkook le siguió detrás.

—Me gustas, Jimin. Quise decírtelo antes pero no encontré la ocasión.

—Piérdete, Jungkook. No eres mi tipo —dijo aún dándole la espalda.

El pelinegro dejó de seguirle, mordiendo su labio inferior mientras pensaba en una forma de convencer al vampiro. Había una opción pero era muy arriesgada, sin embargo, existían grandes probabilidades de que Jimin no volviese a hablarle. Así que no le quedaba de otra.

Debía de enseñar su verdadero ser.

—¿Es porque soy un humano, verdad? —le dijo en voz alta para que escuchara.

Jimin se detuvo en seco. Intentando procesar lentamente aquellas palabras antes de voltearse hacia el contrario, con el ceño fruncido y la mirada confundida.

—¿Qué haz dicho? —preguntó con la leve esperanza de que hayase escuchado mal.

Jungkook comenzó a caminar hacia él.

—Sé quién eres, Park Jimin... —dijo con voz monótona, deteniéndose cuando estuvo cerca— Y sé lo que eres.

Park tragó saliva, intentando mantener la compostura.

—No sé de que me estás hablando.

—Sabes perfectamente de lo que hablo —respondió con una leve sonrisa— Deja de ocultarte.

—Estás loco —soltó rodando sus ojos y dándole la espalda, intentando ignorar los acelerados latidos de su corazón ante las palabras del chico y temiendo que supiera realmente la verdad. Debía de mostrarse ignorante a la situación, debía de siempre negarlo— ¿El calor te afectó mucho, verdad? —rió— Deberías de ver a la psicóloga...

Jungkook oscureció su mirada y tensó fuertemente su mandíbula antes de sacar rápidamente de su mochila un afilado cuchillo y sin apartar su mirada de Jimin a lo lejos, abrió su mano y se hizo un corte fino en su palma. De inmediato la sangre comenzó a brotar de su piel y cuando alzó la vista devuelta al vampiro, este ya no estaba.

A continuación, todo fue muy rápido.

De la nada un cuerpo baja detrás suyo, agarrándole fuertemente del cabello y doblando su cabeza a un lado, exponiendo su cuello. Cuando sintió un aliento cálido cerca de este sus instintos fueron más rápidos y de inmediato dió un certero golpe en el estómago del contrario, provocando que le sacara momentáneamente el aire y le soltara. De modo que le permitió voltearse y acorralar con máxima velocidad al vampiro contra la pared, colocando el cuchillo en su cuello.

Jimin impuso fuerza, enseñando sus ojos rojos y colmillos afilados sin pudor alguno pero Jungkook no lo soltó. Se miraron mutuamente con intensidad y las respiraciones agitadas en silencio.

Sin embargo no duró mucho, pues la sangre de Jungkook estaba tocando la piel de Jimin al sostenerle. Logrando volver completamente loco al vampiro quién comenzó a removerse con más fuerza.

—¡Detente! —le gritó Jeon, mirándole a los ojos sin soltarle— No te haré daño, sólo cálmate.

Park le fulminó con la mirada.

—¿Quién mierda eres y qué quieres de mí? —interrogó con voz grave.

—Te lo diré, pero primero debo soltarte... ¿N-no vayas a hacerme nada, okay?

Jimin no respondió.

—Jimin, porfavor... —insistió el pelinegro.

—No confío en ti.

Jungkook chasqueó la lengua y suspiró.

—¿Qué no ves? Si soy cómo tú, joder.

El peligris parpadeó confundido, sus ojos rojos desapareciendo de a poco.

—¿Qué?

Jeon hizo una mueca, rezando internamente con que el vampiro no le hiciera nada antes de hacer lo que planeaba hacer. Así que, jugando a su suerte le soltó y casi de manera inmediata, antes de que Jimin reaccionara, se quitó su collar de un tirón.

Park estaba dispuesto a moder al pelinegro hasta que se detuvo de golpe al sentir aquella conocida y familiar sensación junto a ese olor característico de... un vampiro.

