- I
Oh Sehun tuvo una infancia normal.
Con padres normales, con profesores aburridos, vecinos chismosos y molestos, con compañeros simples y vagamente, interesantes.
Si alguien quisiera saber qué fue lo que detonó todo lo que es ahora tendría que enterrarse en las más profundas entrañas de sus pensamientos para hallar el "defecto".
No.
Aquello no era un defecto, ¿por qué tendría que serlo?
Tal vez fue aquella en la que el vecino nuevo, un niño llamado Baekhyun llegó con sus colores pasteles a llenarlo de ideas sobre lo bonito que era pintar todo de aquellos tonos dulces, de la forma maravillosa en la que esos tonos siempre iban bien con su blanca piel y como, su padre, un hombre llamado Yeol, le encantaba decirle al oído lo suave que era y lo bien que sabía sus pequeñas piernas teñidas colores pastel.
A Sehun nunca le habían dicho que su piel sabía bien..,
Es más, cuando quiso preguntar a su padre sobre aquello, este le regañó por preguntar aquello.
— "Eso no es algo que debas preguntar Hunnie, no es correcto"
¿Y por qué en la mente de Sehun sonaba bien y correcto?
La pequeña obsesión creció en su cabecita cuando en la mañana de su cumpleaños, una pequeña camilla llevaba cubierto con una manta blanca un cuerpo pequeño, pequeños hilos de sangre bajaban por los deditos color rosáceo.
Un lindo tono rosáceo que se perdía por el horroroso tono blanco de las sábanas.
Sehun quiso ver más, averiguar de dónde salió ese tono tan bonito, quería levantar la tela y ver de dónde nacían esos tonos que atraparon su mente pero su madre, llena de espanto y miedo lo llevó dentro, privándole la belleza expuesta en aquel momento.
Su familia se mudó tiempo después y Sehun olvidó aquella obsesión de su niñez.
— Te ves increíble con ese color...
Wu Yi Fan era un tipo que Sehun consideraba agradable.
Siempre lo motivaba a estudiar, a bailar, a hacer todo lo que quisiera, y Sehun siempre le devolvía una sonrisa como agradecimiento por toda esa compañía que el mayor le regalaba.
Quizá Sehun no debió haber escuchado aquello ese día.
Fue como un "clic" en su cabeza, como si de repente enchufaran algo en él que comenzó a funcionar correctamente. Yi Fan fue la fuente, fue el inicio de todo. Su mente maquinó en silencio, sus ojos analizaron todo y las manos trabajaron en silencio, su cabeza calculó cada cosa...la capacidad de almacenamiento de información era descomunal a como lo recordaba.
Jamás imagino que su pronta profesión como médico le funcionaría para aquello que su mente creaba.
Pobre Yi Fan, amante de las noches tranquilas, cuidador de él...quién siempre estuvo a su lado en todo momento desde el momento en que le conoció.
Aquella ocasión fue tan sucio...Sehun no recuerda haber sido más cuidadoso que en aquel día.
Nunca pensó que sus dedos maniobraran de aquella forma con el bisturí de prueba que la universidad tenía como instrumentario, ni que todos los sustitutos del dulce veneno funcionasen de forma eficiente llevando al sueño profundo a un Wu Yi Fan exhausto de sexo.
Sehun cortó cada pezado de piel, dejó que la sangre fluyera y se combinara con sus dedos en busca del tono de rosa perfecto.
Y lo encontró...
En un breve segundo, cuando los párpados de Yi Fan se abrieron dejando ver sus ojos suplicantes, la cantidad perfecta de rojo bañó su rostro y cubrió sus manos..la sangre se iba gota a gota hasta que el tono rosáceo se apodero de su piel antes de desvanecerse.
— Hu-Hunnie...¿por...
— Había visto el color...
Yi Fan extendió su mano, buscando el tacto del ángel opresor que lo tenía muriendo lentamente.
— Yi Fan..es este...es precioso, ¿lo has visto?...no, tú no pudiste verlo...es algo que solamente puedo verlo yo...
— Hun...
— Lo lamento, de verdad, lo siento mucho...pero esto es más importante que tu vida...
— Hunnie...
— Yi Fan, gracias...
•••
Oh Sehun, treinta y cinco años aparente entre veintitrés y veinticinco años.
Viste siempre de color rosa.
Acusado de cinco asesinatos ha sido dejado libre por falta de pruebas contundentes.
Su estado mental, según expertos, es incierto, hasta donde se percibe es un chico normal y dulce.
Pero un psiquiatra, uno que ha muerto de forma extraña, había asegurado que tras esa facha de dulce ángel...Oh Sehun es un poco, solo un poco psicópata.
•••
No es mi historia más coherente, de hecho tiene muchas incosistencias y huecos, pero así me vino a la mente.
Decir que espero que les guste no sería tan correcto, ¿no?
Tengan lindo inicio de semana.
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