🏆 Ejército de héroes 2011🏆

Chanyeol tenía un plan que había estado elaborando desde hace un buen tiempo. Lo había mantenido oculto del omega y de la beta con los que vivía, puesto que no quería alarmarlos por nada sin antes estar muy seguro de lo que haría. Por las noches solía reunirse con unos cuantos lobos rojos, entre alfas y betas, para diseñar un plan de ataque contra los lobos grises. El ejército que logró reunir era pequeño, pero eran más que suficientes, debido a que cada uno tenía un puesto importante en la manada. Chanyeol había escogido a gente estratégica porque no solo necesitaba su fuerza, sino que también derribar el pilar de los villanos desde adentro.

—¿Seguro que funcionará? —le preguntó Baekhyun.

El omega aún estaba procesando todo, tenía miedo de que algo saliera mal y que gente inocente derramara sangre en vano.

—Te pedí que confiaras en mí —respondió el alfa acariciando su rostro.

El omega ya no ponía resistencia a sus pequeñas muestras de afecto, estaba intentando adaptarse a él. Chanyeol nunca había sido de su desagrado, su omega quería ir hacia él cada que podía, era el instinto, pero Baekhyun trató de no sucumbir ante sus deseos durante un año. No quería que su relación se basara en instintos, sí, eran lobos, pero él se sentía más conectado a su lado humano y si iba a tener pareja, quería que fuese porque ambos se amaran genuinamente, no porque el destino los había obligado a hacerlo. Curiosamente, encontraba en aquel alfa lo que estaba buscando. Chanyeol le había demostrado ser paciente y cuidadoso, se preocupaba por los suyos como lo hacía él, en definitiva, eso había ganado más del cincuenta por ciento de su corazón.

—Tengo miedo —afirmó, dejándose llevar por la suave caricia que el alfa le proporcionaba.

Chanyeol tiró despacio de su brazo para acercarlo a él y darle un fuerte abrazo.

—Todo va a estar bien, lo prometo.

Su cercanía se sentía bien, le hacía creer que bajo esos fuertes brazos estaba protegido, y que la miseria a su alrededor había desaparecido. Baekhyun quería mentirse por unos minutos más, porque si todos morirían en el intento por ser libres de nuevo, estaría bien compartir un momento así, un buen recuerdo antes de ir a la tumba.

—Chanyeol, ¿estás listo? —preguntó uno de los alfas aliados, apareciendo por detrás de la pareja.

—En un momento me uno a ustedes —respondió.

Baekhyun se apartó del alfa y le dedicó una mirada de angustia, no quería verse débil pero el miedo lo superaba.

—Debo irme —indicó el pelinegro.

El omega asintió.

—¿Volverás pronto?

—Volveré, es lo que importa —aseguró el lobo negro—. Y, cuando lo haga, vendré a pedir tu mano.

Baekhyun soltó una pequeña risa.

—Te ves muy seguro de ti mismo.

—Tú me das esa seguridad.

El corazón del omega revoloteó en su pecho. Unas cuantas palabras así lo alteraban, debía admitir que Chanyeol era un alfa muy talentoso con las palabras, a pesar de haber sido educado en tan solo un año.

—Entonces, regresa pronto para que me lo puedas proponer adecuadamente.

Chanyeol estuvo de acuerdo y sonrió de oreja a oreja para luego salir corriendo al encuentro de sus otros compañeros que lo esperaban en las afueras de la ciudad. Baekhyun lo vio irse y un sentimiento de tristeza lo embargó. Se sentía orgulloso de aquel muchacho, pero no quería que se fuera de su lado. No se había dado cuenta hasta ahora de lo mucho que lo necesitaba; durante el año transcurrido lo había dado por sentado, sin prestarle la suficiente atención. Ahora se arrepentía mucho, deseaba que regresara pronto, le diría que sí sin desperdiciar un segundo más.

—Puedo ver en tus ojos que has decidido entregarle tu corazón a tu alfa —habló su nana, haciéndole salir de sus pensamientos.

—Me ha demostrado ser un buen hombre —admitió sonriendo.

—Lo es, yo no estaba equivocada —alardeó la mujer con gracia—. Me alegro por ti Baek, sé que serás muy feliz a su lado.

Un mareo atacó el cuerpo de la beta, el cual la hizo inclinarse de golpe hacia adelante con una mano en el pecho.

