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In those days

🏔️ Alpes altos, 2014 🏔️

Baekhyun fue a conseguir un poco de leña para mantener encendida su chimenea. El frío era insoportable, no creyó que sería difícil soportarlo si después de todo provenía de ese lugar. Sin embargo, su cuerpo le hizo recordar que no había sido criado ahí y que a pesar de ser un lobo blanco, tenía más de uno rojo por haber pasado veintiún años en la manada de la llanura roja.

Un año transcurrió desde que se marchó de casa. Un año desde que descubrió que no podría seguir fingiendo lo que era.

Un año desde que había visto a su alfa.

Su corazón aún dolía y sus sentimientos no habían cambiado en lo absoluto. Le parecía ridículo seguir llorando por alguien que lo rechazó con su silencio. Las ilusiones que creó en su mente fueron aniquiladas en el momento que el lobo negro eligió callar y ver cómo lo lastimaban, sin mover un solo dedo. ¿Era así como los alfas cuidaban de sus parejas? Por supuesto que no, su padre siempre protegió a su madre de todo peligro. Él soñaba con algo así, pero ahora era simplemente imposible.

Echó la madera que había recolectado a la chimenea y un fuego abrasador emergió de esta. Se sentía cálido, elegía quedarse al lado de ese fuego y pasar la noche entre sus mantas.

El tiempo pasó tan lento que a Baekhyun le pareció como una eternidad en soledad. No se quejaba, se sentía tranquilo, lejos de todos los que podrían juzgarlo. Pero su lobo no estaba satisfecho con su aislamiento voluntario, él quería regresar con su alfa aunque también sabía de su rechazo. No podía evitarlo, el sentimiento era más fuerte.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos golpes en su puerta. Nadie más solía pasar por ahí, excepto el viejo cazador, el cual era humano y afortunadamente no sabía que él era un lobo. Ese hombre le había ayudado con algunas cosas durante su estancia en el lugar.

Baekhyun alejó la manta que lo cubría y se levantó para atender. Quizá el hombre necesitaba de su ayuda y él no iba a ser descortés después de lo mucho que lo había apoyado. Abrió la puerta sin preocupación alguna, descubriendo que del otro lado no se encontraba quien esperaba que fuese.

—¿Qué...?

Pero el invitado lo interrumpió, irrumpiendo en su casa de forma abrupta.

—¿Cómo supiste...?

—Te he estado buscando tanto —respondió el alfa y lo estrechó entre sus fuertes brazos—. No tienes idea de todo lo que he hecho para encontrarte. Iba a volverme loco.

El omega se dejó estar entre sus brazos, no podía reaccionar, el aroma de su pareja lo estaba nublando. Definitivamente, su cuerpo lo había extrañado demasiado.

—Baekhyun, ¿por qué huiste así? ¿Por qué te alejaste de mí?

Su burbuja se rompió en ese momento, cuando recordó aquella vez en la cual fue lastimado por una flecha a la vista de su alfa y este no hizo nada para protegerlo.

Se apartó de él rápidamente.

—Tú me rechazaste —le acusó despechado—. Incluso dejaste que los otros lobos me lastimaran, ¿te atreves a recriminarme a mí haberme alejado de tu lado?

Bufó por la indignación, ¿cómo podía ser tan cínico como para reprocharle algo así?

—Sin embargo, no te culpo —continuó. El omega tomó asiento en el pequeño sillón que había conseguido gracias al cazador—. Soy la peor raza de nuestra especie, ¿no es así? ¿Quién podría recibir a un maldito lobo blanco?

El alfa gruñó ante ese comentario y el omega dentro suyo se removió nervioso.

—No te refieras a ti mismo como lo peor —le reprendió—. Eres lo más preciado que tengo, maldita sea Baekhyun, ¡eres mi todo! ¿Por qué no puedes verlo?

—¡¿Cómo se supone que me crea eso si no hiciste absolutamente nada para protegerme aquel día que me atacaron?! Chanyeol, tú solo te quedaste mirando lo que pasó. No obtuve ninguna respuesta de tu parte cuando te revelé mi verdadera procedencia. Dime, ¿cómo demonios quieres que crea que te importo de verdad y no por el hecho de ser tu destinado?

