003.
Jungkook estira el arco, apunta la flecha hacia el centro con un ojo cerrado y el otro abierto, inhala y exhala con lentitud. Y finalmente, lo suelta. Pegando al blanco.
Un corto aplauso se escucha detrás suyo y se voltea para encontrarse con su tío –un hombre alto y delgado– quién acaba de llegar del trabajo.
—Felicidades, ahora hazlo con los ojos cerrados —dice el hombre con una sonrisa socorrona.
Jungkook le mira sin expresión alguna y el contrario borra su sonrisa.
—Vale, lo siento.
—Como sea —el pelinegro se quita el arco y lo tira a la mesa de mala gana, haciendo indicios de irse.
—Hey, hey, ¿a dónde vas, muchacho? —el mayor le detiene del brazo.
—He terminado mi entrenamiento —se excusa.
—Lo sé, pero quisiera saber porqué tienes ese humor de perros.
Jungkook frunce su nariz.
—Tus manos apestan.
Su tío le suelta y se auto-examina, disculpándose mientras se quita su abrigo sucio.
—Bien, ¿ahora me dirás qué pasó?
—insistió el hombre, cruzándose de brazos.
Jungkook camina y muerde el interior de su mejilla, tensando su mandíbula mientras toma una navaja de plata y la observa detenidamente.
—Lo encontré —dice sin apartar la mirada del objeto.
—¿A quién? —frunce el ceño.
—A Park Jimin —dicho esto, lanza con fuerza el arma hacia una foto del nombrado la cuál estaba pegada a la pared, aterrizando en su rostro.
El tío sigue su mirada y abre sus ojos como platos.
—¿De verás? ¡Enhorabuena! —se levanta con una gran sonrisa en su rostro.
—Sí, enhorabuena —repite sarcásticamente.
—¿Qué sucede? —pregunta el mayor extrañado.
Jungkook suelta un largo suspiro.
—Lo que sucede es que la cagué y ahora ese chico no quiere ni verme. ¿Cómo se supone que podré matarlo si supuestamente me hipnotizó para no acercarme a él?
—Fácil, lo atacas de improvisto.
El pelinegro chasqueó la lengua, negando con la cabeza.
—Es demasiado difícil —suelta con molestia— Tiene mucho poder, tal como dijiste... Por un momento casi logra hipnotizarme, ¿puedes creerlo? Estuve estudiándolo de lejos y a pesar de su apariencia suave y tierna, es muy fuerte y ágil. Tras de eso me detesta... no creo poder lograrlo, tío.
El hombre mayor le mira con ojos abiertos y se acerca para tomarle inesperadamente por los hombros.
—No digas nunca más eso, Jungkook —dice con seriedad en su voz y mirada fría— Eres uno de los mejores cazadores y no te entrené durante diez años para que te rindas así tan fácilmente.
—Pero-
—¡Sin excusas! —le suelta, señalándole con un dedo— Mira, comprendo lo que dices. Ese chico es hijo de un vampiro clase A, son de los más poderosos que hay, es obvio que será una tarea complicada. ¡Pero yo no te traje hasta acá para que te rindas como un cobarde! Así que vas a hacer todo lo posible para matar a ese chico, ¿entendido?
Jungkook asiente firmemente con la cabeza.
—Entendido.
El hombre resopla aliviado y camina hacia un escritorio.
—Bien, además de Park Jimin, ¿encontraste a más vampiros?
—Sí, tres más, uno ya está eliminado.
—Excelente —apunta algo en su libreta con una sonrisa— Debes de acabar con todos ellos en menos de dos meses. Dejaré que te tomes tú tiempo con el hijo Park, aunque no demasiado. Tenemos un contrato, recuérdalo.
—Lo hago, tío.
Su mayor camina hacia la pared llena de fotografías y apuntes, exactamente hasta la foto de Park Jimin. Saca la navaja de la madera, observando con detenimiento el rostro del vampiro.
—Oh, recibiremos muchísimo dinero por este chico... ya puedo sentirlo.
Jungkook rueda sus ojos.
—Sí, como sea. ¿Ya puedo irme? Estoy cansado y mañana tengo clases.
—Una cosa más —le detiene el hombre, mirándole— ¿Sabes dónde está tu primo?
—No tengo idea, creo que salió con alguien.
—Ya veo... —murmura rascando su barbilla, pensativo— Es muy extraño que no haya llegado.
—Tiene 15 años, ya sabes como se comportan de rebeldes a esa edad —dice entornando sus ojos.
—Vale, puedes irte.
Jungkook suelta un largo suspiro y recoge su chaqueta para hacer ademán de salir.
—Ah, Jungkook —le detiene nuevamente su tío sin mirarle— Y líjate más esos colmillos.
Jeon rueda los ojos y finalmente se va.