Alzó la mirada hacia él, mirándole con pavor e interrogación en sus ojos.

—¿Qué carajos? —olisqueó un poco más y sintió su corazón detenerse por un milisegundo al percibir el aroma a humano también— Eres un... —le miró sorprendido— Eres un dhampiro...

Jungkook asintió lentamente con la cabeza, manteniendo distancia y guardando de nuevo el cuchillo.

—Sí, lo soy... Mitad humano, mitad vampiro. Así que no temas, no te haré daño.

Intentó acercarse pero Jimin retrocedió, frunciendo el ceño.

—No tengo miedo de ti —espetó con voz firme— Ni me compadece que seas parte de mi especie. Así que dame una buena razón ahora mismo para no matarte, pues podrás ser un dhampiro pero eso no te hace inmortal...

El vampiro comenzó a acercarse lentamente al contrario, enrojeciendo su mirada cada vez más.

—J-Jimin...

Jungkook retrocedía, intentando buscar las palabras adecuadas para calmar al peligris y que el miedo a ser asesinado por aquella hermosa cómo tenebrosa criatura no se reflejara en sus ojos.

Aunque su corazón dió un vuelco cuando Jimin comenzó a lamer la sangre que había dejado anteriormente en su muñeca al tocarle. Su sangre. Vió como pasó lentamente su lengua sin apartar su mirada de sus ojos, casi de manera seductora. Jungkook no pudo evitar que aquello le resultara algo excitante. Aún si era su propia sangre la que estaba lamiendo el vampiro.

—Mhm~ sabes tan delicioso... —murmuró el peligris, acercándose— ¿Cómo sabrá el paquete entero?

Jungkook tragó saliva.

—Jimin, espera...

Y justo en ese preciso momento suena el timbre fuertemente por toda la institución. A los segundos los estudiantes comienzan a salir rápidamente de sus aulas mientras conversan entre sí.

Cuando Jungkook devuelve su vista a Jimin, este está a centímetros de su rostro. Provocándole un casi paro cardíaco.

—Acompañame si no quieres morir, Jeon —ordena el vampiro.

—¿Disculpa? —levanta una ceja sin comprender.

—Quiero hablar contigo —específica y se acerca más, chocando sus respiraciones— Y si me rechazas, ahora sé quién eres y no dudaré en probarte las veces que quiera hasta dejarte sin una gota. ¿Entiendes?

Jungkook asiente, sin decir nada. Más sumergido en la burbuja que había creado Jimin con sólo su voz y presencia.

El vampiro le hace una señal indicándole que le siguiera. Y Jungkook lo hizo. Conforme bajaron las escaleras devuelta a los pasillos internos, el pelinegro se cuestionaba seriamente en ese momento si había sido lo correcto revelarse tan pronto ante Jimin. Sin embargo no le había quedado de otra, además tarde o temprano debía de hacerlo si quería acercarse a él de la manera planeada.

Y cuando menos se dió cuenta, Park ya lo estaba jalando del brazo para meterlo dentro del cuarto de limpieza.

—¿Porqué nos escondemos aquí? —preguntó cuando el peligris cerró la puerta con seguro.

Jimin no respondió, sólo se volteó mirándole con seriedad mientras se cruzaba de brazos.

—No importa eso, ahora enséñame tus comillos —ordenó.

—¿Qué? —le miró sorprendido— ¿Porqué debo de hacerlo? ¿Acaso no crees en mi palabra y tu propio instinto?

—No —respondió de inmediato— Puedo sentir que lo eres, pero quiero verlo con mis propios ojos. A ver... —apoyó el peso en una pierna— Transfórmate.

Jungkook de inmediato se puso nervioso.

—¿A-aquí? ¿Ahora?

—Sí.

Chasqueó la lengua, soltando una maldición mientras negaba con la cabeza. No estaba acostumbrado a dejarse llevar por su parte vampira, pues no le gustaba del todo. Pero si era la última oportunidad de convencer a Jimin, debía de hacerlo.