—¡Taeyeon! —chilló el omega tomándola de los brazos para sostenerla—. ¿Qué sucede?

La mujer se aferró a su pecho, tosiendo a cada segundo y haciéndosele cada vez más difícil respirar.

—Lo siento... mi dulce criatura —habló con dificultad—. Creo que no seré capaz de ver el nuevo mundo que crearás con tu querida pareja.

—No digas esas cosas —le pidió con lágrimas en los ojos. El joven omega había notado desde hace un tiempo cuán débil se estaba poniendo su nana, pero nunca imaginó que sería tan grave—. Te pondrás bien, ya lo verás.

Taeyeon le sonrió, dejando que su pequeño la llevara en brazos de regreso hacia su casa. Su vida no había estado llena de lujos, pero había servido a una amorosa pareja que la apreció, y encontró a este precioso niño al cual pudo criar junto a sus señores. No podía haberle pedido más a la diosa luna por la bendición que le había regalado. Aunque le dolía no poder seguir acompañando al omega en lo que le quedaba por vivir, ni conocería a sus futuros cachorros, lo único que deseaba era que fuese feliz y que nunca más volvieran a lastimarlo.

***

🗽Sangre de libertador 2012🗽

Baekhyun se encontraba completamente solo esta vez. El dolor y el luto eran su única compañía, mientras esperaba por un nuevo renacer de su manada. Taeyeon había partido en un largo viaje sin regreso, su corazón no resistió por más tiempo y la diosa luna la llamó para que volviera a su lado. Cuando la beta dio su último respiro, él estuvo con ella sosteniendo su mano y llorando hasta quedar seco. La iba a extrañar tanto, no cabía en su pecho el dolor que sentía por haberla perdido, tan solo le rogaba a la luna que en su siguiente vida pudiera encontrarla de nuevo y darle todo lo que se merecía.

Durante los meses transcurridos desde que Chanyeol dejó la manada, Baekhyun lideró un refugio de omegas que habían sido abusados por los lobos grises. La batalla se desarrollaba en las afueras de la ciudad, y aunque habían recibido algunos ataques, los heridos no habían resultado ser muchos. Baekhyun no tenía noticias del alfa, tan solo escuchaba rumores sobre lo cerca que estaba de terminar la lucha y que pronto serían libres. El omega no sabía si Chanyeol continuaba con vida, puesto que no se habían emparejado y no tenían el lazo. Lo único que podía hacer era pedirle a la madre luna que cuidara de su pareja y que pudiera volver a casa sano y salvo, tanto él como los demás integrantes del ejército.

—Baekhyun, tenemos que apresurarnos, nos están llamando del Concejo. —Le avisó uno de los omegas del refugio.

—¿Sucede algo? —preguntó alarmado.

—No lo sé, debemos ir.

Los omegas salieron corriendo hacia el gran templo a donde habían sido llamados. En el camino, escucharon el sonido de los cuernos que eran usados como aerófonos para que toda la manada se reuniera. El omega no sabía qué estaba pasando, pero la gente se veía inquieta; algo en definitiva estaba sucediendo, algo que tenía que ser grande por cómo estaban reaccionando.

Algo dentro suyo se removió, una sensación conocida lo envolvió y no pudo evitar emocionarse en gran manera. Cuando llegaron al lugar, ya todos se encontraban en sus sitios, murmurando cosas que no entendía. Miró de un lado a otro buscando cualquier cosa que le diera alguna pista sobre lo que estaba sucediendo, hasta que los representantes se mostraron en medio de todos.

—Queridos hermanos, los hemos reunido para comunicarles que la victoria ha sido nuestra. Regocijémonos y celebremos los unos con los otros por este nuevo comienzo. Hemos recuperado lo que una vez nos fue arrebatado, nuestra libertad, y juntos escribiremos una nueva historia. —El anciano alzó los brazos hacia arriba y todos imitaron la acción.

Baekhyun estaba sorprendido, jodidamente impactado por la noticia, después de haber esperado tanto, escondido en las sombras, por fin podría salir y vivir su vida como lo había hecho antes. Se dio un abrazo con los otros omegas a los cuales había cuidado durante todo ese tiempo. Muchos de ellos besaron sus manos como muestra de agradecimiento, porque aun sin haber usado la fuerza, el hecho de arriesgar su vida fundando el refugio para albergar a unos cuantos de su pueblo, lo había convertido en un héroe para ellos.