Baekhyun sabía que había dado justo en el clavo, cuando la expresión de Chanyeol se hizo sombría y pudo escuchar los latidos de su corazón con mucha prisa. Muy a su pesar, quería pedirle que olvidara todo lo que acababa de decirle, y abrazarlo muy fuerte para calmarlo. Pero no, eso no pasaría, él lo había lastimado también.

—Sé que no es ninguna excusa, pero yo... Yo realmente no sabía qué decir —confesó avergonzado—. Jamás había visto a un lobo blanco, y lo único que sabía de ellos era lo mucho que hicieron sufrir a los demás, sobre todo a los míos. No te voy a mentir, tu confesión me cayó como un balde de agua fría, pero Baekhyun, aún seguías siendo tú y yo no podía verte como uno de esos sanguinarios que acabaron con toda mi gente.

El alfa se acercó hacia su pareja y se puso de cuclillas para quedar a su altura.

—Todo ocurrió tan rápido que no pude salvarte de aquella flecha, pero una vez que corriste lejos, me transformé y los detuve a todos. ¿Crees que hubieras llegado tan lejos con esa pata herida? Amor, por supuesto que no, tuve que emplear la fuerza para que no llegaran hasta ti. Aunque eso me haya costado perderte por un año.

El omega se encontraba confundido, entonces... ¿eso significaba que Chanyeol lo quería?

—No di explicación alguna, no les confesé que se trataba de ti porque eso no me corresponde a mí hacerlo.

El omega se limpió algunas lágrimas de los ojos.

—¿Cómo me encontraste? —preguntó.

—He seguido cada rastro que has dejado en los lugares en donde estuviste —explicó—. Te encontré hace una semana, pero no sabía cómo acercarme a ti. Ha pasado tanto tiempo. Cuando te veía entrar a esta casa, me conformaba con saber que estabas a salvo. Pero ya no podía seguir esperando por más tiempo, te necesito y quiero estar junto a ti otra vez.

El corazón del omega se derritió por la confesión. Podía sentir su necesidad, al igual que la suya, creciendo en su interior.

—No puedo regresar, Chanyeol, ellos acabarán conmigo.

—Yo no permitiré que eso pase —afirmó. Era una promesa—. Mataré a quien se atreva a tocarte un solo cabello.

Baekhyun sonrió de lado.

—¿Matarás a aquellos por los cuales luchaste? Eres su libertador, no su enemigo.

—Tú eres todo lo que me importa, Baek.

Pero el omega no aceptó.

—No puedo volver, no quiero hacerlo.

—En ese caso, podemos quedarnos aquí y comenzar una manada por nuestra cuenta.

—¿Ah, sí? ¿Tú, yo y quiénes más?

—Tú, yo y nuestros futuros cachorros.

La imagen mental lo enterneció.

—Sabes que necesitas al menos un beta para que esto funcione —le advirtió.

—Puedo conseguirlo.

¿Desde cuándo su pareja era tan optimista? ¿Habría cambiado durante su ausencia?

—Olvídalo, no vas a volver a ser un sin manada por mi culpa. Apenas y te has unido a una, por la cual has luchado y eres un líder en ella.

—Ya te dije que eso no me importa, lo único que quiero es que estés bien y estar a tu lado.

—¡Pero a mí me importa! No quiero echar a perder todo lo que has construido con tu esfuerzo y valor. Eso me haría egoísta y no podría perdonármelo.

—Entonces, volvamos, contémosle a todos la verdad, ellos deben entender. Baekhyun, tú fundaste aquel refugio de omegas, los mantuviste a salvo, serían unos malagradecidos si te lastimaran.

El omega sonrió con tristeza.

—Te sorprenderías de lo poco agradecida que puede llegar a ser la gente.

—Es tu manada, amor, fuiste uno de los suyos desde que tienes uso de razón. Mereces permanecer en ella tanto o mucho más de lo que cualquiera de ellos lo hace.