A continuación cerró sus ojos y suspiró lentamente, relajando su cuerpo y atrayendo su otra mitad devuelta a él. Su respiración en ese momento se volvió un poco acelerada, mientras se transformaba completamente: sus uñas crecieron más al igual que sus colmillos, su piel se tornó más blanca de lo normal y el color de sus ojos cambió a un rojo vino.

Cuando se sintió listo, abrió sus ojos, dedicándole una intensa mirada a Jimin para en ese momento sonreír, enseñando finalmente sus grandes y blancos colmillos.

—¿Ahora me crees? —preguntó con voz más grave de lo normal.

Jimin no había cambiado su expresión ni posición, aún mirándole desconfiado.

—¿Porqué usas ese collar? —señaló con su mentón el objeto en la mano de Jeon— ¿Porqué te ocultas?

—No me gusta mostrarme tal y como soy a los demás, prefiero pasar desapercibido y evitar problemas. Tampoco me gusta llamar tanto la atención... ¿Entiendes?

—Entiendo... ¿Así que sabías desde el principio que era un vampiro?

—Obvio que sí.

—¿Y planeabas decirme la verdad en algún momento? —levantó una ceja.

Jungkook sonrió.

—Claro, ¿pues de qué otra manera podría llamar tu atención?

Jimin frunció el ceño.

—¿Porqué querrías llamar mi atención?

—Porque me gustas —confesó sin rodeos, observando los ojos sorprendidos del contrario— Y no es ninguna broma, me gustas desde el primer día que te ví y hablamos, por eso te pedí ayuda para conocer la ciudad... Quería pasar tiempo contigo, ¿no es algo obvio?

Park no respondió, sólo apartó la mirada y tragó saliva.

—Ahora todo tiene sentido... —murmuró para sí mismo.

Jungkook metió las manos en sus bolsillos, mirando a su alrededor sin saber exactamente qué hacer ahora.

—¿Y ahora? —preguntó captando la atención del vampiro— ¿Al final no vas a matarme o qué?

—¿Acaso quieres que lo haga? —insinuó con una sonrisa, acercándose lentamente— Porque déjame decirte que tu olor me está tentando desde hace rato y no dudaría en probarte completo.

Jungkook no titubeó cuando Jimin cortó su espacio personal, al contrario, le devolvió la sonrisa de manera traviesa.

—Sal conmigo y te dejaré hacerlo...

Estaba jugando con fuego, lo sabía. Metiéndose sin pudor alguno a la boca del lobo. Sin embargo tenía un plan en mente, y un deber que cumplir si quería que Jimin confiara en él. Podía comenzar a manipularlo, con su sangre.

Las pupilas del vampiro se agradaron de manera inmediata ante esa tentadora propuesta. No iba a negar que desde un principio había sentido cierta atracción hacia Jungkook, y ahora sabía el porqué. El chico era un manjar en persona, literalmente. Aunque además de su sangre, también le interesaba el pelinegro en sí. Parecía un buen chico, y era jodidamente atractivo. Hace unos minutos veía nula la posibilidad de tener algo con él, debido a su condición de "humano". Pero ahora que sabe la verdad, no podía sentirse muchísimo más interesado en la situación.

Talvéz... Jimin podía darle una oportunidad...

Mordiendo lentamente su labio inferior con una expresión coqueta, tomó una decisión.

—Hecho —respondió con una sonrisa.

Jungkook levantó la cejas, impactado.

—¿Enserio?

—Sí, acepto.

—Excelente... —le sonrió devuelta, de manera maliciosa.

En ese momento suena de nuevo el timbre que indicaba el fin del receso.

—¿Entonces, que te parece encontrarnos mañana en la salida después de clases? —preguntó Jungkook antes de que salieran de su escondite.

—Ahí me verás —respondió el peligris antes de guiñarle el ojo coquetamente y salir del cuarto.

Jungkook quedó solo y sintió una emoción en su pecho, no sabía si era porque su plan estaba yendo a la perfección o porque Jimin había aceptado salir con él.


(2/2)

Ahora Jimin sabe la verdad.
Aunque no toda... :(

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