—Den la bienvenida a nuestros valientes guerreros.

Unas cinco figuras masculinas se hicieron presentes en el lugar y Baekhyun pudo verlo. Ahí estaba, su chico bestia, su otra mitad, su alfa. Cuando sus miradas se cruzaron pudieron sentir a sus lobos saltando de alegría por encontrarse otra vez.

Una ronda de aplausos inundó el lugar, junto con gritos y alabanzas de los pueblerinos agradecidos.

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—¿Cómo has estado? —preguntó el alfa de camino a casa.

El tiempo había pasado, pero Baekhyun se sentía igual, parecía que nada dentro de él había cambiado.

—Bastante ocupado —respondió el omega—, el refugio tomaba casi todo mi tiempo. Era agradable.

El silencio por lo general era incómodo cuando reemplazaba una conversación, pero en este caso no se sentía así, todo lo contrario, era como un pequeño espacio para adaptarse a la presencia del otro.

—¿Me extrañaste? —se atrevió a preguntar el lobo negro y, sin notarlo, sus mejillas se ruborizaron un poco.

Chanyeol era un alfa adorable, parecía tan intimidante, pero cuando se trataba de su omega podía convertirse en un dulce rollo de canela.

—¿Debo fingir que sí? —bromeó Baekhyun, logrando sacarle un gruñido al pelinegro—. ¿Otra vez ese gruñido? Creí que ya habías dejado de ser una bestia del campo.

—No soy una bestia —protestó el alfa.

—Uhm... Yo creo que lo eres un poco.

Al joven omega le encantaba molestarlo, porque el alfa hacía las mejores expresiones cuando se enojaba.

—Olvídalo, eres incorregible —le acusó chasqueando la lengua—. Regresemos a casa, tengo muchas ganas de ver a Taeyeon.

Baekhyun se detuvo en seco con la mirada fija en el suelo, el dolor lo había atravesado como una daga justo en su corazón.

—¿Qué sucede? —preguntó el alfa, yendo de inmediato hacia su lado—. ¿Te sientes mal? ¿Qué pasa?

Pero nada salía de sus labios, solo sus ojos se dedicaron a soltar lágrimas que lo obligaron a cubrir sus rostro con ambas manos.

—Baekhyun, háblame, no sé qué hacer.

El omega se dio cuenta que estaba desprendiendo más feromonas de lo habitual y eso ponía nervioso al alfa, ya que este lo veía sufrir y no sabía cómo consolarlo.

—L-Lo siento... —habló finalmente—. Intentaré controlarme.

Chanyeol lo abrazó, intentando calmarlo con su calor.

—Cuéntame, por favor.

—Taeyeon... —soltó unas cuantas lágrimas al mencionar su nombre y gimoteó un poco más antes de seguir—. Ella ya no está con nosotros, la madre luna se la ha llevado.

El alfa comprendió la situación y aunque no derramó lágrimas, la noticia le había destrozado el corazón también. Taeyeon había cuidado de él muy bien, incluso cuando lo único que sabía hacer era gruñirle y rechazar la educación que le brindaba. Pero por encima de todo, le dolía ver sufrir a su pareja por otra pérdida más.

—Baekhyun, estoy seguro de que ella fue feliz aquí contigo y no querría que sufrieras a causa de su partida —dijo Chanyeol en un intento por consolar al chico.

—Yo lo sé, pero no puedo evitarlo, duele demasiado —confesó entre lágrimas—. No quiero perder a nadie más, Chanyeol, tengo miedo.

—Me tienes a mí, cariño, yo no me iré de tu lado.

Pero Baekhyun no estaba del todo seguro, su temor por quedarse solo otra vez era más grande.

—Aún no te he dicho que sí —advirtió calmando un poco su llanto.

—No importa, me encargaré de que me aceptes mañana.

El omega levantó las cejas sorprendido.

—¿Mañana? ¿No es eso muy pronto?

—Entonces, será pasado o pasado, pasado mañana.

Eso logró hacerlo sonreír. Los alfas eran muy insistentes, pero consideraba que había encontrado al más insistente de todos y, por fortuna, lo encontraba bastante dulce.