Esas palabras le dieron un poco más de confianza. Su padre, aunque no biológico, había liderado la manada de una forma justa y honesta. Tendría que recibir algo de comprensión por parte de su gente. Quería confiar en eso, una parte de él tenía esperanza.

—Lo intentaré, es solo que... Tengo miedo.

—Lo sé, pequeño. —El alfa lo volvió a atrapar entre sus brazos y acarició suavemente su cabello—. Pero no te harán daño, lo prometo. Eres mi compañero y nadie te pondrá un dedo encima.

Baekhyun sonrió junto al pecho del alfa.

—Aún no eres mi compañero. No tengo tu marca —comentó en son de broma.

—Entonces, déjame hacerlo.

—¿De qué estás hablando? —Se deshizo del abrazo para mirarlo a los ojos.

—Déjame marcarte —repitió—. Permíteme hacerlo oficial. Quiero que todo el mundo sepa que eres mi omega y que yo soy tu alfa.

—Pero...

—Por favor, amor —le pidió como un ruego—. Te he esperado durante un buen tiempo, ¿aún no estás listo para recibirme? Dime qué debería hacer, cualquier cosa. Sé que no puedo traer a tus padres ni a TaeYeon de regreso, pero prometo que moveré cielo, mar y tierra para conseguir lo que desees. Solo te pido que me aceptes.

El omega sonrió de oreja a oreja por las hermosas palabras de su alfa. Él no necesitaba nada, solo quería escuchar algo en específico.

—Alfa tonto —bromeó, mientras colocaba sus brazos alrededor del cuello del pelinegro—. Solo quiero saber una cosa.

Chanyeol asintió, esperando por aquella pregunta.

—¿Aceptas de corazón a este lobo blanco como tu compañero, sin importar su procedencia?

—Por supuesto que lo hago, te amo tanto —respondió con emoción.

Y eso era todo lo que bastaba para que Baekhyun se lanzara a sus brazos.

—Entonces, adelante, hazme tuyo esta noche. Quiero llevar tu marca en mi cuello a partir de hoy.

Chanyeol no necesitó de ninguna palabra más para besarlo apasionadamente y cargarlo hasta la cama en donde dejarían muy atrás todos sus miedos, inseguridades y se volverían uno para lo que les restara de vida. No era la primera vez que lo hacían, pero se sentía así, incluso mucho más importante porque esta vez lo harían oficial. Esa noche sellarían su destino con una marca en sus cuerpos. Y, gracias a eso, las palabras se harían innecesarias, ya que podrían sentirse uno al otro a través de su vínculo y hablar de su amor a través de sus miradas.

Baekhyun estaba más que preparado para entregarse a su pareja y, mientras lo hacía, solo rezaba para que un amanecer brillante se levantara frente a ellos, recibiéndolos con el mejor futuro que la madre luna podría darles.






***

🐺 Loma plateada, 2014 🐺

Después de un largo viaje al fin se encontraban en casa. Su verdadero hogar desde que era un bebé. La nostalgia lo invadió cuando vio las fotos de sus padres encima de los estantes y el retrato familiar colgado en la pared.

Oh, ¡cuánto les echaba de menos!

Chanyeol reforzó el agarre de su mano, sabía que podía sentir su tristeza. Aún no se acostumbraba al vínculo, siempre había estado por su cuenta, pero ahora tenía a alguien que lo conocía tanto como él mismo.

—Estoy bien —le aseguró con una sonrisa.

—¿Estás seguro? Puedo escuchar tu corazón acelerarse.

El alfa no mentía, la tristeza y nostalgia fueron reemplazadas por nerviosismo y un montón de pensamientos sobre cómo se tomarían los demás el hecho de que fuese un lobo blanco.

—Tal vez un poco nervioso —admitió.

—Todo saldrá bien —aseguró Chanyeol—. No voy a dejar que alguien te lastime.

Baekhyun confiaba en él, por supuesto que lo hacía, sabía que mientras lo tuviera a su lado nadie se atrevería a ponerle un dedo encima. Lo que le preocupaba era que los demás terminaran rechazándolo y Chanyeol perdiera su puesto en la manada por defenderlo.

