—¡Hee!

HeeSook volteó en busca del propietario de la voz, y en cuanto su mirada se encontró con un adorable pelirrosa corriendo hacia ella, sonrió ampliamente.

—¡Junie! —gritó también con emoción, esperando pacientemente a que su querido amigo llegase a su lado.

Pero conforme se iba acercando, notó una venda en su cuello, la cual apenas y era cubierta por su camisa, además de un pequeño parche en su mejilla en forma de corazón.

—Princesa Hee~ —finalmente el pelirrosa llegó con la castaña, envolviéndola en un cálido abrazo.

—YeonJunie, ¿qué te sucedió? ¿te lastimaron? ¿estás bien? —HeeSook se separó un poco del abrazo para poder examinar el rostro y el cuello de su amigo, preocupada.

—Oh, ¿esto? —señaló tanto su parchecito como la venda blanca. —Sólo son... ¡accesorios! si, es que, quería probar algo nuevo, tranquila.

HeeSook asintió un tanto insegura a pesar de que YeonJun tenía una reluciente sonrisa plasmada en sus labios.

—¡Por cierto! traje esto para ti.

Le extendió una pequeña bolsita con estampado de rayas azules, llena de caramelos de todos colores.

—¿Cómo es que siempre sabes cuáles son mis favoritos? —la mayor (por meses) tomó la bolsita entre sus manos y observó su contenido con clara emoción.

—Conozco muy bien a mi princesa —el pelirrosa guiñó tiernamente uno de sus ojos, haciendo que HeeSook soltara una pequeña risa.

—Gracias, Junie —se acercó a dejar un pequeño beso en la mejilla del contrario, logrando que este comenzara a jugar con sus manos nerviosamente y que un leve sonrojo pintara sus mejillas.

El timbre sonó, indicando que el receso había llegado a su fin y era hora de volver a clases.

—Pasaré a buscarte más tarde para acompañarte a casa, ¿está bien? —YeonJun tomó tímidamente a HeeSook de las mejillas y depositó un beso en la punta de su nariz. —Te quiero, Hee.

—También te quiero, Junie. Nos vemos más tarde —sonrió enternecida.

El pelirrosa se despidió por última vez con un movimiento de mano y salió corriendo hacia su siguiente clase.

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—¡HeeSook!

La mencionada se detuvo en medio del pasillo, confundida, se dio la vuelta para verificar de quien se trataba.

—MinJu, llegaremos tarde a clases, ¿qué sucede? ¿nuevas noticias? —carcajeó al ver cómo su mejor amiga, a pesar de que trataba de recuperar el aire perdido por correr tanto, posó de forma exagerada como una súper estrella.

—Ya sabes que si, y esta noticia te interesará —MinJu se acercó al oído de HeeSook y susurró—. Me acabo de enterar que YeonJun se metió en una pelea hace un rato.

—¡¿Cómo dices?!

—Así como lo escuchas. Mark y su grupito lo estaban molestando y YeonJun no hacía nada para defenderse, sólo abrazaba fuertemente algo, como intentando protegerlo. Y pues el estupido de Mark al descubrirlo se lo arrebató, ¿y sabes lo que era? ¡una bolsa de caramelos! dios, si lo hubieras visto Sook... se volvió completamente loco con eso y, ambos comenzaron a pelearse a golpes, o al menos así fue hasta que llegó el subdirector a separarlos.

—¿Estamos hablando del mismo YeonJun? ¡Es imposible! —cubrió su boca, sorprendida y a la vez asustada.

¿Cómo era posible que su adorable amigo se metiera en una pelea?

Aunque, eso explicaría el parche y la venda...

—¡Hey! de hecho, esa es la bolsa que Mark le quitó —señaló MinJu la bolsita que HeeSook sostenía—. En medio de la pelea YeonJun gritó que no tocaran los obsequios de su princesa... pero no pensé que se tratara de ti~ —canturreó.

—Cierra el pico.

—¡Yah! ¡Que grosera!

—¡Sh! trato de pensar, es demasiada información para procesar en tan sólo unos minutos —despeinó sus castaños cabellos con frustración—. Pero algo está claro, y es que definitivamente debo hablar con YeonJun para que me diga la verdad.