***

🌄 La nueva tierra, 2013 🌄

El nuevo año llegó y con este muchos cambios en la nueva manada que había surgido después de la ardua lucha. Los lobos grises habían sido derrotados y ahora en el pueblo habitaban distintas razas. Cuando los habitantes se enteraron que Chanyeol era un lobo negro, tuvieron curiosidad acerca de cómo había sobrevivido durante tanto años él solo, sin ninguna manada que pudiera protegerlo. El alfa se convirtió en una leyenda, no solo por su procedencia sino porque había sido uno de los libertadores, por lo cual ahora formaba parte de los alfa líderes de la nueva manada a la cual nombraron: Loma Plateada.

La relación entre Chanyeol y Baekhyun había avanzado bastante, ambos vivían juntos en la casa de los Byun, pero no dormían en la misma habitación. Ellos todavía no estaban emparejados, y aunque durante las temporadas de celo se ayudaban mutuamente, el omega aún no quería ser marcado.

—¿Hasta cuándo planeas hacerlo esperar, Baekhyun? —le preguntó uno de los omegas del ex refugio.

No era el único en preguntárselo, de hecho, todos estaban bastante expectantes a lo que sucedía en su relación, puesto que se habían convertido en una pareja famosa entre la manada. Todos los omegas admiraban la paciencia del alfa, mientras que algunos lo envidiaban por tener una pareja tan honorable como Chanyeol.

—Tu alfa es un lobo único. No me imaginaba que un lobo negro podría haber sobrevivido a la maldad de los lobos blanco. ¡Es toda una leyenda! —exclamó uno de sus compañeros omegas.

—Es cierto, Baekhyun, mira que pudo haber sido un desagradable lobo blanco, pero afortunadamente no lo fue —añadió otro, mientras soltaba unas risas junto con los demás omegas que iban acompañándolo.

Un agudo dolor se alojó en la boca de su estómago, se sentía casi con un cuchillo atravesándolo por en medio.

"Un lobo blanco" ,"un desagradable lobo blanco"

Por supuesto que para él no era novedad que todo el mundo odiara a los de su raza, ya que habían sido unas crueles y despiadadas bestias que solo se deleitaban del dolor y la miseria ajena. Incluso él mismo odiaba compartir sangre con aquellos bastardos, pero lo cierto era que no podía cambiarlo. Por más que se escondiera, por más que nunca se transformara a la luz del día y fuera de su casa, no podía cambiar nada.

Era un lobo blanco y era odiado por todo el mundo.

¿Qué pensaría Chanyeol cuando supiera la verdad? ¿También lo odiaría o su instinto lo obligaría a quedarse junto a él a pesar de todo?

Baekhyun no quería atarlo, no quería que su amor fuera por obligación. Pero ¿qué más podría obtener si fue con los lobos negros con los que sus antepasados se ensañaron más, quienes asesinaron a los padres de su alfa?

Hasta ese momento no había querido abrirse a la realidad, había ocultado su verdadera procedencia durante toda su vida y estaba bien con eso, pero lo que no era correcto era seguir ocultándoselo a su pareja.

—Debo irme. Nos vemos mañana.

Rápidamente, se despidió y dejó el campo para dirigirse al río, aquel lugar en el que podía estar solo y pensar. Sin embargo, se encontraba alterado, aquel comentario le había afectado demasiado y su cabeza no dejaba de pensar en mil cosas por segundo.

—¿Baekhyun?

El omega no supo cuándo había llegado, pero su presencia lo abrumó aun más. Su cuerpo tembló y se abrazó a sí mismo, tomando una postura sobreprotectora.

—¿Qué haces aquí? —La pregunta había salido más como un reproche.

—¿Qué sucede? Estás desprendiendo muchas feromonas, puedo sentir tu miedo. —El alfa intentó acercarse a él, pero este solo se alejó más—. ¿Por qué me rechazas?

El omega negó varias veces con la cabeza. Intentaba alejar las lágrimas que amenazaban con salir.

—Solo déjame en paz —chilló—. Quiero estar solo.

—No puedo dejarte solo cuando estás en ese estado —dijo preocupado—. Dime, ¿qué está pasando? ¿Por qué estás tan alterado?

Pero el muchacho se negaba a explicarse, su mente estaba hecha un caos y lo único que quería era encerrarse en una cueva para que nadie lo descubriera.

—Baekhyun, por favor... —suplicó el alfa—. Siento que me voy a volver loco, ¿al menos podría abrazarte?

El omega retrocedió un poco más, debía terminar con todo esto de una buena vez, no podía seguir con la farsa por más tiempo.