—Quiero creer que así será.

.

.

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🐺

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.

.

—¡Baekhyun! Es bueno verte de nuevo, ¿cómo estuvo tu viaje?

Chanyeol le había dicho a todo el mundo que el omega había emprendido un largo viaje, pero que regresaría pronto. Cada vez que le preguntaban por él, este respondía: "quizás llegue mañana o pasado mañana o tal vez pasado-pasado mañana. Creo que se va a tomar su tiempo". Y aunque los demás lo veían como un bicho raro por dejar a su pareja solo, a Chanyeol no podía importarle menos, lo único a lo que se dedicaba era a encontrarlo.

—Estuvo bien, gracias por preguntar.

—¡Por fin te uniste a tu alfa! —exclamó un omega, entusiasmado por notar la marca del alfa en su cuello.

—Ya era hora —añadió otro.

—Sí —respondió Baekhyun con timidez, colocando su mano sobre su marca.

Cordialmente, saludó a todos sus conocidos, se encontró con ex miembros del refugio quienes no dudaron en hacerle un pequeño agasajo de bienvenida. Baekhyun se sentía agradecido, pero también abrumado por toda la atención que estaba teniendo. Quería decirlo de una vez para terminar con su sufrimiento, pero a la vez no quería que nada de esto acabara. Creía que cuando les revelara su identidad, ellos se sentirían traicionados y decepcionados, y definitivamente no estaba listo para ver las expresiones de su gente cuando eso pasara.

—Debemos decirles —advirtió su pareja.

—Lo sé —afirmó con pesadez—, pero estoy aterrado. Quizá deberíamos irnos...

—Baekhyun...

—Está bien, está bien.

El alfa rodeó su cintura con un brazo y depositó un beso en su cabeza.

—Puedes hacerlo —le dijo, dejándolo ir.

El omega caminó lentamente hacia el centro para dar el anuncio.

—Buenas noches con todos —dijo llamando la atención de los demás.

Uno a uno se giró en su dirección, expectantes al anuncio del omega. Baekhyun comenzó a sudar frío, se veía tentado a salir corriendo de la sala, pero en cuanto vio a Chanyeol, este le transmitió seguridad a través de su mirada.

"Te amo, estoy contigo", escuchó decirle gracias al vínculo.

Entonces, Baekhyun se armó de valor para hablar frente a todas esas personas. No tenía un discurso preparado, simplemente decidió decir lo que su corazón le dictara. Al menos de esa manera sabría que lo habría intentado con todo su ser.

—Tengo algo que decirles...

Comenzó su discurso con temor; su voz temblaba un poco, pero se las arregló para continuar.

—He vivido durante veintiún años en lo que antes era la llanura roja. Me crié en el seno de una familia de lobos rojos y me educaron para ser un omega que conociera sus responsabilidades dentro de la manada. Y así viví mi vida, siendo obediente y ayudando a los demás si lo necesitaban.

Hizo una pequeña pausa para observar detenidamente el rostro de todos los presentes. Luego continuó hablando.

—Nunca me he transformado a la luz del día y frente a otros porque debía guardar el secreto debido a mi condición —confesó con firmeza—. Lo cierto es que... Les he mentido.

La sala explotó en murmullos por doquier y miradas inquisidoras que lo hicieron retroceder.

—No estuve de viaje, no tengo una pizca de sangre de los Byun y... no soy un lobo rojo.

Esta vez las voces eran más fuertes, podía escuchar a la gente preguntarse: "¿Qué está diciendo?", "¿de qué va este muchacho?", "¿ha perdido la cabeza?". Pero Baekhyun decidió ignorar aquellas palabras, después de todo, ya había llegado hasta ese punto.

—Hui, me escondí de todos ustedes porque sé que en cuanto sepan qué soy en realidad, ustedes me odiarán y yo... Tenía miedo de eso.

Los miembros de la manada tenían el ceño fruncido, no comprendían las palabras del joven omega.

—Pero no puedo seguir viviendo así —admitió. Eso era todo, solo quedaba decirlo y así lo hizo—. Soy un lobo blanco.