Y cuando entra a su habitación, cae como peso muerto a su cama. Después de unos minutos reposando, levanta su cabeza de la almohada y mira hacia la ventana.
—Mierda —suelta al percatarse que ya era noche.
Pues era en ese tiempo cuando comenzaba a cambiar.
Se levanta de mala gana del colchón y camina hacia el baño, observando su reflejo invisible en el espejo.
Y se preguntarán, ¿qué carajos estaba pasando? Bueno, la respuesta es simple.
Jungkook es un dhampiro.
Los dhampiros son híbridos resultados de la concepción de un vampiro con un humano. Son mitad vampiros, mitad humanos.
Ellos poseen todas y cada uno de los poderes y habilidades que un vampiro normal, aunque no tan intensos. Sin embargo existe una diferencia: ellos no nesesitan de la sangre humana para sobrevivir. Fácilmente pueden alimentarse con comida normal. Y eso no quiere decir que les desagrade la sangre, no, si ellos quieren, pueden beberla fácilmente sin ningún problema. Pero no la huelen tan fácilmente como los vampiros, ni tampoco la necesitan.
Por ello, son considerados como efectivos cazadores de vampiros. Debido a que pueden reconocer y sentir más fácil cuando tienen a un vampiro cerca. Conocen sus poderes y pueden utilizar los suyos propios para enfrentarlo, de igual modo que conocen sus debilidades las cuáles puede usar también en contra.
No muchas criaturas saben de la existencia de esta raza, hasta vampiros. Por eso conforme van creciendo, tienen la opción de desarrollar sus poderes vampirísticos y unirseles, o volverse cazadores en contra.
La madre de Jungkook fue una mujer humana proveniente de una reconocida familia de cazadores y su padre un vampiro de nacimiento. Años atrás ellos se enamoraron, contra viento y marea, su madre fue insultada y despreciada por toda su familia al enterarse de la traición y la expulsaron de sus tierras. Tiempo después, ella murió dándolo a luz. Debido a que su cuerpo humano no aguantó lo que conllevaba tener un ser más fuerte que ella con una parte vampira. Básicamente él la mató y su padre lo abandonó por ello, yéndose lejos a quién sabe donde. Nunca lo conoció, pues todo aquello pasó cuando aún era un bebé.
Su tío, Im Baek: hermano de su madre, fue el único que lo aceptó y se quedó finalmente con él y lo crió como si fuese un hijo suyo. Apenas cumplió los 9 años, comenzó a ser entrenado para convertirse en un cazador. Y ahora con sus 19 años de edad, Jungkook aún sigue buscando venganza contra los vampiros.
Pues gracias a ellos, él era parte de su asqueroso mundo y gracias a ellos había matado a su madre. No tenía progenitores, su madre muerta y su padre desaparecido. Estando solo en este terrorífico mundo con la compañía de su tío y su primo.
Jungkook odiaba a los vampiros, los detestaba con toda su alma y por eso estaba dispuesto a matarlos uno por uno. Y el hecho de también ser parte de ellos le repugnaba, pero a la vez, le favorecía inmensamente.
Sin embargo, los demás vampiros nunca se daban cuenta de su condición. Gracias a que utilizaba un collar mágico, hecho con brujería y magia negra, el cuál le eliminaba todo olor y rastro vampiríco a los demás, específicamente a los de esa especie. Y logrando crear una perfecta imagen de un ser humano.
También, por el día sus poderes y aspecto físico no eran tan notables que en la noche. A esas últimas horas, sus colmillos crecían más de lo normal, su piel se volvía más pálida y su reflejo desaparecía completamente. A veces salía por las noches, a correr por los bosques, utilizando su máxima velocidad y cazando animales sólo para practicar, sin sacarles ningún líquido. Y a veces, si se dejaba dominar mucho por su parte vampira, podía oler el aroma de la sangre a lo lejos y sentir la necesidad de querer probarla. Sin embargo cuando esto ocurría, intentaba sacar su parte humana a la luz para hacer que aquellos pensamientos desaparecieran.
Jungkook nunca había probado sangre humana. Además de que se lo tenía rotundamente prohíbido, su tío jamás se lo permitiría. Podría llegar a matarle si lo hacía, tras de que el mayor no era gran fan de su parte vampira no se quejaba debido a que le era de mucha utilidad.
Intentando ver su reflejo con dificultad en el espejo, tomó una lija y abrió su boca enseñando sus grandes colmillos de los cuáles no estaba tan orgulloso. Sin esperar más comenzó a lijarlos, sintiendo su cuerpo estremecerse ante ello pues era incómodo pero debía de hacerlo para no levantar sospechas.
Nadie debía de saber jamás que era un dhampiro.
Absolutamente nadie.
2/2
Bueno, bueno, bueno, Jungkook es mitad vampiro.
Se vienen cosas buenardassss.
Nos vemos, gente hermosa.
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