—Chanyeol... ¿Qué harías si te dijera que vi a un lobo blanco merodear por nuestro territorio?

El pelinegro frunció el ceño, apretó la mandíbula y cerró los puños con furia a los costados.

—¿En dónde? —preguntó con una voz muy gutural.

Baekhyun entendía que esa era una reacción normal, pero madre luna, ¡cómo dolía!

—Te hice la pregunta primero, responde.

—No entiendo a qué viene todo esto, ¿un lobo blanco te lastimó? Si es así voy a matarlo, dime en dónde lo viste.

Veía una firme decisión en su mirada, ¿sería porque se trataba de un lobo blanco o porque creía que le habían hecho daño?

—Tú... ¿Aceptarías a un lobo blanco en la manada? —Su voz le tembló esta vez.

—¿Por qué me preguntas eso? No te estoy entendiendo, Baekhyun, ¿por qué aceptaría a un lobo blanco en la manada? ¿Ya olvidaste lo crueles que fueron esos seres con todo el mundo? Si un lobo blanco se acercara aquí, de seguro lo matarían. ¿Has visto alguno?

La verdad había sido revelada, él jamás sería aceptado por la manada, pero ¿por su pareja?

—Chanyeol... ¿Por qué nunca me has preguntado sobre mis transformaciones? Jamás lo he hecho en tu presencia.

—Taeyeon me dijo que no podías hacerlo —confesó—. No me dio más detalles y tampoco te lo pregunté porque esperaba que algún día me confiaras ese secreto por voluntad propia.

Así que su nana le había advertido a su pareja sobre sus nulas transformaciones. El inocente alfa había decidido esperarlo y él estaba por confesarle algo tan desgarrador.

—Los Byun no fueron mis verdaderos padres, y no soy un lobo rojo como ellos.

La verdad salía dolorosamente de sus labios. Su corazón se apretujaba en su pecho y se le estaba dificultando respirar con normalidad.

—Taeyeon me encontró envuelto entre unas mantas cerca de la carretera. —Hizo una breve pausa para secar las lágrimas que habían caído por sus mejillas y continuó—. Mis verdaderos padres me arrojaron a mi suerte porque descubrieron que era un omega. Para ellos, yo era una abominación, y no era para menos, había manchado el legado de puros alfas.

Chanyeol tensó más su mandíbula, ¿quién en su sano juicio abandonaba a su propio cachorro porque era un omega?

—Tú no tienes la culpa de eso —intentó consolarlo.

Baekhyun negó.

—Créeme que su abandono fue lo mejor que pudo pasarme. El punto es que no conoces mi verdadera procedencia, y ha llegado el momento de revelarlo.

El alfa no entendía la razón de tanto misterio, ¿por qué Baekhyun estaba actuando de esa manera? Lo único que quería era cargarlo de regreso a casa y acunarlo contra su pecho mientras dormían juntos.

—Baekhyun, ¿qué...?

El omega sacudió su cuerpo y comenzó a cambiar, por primera vez lo hacía frente a alguien que no era de su familia. Chanyeol siguió la transformación de su pareja paso a paso hasta que un hermoso lobo blanco apareció frente a él con sus ojos celestes mirándolo fijamente.

No tuvo reacción. El alfa se quedó de piedra ante la preciosa bestia delante suyo.

Baekhyun esperaba una palabra, algo que le hiciera saber que su pareja lo aceptaba, que le asegurara que todo estaría bien, pero no recibió ninguna reacción por parte del alfa y eso lo puso más nervioso.

—¡Lobo blanco!

Un grito se escuchó desde el bosque, y antes de que el omega pudiera siquiera dirigir su mirada hacia el intruso, una flecha se incrustó en su muslo superior, haciéndole aullar del dolor. Echó una mirada hacia el pelinegro, quien veía atónito la escena y su mirada viajaba de él hacia los otros miembros de la manada, quienes venían tras él.

Eso era todo, ahí estaba su respuesta.

Con la pata adolorida y el corazón destrozado, se echó a correr lejos, muy lejos de aquel lugar, y no volvió a mirar hacia atrás.

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Otro dato curioso:
Esta historia iba a ser un one-shot pero como no sé ser breve y concisa acabó siendo de cinco partes :'v
Aun así espero que les esté gustando.

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Y no se olviden de dejar una estrellita para apoyar la historia 😊

~Nos leemos en la siguiente parte~