La sala estalló en fuertes comentarios, todos se volvieron locos y unos cuantos hombres intentaron acercarse a él.

—¿Qué estás diciendo? —preguntó uno con enojo.

—Baekhyun... ¿Tú? —dijo un omega más joven que él. Pudo ver la decepción en sus ojos.

—¿Acaso eres ese lobo blanco que vimos aquella vez junto al río? —increpó otro.

—¡Tiene que serlo! Chanyeol también se encontraba ahí —señaló un beta.

El pobre omega retrocedió asustado, fue mero instinto, pero pronto se encontró regañándose a sí mismo por hacerlo. No tenía nada de qué avergonzarse, había vivido su vida de manera honrada y sin lastimar a nadie. Chanyeol se acercó hasta donde estaba, colocándose delante de él como un escudo; había tomado una postura protectora y ya lo escuchaba soltar algunos gruñidos hacia aquellos que querían acercarse.

"Nini, está bien, puedo con esto", usó su vínculo para comunicarle su estado y tranquilizarlo un poco.

"No van a tocarte", respondió el alfa. Al parecer, su lado animal había tomado el mando.

"Basta, Chanyeol, tranquilízate, necesito tu parte racional conmigo, no tu a tu lobo. Estoy bien y estaré bien, lo prometo"

Esas palabras debieron ser suficientes para darle la calma que necesitaba, ya que vio al alfa recuperar sus sentidos poco a poco.

—No soy un criminal —continuó con su discurso—. Puede que mis antepasados lo hayan sido, pero yo no fui criado por ellos, en mi sangre no corre la malicia que ellos tenían, solo soy un lobo más. Un lobo que tuvo la suerte de vivir con una amorosa familia, y que se considera un lobo rojo.

—Pero no lo eres, no finjas serlo —le recriminó otro miembro.

Su mirada no cayó esta vez, no herirían su orgullo.

—No pretendo serlo, pero puedo asegurar que daría mi vida por esta manada porque ustedes son mi familia.

—¿Cómo podemos estar seguros de eso? Bien sabemos que los de tu clase son los más crueles y traicioneros.

—Yo no soy ellos, crecí dentro de la llanura roja y no conozco nada más que esto —aseguró—. Por favor, denme una oportunidad de demostrarlo.

Los presentes se miraron entre ellos, Baekhyun podía ver la desconfianza en sus rostros, no esperaba una respuesta positiva, pero él ya había cumplido con su parte, les había confesado la verdad. Si aun así decidían despedirlo, entonces se iría con la frente en alto porque no era un asesino, y no dejaría que la historia de su familia biológica lo definiera.

—¿Por qué debería demostrarlo? —dijo una voz femenina.

Era la voz de una señora que se oía desde el fondo del salón. La gente se abrió para darle paso a una pequeña anciana que caminaba hacia al frente. Todas las miradas recayeron sobre ella y hasta Baekhyun la miró confundido.

—¿Por qué debería demostrarlo? —repitió otra vez, dirigiéndose a los demás—. Este chico arriesgó su vida por los omegas de esta manada, fundó un refugio para que estuvieran a salvo. Conocí a la familia Byun, su padre fue un líder ejemplar y su madre fue una mujer dedicada al servicio. ¿Por qué están siendo tan desagradables y malagradecidos con este pobre muchacho?

—Pero abuela, acaba de decirnos que es uno de esos lobos —protestó un hombre cerca de ella.

La anciana lo miró enojada.

—¿Y eso qué? En ese lugar hay lobos de diferentes razas que han nacido aquí forzosamente debido a las guerras. Todos nosotros hemos jurado lealtad a esta nueva manada, ¿por qué debería ser diferente? Además, le he escuchado decir que él se crió entre los lobos rojos, ¿acaso la maldad se lleva en los genes? Déjenme decirles que eso no tiene nada que ver, estos ojos que tienen casi un siglo viendo el mundo, han presenciado la maldad en las diferentes manadas. Este joven ha demostrado ser lo suficientemente honorable como para que se le dé una oportunidad, aunque no la necesita.

Los ojos del omega se llenaron de lágrimas, un sentimiento cálido se alojó en su pecho gracias a las palabras de aquella mujer.

—Gracias —le agradeció en voz baja y la anciana sonrió dulcemente.

—Apoyo a la abuela —dijo una omega a quien inmediatamente Baekhyun reconoció. Era una ex miembro del refugio.

—¡Y yo! —exclamó otra ex miembro.

—Yo también.

Cada ex miembro del refugio se puso de su lado, enfrentando a los demás.

—Yo igual —habló un beta, el primero en pronunciarse—. Después de todo, es la pareja de uno de nuestros líderes.

—Nosotros también —dijeron los guerreros que batallaron junto al alfa para liberarlos de la esclavitud—. No dejaremos que lastimen a la pareja de uno de nuestros amigos.

Chanyeol les sonrió, estaba agradecido de corazón. Poco a poco los demás también fueron poniéndose de su lado hasta que todos estuvieron de acuerdo. Baekhyun no tendría que demostrar nada, sus acciones durante toda su vida ya lo habían hecho.

—Muchas gracias —dijo y sus amigos lo abrazaron.

Luego de una larga noche, su alfa lo sostuvo de la cintura y susurró en su oído:

—Vamos a casa.





***

🐺 Loma Plateada, 2018🐺

—Han está llorando —dijo un somnoliento Baekhyun.

Era de madrugada, había sido un día intenso, yendo de un lado a otro, trabajando en un proyecto junto a otros omegas.

—Tú sigue durmiendo, iré yo —dijo el alfa, quien abandonó la cama rápidamente para ir por su hijo para hacerlo dormir hasta la mañana siguiente.

Habían pasado varias cosas desde que la manada votó a favor de que se quedara, aceptándolo tal y como era. Baekhyun comenzó a transformarse en las afueras de su casa sin temor a ser juzgado o lastimado. Se había casado con su alfa tres años atrás, uniendo sus sangres en aquella copa dorada; y juntos procrearon a un tierno niño que era la luz de sus ojos.

Además, Baekhyun había tomado un papel importante en la manada, puesto que era líder de los omegas. Había insistido en que todos tomaran clases de defensa personal, así podrían tener una oportunidad contra su oponente, si se vieran en una peligrosa situación. Y vaya que lo estaban. Los rumores de una posible invasión llegaron a los oídos de los líderes, y aunque Chanyeol quiso ocultarle a su esposo lo que sucedía, Baekhyun encontró la manera de sacarle información.

—¿Irás al Consejo de nuevo? — preguntó el omega.

—Sí, debo reunirme con los otros líderes —respondió el alfa, tomando su chaqueta para salir abrigado de casa.

Baekhyun sabía que era una alerta de emergencia, aunque su marido no se lo dijera. Estaba harto de su silencio, quería tener conocimiento de lo que en verdad pasaba.

—Chanyeol, ¿hasta cuándo piensas ocultarlo? —preguntó con un tono airado.

El alfa siguió armando su mochila sin responder nada.

—¡Te estoy hablando! ¡No finjas que no me oyes!

Chanyeol se detuvo y se giró para verlo. Ambos se sostuvieron las miradas durante unos segundos que parecieron infinitos. El pelinegro entendía que no podía seguir callándose lo que estaba a puertas de comenzar, su pareja merecía estar enterado.

—Yo solo quiero tu tranquilidad —le dijo—, pero supongo que es inevitable. De igual forma, todos se enterarán pronto.

—¿Qué está pasando, Nini? ¿Es cierto que...?

Chanyeol asintió con tristeza.

—Entonces, ¿cuándo? —preguntó resignado.

—En una semana.

.

.

.

🐺

.

.

.

La inevitable guerra llegó, los contrincantes eran una buena parte de lobos grises que lograron huir y se mantuvieron escondidos en tierras lejanas durante cuatro años. Habían venido por la revancha y tenían sed de venganza. La familia Park tuvo que dejar ir a la cabeza del hogar para que liderara un ejército de lobos que lucharían a morir contra sus enemigos. Baekhyun se quedó en casa, acompañado por su pequeño e inquieto niño que no dejaba de preguntar por su papá.

—¡Papá, papá, papá! —balbuceaba varias veces entre pequeños sollozos.

El omega tomó a su hijo en brazos para tranquilizarlo.

—Papá regresará pronto, mi dulce criatura, deja de llorar, por favor. Ahora, vamos a casa.

Intentó cargar el balde de agua que había obtenido del pozo, pero tener a su hijo en el otro brazo le dificultó hacerlo, por lo que volvió a dejarlo en el piso.

—¡Yo le ayudo! —dijo alguien a lo lejos.

Se trataba de una chica, una jovencita que venía corriendo en su dirección. Cuando estuvo frente a él, se tomó la libertad de tomar el balde con sus dos manos.

—¿Qué haces?

—Tú estás cargando a tu bebé, déjame ayudarte con esto —dijo refiriéndose al balde—. ¡Vamos! Dirige el camino.

El entusiasmo de la muchacha lo animó a dejar que lo ayudara. Durante el camino, la joven le contó que desde pequeña se encontraba haciendo trabajos por aquí y por allá, debido a que había perdido a toda su familia en la guerra. Ella era una beta de nombre Park Sooyoung, y era tan bella que le hacía recordar a su nana. Pronto, Baekhyun se encontró disfrutando de su compañía, tanto así que cuando llegaron a la casa no quiso despedirla.

—Hemos llegado —avisó—. Pasa, por favor.

Ambos entraron en el acogedor lugar y Baekhyun dejó a su hijo sentado en el sillón, mientras este jugaba con su peluche.

—Realmente eres genial, eres muy divertida —halagó el omega—. Me gustaría que seamos amigos.

—¡Eso sería genial!

—No quiero que te vayas, ¿podrías quedarte a ayudarme con algunas cosas? Prometo que te pagaré el día.

La beta se puso a pensar sobre aquella oferta, pero algo más pareció habérsele ocurrido.

—¡Tengo una mejor idea! —exclamó y el omega le prestó toda su atención—. Podría quedarme con ustedes y ayudarte con la casa por el tiempo que me necesites.

Baekhyun quedó sorprendido.

—Pero... No creo tener la suficiente solvencia como para pagar por tu trabajo —respondió con tristeza.

Sin embargo, la muchacha negó con la cabeza.

—No te preocupes por el pago, solo dame comida y una cama, o si quieres un sillón. ¡Yo seré feliz con eso!

Eso lo conmovió, la joven se había valido por sí misma durante mucho tiempo. Le recordó un poco a su esposo, él también lo había tenido difícil desde muy joven. Se sentía afortunado por haber sido criado por gente buena que le brindó amor y protección. Él quería darle eso a su hijo también junto a su esposo y, ¿por qué no?, tal vez esta jovencita podría unírseles, después de todo, una beta siempre era una buena ayuda para una familia. El mejor ejemplo de ello fue su nana TaeYeon.

—De acuerdo —aceptó la oferta de buena manera—. Quédate con nosotros.

—¡Wuju! ¡Seremos una gran familia! Ya lo verás, Baekhyun —dijo saltando en un pie y dirigiendo su mirada hacia el menor—. Tú también, lindo bebé.

Y así los días, meses y años transcurrieron, algunas cosas cambiaron y otras... Tan solo permanecieron como siempre, como el amor que sentía el omega hacia su niño y hacia su pareja, aunque este estuviera muy lejos de ellos.









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Babes! Ya estamos terminando esta historia. En serio espero que la estén disfrutando, este es un género súper nuevo para mí y estoy intentando hacerlo lo mejor posible para ustedes.

Sé que algunxs (sobre todo mis nuevas lectorxs) estarán decepcionadas porque no hubo lemon pero es que no soy buena en eso, lo siento :c

Espero que aún así les guste y me dejen saberlo a través de sus comentarios. Igual me gustaría mejorar para en un futuro traerles algo más completo y genial sobre este género 🙆🏻‍♀️

No te olvides dejarme una estrellita para apoyar la historia.

~Nos leemos en la siguiente y última parte~

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